Es fin de semana, y como cada fin de semana, me encuentro en el bar acabando de regresar de con uno de mis clientes. Son casi las cuatro de la mañana y ha sido una noche muy agitada pero estoy realmente satisfecho con mis ganancias.
.- Mitch.- me saluda Kristen. Ella también viene llegando, algo despeinada.- buena noche ¿no crees?-
.- muy buena.- reconozco.
.- te has repuesto muy pronto. Mira que dejar de venir solo así.-
.- como si necesitara reponerme. Hay personas que no lo necesitan. Ah, tengo sueño.- suspiro, pensando solo en irme y llegar a mi casa.
.- aún hay algunos clientes.-
.- solo borrachos. No pienso perder mi tiempo en eso. Me voy.- le digo tomando mis cosas.
.- también me voy, ya no tengo nada que hacer aquí. No es ni divertido aprovecharse de los borrachos.-
.- eso es muy bajo.- rio, burlándome de ella. Caminamos a la salida, y dejo que ella tome el taxi que está ahí esperando. Mientras espero a que llegue el siguiente taxi, enciendo un cigarrillo, relajándome. Siento una pesadez al pensar que mañana iré a comer con mis vecinos. No es que tenga que ir, pero demonios, Nash cocina realmente delicioso. Desde que me invito a cenar y él preparo algo por sí mismo, me ha invitado a cenar todas las noches, y… ¡la comida es muy buena como para decirle que no!
.- Mitch.-
.- ¿Qué? Ah, eres tú.- suelto, exhalando el humo. Julien está de pie, detrás de mí o lo estaba porque yo me giro.- ¿Qué haces aquí?-
.- vine a verte. Nuestro último encuentro no fue muy bien.-
.- aja.-
.- oye… sé que no te gusta que te lo diga, pero realmente te quiero solo para mi.-
.- Julien, escucha...-
.- no, Mitch, escúchame tu. He intentado conquistarte por todos los medios. Ya no sé qué más hacer.- le doy una mirada de reojo. Uf, este tipo de verdad está mal.
.- no hay nada que hacer. No puedes solo imponer lo quieres a otra persona. Solo resígnate y sigue con tu vida.-
.- dime que tengo que hacer para estar contigo.-
.- pero yo no quiero estar contigo, no me gustas. Lo siento.- el me ve, dolido. Siento un poco de lastima por él, pero debe dejar de ser tan mimado y acepar lo que dicen los demás.
.- Mitch, no. No puedes terminar esto solo así.- su expresión de molestia me da una mala sensación. Demonios, Mitch ¿en qué te has metido?
.- ¿pero qué…?-
.- ¿está todo bien?- uno de los guardias se acerca a nosotros. Los guardias, como en todo este tipo de establecimientos son altos, robustos y con una cara de pocos amigos.
.- sí, me estaba despidiendo.- responde Julien, sin quitarme los ojos de encima. ¿Debo preocuparme por mí? Creo que sí. Julien no parece de los que hacen cosas malas, pero si esta despechado la cosa puede cambiar. Le hago un gesto afirmativo al guardia, pero él no se mueve. Julien se da la vuelta y se marcha. El taxi llega también en esos momentos, y yo suspiro de alivio.
Para la mañana, me he olvidado del incidente con Julien, además, los días pasan rápido, y no he visto ninguna señal de Julien. En casa, las cosas también van de maravilla. Han llegado las vacaciones, por lo que he ido al trabajo casi a diario, he ganado mucho dinero. La universidad me ha dejado libres las dos semanas y de igual modo mis horas para el mes en el hospital están cubiertas.
.- mocoso ¿en serio haces tarea en vacaciones?- pregunto, al verle en la mesa con sus libros. Estamos en su casa, y es martes. El primer martes de vacaciones, y ya está atardeciendo.
.- ¿está mal? puedo adelantar trabajos.-
.- eso déjalo a la universidad. Deberías estar por la calle, jugando con una pelota o subiendo a los árboles.-
.- ¿Por qué? ¿Tú hacías eso?
.- eso y más.-
.- entonces no lo hare porque no quiero ser como tu.- me dice, levantando la mirada por primera vez y sacándome la lengua.
.- ¿Qué tiene de malo ser como yo? Ya te lo he dicho.- suspiro y enciendo la televisión. No hay muchas cosas buenas en la tele, y al final le dejo en una película de acción. Ya no me llevo mal con Enzo, pero me sigue gustando mucho molestarle. Y a juzgar por cómo reacciona Enzo él tampoco la pasa mal conmigo. Cuando la película termina, comienza a sonar una canción de moda en los créditos, y sin pensarlo me pongo a cantar.
