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Labios compartidos (Gureshin/ Guren&Mahiru) ONE-SHOT por Sherry Yukina

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Notas del fanfic:

Para esta historia me inspiré en la canción "Labios compartidos" de Maná :) Si gustan pueden escucharla acá  https://www.youtube.com/watch?v=eUHvNcJaWVU

 

Notas del capitulo:

Tengo un amor incodicional con la pareja del Gureshin pero he quedado algo perturbada por los sucesos recientes y he aquí el one-shot que creí ya no iba a finalizar. Pero finalmente me puse las pilas y con la ayuda de una amiga que me alentó a seguir y fue mi beta, lo estoy publicando :)

 

Labios compartidos

Amor mío...

Si estoy debajo del vaivén de tus piernas

Si estoy hundido en un vaivén de caderas

Esto es el cielo es mi cielo.

Lunes 2 am

Y una vez más  ha caído en su red. Guren lo sabe, es un caso perdido. A sus veinticuatro años sigue jugando en las manos de ella como si fuera su títere. Ya perdió la cuenta de todos los vaivenes que ha sufrido su relación si es que aun puede llamarla así. Tal vez sería más exacto hablar de un  vínculo exquisitamente enfermizo, una celestial adicción que arrastra  de su pasado. Siempre, siempre con él empujándolo al abismo de la locura con su solo recuerdo. Ella, siempre ella torturándolo también con su presencia. Verla es como contemplar a una diosa y es a ella a quien le debe su devoción desde que tiene memoria. Su diosa. Su sol. Mahiru. Ella es la mujer que a pesar de los años sigue volviéndolo loco como el primer día, es que tal parece que el calor que irradia su cuerpo parece haberlo consumido hace tiempo. Sin clemencia se ha encargado de arrasar su alma al igual que el sol quema el suelo del desierto...

 

Miércoles 1 pm

En su oficina lo espera alguien a quien conoce mejor que a un compañero de trabajo, mejor que a un amigo. Esa persona también se podría decir que lo conoce muy bien a él a excepción de algunos detalles. O tal vez no, quizás lo sabe todo y prefiere aceptarlo. Esa persona es su oasis en el desierto que se ha convertido su alma. Guren lo quiere, lo desea, necesita tenerlo en su vida. Pero también la necesita a ella. Hace mucho tiempo desistió de elegir a uno  sencillamente  porque no puede dejar a ninguno. Así de egoísta es pero quién podría culparlo siendo que si alguno de los dos le falta, él se muere.

Ese hombre es la morfina que se aplica para su ya incurable enfermedad que lo quema por dentro hasta llenarlo de dolorosas llagas en su interior. Él es quien llegó a su vida cuando menos lo esperaba y le trajo un poco de calma a su atormentada existencia. Shinya, hasta su nombre le resulta tan hermoso como él.  Y su sonrisa, jamás se cansaría de su sonrisa y la forma en cómo a veces sus ojos se cierran en un gesto empalagosamente adorable. Por supuesto que había muchas más cosas de él que le gustaban pero ponerlo en palabras era una tarea difícil.  De pronto su voz tan melodiosa y juguetona como siempre, interrumpe sus pensamientos

_Hola Guren~

_ ¿Otra vez entrando sin permiso, Shinya?

_ Tampoco es como si fuera que el gruñón Ichinose  me dejara entrar de otra manera~

_ Es que siempre vienes cuando estoy más ocupado

_ Eres una tortuga~ Yo ya terminé con la mayoría de mi parte y por eso pensé en venir a verte. Soy  tan considerado que vengo a acercarte mi ilustre presencia. Deberías agradecerme. Vamos hazlo~

Y ahí va de nuevo con su afán de pasar el tiempo molestándolo para su diversión. Al comienzo esa parte retorcida de su personalidad había logrado llevarlo al fastidio pero con el paso del tiempo aprendió a dejarse llevar  por él y su particular manera de ganarse un lugar en su vida.

