En la cocina se encontraban los hijos de los villanos más crueles de todos los cuentos preparando galletas, a pesar de que no suene tan malvado como lo que sus padres hicieron hace años, el propósito de ese alimento era ambicioso y malévolo
-¿Dónde encontraremos esa lágrima de dolor?- seguía preguntándose la hija de Maléfica
-Carlos, piensa en lo más triste que hayas pasado con tu mamá- propuso el hijo de Jafar
-Jay, no hay tiempo para que recuerde toda su vida- soltó Evie haciendo que Carlos se debatiera entre sentirse mal, enojado o apenado
-¡Ya sé! Buscaré a alguien para golpear- dijo feliz el árabe, y esperar la aprobación de sus amigos salió en búsqueda de su víctima
-¡Jay, no!...-gritó Mal, pero de nuevo Jay sólo mostró una engreída sonrisa y se retiró trotando, los otros 3 suspiraron resignados
-iré con él- dijo Carlos, luego salió, Evie y Mal se quedaron en silencio cuando por obra de magia llegó Loonie
-ahí estás, Mal, te he estado buscando...-saludó, luego vio que preparaban un bocadillo nocturno y después de un intercambio de palabras y darse cuenta de la miserable vida que llevaban en la isla la hija de Mulan soltó una lágrima, la cual usaron para completar los ingredientes, al final, Mal sacó a Loonie casi a empujones
-ok, la bandeja, Evie, el horno
-de acuerdo- dijo la peliazul
Al cabo de un rato las galletas estaban listas, ahora esperaban a que se enfriaran un poco y en eso llegaron Carlos y Jay cargando a un chico inconsciente
-¿Dónde han estado ustedes dos?- preguntó Mal molesta cruzándose de brazos
-buscando unas lágrimas- respondió Jay colocando al chico encima de la mesa con ayuda de Carlos, que cargaba los pies
-ammm... ¿Quién es él?- preguntó Evie
-no lo sé... solo lo dejé inconsciente de un golpe, la lágrima aún está fresca, la podemos usar, y cuando despierte, pensará que se calló de las escaleras de donde bajaba- dijo Jay tomando la lágrima con el índice- Mal, el bowl
-demasiado tarde, ladronzuelo, ya las hicimos
-ah...-suspiró Jay pensando que al no tener la lágrima, Evie y Mal decidieron no hacer las galletas encantadas ese día
-creo que ya están frías, hay que guardarlas para mañana- opino Evie y Mal asintió acercándose a un mueble para buscar una bolsa donde guardar las galletas, eran muy peligrosas y peor aún si caían en el estómago equivocado y no deseaba andar dando explicación de por qué todos comenzaron a enamorarse de un día para otro
-Evie, no encuentro una bolsa para guardar las galletas- dijo Mal revisando varios cajones
-déjame te ayudo...-dijo agachándose para buscar en los cajones que tenía la barra donde preparaban las galletas momentos atrás- aquí tampoco hay
-asombroso, tendremos que irlas a buscar... Carlos, ve a preguntarle a Ben si tiene alguna
-¿Por qué yo?- preguntó mirando a Mal con molestia
-solo hazlo, ¿Quieres?- Carlos bufó molesto y salió de la cocina- Evie, sigamos buscando
-claro...- las dos comenzaron a buscar entre varios de los cajones
-¡Ah! Acabo de recordar que tengo unas guardadas en el dormitorio, vamos Evie, Jay, tú saca ese cuerpo de aquí- ambas salieron en busca de la bolsa, por su parte, el árabe cargó al chico inconsciente para luego llevarlo a unas escaleras y depositarlo al final de estas,
Volvió a la cocina para darse cuenta que los otros 3 aun no llegaban, dejando a Jay completamente solo, ¿Por qué tanto alboroto por unas simples galletas? Ni que estuvieran hechizadas, eso pensaba Jay mientras tomaba una y comía la mitad. Al oír pasos acercarse, término de devorar la galleta y guardó el otro pedazo en su chaleco, Chico ladeó la cabeza y soltó un gañido
-Ben dijo que no tenía, pero que en caso de que necesitemos algo que le avisem....-Carlos se vio interrumpido al terminar de entrar a la cocina y encontrar a Jay de espaldas y algo sospechoso- Jay, ¿Qué haces?
-nada... esperarlos solamente- dijo terminando de tragar la galleta
-amm, ¿Dónde están Evie y Mal?
