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Sweet, sugar, Candy Man por Kale jpg

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Notas del fanfic:

Esto lo había publicado antes con otro pairing y mientras lo re leía en busca de errores, me di cuenta de que no sirvo para algo que no sea ChanBaek, así que aquí está.

Notas del capitulo:

Escrito en Septiembre de 2015.

Editado en Enero de 2016.

 

“¿No tienes que ir a ver a tus padres hoy, Baek?”

 

Byun BaekHyun levantó la mirada de las frutas que estaba cortando en la mesada, la que estaba junto a los pasteles que eran para venta. Giró la cabeza hacia la persona que le había hecho esa pregunta, sonrió levemente antes de responder, dejando el cuchillo de lado y limpiándose las manos en el delantal.

 

“Oh, no, hoy no… ¿Por qué? ¿Necesitas algo?” Se movió hacia la izquierda, poniendo su atención en donde estaba la máquina cafetera, para comenzar a poner los granos de café tostados dentro. La pastelería abriría pronto, por lo que debía tener listo todas las bebidas; era por eso que estaba picando fruta, para los jugos naturales.

 

“No, no es que necesite algo, pero ya sabes que hoy es jueves… ¿Te quieres quedar? Si no quieres, sabes que le puedo pedir ayuda a Jong-”

 

“Soo, Soo, basta… está bien, me puedo quedar.” BaekHyun volvió a mirarlo tratando de calmar a su mejor amigo, y socio. Sabía que ese día habría mucha concurrencia en la tienda, sabía también la razón por la cual KyungSoo había ido personalmente a preguntarle si se quería quedar; bajó la mirada sonriendo para sí mismo, evitando la mirada cuestionadora del chico que seguía de pie en la entrada a la cocina.

 

“Gracias, Baek, ya sabes que puedes irte cuando quieras, pero debes avisarme para poder llamar a al-”

 

“Se te van a quemar las galletas.”

 

KyungSoo levantó los brazos mientras giraba para entrar a la cocina, gritando maldiciones a la nada, con su cabella chocolate levantándose mientras pegaba saltitos. BaekHyun movió la cabeza hacia los lados, rogando silenciosamente que esas galletas no estuvieran negras.

 

Cuando terminó de poner los granos de café, se dio vuelta regresando a las frutas picadas para colocarlas en un recipiente y ponerlas en el congelador. Después de que hizo aquello, ya no quedaba nada más que esperar a que la pastelería abriera, y él comenzara a hacer todo tipo de bebidas para los clientes. Apoyó su cadera en el mostrador, recostándose ligeramente contra la columna que separaba la cocina del bar, cruzó sus brazos sobre el pecho mirando hacia las mesas vacías, la decoración neutral y los colores cálidos.

 

Recordó la razón por la cual Do KyungSoo había abierto esa pastelería. La mayoría de las personas quizá pensarían que era debido a la necesidad de cumplir algún sueño, o para lograr algún tipo de independencia, o porque le gustaran los dulces; pero la realidad era otra, muy lejos de querer cumplir un sueño o rodearse del olor de pastelillos recién hechos.

 

Fue cuando KyungSoo tenía 22 años, un corazón roto, y el odio hacia todo aquello que le recordara lo que destrozó su inocente amor. El chico había odiado entrar a algún lugar y ver parejas felices, tomadas de la mano, compartiendo su felicidad al mundo; había odiado no tener algún lugar que recurrir en el que pudiera llegar y llorar su dolor; había odiado que su único amigo, BaekHyun, quien ese entonces tenía 21 años, tuviera que soportarlo todas esas noches en vela, sin darse cuenta de que también lo estaba poniendo en contra del amor.

 

Un día se dio cuenta de que no podía pasar sus días llorando sobre BaekHyun, ni maldiciendo todo lo relacionado con el amor, sabía que no era la única persona en el mundo con un corazón roto, y sabía también que el dolor siempre era más llevadero cuando estabas rodeado de gente que entendía tu pena. Fue por eso que un día dejó de llorar y arrastró a su mejor amigo a la casa de sus padres para pedir su herencia.