 _ Cómo se nota que los señoritos de buena familia tienen mucho tiempo libre

Guren podía dejarse llevar por él pero también podía jugarle de la misma manera.

_ ¿Envidia, Ichinose?~

_ Ja. Ni que estuviera tan mal de la cabeza.  Gracias

_ Lo sé. No importa cuánto lo intente, nadie quiere cambiar sus zapatos conmigo~

_ Mentiroso. Hay un montón de idiotas que matarían por estar en tu posición.

_ Es cierto pero no soy tan cruel como para arruinarle la vida de esa manera a alguien más~

Guren iba a replicarle que dejara de hacerse el mártir cuando una peligrosa pregunta queda resonando en el aire:

_ Oye Guren ¿Puedo ir esta noche a tu departamento?

_... no

Despues de una breve pausa esa fue la respuesta que llegó. Shinya no podrá estar esta noche con el hombre que ama. Él necesita el abrazo y la atención de ese hombre pero tal parece que hoy no es su día y tendrá que esperar. Otra vez, porque no es la primera vez que ocurre.

Guren lo mira fijamente para leer su expresión pero nada. Sólo una sonrisa y esos ojos azules que lo miran con dulzura es lo que encuentra. Y entonces la estocada.

_ El domingo a la tarde dijiste que hoy nos veríamos allí.

Nada  más que la pura verdad, de hecho así había sido. Guren quería tenerlo para amarlo esta noche  en la intimidad de su departamento pero eso fue horas antes de ver a... Ahora sería diferente. Otra persona ocuparía su cama sin siquiera poder oponerle resistencia. Pero Guren no podía decirle eso a su ángel de ojos azules, jamás podría decirle que esta noche dormirá con ella para después volver herido a los brazos de él. Ya había sucedido anteriormente y probablemente seguiría ocurriendo de la misma manera...

Amor fugado...

Me tomas, me dejas, me exprimes y me tiras a un lado

Te vas a otros cielos y regresas como los colibríes

Me tienes como un perro a tus pies.

Shinya no dijo nada más y tampoco parecía que fuera a decirlo. Siempre era él quien buscaba salvar la conversación antes de que muriera en el silencio pero esta vez parecía ser distinto. Sólo se mantuvo en su lugar... sonriendo. Guren que amaba y había aprendido a necesitar su sonrisa se percató de que esta era una que  lo traspasaba completamente, que esa era una sonrisa que dolía.

En verdad Guren quería corresponder a sus sentimientos como se debe y se maldecía por ser un estúpido bastardo con él pero...

_ Shinya como te he dicho antes, hoy estoy muy ocupado así que veré  qué puedo llevarme para terminar esta noche en casa.

_ ¿No te parece que ya nos conocemos lo suficiente? Deja tus aburridas mentiras Guren~

Otra estocada más y nuevamente ahí estaba esa sonrisa plasmada en su rostro. Es lo que se gana por querer mentirle inútilmente. Shinya se da la vuelta para marcharse pero una mano lo retiene a la fuerza.

_ Espera

_ ¿Qué quieres Guren?

_ A ti. Ahora

Y en ese momento sus labios se sellan para evitar que las palabras sigan hiriendo sentimientos. Luego sus cuerpos se encuentran y caen rendidos el uno sobre el otro entre las cuatro paredes de la oficina.

 

Miércoles 11:55 pm

Casi medianoche y la impaciencia por no tenerla lo domina. Intenta calmarse pero no obtiene ningún resultado. Ella no se ha comunicado para postergar la cita pero tampoco ha venido.  Los celos lo enloquecen al pensar que no ha venido porque tiene alguien más para abrasar con su fuego maldito. Y así es como sólo quedan él y sus demonios que se burlan cuando acude desesperado al bendito recuerdo de esta tarde. Shinya en sus brazos aferrándose a la unión de sus cuerpos y gimiendo su nombre... Guren...Guren...

_Guren ¿qué estás haciendo mi amado Guren?

