Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Mi dulce ángel por Princesa de los Saiyajin

[Reviews - 66]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

¡Hola! ¿Cómo están?

Perdonen que no haya escrito en tanto tiempo, la escuela me mató… dormía (con suerte) tres horas diarias, la tarea era demasiada… Pero en fin, ya vine. ¿Alguien sigue todavía el fic?

Como sea, aquí está el capítulo, espero que les guste, lo hice en uno de mis ataques de inspiración…

 

(Segunda edición 18/01/2019)

4

Por siempre a tu lado

 

 

—¿Y… por qué lo hiciste?—preguntó el de cabello bicolor luego de unos segundos de profundo silencio. El pelinegro volteó, y pudo observar que estaba sentado en la orilla de la cama, con una mirada insistente.

     —Pues… sucede que… perdí a dos personas muy importantes para mí—suspiró con pesadez y se sentó en la orilla de su cama. El más bajito lo veía a los ojos, en esos orbes negros pudo observar un toque de preocupación—. Mi mamá y mi… pareja…—dijo. Tomó la almohada que segundos antes había sacado de su maleta y la abrazó. Ocultó su rostro en ella, dejando levemente visibles sus ojos, los cuales a su vez eran cubiertos por aquel flequillo que tenía.

     —Lo siento  mucho…—dijo con cierta culpabilidad al notar cómo se entristeció el más alto. Se acercó y se sentó a su lado. Empezó a acariciarle la espalda a modo de consuelo.

     —No es tu culpa, descuida. Estaré bien—le dijo con una sonrisa un tanto fingida.

     —Sé que quizás pueda no significar mucho para ti puesto que no me conoces y… ya sabes… sólo tuvimos un encuentro por coincidencia aquella vez en el puente Wiss… Pero si necesitas algo, lo que sea, yo estaré aquí… para ti…—le dijo sinceramente. Le levantó el brazo y se acomodó mejor en su costado. Lo rodeó de la cintura con sus brazos, mientras el de cabellera alborotada lo rodeaba de los hombros. El más bajo seguía acariciando constantemente su espalda, sintiendo lo fornido que era.

     —Gotenks… Gracias…—mencionó en un susurro casi inaudible, pero que fue escuchado por el otro. Se acercó a él y le besó la frente, para después ocultar su rostro en su cabellera.

     El aludido, al recibir ese pequeño beso, no pudo evitar sonrojarse. Ese tacto no era más que una pequeña muestra de agradecimiento, de eso estaba consciente, pero ¿entonces por qué se ruborizaba sabiendo esto?

    —Goku… —susurró—. Etto… yo…

    —Shh…—lo silenció sutilmente—. No digas nada…—esta vez le besó la mejilla, la cual sintió muy caliente.

    —Pero…

    —Por favor, no te vayas otra vez—susurró con su voz entrecortada, el menor sintió como si casi le estuviera rogando. Se separó un poco, y vio que tenía los ojos brillosos y una mirada suplicante. Se volvió a acomodar entre sus brazos.

     —Está bien… no me iré…—ahora fue él quien besó la mejilla, logrando transmitirle gran confianza al mayor, esa confianza y seguridad de que “realmente estaría ahí para él”.

     Goku sentía que su corazón saldría de su pecho si seguía de ese modo. No podía evitar sentir el deseo de besarlo, acariciarlo, tenerlo entre sus brazos y demostrarle todo ese amor que sentía por él. Era Vegeta, ya no tenía ni la menor duda, estaba seguro de que ese muchacho de cabello bicolor y actitud serena era su príncipe, el amor de su vida. No encontraba una explicación lógica para poder demostrar esta afirmación, pero era él… se lo decía su corazón…

     Y su corazón nunca mentía…

 

***

 

La noche cayó, y junto con ella un silencio reinó en la institución. Luego de ese pequeño momento íntimo, ambos fueron a conocer la escuela. Iba muy cerca uno del otro, en un silencio para nada incómodo, al contrario, era lo que ambos necesitaban luego de lo ocurrido. Gotenks sentía que cualquier cosa que diría podría causarle una sensación de nostalgia o melancolía al mayor, por lo que prefirió callar; además, no sabía exactamente qué decir para hacerlo sentir mejor; aunque, si lo pensaba bien, ¿qué cosa podría hacerlo sentir mejor, si dos personas que amaba murieron y jamás las volvería a tener a su lado aunque las necesitara y lo deseara con todo su corazón? Incluso estúpida le parecía la pregunta luego de analizarla.

