-¿Dónde te habías metido? Desapareciste el otro día-
-Tuve ciertos asuntos que atender, sé que fue muy descortés de mi parte haberme ido sin avisar-
Debido a los eventos del otro día Toffee no pudo dar explicaciones a la joven morena de su desaparición repentina, era un hecho que tenían un compromiso mutuo de intercambio de información y para sus planes a futuro era vital respetar dicho acuerdo.
-Extraña forma de pedir disculpas, a veces cansa esa forma tan formal de hablar. Aun asi no responde mi pregunta ¿Dónde te habías metido?-
-Ya respondi…-
-Ha ha ha- rápidamente la menor lo corto moviendo el dedo de un lado a otro en forma de negación, una forma algo infantil y descortés de interrumpirlo en opinión de Toffee –nada de respuestas ambiguas, era parte del trato. Esta pregunta también cuenta o yo haré lo mismo cuando me hagas una de tus preguntas y no te diré en cual-
Chica lista.
-Se presentó un inconveniente el cual termine involucrado. Vi a lo lejos como sucesos sospechosos ocurrían para encontrar un viejo conocido que ahora trabaja como mercenario atendiendo un negocio que…-
-Déjame adivinar, involucraba a Marco- nuevamente interrumpió la morena.
-Debo suponer que el joven Díaz te conto lo que paso-
-No, pero supuse que algo ocurrió. Lo vi cojear un poco en clase, y sé que no tuvo su clase de karate el día anterior-
-¿Sabes sus horarios?-
-Es cosa de principiantes, ahora continua por favor, aun no terminas tu explicación-
-Agradezco que me dejes continuar hablando, y lo agradecería más si dejaras de interrumpir. Como iba diciendo, me encontré con un viejo conocido atendiendo un negocio, y si, efectivamente involucraba a el joven Díaz. Alguien le contrato para encargarse de Díaz, en una de las tantas “aventuras” con las princesas de Mewni creo sus propios enemigos, logre convencer a mi conocido que su contratista muy probablemente le había tendido una trampa ya que le dio cierta información falsa sobre su objetivo- Había logrado expresar los hechos con toda la claridad que pudo sin dar ciertos detalles que no creía tan esenciales, como que se ofreció a buscar cachorros con ojos laser o que la información que le dieron a Rasticore implicaba a una “princesa Marco”.
-Oh- no hubo más insistencia de más detalles, comentarios inteligentes o sarcásticos. Solo la chica mirándolo y al parecer procesando la información.
Eso le incomodo de cierta manera, no conocía de tanto tiempo a la chica, pero ya sabía que Hanna era más lista de lo que parecía y difícil de predecir.
-Te encontraste de nuevo cara a cara con Marco- no era pregunta, era afirmación por parte de la chica del gorro.
-Así es-
-Interesante-
-…-
-Hubiera pensado que tardarían más en volverse a ver cara a cara-
-¿Disculpa?-
-Solo era un presentimiento que tenía, que no era solo información y mis divertidos comentarios por la que seguías visitando esta humilde dimensión. O bueno, sigamos con nuestro intercambio de información, es tu turno-
A veces era un verdadero misterio lo que realmente pasaba por la mente de esa chica para el hombre lagarto.
En estos momentos se debatía si sentía curiosidad o mejor olvidar los últimos comentarios de ella como irrelevantes.
Tal vez realmente fue acertado no comunicarle que al final de dicho incidente el mismo se había ofrecido para enseñar a las caninas bestias que tenía el humano moreno como animales de compañía algo de entrenamiento para defender a su dueño.
*+*+*
La naturaleza era aterradora, la vida fuera del castillo era aterradora. ¿Cuánto tiempo había pasado? ¿Meses? ¿Años?
Ludo estaba exagerando en cuanto al tiempo, pero para alguien que de un día para otro se le quita su cómoda vivienda y lo arrojas a la dura vida cada segundo parece eterno, lo único que le permitía seguir levantándose era su notable terquedad y su odio por quienes lo traicionaron. La banda de secuaces inútiles y desagradecidos, la tonta princesa Butterfly, incluso pensó a su familia que siempre lo trato como el ser más insignificante de todos, pero especialmente pensaba con singular odio a cierto hombre lagarto con traje elegante.
Mientras come algo de pescado que trajo su nueva secuaz, una araña gigante que realmente presento una gran batalla para que aprendiera quien era su nuevo jefe, demostrarle que era más fuerte de lo que había creído, se los enseñaría a todos.
*+*+*
“-El número que usted marco esta fuera de servicio, sugerimos que revise nuevamente el contacto a quien desea realizarle la llamada o intente nuevamente más tarde-“ hablo la dulce voz del hada en su espejo mágico.
Con rabia corto la comunicación y gruño con rabia, un comportamiento poco digno de una dama pero desde un tiempo considerable no había recibido respuesta de ese mercenario y supuestamente había prometido resultados casi inmediatos. ¡INACEPTABLE! ¡La habían timado!
¿Acaso estaba condenada a tener subordinados mediocres? Incluso sus guardias en Santa Olga no pudieron hacer mucho cuando todas las princesas se revelaron al mismo tiempo gracias a la fuente de todos sus pesares actuales, la Princesa Marco, y a pesar que ni siquiera alumna oficial de Santa O las jóvenes ya la habían adoptado como figura oficial como símbolo de su rebeldía, si quería recuperar el orden y hacer entender a estas jóvenes nobles que su comportamiento era el peor erro que pudieron cometer debía poner como ejemplo a esa princesa rebelde.
Cosas graves suelen suceder cuando dejas a una princesa hacer lo que quiera, bajo ese principio se había creado este institución sagrada, por eso el nombre de Santa Olga se había utilizado para bautizar su escuela.
La que una vez fue la peor de las princesas, pero pago por sus pecados, cada princesa debería seguir su ejemplo. Oh pero estos últimos años y nuevas generaciones eran un desastre.
Haría pagar a esa princesa de cabellos castaños si incluso fuera necesario hacerlo ella misma con sus propias manos, después de todo, el dicho decía “si quieres un trabajo bien hecho, hazlo tú mismo”.
*+*+*+*
-Lo hice… ¡Lo hice! ¡POR FIN! WUJUUUU- lo había logrado.
Saltando y gritando de un lado a otro la princesa celebraba su triunfo, días había tardado, varios fracasos había tenido, pero jamás se detuvo hasta lograrlo.
Y frente a ella la prueba de su triunfo, toda la pared hecha añicos por una estampida de guerri cornios y el muñeco que había utilizado de practica pisoteado hasta acabar hecho puras astillas, con este nuevo conjuro seguro acababa con Toffee la próxima vez que lo tuviera de frente.
La princesa de Mewni no estaba sola, como siempre la acompañaba el único caballero que le hiso compañía desde el primer día. Por un parte estaba orgulloso por el logro de su princesa, pero por otro algo no le satisfacía del todo.
…l era solamente un simple caballero, a pesar de su alta posición entre la jerarquía entre ellos seguía siendo menos que cualquier gente de la nobleza, en su juventud muchas veces le pareció difícil comprender la decisiones de estos nobles, pero las reinas siempre mostraron que estaban ahí para protegerlos, para ayudar a su pueblo, hacer prevalecer la paz en el reino. Los soldados eran solo una extensión de su poder para lograr este fin.
Pero la princesa, si seguía así por este camino no era en busca de paz para su gente o su reino, se estaba comportando como un soldado emocionado por una próxima batalla, y era comportamiento común ella, pero esta vez era diferente, ella buscaba… eso era, venganza.
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