_¿Q-qué?

_ No me digas que empezaste sin mí.

_ ...

_ ¿Tan deseoso por verme estabas que me esperas en llamas tocándote como un adolescente?  Deja que yo lo hago mejor

En el ardor del momento Guren no se había percatado de que mientras pensaba en lo que había hecho con Shinya, Mahiru había usado su propio juego de llaves para entrar por su cuenta.  Y nuevamente cuando el recuerdo de esos hermosos ojos azules se desvanece lentamente, el sol extiende sus rayos  impasibles llevándose todocon él...

Otra vez mi boca insensata

vuelve a caer en tu piel.

Vuelve a mí tu boca y provoca.

Vuelvo a caer

de tus pechos a tu par de pies.

 

Jueves 3 am

Un hombre abandona su cama en busca de un bocadillo nocturno. Probablemente no sea hambre lo que lo mantiene despierto siendo que al otro día debía levantarse temprano para ir a trabajar. Sí, es muy probable que sea ese vacío en su interior que lo ataca enfrascándolo en el insomnio. Esa sensación ya le era familiar y con el tiempo aprendió a intentar llenar el vacío con comida. A esto se debía su afición con las tostadas, cuando pensaba en aquel hombre inconscientemente ya se había llevado una tostada a la boca. Ese hombre, otra vez ese hombre había tomado una decisión y él no estaba incluido. Lo más gracioso de todo es que a pesar de que Guren se esforzaba por mantener las apariencias para protegerlo, él sabía todo. Y para completarla, sentía que no podía hacer nada para que eso dejara de doler.

Labios compartidos...

Labios divididos mi amor

Yo no puedo compartir tus labios

Que comparto el engaño y comparto mis días

y el dolor

Ya no puedo compartir tus labios

Ooh amor ooh amor compartido.

Hubiera sido más fácil olvidarlo cuando aun podía hacerlo, pero había algo en él que le hizo pensar que era el tipo de persona que no debes dejar ir. Entonces decidió que para bien o para mal buscaría acercarse a él. Por supuesto no era una empresa fácil puesto que Guren no era del tipo fácil de llevar, pero eso lo hacía todo más interesante. A los ojos de Shinya, él era ese algo que había estado esperando por tanto tiempo en su aburrida vida.

Aún recordaba con nostalgia todos los intentos que realizó para estar cerca de él, la mayoría fallidos puesto que Guren no era alguien que se abriera a los demás. Y así fue por mucho hasta que un día Shinya quien estaba siguiendo a Guren por simple hobby fue interceptado por un sujeto que pretendía atacarlo para sacarle algo de valor. Shinya había recibido clases de defensa personal desde pequeño pero al parecer ese sujeto tampoco era un improvisado y logró ponerlo en apuros. En ese momento guiado por el alboroto Guren hizo acto de presencia y entre los dos lograron reducir al sujeto y entregarlo a las autoridades. Ese día Guren lo regañó por andar en una zona que no era fuera segura para alguien de su  alta posición. Fue en ese momento que Shinya entendió que aquel hombre que había sabido rechazar todos sus intentos por acercarse a él, ahora se había salido de su camino para ir en su auxilio demostrando que se preocupaba por su seguridad. Tal vez fuera el agradecimiento o el hecho de que nadie ni siquiera su familia se había preocupado por él antes como lo había hecho Guren, pero el asunto es que definitivamente quería hacerse amigo de él.

Para su fortuna con perseverancia lo consiguió. Con lo que no contaba era que en el proceso se enamoraría de él poniéndose ahora otra meta: enamorar con su encanto a Guren Ichinose. Hoy en día y a pesar de todo él agradecía poder haber logrado con Guren todo lo que consiguió porque lejos de quedarse con las manos vacías, Guren le daba una razón a su vida aunque eso significara que no fuera suyo por completo.

Amor mutante...

