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Las cruzadas por yue-sama

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Notas del capitulo:

oh diablos!!! 31 RW! nunca en mi vida.

wow les agradesco mucho por sus RW

y como muchas me pidieron, aqui esta la conti!!!

espero les guste y que me dejen comentarios.

me e esforzado por complacer aun que un poco tarde aqui lo traigo.

 

Despertó, como todos los días de su vida, sentía todo el cuerpo entumecido y muy pesado, sus caderas dolían recordándole la desfachatez que se permitió, y de nuevo se repudió, ¿cómo había sido capaz de volver a caer? Su corazón dolía, dolía mucho. La gran herida que había sanado hace tanto tiempo estaba abierta de nuevo y ahora sangraba al rojo vivo.

 

 

Se frotó los ojos despacio, suspirando triste. Tenía que salir adelante, si lo pudo hacer cuando tenía 15 podría ahora.

 

Además ahora tenía a su hijo que le ayudaba a seguir adelante, no se avergonzaba de decir que era padre soltero, pocos sabían que era doncel, ya que su manera de vestir era muy holgada, y su físico algo descuidado.

 

 

Salió de su cuarto para ir a levantar a su hijo, ya era tarde para la escuela, por lo que se apresuró un poco reprimiendo un jadeo de dolor, ya que su parte trasera punzaba resentida.

 

 

Para su sorpresa, su niño ya estaba terminando de arreglarse, trataba, desesperado, de ponerse bien la corbata pero no podía, al verlo Naruto sonrió con dulzura, era la viva imagen de Sasuke, su misma piel, sus mismo ojos y su mismo pelo, sin duda era todo un Uchiha.

 

 

—Ven cariño, te ayudo.

 

 

El niño se asustó pero después sonrió y se abalanzó contra el rubio dándole un gran abrazo.

 

 

—Buenos días —sonrío respetuoso.

 

 

Naruto bajó a su altura y como siempre le arregló el nudo de la corbata que tenía puesta, se veía hermoso con todo el uniforme puesto.

 

 

—Termina de arreglar tus cosas, iré a prepararte el desayuno, ¿vale?

 

 

—Vale —dijo sonriente.

 

 

Naruto salió de ahí a paso lento, había visto preocupación en los ojos de su hijo, aunque supo disimularlo con una sonrisa, no le gustaba ese sentimiento, quizá su error había sido no haberse visto en un espejo. ¿Qué imagen le habría dado a su hijo?

 

 

Lo dejaría para después, necesitaba alimentar a dos bestias…

 

 

Si a dos, porque en un par de segundos más, llegaría otra bestia pidiendo comida.

 

 

Y no se equivocó, minutos después la puerta fue abierta por un alegre Gaara.

 

 

—¡¡Bro!! ¿Tienes comida hecha? ¡Me muero de hambre!

 

 

—Como siempre —dijo bajo.

 

 

—Oye bro… ¿Estás bien? —preguntó acercándosele un poco, teniendo precaución, conocía a Naruto, no por nada era su mejor amigo y ciertamente le preocupaba.

 

 

—Si como siempre, continuando con la puta vida.

 

 

—Tan pesimista como siempre.

 

 

—Ya me conoces.

 

 

Lo agarró despacio de las caderas y Naruto reprimió un jadeo de dolor, no quería que Gaara se enterara de todo lo que había hecho, no por su relación, sino por la vergüenza, tristeza e ira de todo el caso. No quería ver la desilusión en los ojos verdes de su amigo al enterarse que había vuelto a caer.

 

 

Los labios de Gaara se posaron suavemente sobre los suyos, mientras acariciaba su cabello y parte de su cuello, Naruto se tranquilizó, conocía esa caricia, Gaara trataba de confortarlo, siempre hacia eso cuando él estaba triste, pasaba con el todo el tiempo que permanecía triste, apoyándolo, limpiándole las lágrimas y haciéndole sonreír.

 

 

Gaara sonrió entre el beso.

 

 

 

—Te ves horrible cuando te acabas de levantar —dijo burlón.

 

 

—¿Y tú? ¿Eres un príncipe?

