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Juntos por Shano OwO

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Notas del fanfic:

Los personajes de Diamond no ace le pertenecen a su respectivo autor. 

Notas del capitulo:

Creo que esto es lo mas largo que he escrito hasta ahora... No me gustan las cosas tan largas (Para mi es largo) no creo que vuelva a hacer algo asi, a no ser que a ustedes les guste. Todo por ustedes       (*-*)9


En las universidades de Japón, en fechas navideñas se acostumbra a festejar estando presentes todos los directivos de la prefectura.

Como esta tradición se realizaba desde hace ya mucho tiempo, el estado decidió modificarla un poco. En vez de poder participar solo los directivos, ahora los alumnos que quisieran también podían hacerlo, compartiendo así, un ambiente más informal y la oportunidad de socializar con otras escuelas.

— ¡Kazuya vamos! Son sólo unas horas— Le suplicaba el menor por quinta vez.

— No sé que le ves de divertido — Replicó el castaño de lentes — Nadie ira, después de todo ¿Quién quiere pasarse la noche buena en una escuela? — Explicó e interrogó ya cansado de la misma pregunta.

— ¡Yo!— Alegó el de ojos dorados.

—Es porque eres un tonto— Dijo recibiendo una mirada de reproche— ¿Seguro que no quieres venir a mi casa a festejar?— Con tono seductor, susurró en oído ajeno.

—Pervertido— Contestó en el mismo tono, sonrojándose levemente —Si no quieres ir, entonces iré yo solo— Declaró el pitcher levantando la voz

El de lentes suspiró, Eijun podía ser realmente insistente cuando quería. Estaba dispuesto a acompañarlo en la dichosa reunión, pero obviamente no gratis.

—Esta bien, esta bien, voy— Los ojos del más bajo se iluminaron, el catcher amaba verlo así, era su expresión favorita de todas— ¡Pero!— la sonrisa que se había formado en el moreno casi desaparece — Con una condición — se inclinó más hacia el de ojos dorados —Quiero que seas mi mascota lo que reste de esa noche— mordió levemente el lóbulo del menor, quien estaba más que sonrojado a estas alturas —¿Qué dices?— interrogó con un tono pervertido que desmayaría a más de una persona.

— ¡I-idiota!— El moreno no podía estar más avergonzado; por suerte su salvación venia hacia ellos. Miyuki no pudo evitar soltar una maldición, ni Sawamura pudo contener una risita por ello.

— ¡Ei-chan!— La peliroja se acercaba saludando enérgicamente con el brazo. De la manera más "sutil" Haruno separo la distancia entre los dos estudiantes, colgándose del brazo derecho del pitcher — ¿De qué hablaban?— Preguntó mirando a ambos chicos.

Kazuya le dirigió a Eijun una mirada de "ni se te ocurra" no es que el de lentes odiara a la chica, claro que no, solo odiaba la actitud de acosadora obsesiva e inoportuna que tenia con el moreno, tan odiosa como seguirlo, llamarlo y abrazarlo en cada momento.

—De los exámenes— Respondió un tanto nervioso, el catcher le miraba con atención —Yo aun no he estudiado nada — Comentó al azar, formando una agradable charla en la que el castaño mayor no estaba incluido.

—Yo te ayudare a estudiar— Miyuki no podía quedarse atrás — Después de todo los idiotas necesitan ayuda— El menor frunció un poco el ceño.

— ¡Oye!— Protestó

—Iré a tu casa más tarde— La sonrisa de la peliroja se desapareció un instante — Nos vemos— Dijo con arrogancia, besando brevemente los labios del pitcher, fijándose de reojo en la mueca molesta de la chica.

Eijun no pudo evitar mostrar una linda sonrisa, el mismo Kazuya le había confesado que estaba celoso en una ocasión, y eso era más claro que el agua ahora.

—Ei-chan nosotros también vamos, se nos hará tarde— insistió Yoshikawa — Anatomía no se te da bien ¿Verdad? —

— ¡No es mi culpa!¡Hay que memorizar muchas cosas!— Lloriqueo el de ojos dorados siendo arrastrado por su mejor amiga.

—Por eso mismo, no debemos llegar tarde— Regaño en tono cariñoso caminando hacia el salón.

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A las 10pm Miyuki se encontraba en el apartamento del moreno tocando por enésima vez el timbre. Cansado por el trabajo, no era justamente alguien "paciente" así que seriamente estaba pensando la opción de irse a su propio hogar.