-fueron al...-ahora el interrumpido fue Jay al toparse con el brillo chocolatero en los ojos de Carlos- al...-Carlos hizo un gesto con la cabeza indicándole que continuase
-ah, te dije que estaban en nuestro cuarto- dijo Mal llegando a la cocina
-yo nunca te dije que no- contestó Evie entrando al lado de ella
-qué bueno que llegan- intervino Carlos- Ben dijo que no tenía, pero que si necesitábamos otra cosa, que le podíamos avisar
-no importa- dijo Mal- igual ya encontramos una- se acercó a la bandeja- Evie, ¿No habíamos hecho 7 galletas?
-no lo recuerdo...
-¡Bien!- dijo Jay ocultando su nerviosismo juntando sus palmas- ya es demasiado tarde y mañana hay clases, así que guarden las galletas que sean y vamos a dormir- Mal sacudió un poco la cabeza e Evie asintió tomando las galletas para guardarlas en la bolsa que Mal sostenía, mientras Jay rodeaba los hombros Carlos con un brazo- hora de dormir
-Jay, suéltame, debo ir por Chico- Jay soltó a Carlos, tomó a Chico y se lo entregó al bicolor, luego le rodeó nuevamente los hombros y se retiraron, Carlos casi a rastras; Evie y Mal se miraron
-¿Crees que Jay...?-dudó Evie
-no...-negaron al mismo tiempo soltando una risa
Carlos y Jay llegaron al dormitorio, De Vil bajó a Chico y éste cómodamente fue a acurrucarse en la cama del villano más jóven -qué mal que no logramos hacer las galletas hoy- se lamentó Carlos sentándose en su cama para quitarse los zapatos -sí, es una pena- contestó Jay recargado en la puerta
-¿Qué te pasa?- preguntó Carlos
-nada...
-¿Y por qué te me quedas viendo como si estuvieras perdido? -no lo sé... solo sé que... Carlos, ¿Alguna vez te he dicho que tienes lindos pulgares?- Carlos frunció el entrecejo y parpadeo un par de veces
-ammm... ¿Gracias?... tu cabello también es lindo- dijo confundido y luego se acostó de lado para acariciar a chico, Jay sonrió y tocó su cabello
Al día siguiente Carlos fue abriendo los ojos y después de bostezar y estirarse miró la hora, 6:10 su primera clase, Bondad Correctiva Inicial era a las 7:30, acarició la cabeza de Chico y se levantó, fue al baño y se lavó la cara y los dientes, después comenzó a vestirse, miró la cama de Jay y él seguía dormido, típico de él, llegar tarde a las clases, así que se acercó y se sentó al borde de la cama
-Jay...-llamó Carlos agitándole un poco- Jay, despierta, ya tenemos que ir...-fue interrumpido ya que el moreno había abrazado su cintura y lo acercó a él- Jay, despierta
-no, papá, 5 minutos...-dijo entre sueños
-Jay...
-no quiero...-murmuró abrazándolo y logrando que se acostara a su lado, lentamente se fue moviendo a la orilla de la cama sin darse cuenta, luego le subió la pierna inmunizando al menor
-esto es ridículo ¡Jay!- gritó molesto logrando despertar a Jay que había de algún modo hecho que ambos cayeran de la cama, Carlos encima de Jay
-¡Ca-Carlos! ¿Qué haces encima de mí?
-trataba de despertarte, pero tuve un problema con tu sueño profundo y ambos terminamos aquí
-pues vaya forma de despertarme, ¿Eh?- dijo sonriendo coquetamente, Carlos se levantó y tomó a Chico entre sus brazos
-apresúrate en arreglarte, la clase empieza en un rato y hay que ir a desayunar antes, si no te apresuras no te alcanzará el tiempo- fue a su cama para cargar a chico y luego volvió con Jay, se inclinó un poco y le dijo con tono de interrogatorio- y ni hablar de tu humor cuando no desayunas- se irguió nuevamente y se fue
-sí, ya voy- dijo Jay a pesar de que su compañero no siguiera ahí levantándose del suelo, luego fue al baño y se lavó la cara- ¿Qué me pasa?
Jay se apresuró a vestirse y arreglarse, luego alcanzó a sus amigos en una mesa en el patio, llegó y se sentó junto a Carlos para en seguida quitarle una manzana, Carlos obviamente soltó un quejido, pero como de costumbre, a Jay le valía 5 hectáreas de maldad
-hoy le daré las galletas a Ben- les dijo Mal- cuando acabe la segunda clase
-me parece bien- dijo Carlos, entonces Chico había visto un pequeño gato correr y fue en su cacería- oh, no ¡Chico, vuelve aquí, amigo!- llamó levantándose para seguirlo
-lo más seguro es que le van a gustar- habló Jay- estaban muy buenas- Mal e Evie se miraron boquiabiertas
-¡¿Comiste una galleta, Jay?!- preguntó Evie queriendo confirmar lo que sus oídos habían escuchado
-sí y estaban deliciosas- contestó soltando una risa
-Evie, tenemos que hablar- ambas se pusieron de pie y se alejaron un poco de los otros dos- ¡¿Te das cuenta de lo que ese loco hizo?!