Amigos con derecho y sin derecho de tenerte siempre

Y siempre tengo que esperar paciente

el pedazo que me toca de ti.

Sábado 1 am

Guren no logra mantenerse tranquilo. Shinya no está con él y el miedo a perderlo lo está matando por dentro. Otra vez no contesta sus mensajes, no atiende sus llamadas,  no va a verlo a la oficina y lo que es más, se hace negar por su secretaria. Shinya podía  ser endemoniadamente problemático cuando quería y Guren lo sabía muy bien, ese hombre era alguien que podía seguirlo como si fuera su sombra por el simple placer de estar con él o asecharlo a cierta distancia. Pero también si provocaba su ira, podía volverse frío e implacable como un iceberg. Y de hecho Guren bien merecido se lo tenía, después de todo él lo había provocado con el desaire del otro día. Él era el culpable de la indiferencia de Shinya que no estaba haciendo otra cosa más que pagarle con la misma moneda y eso podía ser muy peligroso si implicaba ir a los brazos de alguien más.  Es por esto que Guren ha perdido la compostura y ahora busca ahogar sus penas en el alcohol. Lo malo es que esto sólo empeora su frágil condición.

Se siente una basura que no es capaz de estar con las personas que ama de una manera más sana. Para Shinya, también para la mujer quien fuera su primer amor... para los tres. Esa clase de pensamientos inundan ahora su mente. Quería ver a Shinya, estar en buenos términos con él y amarlo toda la noche para demostrarle que no podía vivir sin su compañía. A su vez, otra imagen se hace presente en su mente pidiéndole que lo olvide, insistiendo en que no necesita nada más que a ella para vivir. Esa feminidad impresa en sus pensamientos en complicidad con el alcohol termina por adormecer sus sentidos.  Necesitaba a su ángel, lo necesitaba ahora o de lo contrario caería ante ella otra vez. Pero en la soledad de su departamento y en su maltrecha condición la situación no parecía mejorar pronto. Rápidamente su cabeza se volvió un caos en el que ya no podía diferenciar qué estaba arriba o qué estaba abajo. Si era ella o era él a quien estaba disfrutando besar y desvestir en su mente.

Relámpagos de alcohol...

Las voces solas lloran en el sol

Eh, mi boca en llamas torturada te desnudas angelada

Luego te vas.

Guren lo sabe, ya está perdido. Tambaleándose toma su celular y lo llama. Quiere hablar con él y pedirle que venga a cuidar los pedazos rotos de su corazón pero el contestador es el nuevo impedimento.  Escuchar su alegre voz únicamente mediante ese medio, lo descompone al punto de querer romper todo a su alrededor para aliviar la frustración que le produce no tenerlo. Y como era de esperarse Guren y abstinencia son dos palabras que se llevan a las patadas. Sólo un impulso y para su fortuna o desgracia el nuevo llamado que realiza tiene éxito. Pero no es Shinya quien acude a su departamento para estrecharlo en sus brazos esa noche. Esa otra persona escucha paciente y divertida cómo Guren despotrica sobre el abandono que hizo otra persona de él. Tienes razón Guren, esa persona te ha dejado solo. Eran las palabras que le dedicaba para consolarlo.  Si de verdad te quisiera estaría aquí contigo, yo creo que esa persona tiene toda la culpa de tu dolor pero nunca me escuchas cuando te digo que no es para ti. Toma su rostro entre sus manos para que la mire a los ojos. ¿Por qué te empecinas en sufrir de esta manera, Guren? ¿Acaso no ves lo mal que me hace verte así? Tú tienes que verme a mí y sólo a mí porque sabes que yo nunca te haría daño, ¿no es verdad Guren?  Otro momento de debilidad es lo que necesita para tenerlo a su merced. Sólo debes aceptarme. Entrégame tu cuerpo. Deja que esta noche te demuestre que yo soy la única que te ama y puede hacerte feliz.

Otra vez mi boca insensata

vuelve a caer en tu piel de miel.

Vuelve a mi tu boca, duele.

