Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Drutz por Daena Blackfyre

[Reviews - 23]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Me pasó algo muy loco. Mi internet no me dejaba entrar a fanfiction, fue super desesperante. Volví de mi joda de cumpleaños y no abría. Llamé a la compañía y me tuve que pelear como buen santo de Escorpio que soy. Ya está todo bien.

Al fin puedo subir esto. Iba a ser un Oneshot, pero quedó muy largo, así que lo dividí en seis capítulos. Los primeros son pequeños y el último es gigante. Lo iré subiendo en estos días. Hice este fanfic basado en un tema que estuve estudiando hasta hace poco en la universidad, sobre lírica amorosa medieval. Está divino en los cinco estados del amor, que se muestran en esta poesía trovadoresca. El primero ahora será elVisus (la contemplación), en estos días iré subiendo los demás. El nombre del fanfic, Drutz, es uno de los último grados de desarrollo en este tipo de composiciones, significa que la dama acoge a su pretendiente bajo las sábanas. Ya se imaginarán cómo acabará esto(?)

Shion/Dohko. Problemas adolescentes, romance. Gay. Disfrútenlo.

Saint Seiya, Saint Seiya The Lost Canvas y en todas sus formas, pertenecen a Masami, Teshirogi y otros(?

Drutz

—¡Cállate de una vez! —espetó el santo de Escorpio ya sin poder contenerse—. Te pones insoportable cuando hablas de tus tontos libros.

—Que a ti no te interese no quiere decir que los demás debamos opinar igual —Dégel defendió su postura sin inmutarse por las quejas de su compañero—. Además, Dohko fue quien me preguntó. Si no quieres oír vete.

Un bufido salió de los labios de Kardia y las miradas de ambos santos se posaron en el recientemente nombrado. Dohko pegó un respingo y no supo qué decir en ese momento. Sólo había pasado por ahí y le dio curiosidad saber qué estaba leyendo Dégel. Siempre lo veía con un libro entre las manos y, por más que él mismo no fuera muy amigo de la lectura, se preguntaba qué tan interesante sería lo que leería su compañero.

El escorpiano se acercó a él en ese momento, ignorando las palabras dichas anteriormente por el otro.

—Ni lo intentes —le aseguró—. Querrá llenarte la cabeza con sus historias y ridículos poemas hasta volverte loco.

—¡Claro que no! —vociferó Acuario de nuevo— La poesía es algo maravilloso.

—Aburrido.

—Sólo fue curiosidad —aclaró Dohko, intentando buscar una aventura para salirse de eso. No sabía que causaría tal alboroto.

—Ese es el primer paso —dijo Kardia—. Luego intentará darte un libro y te perseguirá en sueños hasta que lo leas.

—¿No tienes cosas que ir a pinchar? —Dégel ya se estaba cansando de esa pelea y Kardia se encogió de hombros.

—Bien, conste que te lo advertí —finalizó el escorpiano y Dégel soltó un sonoro bufido.

Acuario se tomó unos segundos para tratar de recordar dónde se había quedado en su explicación, pero Dohko se adelantó a decírselo.

—¿Algo sobre los estados de la poesía? —Él tampoco se acordaba muy bien, pero eso ayudó a que el otro haga memoria.

—Los estados del amor en la poesía —dijo y Dohko asintió, aunque no entendía bien a qué se estaba refiriendo.

—¿El amor tiene estados? —preguntó.

—A decir verdad, sí —expuso y señaló su libro—. Este autor habla sobre cinco estados del amor, aunque es relativo, pero suelen darse en la lírica —Alzó su mano para empezar a contar—. La contemplación, la charla, las caricias, los besos y el... Bueno, tal vez eres algo joven para ése.

Dohko arqueó una ceja confundido. En teoría sí, era joven, más joven que varios de los dorados, pero tenía su armadura y había demostrado ser lo suficientemente fuerte como cualquiera de sus compañeros.

