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Egoísta por Discord Di Vongola Arcobaleno

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Notas del fanfic:

Inazuma Eleven no me pertenece.

Notas del capitulo:

Bueno... honestamente, siento que la "canción"no tiene mucho que ver con la historia pero quería un song-fic y esto fue lo que salió :P Espero que les guste.

Eso es tonto

¿Egoísta? ¿Yo?

Me debes estar confundiendo con otra persona.

Se encontraba el guapo y sexy Kysouke Tsuguri, delantero de Raimon, entrando al hospital pues hoy iba a visitar a su hermano como hacia cada tarse después de entrenar un poco con su equipo, después de hablar con la recepcionista, Kyosuke subió hasta uno de los pisos más altos por el asensor que se encontraba solitario en ese momento.

Luego de llegar a su destino, salió de aquella caja de metal con aire acondicionado y música chillante para encaminarse a la habitación de la persona qe más quería en este mundo, su hermano mayor. No paso mucho cuando llegó frente a la puerta de la habitación del mayor de los Tsuguri´s. Tocó la puerte y después de unos segundos escucho decir "Adelante" desde la habitación.

Abrió la puerta, la vita realmente no le alegro mucho pues dentro del cuarto se encontraba su preciado hermano mayor con esa cálida sonrisa de siempre pero esta vez en lugar de ver el cuarto vacío con las cortinas abiertas y su hermano con un libro en mano, se encontró con un pelinaranja sentado al borde de la cama.

-Kyosuke, que gusto verte. - dijo Yuuichi, con esa amable sonrisa.

-Hola, Nii-san... - dijo este para luego mirar al otro chico. -  y... Taiyou...

-Kyosuke... - comenzó Yuuichi, nervioso. - Taiyou y yo tee estábamos esperando...

-¿Ah, sí? - cuestionó el menor, adentándose más a la habitación..

-Sí. -afirmo Taiyou, seguro, con una radiante sonrisa y sujetando con dulzura la mano del mayor.

-Ehm, bueno... Kyosuke... - comenzó Yuuichi mientras su pálidas mejillas se volvían rojas. - Nosotros... Taiyou y yo...

-Somos novios. - terminó Taiyou.

-¿Desde cuandó? - cuestionó Kyosuke, sin enmutarse.

-2 semana. - dijo Yuuichi, internamente preocupado.

Kyosuke nunca se inmuto. Vio el rostro de su hermano mayor, luego el de Taiyou, luego el de su hermao otra vez y luego a las manos entrelazadas.

-¿Realmente se quieren? - cuestionó Tsuguri.

-Mucho. - respondió Yuuichi.

El delantero del equpi de Raimon frunció el ceño ligeramente y apretó la mandíbula. No le agradaba mucho la idea.

-No  te atrevas a lastimarlo. - declaró con tono frió, amenazante y de ultratumba a Taiyou.

Este solo asintiço petrificado, nunca había sentido tal sensación tan escalofriante.

-Me voy. - dijo Kyosuke mientras se dirigía a la puerta. - Los vendre a visitar mañana, Nii-san.

-¿Ya te vas? - cuestionó Yuuichi, sorprendido.

-Hoy ha sido un día agotador. - fue lo último que dijo antes de salir.

Realmente, no le gustaba la idea de compartir a su hermano. Se supone que es su hermano mayor, no el de Taiyou... pero Taiyou era su novio... Le enojaba la idea. Ahora tendría que compartir las sonrisas de su hermanos. Tendría que compartir sus consejos... sus risas... sus lágrimas...

-*No es como si no hubieras hecho algo similar hace tiempo...* - Le recordó la subconciente de Tsuguri a este.

Kyosuke detuvo su anda y miro al suelo. En algo tenía razón su subconciente, no es la primera vez que compartía algo preciado...

Pero eso no significaba que se acostumbre a ello...

Comparto tus sonrisas

Comparto tu alegría

Compartó tu amor

¿Qué más quieres de mí?