Vuelvo a caer

de tus pechos a tu par de pies.

Shinya despertó por una pesadilla. No es la primera y no será la última pero saberlo no lo hace sentirse mejor. En el sueño Guren aparece frente a él y está llorando. Shinya intenta acercarse para decirle que todo va a estar bien, que él volverá a su lado y serán felices, pero una mujer aparece detrás y lo envuelve en sus brazos. Ella sonríe y le susurra al oído.  Guren deja de llorar y el que comienza a hacerlo ahora es Shinya. No lo soporta, quiere gritarle que lo deje y estira su brazo en vano para hacer que lo suelte pero se encuentra inmovilizado en el mismo lugar viendo como ella tiene en su poder al amor de su vida. Shinya ya despertó pero la sensación de pérdida no se va. Pronto más lágrimas caen de sus ojos.

Labios compartidos

labios divididos mi amor.

Yo no puedo compartir tus labios.

Que comparto el engaño

y comparto mis días y el dolor

Ya no puedo compartir tus labios.

Shinya reconoce a la mujer de su sueño y a pesar de todo y sin importar lo estúpido que pueda parecer esto, él no puede odiarla. Es que esa mujer es alguien a quien él conoce muy bien. Es más, hace unos días lo llamó de manera clandestina para decirle que sigue viviendo feliz porque tiene lo que quiere y que lo mejor que podía haber hecho era dejar atrás a su familia. Sucede que su hermana hace años había enloquecido de amor y molesta porque padre no la dejaba estar con el amor de su vida, ella tomó la resolución de abandonarlo todo. Desde entonces perdió la herencia y fue estigmatizada como traidora quedándole prohibido que viera a cualquiera de sus hermanos, aunque al parecer a ella ya no le importaba.

 Esa mujer hermosa, inteligente y decidida es la causa de su felicidad incompleta. Tampoco puede culparla si ella es quien llegó primero pero jamás podría entender esa manía suya de querer arrastrar a la locura a Guren también. Es que ya habían pasado años desde que se rebeló, entonces ¿por qué no dedicarse a compartir su vida con quien tanto dice que ama? No, ella prefiere hacerlo sufrir de esa manera cruel, inexplicable e ineludible para Guren que no puede desvincularse de ella. Nunca se queda a su lado más de una noche pero aparece cuando él quiere olvidarla. Tan oportuna que asusta. Una mujer con la intuición para anticiparse a los movimientos de esos dos hombres que resultan totalmente impotentes a su accionar. No puede odiarla porque después de todo es su hermana y no es más que una víctima de su propia locura. No obstante, tampoco puede fingir ignorar lo astuta y manipuladora que puede llegar a ser con Guren e incluso con él cuando entre líneas le tira a la cara que Guren siempre la amará a pesar del daño que ella puede infringirle. O tal vez en realidad ella no sabe cómo amarlo. Shinya jamás lo sabría. Lo que sí sabe es que el precio a pagar por enamorarse de un hombre cuyo corazón yacía en manos de otra persona antes de que él llegara a su vida, sin duda alguna se había vuelto algo más que costoso. Y él que ha llegado tarde ya no sabe qué hacer para acabar con esa situación.

Que me parta un rayo...

Que me entierre el olvido mi amor.

Pero no puedo más

compartir tus labios, compartir tus besos

Labios compartidos.

