Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Sinceramente tuyo por IxchelNyx

[Reviews - 1]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Espero les guste ^o^

 

Nombre: Sinceramente tuyo

Serie: D. Gray - Man

Pareja principal: Lavi x Allen

Pareja secundaria: Allen x Kanda

Tipo: Sonfic

Canción: Sinceramente tuyo- J. M. Serrat

 


Capitulo único


Ver cómo te destruía poco a poco, como absorbía tus mejores años, para jamás regresártelos, lo sabía tú y todos, y aun así no haces nada para cambiar aquella situación. De nuevo té lastimo, lo sé porque en tu rostro hay indicios de que estuviste llorando, me acerqué a ti, te contemple mejor, aún eras un niño, lo sé por la forma de tu rostro. Levante tu mentón cuidadosamente solo para percatarme que te había golpeado, ese maldito se atrevió de nuevo.


- ¿Qué te ha hecho ese maldito?- con mi dedo delinee con cuidado el golpe


- Nada yo tuve la culpa, Lavi... Me dejo... Dijo que yo no era suficiente, se fue para siempre me dijo que le serví de diversión, se burlo de mí, se enfureció por qué hablo contigo y me dejo... Simplemente me dejo...- te desplomaste pesadamente y comenzaste a llorar.


- Él no te merece- ceñí tu cuerpo contra el mío.


- Mañana lo buscare, haré lo que me diga, hoy estaba molesto, mañana se le olvidará lo que hice, me perdonará y regresare junto a él, seremos entonces felices... -Pareces realmente no escucharme.


- ¡Cállate! Sabes que eso no pasara, encontrará cualquier razón para pelear y te golpeara de nuevo, volverás a llorar, terminaran, luego irás tú a buscarle, te disculparas, te dirá <<te amo>> y lo perdonarás, se enredara con alguien, te reclamará y el ciclo se repetirá, llegarás a los 50 y el realmente te dejara, te darás cuenta que estas viejo y solo y aun así creerás que lo amas- guarde silencio, sabía que mis palabras te herían pero eran la verdad eso iba a pasar.


- Eso no...- querías negarlo, aún no estabas completamente preparado para aceptar la verdad.


- No lo niegues lo detesto, ya no hagas eso, si él en verdad te ama tiene que cambiar- te solté, me molestaba que en verdad le creyeras.


- Cambiará- lo aseguraste una vez más


- Te equivocas ambos sabemos que es más fácil que se acabe el mundo a que el cambie- sostuve tus manos entre las mías.


- Lo hará por qué me ama- apretaste el agarre tratando de convencerme


- No lo hará por sí solo, pero te ayudaré para que lo obliguemos, pero prométeme que si no funciona entonces él en verdad no te amaba y lo dejaras para siempre, ¿estás de acuerdo?- solté nuestras manos para poder acariciar tu rostro. Limpiando las lágrimas.


- ¡Sí! Gracias Lavi- me abrazaste con cariño como me hacías daño


- De nada- como es posible que él no te amé, te aferre con fuerza- v-vamos con Kumui- tu simple cercanía carcomía mi marchito corazón.


- Pero si hacemos eso mañana no podré ir a ver a...- te separaste de mí.


- No digas su nombre y esa es la idea- no podía escuchar su nombre con tu voz.


- Pero...- parecías dudar


- ¿No confías en mí?- no quería perder esta ocasión


- No es eso, es solo que ahora no estoy tan seguro- jugabas con tus manos, mostrando lo inseguro que estabas


- No te preocupes todo va a salir bien- pase mi brazo alrededor de tus hombros para comenzar a caminar


- Pero al menos puedo avisarle que salí de misión- te detuviste un momento


- No- te jale con un poco más de fuerza, no te dejaría ir, no ahora.


- Pero...- con mi dedo tape tus labios evitando que refutaras tu decisión.


- Sin peros, vamos rápido- tome tu mano entre la mía y corrí, quería que estuviéramos así siempre, pero por el momento me conformaría


Ya no dijiste nada pero sabía que no estabas muy convencido. Para asegurarme que no lo visitarías me quedaré en su habitación, se indignó un poco, por no confiar en él, pero al final terminó aceptando.


Todo parecía que corría según el plan, suspire una vez más, no entendía quién de los dos era más estúpido, si tú por tratar de conquistar a alguien como Yu o yo por ayudarte a conquistarlo, aún en contra de mis sentimientos.