 

A BaekHyun casi se le salen los ojos de sus cuencas cuando KyungSoo dijo que usaría el dinero para abrir una pastelería y que lo tendría a él como socio.

 

 

“Soo, ¿estás demente? ¡Ni siquiera sabes hervir agua!”

 

“No, pero tú sí, y si nos va bien podemos contratar a más gente.”

 

“¿Y la universidad? ¿Cómo demonios planeas estudiar y abrir una pastelería al mismo tiempo?”

 

“Dejaré la universidad, no es lo mío y lo sabes, por favor Baek… necesito esto, hay quienes también lo necesitan.”

 

“Te ayudaré sólo cuando no tenga absolutamente nada que hacer para la Universidad, porque a diferencia de ti, a mí sí me importan los estudios…”

 

“Awww… ya, ahora suéltame.”

 

 

Pero, ¿por qué una pastelería? Se preguntarán. Es simple, KyungSoo quería un lugar al que todas las personas que hubieran sido rechazadas, o tuvieran un corazón roto, pudieran acudir y hablar entre ellas; además, las personas también podrían comer delicias dulces, las cuales eran ideales para subirle el ánimo a cualquiera, de ese modo le pondrían fin a su tristeza con mucha azúcar.

 

Todos merecen un final dulce.

 

O dulces al final.

 

Algo así.

 

La pregunta ahora es, ¿por qué estaba BaekHyun ahí si a él nunca le habían roto el corazón? También es simple, primero, porque estaba ayudando a su mejor amigo de toda la vida; y segundo, porque no necesitaba un corazón roto para darse cuenta de que el amor era complicado. Le bastaba observar a las personas llorando sobre el café que les preparaba, o sencillamente recordar a BaekHyun antes de que abrieran la pastelería; simplemente no quería arriesgarse.

 

Habían pasado ya tres años desde que la pastelería Sweetie Pie había abierto las puertas, y de hecho, era bastante popular.

 

 

---

 

 

 

“LuHan ya llegó, está poniendo la cubierta sobre los pasteles, y MinSeok está sacando las galletas de chocolate del horno.” KyungSoo se colocaba el delantal negro mientras su mirada seguía en la hoja de papel que contenía una lista sobre las cosas que debían hacer ese día. “JongDae sacará con las tartaletas en media hora… Y JoonMyun está atrás con YiXing y YiFan vistiéndose; BaekHyun en el bar como siempre, y después cantarás antes de cerrar, ¿todos bien?”

 

Hubo un asentimiento general antes de que cada uno fuera a su respectivo lugar de trabajo, BaekHyun como siempre, se colocó el delantal de color café y comenzó a calentar el agua en el preciso instante en el que la campanita de la puerta sonaba por primera vez esa tarde. Levantó la cabeza para ver si el cliente se veía como alguien a quien le debía preparar algo muy dulce o sólo un café, pero sus hombros cayeron y sus labios formaron una línea de desdén a la vez que fingía estar muy ocupado mirándose los pies.

 

Acababa de entrar la razón por la cual no le gustaban los jueves, ni los sábados, ni los martes.

 

Pudo escuchar como el recién llegado saludaba a BaekHyun y a MinSeok, pudo ver de reojo que se detenía en la entrada de la cocina para saludar a LuHan; trató de deslizarse sutilmente hacia la bodega antes de que se acercara más, pero sus intentos se vieron frustrados cuando Park ChanYeol tomó asiento en frente al bar.

 

“¡Hola, Baek! ¿A dónde vas?” El chico apoyó los codos sobre la mesa y acunó su rostro con las manos puestas en puños, dibujó una sonrisa divertida en su rostro mientras observaba el sufrimiento del barista.

 

“Oh, ChanYeol, no te había visto… Iba a la bodega a traer… algo.” BaekHyun se mordió el labio inferior mientras lanzaba una mirada rápida a lo que tenía en el bar para ver qué podía servirle como excusa. Pero no faltaba nada, claro que no, estaba todo perfectamente dispuesto.

