El día se encontraba nublado y parecía que iba a llover. Un chico rubio se encontraba en el cementerio de la ciudad, al lado de los acantilados. Se escuchaba el romper de las olas en las rocas, la brisa marina acariciaba el rostro de los asistentes al funeral. Se sentía la tristeza en el ambiente, Todos vestían de negro y observaban el ataúd cerrado mientras este entraba lentamente en su fosa.
Una vez hubo terminado el funeral todos abandonaron el lugar excepto dos personas. Sakura y Naruto se encontraban sentados en el borde del acantilado. El día finalmente había despejado y ambos observaban como el sol se ocultaba en el horizonte marítimo.
-Es... increíble que se haya ido-La pelirrosa intentaba aguantarse las ganas de llorar-Después de todo lo ocurrido-
Naruto observa impasible el mar sin escuchar a Sakura.
-¿Naruto?-
-¿Si?¿Qué pasa?-
-No me has escuchado ¿verdad?-
-La verdad es que no-El rubio aporto una débil sonrisa al momento.
-Ya casi es de noche y comienza a hacer frío-dijo la pelirrosa mientras se frotaba las manos.
-Toma-Naruto le tendió su chaqueta.
-Gracias-dijo mientras se la colocaba por encima de los hombros.
Los dos se quedaron observando el frío firmamento iluminado por las miles de estrellas que brillaban en él hasta bien entrada la noche.
-Deberíamos irnos-susurro la pelirrosa.
-Si-
-Si quieres... puedes pasar la noche en mi casa. Así no nos sentiremos tan solos-
-Gracias. Acepto la invitación-
Ambos se levantaron y echaron a andar hacía la pequeña villa, más en concreto, a la casa de Sakura.
Al llegar, Naruto se sentó en el sillón de la sala de estar, Sakura se dirigió a su habitación, se cambio de ropa y se sentó junto al rubio.
Ya sin poder contenerse más Sakura se hecho en el pecho de Naruto y dijo mientras lloraba-¡Oh Naruto ¿Por qué ha tenido que irse? ¿Por qué?! Sasuke...-Sus lamentos quedaron ahogados por las lágrimas , las cuales salían a borbotones de sus ojos.
-Tranquila-susurro Naruto mientras de sus ojos brotaban más lágrimas cargadas de dolor y sufrimiento.
Fuera, comenzó a llover, las calles frías y encharcadas se encontraban desiertas mientras el aire proveniente del mar las cruzaba, se decía que el espíritu de los muertos se convertía en aire y por la noche este deambulaba por las calles observando lo que nunca volvería a ver, era, su despedida de la tierra.
A la mañana siguiente, un chico rubio se revolvía entre las sabanas incomodo, al fin despertó.
-¡Ay!-Se froto la cabeza y observo el suelo, donde había tres botellas de wiski-¿Qué ha pasado aquí?-
-¡AAAH!-grito una voz a su lado.
-¡Sakura!¿Qué haces... así?-
Esta se encontraba desnuda, tapada únicamente por la sábana que tenía entre las manos.
-¿Qué ha pasado?-dijo Naruto un poco aturdido.
-¡¿Tu qué crees?!¡Estamos en mi cama, los dos estamos desnudos y...-La pelirrosa se asomo por le lado de la cama de Naruto-hay botellas en le suelo! ¿Qué crees que hicimos? ¡¿Jugar a las palmitas?!- Sakura se levanto de la cama con la sabana cubriéndole el cuerpo aunque esta era tan fina que apenas cubría algo-Sabiendo que no debo beber...-Naruto se levanto de la cama sin sabana ni nada en dirección al cuarto de baño -Bueno, me voy a duchar-
-¿Cómo que me voy a duchar? Y tápate por favor-
-¿Por qué? Ya me viste al completo ayer así que...-Naruto entro en el cuarto de baño.
