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Si No Eres Tú por Silence Tsepesh de Lenfet

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Notas del capitulo:

Llegamos al final de otra de mis historias, personalmente quede encantada con los resultados, fue demasiado entretenido escribirla, y compartirla con ustedes y que tambien les gustara fue genial.  Espero que este capitulo final les guste.

Quiero dedicar este capitulo a Karolm19, Canaye11dark kirito,  Yue-chanLoshiieKT,  PelucheTaiwan, alexis, Julieta,

 carito2206Valkiria123yassmin_hitsugayaOliver Azul, Clarissa , LuzDary, Pepi,  Hadadelanoche, Nathaly, Paolaauchiha,  kurerublume, Amelia de souza,  TadashiHamada, Y a los anonimos (que no se si son de la misma persona) Muchas gracias por haber comentado y seguido esta historia.  Y a los que leen pero no comentan, tambien gracias.  

Hola de nuevo, soy Enzo. Han pasado ya cuatro años desde que mi papá le pidió a nuestro vecino, Mitchell que me cuidara. Eso significa que ahora tengo doce años, y por si no lo llegaron a notar también significa que hace cuatro años ellos están saliendo. 


A decir verdad, cambiaron muchas cosas desde que conocimos a Mitchell, como si el que papá tenga novio no es suficiente. Después de unos meses de estar viviendo en los mismos departamentos, papá y Mitchell decidieron que deberíamos mudarnos a una casa más grande y así poder vivir todos juntos. Vivir con Mitchell es de lo más entretenido, siempre  tiene algo que decir aunque no siempre lo que dice es inteligente. Ahora Mitchell ya no me cuida, por decirlo de alguna manera porque siempre está en casa cuando regreso de la escuela, pero ambos insistimos que ya no ocupo una niñera. Mamá se caso otra vez, y algunas veces voy a pasar algunos días con ella y su esposo. También inicie la educación secundaria, lo que significa que asisto a una escuela nueva, con nuevos amigos, nuevos maestros.


Lo único que nunca cambia son las clases aburridas.


.- Enzo ¿quisieras leer tu trabajo?- clase de literatura, dos cuarenta y cinco de la tarde. Ah, y yo en verdad no quiero leer esto, no porque este mal o me avergüence hablar delante de mis compañeros… es solo que mi trabajo es algo vergonzoso.


.- Está bien…- el trabajo es un escrito sobre “mi héroe”. No me costó nada saber sobre quien iba a escribir:


Yo no tengo solo un héroe, y escribir sobre solo uno de ellos no estaría bien. Papá es mi primer héroe, porque el siempre me ha cuidado. Desde que recuerdo papá se ha esforzado por cuidarme a su manera y lo más admirable de todo es que lo hizo solo por cuatro años. Quizá no tiene un trabajo importante que cambie el mundo o algo así, pero el que siempre estuviera conmigo a pesar de todo lo vuelve mi héroe más importante. Nunca sentí que me hiciera falta nada, ni siquiera una mamá pues si papá está conmigo todo lo demás está bien.


Hay personas que pueden parecer lo contrario a un héroe, pero en realidad cuando los conoces resultan ser también héroes, y ese es el caso de Mitchell Taylor. Mitchell era mi vecino cuando tenía ocho años, el trabaja de paramédico en un hospital y de lunes a viernes se dedica a ayudar a las personas que tienen accidentes. Pero no es mi héroe por su trabajo. A él no le gusta levantarse temprano, tampoco es educado, tiene la cabella llena de aire y le gusta vestir a la moda. Pero nunca me trato como a un niño, nunca se burlo de mí por mi apariencia y me enseño que estaba equivocado cuando no quería hablar con otros niños.