 

 

—¡¡Claro bro!! —volvió a besarlo.

 

 

—Deja de hacer eso, sabes que a Sakuya no le gusta.

 

 

—Lo sé —sonrío despegándose de él—. ¿Y la comida?.

 

 

—Ya va.

 

 

Comenzó a preparar la comida, sintiendo la mirada de Gaara en su cuello poniéndolo nervioso, sabía que Gaara podría sacarle cualquier información que quisiera, pero lo que había pasado anoche quería que se quedara sellado en sus labios.

 

 

—Deja de verme —rugió Naruto.

 

 

Gaara no pudo decir nada al ver como venía corriendo el pequeño Sakuya, este se le quedo viendo, sonrío y brincó un poco, Gaara lo agarro y le revolvió el pelo.

 

 

—Hello Little beast —el pequeño infló sus mofletes, ése era el apodo que Gaara le había puesto desde pequeño, ya que según Gaara era toda una pequeña bestia destructora.

 

 

Gaara era lo más cercano que tenía a una imagen paterna, por lo que sabía hasta le había cambiado los pañales, solo eso ya era vergonzoso.

 

 

Naruto les sirvió la comida y ninguno pronunció más palabras, tan solo se dedicaron a comer hasta dejar sus platos vacíos.

 

 

Naruto apenas comió un poco de pan dulce con café, no se sentía bien, se arregló un poco para ir a dejar a su hijo, pero Gaara le siguió, metiéndose con él al cuarto para después cerrar la puerta, dejándolo sin escapatoria.

 

 

Naruto arrugó su ceño, esa era su forma de decir “no quiero hablar” pero Gaara se puso serio, y cuando eso sucedía la situación debía ser tomada de la misma manera.

 

 

—¿Qué pasó?

 

 

—No sé de qué…

 

 

—¡Naruto, crees que no lo noto! Estoy preocupado por ti.

 

 

—Nadie te lo pide —dijo en un susurro, pero Gaara logró escucharlo, lastimándolo un poco.

 

 

—¡Sí, quizás! ¡Pero a mí me da la gana de preocuparme por ti! ¿¡Te has visto al espejo!? Quise fingir que no había notado nada, pero estás más… vacío que siempre.

 

 

Si, lo sabía. No tenía por qué decírselo, le dolía más que Gaara pudiera leerlo de esa manera, se sentía ridículo, su enojo crecía cada vez más, pero ¿Gaara se merecía su enojo? No… claro que no, su enojo era con él y solo con él, ni siquiera entraba ahí Sasuke, estaba enojado consigo mismo por todo.

 

 

—Vale, como tú digas —Gaara lo agarró del brazo y lo jaló hacia él abrazándolo fuerte, Naruto sintió las lágrimas aproximarse— Me acosté con Sasuke anoche.

 

 

—¿Qué? —apenas le había salido la voz.

 

 

—Lo que escuchaste. Tuve sex…

 

 

—Cállate. ¡¡¡Wow!!! ¿¡Con él!? Sí que no pierdes el tiempo ¡eh! —dijo pícaro.

 

 

—No es lo que crees —la voz se le iba poco a poco.

 

 

—De que hablas… No eres tímido, ¿por qué te comportas así?

 

 

—É-él es… el p-padre de Sakuya…

 

 

—¿¡¡Qué!!?

 

 

—Y-yo…

 

 

—¡Mierda Naruto! ¿¡Cómo es posible!? Mi cantante favorito es el bastardo de puta… ¡¡¡Mierda!!!

 

 

Lo soltó rápidamente, y le miró con enojo, sabía que eso pasaría.

 

 

—Pero…

 

 

—¿Cómo pudiste? Después de lo que te hizo… ¿No que lo odiabas? Pues no es lo que parece —dijo serio—. y sabes que eso no tiene nada que ver con nuestra relación, me decepcionas como amigo, no sabes cuantas veces tuve que consolarte por culpa de ese bastardo, para que ahora vengas y le abras las piernas en el primer intento. ¿¡¡Qué demonios te pasa!!?

 

 

Naruto se mordió el labio con fuerza, sabía la respuesta a esa pregunta pero no lo quería admitir, porque si lo hacía estaría perdiendo contra el Uchiha.

