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El placer de un beso por ValexWalker

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Notas del fanfic:

Hola!! xd aquí un pequeño shot que espero les guste. Es una idea loca que se me ocurrio hace 2 días jajja, pero que no pude evitar escribir.

No sabía que poner en el resumen así que puse una frase que me gustó mucho de un escritor alemán., todos los derechos para él.

Bueno, creo que no me olvido nada más así que...

a leer!!

-Hey Fuuta- preguntó una chica pelinegra- ¿no has visto a Lambo? es que tengo que devolverle su cuaderno de apuntes


-Hola Ipin, y no... no lo he visto, quizá ya se haya ido, mejor se lo entregas mañana- respondió el castaño


-Ya veo, y tienes razón, mejor lo hago mañana- la china se despidió con un movimiento de mano y se fue de allí


En donde se habrá metido ese tonto- pensó Fuuta para luego de recoger sus cuadernos y guardarlos en su mochila salir al igual que Ipin del aula


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-Ahh!... así... nngh... sensei- gemía un chico pelinegro al sentir un caliente y gran miembro penetrando su interior


-Eres... tan estrecho ahh, me gustas - dijo Colonello, quien era el profesor de Historia del alumno al cual se encontraba follando en ese instante


El pelinegro se encontraba montando al rubio profesor mientras este lo tomaba por las caderas para acelerar el ritmo de sus envestidas, los gemidos de ambos resonaban por todo el lugar.


-Ahh!... ahí... nngh... más, Colonello-sensei- Lambo se retorcía del placer al sentir como el pene del rubio tocaba su punto más erógeno


-No tienes que pedirlo... ahh -Colonello apretó aún más las caderas del chico mientras movía las suyas con fuerza contra él, penetrándolo aún más profundo- te daré algo bueno


-Ahh!... sí, nngh... me... me vengo- gritó al sentir como llegaba al orgasmo


-Mira que venirte con solo cogerte por el culo... nngh... eres muy lascivo, Lambo


Luego de unas cuantas estocadas más el chico de dieciséis años se vino, manchando con su esencia el vientre del profesor, quien hizo lo mismo en su interior.


-Ahh...- Colonello se levantó del suelo no sin antes salir del interior del menor- como de costumbre estuviste estupendo


-.....-Lambo se paró del suelo al igual que el rubio y fue a tomar su uniforme, el cual se hallaba estaba tirado debajo de una de las carpetas del salón


Colonello se acercó al estudiante con la intención de darle un beso, pero él lo rechazó inmediatamente.


-Le dije, sensei, que nada de besos- el menor sonrió divertido mientras colocaba su dedo índice sobre los labios de Colonello- y espero que con lo bien que lo pasamos hoy usted considere mi nota en el registro, neee... Colonello-sensei- susurró en el oído del rubio para luego lamer su lóbulo


-nngh... no me provoques- apretó con sus manos el trasero del menor provocando que este soltase un leve gemido


-No lo hago, sensei- Lambo sonrió y se separó del rubio- ya es hora de que me vaya- el adolescente se colocó su pantalón y camisa rápidamente- hasta luego – finalizó para luego salir del aula


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Creo que ya es un poco tarde... mejor me voy si no quiero tener problemas


Lambo Bovino, peliengro de dieciséis años, era un estudiante de una prestigiosa escuela en la prefectura de Namimori, a simple vista algo risueño y con una encantadora sonrisa, la cual dejaba aturdidos a muchas y a muchos, pero que en el fondo estaba totalmente corrompido... o eso era lo que él pensaba sobre sí mismo.


Desde los catorce años, edad donde aceptó su homosexualidad, mantenía relaciones sexuales con los profesores que a él le atraían, y claro, por más que los senseis a los que le pusiera la mira dijesen ser neta y puramente heterosexual, al final siempre terminaban por sucumbir ante sus "encantos".


Maldito autobús, apresúrate o tendré que soportar las reprimendas de mi madre


Por él, o mejor dicho, por su cuerpo, habían pasado desde el profesor de matemáticas hasta el de educación física, con el cual perdió su virginidad... oh sí, aún recordaba lo bien que la paso aquella tarde en los vestuarios del club de Boxeo sobre las colchonetas... Knuckle-sensei se lo hizo una y otra vez estupendamente bien.