Ya habñia pasado dos años, Yuuichi había logrado salir caminando del hospital, obviamente, Taiyou también, y ambos de alojaban en la casa de Kyosuke, la cual era grande y espaciosa. Pero el dueño de la casa no le gustaba mucho la idea. Claro, le alegraba que su hermano fuera feliz y que pudiera jugar fútbol otra vez, pero sentía qe lo echaban indirectamente de su propia casa puesto que a veces Taiyou se ponía meloso con el mayor de los Tsuguri´s y la mayoría de las veces habñian unas escenitas "subiditas de tono", cosa que Kyosuke no disfrutaba mcuho de ver por lo que prácticamente pasaba la mayor parte de su tiempo fuera de su casa, donde solo regresaba en las noches y algunas veces a la hora de comer y también algunas veces le gustaba salir muy tarde, a lo cual, Yuuichi siempre le reprendía.

Esa noche, Kyosuke se levantó de su cama. Era de madrugada pero aún el Sol se negaba a mostrar sus rayos de luz, por lo que Kyosuke decidió ir, tomar un vaso con agua y luego volver a su cama, pues era fin de semana y podía domir todo lo que se le pegara la regalada gana.

Puso los pies en el suelo y dio un desganado bostezo, estiro sus dormidos músculos y se levantó para dirigirse a la cocina con solo unos pantalnes de dormir grises.

Después de dejar el vaso con el que bebió un poco de agua fría en el lavatrastos, se dirigó hacia las escaleras, las subió con calma y lentitus, con sus sentidos aún algo somnolientos. Cuando llegó al segundo piso se iba adirigir a su habitación pero un ruido lo puso alerta, el ruido venía de la habitación que su hermano compartía con ese Sol con patas. Kyosuke sabía que era muy mala idea pero la curiosidad le estaba comiendo entero, se acercó con paso cauteloso a la habitación de su hermano mayor...

-¡T-Taiyou! ¡Ah!

Eso fue... ¿Su hermano... gimiendo?

-¡Oh ¡Sí! - era la indiscutible voz de Taiyou, solo que más ronca. - ¡Te gusta así! ¿¡Verdad, nene!? ¡Di más mi nombre! ¡Ah! ¡Te ves tan sexy así, bebé!

-¡T-Taiyou! ¡M-más! A-ahh ¡Taiyou!

Kysouke se alejo medio traumado a su habitación, se recostó en su cama y miro el techo, si eso hacia su hermano y su novio todas las noches tenía muy buenas paredes aquella casa pues desde su habitación nunca lo hubiera escuchado aunque estos gritaran como poseídos. Giro el rostro al reloj electrónico que se encontraba en una mesita de noche. 4:07 a.m. Era obvio que no podría domir cómodo sabiendo las barbaridades que estaban esos dos a un par de de cuartos del suyo. Se volvió a levantar, se puso unas calcetas, una blusa sin mangas, y una chamarra con capucha. Bajo las escleras ignorando aquellos ruidos, se puso los zapatos y salió de la casa.

Camino sin un rumbo fijo, viendo como unos pequeños rayos solares se atrevían a asomarse un poco por el Este pero aún así, se notaba que faltaba mucho tiempo para que el Sol saliera en todo su esplendor. Después de avanzar unos pasos más se detuvo y levantó la mirada, se encontrbaa a un lado del río, eso era lo principal. Realmente no le importó mucho, solo se alejo de la orilla y se sentó en el pasto. No sabía donde se encontraba exacamente pero pero eso no era algo que le importara mucho en esos momentos, solamente veía hacía el cielo oscuro, y como unas cuantas estrellas desaparecian ante el toque de la luz del Sol.

Dio un suspiro y se recosto en el pasto, cerró los ojos y puso atención alrededor con ayuda de los oídos. Paso uno que otro carroen el tiempo que estuvo ahí, la brisa suave movía sus cabellos de una manera relajante y adormecedora, pero Kyosuke no podía dormirse en el suelo, a fuera de la seguridad y protección de su casa, eso sería estúpido.

Al final escuchó como unos pasos se acercaban, planeó abrir ls ojos para ver si no era un ladrón, un policía o incluso un asesino pero desistió ante la idea al escuchar un ladrido alegre, seguramente sería otro sujeto grodo paseando a su perro en las mañanas para bajar de peso. Acomodó un poco su cabeza que se encontraba recostada bajo sus brazos, tratando de ignorar como los pasos se hacían más fuertes.

-¿Tsuguri?

El mencionado abrió los ojos con sorpresa, giro su rostro donde vino aquel dulce sonido. Frente a él, un chico castaño con do remolinos en su cabello, de ojos azules metálico y facciones delicadas llevaba una sudadera gris junto con pantalones del mismo color mientras iba sujetando la correa roja de un perro blanco con orejas negras.

