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Destino memorable por Tsuki no Megami

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Notas del capitulo:

Los personajes de Kuroko no Basket pertenecen a su creador Tadatoshi Fujimaki.

 

 

Si quieren saber cual fue el sueño lean " Lejanía " 

Destino memorable

 

Despertar llorando por lo triste de ese sueño, si bien es cierto la relación entre ambos chicos no va de la mejor manera, tampoco es para que terminase como en aquella pesadilla. Las cosas entre sus familias van bien tanto los doctores Midorima como los Takao, convivían de forma casual, todo sea por el bien se sus hijos.

 

- Shintaro, oye Shintaro despierta de una vez.

 

La señora Midorima de complexión delgada, alta de cabello castaño y ojos color turquesa, estaba en sus cuarenta y algo de edad con la experiencia marcada en su rostro. Trataba de despertar a su hijo el cual desde hace unos minutos gritaba y lloraba aún en sus sueños.

 

- Mamá yo ... lo mate ... los mate a ambos.

 

- Shintaro << Moviéndolo de un lado a otro >> Es un mal sueño, despierta hijo.

 

La voz preocupada de su madre logró despertarlo, abrazándose a su cuello calmando poco a poco el llanto.

 

- Me cuantas tu sueño cariño, tal vez logre calmarte.

 

- Madre, estoy asustado, no quiero que se haga realidad.

 

- Calma te y dime que paso ayer en tu cita con Kazu-chan.

 

- Después de despedirnos de ustedes fuimos al parque de atracciónes.

 

****** FlashBack ******

 

- Shin-chan vas a estar con tu cara de pocos amigos, en ese caso no hubiésemos hecho el viaje hasta aquí.

 

- Te dije que no quería venir, pero tu ni escuchas a nadie, nanodayo.

 

- Dime una cosa, sabes que día es hoy, tienes día de lo importante que es esta fecha.

 

- No tengo idea y no me interesa saber.

 

Oha asa habia pronosticado un mal día para los cáncer, estando en último lugar debían traer consigo su lucky ítem correspondiente y reflexionar antes de hablar. Para su mala suerte ese mañana una pequeña niña hizo su travesura tirando el juego de elefantes azules de porcelana el cual era el objeto que debía llevar a todas partes, su linda hermanita jugando lo rompió por lo tanto auguraba un pésimo fin de semana.

 

Con lágrimas cayendo sobre sus mejillas Takao se giro y gritando le dijo - Eres el más idiota e insensible que conozco, Midorima Shintaro hoy es mi cumpleaños. Sin decir más salió corriendo del parque hasta la estacion del bus al cual subio de vuelta al hogar, dejando al peliverde en un debate interno de ir a buscarlo o regresar a su casa para reflexionar lo sucedido.

 

Sin más camino por el lugar hasta llegar a una cabaña donde se encontraba una gitana, quien al verlo cabizbajo le dio un consejo o mejor dicho un aviso - Lo que hagas repercute en tu futuro y tus sueños mostrarán parte de ello. No le prestó importancia y siguió con su andar para llegar a casa, tal vez con un buen descanso conseguiría la idea para un gran obsequio y una buena disculpa.

 

****** Fin ******

 

- Eso fue lo que paso, no se, tal vez sólo soñé esto por lo dicho de aquella gitana.

 

- Aunque respeto su gusto por esa adivinadora, considerado y concuerdo con Kazu-chan, si eres un idiota olvidando el cumpleaños de tu novio << Dándole varios golpes en la cabeza >> Se escucha hueco, creó que no hay nada ahí adentro, es sólo un balón con aire caliente.

 

- Madre eso dolió, creí que estabas para aliviar ...

 

- Te mereces más << Sin dejarlo hablar, mirándolo enojada con ganas de seguirle pegando >> - No es ni la mínima parte de lo que Kazu-chan esta sintiendo, anda vistete rápido y baja a desayunar, ya pensáremos en algo para que se arreglen.