El último maestro en caer por su sensuales insinuaciones había sido el apuesto e inteligente Colonello, profesor de Historia Japonesa que se había incorporado a la plana de su escuela desde hace solo tres semanas, y que en ese corto periodo de tiempo, ya se lo había follado más de ocho veces.


Al fin llegué, ahora solo tengo que correr lo más rápido posible


Lambo disfrutaba el hecho de tener sexo con varios hombres, era algo que lo hacía sentir vivo... deseado. Podía jactarse de ser un experto en tal acto, haber probado cuanta posición existiera y hacer que hasta el más experimentado hombre se corriera con tan solo los movimientos de su magistral lengua sobre su miembro.


Sien embargo, había una sola cosa que Lambo no permitía que le hiciesen cuando lo follaban y eso era... el que lo besaran.


Antes de tener algún encuentro sexual, el de ojos esmeraldas le hacía saber a su acompañante acerca de ese pequeño capricho.


Capricho que siempre se recriminaba, porque vamos ¿Luego de haber follado con quien sabe cuántos hombres ¿Qué pudor le quedaba como para negar un simple beso?


La respuesta a la pregunta era muy simple. A pesar de lo "corrompido" que pudiera estar el pelinegro, él llevaba consigo la idea de que un beso no era algo que pudieras otorgar así porque sí. Para él, un beso era aquel instante sublime en el que dos respiraciones se unen para formar una sola, un instante congelado en el tiempo que por un segundo te hace olvidar quién eres, algo que se da con el alma y el corazón, algo que solo podía ser compartido cuando entre las dos partes existe un sentimiento llamado "amor"... sentimiento que cada día se le hacía más lejano.


-Una hora, Lambo, se supone que estarías aquí hace una hora – dijo una mujer de largos cabellos negros con los brazos cruzados mirando fijamente al chico


-are are... se me hizo algo tarde, pero ya estoy aquí ¿o no?- respondió mientras se quitaba los zapatos, los dejaba en la entrada y pasaba al interior de su casa- lo cuidaré así que ya puedes irte a esa cita


-Uhm... por tu culpa estoy retrasada- la mujer tomó su bolso, el cual se encontraba sobre el sofá, y se dirigió a la puerta- Basil ya comió, dejé tu almuerzo en la estufa, no esperes que llegue a dormir- dijo para luego salir de la casa


-Ahhh- lambo suspiró- ya veo a quién salí ¿eh?


El chico fue hacia su cuarto para darse un baño antes de almorzar, no sin antes pasar por la habitación de su pequeño hermano de tan solo ocho años para saludarlo.


Me pregunto si mañana podré hacerlo también, necesito liberarme del estrés


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Se encontraba mirando desinteresadamente por la ventana del aula mientras escuchaba el bullicio que armaban sus compañeros al ser la hora del receso. Estaba un poco molesto, ese día en la clase de historia, Colonello no apareció, en su lugar lo hizo un hombre de avanzada edad el cual explicó que el rubio estaría ausente por algunos días debido a problemas familiares.


Mierda, más días sin sexo- fue lo que pensó al escuchar al vejete para luego, por el resto de la clase, no prestar ni la más mínima atención al pizarrón, ni a lo que decía.


No era que él le fuera, digámoslo así, "fiel" al sexy profesor de Historia, ya que cualquiera podría pensar que si este se encontraba ausente Lambo podía "divertirse" con algún otro; lo que ocurría, era que todos los demás profesores en los que el chico podría fijarse, por su apariencia, cuerpo o lo que fuese, ya habían pasado por sus manos y REPETIR era algo que simplemente nunca haría.


Cada vez que el menor elegía a su "victima", estaba con esta hasta que se aburriese, el mayor número de veces que lo había hecho con la misma persona fue veinticinco y había sido con Xanxus, un antiguo profesor de Lengua con el que más había disfrutado del sexo hasta entonces.


-Silencio- dijo cierto hombre alto, pelinegro y de rizadas patillas- ¿acaso no escucharon el timbre?