 

 

—Porque lo deseo.

 

 

—Pues felicidades —dijo indignado—, pensé que tenías más valor y aprecio por ti mismo.

 

 

No dijo más, se dio la vuelta y salió enojado de ahí, Naruto apretó los puños dolido mientras sus lágrimas se desbordaban.

 

 

—Maldición —susurro.

 

 

Y escuchó el portazo indicando que Gaara se había ido. Le había contado un poco de su pasado omitiendo nombres y bastantes cosas pero… es que era necesario.

 

 

Entonces su pequeño llegó corriendo a su cuarto.

 

 

—¡Papi, papi! Gaa se fue. ¿Te peleaste con él?

 

 

—Eso no importa vámonos.

 

 

—Estás llorando y él se fue echando humo por las orejas —dijo suavecito, no queriendo alterar más a su papá.

 

 

—No es nada cariño, ya nos arreglaremos.

 

 

—Gaa es como mi padre… Por favor no se peleen para siempre.

 

 

A Naruto se le estrujó el corazón al escuchar eso y no supo responder, solo tomo la mano de su niño y salieron de la casa.

 

 

Todo el camino hacia la escuela, Naruto estuvo callado y algo distraído, en la entrada Sakuya se despidió del rubio con un beso en la mejía y se fue corriendo hacia adentro.

 

 

Dentro de una camioneta que iba pasando en ese preciso instante por la escuela, iban los integrantes de la banda y Sai habló.

 

 

—Mira, ¡ese rubio se ve bueno!.

 

 

Sasuke bufó, y volteo a verlo solo para que Sai se callara, y por un momento pensó detener el carro, ese parecía Naruto, aunque… ¿Qué demonios hacia Naruto en una escuela para niños? Claro que no era Naruto, Naruto no tenía hijos. Quiso verle la cara, pero el rubio le daba la espalda, así que no pudo hacer nada.

 

 

—Si, como tú digas.

 

 

Y la camioneta siguió su rumbo. Poco después Naruto al fin se dio la vuelta y comenzó a caminar. Había sentido un escalofrío viajar por toda su espalda, como si alguien lo observara.

 

 

*

*

*

Martes…

 

 

No podía seguir lamentándose ya habían pasado 2 días de lo sucedido con Sasuke, su vida seguía, además tenía su trabajo y a su hijo.

 

 

Ya estaba acostumbrado al dolor, podía vivir con eso.

 

 

—Naruto-san ¿va a seguir?

 

 

—Ah sí —dijo despreocupado—, solo arreglo algunas fotos más.

 

 

Su trabajo era ser asistente de modelaje, la verdad ni sabía porque había acabado ahí, si su físico nada tenía que ver con la moda, pero si le gustaba ver cómo se hacían las sesiones fotográficas, a veces ayudaba a crear la escena o dar ideas.

 

 

Conocía a varios modelos importantes, y ellos le respetaban, pero nunca se habían interesado en él, pensaban que era varón y era mejor así, no quería tener una relación amorosa desde hace mucho tiempo, pero ¿quién se negaría a una buena noche de sexo?

 

 

Naruto no era la excepción, terminó de arreglar las fotos y suspiró cansado, esa había sido una jornada difícil.

 

 

*

*

*

Miércoles…

 

 

Gaara no quería contestar… ¿Por qué diablos no le contestaba?

 

 

Estaba tan enojado con él. Se sintió mal, era su mejor amigo y venían siéndolo hace tiempo, la distancia dolía.

 

 

—Gaara por favor, sé que me estás escuchando, levanta ese teléfono y hablemos, no hagas que deje más de 100 mensajes de voz en tu contestadora, se te atascará y arruinará…

 

 

Esperó por una respuesta pero nunca llegó, así que suspiró y colgó.

Eso era una basura.

 

 

*

*

*

Jueves…

 

 

—¿Comemos helado?

 

 

—Claro, pero no te daré mucho, te dolerá el estómago.

 

 

—Si Gaa estuviera aquí él me daría hasta chocolates.

