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Inexistente hubiera por IxchelNyx

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Notas del capitulo:

los personajes de Fairy Tail no me pertenecen.

Capitulo Único

Si aquella noche no te hubiera engañado, ¿Me amarías con la misma intensidad con la que ahora lo amas a él?

Fue tarde cuando me di cuenta que si no hubiera cometido esa bajeza  seria a mí a quien adornarías con tu presencia, seria a mí a quien amaras con tal devoción.

Había muchos que estaban tras de ti eso lo sabía y hombre no había dudas del porqué, pero para ti en ese entonces solo existía yo. Tus ojos solo estaban en mí y no me di cuenta.

Cuando empezamos a salir diste todo de ti para mí, pero no lo supe valorar, realmente creí que solo era un capricho tuyo, que en cualquier momento me dejarías, por eso lo trate así, tenía miedo de enamorarme y salir lastimado, pero que iluso yo realmente te amaba, lo sentía y aun así lo negaba, cuando me enrede con ella creía que sería feliz, sentí que podía tenerlo todo.

Tendría una familia de verdad con ella y con él tendría  todas esas paciones. Creía que si le pedía que fuera mi amante, por tratarse de mí no se negaría, que tonto fui… él verdaderamente me amo como a nadie más, por eso no soporto que lo engañara y que lo utilizara como plato de segunda mesa.

Me golpeo en el rostro y huyo de mí, me veía como a un monstruo y realmente lo era, lo hice llorar, pensé que se le pasaría, que dejaría de llorar un día de estos, pero no sucedió, se fue, en ese momento no supe a donde, simplemente desapareció dejando atrás todo.

Nadie se preocupó, todos pensaron que solo era una de esas veces que tomaba sus cosas para buscar respuestas, tras un mes de no aparecer por la orden los rumores corrieron, nadie sabía realmente nada de él, las dudas y preocupaciones por fin aparecieron, comenzaron a buscarlo, no había respuestas ni explicaciones.

El segundo mes de su desaparición yo mismo fui en su búsqueda por los lugares en los que creí podría estar, no apareció.

Al tercer mes un día entro por la puerta, creí estaría como siempre, me dolió lo que vi, estaba desalineado,  cansado y triste, todos se sorprendieron, ese día lo interrogaron de sus labios no salía sonido alguno, me acerque de poco en poco a él, quería hablar, en cuanto me vio se fue.

Todos me miraron me preguntaron si habíamos discutido, mentí, negué con la cabeza, Erza me obligo a que fuera a hablar con él, sabía que no me escucharía pero aun así fui tras él, no perdería nada.

Cuando por fin logre alcanzarlo lo tome de la mano y lo acerque a mí con todas las fuerzas que tenía, no quería que se fuera que se alejara de mí y me dejara solo, no de nuevo. Lo sostuve no sé cuánto tiempo, nada había cambiado aun sentía tantas cosas por él no me importaba que estuviera sucio y mal alineado, nada de eso importaba.

- ¡Natsu!- solo un grito basto para que lo soltara, solo eso se necesitó para que fuera débil, él se separó de mí, poso su mirada en Jubia, no necesito más de una mirada para comprender que ella estaba embarazada y de quien más seria él bebe que solo mío, me miro, no era necesario agregar nada, no había nada que agregar, se separó, se alejó,  nos miró a ambos sonrió y una vez más partió.

Nadie entendía nada, Jubia conto lo sucedido y todos llegaron a la conclusión que yo no era el culpable de su comportamiento, todos excepto Erza y el Viejo, ellos sabían que yo era el culpable.

El Viejo me llamo a hablar con él.