-hay que calmarnos... Mal tranquila, solo tomó una galleta, además, no es como si nos hubiese visto a alguna de las dos
-entonces, si no te vio a ti ni a mí...
-al único que pudo ver en la noche fue...-ambas miraron a la mesa y vieron como Jay se acercaba a Carlos poco a poco en cuanto regresó de su búsqueda por Chico- ¿Habrá que decirle?...
-Mal ladeó la cabeza -no parece estar tan enamorado de Carlos... de pende de la actitud de Jay las primeras 2 clases es la cantidad de galletas que Ben tendrá que comer, por ahora no hay que decirles nada, a ninguno de los dos
-Ok...
-maldito tragón...-murmuró mirándo a su amigo, las dos volvieron con sus amigos y terminaron de almorzar
En las clases, Mal monitoreaba el comportamiento de Jay, ese día tenían un pequeño examen, a Carlos se le había caído el lápiz y Jay rapidamente lo levantó por él, luego de vez en vez Jay le daba miraditas además de sonreír
-sonrisas, miradas muy obvias... creo que con una mordida bastará para Ben- murmuró para sí la hija de Maléfica
-Jay, Mal, no se distraigan, chicos- pidió el Hada Madrina mirándolos, ambos volvieron su vista al examen. Luego de finalizarlo, los 4 salieron del aula
-no estuvo tan difícil el examen- dijo Carlos encogiéndose de hombros
-bastante fácil, a mi parecer- comentó Evie
-Jay, ¿A ti cómo te fue?- preguntó Carlos
-¿Eh?... ah... creo que me fue bien
-menos mal... bueno, nos vemos en un momento, tengo que ir al baño, no creo aguantar hasta el receso- dijo De Vil retirándose
-yo iré a la biblioteca y en un rato los veo en tu casillero, Mal
-sí, vamos Jay- el moreno solo se alejó junto con Mal, ambos llegaron al casillero de la hija de Maléfica y ella comenzó a guardar unas libretas
-Mal...-llamó Jay recargándose en un casillero- ¿No te ha pasado que ves a alguien de manera indiferente un día y de repente otro día lo ve como la persona más importante para ti?...
-¿Qué?- preguntó sorprendida mirándolo
-olvídalo, no lo sabes- dijo dispuesto a alejarse
-¡No!- lo detuvo- digo, no es que conozca ese sentir, pero si es así como te sientes...
-es como si Carlos se hubiera convertido en alguien especial cuando de principio adoraba molestarlo... como...
-¿Magia?- preguntó nerviosa
-amor- contestó él- sí... Mal, me gusta Carlos...
-¿No crees que estás malinterpretando eso?...
-¿Con qué?... en la isla solo me encargaba de sonreírle a cualquiera y coquetear a diestra y siniestra... pero ahora que veo a Carlos siento que el corazón me late más rápido, y solo pasa con él, y tú recordarás lo que pasó antes entre él y yo...
-sí, lo recuerdo, acordaron solo amistad
-es como si ahora en serio lo necesitara
-Jay, hay algo que debo decirte...
-espera, ahí está Ben- Mal miró como el príncipe hablaba con Audrey pero de un momento a otro ella se fue
-hola Bennyboo- saludó imitando la voz algo chillona de Audrey, Ben se le acercó y Mal le ofreció galletas, mientras ellos hablaban, Jay se acercó a Carlos
-tengo que hablar contigo
-claro, ¿De qué, amigo?
-es que...-cuando Jay iba a hablar, oyó cuando Ben gritaba el nombre de su amiga- te digo al rato Después de esa breve intromisión con Ben, Jay y Carlos se fueron a preparar para el partido de Tourney.
Los caballeros de Auradon ganaron ese partido gracias a Jay, cantaron un número musical de Ben para invitar a Mal a la coronación, ella aceptó gustosa y el equipo fue a comer pizza para celebrar, claro, que no fueron sin antes darse una ducha
Estaban todos en la estancia del dormitorio de hombres comiendo pizza, todos reían y hacían bromas entre ellos, todos menos Jay, que estaba sentado pero con la mirada perdida, pensativo, esa actitud no había pasado desapercibida por el príncipe Ben, que se acercó a él y le colocó una mano sobre su hombro
-Jay, ¿Estás bien?