 

“Ah, ya veo… Baek, esa nube negra que traes sobre la cabeza, ¿ya la tenías? ¿O apareció cuando crucé por esa puerta?”

 

BaekHyun cerró los ojos mientras apretaba la mandíbula. “ChanYeol, ¿haces preguntas tontas siempre? ¿O sólo cuando vienes a ocupar espacio?”

 

“Uh, rudo… ¿No ibas a ir a la bodega?”

 

“Llegaron clientes de verdad.”

 

Y era cierto. Durante esa pequeña y agradable conversación, el lugar se fue llenando de a poco, la mayoría eran chicas adolescentes con lágrimas en los ojos, y pañuelos en las manos. Pero era normal, tomando en cuenta que era 15 de febrero, un día después del Día de San Valentín; era como una explosión de chicas llorando por haber sido rechazadas, o de chicos tristes por haber quedado en la indeseada zona de amigos.

 

“Haces algo útil, o le diré a KyungSoo que te envíe a casa.”

 

“A sus órdenes, Baekkie.”

 

“¡Oye…!”

 

Pero ChanYeol ya había ido a vestirse antes de que BaekHyun pudiera decirle algo más. Sin embargo, el menor no notó la sutil, realmente sutil, sonrisa que tímidamente apareció en el rostro del barista.

 

Park ChanYeol era un adolescente con una manía por teñirse el cabello de colores claros últimamente, según BaekHyun, que acudía los martes, jueves y sábados a la pastelería de KyungSoo supuestamente a ayudar; pero lo único que realmente hacía era estorbar y molestar al chico en el bar. KyungSoo decía que ChanYeol era como la mascota, porque no le pagaba por “ayudar”, sólo le daba lo que sobraba de los pastelillos del día; y era suficiente para él, porque no era secreto para nadie que la mascota de la pastelería tenía un gran flechazo unilateral hacia BaekHyun. Por lo tanto, era perfecto que le dieran dulces por ver al chico de del bar trabajar.

 

 

 

---

 

 

 

La tarde pasó entre chicas llorando, pidiendo chocolate caliente, galletas de chocolate, hojaldre relleno con chocolate y básicamente todo lo que tuviera chocolate en el nombre. Hubo bastante concurrencia, aunque de todas maneras era menor a la del año anterior, hecho que hizo secretamente feliz a BaekHyun; a pesar de todo, no era su hobby ver a alguien llorando penas de amor. Ya casi era hora de cerrar, y al barista le quedaba el último pedido antes de que subiera a la tarima y cantara alguna canción que no hiciera a nadie triste.

 

ChanYeol estaba sentado junto a él detrás de la mesada del bar, comiendo las galletas quemadas de KyungSoo, mientras veía al mayor hacer figuras en la espuma del Cappuccino.

 

“BaekHyun, ¿te he dicho que me gustan tus manos?”

 

BaekHyun se detuvo en medio de la figura para rápidamente ponerse guantes y continuar lo que estaba haciendo. Escuchó una risa profunda detrás de él, pero sólo lo ignoró.

 

“También me gusta tu cabello.”

 

BaekHyun resopló mientras sacaba un gorro de lana negro de uno de los cajones que tenía bajo la mesada, le dirigió una mirada de odio a ChanYeol antes de colocarse la prenda.

 

“Y me gusta tu nariz.”

 

BaekHyun sólo sacó una mascarilla del bolsillo del delantal y se la puso sin reaccionar de ninguna manera, fingiendo que nadie le hablaba y que había decidido usar esas cosas porque su sentido común se lo dijo.

 

“Se supone que debes seducirme quitándote la ropa, no cubriéndote más.”

 

“¿Quién dice que quiero seducirte? Lo que quiero es que te vayas.” La voz del chico salió ahogada debido a la mascarilla, pero fue entendible lo que dijo.

 

“¿Cuándo aceptarás salir conmigo?”

 

“¿No escuchaste lo que dije?”

 

“Podemos ir a donde quieras, sabes que no tengo problema para darle gusto en todo a mi Baekkie…”

 

“¡Deja de decirme así!”

