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Mi Extraña Prima por War Black

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Notas del fanfic:

Es el primer Fanfic que subo. Espero que les guste

Notas del capitulo:

¡El primer capitulo! Espero que sea de su agrado, cualquier comentario o sujerencia seran bienvenidas, mediante los comentarios.

Pov Allison

No siempre pertenecí a una familia. Yo tenia cinco años cuando mis padres fallecieron en un accidente automovilístico, venían de la casa de mis tios cuando un venado se cruzó en el camino de la ruta, ni siquiera el animal logro sobrevivir. Para ese momento yo estaba al cuidado de una amiga de mis padres, ellos conocían mi desagrado hacia esa parte de la familia, y a pesar de ser tan chica, tomaron mi decisión con la mejor cara a no querer verlos mas.

La noticia no pareció afectarle en lo mas  minimo a mis tios. Ya que no fueron capaces de aparecerse por el funeral, ni siquiera despues de eso. Yo debía de quedarme con alguien, aun era menor y no podía cuidarme por mi misma. Ante la “desaparición” de mi familia, la que me quedaba, el estado me mando a un orfanato.

Cuando cumplí diez años me di cuenta que nadie me adoptaría. Todos los padres que venían se llevaban a los chicos mas jóvenes, entre cinco y ocho. Muchos chicos pasaban toda su vida en ese lugar, al menos hasta cumplir los dieciocho que es cuando ya podían irse, varias veces fui testigo de idas solo por ser mayor de edad, por eso habia perdido esperanza de ser parte de otra familia.

Unos meses despues de cumplir mi decimo cumpleaños me empecé a sentir extraña y débil, al tal punto que permanecí una semana entera en cama sin moverme por mi falta de fuerza. Las dueñas de ese lugar se preocuparon y llamaron a un medico, el solo dijo que era una gripe normal.

Cuando al fin me logre recuperar me dejaron salir afuera. Siempre me gusto sentarme al lado de la reja y mirar el pequeño bosque que se formaba al frente. El pueblo en donde naci es un conjunto de casas metidas y escondidas en una vegetación increíble, algo que no puedes encontrar en la ciudad, por eso era normal encontrar pequeños bosques en cualquier parte. Mi estadía en ese lugar no fue de lo mas linda, era muy callada y en todo el tiempo que permanecí allí no hice ningún amigo. Solo me sentaba en mi lugar favorito y leia algún libro.

No fue hasta despues de un año, que me di cuenta que la supuesta “Gripe” no fue solo eso. Algo en mi organismo cambio y se hizo mas fuerte mediante los años pasaban. Desde chica fui especial, mi padre me lo decía cada vez que podía, Sabia que tenia algo dentro mio distinto a lo demás, se podría decir algo único y despertó con esa recaída

A la edad de once años un amable señor llegó a las instalaciones, no era especial, solo otro padre que buscaba un hijo al cual criar. Yo estaba en biblioteca de ese lugar, debía terminar mi tarea de la escuela,  para esa época ya estaba terminando la primaria y comenzando la secundaria.

Fue una grata sorpresa cuando la directora me vino a buscar para presentarme al señor. Para ese entonces yo ya habia abandonado la idea de tener padres, pero ese hombre me llamó a mi. Hablamos un rato largo en donde me pregunto varias cosas de mi vida y contó de las suyas, me fue sincero al decirme que buscaba un hijo mayor ya que al ser profesor, no tenia tiempo para estar y cuidar a uno pequeño. El necesitaba a alguien independiente y eso era yo, me ofrecio su mano como gesto de “cerrar un trato” el trato de convertirme en su hija.

 El me dio todo lo necesario, me brindo las fuerzas que me faltaban para poder seguir. Me cuido cuando lo necesitaba y me aconsejo de varias cosas. En tan solo un año habíamos formado una alianza y cariño mas alla de una amistad, de corazón yo empecé a quererlo como a un padre, también lo cuidaba cuando se dormia en la sala revisando algún examen e intentaba no molestarlo cuando llegaba molesto y cansado, por alguna reunión sin sentido a la cual tuvo que asistir.

Aun a pesar de la confianza que tenía hacia el, no logre decirle de mi “Don”. Temí que se burlaría o me trataría de loca, y no quería que eso sucediera. Aun así seguí intentado contralarlo, a escondidas cuando el no estaba en casa o en la escuela cuando no habia nadie cerca.

Fue una llamada a la escuela la que me alerto de lo sucedido. Mi padre se encontraba internado en el hospital, pero a los días falleció al parecer fue un paro cardiaco. Y ahora me encontraba en el entierro de mi segundo padre, mi segunda familia, el segundo entierro al cual debo asistir.

Mi padre nunca me comento de su familia muy a fondo, me dijo en una charla que tenia una hermana que vivía lejos, la cual habia tenido una hija, pero no se metió mucho en eso, al parecer tuvieron una pelea de jóvenes y aun no hacían las paces, nunca harán las paces. Solo esperaba que sin importar el conflicto de antes, esta hermana se dignara a venir, no soportaría ver que su única familia lo abandonara, como paso con mis antiguos padres.

Un suspiro de alivio dejo mis labios, cuando pude ver al fondo, justo en la entrada, parar un auto negro. Una mujer vestida de negro bajo del vehículo, y se quedo en la entrada mirando hacia donde nos encontrábamos nosotros, seguramente observando la cantidad de personas que habia. Mi padre no tenia mucha familia, pero si una gran cantidad de amigos, que ahora estaban allí dándome sus mas sinceros respetos.

