Secuestrado…
Ese día había empezado con varias nubes en el cielo y algunos relámpagos.
En aquella ciudad en la cual casi nunca salía el sol, se encontraba una de las familias más importantes del mundo. La familia Saitō, era muy reconocida gracias a las diferentes empresas y corporaciones que tenían alrededor del mundo. La familia estaba compuesta así:
Rey Vegeta: La cabeza de la familia, y el hombre que estaba prácticamente a cargo de todo lo que sucedía adentro y fuera de las empresas y su propia familia. Su tez es bronceada, sus ojos marrones, su cabello tiene la forma de una flama, es alto de estatura. Es una buena persona.
Velitia: Ella es la esposa de R.Vegeta, es una de las ejecutivas más reconocidas en el mundo de la belleza, además de tener su propia línea de productos es la Jefa de la mayor empresa de cosméticos y asociados de Japón. Su tez es blanca, sus ojos marrones, su cabello es marrón y es baja de estatura. Es más baja que R. Vegeta pero más alta que sus dos hijos. Es una persona muy buena y amable.
Vegeta Saitō: Es el primer hijo de la pareja, tiene 16 años y además de tener el mismo nombre que su padre, él asiste a la Preparatoria Nakamura. Vive con sus padres, y tiene pareja. Su tez es bronceada como la de su Padre, sus ojos son negros, su cabello tiene forma de flama y es marrón. Tanto sus facciones como su cuerpo son muy delicados, es muy adorable, además de que es bajo de estatura y pequeño de cuerpo. Es amable con todos y su sonrisa es hermosa.
Tarble Saitō: Es el segundo hijo de la pareja, asiste a la secundaria Maiko. Tiene 14 años y se lleva muy bien con su hermano. Vive con sus padres. No tiene pareja. Su tez es blanca, sus ojos son negros, su cabello es marrón. Y es muy buena persona.
El despertador sonó. El joven desganado estiró su brazo para alcanzar aquel aparato tan ruidoso y apagarlo. Cuando por fin se incorporó, fue al baño para lavarse y cambiarse con el uniforme.
[ 5 Minutos después ]
-Vegeta, pequeño, el desayuno esta listo. – Su madre le habló desde la cocina a su hijo que estaba en la segunda planta.
-Sí, Mamá. Ya bajo. – Respondió Vegeta saliendo de su habitación para dirigirse a la sala.
Una vez que llegó a la sala, estaban sentados, su hermano y su padre. Velitia aún estaba en la cocina llevando a la mesa los últimos platos.
-Buenos Días, pequeño. – Habló Velitia con un tono dulce y maternal.
-Buenos días, Mamá. – Respondió con una sonrisa y sencillez Vegeta, estaba acostumbrado a tanta dulzura de parte de su madre.
-Buenos días Veggie. – Dijo su padre con cierto tono burlón en su habla, sabía muy bien que Vegeta odiaba que lo llamarán así. Solo su madre podía llamarlo así.
-Papá, no me digas así. – Vegeta realmente odiaba que su padre lo llamará así, fue como el ‘’Hazme Reír’’ de la casa.
-Buenos Días, Hermano. – Siguió Tarble con una sonrisa, mientras Vegeta se servía jugo de naranja.
-Buenos Días, Tarble. – Vegeta después de esto, se dispuso a comer, junto a su familia. Luego de un rato, se levantó, llevó su plato a la cocina y fue a buscar su mochila.
Una vez todos habían terminado, Velitia se dispuso a llamar al Guarda-Espaldas personal de Vegeta. Pero antes de que pudiera hacerlo, apareció Vegeta por la sala.
-Mamá, ¿No vas a llamar a Zon verdad? – Si había algo que molestara más a Vegeta, además de ser llamado ‘’Veggie’’, era tener que ser ‘’Perseguido’’ todo el tiempo por su Guarda-Espaldas.
-Cariño, esto es por tu bien. No queremos que nada malo te pase. – Decía Velitia mientras abrazaba a Vegeta con amor.
-Ya lo sé Mamá. Pero nunca me ha pasado nada. Además sabes que estoy con Broly y… - Vegeta cortó su oración a la mitad mientras miraba a su madre.
Broly era el novio de Vegeta. Sus padres se lo tomaron muy bien, al igual que los de Broly. Aunque siempre había algún chistecito por parte del R. Vegeta.
-Lo sé pequeño, pero… - Ese día Velitia sintió un mal presentimiento. Uno muy fuerte, nunca había sentido algo así.