 

“Entonces… ¿saldrás conmigo?”

 

“Prefiero comer carbón.”

 

“De hecho, sí lo hiciste, Soo me lo contó hace un tiempo… ¿fue cuando estabas en el jardín de niños?”

 

“Dios santo, ChanYeol, cállate.”

 

“Sal conmigo.”

 

“No.”

 

“Sé que te gusta la comida Tailandesa, conozco un buen lugar.”

 

“¿Cómo-? ¿KyungSoo te lo dijo también?”

 

“No… te escuché hace un tiempo.” ChanYeol hizo una pausa ante de ponerse pie, acercándose a BaekHyun para ver la figura que estaba haciendo en el café antes de que llegara JoonMyun y lo llevara a la mesa que lo había pedido. Era un osito rodeado de notas musicales. “También sé otras cosas sobre ti.”

 

BaekHyun se giró para quedar de frente a ChanYeol, apretando la mandíbula cuando tuvo que alzar la mirada para poder verse desafiante, pero la mueca en sus labios quedó oculta debido a la mascarilla. “¿Cómo cuáles?”

 

El menor avanzó un paso hacia el frente, quedando más cerca, antes de comenzar a hablar.

 

“Sé que no te gusta el café, prefieres las bebidas dulces como el chocolate, pero tú le agregas leche fría porque no te gusta tan caliente aunque te gusta soplar el humo. Sé que odias las galletas de KyungSoo no porque tengan mal sabor, sino porque las hace él…” ChanYeol sonrió ladinamente mientras llevaba sus manos al gorro del BaekHyun y se lo quitaba lentamente, sin perderse la mirada asombrada que tenía el más bajo. “Sé que prefieres los hojaldres de manzana pero tus favoritos son los rellenos con frambuesas; sé que te muerdes el labio cuando estás nervioso o enfadado… dime, Baek, ¿ahora estás nervioso o enfadado?”

 

La mascarilla cayó al piso después de que ChanYeol también la quitara, y su sonrisa se hizo aún mayor al ver como BaekHyun se mordía el labio evitando su mirada. Estaban muy cerca ahora, tanto así, que podía ver las pestañas abundantes en los ojos del barista y el pequeño lunar sobre su labio.

 

“Debes ir a cantar ahora, pero…” El menor tomó las manos ajenas entre las suyas, y sin despegar sus ojos de los de BaekHyun, deslizó los guantes de látex lentamente al mismo tiempo que KyungSoo aparecía para decirle que ya era hora y luego retirarse rápidamente alegando demencia. “Éstos arruinan tu look.”

 

BaekHyun parpadeó un par de veces antes de retroceder y quitarse el delantal, sus manos temblaban y su labio dolía de lo fuerte que se había mordido. Volvió a mirar a ChanYeol, maldiciendo a todos los dioses porque el maldito bastardo sólo se estaba riendo.

 

“No bebas nada, tengo los recipientes medidos.”

 

ChanYeol levantó las manos con las palmas hacia el frente, todavía con esa sonrisa boba en el rostro.

 

Sólo cuando BaekHyun estuvo relativamente lejos del menor, en el baño, se permitió entrar en pánico sintiendo su corazón latir a mil por hora en el pecho. Dejó que su sonrojo lo cubriera por completo, siendo su reflejo en el espejo el que le daba cuenta de su vergonzoso estado.

 

Eres un idiota, Baek… Sin enamorarse, ¿recuerdas?

 

Golpeó sus mejillas un par de veces luego de mojarse el rostro, para luego seguir continuar con lo que debía hacer y decirle a KyungSoo que ya estaba listo, subió a la pequeña tarima en un extremo de la tienda, en donde podía ver todas y cada una de las mesas; le dedicó una pequeña sonrisa a las jóvenes que estaban más cerca, y ellas con pañuelo en mano le devolvieron el saludo. Pudo escuchar a MinSeok dándole la señal, unos segundos más, y una melodía suave comenzó a sonar.