En un instante todos los alumnos que se encontraban conversando fuera de sus respectivos lugares volvieron a estos y prestaron atención al profesor que entró al aula.


Por su parte, Lambo, al escuchar una voz tan profunda y fuerte como la del pelinegro, no pudo evitar retirar la atención que había mantenido por casi todo el día al patio de la escuela y dirigirla hacia el sensei.


-Mi nombre es Reborn y seré su nuevo profesor de matemáticas, advierto desde ahora que no admito ninguna clase de distracción durante mi clase, así que si se les ocurre hacer bulla o interrumpirme- miró fijamente a los estudiantes- estén preparados para asumir las consecuencias- Reborn sonrió sádicamente haciendo tensar a casi todos los presentes, y ese "casi" se debía a que uno de ellos, en lugar de tensarse y temblar de miedo, sonrió satisfactoriamente y relamió sus labios.


Este hombre es fascinante, no puedo esperar por sentirlo dentro de mí


El joven chico había sido cautivado por el alto profesor, al cual no dejó de mirar durante todo el tiempo que duró la clase.


Nunca ninguno de los hombres con los que había estado había hecho que su corazón latiese tan rápido por la ansiedad, nunca había deseado que alguien lo tomase tanto como deseaba lo hiciese aquel hombre.


Es extraño lo que me sucede, pero a la mierda todo, esta sensación no es tan mala


-Esto es todo por hoy- Reborn dejó la tiza con la que había escrito durante las dos horas que duró la lección- la próxima clase revisaré el libro y lo quiero resuelto desde la página cuarenta y cinco a la ochenta- finalizó para luego sentarse en una de las carpetas y sacar unos papeles de su maletín


El rostro de los estudiantes al escuchar la "poca" tarea asignada era todo un espectáculo, no faltaría uno que otro adolescente maldiciendo al profesor por arruinarles su fin de semana.


Por ser la última clase del día, los alumnos se retiraron del salón rápidamente, pero cierto adolescente de hormonas alborotadas se quedó en su asiento sin la mínima intención de moverse hasta que en aquella aula solo quedasen él y su sexy sensei.


Pasaron cerca de diez minutos en los cuales lo único que reinó en el lugar fue el silencio.


Reborn mantenía su mirada fija en los exámenes que revisaba sin percatarse de la presencia de Lambo, el cual ya se hallaba harto de la situación ¡Cuando carajos se daría cuenta el hijo de puta que él también estaba allí!


-Va seguir ignorándome, Reborn-sensei- habló mirando fijamente al profesor, quien al escucharlo, levantó la mirada sorprendido ¿Todavía quedaba un mocoso en el aula?


-Tú eres...


-Mi nombre es Lambo Bovino- el menor se levantó de su asiento para acercarse a Reborn- mucho gusto- sonrió con picardía mientras se agachaba a la atura del sensei


-¿No crees que es hora de que te vayas a tu casa?- respondió con una mirada seria


Esa mirada me excita aún más


-Creo que sí-  esbozó una sonrisa- pero prefiero quedarme aquí con el sensei, puedo ¿verdad?- susurró con un tono seductor muy cerca del rostro de Reborn


-Niños como tú no deberían provocar así a los adultos- respondió el profesor tomando con dos de sus dedos el mentón de Lambo


-Me gusta hacerlo- retiró los dedos de su rostro- hay que divertirnos un rato, prometo que lo disfrutará- finalizó para luego acercarse al cuello del mayor y lamerlo sensualmente


-... No creo que alguien de tan corta edad pueda hacerme sentir bien


El pelinegro alejó con sus manos a Lambo y se dirigió a la puerta del aula.


-No pensé que fuera alguien tan aburrido, sensei-  hizo un puchero


Maldición y yo que me moría por follar ahora, pero puedo esperar, ya lo he hecho en otras ocasiones... al final hasta los más heterosexuales caen


Se escuchó el cerrojo de la puerta cerrarse- ¿Cuando dije que no jugaríamos, alumno Lambo?- habló el profesor para luego acercarse al chico- Veremos que tanto sabes hacer pequeña putita


Con gran fuerza el mayor estampó a Lambo contra la pared provocando que soltase un gemido de dolor.