 

Domingo 3 p.m

La ropa permanece tirada en el suelo marcando un camino desde la puerta, pasando por el living, siguiendo un pasillo y terminando en la habitación donde dos hombres se encuentran compartiendo la misma cama. Sucede que Guren, cansado de no poder estar con Shinya como necesita y desea, se apareció en su departamento ordenando que abriera la puerta y diera la cara. Fueron momentos de mucha tensión por supuesto, pero ahora ahí estaban. Shinya besaba con ternura y cuidado la herida en la comisura de los labios de Guren. Dicha herida se la propinó el mismo Shinya preso del dolor al escucharlo decir que era él al único que amaba y con quien quería estar. Ese dolor causado por las inútiles mentiras ahora sólo parecía un espejismo estando en los brazos de su amado. Guren tenía la hermosa  habilidad de hacerle olvidar todo y no podía ni quería ir en contra de eso nunca. Guren por su parte estaba extasiado por estar otra vez con Shinya. Él lo enloquecía pero de una forma más sana, él no lo hería como ella. Es cierto que le había dado un buen zurdazo hace un momento pero esa herida se curaría pronto, las heridas del corazón duelen más.  Por eso es feliz cuando ve que su hermoso ángel lo recibe abriendo sus alas para abrigarlo a riesgo de que éstas se rompan en el proceso. Él sabe que Shinya ha estado sufriendo pero aun así y a pesar del dolor, es tan generoso que quiere protegerlo de la locura en la que Guren ha caído.

Y así,  entregándose el uno al otro encuentran consuelo para sus corazones heridos. Guren recorre con besos húmedos esa piel blanca y suave que no parece pertenecer a un hombre de más de veinte. Deja marcas también para que recuerde a quien pertenece, un idiota que no puede estar sin él porque lo necesita para luchar con los demonios que lo torturan. Shinya es su única esperanza de salvación, por eso no desea perderlo. Quiere tenerlo por siempre entre sus brazos aferrándose a su cuerpo cuando sus caderas se impulsan en busca de más placer. Y juntos se entregan haciendo el amor, esa fuente de gozo que alivia el ardor de la piel y los incita a gemir sus nombres como si fueran lo más hermoso que sus labios pudieran decir en el mundo.

El sudor va cayendo por sus cuerpos a medida que la intensidad del momento aumenta y Guren hace que cambien de posición y no precisamente para hundirse más profundo en él sino para tenerlo cara a cara y disfrutar de sus exquisitas expresiones. Nada puede motivarlo más que ver a Shinya con su boca entreabierta suspirando, gimiendo y jadeando para su deleite. Sus ojos también hacen la vista más estimulante cuando se cierran con fuerza perdidos en la pasión o cuando se abren y dejan ver ese azul al borde de las lágrimas por el éxtasis. Con él estar así es perfecto, no se siente un estúpido enfermo aferrándose al dolor. Incluso quisiera que fuera así siempre pero si no estuviera condenado en primer lugar, no lo tendría a él para rescatarlo. O algo así es lo que Guren pensó antes de sentir cómo la resistencia de sus cuerpos era arrasada por la fuerza del orgasmo mientras ahogaban el último gemido sellando sus labios en un  beso dulce e intenso.

Te amo con toda mi fe sin medida...

Tus labios tienen el control.

Ambos permanecen abrazados en la cama mientras Shinya mantiene su cabeza en el pecho de Guren y este juega con sus cabellos de color blanco. Shinya disfruta relatar en voz alta anécdotas bochornosas de Guren que se encargó de fotografiar en el tiempo en que todavía no eran cercanos y sólo lo acosaba mirando sus movimientos de lejos. Guren sólo responde frunciendo el ceño y quejándose de lo molesto que es cuando insiste en hablar de esas cosas para avergonzarlo. Ambos se veían adorables disfrutando de su idilio totalmente ajenos al mensaje que aguardaba ser leído en el celular de Guren.

De: Mahiru

Guren ¿pretendes olvidar a quien perteneces? Estaré esperándote en tu departamento y no pienses ignorar este mensaje, sabes muy bien que no tienes el poder para rechazarme. Te he dejado divertirte un rato por ahí pero ya fue suficiente. Eres mío y esta noche haré que olvides todo mientras te pierdes en mí.

Te amo con toda mi fe sin medida...  

Y sigues tú con el control. 

Notas finales:

Y eso fue todo :p

No me maten XD

No olviden comentar diciéndome qué les pareció ;)

Un abrazo enorme. Nos vemos!!!


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