     Por otra parte, Goku realmente estaba afligido. Sentía un dolor proviniendo de su pecho. Mientras recorrían los pasillos pensaba en aquellos momentos que había pasado junto a su príncipe, sonreía cada vez que recordaba que sólo bastaron unos días para sentirse profundamente loco y enamorado de él, que sólo bastaron un par de miradas para que su corazón le perteneciera, y que sólo fueron suficientes unas cuantas palabras para que tuviera la necesidad de decirle “Te amo”, y demostrarle claramente que sentía eso.

     Mientras ellos avanzaban, él veía disimuladamente a aquel joven que caminaba al lado suyo. Era su Vegeta. Sí, ya estaba completamente convencido. Era todo de él. Sólo había un minúsculo detalle que aún no comprendía, y era “¿por qué se hacía llamar Gotenks?”. Porque entendería que una amnesia fuera la que no lo hiciera recordarlo, ni todo lo que vivió. Pero, al fin y al cabo, ¿de dónde había sacado ese nombre?

     ¿O acaso… estaba equivocado?

      No, eso era imposible, estaba seguro de que era él… ¿Entonces por qué se llamaba Gotenks?

      En todo su recorrido no dejó de pensar en ello, su mente creaba múltiples conexiones para entender mejor todo ello. De una idea salían otras secundarias, una serie y cadenas que lo hacían ver muchas posibilidades, pero por más que lo meditaba no encontraba una respuesta que lo hiciera sentir seguro.

     “Tal vez debería preguntarle”, fue una de las cosas que pensó, ya que quizás de ese modo podría comprender todo lo que ocurrió, pero inmediatamente desechó esa idea, porque, aunque le doliera en el fondo de su alma siquiera pensarlo, había una pequeña probabilidad de que realmente no sea quien creía que es…

 

***

 

—Buenas noches…—dijo luego de dar un bostezo. Estaba vestido con una pijama celeste, era un pantalón algo holgado, pero con una playera sin mangas color blanca. Se restregaba un ojo con su puño, su voz se escuchaba adormilada, y eso era evidente en su mirar. Sus ojitos estaban entre cerrados, y su expresión sumamente relajada.

     —¿Eh? Ah, sí, buenas noches, Gotenks…—dijo con cierto titubeo. Esa imagen que tenía de él era sumamente irresistible, con esa apariencia tan adorable sentía una inmensa necesidad de abalanzarse sobre él y besarlo apasionadamente… pero tuvo que contenerse y limitarse a una simple despedida verbal.

     El menor se recostó en su cama, dándole la espalda. Goku se acercó y apagó las luces, para imitarlo y acostarse, intentar conciliar el sueño y descansar. Miraba el blanco techo mientras sonreía amargamente. “Tan cerca y tan lejos”, así es como sentía a aquel joven que tenía a tan sólo tres metros de distancia. Sentía que estallaría si no podía ir y unir sus labios en un demandante beso lleno de sentimientos.

     Sin darse cuenta el paso de los segundos se volvió minutos, y a su vez éstos se convirtieron en horas. Había pasado un largo tiempo admirando el cuerpo dormido de aquel joven al otro lado de la habitación. Estaba embelesado por esa figura cubierta por aquellas sábanas.

     Cuando acordó, volteó a ver el reloj que colgaba de la pared, marcaba las 2:06 a.m.