Salimos del cuartel a primera hora, evitando que fueras tras él, así que seguramente ahora está de un terrible humor, gracias a dios no voy a estar presente para verlo.


La misión en si era muy simple, nada difícil, lo realmente importante es pasar tiempo con él, logrando por un pequeño periodo que lo olvides.


Tomamos el tren, platicábamos de diferentes cosas y yo trataba de hacerte reír cada que podía, fue un viaje muy ameno y muy relajarte por un momento me olvide de todo, llegamos a nuestro destino, encontramos una inocencia, y pedí que este momento fuera eterno y me propuse luchar por ti hoy para que mañana fueras mío, trate de seducirte haciendo todo lo que tenías que hacer con Yu usando el pretexto de que era mejor así.


El viaje de regreso, había sido tan corto, pero ameno. Hasta que la pregunto cayó como un balde de agua fría.


- Lavi ¿Quién te gusta?- me miraste serio esperando que contestara, como tenía ganas de decirte <<tu>> pero no pude, no podía, no estaba dispuesto a perderte, no tan pronto. Mire el enorme edificio erguido ante nosotros, lo que poco a poco se convirtió en nuestro hogar


- Lo dices como si supieras que me gusta alguien- me separe de ti.


- Jajajaja no seas huraño y dime quién te gusta- tu sonrisa me cautivo.


Le devolví la sonrisa – Si lo amo o no, no importa, esta con alguien más- tu rostro mostraba pena.


- Yo lo siento, no lo sabía- te dedique una sonrisa.


- Puedo describirlo, si es que tanta curiosidad te da- trate de animarte, bueno en realidad a mí. Asentiste curioso- cuando me mira a los ojos me siento tan transparente, es probable que vea a través de mi; tiene una hermosa sonrisa, es tan cálida; sus brazo son fuertes para proteger lo que más quiere; sus piernas son resistentes para mantenerse en pie; tiene un enrome corazón, es tan inocente, a veces siento que junto a él yo parecería un lobo y el un lindo corderito, pero ahora solo queda de él una sombra parecido a un humano, aun así no puedo evitar amarlo –suspire cansado, sentí un sabor amargo.


- Puf, te pego fuerte el amor, lástima que este con alguien más- pusiste tu mano sobre mi hombro tratándome de reconfortarme.


- Si, lastima…- sonreí melancólicamente, te mire, no podía deprimirme, no ahora que te tenia, así junto a mí- ¿Ya sabes qué hacer?- trate de desviar lo conversación.


- Si- sonreíste.


- Explícame- me detuve antes de entrar a la orden


- No lo buscare, iremos a comer de ahí a la biblioteca, luego a entrenar, después a dormir – contaste infantilmente con los dedos.


- Mañana…- no pude terminar.


Esquive un golpe que se dirigía a mi cara, sabía quién me atacaba, Yu estaba realmente furioso.


- Yu detente- trato de tranquilizarlo Allen tomándolo del brazo.


- No me hables por mi nombre maldito Moyashi – lo aparto bruscamente de él.


- Yu cálmate, ¿Cuál es tu problema?- trate de tranquilizarlo también.


- Tu- me miro con desprecio, y creí saber por qué- por tu culpa todos creen que pueden hablarme por mi nombre - Lo mire incrédulo, nunca lo admitiría, Yu estaba celoso, dentro de mi algo cambio, ya no había lugar para mí nunca más, sonreí con amargura, ya no trate de defenderme o detenlo.


- Lavi vamos a ver a Komui- Allen me arrastro con él, lejos de Kanda, sin esperar que le contestara.


Nos dirigimos con Komui, le entregamos la inocencia, el día siguió tal cual lo planeamos, al final del día pude notar que estabas bien, relajado, se podría decir que habías regresado a ser el mismo Allen del que me enamore, ya no eras su sombra.


- Lavi descansa- se acodo en su cama, encontrando la mejor posición.


- Gracias Allen, que sueñes con los angelitos y entre ellos me buscas- sonreí.


- Jajaja, aun no entiendo por qué tienes que dormir aquí- me miraste para que pudiera notar el tierno mohín que hiciste.


- Eso es obvio, para que no corras a buscarlo- una sonrisa curvo mis labios, no podía decirte que era para poder observarte mientras duermes, eras perfecto, si tan solo te hubiera conocido antes que él, suspire.


- Si tú lo dices – cubriste tu cuerpo con la cobija.


