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Solo un poco más. por Nielie

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Notas del fanfic:

 No hagan caso a mis resúmenes, siempre son algo raro ;_;


No sabía si poner una advertencia, porque no es tan fuerte, a mi parecer es bien suave.

Se rindió con la puerta luego de… No recuerda exactamente cuántos intentos habían sido. Pero golpeó una vez más el picaporte antes de volver a merodear el sofá. Vueltas y vueltas, una tras otra.

 

El sonido del teléfono resonó. Y el bajito sonrió tiernamente, corriendo a tomar el objeto. La voz de una eficiente mujer contesto del otro lado, su voz suave y amable, pero también automatizada.

 

— ¿Mamá? Oh mamá, te he extrañado tanto. ¿Tú también? No digas esas cosas, siempre seré tu pedazo de cielo.

 

Con su mano libre estuvo jugando con el elástico que había recogido de la mesita en la que estaba el teléfono, estirando, haciendo formas.

 

— ¿Sabes? Chanyeol se ha estado esforzando más, se preocupa mucho por mí. Ya no tienes que preocuparte o mantenerte enojada con él, es un gran chico, siempre te lo he dicho.

 

El sudor de su frente limpiado con la mano, el elástico entre los dedos. Se limpió en su gastada camisa.

 

— Yo también te amo. Estaré esperando tu visita, dile a mi padre que también lo amo. Sí. Hasta luego. —Colgó, y soltó una sonrisita juguetona.

 

Estaba aburrido, ansioso. La liga en su mano ya no le era divertida y la tiro al suelo, limpiándose de nuevo el sudor de su frente, ahora con su antebrazo.

Volvió a su habitación. Abrió sus ojos ante el desorden que era aquella habitación.

 

— A Chanyeol no le gustará ver todo esto así.

 

Se apresuró a ordenar todo. Como si tuviera una bomba de tiempo en él, corrió y movió sus manos rápidamente, ordenando las camisas, y demás ropa en los muebles.

 

El sonido del seguro de la puerta quitándose. Miro el reloj rojo en la pared de su habitación, su vista borrosa no le dejo distinguir la hora. ¿Habría llegado ya Chanyeol?

Las llaves colisionando una contra otras, la puerta siendo levemente pateada. La estaban forzando.

 

— Me han venido a buscar.

 

Susurro bajamente, y se escondió debajo de las sábanas de su cama. Su cuerpo comenzando a temblar más aún. Miedo creciendo con cada respirar.

 

La puerta de su habitación siendo abierta.

 

— ¿Baekhyun?

 

Dio un fuerte salto ante la mención de su nombre. Miro con miedo a la persona que se encontraba entrando en su zona de confort. Tomó algunos de los productos en la mesita de noche cerca de él y los lanzó a la persona que estaba entrando sin su permiso.

 

— ¡Lárgate! ¿Cómo te atreves entrar en mi hogar? ¡Vete! —más cosas eran lanzadas a la persona extraña para Baekhyun— ¡Que te vayas! ¡Llamaré a la policía, te lo advierto!

 

Su nombre saliendo repetidas veces de la boca de aquel hombre, su tono repugnaba a Baekhyun y quería empujar a esa persona en un pozo sin fin.

 

— ¡Tengo un novio que sabe artes marciales! Si te acerca más te matará ¡¿Escuchaste?! ¡Vete! —gritó, haciendo que su garganta le doliera.

 

Sintió realmente miedo y asco cuando aquel tipo lo envolvió en sus largos brazos, aprisionándolo, dejándolo sin salida, apretándolo fuertemente en su pecho.

¡Quiere matarme, quiere estrangularme, quiere matarme! Gritaba una voz en su cabeza. Solo podía temblar y esperar que alguien lo salvara.

 

— Estoy aquí, no temas, ya estoy aquí Baekhyun, soy yo; Chanyeol, no temas… Se ha ido.

 

Abrió un poco sus ojos, los que estaban fuertemente cerrados. Trato de recuperar la vista, subió su rostro para ver a su novio. Sus ojos grandes y brillosos, su sonrisa tranquilizándolo.

 

— Oh Chanyeol. ¡Ha sido horrible! No me sueltes —se aferraba con fuerzas al cuerpo del alto— Ha querido matarme Chanyeol, ha querido matarme, no me dejes solo. ¿Se ha ido de verdad? No quiero verlo de nuevo. —hablaba rápidamente.

 

— Se ha ido, no te preocupes. —voz suave y tranquilizadora.

 

— Te has demora mucho ¿Dónde estabas?

 

— Trabajando, lo sabes Baek.