     Suspiró, realmente estaba agotado por sus desvelos anteriores, de aquellas ocasiones en las cuales lloraba hasta caer rendido por pensar en el accidente; en esas ocasiones en las cuales amanecía con un fuerte dolor de cabeza por el desgaste emocional que él mismo se causaba, o mejor dicho, que inevitablemente sufría. Pensó que lo mejor era dormir, pero…

     No podía.

     Una parte de su interior tenía miedo.

     Miedo de que al despertar ese muchacho ya no estuviera.

     Miedo de que cuando abra los ojos se dé cuenta de que todo resultó ser un simple sueño.

     Miedo de que cuando voltee a ver a su lado, se queden las sábanas vacías al igual que esa habitación con un único huésped y que fuera él.

     Miedo de que nada de esto fuera real y tener que afrontar la realidad y que su Vegeta realmente murió.

     Tenía que aprender a distinguir de la realidad a la fantasía, pero todo era tan extraño incluso para él que se había planteado todas las posibles situaciones para pensar que su querido azabache seguía con vida.

     Cerró los ojos con cierta pereza, sus párpados pesaban demasiado…

     —Basta—escuchó esa voz entrecortada.

     Se incorporó rápidamente y vio que aquel joven de cabello bicolor se removía entre las cobijas. Se acercó lentamente, y cuando estuvo a un lado suyo pudo ver que tenía su frente perlada de gotas de sudor, que sus ojos eran apretados con fuerza y que en la pequeña comisura de ellos había gran humedad que mojaba sus pestañas, estaba llorando aún entre sueños.

     —Deténganse, por favor—sus súplicas se oían tan profundas, una parte de su corazón se agitó, sintió gran dolor al verlo en ese estado tan lastimoso. Sabía que era peligroso despertar a alguien de una pesadilla tan bruscamente, por lo que decidió quedarse a su lado hasta que se calmara o despertara y luego hablar con él.

     —Tranquilo…—susurraba.

     —Déjenlo a él—decía con un hilo de voz.

     Goku ya no resistió más, era demasiado dura esa imagen. Verlo tan impotente, suplicando, llorando, sufriendo aún en sueños le causaba una punzada en el corazón, la cual sentía como un millón de espinas que se clavaban en su interior y se incrustaban cada vez más profundo.

     Se acomodó a su lado, lo abrazó y le empezó a acariciar su cabellera lentamente, mientras le susurraba en el oído con voz suave: “Tranquilo, yo estoy aquí, cuidándote”. El menor seguía alterado, lo cual aumentaba la angustia del pelinegro.

     —No quiero, déjenme en paz… Por favor… no me toquen…—sus súplicas eran demasiado profundas, lo cual le causó un nudo en la garganta a Goku.

     —¿Acaso… Acaso alguien lo tocó…? A Vegeta unos sujetos se aprovecharon de él… Y estoy casi completamente seguro de que es él… Y con esto sólo me hace confirmar mis sospechas—pensó. Siguió acariciando la cabellera en forma de flama que tenía, intentaba tranquilizarlo en su subconsciente.

    —Tarble, corre…—dijo en voz baja, como si algo le apresara el cuello evitando que pudiera pronunciar palabras. El pelinegro abrió completamente los ojos al escuchar ese último susurro. Lo acercó más a sí, transmitiéndole su calor corporal. Siguió hablándole al oído, calmándolo poco a poco.

     Sus músculos se fueron relajando al igual que su expresión. Su respiración se fue relajando lentamente, a tal punto que dejó de estar tenso. Su ser consiguió un estado de paz y tranquilidad, calmando la angustia del mayor. Goku se acercó y le besó la mejilla. Empezó a susurrarle cosas tiernas al oído.