Te dormiste, roncaste como siempre, realmente te amaba. Prometí en silencio que si tú eras feliz yo sería feliz, deje que unas cuantas lágrimas escaparan de mis ojos, pero ¿Por qué dolía tanto?


- Toc, toc, toc- me acerque a abrir, ¿Quién podría ser a esta hora?, antes de abrir verifique que no despertaras.


- ¿Qué haces tú aquí?- podía sentir la rabia emanar de su cuerpo por mi presencia, kanda era una persona de cuidado.


- Justo era lo que te quería preguntar, ¿Qué haces aquí?- querías entrar, no te lo permití.


- Que te importa, ahora mismo toma tus cosas y lárgate- sus palabras estaban impregnadas con veneno.


- No me iré- me mantuve firme, no permitiría que entraras a interrumpir su sueño.


- ¿Eres sordo?- me pregunto con ironía.


- Te escuche cuando lo dijiste, pero no me iré, ven mañana si aún te interesa, prometo no hacerle nada, pero por favor, si no lo quieres déjalo libre, deja que encuentre el amor- no podía evitar sonar suplicante, apretaba con mi mano el marco de la puerta, me sentía impotente.


- Stk, porque todos se meten donde no les llaman, mañana vendré y más te vale que no le hagas nada maldito conejo- me amenazo con Mugen en mano, cuando cerré la puesta me sentí tan agotado, sentí como las fuerzas abandonaban mi cuerpo y me derrumbe con fuerza sobre lo que era mi cama, apreté los ojos, tratando de evitar que las lágrimas fluyeran.


Mañana tal vez te perdería para siempre, esa noche no pude dormir quería conservar este recuerdo que me ofrecías. El día llego, despertaste con muchas ganas de hacer ejercicio, iniciaste con tu rutina diaria para mantenerte en forma, fuimos a desayunar comiste una gran cantidad de comida, sonreíste como cuando no estabas con él, Lenalee estaba muy contenta igual que yo, el día seguía sin cambios, por eso decidí que era hora de un baño, deje que el agua corriera por mi cuerpo llevándose con ella todas las dudas que tenía.


Decidí que aceptaría el resultado fuera cual fuera, salí del baño, no esperaba encontrarte ahí sentado en mi cama, esperándome, se supone que estarías con Lenalee y ella no dejaría que te aproximaras a Kanda.


- Allen ¿Qué paso?- te mire, estabas devastado era como si hubieras luchado con el Conde Milenario y toda la familia Noe juntos.


- El me busco- balbuceaste, apretaste tus puños contra tus piernas


- ¿Qué?- por un momento pensé que no había escuchado bien.


- Si, él fue a buscarme… yo no pude negarme a hablar con él- negaste con la cabeza, tal vez tratando de asimilar.


- Y lenalee no impidió…- mi cerebro se negaba a aceptar


- Él se portó bien conmigo- parecías triste.


- Entonces ¿Por qué estás aquí?- me hinque para poder verte a la cara


- Me dijo la verdad- me miraste por un momento


- ¿Y?- estaba ansioso por su respuesta


- Se enamoró- mi corazón se rompió en mil pedazos, te mire, tu expresión era igual a la mía, me miraste a mi único ojo- si se enamoró…pero no de mi- y tus palabras murieron.


- ¿Qué?- me levante, no podía seguir así, no quería que notaras la sonrisa que pugnaba por salir, busque mi ropa en cada uno de mis cajones haciendo tiempo y evitando que te mirara y tú a mí.


- Como mencione, se enamoró de alguien más- te levantaste siguiéndome.


- ¿De quién?- no lo podía creer Yu kanda enamorado de alguien.


- No quiso responderme, pero sus palabras fueron claras, quería que siguiera adelante, que encontrara la felicidad, que amara de verdad… jeje- una risa nerviosa escapo de tus labios- sabes estoy tan enfermo, le pregunte si estaría con esa persona…no puedo evitar olvidar su expresión, cuando me respondió, me sonrió… y sentí tristeza, la misma que el reflejaba con su expresión, te lo repetiré tal cual él <No, porque él ama a alguien más y deseo que realmente sea feliz y si estorbo, entonces me hare a un lado, sé que he sido un cabron contigo y por eso discúlpame, te he lastimado haciéndote mucho daño, pero por favor vuelve a ser el mismo de antes, prométeme que te enamoraras, le amaras por siempre y lo harás feliz> no pude negarme…así que se lo prometí- guardaste silencio, las palabras parecían que no querían salir de tus labios- se fue a una misión, sentí como si se hubiera despedido… tengo miedo que en verdad se vaya.


