Era un día normal en Seirin. Un día normal como todos:
Con un Kuroko inconsciente luego de dar la cuarta vuelta alrededor del gimnasio, con un Kagami intentando reanimarlo (afortunadamente el pelirrojo se había metido en clases de RCP básico después de que Kuroko no despertara hasta después de dos horas de un desmayo que había asustado a la mayoría). Con una entrenadora que parecía querer superar su propia exigencia, y un equipo que estaba dividido entre: los que se escondía para evitar caer en la furia de esa mujer (furia generada ante el hecho de no ganar la Winter cup de ese año) y el resto que seguía con el inhumano entrenamiento tratado de arrastrarse cerca de Kagami por si su cuerpo no resistía y necesitaban de una intervención de RCP…
…así estaban las cosas, y así las encontraron la generación de los milagros cuando entraron al gimnasio.
El equipo de Seirin estaba tan concentrado en sus propios asuntos que no parecieron notar la llegada de los intrusos.
Por lo que Akashi, con un suspiro de resignación, decidió acercarse al jugador del equipo de Kuroko que más cerca tenía.
-Disculpe…
Kouki, que había estado ocultándose detrás del cesto de balones, se sobresaltó al escucharlo, pensando que era la entrenadora quién lo había descubierto.
-¡Lo siento!-grito dándose vuelta e implorando misericordia- ¡Por favor no me mate! ¡Aún no me graduó! ¡Quiero estar presente en el casamiento de mi hermano! ¡Todavía no viajo a Disneyland! ¡Ni siquiera he dado mi primer bes…!-a medida que Kouki hablaba, su vista se había ido levantando con lentitud hasta encontrarse con los desparejos ojos del emperador, que lo observaba con una ceja arqueada.
Lo que hizo que el castaño enrojeciera hasta convertirse en un tomate viviente. Algo que Kise no tuvo problemas en señalar.
-Moo, Akashicchi, no deberías quemar a las personas con la mirada-lo regaño el rubio.
-Aka-chin malo-lo apoyo Murasakibara.
-¿Eso es tan solo físicamente posible?-pregunto con sarcasmo Midorima.
-¿Morir quemado?-Kise lo miro incrédulo- ¡Claro que es posible Midorimacchi!
-No me refiero a eso…-El peliverde suspiro preguntándose como ese par podía ser tan idiota- Para quemarlo Akashi debería ser fuego o tener el poder de quemar…-empezó a explicar las leyes de la física hasta que Aomine (que consideraba ridícula toda esta situación) intervino con una simple palabra:
-Cállate.
Midorima lo miro con el entrecejo fruncido.
-SI no te importa, no escuches,-dijo acomodando sus lentes- pero me parece bien que estos dos aprendan algo si no quieren llevarse física… ¿DÓNDE ESTÁN?-pregunto al darse cuenta de que estaba señalando a la nada.
-¿Te diste cuenta?-Aomine le pregunto aburrido pero con una mirada burlona-Murasakibara está intentando sacarle los dulces al tipo de allá-el peliazul señalo al amante de los dulces que perseguía a un horrorizado Koganei (que parecía no entender que estaba pasando)- y Kise está ocultándose con el chiguagua-explico esta vez señalando al rubio quien estaba junto a Kouki y le sonreía con complicidad.
-¿De quién nos escondemos exactamente?-preguntaba el modelo.
-Eh…bueno… -Kouki se sentía incómodo… ¿Cómo le explicaba que estaba ocultándose de una mujer notablemente más pequeña y delgada que ellos? ¡Se reiría! ¡Estaba seguro! Pero, Dios, no era su culpa tener como entrenadora a una mujer con complejo de jefa del inframundo…
El castaño miro a ambos lados de forma nerviosa, para luego darse cuenta…de que no veía a la entrenadora en ningún lugar…
-¿Dónde…?
-¡Furihata!
Kouki se levantó de su escondite al escuchar como uno de sus mejores amigos lo llamaba.
-¿Kawahara?-pregunto confundido Kouki al ver al chico correr en su dirección hasta tirarse, literalmente, encima de él.-Oye, ¿Qué es lo que…?
-¡Ayúdame!-suplico él chico ocultando su rostro en el pecho de su extrañado amigo- ¡QUIERE MATARME!