-Matsukaze... -murmuró el de patillas rizadas

-¡Oh! ¡Tsuguri! - dijo este, regalandole una hermosa sonrisa de sus rosados labios.  ¡No esperaba encontrarte aqui!

-Tampoco yo. - contestó este mientras se enderezaba y veía como el menor se posicionaba a su lado.

-¿Que coincidencia ¿no? - pre preguntó el cataño, alegre de encontrarse a su amigo.

-Mmm... - cotestó este mientras se volvía a encontrar con el suelo.

Pero no pudo disfrutar mucho de su letargo al sentir como algo pezado se tiraba sobre su estómago, haciendo que abriera los ojos de manera abrupta.

-¡Sasuke! ¡No! 

Así es, el gran perro del castaño se había tirado a i mismo como peso muerto sobre el cuerpo recostado del de ojos ambar. Tenma, apenado, agarro a su perro y lo jalo hasta el punto de que estubiera recostado de la cabeza y el cuello en las piernas del castaño y su cuepro tirado sobre el pasto.

-Perdón. - dijo este, sonrojado. - Sasuke no suele comportarse así con desconocidos. 

-No  importa. - le contestó mientras se enderezaba. No se arriesgaría a que ese perrote le cayera encima otra vez.

Miro al castaño. Su rostro delicado de piel suave, sus ojos motraban tanta alegria y confianza que Kyosuke estubo tentado a confirmar que no miraba a alguien atrás de él a pesar de que sabía que eran los únicos ahí y su sonris era tan brillante que quizó bajar la mirada.

-Matsukaze. - llamó sin darse cuenta.

-¿Si, Tsuguri?

-Yo... Tú... Tú me... - intentó decir este mientras se abofeteaba mentalmente por lucir tan estúpido. - Yo... Yo, te...

-¿Tú me...? - alentó Tenma

Kyosuke suspiró.

-Nada.

-Uhmm... ¡Okey! - dijo optimista.

El de patillas raras miró al suelo con decepción.

3 años, 4 meses, 2 semanas y 7 días.

Ese era el tiempo que descurbió lo locamente enamorado que estaba del capitán de Raimon.

Y todo el tiempo del cual no se había confesado.

No soy egoísta.

Solo te amo demasiado.

Si fuera egoísta

de tí no me hubiera enamorado.

Era un entrenamiento normal en la escuela de Raimon aquel cotidiano viernes después de las clases, Tenma ayudaba lo mayor posible a los niños nuevos con ayuda de Kariya y bajo la atenta y celosa mirada del número 10 qien no pasaba desapercibido aquellos acercamientos de más que realizaba el de abello verde al capitán.

Kyosuke frunció el ceño y apreto los dientes al ver como Kariya pasaba con disimuló su mano por la cadera del otro.

Pero el colmo de los colmos fue hasta que llegó el final del entrenamiento. 

Todos se iban a sus casas a exepción de Tsuguri, Kariya y Tenma porque ellos decidieron quedarse a recoger las cosas que se utilizaron ese día. Tsuguri agarró todo y lo guardó para regresar a ala entrada del colegio y salirde una buena vez con sus cosas cuando una imágen en el ocaso se alteró.

A una gran distancia se encontraba Kariya, abrazando de la cintura al castaño mientras le brindaba un beso en la frente.

-Nos vemos el lunes, Tenma. - dijo este como despedida para luego alejarse del lugar.

Cuando el cerebro de Kyosuke analizó la información recibida a través de sus ojos comenzó a avanzar con paso firme hasta donde se encontraba el capitán, parado, en el mismo lugar. Aprovechando eso Tsurugi lo tomó del brazo, obligando a que le viera el cño fruncido y la mueca de rabia que tenía.

-¿¡Tsurugi, qu-!?

-¡TE AMO!

Rápido. sin tartamuedos o interrupción alguna.

Los ojos de Tenma veían con sorpresa al mayor que, al darse cuenta de lo que grito a todo pulmón abrió los ojos con sorpresa y la mueca de rabia fue remplazada por una de miedo y sorpresa mientras veía como el menor agachaba la cabeza y comenzaba a temblar.