 

 

No podía enojarse con su hijo por mencionar a ese desgraciado desconsiderado, había estado llamándolo toda el día y aún no contestaba, vale, se le estaba haciendo grande la rabieta que tenía.

 

 

Y al pequeño ya le hacía falta.

 

 

—Sabes que, te daré muchas verduras.

 

 

—Nooooo —chilló haciendo pucheros, su papá era muy malo cuando se lo proponía, pero se tranquilizó al ver a Naruto sonreír así que sonrió dulcemente y le dio un beso en la mejilla—. ¿Regresará Gaa?

 

 

—Oh si… no te preocupes, ha estado muy ocupado en el trabajo.

 

 

—Vale, buenas noches.

 

 

Ya estaba planeando algo, si Gaara no quería venir, yo iría por él.

 

*

*

*

Viernes…

 

 

Se sentía ridículo, pero tenía que hacerlo, llevaba en sus brazos un enorme oso, y todas las personas que le veían pasar, sonreían complacidas.

 

 

Vale, para salir a algunos lugares si se arreglaba, y ahí estaba claro que era un doncel, la ropa se pegaba ligeramente a su silueta.

 

 

Volvió a abrazar el oso, y suspiró por enésima vez, el recorrido se le estaba haciendo largo, pero sabía que valía la pena.

 

 

Cuando al fin llegó tocó la puerta decidido, solo esperaba que todo saliera bien.

 

 

Escuchó como unos pasos se acercaban así que puso el oso delante de él cubriéndolo casi por completo, la puerta fue abierta, pero ningún sonido se escuchó, hasta que un grito perturbó el silencio.

 

 

—¡¡Oye Gaara te buscan!!

 

 

—¿¡De qué hablas Kiba!?

 

 

Naruto se puso rojo, pensaba que Gaara abriría la puerta, ahora ni quería quitarse el oso de la cara.

 

 

—Pues que yo recuerde nadie me regala osos a mí.

 

 

No pasó mucho tiempo para escuchar unos pasos apurados seguidos de una pequeña risa que reconocería siempre, Gaara era un cabrón.

 

 

—Eres un desgraciado bastardo, pero necesito que me perdones. Te extraño —finalizó detrás del oso.

 

 

—Me gustaría que me lo dijeras a los ojos.

 

 

Bajó un poco el oso y lo vio, estaba como siempre, bonito y radiante.

 

 

—No lo volveré a repetir, sabes que no miento, por Dios siempre estás a mi lado y no me refiero al sexo ya lo sabes —Gaara sonrió.

 

 

—Oye viejo, creo que sobro en esta conversación —dijo el chico castaño sonriendo de lado.

 

 

—Sí, vete de aquí —el chico desapareció y Gaara le miró—. ¿Pensaste en lo que hiciste pequeño renacuajo?

 

 

—Si lo hice y si lo reconozco estuvo mal vale, sé que acostarme con ese tipo no me trajo nada bueno, solo placer y decepción.

 

 

—¿Querías ver si había cambiado por Sakuya?

 

 

—Sí, así es, pero vale no cambió y ya está… —Naruto levanto el oso y se lo ofreció, Gaara sonrió ampliamente y lo agarró abrazándolo al instante, Naruto sabía cuánto había querido uno de esos, Gaara tenía alma de mujer después de todo.

 

 

—Oye —dijo algo distraído y se puso serio—, ¿por lo menos uso protección?

 

Tenía que aceptarlo.

 

 

—No, no ocupo protección y… se vino dentro.

 

 

—¿Bromeas? —dijo incrédulo.

 

 

—No…

 

 

—Puedes quedar…

 

 

—Ya lo sé maldición, solo espero que no sea así, pero si lo es, lo amaré porque es mi hijo y lo cuidaré tal como lo hice con Sakuya.

 

 

—Eres increíble… Como siempre te apoyaré hasta donde tú me dejes, solo por favor… no caigas de nuevo, no lo hagas… puedes volver a encontrártelo.

 

 

—¿De qué hablas?

 

 

—Estará en la ciudad por algún tiempo, sabes que es su ciudad natal. Pasará sus vacaciones aquí y quizás te busque, no le des el gusto, tú vales más de lo que él es.