-¿Qué?-Kouki cada vez entendía menos.
Por su parte, Kise los observaba con una expresión divertida en su rostro…pero esto cambio al sentir un aura maligna tras de él.
-¿Akashicchi?-pregunto el rubio con miedo, al ver como su ex capitán observaba la escena con una mirada de fastidio.
El pelirrojo no entendía porque pero…ver al castaño en esa posición tan comprometedora con aquel desconocido…lo hacía querer golpear a alguien.
-Shintaro…-llamó Akashi con suavidad- ¿Aún sigues teniendo tus tijeras?
El rostro del peliverde se descoloco un poco ante la extraña petición.
-¿Para que las quieres?-pregunto con recelo.
-Simplemente…
-¡KAWAHARA!-el grito sobresalto a todos los presentes- ¡ME DIJISTE QUE SABÍAS ARREGLAR UNA TUBERÍA!
Un ¿Eh? General se escuchó por todo el gimnasio. Riko no les prestó atención.
-¡ME DIJISTE ESO! ¡Y CUÁNDO VOY A VER COMO IBA TODO ME ENCUENTRO CON LA ATLANTIDA EN LAS DUCHAS!-la castaña miro fijamente a Kawahara antes de suspirar- utilizar a Kouki como escudo no te ayudara.
Ante tal información, Kouki empezó a retorcerse bajo su amigo.
-Vamos, muévete…
-¿Qué? ¡No seas mal amigo!-se negó el chico, mientras se aferraba más a Furihata.
-¡No es ser mal amigo!-replico el castaño con indignación- es instinto de supervivencia…
-¡Kouki! ¡Traidor!
Pero antes de que el castaño pudiera decir otra cosa en su defensa, una voz se hizo presente.
Autoritaria. Ronca. Y sin una pizca de paciencia. Qué hizo que a todos se les pusieran los pelos de punta.
-Disculpe, entrenadora…pero hay algo de suma importancia que tengo que hablar con sus jugadores en este instante.
Riko sintió escalofríos, y enfocar su mirada a la persona que le estaba hablando, solo hizo que estas desagradables sensaciones se intensificarán cada vez más.
-¿Akashi-san?-pregunto con la voz más tranquila, tratando de aparentar calma. Que desde luego no sentía.
-Sí-asintió Akashi, complacido por el efecto que causaba en los demás- Necesito hablar con Taiga…
-¡Kuroko! ¡Al fin despiertas!
Y hablando del pelirrojo.
La generación de los milagros volteo para ver como Kagami sonreía con alivio a un Kuroko que lentamente se incorporaba…
-Kagami-kun eso estuvo cerca…-murmuro el peliceleste- pude ver mi vida pasar frente a mí…fue muy aburrida, pasamos mucho tiempo en el Maji Burguer.
-¡Oi!
-Lo que me hizo pensar…¿Y si vamos a otros lugares de vez en cuando? Podemos ir al cine o comer crepas...si estoy con Kagami-kun no me importaría ir a cualquier lado.
-¡No digas cosas así de vergonzosas de repente!-replico Kagami con las mejillas sonrojadas… decidió desviar la vista, avergonzado, cuando noto el resto de las personas que definitivamente no pertenecían al equipo de Seirin.
-¿QUÉ HACEN USTEDES AQUÍ?-pregunto con una mirada de recelo.
Aparentemente, estaba tan concentrado en revivir a su pequeña sombra que no noto lo que pasaba a su alrededor.
-Pero si llegamos hace veinte minutos…-susurro Kise confundido.
-Bakagami es demasiado lento-replico Aomine encogiéndose de hombros.
-¡OI!-Kagami lo miro ofendido.
Riko se dio una palmada en la cara.
Kuroko los miro con sorpresa…
“¿Qué se supone que está pasando aquí?” se preguntó mientras miraba a su alrededor.
Murasakibara estaba comiendo dulces…bueno eso no era extraño…sino fuera porque a su lado estaba un Koganei medio traumatizado, mientras Mitobe intentaba consolarlo.
Aomine estaba haciendo algunos de sus tiros libres mientras Kise intentaba robarle el balón. A su lado, Hyuuga los miraba con molestia (¡No vayan a escuelas que no les pertenecen y usen sus cosas sin su permiso!) , Teppei trataba de calmarlo (¡Tranquilo Hyuuga! ¡Solo se están divirtiendo!)