 

No quería hacer enojar a su madre, así que como rayo se levantó directo al baño con agua tibia, vistiéndose igual de rápido, bajo al comedor donde se encontraban sus padres y su hermana. 

 

- Buenos días padre, buenos días kitty.

 

- Buenos dias Tsunderima << Con una gran sonrisa comiendo su cereal muy divertida >> 

 

- Enana insolente te voy a ...

 

- Shintaro deja a tu hermana y sientate, debemos hablar, tu madre ya me contó lo que paso.

 

Soltó un largo suspiro, tomó asiento de lado derecho de su padre dispuesto a escuchar lo que su progenitor estaba por decir. Para su sorpresa no fue un regañó, todo lo contrario empeoró aún más las cosas, pues a partir del lunes empezaría sus clases en el mismo instituto que su ex capitán y antiguamente pareja Akashi Seijuro.

 

- Cariño no puedes hablar enserio, piensa en la situación actual de tu hijo, esto pondrá más distancia entre ellos.

 

- Lo se, pero es lo mejor para el, antes de una familia esta su desarrollo profesional y esa escuela se lo proporcionara.

 

Sabía que su padre estaba tramando algo junto con el señor Akashi, lo cual era juntar a sus hijos en plan romántico, afortunadamente el emperador se encontraba en una relación medio empalagosa con el obsesivo de los dulces Murasakibara, por lo que su única preocupación debía ser el reconciliarse con su halcón y para ello tendría que sacrificar su orgullo y mostrar su lado más tierno. Lo primero fue la disculpa, llegó hasta la casa del azabache con un enorme ramo de rosas rojas y tulipanes del mismo color, que en el lenguaje de las flores significan amor y fidelidad, lo recibió su suegra pues el señor se encontraba fuera del país, de forma educada saludo pidiendo hablar con Takao.

 

- Pasa hijo, he de suponer que su pleito fue algo fuerte, ya que ese ramo es muy grande y por la cara de ambos, estoy segura de ello, ve esta en su habitación desde ayer, yo iré al autoservicio por algunas cosas para la comida, así que estas en tu casa << Guiñandole el ojo, con una palmada en el hombro le dijo >> Prometo tardarme por si acaso su reconciliación se torna romántica.

 

El pobre se puso como tomate de pies a cabeza, apenas y pudo darle las gracias antes de subir por las escaleras hasta el cuarto del halcón, una vez ahí escuchó la puerta principal cerrarse, por lo que supuso se encontraban solos. Tocó varias veces hasta que por fin le respondió.

 

- No quiero hablar con nadie, por favor dejame sólo.

- Estas seguro que no quieres hablar conmigo << Abrió la puerta con cuidado, acercándose a la cama, colocando el ramo cerca de su cara, tomando asiento en la orilla del colchon>> 

 

- Si piensas que con eso te voy a perdonar, estas muy equivocado Midorima << Envolviéndose dentro del cobertor >>

 

Había algo que le dolia aún más que perder un partido o una discusión con sus padres, era justamente la frialdad con la que era tratado por su Takao. Haciendo uso de todos sus sentidos, logró expresar lo que sentía en palabras que podían ser entendidas fácilmente.

 

- Se que te lastimó lo dicho el día de ayer, no olvide tu cumpleaños de hecho tenía planeado llevarte a cenar luego del parque, pero no fue así yo ... me preocupé por otras cosas en vez de darte prioridad a ti, que eres lo más importante en mi vida y en mi corazón. No sólo te pido perdón por lo sucedido, también por todas las veces que mis acciones y palabras te han herido, te agradezco que apesar de ello siguieras a mi lado y ahora quiero pedirte que continúes junto a mi, si aún así lo quieres.

 

Un silencio incómodo se apoderó de la habitación, el azabache seguía cubierto sin querer pronunciar palabra, para el peliverde significaba un rechazó absoluto, por lo que dejó las flores sobre la cama, con sumó cuidado se levantó de ella dispuesto a salir del lugar, pero una mano le sujeto por la muñeca, sus ojos esmeralda chocaron con unos azul grisáceo, como un imán fueron atrayéndose hasta que su respiración era percibida por el contrario.