-No... Tenma, yo... - contestó, apuñalandosé con un cuchillo mentalmente por ser tan impulsivo al ver como lágrimas cristalinas caían al suelo desde el rostro del menor. - Perdoname... yo... yo no quería hacerte sentir incómod-

Y antes de darse cuenta, Tenma se había lanzado sobre el y abrazo su cuello con sus brazos, provocando que ambos calleran al suelo. Kyosuke, anonado abrió los ojos como platos al senitr como unos suaves labios se amoldeaban sobre los suyos brindandole un salado beso gracias a las lagrimas que corrían por el rostro del menor.

Aprovechando la oportunidad, abrazo contra su cuerpo el de Matsukaze por la cintura y cerró los ojos, sin poder evitar un par de lágrimas salieran por estos, mesclandose con las del contrario y el amoroso beo que se brindaban.

El aire comenzó a hacer falta después de aquel momento por lo que ambos jugadores tubieron que seoararse para comenzar a jadear con fuerza, mirando fijamente los ojos del otro.

-¡Idiota! - le gritó el castaño en la cara, sin dejar de llorar con una increíble sonrisa en los labios. - ¡Te tardaste mucho!

¿Cruel?

A veces

¿Malévolo?

Casi siempre

¿Egoísta?

¿Cómo alguien como yo puede ser egoísta?

Después de años y años de relación y esfuerzo por fin se encuentran Kyosuke y Tenma recostados en un sofá, viendo la televisión bien acurrucados. 

-Kyosuke. - llamó el menor, volteando a ver a su amado esposo. - Me preocupa Ayano. ¿Estás seguro que le pediste a Isamu y a Okura que le hablaran?

Si, lo hice, cariño. - contestó el mayor mientras se levantaba. - Pero yo también me estoy preocupando. Lo mejor será que salga y la bus...

Pero fue interrumpido por el sónido de la puerta abrirse y unas risas trás ella. La pareja de casados grio la cabeza en dirección a la puerta para ver a dos jóvenes. Una chica de 15 años de cabellos azules con unos raros torbellinos en el cabello y patillas rizadas con ojos azul metálico, vestida con ropas moradas bastante abrigadoras entraba por la puerta principal junto con un chico de 17 años a lo poco, de cabellos negros, ojos cafés, lleno de piercings y ropa ajustada.

-Ayano. - Fue Tenma quien se atrevió a hablar, consiguiendo la atneción de ambos jóvenes.

-Oh, si... - dijo esta, regresando a la realidad para ver como sus padres la observaban. - Hola, padres. 

-Hola Ayano y... ehm...

-Nozomi, Señora Tsurugi. - dijo apurado el chico. - Nozomi Konoe.

-*¿Señora?* -pensó alarmado el castaño.

Maldita sea, Kyosuke, con las caderas que le dejo al embarazarlo 3 veces ahora parecia una mujer.

-Papás. - dijo Ayano, inflando el pecho con orgullo. - Nozomi.... él es mi novio...

Silencio incómodo...

Silencio incómodo....

Silencio incó-

-No. 

-¿Qué? - preguntó la menor, esperando escuchar mal.

-No.

-¡P-pero papá-!

-Eres muy joven para tener un novio. - interrumpió con aqeulla excusa, la verdad era que ese sujeto le daba mala espina.

-¡Papá! - gritó la de cabellos azules. - ¡Seguro que a mis hermanos hasta los felicitas por tener novia!

-¡Tú no sabes nada! - le alzó ligeramente la voz. - ¿Cómo vas a saberlo si tu hermanos ni si quiera han tenido novia?

-¡Porqué siempre eres así! - le girtó en la cara. -¡Eres un egoísta!

-Yo no soy egoísta y no me levantes la voz, jovencita. 

-¡Claro que lo eres! - le gritó. - ¡Siempre lo has sido! ¡SOLO DEJAME EN PAZ!

-¡Eres mi hija y por eso tengo que pretegerte!

-¡TÚ NO ME PROTEGES! ¡ME ENCIERRAS!

-¡NO PERMITIRÉ DIGAS ESAS MENTIRAS EN MI CASA!

-¡BIEN! ¡Vamonos, Nozomi!

Pero para cuando la peliazul se dio la vueltalo único que encontró fue la puerta principal abierta de par en par, dejando entrar un poco de nieve y aire helado a la casa.

Furiosa, Ayano se encamina hacia la puerta y la cierra una vez que sale por ella con un portazo.

¿De qué te ríes? No soy egoísta

Solo te cuido d quien no te merece

Aunque para eso también tenga que cuidarte de mí.