Ellos dos son mis héroes, por todo lo que dije aunque hay una razón más importante: Papá y Mitchell son novios. Han salido desde hace cuatro años y pienso que los dos son en verdad muy valientes. Un héroe sale adelante sin importar que todo esté en contra, y eso han hecho ellos dos. Nunca han dejado que los demás me traten diferente porque mi papá sale con otro hombre, y si se llega a enterar, Mitchell probablemente venga a hablar con quien se burle de mí por ellos. Ellos me enseñaron que no importa lo demás cuando de verdad quieres a alguien, que cuando hablas de amor no importa quién es esa persona o que ha hecho antes y es justo por eso, que papá y la persona más interesante que encontraras en este planeta, son mis héroes.”


 


Todos me miran, pero eso es normal. Siempre que hablo de papá y Mitchell pasa y ya me he acostumbrado. Mitchell dice que también tengo práctica llamando la atención.


.-Muchas gracias Enzo.- el profesor me sonríe, y sigue hablando sobre los deberes que tendremos para la siguiente clase. Aun faltan diez minutos para que terminen las clases y poder ir a casa. Ayer me la pase escribiendo ese trabajo, y como pueden ver, es algo vergonzoso y nunca jamás en la vida Mitchell debe saber lo que escribí.            


.- Enzo, siempre me gusta cuando hablas de Mitch.- Matthew asiste a la misma escuela aun. Es más alto y ahora está en el equipo de futbol de la escuela. Yo no crecí mucho todavía, pero también crecí estos últimos años. Deje mi cabello más largo, pero ya no para ocultar mis ojos.


.- no hagas eso.- reniego porque últimamente a Matthew le ha dado por despeinarme.


.- pero me gusta como lo dices. Por cierto ¿iras a la fiesta de cumpleaños de Grace?- Grace no asiste a la misma escuela que nosotros pero aun a veces va a mi casa o nos invita a algún centro de atracciones. 


.- no lo sé.-


.- se molestara si no vas.-


.- aun falta una semana.-


.- es verdad… ¡ah! ¿Ese no es Mitchell? - ¿Mitchell? Busco con la mirada en la entrada, donde Matthew señala con el dedo. Busco entre la gente que está en la entrada, pero no es difícil no verlo, porque Mitchell resalta mucho entre las personas.


.- ¡Enzo!- Mitch me grita en cuanto me ve.  


.- ¿Por qué esta aquí?-


.- no sé. No me dijo nada, ni papá.- tampoco recuerdo que haya algo importante en estos días, ni hay reunión en la escuela.


.- adiós Enzo.-


.- nos vemos mañana.-


.- ¿eres amigo de ellas?- solo me encojo de hombros, muchas personas me hablan ahora y ya no pienso que ellos digan cosas malas sobre mí. Y el bobo de Mitch tenía razón, claro que con ocho años eso no tenía mucho sentido y ahora no lo admitiré delante de él.- bueno, me tengo que ir… adiós Mitchell.-


.- oh, adiós Matthew.- Mitchell agita la mano, despidiéndose de Matthew.


.- ¿Qué haces aquí?-


.- aww Qué frio eres ¿no puedes sonreír alegremente al verme?- Mitchell aun trae puesto el uniforme de paramédico, lo cual llama la atención de los demás estudiantes.


.- ¿Qué hacías hablando con el profesor de biología?-


.- ¿eh? ¿No es tu asesor escolar?-


.- eso no tiene nada que ver. Estaba coqueteando contigo ¿no?- Mitchell suspira. 


.- eres igual que tu padre, ni siquiera puedo saludar a los vecinos porque según ustedes todo mundo me coquetea.-


.- tú también fuiste nuestro vecino.- le remarco, mirándolo con los ojos entrecerrados. Hemos comenzado a caminar, yo voy a un lado de él siguiéndolo por la calle. A unos metros adelante puedo ver la moto de Mitchell.  A pesar de que a papá no le gusta, Mitchell la ha conservado y la usa con frecuencia para ir al hospital.


.- son un par de celosos. ¿Cuántas veces tengo que repetir que solo tengo cabeza para tu padre?-


.- no lo sé. Quizá un montón más.-


.- que gracioso.- me dice de mala manera.