— ¡Oye deja de maltratar al timbre!— Abrió la puerta de golpe, sólo con una toalla en la cintura y un poco común ceño fruncido.

— Hasta que me abres— Protestó — Ya estaba por irme— Tuvo que poner gran parte de su voluntad para no reclamar, muy pocos sabían que Eijun verdaderamente enojado podía generar una tragedia.

—Lo siento, no lo escuchaba desde el baño— Suavizó un poco su gesto, mas no desaparecía.

Con un ademan de mano lo invitó a pasar. Todo se encontraba como siempre dentro, con cosas dispersas y desparramadas por todos lados, junto a un inusual amontonamiento de libros en la pequeña mesa al lado de la cocina.

El menor se lanzo al sofá enfrente del televisor, jugando con los canales en busca de algo para entretenerse, sin borrar la molestia de su rostro. Un silencio abrumado vestía el apartamento, a uno le carcomía la curiosidad y al otro la incertidumbre.

—Veo que has estado estudiando— Interrumpió el cátcher ya cansado de tanto misterio.

—Hmp— Fue lo único que se escucho en respuesta.

Con un suspiro, Miyuki se acerco hacia el sillón y posiciono la cabeza del otro en su regazo, acariciando sus cabellos. Por pura costumbre Eijun cerró sus ojos.

— ¿Qué paso? —Interrogo el mayor con un tono dulce.

—Nada— Contesto secamente.

—No mientas—

—No miento—

El silencio los volvió a alcanzar, pero las caricias en ningún momento se detuvieron.

—Kazuya— hizo una breve pausa— ¿Qué sentirías si yo… desapareciera? —Su voz sonó ronca, un tanto nerviosa y un poco apagada.

Esa pregunta lo dejo sin palabras. El pitcher abrió sus ojos, el mayor podía ver en ellos lo importante que resultaba para el moreno su respuesta.

—Como si el mundo se terminara— Miyuki no encontró las palabras correctas, así que solo contesto con lo que pensaba. Mirando fijamente a esos encantadores ojos avellana.

Eijun se vio en la necesidad de esconder su rostro, ya sea por las pequeñas lágrimas o por el parecido a un tomate que debía tener. Definitivamente, no se esperaba esa respuesta.

El mayor cambio totalmente la posición. Ahora Sawamura estaba sentado sobre su regazo, envolviendo sus piernas en la cadera ajena, con sólo una mínima distancia separando ambos rostros. Sin embargo, el pitcher no se atrevió a mirar.

Con sumo cuidado, el catcher quitó y beso las manos que le impedían ver el rostro ajeno, quedando encantado por la expresión avergonzaba que podía disfrutar.

—Dime ¿Por qué estas molesto? — Insistió besando la nariz y las mejillas del menor.


— Me pelee con mis padres— Confeso en un susurro — Voy a tener un hermano— Prosiguió ante la confusión del cátcher.

— ¿No se supone que es buena noticia? — Pregunto levantando levemente la ceja derecha.

— Quieren que vuelva a Nagano para poder verlo crecer— Dijo frunciendo el ceño— Dijeron que me trasladarían a la universidad de allá — El cátcher iba a decir algo pero el moreno siguió hablando — Les dije que no estoy de acuerdo con eso, ¿Sabes que me dijeron? — El mayor negó levemente — No importa es tu deber como hermano mayor—Imito y burlo a su padre sacándole una pequeña risa al de lentes — ¡Son muy testarudos! — Protestó.

—Ya veo de donde lo sacaste— Dijo burlonamente.

— ¡Esto es serio! — Se quejo inflando los mofletes.

—Okey, okey— Contesto con una última risa — Estoy seguro de que si los llama de nuevo y te explicas mejor, podrás quedarte— Siguió envolviendo al otro en sus brazos — Recuerda que paso lo mismo cuando entraste en la universidad — Finalizo tranquilo.

El pitcher se quedo callado, no tenía nada que responder a eso. El silencio se convirtió en uno más que cómodo, sus parpados comenzaron a cerrarse, la respiración del otro era como una suave canción de cuna.

— Aun tienes que estudiar — Susurro en tono ronco, el mayor también estaba por dormirse.

— Mañana —Contesto con los ojos cerrados.

— ¿Cuándo era tu examen? — Lanzo con un bostezo.