Izuki parecía no entender absolutamente nada, mientras observaba la extraña estatua tiki que se encontraba en medio del gimnasio. Junto a él, Midorima le explicaba:
-Es mi lucky ítem del día.
Por su parte, tanto Furihata como Kawahara, intentaban levantarse del suelo. Este último era ayudado por Fukuda, mientras que Akashi le había dado una mano a Kouki.
-Gracias-murmuro el castaño con una mezcla de vergüenza y confusión.
Pero antes de que Akashi pudiera contestar que no importaba, la voz de Kuroko los hizo voltear.
-Akashi-kun, ¿Qué está sucediendo?
Kuroko sabía que su capitán no los reuniría de esta forma (interrumpiendo una práctica) si no fuera un asunto importante.
El tono preocupado del peliceleste, le recordó a Akashi por qué estaban ahí.
Y es que el motivo de aquella improvisada visita, realmente era importante. Y mientras más rápido lo supieran, más rápido verían como resolverlo.
Akashi retomo la conversación con la entrenadora de Seirin. Que se sobresaltó cuando Seijuro volvió a hablarle.
-Necesito que Tetsuya-el peliceleste lo miro con seriedad- Taiga-el pelirrojo, que al ver como su sombra se acercaba a su ex capitán, había decidido jugar un one vs one con el as de Too, mientras Kise hacía de árbitro, volteo al escuchar que lo llamaban con el entrecejo fruncido- Kiyoshi, Kouki y Jumpei-los tres se miraron notablemente confundidos- me acompañen.
-¡¿Qué?! ¡¿Y eso… Por qué?!-Hyuuga lo miraba con recelo- ¡Entiendo que quieras llevarte a Kuroko! ¡Incluso que te lleves a Kagami junto con el inútil de Teppei!
-¡OI!-se quejaron los dos últimos mencionados.
-Pero… ¿Qué tenemos que ver yo y Furihata con todo esto?-pregunto con desconfianza.
-Es algo bastante complejo-explico Akashi con paciencia- Asi que si me acompañan voy a explicarles todo…
-Me parece bien-aprobó Koganei, logrando que los demás lo mirarán- ¡Vayan y vuelvan después!
Lo que más quería el jugador, era que esos maniáticos abandonaran el gimnasio.
-¿Permitirás que se los lleven?-pregunto Izuki acercándose a Riko luego de que todos ignorarán a Koganei- No creo que Kuroko y Kagami, ni Teppei, tenga problemas…pero Furihata y Hyuuga me preocupan- dijo al ver como Kouki temblaba y como las piernas de su capitán flaqueaban, a pesar de que quisiera disimularlo.
Riko suspiro.
-Akashi-san-dijo la joven- Lo siento, pero no voy a permitir que te lleves a mis jugadores y menos si no se lo que está pasando. Estamos en horario de práctica así que deberás esperar a que terminemos y que yo los acompañe… o si prefieres puedes decir lo que tengas que decirles aquí.
Riko solto el aire que estuvo reteniendo al terminar de decir aquella frase. No lo reconocería, pero el capitán de Rakuzan le ponía los pelos de punta.
-Está bien.-asintió ante el asombro de los presentes. Aunque era de esperarse que fuera más amable debido a que el otro Akashi había desaparecido.-Solo déjeme avisarle al resto de las personas faltantes que nos reuniremos aquí-comento mientras sacaba su celular.
-¡¿EL RESTO DE LAS PERSONAS?!
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-¡Tetsu-kun!-una hermosa joven pelirrosa hizo su aparición en el gimnasio con una alegre sonrisa mientras corría a abrazarse a Kuroko, quién hubiera caído por la fuerza que ejercía la chica, de no ser porque Kagami lo había sostenido justo a tiempo.
-Aléjate-gruño el as de Seirin, notablemente celoso de la manager.
-¿Qué?-Momoi lo miro y luego soltó al peliceleste con tristeza- Es cierto… ¡AHORA TETSU-KUN ESTA CASADO!-lloriqueo.
-¡¿Casado?!-Kagami se ruborizo-¡¿De qué hablas?! ¡Ni yo ni él…!