Por más que preguntó, Dégel no quiso contestarle y se quedó con la intriga. Tampoco le siguió hablando de esas cosas que leía, pero varias dudas se habían comenzado a forjar en su cabeza. La excusa de Acuario fue que ya descubriría el significado de esos estados por sí mismo cuando creciera y no sabía cuánta razón tenía.

– Visus –

Era la primera vez que le pasaba algo similar. Simplemente, Dohko no podía dejar de verlo. Quizá tendría que haberse retirado luego de dejar su armadura ahí, pero la intriga fue más fuerte. Él no entendía nada sobre el mantenimiento o la reparación de las Cloths, pero en el instante en que vio a Shion realizar su trabajo le comenzó a interesar aquel asunto.

El joven caballero de Aries había llegado hacía algún tiempo al Santuario, al igual que él, y además compartían la misma edad. Eso, en parte, lo había alegrado un poco porque no era fácil ser el más joven entre sus compañeros dorados. Los demás santos lo veían como un niño y, aunque lo respetaran como guerrero, Dohko sabía que su falta de experiencia en la lucha zanjaba una diferencia bastante grande. Sin embargo, al conocer a Shion se sintió un poco más animado. Ambos eran los pequeños, los nuevos, los novatos, y todas esas cosas que en teoría eran ciertas. Aunque nunca había hablado mucho con Shion, nada en realidad, y apenas se había presentado al conocerse. Nunca había surgido la oportunidad de algo más. Ahora, al llevar la armadura de Libra con el aprendiz de reparador, fue que Dohko se sintió un poco más interesado en entablar alguna clase de diálogo con su compañero.

Vio cómo el santo de Aries miraba la armadura completamente ensimismado. Dohko o cualquier cosa a su alrededor habían dejado de existir cuando esa Cloth se plasmó frente a sus ojos. Pasó las manos con delicadeza sobre el dorado metal, como si le diera una caricia al pétalo de una flor, tocando con cuidado que no se rompa. La sonrisa que apareció en el rostro de aquel muchacho le encandiló. Miraba la armadura con una profunda devoción y hasta creyó vislumbrar brillo en sus ojos trémulos.

—Es maravillosa —oyó que Shion murmuraba, pero esas palabras no iban dirigidas a él. Sólo había sido una oración suelta, dicha en voz alta, perdida en el aire, pero que le encantó estar ahí para poder escucharla.

En ese momento no se sintió capaz de preguntar nada o decir alguna cosa. Sólo se dedicó a mirar y, posiblemente, esta fuera la primera vez que Dohko se concentraba con tanta dedicación en observar detalladamente algo frente a sus ojos. Quién diría que se podrían encontrar tantas cosas sólo mirando.

Contempló con gusto cada momento que pudo. No era capaz de sacar los ojos de Shion por más que quisiera, aunque éste no le estaba prestando la más mínima atención. Siguió con su labor y, por más que Dohko no entendiera qué pasaba, se sentía fascinado al ver cómo el ariano revisaba su armadura. Pasaba sus manos por el metal con un cuidado casi amoroso. Observaba con esmero cada parte a la vez que se le escapaban distintas muecas que Dohko no supo cómo interpretar, ¿qué estaría pensando? No le preguntó, pero internamente deseó conocerlo un poco más. Aunque estaba seguro que lo que mayormente le había llamado la atención fue la sonrisa de ese muchacho y la increíble dedicación a su oficio. Sin dudas, ahora intentaría saber más de Shion.

Notas finales:

Sí, ya está. No hay mucha interacción en el primer estado, sólo miradas, pero ya habrá más. En dos o tres días seguro suba el otro.

Es gracioso este capítulo porque cuando lo escribía me reía sola pensando en Shion al "ver" los recuerdos de la armadura de Libra. O sea, no sé si lo notaron, pero como que no hay otro Libra a parte de Dohko. Re lindos y tranquilos esos recuerdos(?) Para mí la sucesión de Libra fue más o menos así: Primero estuvieron las estrellas, la constelación; luego el dragón, el maestro dragón y me lo imagino con armadura; Dohko y... Bueno, hasta ahí(?)

Gracias a quienes leyeron. Nos vemos pronto. Besos!


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).