— Mañana — Repitió por inercia

— No tienes remedio — Pellizco el brazo del moreno.

— ¡Auch! — Medio grito.

—A estudiar — Regaño

—Si mama, lo que tú digas — Se burlo el de ojos dorados.

— Oye — El mayor le pidió atención al otro — ¿Te quedaras toda la noche así? — Dijo refiriéndose a la toalla que se encontraba en la cintura del menor — No es que me queje pero, ya sabes, alguien ahí abajo podría despertar — Con una sonrisa picaresca en el rostro y señalando el lugar entre sus piernas.

— ¡Per-Pervertido! — Protesto, ocultándose tras la barra de la cocina — ¡Ve a dormir de una vez! — Ordeno apuntando con el dedo el pasillo de la habitación.

— Antes quiero mi beso de buenas noches— Pidió con un falso puchero — Vamos, no seas tímido — Dijo caminando hacia el pitcher y abrazando su cintura.

Existía una pequeña distancia entre ellos, que no duro mucho gracias a que los labios del moreno tocaron brevemente los del mayor. Quedaron juntos abrazados unos momentos, hasta que el de lentes acaricio con sus labios la frente del pitcher, deseándole las buenas noches. Luego la vivienda quedo en completo silencio, ayudando al menor con su tarea de estudiar.

Después de cuatro horas completas de concentración, se permitió irse por fin a descansar. Al llegar a su dormitorio, se molesto solo en ponerse el pantalón de pijama y en desplomarse junto al intruso que invadía su cama esa noche; Dejando el mundo real en unos instantes.

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Por ser víspera de año nuevo, las universidades no dictaban clases ese día. La alarma del moreno no se entero de ello y a las 7am advertía que era hora de dejar el mundo de los sueños. El de lentes no pudo contener una gran maldición que casi despierta a su compañero, desactivando bruscamente el molesto aparato. Así empezó su ya no tan pacifica mañana.

Palpo con su mano todas las superficies posibles, buscando sus anteojos, refregándose los ojos antes de ponérselos. Le dedico la primera mirada del día al pitcher que se removía levemente debido al alboroto, la primera sonrisa también apareció, el mayor amaba verlo dormir, parecía un ángel bañado con la luz solar.

Se encontraba dispuesto a volver a descansar, si no fuera porque fue interrumpido con un la música de su celular.

“¿Listo para tu ultimo día de paz?” Se burlo por texto el mejor amigo del mayor Kuramochi Youichi. Debía admitir que eso le dio cierta gracia.

“¿Qué haces despierto a esta hora?” Ignoro por completo la pregunta anterior.

“Bakayuki no evadas mi pregunta” Protesto.

“Llevo buscando esto hace unos meses, claro que estoy listo. Ahora dime”
“Una patada”

“¿Resultado de una noche apasionada? Qué suerte tienes”

“Algo así. Parece que Bakamura te dejo en abstinencia”

“Los finales atacan”

“Desventaja de fin de año”

“Totalmente”

“Te deseo suerte hoy. Asegúrate de usar condón ;)”

“Gracias. Eso dependerá de en qué condiciones se encuentre Kazuya jr.”

Cerró su teléfono, el de lentes debía irse a su hogar para preparar las cosas para la noche. Todo tenía que estar perfecto, o al menos esa era la intención. Se levanto sin moverse más de lo necesario, el sueno de Eijun acostumbraba a hacer frágil pero el cansancio del estudio impidió que se percatara de su “huida”

Camino por el departamento sigilosamente, esquivando una que otra cosa que se le cruzara, encontró la puerta y con un ruido sordo la cerro. Apresurándose hacia su propia vivienda a solo cinco cuadras del lugar.

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El pitcher de ojos dorados se encontraba con ansias por el evento de la noche. Para él, esa reunión era muy importante, festejar la llegada del nuevo año con personas que no las hubieras conocido por otras circunstancias le era emocionante.
Por ser algo de tanta relevancia, llamo a su compinche y asesora en estas situaciones: Su amiga de la infancia, Wakana. Para pasar el tiempo antes de su llegada, el moreno comenzó a limpiar y ordenar el lugar, dejándolo reluciente como pocas veces se veía.

— ¡Ei-chan cuanto tiempo! — Dijo lanzándose a los brazos del pitcher.


— Wakana ¡Que alegría verte! — Contesto con una gran sonrisa.