-Así es Momoi-san-asintió Kuroko con seriedad- Kagami y yo estamos viviendo un feliz matrimonio…
-¡KUROKO!
-¿Me trajeron para esto?-pregunto una voz condescendiente, entrando tras de Momoi.
Haizaki miraba el lugar con gesto despectivo.
-¡¿QUÉ HACE ÉL AQUÍ?!-gritaron prácticamente todos, sin embargo, la voz más potente había sido la de Aomine.
-Hola Daiki-saludo con gesto relajado Haizaki, ignorando a los demás- ¿Cómo está la rubia?-pregunto al ver a Kise junto al moreno.
-¡MALDITO!
Aomine parecía listo para noquearlo de nuevo, si no fuera porque otra persona se le adelanto…
-¡Cállate!-le dijo Nijimura a Haizaki mientras le daba un golpe en la cabeza.
-¡Auch!-se quejó el chico de rastras.
-¡Nijimura-sempai!-La Generación de los Milagros (excepto Akashi, que ya sabía que venía y Momoi que había venido a Seirin con él) le sonrieron.
-Hola, chicos-los saludo el pelinegro.
Kise automáticamente se acercó a él hasta darle un efusivo abrazo que el pelinegro correspondió.
-¿Cómo estas Kise? Creciste bastante-decía Nijimura mientras le acariciaba el cabello al rubio, como si de un padre orgulloso se tratase.
-Ahí vino la niñita de papá-murmuro Haizaki con fastidio- ¡Auch!
-Dije que basta-gruño Nijimura mirando con el entrecejo fruncido al chico.
Kise se separó de su antiguo sempai en el momento en que la mayoría de sus amigos se iba acercando para saludarlo.
-¿Akashicchi también te llamo?-le pregunto.
-Sí, aunque no quiso explicarme para qué … ¿Esa estatua es tu lucki ítem de hoy?-le pregunto a Midorima que asintió- Oh ya veo…parece muy interesante…Aomine, no mires a Haizaki de esa forma, ya se lo que estas planeando pero tranquilízate…ese idiota no hará nada. Murasakibara, ten-dijo mientras le daba un paquete de dulces- los compre cuando veníamos, ¿Son tus favoritos, cierto?
-Si-afirmo el pelilila mientras comía con una sonrisa que muy pocos habían visto.
-Kuroko, ¿Cómo estás? Tal vez este libro te guste…lo encontré por casualidad y pensé que podía llegar a gustarte…-comento mientras sacaba el libro de su mochila y se lo daba al peliceleste que también sonreía.
El resto del equipo de Seirin miraba boquiabierto como aquel chico trataba a la Generación de los Milagros…era algo así como una padre con sus hijos, por así decirlo.
-¡¿Alguien quiere explicarme porque me trajeron aquí?!-un grito de fastidio interrumpió aquel extraño momento.
-¿ Kasamatsu-sempai?- Kise se sorprendió- ¿También llamaste a mi sempai Akashicchi?
-Era necesario-explico el pelirrojo con simpleza.
-Ya basta Yukio, no es necesario que grites de esa forma-se quejaba otra voz que descoloco a Aomine.
-Ese idiota… ¿Qué hace aquí?
-Ya, ya,.-dijo otra voz más calmada- Es mejor que nos tranquilicemos, ¿No?
-Me corrijo… ¿Qué hacen esos dos idiotas acá?
-¡Aominecchi!-lo regaño el rubio- ¡No deberías hablar así de tus superiores!-dijo con la experiencia de un Kasamatsu repitiendo eso desde que llego a Kaijo… más un par de golpes.
Fue entonces cuando entraron en el gimnasio cuatro personas:
Wakamatsu, Kasamatsu, Imayoshi y Sakurai.
Los dos primeros con expresiones irritadas, el tercero con una sonrisa falsa en el rostro y el último…tratando de no parecer más asustado de lo que estaba.
-¡¿Se puede saber porque nos hiciste venir hasta aquí?!-Kasamatsu fue el primero en enfrentar a Akashi.
-Bien-el emperador ignoro al ex capitán de Kaijo- Ahora que estamos todos les diré al resto que puede entrar.
-¡¿TODAVÍA FALTAN PERSONAS?!