.- ¿a qué fue que viniste? ¿Iremos a algún lado?- pregunto, tomando el casco que esta sobre la moto, Mitchell trae el otro.


.-  bueno… no exactamente. Quería comprar algo para tu padre…-


.- pero no cumplen años de salir, y su cumpleaños fue hace unos meses.-


.- ya se, ya se… solo acompáñame.- es algo raro el comportamiento de Mitchell, mucho más raro que de costumbre. El que la moto este aquí quiere decir que sea lo que sea que vayamos hacer será un total secreto, pues se supone que yo no debo subir a la moto aunque Mitchell ya me ha enseñado a conducirla.  Mientras voy sujetándome con fuerza a Mitchell, trato de adivinar a donde iremos.


.- ¿A dónde vamos?- grito para que me escuche.


.- ya veras, casi llegamos.-  ¿A dónde me lleva? Para mi total decepción nos detenemos en un centro comercial común y corriente. Mitchell no me dijo nada mientras andamos hasta la entrada, pasamos tiendas y más tiendas.


.- Mitchell, ya me canse de esto ¿Qué es lo que quieres?- Mitchell ríe, pasándome el brazo por los hombros. Mi cabeza le llega al hombro, Mitchell es alto, y guapo. Por eso papá siempre está viendo que alguna persona no interprete de otra manera la forma de ser de Mitchell. Claro que a mí tampoco me gusta verlo con alguien más que no sea papá.


.- no seas desesperado. Quería ver que pensabas sobre… emm…-


.- ¿sobre qué?- Mitchell no me dice nada, y volteo a verlo. Él no me ve y parece que esta avergonzado.


.- Ha pasado algo de tiempo desde que salimos… así que pensé que podría…- me señala la tienda que tenemos justo enfrente. A pesar de lo inteligente que soy, me cuesta trabajo adivinar qué es lo que quiere decirme Mitchell al mostrarme una joyería.  O a lo mejor no quiero pensarlo.- pero solo si tú dices que si también.-


.- ¿quieres…casarte con papá?-


.- solo si tu también dices que sí, ya te lo dije… oye, mocoso ¿estás bien? te has puesto pálido.-


.- ¿Por qué?-


.- ¿eh? ¿Cómo que por qué? No puedo creer que digan que eres tan listo y hagas esas preguntas, es obvio que porque quiero a tu padre ¿Por qué otra cosa me casaría?-


.- ¡Eso no! Bobo. ¿Por qué me pides permiso a mí?-


.- porque fuiste tú el que dijo que no quería que fuera su papá. Y me sigue dando igual, pero vivimos los tres juntos y pues… no podría hacerlo si tú no quieres.- nunca he entendido como es que papá y Mitchell llevan su relación, como toman las decisiones y esas cosas. Los dos son tan diferentes.  Lo que si se, es que los dos se quieren mucho y eso pude notarlo desde que tenía ocho años.- ¿entonces qué dices?-


.-… Si.-


.- estupendo. Entonces ayúdame a escoger un anillo.- me dice, jalándome hasta la tienda después de dar unos brincos de emoción.


.- ¿me trajiste porque sabias que diría que sí?-


.- si, esperaba que la tienda ejerciera presión.-  me dice, riendo sobre las vitrinas. Yo suspiro, sonriendo. Mitchell siempre ha sido así hace las cosas a su manera y de alguna forma terminan funcionando.


.- si te casas con papá ¿significa que serás mi padre?- pregunto,  mirando los anillos.


.- supongo… digo, si fuera una mujer seria tu madrastra. Pero estoy bien como estamos, no quiero un hijo, con cuidarte a ti es suficiente.-   


.- muy gracioso. Yo también estoy bien como estamos. Pero creo que papá estaría muy feliz si se casa contigo.- además, si están casados pueden decírselo a todos y las personas ya no se acercaran a Mitchell para coquetear con él. Y si lo hacen, papá ya tendrá con que ahuyentarlos.   


.- ¿lo crees?-


.- si… pero estos anillos no me gustan.- digo, bajando la voz.