- Sabes que así es el oficio- fue lo único que pude articular, mi cabeza daba vueltas, me había mareado.


- Lo sé, pero aun así tengo miedo, miedo de quedarme solo- tus palabras me volvieron a la realidad gire mi cuerpo y te contemple estabas abatido.


- Sabes que estaré para ti- me aproxime para poder abrazarte.


- Incluso, ¿Cuándo sea absorbido por la oscuridad?- rodeaste mi cintura buscando consuelo


- Estaré cuando sea necesario- te estreché con más fuerza


- Gracias por no dejarme- correspondiendo con ímpetu


Esa noche volví a dormir en tu habitación, solo que ahora en tu cama, te daba besos y mimos para confortarte aunque solo fuera un poco.


Después de eso lo último que supe era que tenías una misión, de ahí no volví a verte tras varias semanas, mi misión fue encontrarte y reunirme contigo y así lo hice.


Cuando te encontré ya no eras más tú, el recuerdo que tenia de ti se esfumo, me dio miedo, por primera vez sentí miedo, si miedo que te perdiera para siempre. Me acerque a ti, te tome entre mis brazos, te aferre con fuerza a mi cuerpo, llore y grite hasta quedarme sin voz.


Te estaba perdiendo de poco a en poco, abriste tus ojos me miraste, sonreíste, tus labios se movieron pero de ellos no salió sonido alguno, te cargue en mis brazos busque ayuda y la encontré, al parecer aun había tiempo para salvarte, no volviste a despertar, y aun ahora es lo único que espero, ya hace un mes que no reaccionas, las investigaciones arrojaron que había sido una emboscada, que era imposible que siguieras con vida, pero ahora aquí estoy esperando.


Pero en realidad no quiero que te reanimes, como ¿Para qué?, para que sepas la verdad, efectivamente Yu Kanda se había despedido de ti, había perecido a manos de los enemigos, en realidad no fue el únicos, varios más de la orden incluyendo a Lenalee, ella tan joven tan hermosa; no pudimos hacer nada en nuestras líneas tu faltabas.


Nadie sabe que vives ni siquiera el Viejo Panda, mucho menos saben que soy yo quien te esconde, él sospecha algo, pero no dice nada, sé que tiene miedo, el cambio de bando no fue fácil, teme por mi vida y yo temo por la suya. Ellos creen que has muerto, al igual que la orden, ellos ya saben que somos traidores, era algo que esperaban.


El tiempo se acabó, el juicio final se acerca y no hay posibilidad para nosotros.


Antes de ser un Bookman, quería formar parte de las aventuras, registrarlas, conocer muchos lugares, a muchas personas y sus costumbres, ahora ya no estoy tan seguro, ahora solo quiero vivir muchas aventuras, tal vez en muchos lugares, pero solo contigo, es un sueño lejano, donde no existe la guerra, no es que le tema, solo es un sueño, porque tal vez no haya futuro para ninguno de los dos.


Justo ahora no me arrepiento de nada, viaje por todo el mundo, conocí el amor, no tengo nada de que quejarme, solo tengo una última voluntad, besarte, y porque no corromper más de una vez tu cuerpo, aunque me condenara al infierno.


Que curiosa es la vida, ese día abriste tus ojos me miraste, en tu rostro había duda, trate de calmarte, de tus labios solo una frase salió.


- ¿Quién eres?-


Me pasme, te mire buscando burla y no la encontré, salí en busca del doctor, estaba sorprendió de que en verdad reaccionaras, tenía miedo de que fuera solo un sueño o una ilusión. No lo era.


- ¿Dónde estoy? ¿Quién eres tú? ¿Qué hago aquí? ¿Qué me paso?- al parecer habías olvidado todo, el doctor me explico que era probable que poco a poco recobraras la memoria, pero no era nada seguro. Una idea surco mi cabeza, esta era una oportunidad que no dejaría escapar, me acerque a ti.


- Allen ¿enserio no me recuerdas?, soy Lavi tu novio- después de la primera mentira le siguieron más, haciendo que perdiera la cuenta.


- No te recuerdo, pero sabes mi nombre y pareces ser amable así que te creeré- por el momento no tenías a nada que aferrarte aparte de a mí, me atreví, aproveche al máximo, te bese en los labios, y fue simplemente espectacular, fue rápido, me miraste estabas aturdido y sonrojado, la imagen más hermosa que había visto en mucho tiempo.