 

— ¿Salgamos? Quiero pasear por el parque. —preguntó casi rogando.

 

— No. Aun no Baek, han pasado pocos días, debes recuperarte.

 

— Pero ya es-estoy bien, no pasa nada, podemos salir, iremos los dos, juntos.

 

— Quizás después. Vamos a dormir.

 

Chanyeol le ofreció aquella pastilla que lo hacía dormir tranquilo, aquella que a veces no quería ver, pero su novio se la daba con una sonrisa que no podía ignorar y decirle que no.

 

Vio cómo su pequeño novio se quedaba dormido en su regazo, leves quejidos saliendo de su garganta. Se alegró de no ver tanto sudor en su rostro.

Habían pasado pocos días, aun necesitaba más. Y odiaba como la vida era tan cruel con aquella criatura en su regazo. Si tan solo se hubiera dado cuenta antes, si tan solo se hubiera percatado. Aquel a quién amaba no estaría sufriendo de esta manera.

 

Acomodó a su novio en la cama, lo dejo durmiendo tranquilamente. Se sacó aquella corbata que sentía apretaba cada día más en su cuello.

 

Comenzó a ordenar el total desorden de su hogar. Tenía nostalgia por sus copas, aquellas que ahora hacían ver vacío aquel mueble en la cocina.

 

Salió del departamento para poder comprar algo de comida, solo la justa y necesaria para esa noche y el día siguiente. No volvería a cometer el error de dejar la comida y a Baekhyun juntos otra vez.

 

Cuando volvía se encontró con su vecino cerca de su puerta, su mirada con el ceño fruncido, claramente molesto; no predecía nada bueno.

 

— Chanyeol.

 

— Junmyeon.

 

Un saludo más que seco. Uno que no solía ser así meses atrás. Porque ambos se darían la mano, y se saludarían con entusiasmo, comenzando una corta conversación, que siempre terminaría con sonrisas de ambos.

 

— Lo ha hecho de nuevo. Sé que trabajas y no puedes vigilarlo todo el tiempo, pero podrías bloquear las ventanas también. Al parecer las barras no son suficientes.

 

— No me pidas que lo trate como si fuera un reo.

 

— Como si no lo pareciera más cuando ve por la ventana. Pero ha estado llamando a mi hijo de nuevo.

 

— Lo siento.

 

— Tiene solo siete años Chanyeol, aun no quiero que aprenda de la mala vida ¿Entiendes?

 

— Entiendo.

 

— No quiero ser duro, pero me gustan mucho estos bloques, no quiero dejarlo porque el vecino de al lado le pide favores imposibles a mi hijo.

 

— Lo sé, y una vez más lo siento. Trataré de solucionarlo.

 

— Gracias. —medio sonrió y se encamino a su departamento— No me gustaría tener que notificarle al casero sobre esto.

 

Chanyeol solo pudo tragar duro. Esto se le estaba saliendo de las manos, y no tenía ayuda alguna. Descansaba en el respaldo de que mañana no tendría que trabajar y podría tratar de razonar con su novio.

 

*

 

Conforme movía las manos entre los cabellos rubios, la mugre se iba acumulando en la espesa espuma que se formaba.

 

— Debes de bañarte en la semana Baek, tu cabello puede opacarse ¿No quieres eso verdad?

 

— Mmhm.

 

Baekhyun jugaba distraídamente con los dedos de uno de sus pies, tratando de limpiarlos, cuando estos ya lo estaban. Tarareaba una canción que Chanyeol no reconocía, pero al menos pudo encontrar que Baekhyun estaba tranquilo, y estaba comenzando a ser como era antes.

 

Luego de limpiar por completo a su pequeño novio, lo llevo a la cama, donde jugaban a ponerse la ropa. Risas y sonrisas que tanto extrañaba Chanyeol. Oh sí, como las extrañaba. Esas que sonrisas que no tenían ese temblor, las risas que no eran opacadas por otros sonidos y luego volvían a ser ellas.

 

Ambos se recostaron en el sofá, viendo algún programa de la televisión.

 

— Chanyeol —llamó Baekhyun— Mi madre me ha llamado.

 

— ¿Enserio? —miro a su novio algo incrédulo. No creía que aquella mujer siquiera pudiera llamar.

 

— Si. Me dijo que me extrañaba, que vendría un día de estos a visitarnos. —Sonrió y depositó un beso en la mejilla del alto.

 

— Claro, la esperaremos. —acarició con cautela el cabello de su amante.

 

Era en aquellos momentos, que quizás quería se quedaran. Porque el Baekhyun que era antes sabía que sus padres nunca lo llamarían, y si lo hacían seria solo para insultarlo.