-          Seguramente es su hermana- Comento una voz a mis espaldas- Tu padre te comento de ella ¿Verdad?

-          Si lo hizo- Conteste volteando a ver quien era- Pero solo cosas superficiales- Me sinceré con la señora Chis

-          Vino también con su hija- Volvió a comentar mirando la estrada- Bueno, despues de todo era su tio, aun si no lo conocía- Eso era verdad, mi padre me habia comentado que nunca conocio a su sobrina, por el simple echo que ella nacio cuando ellos ya estaban peleados.

Le sonreí con amabilidad a la señora Chis

-          Creo que seria ideal ir a buscarla- Comente con duda, sabia que tenia que hacer eso pero necesitaba a alguien que me lo confirmara

-          Si, eso estaría bien- Me sonrió dándome apoyo. Volteó y se fue junto a otras señoras que comentaban la repentina aparición. Tome aire y me encamine al encuentro de la que seria mi tia.

Ellas caminaban de forma suave, la mujer estaba agarrada del brazo de una joven, que seria su hija. La chica era muy distinta a su madre, su largo cabello castaño claro no se parecía en nada al de la mujer, que lo tenia corto y negro, sus ojos color miel eran muy distintos a los marrones de la mujer que me miraba con sorpresa. Suspire pesado. No se me daba bien eso de sociabilizar con alguien mas, mi padre lo sabia por eso siempre me llevaba a todas partes para conocer mas gente, el maldito lo hacia apropósito.

Cuando nos encontramos a mitad del camino hacia el ataúd no apartó su vista de mi, y no solo por el motivo de ser la única en frente suyo. El silencio nos rodeó y podía sentir las miradas de las demás personas atrás nuestro

-          Bienvenidas- Decidí comenzar la conversación, por algo estaba allí- Les agradezco que hayan venido, a pesar de no que no tuvieran una unión muy amplia- Les indique que comenzaran a caminar, lo cual entendieron a la perfección- Yo soy Allison, la hija adoptada de su hermano- Indique tranquila, sabia que tendria dudas- Usted debe ser Maria- La mire por el hombro, estaban unos pasos mas atrás

-          Si, yo soy maria la única hermana de Pablo, soy la mas grande de nosotros- Contestó de forma tranquila, ocultando su nerviosismo, aunque no lo hacia muy bien- Ella es mi hija Kelly- La señaló, me di vuelta para observarla y le dedique una sonrisa forzada cuando me vio

Para mi suerte llegamos rápido. La gente al llegar se comenzaron a acercar a mi, para darme charla o simplemente para disculparse por irse antes de tiempo. Mire a mi alrededor en busca de las nuevas personas, y las encontré enfrente cajón. Observe como María dejaba un ramo de flores en la tapa cerrada y comentaba algo que por la distancia no podía escuchar, un pájaro se paró en la lápida al lado mio.

-          Se esta disculpando por la absurda pelea que tuvieron, esta destrozada y se ve que no quería eso para su hermano ni con todo el odio del mundo- Escuche una voz

-          Nadie desea eso- Murmure alejándome

Al terminar la ceremonia guié a Maria y su hija hacia mi casa. Debia de guardar mis cosas, tendria que partir para la casa de ella y vivir hasta que tuviera en claro que quería estudiar. La idea no me gustó mucho, pero era eso o volver al orfanato y claramente no quería ir allí de nuevo.

No tenia muchas cosas para guardar, no soy de esas chicas que poseen un sinfín de prendas las cuales se cambian cada dia. Mi guardarropas consistía de unos pares de pantalones, tanto cortos como largos, remeras, pocas, alguna camisa, camperas y la ropa interior, todo se podía guardar en un bolso de mediana altura.

Cuando baje, ya con las cosas echas, vi como Maria observaba una fotografía en el escritorio, que antes usaba mi padre para corregir las cosas de la escuela. La foto era una que nos habíamos sacado en un viaje al bosque, los dos gustábamos de acampar y lo hacíamos cada año sin falta, de todas las que sacamos en el viaje fue la única que le gusto de verdad, al tal punto de enmarcarla. Ese dia habíamos ido al lago, que estaba cerca al lugar donde teníamos nuestra carpa, la vista estaba hermosa y decidimos sacar una foto los dos junto con esa hermosura detrás nuestro, fue un dia muy feliz por eso la foto reflejaba la felicidad en los ojos de ambos, y la sonrisa radiante demostraba lo que nadie podía ver a simple vista, el amor que habia entre los dos.

-          Ya estoy- Llame la atención de ella, viendo como se tensaba

-          Eso es bueno- Se dio vuelta sonriendo- Vamos, antes de que se haga de noche y sea difícil conducir- Caminó hasta quedar frente a mi- ¿Podras con eso?- Preguntó mirando mi bolso

-          Claro, no pesa tanto- “Ni que fuera tan grande” Pensé mirándolo

-          Entonces ya estamos listas- Giró un poco y salió por la puerta

Espere a que se fuera y me dirigí al escritorio. Me quede viendo la foto, recordando ese dia, quien diría que terminaría así. La agarré y guarde en el bolso, esa me la llevaría a mi también me gusta mucho.

Al salir note a Maria esperándome en la puerta del conductor y a su hija, Kelly, dentro del asiento del pasajero. Seria tiempo de convivir con otra parte de la familia que ni conocía.

Notas finales:

¡Gracias por leer! Nos veremos en el siguiente

War Black


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