.- ¿Por qué cantas?-
.- ¿Qué?-
.- estas cantando.-
.- me sé la canción. ¿Qué, acaso tu no cantas?-
.- no. No se me ninguna canción.-
.- ¡¿Qué!? ¡¿Es en serio!?- me levanto. Una cosa es que el mocoso se comporte como un adulto, pero esto es demasiado.- esto es realmente imposible.- murmuro, caminando a la salida.
.- ¿A dónde vas?-
.- espérame aquí.- no se sabe ninguna canción ¡ninguna! ¿En qué planeta alguien no se sabe por lo menos una canción? Ridículo. Entro a mi casa pisando fuerte, y me pongo a revolver entre mis cosas antes de encontrar lo que quiero y regresar al departamento de Enzo.
.- ¿Qué es eso?-
.- esto, mocoso, es algo que harás quieras o no.- le digo, ante su mirada confusa. Yo solo me giro y continúo con mi trabajo. Este mocoso necesita atención de urgencia.
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Hay mucho tráfico el día de hoy, bueno no solo hoy. Las vacaciones hacen que las personas anden con más frecuencia que un día normal. Mi trabajo en el banco no tiene vacaciones exactamente. Hasta que no llegue un reemplazo yo seguiré trabajando. A veces llega después de las vacaciones, o en la segunda semana. Estos periodos son algo complicados, pues Enzo la pasa solo con las niñeras. Estas vacaciones, Enzo ira con sus abuelos toda una semana. Aun no estoy muy seguro de que se quede tanto tiempo con ellos. Los padres de Ruth no son malas personas, pero no sé cómo se comportara Enzo con ellos… mucho menos ahora que Mitch le cuida.
Mientras me dirijo a mi departamento, pienso en que debería preparar esta noche. Mitch se ha estado quedando a cenar, y a mí eso me encanta, digo, la casa se siente muy cálida y es muy divertido compartir la comida con alguien más. La compañía de Mitch también le hace bien a Enzo, puedo verlo siendo más abierto con él.
La música suena fuerte en mi casa, y me quedo unos momentos pensando en el motivo de porque hay música de moda en mi departamento. Enzo escucha música, pero es música tranquila. No puedo imaginar a Enzo permitiéndole a Mitch poner esa clase de música por lo que estoy esperando una larga discusión en cuanto entre. Lo que veo, me deja sin palabras en la puerta.
Ni Mitch ni Enzo notan que he llegado, están de pie delante del televisor sin prestar atención a nada más. En la pantalla, pasan las letras de una canción, mientras los dos cantan. ¡Si, cantando! Una versión muy distorsionada de Firework*.
.- ¡You´re a fiiiiiiiiiiiirework!- estoy seguro de que la canción no tiene esos altos. Conozco la canción porque está de moda, y porque una de mis compañeras la toca cada que puede. Por eso mismo sé que tampoco tiene tantos gritos. No solo Mitch está cantando, Enzo también está cantando o al menos lo intenta pues va atrasado con la letra y no hace las entonaciones en la palabra correcta. En cambio, Mitch si va al tiempo, pero sus tonos son demasiado altos. Parece que es una competencia sobre quien canta más alto, pues Enzo también está casi gritando mientras sigue la letra.
.- uh…- no sé qué decir. Quiero reír, pero también quiero seguir viendo como terminara esto. La canción continua, y yo solo observo, sonriendo. A esto me refería cuando digo que casa se siente cálida y que Enzo ya no parece tanto un pequeño adulto. Mitch está balanceándose al rimo de la canción. Me ve, sin dejar de cantar y sonríe, viniendo hacia mí y arrastrándome al televisor.
.- canta.- me dice, al tiempo que Enzo me ve también. Y no tengo más opción que agacharme, y ponerme a cantar en el micrófono que tiene Enzo, aun si sé que Mitch no tardara en reír. No me equivoco, al final la canción termina con las risas de Mitch y Enzo.
. Por dios, eso fue realmente horrible.- me dice Mitch, sentándose en el sofá y aun riendo estruendosamente. Incluso hay lágrimas en su rostro.
.- bueno, no hago mucho estas cosas.- me defiendo, aun abrazando a Enzo.
.- papá, pero si cantaste muy feo.-
.- debiste escucharnos cantar We will rock you, eso fue otra onda.- me dice, y claramente puedo imaginar cómo fue eso.