- Perdón no quise ir tan rápido, solo que hace tanto que no te besaba, que la simple espera me estaba matando- con mi mano atrape la tuya, el simple contacto se sintió espectacular.


- No hay problema…solo que no me lo esperaba, estoy cansado, podrías por favor irte y dejarme descansar- parecías tan indefenso, lleno de tantas dudas decidí que devoraría tu alma y tu cuerpo costara lo que costara.


- Esta bien, ya mañana será un día nuevo y puede que recuerdes, si no lo haces yo te contare, por el momento descansa y no te fuerces tratando de recordar- salí de la habitación, estaba feliz.


Al día siguiente regrese, recibiendo buenas noticia, te darían de alta y podríamos ir juntos a <casa>, aun no parecías recordar nada, salimos del hospital lo más rápido que podíamos, llegamos al pequeño lugar que llamarías casa, acomodamos lo poco que llevabas, no cruzamos palabras, decidí hacer a un lado mi nerviosismo, me acerque a tu cuerpo, te abrace por detrás, te tensaste, creí me rechazarías, no paso, te dejaste llevar.


Me sentí con más libertad, bese tu cuello, un pequeño y hermoso suspiro escapo de tus labios, sonreí contra tu piel, mis manos inquietas se aventuraron dentro de tu ropa, acaricie tu piel, atrape tus tetillas entre mis dedos, el mundo se detuvo solo para los dos, te amé con pasión y te dejaste amar.


De tus labios solo gemidos escapabas, impregnado mi nombre de deseo, fui cuidadoso evitando lastimarte, las pocas lagrimas que de tus ojos escapaban, las besaba y fuiste completamente mío y fui completamente tuyo.


El tiempo transcurrió y la rutina me canso, quería salir en misiones contigo como en antaño, quería regresar a la orden, que de ella ahora solo quedaban las ruinas y aun así parecía mejor que nada.


La verdad estrujo mi alma, ya nada volvería a ser igual, regrese donde tú, me miraste, sonreíste, te regrese la sonrisa, te tomaría como siempre, con pasión y amor.


Creí que duraría esta <fase de mi vida>, me equivoque, los akumas nos encontraron y atacaron, parecía imposible ganarles, luche con todo lo que podía y tu ayudaste; cuando el ataque comenzó te paralizaste, quedándote quieto y observando, inmediatamente activaste tu inocencia, comprendí, habías recuperado la memoria, nos deshicimos de ellos, al finalizar me miraste, yo no podía mantenerte la mirada así que la baje.


- ¿Por qué?- tenía miedo de afrontarte.


- Ya lo sabes, aun así ¿quieres que te lo diga?- tome valor y te mire.


- ¿Tenías que llegar tan lejos?- de nuevo el miedo me tomo, baje la mirada, observado el desastre, de nuestro <hogar> ya no quedaba nada.


- Tu lo dijiste <tenía que>- levante de nuevo la vista, solo para notar el reproche en tu mirada, de pronto ya no me sentí tan decido- juro que te lo iba a contar pero no sabía cómo- mi vista encontró de repente interesante el piso.


- Confié en ti, yo… te deje hacerme cosas que nadie nunca en el mundo me había hecho, porque creí que eras el <único>, recordé…recordé a Kanda, recordé que lo amo- contra mi pecho se precipitó mi corazón, sentí un nudo en la garganta, era momento de decir toda la verdad, de desahogarme.


- Por favor- roge- no sigas, sabes que soy sinceramente tuyo, por favor no escojas a alguien que ya no está, tómame como me doy entero y tal cual soy- guarde silencio y comencé a llorar me hinque derrotado- yo no quiero ser tu amigo, ¿No te diste cuenta jamás de mis sentimientos?, por favor no me pidas no sentir lo que siento, para mí era terrible verte llorar por aquel y no poder hacer nada- añadí por último, la obscuridad me absorbió un poco más.


- Eras mi amigo, confié en ti, más que en cualquier otra persona… me voy, yo no te amo, disculpa- dicho y hecho te fuiste, dejándome ahí desolado, mientras partías recordé lo que una vez el viejo panda me dijo <Nunca es triste la verdad, lo que no tiene es remedio> y me hundi en mi oscuridad, ya nada más importaba, regrese al plan inicial, Lavi eventualmente desaparecería y lo hizo, regrese a lo que siempre fui, regrese a ser una sombra.


Fin


 


 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).