-Comencemos entonces- Reborn sonrió sádicamente y sin miramientos prácticamente arrancó la camisa de Lambo para comenzar luego a lamer su cuello y clavícula 


-nngh... es... espe... ahh... sensei 


Lambo tenía que hacer saber su condición"Nada de besos"  a su profesor de matemáticas, pero al sentir esa caliente y experta lengua rozar su piel, se olvidó de todo y solo se concentró en disfrutar el placer que le brindaba Reborn.


-Aquí ya estás todo mojado-  tocó el excitado pene del menor por sobre su pantalón y comenzó a estimularlo- eres muy lujurioso


El profesor acercó su rostro al pecho del chico para luego lamer, succionar y morder uno de sus pezones.


-Ahh!... sensei... nngh- el menor comenzó a restregar su miembro contra la mano del maestro


-Tan impaciente- Reborn se alejó- si tanto quieres que te lo meta, primero tendrás que darle la atención debida- dijo para luego irse a sentar en una de las tantas sillas del salón


-Sí- el adolescente se arrodilló y a gatas se acercó a sus sensei- quiero probarte Reborn-sensei


Desabrochó y bajó la cremallera de los pantalones negros del hombre frente a él, sacó del bóxer de este su enorme falo y acercando su rostro comenzó a lamer lentamente la punta con su lengua.


-nngh... mmm... es tan delicioso- dijo antes de meterse completamente el miembro a su boca


-ah... esa lengua tuya es... nngh... fabulosa-  tomó rudamente los cabellos de Lambo para así marcar un ritmo más rápido


-nngh... mmm... ah... nngh- el menor se dejó hacer por la mano de Reborn y aumentó la velocidad con las que metía y sacaba el pene de este de su boca


Luego de uno minutos, el mayor eyaculó en la boca del adolescente, quien sin dudarlo se tomó todo el líquido blanquecino y espeso.


-Ahh... ahh- respiraba agitado Lambo mientras ligeras gotas de semen se escapaban por las comisuras de sus labios


El profesor jaló de los cabellos al chico e hizo que quedase a su altura.


Los dos se miraron fijamente y les pareció que el tiempo se hubiese detenido en ese instante. El corazón de ambos comenzó a latir desbocadamente y poco a poco sus rostros se fueron acercando.


El menor avecinaba lo que  iba a ocurrir y tenía que pararlo alejando a su profesor de él; no podía permitir que unieran sus labios, eso era algo que nunca había hecho... algo que juró no hacer con nadie a menos que sintiera amor.


-Re-Reborn-sensei


-Cállate


*"Me miras, de cerca me miras, cada vez más de cerca y entonces jugamos al cíclope, nos miramos cada vez más de cerca y nuestros ojos se agrandan, se acercan entre sí, se superponen y los cíclopes se miran, respirando confundidos, las bocas se encuentran y luchan tibiamente, mordiéndose con los labios, apoyando apenas la lengua en los dientes, jugando en sus recintos donde un aire pesado va y viene con un perfume viejo y un silencio. Entonces mis manos buscan hundirse en tu pelo, acariciar lentamente la profundidad de tu pelo mientras nos besamos como si tuviéramos la boca llena de flores o de peces, de movimientos vivos, de fragancia oscura. Y si nos mordemos el dolor es dulce, y si nos ahogamos en un breve y terrible absorber simultáneo del aliento, esa instantánea muerte es bella. Y hay una sola saliva y un solo sabor a fruta madura, y yo me siento temblar contra ti como una luna en el agua" *


Luego de unos minutos los dos se separaron, Lambo no pudo evitar el gran sonrojo que se formó en su rostro, retiró sus manos de la cabellera negra de Reborn y desvió su mirada avergonzado. Se tensó al sentir la mano, que antes había apresado sus negras hebras, posarse sobre su mejilla y obligar con esta a mirarle.


-....-  quería decir algo pero las palabras no salían de su boca


- No sé si soy solo yo- el mayor sentó a Lambo en el suelo y pegó su frente contra la suya- pero te diré que este fue el mejor beso que he tenido en mi vida, al final parece que sí lo disfrute, mocoso- sonrió


No supo ni cómo ni cuándo las lágrimas comenzaron a brotar de sus ojos, por lo que  se separó de Reborn lo más rápido que pudo y trató de limpiarlas con sus muñecas.