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-¡Hola!-saludaba alegremente un chico bastante enérgico.-¡Me llamo Kotaro Hayama! ¡Mi pasatiempo es el skate! ¡Mi comida favorita son las…
-¡A NADIE LE IMPORTA!-le gritaron al unísono Kagami y Hyuuga.
-Tu comida favorita son las Kappas Maki-completo Momoi.
-¡No lo alientes!
-Es una máquina, ¿Verdad?-comento otra voz conocida- Cuando habla es imposible callarlo…
-¿TAKAO?
-¿Bakao?
-¡Shin-chan! ¿Qué forma de recibirme es esa?-se quejó el halcón.
-¿Qué haces aquí?-pregunto el peliverde, ignorando sus quejas.
-Obviamente cuidando de mi bienestar físico y psicológico, Shin-chan-contesto el pelinegro con seriedad- A tu querido ex capitán no le gusta recibir un no por respuesta-explico de forma específica mientras se sentaba junto al peliverde.
Riko había, junto al resto del equipo, trayendo sillas para sentarse, mientras esperaban que el resto de las personas llegara.
-Dímelo a mí-dijo otra voz conocida- De solo recordar el mensaje que me envío empiezo a sudar frío…
-¿HIMURO?
-¿TATSUYA?
-¿MURO-CHIN?
-Hola-contesto el chico del lunar de forma general- ¿Cómo están?
-¿Cómo terminaste aquí?-le pregunto Kagami, pero antes de que el pelinegro pudiera contestar, Murasakibara se acercó y lo abrazo.
-Muro-chin…-decía con felicidad, ante la mirada incrédula del tigre de Seirin.
-¡Aléjate de mi hermano!-se quejaba el pelirrojo intentando separarlos, sin éxito.
-¡Muro-chin es mío!
-Oigan…
-¡Es mi hermano!
-¡Y mi novio!
-¡¿Qué?!
-¡Oigan!
Himuro se separó de ambos chicos.-Tranquilos ¿De acuerdo?
-¿Por qué tengo que soportar todo esto?
-¿Makoto?
Makoto Hanamiya miro a Teppei con una sonrisa burlona antes de dirigirse a un rincón alejado del gimnasio.
-¿Por qué él…?-preguntaba el castaño anonadado.
-¡Moriyama!-grito Kasamatsu al ver a su compañero de Universidad también ahí- ¿Tú también?
-Oh-el chico no había sido notado, más que nada porque al llegar la mayoría estaba concentrado en Takao y la extraña pelea por ¿Quién tiene a Himuro? Protagonizada por Murasakibara y Kagami.- Si. Recibe un mensaje diciendo que me esperaban aquí a esta hora…
-¿Y accediste así sin más?-Kasamatsu lo miro con el entrecejo fruncido- ¿Y si te secuestran o…?
-La persona que lo envió se llama Satsuki Momoi, manager de Too según dijo…¡Y por lo que me acuerdo de ella es que era preciosa! Así que no me molestaría ser secuestrado por ella…
-¡Idiota!-grito el chico de ojos azules mientras lo pateaba con irritación.
-¿Sabes? Esa es una de las cosas que no extraño de mi sempai…-le dijo Kise a Aomine con una gotita colgando de su cabeza.
-Bien ya estamos todos…-dijo Akashi haciéndose escuchar y terminando con las furtivas miradas que algunos se dirigían.- Así que…-Akashi volvió a sacar su celular- Reo-dijo del otro lado de la línea- Pueden pasar…
Antes de que alguno pudiera preguntar quién podía pasar, la puerta volvió a abrirse…dejando ver a otros 22 adolescentes.
-¿QUÉ? ¿POR QUÉ SIGUES METIENDO MÁS PERSONAS EN MI GIMNASIO?-Riko había perdido la paciencia.
Pero a pesar de que el resto de los presentes también querían gritar algo parecido, o más bien que ya estaban hartos de tanto misterio y querían saber que pasaba ahí de una buena vez…
Se quedaron mudos.
Solo al ver la apariencia extremadamente familiar de la mayoría de los chicos y chicas que iban entrando…un silencio tenso se formó en el ambiente.
-Estos chicos aparecieron en mi casa esta mañana-explico Akashi con voz pausada- Cuando les pregunte quienes eran o que hacían allí solo pudieron contestarme una cosa:
Ellos dicen que son nuestros hijos.