-Mamá… - Vegeta se separó del abrazo de su madre –Estaré bien, créeme. Nunca me ha pasado nada, no llames a Zon, estaré bien. – Después de un rato, finalmente Velitia acepto la petición de Vegeta. En ese momento el timbre sonó, cuando Vegeta abrió se encontró con su sorpresa de todos los días: Broly.
Broly era un chico de tez blanca, rubio algo alborotado, de ojos verdes, celoso y muy buena persona.
-Buenos días, Veggie. – Dijo con una sonrisa Broly. Vegeta se sonrojó bajo la mirada tierna de su madre.
-¿Qué? ¿Él puede llamarte Veggie y yo no? Esto es injusto. – Su padre, fingiendo tristeza bajó la cabeza y miro hacia el piso. Vegeta no pudo evitar reírse ante el comportamiento tan infantil de su padre.
-Debemos irnos, Broly. O sino llegaremos tarde. – Vegeta abrazo a su madre, su padre y a su hermano sin saber que esa podría ser la última vez que lo haría...
-Vegeta, ¿estás seguro de que no quieres que llame a Zon? – Antes de que su hijo saliera de la casa Velitia con cara de preocupación hablo con Vegeta.
-Estoy completamente seguro mamá. No pasará nada. Lo prometo. – Su madre no se tranquilizó ante eso, pero una mano en su hombro la hizo reaccionar.
-Velitia, deja que estos tortolitos se diviertan. Chicos vayan a la Preparatoria, o llegarán tarde. – Habló R. Vegeta, en un intento de calmar a Velitia.
-Gracias Papá. Nos vamos, Los Amo. Adiós. – Vegeta se fue mientras con una sonrisa se despedía de sus padres y su hermano.
Una vez que ya no podían verlos. Tarble también se fue y R. Vegeta y Velitia fueron a su trabajo.
-Vegeta… Tengo un mal presentimiento sobre Veggie… - Velitia no podía olvidar ese sentimiento tan raro que la atormentaba.
-Tranquilízate, Vegeta esta bien. Si esta con Broly estará bien. Me preocupa ese mal presentimiento del que tanto hablas. – R. Vegeta intento calmar a su esposa, aunque le interesaba porque tenía ese sentimiento tan a pecho.
-No tengo idea de porque apareció justo hoy. Aún recuerdo cuando lo sentí el día en que Momo murió… ¡No puede ser! Y… ¡¿Y si a Vegeta le pasa algo?! Jamás podría perdonármelo… - Velitia comenzó a desesperarse, pero sin previo aviso, R. Vegeta la abrazó.
-Velitia, cálmate. No pasará nada, ¿Si? Vegeta estará bien. Ahora debemos ir a trabajar. – Ambos siguieron su camino, hasta llegar a la empresa.
[ Preparatoria Nakamura ]
Broly y Vegeta ya habían llegado, su camino fue pura alegría, como siempre. Nadie los miraba mal, ya que en esa sociedad todos se conocían, querían y respetaban mucho. En pocas palabras, todos se llevaban muy bien.
-Vegeta… - Llamó Broly mientras caminaban hacia los salones.
-¿Qué ocurre, Broly? – Preguntó bastante interesado Vegeta mientras se detenía.
-Esto puede sonar algo loco pero… Tengo un mal presentimiento… - Respondió Broly después de un largo rato de silencio.
-¿Eh? Primero Mamá y ¿Ahora tú? – Vegeta se sorprendió bastante, habían muchas coincidencias ese día. Eso estaba comenzando a asustarlo.
-No lo sé Veggie, pero quiero pedirte una cosa… - Antes de que Vegeta pudiera responder, Broly lo arrinconó contra una pared, poniendo su cara en el cuello de Vegeta, mientras este se sonrojaba hasta la cabeza.
-Por favor Veggie… No te alejes de mí. No soportaría perderte. – Vegeta se sorprendió ante esas sinceras palabras, Broly abrazó a Vegeta con todo su amor mientras hundía su cabeza en el hombro de Vegeta.
-Broly… Nunca voy a separarme de ti. Te Amo. – Vegeta hundió su cabeza en pecho de Broly en un abrazo protector. Broly al escuchar esas palabras sintió un fuerte alivio en su corazón. La campana sonó, alertando de que las clases estaban por comenzar.
-Veggie, tengo clases. Pero ¿Nos vemos después, en el almuerzo? – Él nombrado asintió dulcemente con una sonrisa mientras se separaba del abrazo.