 

 

—Lo se…

 

 

—ok pequeñajo, te la debes. ¿Por qué mejor no vives y amas a alguien más? —dijo sonriendo.

 

 

—¿Te ofreces de voluntario?

 

 

—Nehh —sonrió burlón—, me gusta mi vida de calientapollas y revienta culos.

 

 

—Eres asqueroso —espetó Naruto.

 

 

—Como tú digas, ahora ven —agarró las caderas del rubio, lo acercó como pudo ya que el oso los separaba y besó sus labios, succionando casi al instante el labio inferior, mordiéndolo suavemente—. Extrañaba tus labios —sonrió de lado.

 

 

—Nada de eso cabrón —bufo—, se lo dices a todos, pobres los que caigan ante ti.

 

 

—Soy la reina de la discordia —se burló.

 

 

—¿Oye vamos a beber?

 

 

—Me gustaría celebrar nuestra reconciliación ya lo sabes… pero ya quede, lo siento.

 

 

—Como tú digas, usa condón y no dejes embarazado a nadie.

 

 

Se dio la vuelta y sonrió. Ya estaba, había hecho la vergüenza de su vida cargando ese oso por tantas calles pero había valido la pena, Gaara le había perdonado y todo estaba como antes.

 

 

—¡Casi me arruinas el teléfono con tantos mensajes de voz! —gritó Gaara, Naruto le sacó el dedo medio y el pelirrojo comenzó a reírse con fuerza.

 

 

El rubio volvió a sonreír. Pidió un taxi, que Gaara no fuera con él no le impedía ir él solo, necesitaba relajarse era viernes por la noche y no le veía problema alguno.

 

 

Se dirigió a la zona, de bares, pubs, y algunos moteles baratos. La parte rosa de la ciudad, ósea la zona fiestera.

 

 

Cuando llegó se dirigió rápidamente a un pub.

 

 

Solo tuvo que sonreír coquetamente y guiñar un ojo para que lo dejaran entrar, ya le conocían, era cliente frecuente y se aliviaban de no ver a Gaara con él, porque cuando esos dos se juntaban hacían un gran desorden y salían tan tomados que se caían en la acera gritando estupideces y riéndose a carcajadas.

 

 

Se fue a la barra a pedir un trago, solo quería tomar y relajarse un poco, además no podía llegar tan tarde, su hijo estaba primero, se tomó un shot de un solo trago y el tipo del bar le sonrió, Naruto le devolvió la sonrisa pero esa noche no estaba para sexo salvaje. La semana había sido ajetreada y cansada.

 

 

Se movió un poco en su asiento y vio como alguien se sentaba a su lado y casi se atragantó, paró de respirar, por un momento lo había confundido con Sasuke, es que se parecía pero claro, no estaba tan lejos de serlo.

 

 

Si era un Uchiha… No el que creía pero lo era.

 

 

Itachi Uchiha estaba a su lado.

 

 

Era incómodo e Itachi ni cuenta se daba que estaba a su lado, trato de respirar tranquilo sin llamar la atención, no quería hablar ni nada, había dejado en ridículo a su hermano con él, suponía que tenían algo ya que Itachi se había enojado.

 

 

Agarró su trago, con lentitud y cautela se levantó, trato de caminar pero la voz de Itachi lo detuvo.

 

 

—No pude pasar desapercibida tu mirada insistente, ¿eres un fan?

 

 

Se quedó sin aire… ¡Claro que no era un fan! ¡Nunca lo sería!

 

 

—No —se limitó a decir. Además ¿cómo lo había visto? Itachi le estaba dando la espalda, ¿acaso tenía ojos en el cuello? Eso le daba escalofríos, Itachi se dio la vuelta y lo miró, su cara casi se deformó en una mueca pero la compuso rápidamente, ya le había reconocido—. Vale, no quiero tener problemas ya me voy chaval.

 

 

—No, no espera —lo detuvo agarrándolo del brazo haciendo más fuerza de lo que esperaba, Naruto derramó su bebida en todo su brazo y chocó con el pecho de Itachi, oh Dios! ¿Qué tenía él para acabar en los brazos de los Uchiha? ¿Acaso se lo merecía?