Después de todo, aquella familia no quería a un hijo descarriado, no quería a un ser asqueroso, lo odiaban, y no hallaron mejor cosa que botarlo a la calle. Y Chanyeol dio gracias que hubieran estado juntos, porque no se hubiera imaginado que habría hecho Baekhyun sin su apoyo.

 

El sonido de la puerta resonó, y se escuchó una voz femenina llamar a Chanyeol, quién le dijo a su bajito novio que era una compañera de trabajo que le vendría a dar unos papeles. Baekhyun asintió y se quedó en el sofá.

 

Cuando un minuto había pasado, y la compañera de Chanyeol lo había atrapado en una conversación sobre las nuevas ofertas del supermercado al cual ambos frecuentaban. Apareció un no muy alegre Baekhyun ante ellos.

 

— ¿Quién es ella? —preguntó enojado.

 

— Es la compañera de—

 

— ¡Largo perra! ¡Vete de aquí! ¿Cómo te permites coquetear a un hombre ajeno? ¡Es mío! ¡Lárgate de aquí, antes de que te saque a patadas!

 

Y antes de que Baekhyun pudiera siquiera tocar a la mujer al lado del alto, este lo agarro y lo llevo dentro del hogar. Disculpándose con su compañera, quién tenía una cara más que molesta.

 

— ¡Basta Baekhyun!

 

— ¡Basta tú! ¿Cómo te atreves a engañarme? ¿Ya no te gusta mi culo? ¿Es eso?

 

Chanyeol pasó la mano por sus cabellos, tratando de tranquilizarse. Tomó al bajito y lo llevo a la habitación.

 

— ¿Ahora eres hetero? ¡Respóndeme maldita sea!

 

El bajito daba rasguños y patadas al alto, quién no soltaba una sola queja. El sudor en el cuerpo de Baekhyun comenzó a aparecer, junto a unos leves temblores.

Chanyeol le ofreció aquella pastilla de nuevo, sonriéndole como siempre lo hacía. Esta vez Baekhyun no la acepto de buena manera, la tomó y la tiro en alguna parte de la habitación, mientras sus dientes castañeaban levemente.

 

— ¡Que me respondas, dímelo, admítelo! ¿Has encontrado a alguien mejor que yo, verdad? ¿Verdad?

 

— No digas eso, sabes que te amo.

 

— ¿Entonces esa mujer?

 

— No es nadie, nadie —abrazó al bajito quien se oponía, pero dejo de forcejear para refugiarse en el caliente pecho de su novio—

 

— Te amo.

 

— Yo también.

 

Esa noche no fueron necesarias las pastillas para que Baekhyun se quedara dormido, no, solo basto el reconfortable pecho de su novio para poder dormir tranquilamente.

 

*

 

Los días avanzaron, y la ventana de su departamento fue bloqueada por completo. Baekhyun se quejó, diciendo que quería ver hacia afuera, que quería respirar aire puro. Mas no pudo hacer nada, porque Chanyeol no quería que descubrieran a Baekhyun, no sabía dónde podrían ir luego de aquel lugar.

 

— Baek, tengo algo para ti.

 

— ¿Qué es?

 

— Pero debes elegir entre eso y algo más —la mirada de su bajito novio expectante ante lo siguiente— Tengo eso que antes usabas —posó su mano en la mejilla de Baekhyun, quién la sostuvo con una se sus manos tiernamente— Y también tengo esto que siento por ti. ¿Qué prefieres?

 

Chanyeol sabía que corría un riesgo en hacer algo así, habiendo pasado tan pocas semanas desde el comienzo de la rehabilitación de su novio.

 

 

—¿Q-que es lo que tienes, que usaba?

 

—Eso. Metanfetamina, Baekhyun

 

—¿L-lo tienes? ¿Enserio?

 

Temía por esos ojos expectantes, por aquella expresión ahora más que despierta, como si fuera un can esperando a que su amo le lanzara la vara para seguirla.

 

—Si. Pero debes se elegir Baek, entre eso y tenerme a mí.

 

—¿Qué? ¿Por qué dices eso? Ambos podemos usarla, te hará bien Chanyeol, te quitara todo ese estrés del trabajo —decía entusiasmado— ¿Dónde está? ¿Dónde la tienes?

 

—Baekhyun…

 

—Vamos Chanyeol, usémosla, solo un poco, no nos hará nada.

 

—¿La has elegido a ella?

 

—Nunca, claro que no, tú eres a quién amo…P-pero, solo un poco Chanyeol, por favor.

 

El alto se separó del bajito, encaminándose a su habitación, seguido por los cortos pasos de su novio. Chanyeol se posicionó frente al armario que compartían juntos, suspiro fuertemente mientras apretaba los puños a sus lados.