 

 

Why did you do that to me before?
What’s wrong with you again?
To what extent do I need to level with you?
You’re always like this – fine, I’m leaving.

 

 

“¿Ya aceptó salir contigo?” Una figura pequeña y delgada se acercó a ChanYeol, trayendo en sus manos un plato con galletas de frutilla recién salidas del horno. El más alto tomó unas cuantas, soplando ligeramente para enfriarlas antes de meterlas a su boca; se encogió de hombros y sonrió con las mejillas repletas de galleta, luego tragó y volvió a hablar.

 

“Todavía no, pero no sería mi BaekHyun si se rindiera tan fácilmente.”

 

“Te va a decir que no hasta que se aburra.” KyungSoo se rio de su propio chiste mientras tomaba galletas también. Observó a BaekHyun en el escenario, cerrando los ojos cuando la voz firme y melodiosa del chico llegó a un tono particularmente suave; a todos les encantaba la voz del chico, era imposible no darse cuenta de lo talentoso que era. “Baek merece amar y ser amado, lo sabes, ¿cierto? En parte es mi culpa por haberle metido tantas ideas horribles sobre el amor en la cabeza, pero también es culpa suya por no querer arriesgarse.”

 

“Nunca me han roto el corazón, Soo, pero estando aquí me di cuenta de que no quiero jamás que BaekHyun pase por eso… quiero que sea feliz, quiero hacerlo feliz siempre.” ChanYeol tomó otra galleta. “Lo veo haciendo café, y es algo absolutamente aburrido, pero la manera en la que él lo hace, es como si estuviera creando obras de arte dispuestas para el mejor de los reyes.”

 

KyungSoo sonrió para sí mismo mientras pensaba en JongIn. “Sí que estás enamorado, ChanYeol…”

 

ChanYeol lo miró y sonrió también tomando la última galleta. “¿Por qué no habría estarlo?  Es BaekHyun.”

 

 

I will be good
I don’t ever want to say “I will be good” ever again
I don’t want to say it
I won’t say “I love you” ever again
I will be good
I don’t ever want to say “I will be good” ever again
I don’t want to say it
All the times I held back words of separation, I will say it now.

 

 

Las personas aplaudieron cuando BaekHyun terminó la canción, había algunas chicas llorando, pero eso ya era normal. Bajó de la tarima entre aplausos, un tanto avergonzado por la atención recibida; pero que de todas maneras le agradaba porque era bueno que a los clientes les gustara su voz.

 

KyungSoo tomó su lugar en el escenario, sólo que no para cantar.

 

“Muchas gracias a todos ustedes por venir aquí hoy, gracias por endulzar su día gris con lo que Sweetie Pie tiene para ofrecerles. Recuerden que siempre estaremos aquí para ustedes, ya nos conocen, saben que nos gusta conversar… además, nos sentimos halagados de ser el final feliz lleno de dulces que merecen.”

 

 

 

---

 

 

 

BaekHyun se colocó el gorro de lana negro firmemente sobre su cabeza para protegerse del frío invernal que azotaba la ciudad a esas horas de la noche. Se había despedido hace poco de KyungSoo y los demás, no sin antes decirse unas cuantas palabras de consuelo respecto a que mañana sería viernes y sólo quedaría un día más para que se tomaran un descanso. BaekHyun vivía a un par de cuadras de la pastelería, por lo que no tenía necesidad de tomar ningún tipo de transporte ni gastar en pasaje, sólo debía caminar un poco; aunque en noches como esa, con tanto frío, caminar era algo poco alentador.

 

Pero lo que lo incomodaba, no era el frío en sí, era el hecho de que ChanYeol estaba junto a él hablando hasta por los codos.

 

“… por eso debemos ir a comer un día de éstos, ¿no crees? Yo sí lo creo.”

 

El más bajo sólo lo escuchaba, ni siquiera era necesario que respondiera porque ChanYeol lo hacía por él. BaekHyun sólo trataba de que no se le notara la sonrisa plasmada en su rostro, porque eso sí sería vergonzoso; no sólo por el hecho de que ChanYeol lo acompañaba a casa cada vez que iba a la pastelería.