Kyosuke suspiró.

Había metido la pata...

Otra vez...

-Kyosuke. 

Miró a su pareja y no tubo que preguntarle para entender.

Agarró su chamarra y sus llaves, besó a Tenma en los labios para ponerse las botas y salir afuera a toda la nieve.

-¿Qué pasó, papi? 

El castaño se volteo para ver en las escaleras a dos niños, uno de ojos azul metálico con cabello azul oscuro y dos remolinos en la parte superior junto con un chico un poco mayor de cabellos castaños y patillas rizadas.

-No se preocupen, chicos. - dijo cariñoso el mayor. - Solo su hermana alterada por la adolescencia.

Mientras tanto, Kyosuke caminaba con su botas para la nieve buscando con la mirada a su hija cuando se le ocurrió ir al parque donde avanzo con poca dificultad ya que no estaba tan lejos. Una vez dentro camno y camino hasta que en medio de lugar, temblando del frío estaba Ayano, abrazandose a si misma mientras sus lágrimas se congelaban con el viento chocando contra su cara.

Con un paso más calmado se encamino hasta la banca donde se sentó a lado de ella a una distancia prundente. La peliazul, al notar una precencia a su lado levantó la mirada para encontrarse con su padre, sentado a su lado y viendo hacia en frente.

-Perdón.

Ayano le miró

-Te lastime y te mentí. - le dijo. - No es que seas demasiado joven, es simplemente que ese chico no me traía confianza. Hubiera sido bastante hipócrita no permitirte novio a tus 15 años si yo a mis 14 ya estaba locamente enamorado de tu padre.

-No me sabía esa historia.

-No me gusta contarla. - dijo, sonriendo ligeramente. - Kyosuke Tsuguri, el delantero estrella de Raimon y rebelde se pasaba los días sonriendo como idiota por el capitán de Raimon, no es lo más masculino y aterrador que puedes encontrar.

-Pero si lo más dulce. - contestó sonriendo de manera cálida la menor.

-Por eso es tu papi la que le gusta contarla. - réplica este para que ambos ecahrse a reír.

-Papá... - llamó la joven, acercandose al mayor. - Perdón.

-Te perdonare con una condición. - le dijo el mayor mientras ambos se volteaban a ver con una sonrisa. - Si tu me perdonas a mi.

-Perdonado. - respondió, extendiendole la mano.

-Perdonada. - contestó el otro, estrechando su mano.

Fue un momento de silencio, cómodo y relajante... que fue interrumpido por Kyosuke.

-¿Quieres ir a un bar?

Y su hija le miro con burla y alzando una ceja. 

-¿Qué? -preguntó este, sonriendo. - Tú papá no se va a enterar y no voy a permitir que bebas álcohol.

-No me sorprende. - respondió esta mientras se levantaba junto con su padre y se dirigían al bar más cercano.

¿Por qué no me alejas de tí?

¿Por qué no quiero a nadie más así?

Aquí...

contigo...

Padre e hija abrieron las puertas del bar para entrar por aquel lugar. Las canciones del momento se escuchaban a todo volúmen en el lugar  y las personas o estaban tomando o ya habían caído rendidos en el suelo. Ambos de cabellos azules y patillas rizadas se sentaro en la casi vacía barra.

-¿Qué puedo servirles? - preguntó un hombre dentro de la barra, limpiando con un pañuelo un vaso de cristal.

-Para mí un vaso de Wiski. 

-Y yo quiero una Coca Cola.

-Sale la orden.... - dijo el señor para alejarse de ahí.

Entre pláticas, risas y anécdotas llegó la bebida de cada uno. Kyosuke tomó un tragó de su Wiski y Ayano servía lo que había en la botella de cristal de Coca Cola en un vaso con hielo.

Fue en un movimiento brusco  el cual llamó la atención de Ayano. Estaba girando su cadera de un lado a otro aún sentada en la silla cuando en eso vio algo que le dejo los ojos abiertos como platos. No muy lejos de ahí se encontraba un pelinegro, sonriendo galán mientras abrazaba la cintura de dos chicas con vestidos que apenas y cubrían lo importante.

-N-Nozomi... - murmuró esta, sin voz.

Kyosuke, al darse cuenta de lo que dijo su hija la volteó a ver y luego en la dirección en la que veía para que su rostro se contrajera en una mueca de rabia.