Broly le dio un dulce beso en el delicado rostro de Vegeta, y se fue a su clase con una gran sonrisa.
Vegeta se fue a su clase, la cual compartía con sus amigos.
El día avanzo rápidamente. Y la salida había llegado por fin. Como todos los días, Broly paso a buscar a Vegeta a su salón, y juntos salieron afuera de la institución.
Mientras caminaban, Vegeta pudo sentir como si alguien los estuviera siguiendo. Las miradas aterradas de Vegeta, alertaron a Broly, quien pregunto qué ocurria.
-¿Qué ocurre, Veggie? – Vegeta rápidamente volteo a ver a Broly quien lo veía con confusión y preocupación. Se apegó más a él. Mientras intentaba susurrar algo.
-Cre-Creo… Que nos están siguiendo… - La cara de Vegeta cada vez era más agobiante. Sus ojos demostraban miedo. Lo cual Broly no tardó en distinguir.
-Pase lo que pase, siempre te protegeré Veggie. – Siguieron caminando, pero al momento de doblar en su esquina…
Todo cambió…
Un hombre alto que vestía un elegante traje, tomó a Vegeta por los brazos dejándolo sin posibilidad de moverse.
Broly al notar esto, quiso ir por Vegeta pero otro hombre empezó a golpear brutalmente su rostro.
Él empezó a defenderse, pero aquel sujeto era más fuerte que él.
Vegeta veía horrorizado aquella escena, empezó a forcejear pero lo único que logro fue que empezaran a golpear con más brutalidad a Broly.
-¡Suelten a Vegeta, monstruos! – Aquella frase despertó la ira de un sujeto que no tenía buenas intenciones con él.
Y el peor momento llegó…
Un fuerte disparo se escuchó. Ese sonido resonó muchas veces en la cabeza de Vegeta. Y no pudo creer lo que estaba viendo.
Broly… Su todo, el amor de su vida, su todo, la única persona que tenía a su lado… Estaba tirado en el piso con un disparo en la cabeza. La sangre corría mientras Broly en su lecho dijo sus últimas palabras…
-Te Amo… Veggie… - Estas fueron las últimas palabras de Broly. El corazón de Vegeta se partió en mil pedazos…
Un grito desgarrador inundó aquel ambiente… Seguido de eso, Vegeta comenzó a llorar…
En ese momento Vegeta logró zafarse del agarre del aquel sujeto y corrió al lado de Broly
-¡Broly! ¡Broly! ¡Por favor, Broly! ¡Reacciona! ¡Broly! ¡No me dejes! ¡Broly! – Aquel sujeto volvió a tomar a Vegeta mientras este lloraba y se retorcía entre sus brazos.
-¡¿Por qué?! ¡¿Por qué lo hicieron?! ¡¿Por qué?! – Mientras las lágrimas descendían de los ojos de Vegeta, su cuerpo dejo de funcionar. Su cabello cubrió su cara, y su cara cayo hasta ver el piso.
-Solo hacemos lo que nos ordenan… Vegeta Saitō… - Dijo uno de los sujetos mientras reía macabramente.
Uno de los sujetos tomó una toallita y la puso en la nariz de Vegeta para dejarlo inconsciente. Cuando el cuerpo de Vegeta dejo de respirar, el sujeto que lo tenía por los brazos, lo cargó y junto al otro sujeto lo llevaron hasta una camioneta blanca.
Una vez en esa camioneta, amarraron a vegeta con sogas con nudos muy fuerte en sus brazos y le pusieron una cinta en su boca.
El viaje fue un poco largo, pero una vez que llegaron el sujeto volvió a cargar a Vegeta y con una sonrisa macabra lo llevo a adentro de aquella casa.
[ Varias horas después ]
Vegeta comenzó a despertar, se dio cuenta de que estaba en una cama muy cómoda. Llena de sabanas y almohadas y algún que otro osito. Reacciono al instante, incorporándose con rapidez.
Pero cuando lo hizo, un fuerte dolor de cabeza lo invadió, haciendo que se tuviera que acostar de nuevo.
-¿…Dónde estoy…? – Se preguntó a si mismo Vegeta, mientras una sombra aparecía.
-Vaya… Creí que jamás despertarías… - Habló una voz grave y macabra con un tono burlón mientras se acercaba Vegeta, haciendo que el miedo comenzara a recorrer su cuerpo otra vez…