— Dime, ¿Cuál es la emergencia? — Pregunto la chica, yendo directamente al grano.

—Cita de fin de año —Confeso también en tono serio.

—Ya veo, déjamelo a mí — Alego guiñando el ojo derecho.

Se pasaron la tarde discutiendo y poniéndose de acuerdo con el futuro atuendo del ojos avellana. Eso tomo más tiempo del que se esperaba, la chica era demasiado detallista y aficionada en combinar todo a la perfección, comenzando desde el color de la piel hasta la tonalidad de los ojos.

Una vez ya vestido, vino la parte que a cualquier hombre le da cierto desagrado: El maquillaje. En cualquier atuendo esto es lo fundamental. Entre quejas la fémina logro delinear suavemente debajo de los parpados, y luego de algunas lagrimas por parte del moreno arquear las pestañas, logrando un acentuado color dorado, deslumbrando el resto del rostro.

— Bien, estas perfecto — Admitió al ver su obra de arte terminada.

— En serio te debo una— Comento mirando su reflejo en el espejo.

— ¿Verdad que soy genial? — El moreno asintió enérgicamente, el timbre sonó anunciando el inicio de la velada —Ve a por ello, Ei-chan. ¡Conquístalo! — Alentó empujándolo hacia la puerta, mientras ella se escondía detrás de la barra junto a la cocina.

Con un poco de nervios, sacudió levemente su ropa, tomo el picaporte y lo giro.

— ¿Por qué siempre tardas una eternidad en abrir? Llevo aquí — No pudo terminar la frase al ver la fachada del moreno. Estaba babeanddedo
— También te ves bien, gracias — Dijo el pitcher burlonamente,

— ¿Quién dijo eso? Idiota — Replico en voz baja, con un pequeño, muy pequeño sonrojo debajo de los lentes.

— ¡Vamos! — Exclamo el moreno emocionado, colgándose del brazo izquierdo de su acompañante.

Las calles se encontraban con los típicos adornos verdes, rojos y dorados de las fechas festivas, esta vez, unos copos de nieve se unían a la decoración.

— ¿Tienes frio? — Interrogo el mayor siguiendo con la caminata.

— Un poco— Contesto frotándose las manos — Debí haber traído los guantes— Se regaño

Suspirando levemente, el de lentes se quito su guante derecho y se lo extendió al ojos avellana —Toma— Le ofreció.

— No, no, no hace falta— Negó moviendo la cabeza y los brazos — En serio, no es necesario — Afirmo

— No te hagas rogar — Contesto el catcher, tomando la mano ajena y poniéndole su prenda — Listo— De reojo pudo ver un ligero enrojecimiento del menor — Ahora ninguno pasara frio — Comento agarrando la mano descubierta y colocándola junto a la suya en el bolsillo de su abrigo.

— I-idiota — Declaro avergonzado. Robándole una pequeña risita al mayor.

Siguieron su camino por varios minutos hasta que llegaron al edificio escolar donde se llevaría a cabo el encuentro. Eijun entro emocionado y a los apurones, dirigiéndose rápidamente al jardín de la gran escuela.

— Si sigues corriendo te perderás — Grito Kazuya muy atrás de donde el menor se encontraba — No estarás pensando en utilizarme para llevarte a casa cuando estés borracho ¿Verdad? —

— ¡Solo fue una vez! — Protesto en voz alta sin importar la mirada de las personas — ¡Y no estaba borracho! Solo un poco tomado— Replico.

— Recuerdo que esa noche estabas muy cooperativo — Contesto nostálgico, junto a una sonrisa burlona.

— ¡Bakazuya cabron! — Insulto apuntando al de lentes con el dedo.

Entre algunas bromas, insultos y un poco de alcohol por parte de ambos, la noche fue pasando. Solo faltaban dos largas horas para el comienzo del nuevo año.

— ¡Miren quienes están ahí! — Se escucho una voz conocida para ambos.

— ¡Barba-sempai! — Exclamó el de ojos dorados.

— ¿A quién le dices así mocoso? — Se acerco hacia ellos, ahorcando con el brazo al moreno.

— Sempai ya, ya, lo siento—

— Dale un descanso, es año nuevo—Sugirió Takigawa Chris Yuu

— ¡Chris-sempai! — Alego el pitcher emocionado

—Que bueno verte— Contesto con su típico tono amable — ¿Qué tal la universidad? —

— Bien— Respondió rápidamente.