 

 

Si había hecho alguna estupidez en su vida pasada, pedía perdón a los dioses.

 

 

Se separó de Itachi algo brusco, no le gustaba el contacto con él, ni con la sangre malvada de Sasuke.

 

 

—¿Qué quieres? —respondió arisco, si quería pelea se la daría.

 

 

 

—S-solo… emm perdón… no quise.

 

 

—¿De qué hablas?

 

 

—De la bebida, se derramó toda, ¿te invito otro trago?

 

 

¿Qué? ¿Acaso no le iba a reclamar? Lo miró desconfiado, pero solo pudo hallar tranquilidad en los ojos negros de Itachi, asintió despacio, e Itachi sonrió.

 

 

—Vodka —dijo al instante.

 

 

—Como quieras —pidió uno y no tardaron en dárselo—, no esperaba verte aquí, eres el hermano de Dei, ¿no?

 

 

—Ah sí claro —dijo bajo—, bueno no tan así… Si lo conoces sabrás que no tenemos buena relación.

 

 

—Claro, lo note —dijo tranquilo— ¿Por qué su relación es así?

 

 

—Perdón —dijo a la defensiva—, ¿Quién eres tú?

 

 

—S-soy Itachi Uchiha —lo dijo sorprendido y como si fuera lo más obvio, todo el mundo lo conocía y en ese punto se parecía mucho a Sasuke.

 

 

—Quise decir… Que eres de mi her... Ya sabes —no lo termino de decir, le costaba tan solo pronunciarlo.

 

 

—Soy su prometido —fue ahí que Naruto lo escupió todo.

 

 

—¿¡Qué!?

 

 

—Sí bueno, no tenían buena relación así que no te enteraste, pero creo que es lo correcto que lo sepas, las revistas ya lanzaron nuestro compromiso, tu hermano no es tan malo —sonrió con amor mientras los ojos se le llenaban de brillo y Naruto se sintió mal por él.

 

 

Él no conocía al rubio mayor, no como él lo hacía y Deidara no era un santo de su devoción.

 

 

—Es hermoso y nos amamos.

 

 

Si te amara no se revolcaría con Sasuke.

 

 

—Y ¿qué estás haciendo aquí?

 

 

—Lo espero.

 

 

—Pensé que estabas molesto…

 

 

—¿Por lo que dijiste? Me lo aclararon todo en esta semana, además no puedo enojarme con él, le amo demasiado como para hacerlo.

 

 

Y ahí estaba la espina de la envidia de nuevo, cómo alguien podía amar así. Le enfermaba, de verdad que sí.

 

 

—¿Qué demonios te aclararon? —dijo rabioso.

 

 

—Que estabas dolido porque Sasuke te había votado hace mucho tiempo y que por eso tu venganza absurda —dijo sonriendo pero borró la sonrisa al ver como Naruto arrugaba su cara y fruncía el ceño.

 

 

Malditos cabrones, si supieras todo Itachi, no estarías de idiota enamorado

 

 

—Lo siento.

 

 

—Vale, cree lo que quieras, pero no te ciegues por amor, el amor es una basura y te hiere, te golpea donde más duele, es como si te golpearan aquí —se paró rápido y pasó la mano por el miembro de Itachi haciendo que este se sobresaltara y el rubio se apartó—. Un gusto.

 

 

Se dio la vuelta y comenzó a caminar, dejó su vaso por ahí y salió del pub, el aire fresco de la noche golpeó su cara calmándolo un poco.

 

 

Estaba enojado, mejor dicho estaba ¡Furioso! Quería golpear la cara del primer idiota que se cruzara en su camino, pero se calmó, que se fueran a la mierda, a él no le interesaba, tenía vida propia y problemas propios como para poner la cabeza en otra cosa.

 

 

Siguió caminando y pasó por un callejón, estaba algo oscuro pero pudo distinguir a una pareja comiéndose la boca.

 

 

Quiso apartar su vista pero quedó petrificado al reconocer quienes eran.