     —Eres una persona muy fuerte, te amo con todo mi corazón, Vegeta. Amo esa sonrisita que tienes, y esos ojos negros me vuelven loco. Cuando te vi por primera vez, mi corazón latió fuertemente, y cuando leí tu diario, sentí que mi mundo se venía abajo, pero decidí afrontarlo y tomar este reto junto a ti. Me dije a mí mismo que te ayudaría a afrontar todos los desafíos que se te presenten, estar a tu lado siempre. Realmente era algo extraño que tan sólo en unos días te hayas vuelto alguien tan importante para mí, que me haya enamorado completamente de ti… Pero así fue. Yo no te puedo asegurar qué fue lo que me hizo saberlo, sólo lo sentí…—tomó aire, un nudo se formó en su garganta—. Me dolió mucho lo que te pasó, créeme que me sentí completamente culpable. Pero Milk se sentía triste, siempre fue muy apegada a mi mamá. Lamento que por haber estado hablando con ella no me percaté de que estabas detrás, en medio de la calle…—suspiró hondo y después sonrió con amargura—. Y saber que te había perdido fue suficiente para mí, realmente no podía vivir sin ti… por eso intenté quitarme la vida… quería reunirme de nuevo contigo, estar a tu lado aunque sea en el paraíso… Pero, tan sólo lo intenté definitivamente, en el puente Wiss, tú apareciste como el angelito que eres, me salvaste, y verte ahí me hizo tenerle un poco de esperanza a la vida… Pero el hecho de que no te volviera a ver me hizo sentir devastado, ese rayito de luz se fue desvaneciendo poco a poco… Y ahora te tengo aquí, Veggie, a mi lado, compartiendo la cama… Así quería nuestro amor, puro, sincero, yo te respetaría en todo momento, jamás te lastimaría… Vegeta, jamás lo haré. Aquí estoy, contigo, y lo estaré por siempre. Yo… yo te amo, Vegeta. Te amo con todo mi corazón…—susurró y unió sus labios con los de él.

     Ahora estaba casi completamente seguro de que era él, su Vegeta. Pero aún había tantas cosas que lo hacían pensar lo contrario. Deseaba obtener una respuesta, pero no había nada que se lo demostrara.

     Tal vez, y sólo tal vez debía averiguarlo él mismo.

     Pero… ¿cómo?

     ¿Cómo cerciorarse de que era efectivamente ese pelinegro que una vez amó?

     ¿Cómo estar seguro de que era ese muchacho del cual se enamoró?

     ¿Cómo convencerse de que todas las sospechas que tenía eran ciertas y que, por increíble que parezca, él estaba ahí, a su lado, y que seguía con vida?

     ¿Cómo explicar que regresó a la vida?

     A menos de que…

     ¿Acaso nunca murió…?

     ¿Cuál era la pregunta o la respuesta correcta que debía formularse?

 

     …

 

     Sólo había un modo de averiguarlo, pero realmente necesitaba saber la verdad.

     Tal vez era hora de visitar de nuevo a Vegeta allá en donde estaba enterrado…

 

y asegurarse de que sigue ahí…

 

     ¿Y si no estaba? ¿Acaso eso significaría que estaba vivo y que a quien estaba abrazando en estos momentos era él?

     Tanta incertidumbre había en estos momentos, pero lo que sí tenía en claro era una sola cosa…

realmente debía visitar a Vegeta…

y asegurarse de que estuviera ahí…

 

Notas finales:

Chan chan chan…

¿Qué les pareció? A mí me pareció muy triste D:

En verdad lamento no haber actualizado, realmente no tuve tiempo… y probablemente este semestre será igual, por lo que quiero preguntarles si preferirían, aunque sea, capítulos cortos que yo escriba desde el celular en cualquier oportunidad que tenga de tiempo libre en la escuela cuando entre (ahí habría posibilidad de que tenga una que otra falta de ortografía). Ustedes díganme.

En fin, creo que es todo… en verdad lamento no haber podido subir ningún capítulo.

Ya no los molesto más, espero que tengan un lindo día, noche, tarde… lo que sea XD

 

P.D ¿Qué es lo que hará Goku para asegurarse de que ese muchacho que tenía en brazos era Vegeta? Y cuando lo haga, ¿resultara ser o no? Y si es así, ¿cómo hará para que recuerde todo? Pero, en caso de que no… ¿cómo lo tomará?

Chan Chan Chan…


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).