— Mentiroso—Interrumpió el pelirrojo

— ¡Es verdad! — Desmintió el menor.

—Yo se que lograras ser un gran medico— Interrumpió el cátcher mayor

— ¡Gracias sempai! — Agradeció el moreno — ¿Y Kazuya? — Pregunto buscándolo con la vista moviendo la cabeza para todas partes.

—Por allá— Apunto con el dedo — ¿Ese es Narumiya? — Se interrogo a si mismo —Si, si es. Parece que se aburrieron de ti — Bromeó el chico con barba.

—Jun — Advirtió el castaño mayor.

—¿Qué? Es lo que parece — Se defendió.

El pitcher sabia que no era más de una broma para hacerlo rabiar. Sin embargo, le causaba cierta molestia ver al de lentes charlando tan amistosamente con el rubio.

—Sawamura, que no te afecte. Se la pasa diciendo tonterías — Explicó Yuu, el moreno dio un pequeño asentimiento y una sonrisa.

— Barba-sempai a veces es muy cruel — Susurró

—Sa-wa-mu-ra repite eso — Se escuchó del pelirrojo con tono macabro.

—Ya dejalo— Insistió Chris —¿Quieren algo de tomar?— preguntó cambiando de tema.

—¡Cerveza!— Contestaron los dos al mismo tiempo, se miraron raro unos segundos y luego comenzaron las carcajadas.

— Recuerda que si te emborrachas no me haré cargo— Comento el de lentes desde atrás.

—Solo un poco— Protesto.

—Tengo algo mejor— Dijo quitándole el vaso y ponerlo nuevamente en la mesa— Ven— Habló jalandolo de un brazo.

—¿A donde vamos?— Interrogó el moreno, el catcher tapó sus ojos con un pañuelo

—Aquí— Contesto luego de unos minutos, quitándole el paño de los ojos.

Eijun quedo deslumbrado con el hermoso jardín ante él, aunque estaba poco iluminado se podían ver los distintos colores de la flores, junto con una pequeña fuente en el medio de ellas.

— Es hermoso — Habló sin poder despegar la vista de tan maravillosa escena.

El mayor no contesto, se limito a abrazar al pitcher de atrás, descansando su barbilla en hombro ajeno. Saco una caja de su bolsillo y la alzo para que la vista del moreno pudiera verla.

—Feliz navidad atrasada— Susurró despacio.

— No era necesario. Gracias. — Contestó en el mismo tono regalándole un beso pequeño en la mejilla.

Como si tuviera todo el tiempo del mundo, Eijun abrió lentamente la pequeña caja recién adquirida. El catcher estaba muy nervioso, pero lo disimulaba perfectamente.
Dentro de esa cajita color rojo, con un pequeño moño verde, se encontraba una llave con una tarjeta colgando de ella. Tenia escrita una dirección.

Al ver el rostro de confusión del moreno, Miyuki se vio en obligación de explicar el obsequio. Su plan no había salido del todo bien.

— Es la llave de nuestra casa — Escupió con torpeza, las cursilerías no eran su mejor área.

—"Nuestra"— Quedó pensativo unos momentos, para luego sonreír enormemente — ¡Claro que si! — Exclamo saltando levemente para abrazar al catcher con manos y pies.

Los fuegos artificiales daban el aviso de que un nuevo año comenzaba. Todas las familias salían a ver esas luces danzar por el cielo, con esos hermosos y vivos colores.

—Feliz año nuevo— Felicito en un susurro el de lentes, juntando ambas frentes.

—Feliz año nuevo— Respondió el moreno volviendo a unir los labios.

Ambos se vieron obligados a volver a sus hogares por infernal frío que traía la acumulación de nieve. Ya cuando estaban a punto de dormirse, Kazuya recordó algo de suma importancia.

— Eijun ¿Recuerdas la condición de ayer? —

 

 

 

Notas finales:

Se dice que Eijun no volvio a caminar por unos dias... xD 

Espero les guste, perdonen cualquier error de cualquier tipo que pudieron haber encontrado u.u 

oh, y ademas, si llegaron hasta aqui sabran que este one-shoot contiene muchos dialogos, trate de ser lo mas neutral posible, pero seguramente mi nacionalidad influyo de alguna manera. Siento si eso molesto al leer. 

Gracias por leer y si gustan comentar. 

Lo mas importante, FELIZ 2016!!

Beshos *3*


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