 

Anhelaban tocarse, sentirse uno sólo, por lo que con un movimiento suave sus labios se juntaron de manera dulce y calmada se besaron, poco a poco sus lenguas empezaban una danza tranquila, saboreando cada rincón que les era permitido tocar. La falta de aire los obligó a separarse, tan sólo para recuperar el  aliento, para empezar de nuevo, estabas con caricias que recorrían todo el cuerpo contrario.

 

- Dilo Takao, quiero escucharte llamarme como sólo tu puedes hacerlo << Susurrando seductoramente sobre su oído, sabiendo cuanto enloquece al menor >>

 

- Shin-chan agh, yo mgh, te quiero a mi lado agh.

 

- Con eso basta por ahora. Haciendo un camino de besos desde el cuello hasta el pecho, quitándole con delicadeza la ropa, marcándolo como suyo, lamiendo, mordiendo y chupando cada uno de esos botoncitos rosas que no tardaron mucho en ponerse duros al igual que su miembro.

 

- A aah! Shin-chan no agh no podemos ngh 

 

- Si podemos, no hay nadie en casa, sólo tu y yo, así que dejame escuchar tu voz.

 

El halcón presa de la lujuria se entregó sin objeciones, por lo que el ojiverde lamio tres de sus dedos de forma seductora antes de usar su boca para degustar el miembro erecto de su amante, metiendo uno a uno de sus dedos, dilatandolo de a poco, Takao cumpliendo con lo demandado anteriormente, pedía por  más.

 

- Ya ... no agh a...aguantó mgh Shin-chan, quiero sentirte dentro.

 

Una petición que fue cumplida de inmediato, pues su miembro pedía ser atendido, por lo que de una sola vez penetró esa cavidad tan acogedora, con estocadas suaves lo fue deleitando hasta que su paciencia llegó al límite. Con fuerza el azabache cambio de posición quedando el arriba del mayor auto penetrándose con rapidez, dándoles a ambos una sensación de placer. Dos palabras necesitaba pronunciarlas antes de llegar al climax - Te amo Kazunari, filo de nuevo, pidió el mencionado.

 

- Te amo Kazunari y quiero pasar mi vida junto a ti.

 

- Yo también te amo Shin-chan y aceptó estar a tú lado todos los  días de mi vida.

 

Dicho eso la unión de ambos cuerpos lleno la habitación de gemidos por largo rato, hasta que cayeron exhaustos, durmiendo abrazados. Despertaron por el ruido de un teléfono, maldiciendo dicho aparato, el ojiverde se levantó lo suficiente para alcanzarlo y ver quien era la persona que tenía la osadía de interrumpir su momento romántico, el mensaje provenía del pelirojo amante de las tijeras, tan rápido como pudo contestó volviendo a acostarse.

 

- ¿Quien era? Es algo importante << Preguntó un adormilado Takao >>

 

- Era Akashi, para decirme que no tiene interés en formalizar una relación conmigo y por supuesto yo tampoco.

 

- Porque habrían de hacerlo, me perdí de algo.

 

- No mucho, sólo que su padre y el mío eligieron que debemos ir al mismo instituto y hacernos más unidos.

 

- Y cuando planeabas decirme, en el momento de su boda tal vez.

 

- Bakao no hagas una escena, no haré nada de eso, quiero estar contigo y si mis palabras no te convencen, quizá otra ronda si lo logre.

 

Con esa decisión, otro round de besos y caricias placentarias dio comienzo, ninguno recordaba el número de veces que lo han hecho, pero estaban seguros que nunca se alejarían uno del otro. Si bien sus sueños algo tendrían de cierto, al final pudo solucionar todo con la persona que ama y con la pasara sus días hasta el fin de su vida.

Notas finales:

Gracias por leer.

Dudas, quejas y sugerencias al buzon que seran respondidas a la brevedad posible.


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