-Hey ¿qué es lo que ocurre?


-Yo... Reborn-sensei- el menor no paraba de llorar


-Cálmate, no entiendo por qué estás llorando


-... a-aunque usted no me crea, este fue... mi primer beso


Reborn quedó muy sorprendido por las palabras del adolescente, por la forma en la que lo había seducido y pedido a gritos que lo follase hace no menos de veinte minutos supo al instante que era versado en lo que a sexo se refería.


-¿Me dirás ahora también que eres virgen?- respondió con algo de burla 


-No... no lo soy- al escuchar el tono con el que le habló el pelinegro Lambo arrugó el entrecejo y limpio el resto de lágrimas frotando con fuerza sus ojos - pero a pesar de que he tenido sexo con quien sabe cuántos hombres., esta fue la primera vez que dejo a alguno besarme- hizo una pausa- aunque ahora me arrepiento


Reborn se sintió enfurecer al escuchar el "con quien sabe cuántos hombres" de la boca del chico, la sangré le hervía y no quería averiguar la razón, intuía que no sería bueno el saberlo.


-Te arrepientes ¿eh?-  tocó con uno de sus dedos la boca de Lambo, delineó con este sus labios y se acercó a su rostro hasta que sus alientos se mezclasen


-No, no se atreva a...


No pudo terminar su frase porque una juguetona lengua se abrió paso entre su boca, gimió inmediatamente al sentir como la experta lengua del mayor saboreaba cada rincón de su cavidad y la inspeccionaba con devoción.


-¿Que es lo que decías mocoso? - dejó libre la boca del estudiante y sonrió ladino


-...- el rostro de Lambo estaba sumamente rojo-... c-cállese


-Creeré lo que me dijiste antes, es bueno saber que tomé la virginidad de tus labios-  Reborn sonrió divertido al ver como Lambo se avergonzaba cada vez más


El menor se preguntaba por qué había disfrutado tanto de los dos besos que había compartido con aquel hombre ¿No se suponía que solo besaría a la persona que amara? Entonces ¿porqué se había dejado besar por él? Era imposible que se hubiese enamorado si ese mismo día lo había conocido ¿verdad?


-Sabes algo, tu cara toda sonrojada me excita aún más- el mayor tiró a su estudiante contra el suelo y se posicionó sobre él- creo que llegó la hora de divertirnos verdaderamente, Lambo


Reborn comenzó a lamer nuevamente el cuello del menor, mientras con las manos le quitaba el pantalón junto con sus bóxer dejándolo completamente desnudo.


-Ahh!... nngh...


-Gime, me gusta oír como lo disfrutas- tomó el miembro de Lambo con una de sus manos y comenzó a moverla de arriba abajo


-Se... ¡ahh!... ¡sensei!- acarició los brazos de Reborn con sus manos- quiero sentir... nngh... su piel


-Entonces desvísteme


Lambo desabrochó la camisa del profesor lo más rápido que sus dedos se lo permitieron, acarició lentamente con sus manos el pecho y los abdominales marcados que  poseía para luego suspirar excitado.


-Es muy apuesto, sensei


La expresión que tenía Lambo en ese momento, el hecho de que su rostro estuviese todo sonrojado y ,para terminar, las palabras que dijo, hicieron que el poco control que le quedaba se esfumase.


-Te gusta provocarme ¿verdad?- el pelinegro se terminó de sacar la camisa y la lanzó a paradero desconocido, abrió las piernas de Lambo y comenzó a simular envestidas contra su entrada 


-¡¡Ahh!!... nngh... sensei... ¡Reborn-sensei! - él se sentía en el cielo y eso que el mayor aun no había entrado en él


-Ah... ya no puedo esperar más - el pelinegro llevó tres de sus dedos a la boca de Lambo y este los lamió lascivamente


Cuando estuvieron bien lubricados los sacó de la caliente cavidad del chico para remplazarlos con sus labios. Entre el beso, que fue inmediatamente correspondido por el adolescente, dirigió sus dedos antes ensalivados hacia su rosada entrada e introdujo dos lentamente.