Con rápidez e ira se levanto de manera brsuca de su asiento y se encaminó con paso firme hasta donde estaba el otro, dejando soprendida a su hija cuando de repente al fin había llegado frente al pelinegro, levantó su puño para brindarle el golpe de su vida a ese tal Konoe.

Las chicas, asustadas se alejaron de ahí mientras que él otro intentaba recuperarse de remendo uñetazo que recibió en la cara.

-¿¡OYE, QUE MIERDA TE PAS-!?

-¡No te vuelvas a acercar ni a mi familia ni a mi hija! - le gritó en la cara Kyosuke con aquellla voz grave suya haciendo la declaración aún más aterradora.

-¡Ah, no! - grito este, levantndose del alcolchonado lugar y poniendose frente al mayor.  ¡A mi no me golpeas y te salvas de esa!

-No voy a pelear con un mocoso como tú. 

-¿No, vejestorio? - preguntó divertido este mientras se quitaba la chamarra y la camisa, dejando ver su cuerpo ligeramente marcado. - ¿No querras parecer una gallina cobarde frente a todos, verdad?

Kyosuke volteó a ver a su alrededor y precisamente, todos los presentes les volteaban a ver en busca de pelea.

-¡Vamos, papá!

Bueno, con eso le bastaba.

-Ya verás, mocoso. - dijo este mientras se quitaba la chamarra y la camisa para dejar al descubiertoss sus pectorales, abdominales y músculos que dejaron a todas las mujeres y algunos hombres tirar baba por el cuepo de Dios griego que tenía Tsuguri. - Viejo pero no inútil.

Se notó que el pelinegro estaba un poco intimidado por los músculos del mayor pero no lo dejaría salirse con la suya.

Corrió hacia el sin alguna clase de aviso y tiro un puñetazo a su rostro para devolverle el favor, sin embargo, este movió su cabeza al lado izquierdo y con apidez lanzó otro puñetazo al pelinegro, este en dirección a sus costillas, golpee el cual le saco casi todo el aire. Antes de que el otro reaccionara Tsurugi le pateó el estómago, mandandolo a volar y chocando con una de las mesas del lugar.

-Ni siquiera vales 1 minuto de mi tiempo o un gramo de mi esfuerzó. - replicó este, mirando con asco y odio al que estaba tirado en el suelo con sangre goteando de su nariz. - Ayano, vamonos.

Se puso las prendas que se quitó hace tan solo 1 minuto para encaminarse hacía la salida del lugar con paso calmado. Sin embargo, no contó que con la poca fuerza que le quedaba Nozomi se levantaría apoyandose en la ira que corría por sus venas, agarro un cuchillo que estaba en el suelo junto a él y corrió hasta el mayor para recibir por atrás un tremendo golpe en la cabeza que le dejo en el suelo, sangrando e inconciente.

Kyosuke y los presentes se voltearon a ver lo ocurrido, Ayano, viendo las intenciones de su EX-pareja agarro la cosa más cercana que tenía en la mano, corrió hasta el pelinegro y le golpeó en la cabeza con eso, que era realmente la botella de Coca Cola.

Ayano tiró los restos de vidrio que tenía en sus manos y se encamino hacía su padre el cual ya estaba en la puerta pero, antes de sair volteó a ver al pelinegro inconciente en el suelo.

-Hasta la vista, perra.

Y Ambos peliazules salieron del local.

¿Ambicioso?

Sí.

Después de 25 minutos de caminata por la fría nieve lograron llegar a la puerta de la casa y cuando la abrieron se encontraron con el castaño sentado en el sillón, preocupado pero con una mueca de alivio al ver a ambos entrando a su hogar y cerrando la puerta trás de ellos.

¿Pesimista?

La mayoría del tiempo.

-Me alegra tanto que ambos esten bien. - declaró Tenma para lanzarse y abrazar a ambos peliazules.

-Yo también estoy feliz, papi. - dijo la peliazul, sonriente. - Pero también estoy cansada por lo que me iré a dormir temprano hoy.

-Okey, cielo.

-Buenas noche papi. - dijo besando la mejillas del castaño y luego la mejilla del peliazul. - Buenas noches, papá.

Y se alejó para subir las escaleraas para encerrarse en su cuarto.