- Gray sabes bien que conozco a mis hijos, a todos y a cada uno de ellos, así que comprenderás que te acuse, sabía bien que ustedes mantenían una relación, no era extraño lo sabía con solo mirarlos, que un día terminarían juntos y creí firmemente que seguirían juntos hasta el fin sus días, que su amor superaría cualquier barrera, pero no fue así, tuviste que arruinarlo con tu orgullo, necesitabas urgentemente una familia y no fuiste capaz de entender que no necesitaban hijos para ser felices que ingenuo y ahora el único que sufre es Natsu, el que besaba el piso que pisabas, no te pediré que te vallas, no por ti, si no por Jubia y él bebe que lleva en el vientre y no los dejare solos y desamparados porque también los quiero a ellos, pero entiéndelo, si Natsu no regresa serás responsable y si algo le sucede, tomaras responsabilidad de tus actos y pagaras si es necesario con tu vida, ahora sal de mi vista, no quiero verte- el viejo hablo, no había nada que pudiera decir para defenderme.

Los meses pasaron largos y lentos, ya nadie quería pensar que tal vez Natsu hubiera desistido, sabíamos que vivía, solo eso y era lo único importante, Erza no me decía nada pero estaba seguro que ella sospechaba que la actitud de Natsu era mi culpa.

Él bebe pronto llegaría y seria fuerte como nosotros posiblemente mago aun no lo sabíamos pero eso esperábamos, quería a Jubia como nunca pensé amar a una mujer, pero no era Natsu, lo seguía añorando.

Se corría el rumor que Natsu había regresado, que lo habían visto tomar solicitudes de la pizarra,  que él llevaba meses haciendo lo mismo solo iba por trabajos cuando sabía que nadie lo vería eso era lo que el Viejo decía.

El tiempo paso, él bebe nació, era tan parecido a Jubia, tan hermoso e inteligente como su madre, fuerte como yo y mago como ambos, lo amábamos y la orden también, todo parecía ir bien, los días corrían como en una maratón, pronto ya todos en la orden sabían del nuevo integrante de la familia muchos se acercaban a conocerlo, lo miraban y decían que sería amado por siempre.

Era tarde cuando salía de la orden ya había oscurecido alguien se me acerco me detuve, no podía ser él, se acercó a mí me sonrió, no había malicia en su rostro, seguía tan igual como lo recordaba y seguía provocando en mi todas esas sensaciones.

- Así que ya nació tu hijo- una sonrisa melancólica apareció en tu rostro ensombreciéndolo por un instante- me alegro, te vez bien pasare un día de estos a conocer a tu descendiente y a saludar a Jubia, quiero verla tiene mucho que no hablo con ella, en realidad con nadie de la orden, otro día será, me dio gusto verte.- se alejó tal cual había llegado rápido y sin dejarme decirle nada.

Hubo un momento en el que creí que era imaginación mía que estaba desvariando, hasta que comprendí, el realmente me había hablado, a la mañana siguiente estaba frente a mi puerta, lo deje entrar, parecía estar bien, parecía que se alimentaba bien, parecía que lo había superado, entro a la habitación donde estaban Jubia y él bebe, los miro, sonrió, estaba realmente feliz se quedó toda la mañana platicando con Jubia y jugando con él bebe, llego el momento de la despedida, salió de la habitación lo acompañe a la salida, lo detuve quería platicar con él.

- Déjame ir- fue su respuesta, firme como nunca antes.

- Natsu…yo- me sentía débil ante él.

- No tienes nada que decir, no tienes que disculparte te entiendo, ahora entiéndeme tu, no te odio, si es lo que te preocupa, no odio a tu familia, como podría es hermosa, no te guardo rencor, sé que te preocupas por mí, no lo hagas más, tienes ahora una familia que cuidar, yo ya estoy bien, si, me lastimaste y no imaginas cuanto, lo peor ya paso, ahora estoy bien- sonreíste como en antaño, aquella vez fue la última vez que te vi.

Después de casi dos años regresaste y a tu lado estaba el, quien lo diría, que terminarían juntos, quien imaginaria que en algún momento podrías volver a ser lo que fuiste antes.

Solo con mirarte sabía que le amabas, sabía que el seria con quien estarías el resto de tu vida.

Lo mirabas solo a él, hacías todo lo que podías por él, y por fin mi mente se ilumino, yo era feliz y no necesitaba una familia, solo tú eras necesario. Ahora ya era demasiado tarde, él hubiera no existía, y me sumí en mi miseria.

Notas finales:

Espero que les gustara. espero sus comentarios. ^o^


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