.- bueno, por ahora será mejor que dejen esto, algún vecino podría molestarse por tanto ruido.-
.- no seré yo, te lo aseguro.-
.- ¿vas a quedarte a cenar?- le pregunto, viendo que aún es temprano. Ver ahí a Mitch, sentado como que si nada solo me hace sentirme tranquilo y feliz.
.- claro.- le sonrió, dirigiéndome a la cocina.
.- ¿quieren algo en especial?-
.- espaguetis.- responde Enzo con rapidez. Los espaguetis son su comida favorita, de entre toda la comida italiana que le gusta.
.- ¿más pasta? Se te llenara el cerebro de fideos.-
.- eso es mentira.-
.- cuando comiencen a salirte por las orejas no dirás eso.-
.- ya basta chicos.- intervengo.- pero Mitch tiene algo de razón Enzo, hemos comido mucha pasta últimamente. Preparare algo con verduras.-
.- está bien.- me dice, desanimado. Le revuelvo el cabello, riendo. De camino a la cocina también paso mi mano por el cabello de Mitch.
La cena pasa sin muchos contratiempos y luego Mitch se marcha. He recogido los platos de la cena ya hora Enzo los está lavando.
.- ¿estás seguro que quieres pasar toda la semana con tus abuelos?- pregunto, parándome en la cocina.
.- no me molesta. ¿Por qué? ¿No quieres que vaya?-
.- no es eso…- no sé cómo explicar lo que siento. Creo que es la primera vez que no estaré con Enzo en muchos días, y no sé si yo pueda soportarlo.- si quieres volver antes solo tienes que llamarme ¿está bien?-
.- sí. Papá, solo iré con los abuelos. Tú también puedes ir a verme.-
.- por supuesto. Ve a bañarte yo sacare la basura.-
.- ya voy.- Enzo se dirige al baño, y yo termino de recoger la basura y ponerla en una bolsa. Fuera frente a su departamento, esta Mitch. Voy a dejar la basura, y cuando regreso le saludo con la mano antes de acercarme.
.- ¿Qué paso?- me pregunta.- tienes cara de preocupado.-
.- no es nada.- le digo, pero me sorprende ver lo perceptivo que es Mitch con las personas. Siempre parece saber por lo que están pasando las personas, o que algo les acompleja.
.- pues nada parece ser serio.-
.- es verdad. Hoy parece que Enzo se divirtió con tu idea del karaoke.- le digo, tratando de cambiar el tema.
.- solo porque no conocía ninguna canción. De verdad que me sorprendió, algo tenía que hacer.-
.- gracias.-
.- ¿y bien? ¿Qué es lo que te perturba, padre atolondrado?- me pregunta de nuevo, esta vez con una sonrisa traviesa, divertida. Suspiro, rindiéndome.
.- Enzo pasara la siguiente semana con sus abuelos.-
.- ¿y? creí que no tenías problemas con ellos. O al menos eso me dijiste.-
.- no los tengo… el asunto es, bueno…-
.- espera… ¿acaso no quieres dejarle ir?- ¿acaso soy tan obvio? Mitch ríe, una risa suave, discreta. No parece que su intención sea burlarse realmente de mí.
.- será la primera vez que estemos tanto tiempo separados.- reconozco. Mitch deja de reír, pero sigue sonriendo.
.- suenas como si fueras su mamá. Solo es una semana, y no se va ir al otro lado del mundo.-
.- supongo que tienes razón, aun así, no puedo evitar sentirme así.- me reclino en la pared, suspirando. Poder expresar lo que siento en voz alta me hace sentir mejor. Las amistades que tengo no viven cerca de aquí, mis amigos solo los puedo ver en el trabajo, y no tengo mucho tiempo para hablar con ellos ahí. Tampoco puedo verme seguido con ellos fuera debido a Enzo.
.- ya veo. No puedo entenderte del todo, pero creo que eso solo demuestra que te preocupas por tu hijo. Y eso no tiene nada de malo.- el tono tan desinteresado con que dice esas palabras me impresiona, me hace sonreír, Mitch siempre me hace sonreír.- Enzo no va a dejar de quererte por no verte una semana.-
.- es lo más maduro que te he escuchado decir, sin ofender.-
.- ¡yo soy maduro!- pero si me lo dice frunciendo el ceño y con tono de berrinche, es muy difícil no pensar en Enzo diciéndome “ya soy grande”.- no te burles de mí, padre cobarde. Mi graduación será en unas semanas-
.- no lo hago.- pero aun sonrió.