.- a mí tampoco.-  vaya, una de las pocas cosas en las que estamos de acuerdo. Aun me gusta mucho molestar a Mitchell llevándole la contraria, las cenas son muy divertidas.- vayamos a otra tienda.-


.- bienvenidos ¿buscaba algo en especial?- la mujer que nos atiende, o mejor dicho que atiende a Mitchell muestra mucho interés en él, mucho.  Estoy seguro que no se le debe acerca de esa forma a un cliente.


.- quiere un anillo para mi papá, se van a casar.-


.- ah… eso…-


.- solo estamos mirando.- Mitchell  ríe, llevándome a los anillos y dejando a la empleada atrás.- ¿Qué fue todo eso, mocoso?-


.- nada. Ella preguntó que buscábamos. Estos son para mujer, no me gustan.- señalo los delgados anillos llenos de piedras brillantes.


.- tienes razón.-


.- ¿al menos sabes dónde venden anillos para hombres? Parece que aquí solo venden para mujeres.-


.- eh… no, la verdad solo pensé que los encontraría en cualquier tienda.- 


.- tonto.- solo hay dos tiendas más en el centro comercial, y en ninguno hay anillos que me gusten. Ahora me doy cuenta del porque Mitchell me trajo con él, es pésimo eligiendo estas cosas.  Salimos del centro comercial, Mitchell aún no se rinde y nos paseamos por las calles deteniéndonos en todas las joyerías que vemos y solo nos detenemos un rato para comer.


.- ¿crees que haya ahí?-


.- preguntemos.- es la octava tienda que visitamos, y ya es algo tarde. La tienda es muy grande.


.- ¡Mira, Enzo!-  Mitch grita emocionado desde el otro lado de la tienda, no ocupo saber que ha encontrado los anillos.


.- al fin.-


.- mira ¿te gusta ese?-


.- no.-


.- ¿y ese otro?-


.- Es horrendo. ¿Ese?-


.- no, creo que no vaya con Nash.- ¿es raro que este ayudando a un hombre a elegir el anillo para pedirle matrimonio a mi papá? Para mí ya no lo es, tengo mucho que las cosas raras son comunes en mi casa.- me gusta ese.-


.- ah, es bonito.- ambos nos inclinamos más para verlo. No es tan bonito como los de las mujeres, pero papá no es una mujer y creo que esos anillos están bien.


.- decidido, me lo llevo.-


.- ¿Cuándo se lo pedirás?-


.- no sé, pero espero que me ayudes.-


.- lo imagine, eres tan bobo que de seguro lo arruinaras.-


.- más respeto, mocoso.- cuando mamá se casó otra vez, no fui a la boda porque fue lejos. Además aun no me siento muy cómodo cuando estoy con ella y sé que ella tampoco está a gusto conmigo. No sé si por mis ojos o porque se siente mal por dejarme.


Mitchell es muy bobo, no sabe cocinar y odia levantarse temprano, pero es la persona que papá eligió para estar con él. Mitchell también me ha tratado bien a mí, me enseño a defenderme, a no tener miedo de mi apariencia  y nunca le ha dado miedo que lo vean con papá en las calles, papá tampoco tiene miedo de demostrar lo que siente por Mitchell delante de otras personas y por eso fue que ellos son mis héroes.


Viendo como esta Mitchell de emocionado pagando el anillo no tengo dudas de que papá eligió a la persona correcta.

Notas finales:

*errores en el texto son sin querer.

Espero que les gustara el final, aunque en si no hay boda (demasiado para mi escribir una boda>.<) al menos queda la idea por ahi. Y bueno, les tengo una pequeña noticia, tengo unos pequeños extras que ya no alcanzaron a salir en la historia, muy cortitos de este fic, asi que en la semana espero subirlos( solo espero que Honey los lea).

Y bueno, por ahora si les interesa estoy publicando Para no caer en tentación, una historia con un demonio bastante particular. Muchas gracias de nuevo a todos los que han leido hasta aqui.


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