Sakura se sentó en la cama-Y encima lo dice así tan normal...-Al momento y sin saber porque se sonrojo-Aunque... hay que reconocer que esta bastante bueno y eso-
Tras pensar un poco Sakura abrió la puerta del cuarto de baño y entro. Al momento se deshizo de la sabana, la cual quedo en el suelo. Naruto no se percato de su entrada hasta que Sakura llego por detrás y le abrazo mientras acariciaba su torso mojado por el agua.
El rubio se dio media vuelta y la observo, casi instintivamente la beso, ello lo recibió con gran agrado, Naruto la empotro contra la pared y siguió besándola.
Afuera, el día estaba soleado, se veían nubes blancas y esponjosas como algodones.
Mientras tanto en otra parte de la ciudad. Un chico pelirrojo deambula por las calles del pueblo un tanto perdido.
-¿Hola?-dice mientras entra en una cafetería que a primera vista parece desierta.
-¿Si?¿Qué quiere?-Se escucho una voz proveniente de la cocina.
-Vera... soy extranjero en la ciudad y...-
-Necesita ayuda ¿no?-Le interrumpió una voz desde fuera.
-Si-
Al fin, el emisor salió de la cocina. Era gordito, con cara de glotón.
-Hola, me llamo Choji Akimichi-dijo mientras le tendia la mano de forma cortes.
-Gaara de la arena-dijo mientras cogia la mano del otro.
-Tengo un amigo que le podría ayudar. Se llama Shikamaru Nara, esta en la oficina de turismo, en la plaza central, diga que va de mi parte-
-Gracias ¿Pero... donde esta la plaza?-
-Ah, claro perdón-
De vuelta en la casa de Sakura, ambos yacen en la cama tranquilamente hasta que alguien toca al timbre.
-¡Mierda! ¿Quién coño sera?-
-Sakura abre, soy Ino, venía a presentarte a mi novio ¿Estas?-
-Si, un momento-
Dos minutos después.
-¿Qué pasaba?-dijo Ino mientras entraba a la casa.
-Nada, es que tenía la casa un poco revuelta, pasad-
-Te presento a mi novio, Lee-
-Encantada-
-Hola-
Los tres se sentaron en el sofá, en silenció, hasta que Naruto asomo del cuarto de baño.
-¿Naruto?¿Qué haces aquí?-
-Nada, vine a visitar a Sakura-
Volvamos con Gaara, quien ya ha llegado a la plaza, y por tanto, a la oficina de turismo.
<Toc-Toc>
-¿Si?-dijo un tio desde dentro, era moreno y su expresión delataba cansancio.
-Hola, un amigo tuyo llamado Choji me dijo que me podrías ayudar-dijo Gaara colocándose frente al chico.
-Menudo rollo, en fin, que quieres-
-Me gustaría que me señalases el camino a una calle-
-¿Y cual es?-
-C/ de los alpes-
-A ver- murmuro Shikamaru mientras buscaba un plano en el armario-Aquí. Vera... tiene que ir por esta calle hasta llegar a esta otra y...-
Mientras tanto en la casa de la Haruno.
-Bueno me tengo que ir-
-¿Si?-
-Si-
-Quédate anda...-
-Lo siento no puedo-dijo Naruto desprendiéndose de los pegajosos brazos de la pelirrosa-Adiós-
-Un besito-dijo Sakura poniendo morritos.
-Vale, vale-
Naruto le dio un corto beso y se alejo de la casa de Sakura.
-Que pesada. Y eso que nada más que echamos un polvo-
Al llegar a su casa, Naruto abrió lentamente la puerta, encendió las luces y se hecho en el sofá derrotado por el cansancio.
<Rigggg>-
-¿Quién será?-se pregunto Naruto mientras cogía el fonillo.
-¿Si?-
-¿Naruto? Ábreme por favor-
Al principio el rubio no reconoció la voz pero luego, al reconocerla, dijo con un hilillo de voz-Pasa-
Al abrir la puerta se encontro con la mirada de otro chico de su edad, pero este, a diferencia suya, era pelirrojo y tenia una expresión dura.