-Me alegra haber hecho las pases con ella. - dijo Kyosuke, mirando la puerta de la habitación de su hija mientras Tenma recargaba su espalda en el pecho de este.

-Si... a mi también me alegra... - dijo el menor mietra agarraba los fuerte brazos de su esposo para que le abrazaran. - Por eso te mereces una recompensa.

-¿Recompensa?

Como respuesta, Tenma movió provocativamente sus caderas contra la entrepierna del mayor, haciendo que este sonriera animado.

¿Egoísta?

Con su ya característica fuerza levantó el menudo cuerpo de su esposo para ponerlo sobre su hombro con ladivertida risa de este y correr hacía las escaleras con prisa.

Una vez que llegó por fin a su cuarto cerró la puerta con seguro y cargó al menor para depositarlo con suavidad en la cama bajo la atenta mirada de ojos azul metálico.

Se quito la chamarra para gatear hasta el cuerpo de su amado después de tirarla a algun lugar sin importancia de la habitación. Una vez que ya estubo sobre él se miraron fijamente de manera traviesa y amorosa, due Kyosuke el que se acercó a Tenma para comenzar a darle cariñosos besos en la mejilla, en los ojos en su nariz, en su frente, en su barbilla, en todos su rostro evitando los labios a exepción de la comisura de estos. 

-Kyosuke... - llamó este, haciendo un adorable puchero.

Como remio recibio  un dulce beso en ls labios que correspondió gustoso mientras rodeaba lentamente el cuello de su pareja con sus brazos yeste le apretaba la cintura con cariño. El beso era dulce, amoroso y ligeramente ansisoso mientras amodeaban sus labios con los del contrario, pero después de una sesión de besos amorosos eso no fue suficiente. Kyosuke paso su lengua por los labios del menor y este, ni lento ni peresozo los abrió, dejando entrar la lengua intrusa del de ojos ambar en su boca. Un beso ensalivado y apasionado sin dejar de ser amoroso, sus salivas se fusionaban y sus lenguas se degustaban la una a la otra moviendose al compás haciendo una pequeña batalla por quien conseguiría el domínio de aquel beso. Kyosuke, como el tramposo que es, le dio un ligero apretón a una pompa del castaño haciendo que este respingara sorprendido y perdiera en el duelo de lenguas. Se separaron para jadear en busca del preciado aire que tanto necesitaban para luego sonreirse complices. 

Kyosuke pasó con calma las manos hasta llegar al borde del suéter azul que llevaba el castaño para subirlo paulatinamente, acariciando la piel que se exponia a su paso hasta que por fin aquella molesta prenda paso por lo brazos del menor, dejando a Kyosuke admirar la esbelta figura de su esposo. Este río levemente con las mejillas sonrosadas.

-¿Qué ocurre? - cuestionó sonriente.

-Es que, no importa cuantó tiempo pase... - dijo este acariciando la mejilla del mayor con ternura mientras este recargaba su rostro en esta. - Siempre me pondre nervioso cuando me veas así.

Kyosuke no respondió, solamente tomo la mano de Tenma para besarla como todo el caballero que és. Beso su mano, su muñeca, u antebrazo y así siguió hasta llegar a su hombro  donde se paso a besar su cuello dejando notorios chupetones mientras este soltaba pequeños gemiditos.

Seguro de haber marcado a su esposo, el de cabellos azules comenzó a decender en dirección a los pequeños botones rosados que estaban en el pecho de este. Movió su rostro al pezón izquerdo mientras un de sus manos se encargaba de acaririciar y pelliscar levemente el otro mientras acariciaba la cintura de este. Comenzó a lamer el pequeño botón rosado mientras escuchaba los dulces gemidos que salián de la boca del castaño.

Pero no era suficiente.

Con calma pero sin poder disimular su ansiedad, Kyosuke bajo sus manos hasta el pantalón de pijama de Tenma por lo cual no se le hizo tan dificil desacerse de ellos ni de la ropa interior. Volvió a levantar la mano para acariciar de nuevo a Tenma; pasó por su cello y sus brazos, paso por su estrecha cintura y delineo como iba hasta sus caderas. Bajo la mano hasta acariciar los muslos de este mientras daba suaves besos el el estómago y vientre del menor, recibiendo gemidos de placer y queja puesto que él no era el único ansioso.