 

Estaban sólo ellos dos en la calle, ni siquiera había autos pasando, quizá por la hora, o quizá porque el mundo sabía que si algo interrumpía ese momento, a BaekHyun le daría un ataque. Estaban a pocos pasos de llegar a la residencia del mayor, y ChanYeol estaba tranquilo, sin notar las oleadas de odio que salían del más bajo. Era extraña la relación que llevaban.

 

No, espera.

 

No era una relación, era sólo BaekHyun y la mascota de la pastelería, ¿cierto?

 

Claro.

 

Era algo rara la manera en la que se habían conocido. Un día ChanYeol sólo entró a la tienda pidiendo lo más dulce que tuvieran porque tenía hambre, luego vio a BaekHyun y comenzó a decir que debían tener una cita; sólo que BaekHyun se negó esa vez, y la siguiente, y la siguiente, y la siguiente.

 

En algún momento, en medio de las tantas negativas, BaekHyun comenzó a preguntarse qué pasaría si por una vez aceptaba. Sería sólo una cita, no podía tener un corazón roto en sólo una cita, ¿cierto?

 

Pero luego veía a las personas entrar llorando al local, y todas esas interrogantes se iban para darle espacio a un rotundo no.

 

“¿Por qué no te arriesgas?”

 

¿Ah?

 

Oh.

 

Se había metido mucho en sus pensamientos, dejando de escuchar el monólogo de ChanYeol, por lo que no sabía a qué se refería ni de qué estaba hablando.

 

“¿Arriesgarme con qué?”

 

“Con salir conmigo.”

 

“. . .”

 

“No te voy a romper, Baek… eres demasiado maravilloso como para dañarte de alguna forma.”

 

“Ya te he dicho la razón.” BaekHyun se mordió el labio mirando hacia otro lado.

 

“KyungSoo fue el que inició todo esto, pero míralo ahora… tiene al idiota de JongIn y es feliz con él.”

 

“KyungSoo tuvo suerte.”

 

“KyungSoo se arriesgó.”

 

Llegaron finalmente al edificio en el que vivía el mayor, pero no entró, sólo se quedó de pie esperando algo que no sabía qué era. No era la primera vez que le decían que debía arriesgarse, pero, ¿qué pasaba si lo hacía y perdía?

 

Sin embargo…

 

“BaekHyun… por favor.”

 

¿Qué pasaba si lo hacía y ganaba?

 

“Está bien.”

 

En ese momento estaba muy oscuro para realmente contemplar lo rojas que estaban las mejillas del chico más bajo, pero él habría dicho que era por el frío si le hubiesen preguntado. A pesar de eso, no estaba lo suficientemente oscuro como para no notar al par de personas compartiendo un beso en medio de la calle, en una noche de invierno, a altas horas de la noche.

 

Deberían haber entrado, se estaban congelando.

 

 

.

 

.

 

.

 

 

 

“Deja de mirarme así, maldita sea.”

 

“Segundo aniversario, ¿eh? Niégalo ahora, te reto.”

 

“¡KyungSoo! ¡Maldición!”

 

“ChanYeol y BaekHyun~ se dan besitos y se aman mucho~”

 

“Tengo agua caliente en las manos, no hagas que accidentalmente a propósito la derrame sobre tu cara.”

 

“¿Ya te propuso matrimonio acaso? ¿Debería hacer el pastel de bodas?”

 

“. . .”

 

“BaekHyun…”

 

“La boda será en julio.”

 

“Oh, por Dios.”

 

Muchas galletas de frutilla, hojaldres de manzana y un anillo de plata cayeron al piso en ese momento.

 

 

 

 

 

 

--

 

 

 

 

Notas finales:

Aprovecho mi momento de desvarío para darle gracias a las personas que dejaron review en mis otros One-Shots porque ahhhh, me hicieron el año. Son fabulosas y se han ganado mi amor eterno.

Y ahora respecto a esto, espero que también les guste.

Lol, me voy a matar.

 

-Kale. 


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