-¿Eh? Ah, claro, lo estoy, solo... pensaba
-¿Pensabas?- Jay se levantó y se alejó junto con Ben
-tengo un problema
-¿Qué pasa? ¿Puedo ayudar?
-creo que sí... verás, Carlos y yo nos conocemos de casi toda la vida, y desde ayer siento que es muy importante para mí... le he confesado a Mal que siento que me gusta, pero no sé... esta cosa es tan difícil...-Ben sonrió
-Jay, el amor no es complejo ni difícil si esas dos personas saben demostrar ese sentimiento mutuo
-ese es el problema...- dijo suspirando- él no sabe lo que siento
-¿Se lo has demostrado?
-eso de demostrar mis sentimientos me hace débil, eso me enseñó mi padre
-sí, pero no eres tu padre, Jay... y lo que él te haya enseñado no debe regir tu vida, debes comenzar a elegir por ti mismo, basado en tus instintos, así que si uno de ellos es ir con Carlos y decirle lo que sientes, no veo el por qué sigues aquí escuchándome- Jay miró a Ben y le sonrió, luego fue hacia Carlos que comía pizza al lado de Chad y otro chico
-Carlos, tengo que hablar contigo
-sí, dime
-en privado
-ah...-terminó de tragar el pedazo que tenía en la boca, se sacudió las manos y siguió a Jay hasta un bosque- creo que no habría problema con que me dijeras en la estancia... pero dime, Jay, ¿Para qué querías...?- Carlos quedó paralizado de la impresión, pues Jay por sorpresa lo había acorralado contra un árbol y enseguida lo besó
-perdón, perdón, perdón, perdón, perdón, perdón... sé que tuvimos un acuerdo sobre esto… pero de repente comencé a sentir fuertes cosas hacia ti y ya no puedo ignorar ese sentimiento- explicó pegando su frente a la de Carlos
-Jay, ¿Qué dices?... digo, nosotros no... Nuestros padres no...
-lo que vayan a pensar ellos no me importa en lo más mínimo, en este momento solo existimos tú y yo, y quiero que hablemos entre nosotros sin introducir terceras personas
-Jay, no mientas, comienzas a asustarme
-¿Qué es lo que te asusta?... ¿El conocer este sentimiento que nunca tuviste?
-no sólo yo, tú tampoco lo haz conocido nunca
-es por eso que quiero explorar este sentimiento contigo, ya que si lo voy a hacer, quiero asegurarme de que sea con la persona correcta, y estoy cien por ciento seguro de que eres tú- explicó sin despegar sus frentes y bajando sus manos a las caderas de Carlos
-¿Esto está bien?- preguntó viéndolo a los ojos- digo, tuvimos problemas en la isla...
-no recuerdes más, olvida eso, ya es pasado
-solo para que conste... no tenemos que preocuparnos por lo que dirán los demás, ¿Verdad?- Jay rió y solo juntó sus labios con los de Carlos
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-ahí estás, literalmente te busqué por todas partes- dijo Carlos entrando a la habitación de sus amigas
-es gracioso que lo digas, Mal me buscó literalmente por todas partes hace como media hora también- atajó Evie maquillando los labios de su amiga
-¿Qué problema tienes, cachorro?- preguntó Mal
-es que...-comenzó agachando la cabeza- Jay y yo decidimos iniciar algo- Evie se detuvo y junto con Mal, miraron a su amigo- es extraño, ¿Saben? En la isla no era más que otro tonto para él, además de… ya saben… pero hoy amanecimos juntos abrazados- Carlos miró las expresiones de sus amigas, justo las que esperaba, Mal tenía una expresión incrédula y algo burlesca, mientras que Evie sonreía cálidamente, como una hermana que busca apoyar a su hermanito- ¿Qué opinan?
-ah, Carlos- suspiró Evie, luego fue hacia él y lo abrazó- mientras tú estés feliz, nosotras lo estaremos
-gracias, Evie... ¿Mal?- la miró nervioso
-bueno... si yo me daré una oportunidad con Ben, que aunque es gracias a un hechizo, no veo por qué tú no puedas disfrutar del cariño que necesitas con Jay- Carlos sonrió y camino hacia Mal para abrazarla también, pero tuvieron que separarse al oír un toquido en la puerta, era Ben, entonces ella salió con él, entonces Carlos e Evie se quedaron hablando en la habitación, pasando por alto un detalle... Jay también estba hechizado