Subió la mano del muslo del menor hasta llegar a la boca de este, sin olvidarse de acariciar todo a su paso pero cuando llegó a su destino los dedos del Tsurugi se introdujeron en la linda boca del Matsukaze.

Sin perder la fija mirada del otro ambos se encargaron a lo suyo. Tenma a ensalivar aquellos largos dedos y Kyosuke a besar la punta del rosado miembro de su esposo. No mucho tiempo paso para que el mayor aumentara el nivle, metiendo el pene del castaño en su boca en todo su eplendor, provocando que este sacara un sonoro gemido mientras doblaba las piernas y apretaba los dedos de los pies contra la suave sábanas.

Sin dejar de lado su trabajo, Tsuguri alejó sus bien ensalivados dedos de la boca de su esposo para desender y llegar a las piernas de este donde comenzó a acariciar y presionar de manera casi impercetible la estrecha entrada del menor.

Tenma no pudó evitar soltar un jadeo ante la sensación de uno de los dedos del de patillas rizadas adentrarse en él, ahce tiempo que no setía este tipo de preparación, pero el mayor no se queó quieto y comenzó a mover su dedo, sacandolo y metiendolo rítmicamente dentro de él mientras seguía saboreando el miembro de su amado.

Llegó un momento donde ni siquiera tres dedos fueron suficientes para saciar el placer de Tenma por lo que el mayor quitó sus dedos del bien lubricado ano del contario para alistarse. Se levantó dejando de brindar momentaneamente cualquier tipo de placer al castaño ganandose un gruñido de rabia por ello que fue reemplazado por por un ahogado jadeo cuando introdujo de una vez su pene en la entrada del menor. Si, los tres dedos eran muy pocos para saciarlo antes pero el gran miembro erecto de su pareja no se comparaba en nada a tres míseros dedos.

Jadeo y se aferró al cuerpo del mayor buscando apoyo mientras este contenia lo mayor posible su hambre por embestir como poseído el menudo cuerpo de Matsukaze, sin emabrgo, solo atino a estrechar más fuerte a este contra su cuerpo. Desesperado, movió ligeramente su miembro de adentro para afuera,  viendo como el sudoroso rostro del de ojos azul metálico se contraía en una mueca de placer y dolor. No fue hasdta unas embestidas más donde un largo gemido de placer que descolocó a Kyosuke para luego sonreír d manera traviesa. Sacó en casi todo su esplendor su miembro del ano de Tenma para luego intorducirlo todo de golpe, dando en el mismo punto que hace delirar al menor de placer. Ese tan solo fue el comeizno puesto que las embestidas iban de manera rápida y certera, quitandole la cordura a ambos amantes, dejando solo lugar ara besos y gemidos de placer.

El peliazul levantó la pierna del menor volviendo los movimientos más erráticos, profundos y certeros y los sonidos más fuertes. Adentro y afuera, adentro y afuera, no parecían cansarce de aquellos movimientos tan monotonos pero a la vez adictivos.

Cansados de aquella posición el mayor tomó cintura de este y sin dejar de embestirlo con fuerza lo sentó sobre él y este no tardo en entender y penetrarse a si mismo sobre el miembro del mayor llegando más y más profundo cada vez que se enterraba su pene en las entrañas del castaño mientras este besaba su pecho y acariciaba los muslos, trasero y esplada de Tenma.

No paso mucho tiempo para que Kyosuke, sintiendo su miembro palpitar al igual que el de su amante el cual se frotaba entre sus viente embistiera con mucha más rapidez y luego tomar el pene del menor para comenzarlo a masturbar con fuerza, escuchando los alaridos de placer del menor el cual, le gemian que ya no podía aguantar por mucho tiempo.

Dicho y hecho, a los 7 minutos después el cuerpo tensó de Tenma terminó, manchando ambos cuerpos y la sábana del lugar y por suerte, no falto mucho para que Kyosuke también eyaculara, llenando las entrañas del castaño con una gran cantidad de semen, claro, con ayuda de la estreches que apreto sobre su pene el menor una vez que termino. 

Jadeantes, sudorosos y cansados ambos adultos se tiraron bajo las sábanas, se miraron con todo el amor posible, se besaron y se acurrucaron para dormir.

...¿Egoísta?...

Solo un poco...

Fin <3

Notas finales:

Tenía prisa y era mi primer lemon. Qué más quieren de esta inútil D: !?!?!?

Reviews? Groserias? Algo...?

 


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