.- además, si te sientes muy solo siempre puedes invitarme a cenar.- me dice, sonriendo de nuevo. De nuevo, siento esa calidez que he comenzado a sentir cada que estoy con Mitch. He tratado de pensar que puede ser este sentimiento, pero solo he llegado a la conclusión de que Mitch es especial para mí. ¿Es solo amistad? ¿Cariño? ¿Qué tan especial? Es algo de debo averiguar.
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Son casi las dos de la mañana, y yo sigo en el bar. Esta noche me he limitado solo a charlar con algunos clientes, pues es domingo, y mañana tengo clase o al menos tengo que ir a la universidad.
.- ¿sigues aquí?- Kristen se sienta a mi lado, tomando mi vaso e interrumpiendo mi charla con Dave, el cantinero. En estos momentos no tengo cliente, así que me estoy relajando en la barra con bebidas suaves, tampoco quiero llegar a la universidad con resaca.
.- ¿algún problema?-
.- no.-
.- bueno, como te decía.- ignoro a Kristen y sigo hablando.- esta semana el mocoso no estuvo, así que no tuve que cuidarle. Nash me invito a comer algunos días, porque al inicio de la semana no estuve en casa por la tarde…-
.- ¿de nuevo estas contando eso?-
.- ¿disculpa?- veo de mala manera a Kristen, sintiéndome irritado. No me gusta que me interrumpan cuando hablo.
.- es la cuarta vez esta noche que me toca escuchar eso.-
.- entonces vete a otro lado. Nadie te obliga a quedarte.- por si no lo han notado, mi relación con Kristen es algo rara. Pero ella sigue siendo algo así como mi mejor amiga.
.- chicos, vamos dejen de pelear.- interviene Dave. Dave no tiene para nada la pinta de un cantinero, es delgado, bajito y sus rasgos son comunes. De no ser porque he visto lo que prepara, dudaría que él lo hiciera.
.- no estamos peleando. Como sea, tengo que irme ya.- le digo, levantándome. La verdad no tengo ganas de pelear esta noche, mucho menos iniciar una pelea con una chica en la cual me terminare viendo más afeminado que ella. Voy a la parte de atrás de los escenarios donde siempre dejo mis cosas. Aún hay mucha gente.
.- Mitch, espera…- Kristen me alcanza cuando estoy esperando el taxi. La música acá afuera solo es un eco.
.- ¿Qué se te olvido?- me burlo.
.- no es eso, tonto. He querido hablar contigo a solas…- ella juega con su cabello en un gesto nervioso, o coqueto.- ya no has venido mucho últimamente.-
.- ocupado.-
.- aja. El caso es que, lo que dije hace rato, sobre lo que hablabas tú…-
.- ¿vas a disculparte o qué?-
.- no.- refunfuña.- no mentí, esa era la cuarta vez que hablabas de tu vecino.- su cara tiene una expresión preocupada que no entiendo.
.- ¿y que tiene?-
.- no es la primera vez que lo haces. Tienes mucho tiempo que solo hablas de tus vecinos.- ¿lo hago? Si ella me lo dice tiene que ser verdad. No debe ser tan malo ¿o sí?
.- ¿eso es malo? No entiendo que es lo que te preocupa.- le digo, suspirando. No tengo ganas de pensar, ni de nada en realidad.
.- ¿no lo…? Mitch, oh dios ¿de verdad no lo notaste?-
.- ¿notar que?-
.- has dejado de venir desde que le conoces.-
.- coincidencia, mis clases y las estadías me tienen ocupado.-
.- y últimamente ya no te vas con los clientes.- ¿Qué? ¿En serio hice eso? es verdad que desde hace algunas semanas no me siento cómodo acostándome con cualquiera, pero no había notado que había dejado de ir.
.- ¿a qué quieres llegar Kristen?-
.- ¿te enamoraste de tu vecino?-
.- ¿¡Que!? ¡Claro que no!- pego un brinco también, sorprendido por las palabras de Kristen. Y yo quiero reclamarle más, decirle que eso no es verdad, que solo estoy agradecido con Nash por invitarme a comer, porque es amable y esas cosas, que no es nada más que eso. Pero mis palabras no salen de mi boca, una parte de mí ha sido como encandilada por las palabras de Kristen. ¿De verdad no? ¿Yo… estoy enamorado de Nash? Siento que mi cara, que se quedó congelada en una mueca de fastidio, pasa ahora a una cara de confusión. Incluso siento que me he puesto colorado.
.- oh dios, oh dios… ¡te enamoraste de tu vecino!- y ese encandilamiento inunda todo mi cerebro, solo mostrándome la gran verdad que hay en esas palabras.