 

—¿Está aquí? ¿La tienes aquí? —Baekhyun preguntó impaciente.

 

—No Baekhyun, no está aquí, no está en ningún lado.

 

—¿Cómo? Dijiste que tenías—

 

—Mentí.

 

—¿Por qué me has mentido? —arrugó el entrecejo— ¿Por qué me mientes? ¿Todo lo que me dices son mentiras? ¡¿Todo?!

 

—No todo. —volvió la mirada a Baekhyun, quién se encontraba más que molesto— Pero supongo que la verdad ya no importa.

 

—¡Mentiroso! ¡No quiero verte! ¡Vete! ¡No quiero verte nunca más, solo me mientes! —explotó, saliendo de la habitación y comenzando un desastre en el living. Los sonidos de objetos siendo volcados, y demás no se hicieron esperar.

 

Luego de media hora, Baekhyun se tranquilizó, pero no había olvidado lo anterior, aún tenía en mente que su novio le había mentido con tener aquello que tanto había estado anhelando por días, días que sintió como años. Quería sentirse bien otra vez, quería que Chanyeol también se sintiera como él ¿Es que no lo comprendía?

 

 Despertó de su pelea mental cuando escucho ruido en su habitación, alzó la mirada y se encontró con Chanyeol saliendo de la habitación, un abrigo negro puesto, al lado de una maleta igual de negra. Dejo en aquel lugar la maleta y se encamino a donde se encontraba su novio.

 

— ¿Aun estas enojado conmigo? —preguntó Chanyeol, su voz débil.

 

— Mentiroso. —recibió como respuesta y mordió su labio inferior. Apretó el agarre en la orilla de su abrigo y espero unos segundos.

 

— Es gracioso que no pueda despedirme. Simplemente no puedo decirlo —su voz levemente quebrada— Pero ya estoy cansado, el trabajo se hace cada vez más pesado y no puedo con nada. Serán unos días, volveré luego ¿De acuerdo?

 

— ¡¿A dónde vas?! —gritó Baekhyun al percatarse de las palabras de Chanyeol, sumado a su vestir y maleta— ¿Qué estás haciendo?

 

— Lo siento.

 

— No… ¡No! —corrió al lado del alto, aferrando sus manos a los brazos de este— ¿No me dejarás, verdad?

 

— No, solo me iré unos días Baek, yo…

 

— ¿Fue por lo de antes? Yo… yo estaba mintiendo, sí —rió nerviosamente— mintiendo, sabes que me enojo fácilmente, esto… No puedes irte.

 

— Solo cuídate ¿sí? Vendré a dejarte lo necesario.

 

— ¡No, no!  —comenzó a llorar en el pecho del alto.

 

— La prefieres a ella Baekhyun, aun la prefieres a ella.

 

— No es verdad, no es verdad —decía entre sollozos.

 

— Quiero tratar de confiar, pero…

 

Baekhyun no dejaba de sollozar en el pecho de su novio. Porque esto le dolía más que no tener aquello que quería ¿O no?

 

Varias suplicas fueron dichas, y Chanyeol no creía poder soportar aquello, porque en cualquier momento cedería y se hallaría en aquella rutina que amenazaba con hacerlo caer.

 

Aquella cosa, aquello se había llevado a su novio hace ya tanto tiempo, y hubo un tiempo donde la esperanza de que aquel recuerdo borroso desapareciera de una vez por todas, porque no quería que su adorado amante cayera más en aquel pozo que había estado bajando de a poco.

 

Luego se vio llorando junto a su novio. Porque el corazón le apretaba y no era capaz de dejarlo.

 

— Prométeme que todo volverá a ser como antes. —decía mientras besaba la frente del bajito.

 

— Lo prometo. Te amo.

 

Y aunque Chanyeol sabía que aquello podría ser más una mentira que una verdad; se quedó.

Porque Baekhyun no podía vivir sin él, porque Chanyeol era casi lo mismo que la metanfetamina para Baekhyun. Y Baekhyun lo era todo para Chanyeol.

Notas finales:

"...Y todos se murieron" Patricio estrella. 

Okno xD Quizás alguien entendio el chiste, quizás.

 

Bueno, no termina en un super happy end, lleno de flores y arcoiris, pero me fue inevitable escribirlo Q_Q Me he plantado como objetivo escribir de todos los géneros posibles con el ChanBaek xD

 

Si les gusto, me gustaría saber su opinión, siempre es bien recibida ;') también las críticas constructivas, u observaciones sobre ortografía (siempre se pasa algo;;)


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