-Lo quiero a usted sensei... ahh... por favor- Lambo posó sus dedos sobre los que Reborn tenía dentro suyo- fóllame, hazlo, Reborn-sensei


El mayor sacó rápidamente sus dedos del interior del cuerpo contrario e  introdujo de una sola vez su palpitante miembro, provocando que el menor arquease la espalda por el infinito placer que le provocó dicha acción.


-¡¡Ahhhhh!!... ¡sensei!...  nngh... tan grande


-Ah... eres tan estrecho, tu hermoso culito me succiona tan libidinosamente, es increíble- habló Reborn mientras envestía fuertemente contra el adolescente


-¡¡Ahh!!... sensei... ahí.... me gusta... nngh- gritó Lambo al sentir como el pene del profesor tocaba aquel punto que lo llevaba al mismísimo infierno


-Ah... pequeño insaciable... nngh- el pelinegro aumentó aún más si se podía el ritmo de sus estocadas, con una mano tomó el miembro de Lambo masturbándolo y al mismo tiempo se acercó a este para volver a tomar sus labios, se había vuelto adicto a ellos desde que tuvo la dicha de probarlos.


Luego de unos minutos de disfrute mutuo y gemidos llenos de placer, el menor se vino en la mano de Reborn y este en su interior.


Agitados y sudados por la acción realizada, se quedaron quietos por unos segundos para luego ser el mayor el primero en moverse saliendo del interior del adolescente lentamente.


Comenzaron a vestirse sin decir palabra alguna, el silencio volvió a reinar aquel salón de clase que había sido testigo, para el menor, del mejor sexo de su vida.


Ya completamente vestidos, Reborn se acercó a la carpeta a guardar los exámenes dentro de su maletín. Lambo tuvo la intención de hablar pero nuevamente las palabras no quisieron fluir de sus labios.


Cuando el menor pensó que todo lo mágico que había sucedido en aquella aula tan solo había quedado para su mente como un recuerdo más, el pelinegro al fin dejó escuchar su potente y varonil voz.


-No creo que sea necesario decirte que a partir de hoy me perteneces. Si te atreves a acostarte con alguien más aparte de mí- el pelinegro se acercó y tomó con su mano libre, ya que con la otra cogía su maletín, el mentón del chico- estate preparado para las consecuencias- finalizó sonriendo para luego darle un lento pero pasional beso 


- E-Está bien, Reborn-sensei


¡Pero que mierda estaba diciendo! ¿Cómo que él le pertenecía a alguien? Cada vez que alguno de los hombres con los que estuvo quiso monopolizarlo los mandó por un tubo y nunca más se acercó de nuevo a ellos, entonces ¿Por qué sumisamente había aceptado lo que Reborn le impuso?


Debo estar enfermo, o quizá loco - no estaba seguro, pero de lo que si tenía certeza era del deseo tan grande que sentía por permanecer al lado de ese hombre, de aquel sentimiento que poco a poco embargaba todo su ser.


¿Acaso esto es lo que llaman amor?


-Ya que has entendido, tonto lambo- revolvió los cabellos del chico- apúrate, te llevaré a la parada del autobús


Con el rostro sonrojado y un puchero por el "tonto" antes de su nombre, el menor asintió.


Tomó su mochila y salió del aula tras Reborn, aquel hombre con el que había sentido por primera vez... el placer de un beso.


"Ilumíname con tus ojos de pasión y verdad, muéstrame el camino hacia tus labios de placer para fundirnos en un beso de ilusión, dame... una razón para soñar"


...

Notas finales:

¿Reviews?

¿Les gustó? ¿ Estuvo pésimo? jajaa xdd

* lo que está entre asteriscos es una parte del capítulo 7 de Rayuela del autor Julio Cortázar xd..me gustó mucho y por eso la incluí*

Para las que han leido  "el tunel de la ambrosía" pienso publicar pronto un nuevo cap... lo que sucede es que este one shot RXL no pudo esperar más

Besos y hasta la próxima

Bye Bye 

 


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