 

 

Deidara y Sasuke se comían la boca como si no hubiera un mañana, Sasuke estaba contra la pared y Deidara se pegaba a su cuerpo restregándose, pidiéndole por más, cuando al fin se soltaron Naruto apretó la mandíbula fuertemente.

 

 

Por desgracia su cuerpo no reaccionaba, vio como Sasuke levantaba su mirada hacia donde él se encontraba y sonreía con sorna al encontrárselo parado viendo la escena, aprovecho y apretó a Deidara más contra él provocando que gimiera.

 

 

A Naruto se le revolvió el estómago, como Deidara podía hacer eso cuando Itachi lo estaba esperando y más siendo su prometido… de verdad el mundo estaba mal, si un hombre te ama tanto ¿por qué demonios le hacías eso?

 

 

Saco rápidamente su celular y prendió la cámara tomando un video que captaba el preciso momento cuando Sasuke metía sus manos dentro del pantalón de Deidara agarrándolo por el culo y Deidara gemía su nombre.

 

 

Paro de grabar y sonrió victorioso, Sasuke lo noto y se quedó quieto como una piedra.

 

 

Entonces Naruto dio el golpe final.

 

 

Sonrió con sorna y pronunció sin voz el “estás muerto” ya que su hermano no se había dado cuenta de su presencia.

 

 

No lo pensó más y salió corriendo como alma que lleva el diablo.

 

 

Tenía una evidencia única, podía hacer con ella lo que quisiera, se decía que Sasuke era todo un heterosexual. Además por lo que había escuchado, Itachi y Deidara eran una pareja oficial, si entregaba esa prueba a las manos correctas iba hacer el daño suficiente.

 

 

Se alarmó cuando escuchó unos pasos detrás de él, volteó la cara un poco y vio a Sasuke fulminándolo con la mirada, apresuró más el paso, no quería que lo agarrara, pero su suerte no fue mucha, Sasuke siempre había sido más rápido, lo agarro de la camisa, casi rompiéndola por la fuerza, Naruto no dudo en comenzar a forcejear mientras Sasuke lo volteaba y trataba de quitarle el celular pero Naruto lo apartó.

 

 

—Dame ese maldito celular.

 

 

—¡Qué va! Me costó mucho dinero —dijo inocente.

 

 

—¡Maldición! ¡¡Dámelo!!

 

 

Naruto le dio un rodillazo en la pierna y Sasuke lanzo un quejido soltándolo por un momento para después agarrarlo con fuerza, el teléfono se le cayó de las manos, quiso soltarse para recogerlo antes que Sasuke lo agarrara pero entre tanto movimiento ambos terminaron en el suelo rabiosos y enojados, tratando de golpearse mutuamente.

 

Naruto era doncel pero no se dejaba, se prometió que el primero y el último en golpearlo iba hacer Sasuke.

 

 

Le dio un puñetazo en la cara y Sasuke la ladeo, sonriendo macabramente, estaba a punto de agarrarle del cuello cuando vieron unos pies a la altura de sus cabezas, pronto escucharon los gemido de Deidara y eso bastó para que los dos se quedaran quietos.

 

 

Ambos levantaron la cabeza al mismo tiempo y se encontraron con Itachi quien miraba el video, su cara se volvió triste, tan triste que hizo que Naruto se sintiera mal. Eso no estaba en su plan.

 

 

Cuando menos lo espero sintió que Itachi le había quitado de encima a Sasuke y le había dado un puñetazo en el pómulo dejándolo tirado en el suelo, el aura de rabia que tenía era sublime, respiraba entrecortado y fulminaba a Sasuke con la mirada.

 

 

Naruto trató de levantarse pero todo su cuerpo tembló, Sasuke era un animal, se mareo con facilidad y sintió la sangre correr por su labio. Tendría que curarse antes de ir a su casa, no quería preocupar a Sakuya.

 

 

Se sorprendió al sentir como lo levantaban del suelo y más aún cuando Itachi puso sus manos en sus mejillas para verlo de cerca, se puso nervioso, pero eso se le pasó al ver como los ojos de Itachi irradiaban tristeza y se veían vacíos.

 

 

—Tenemos que curarte esto, mira cómo te dejó…

 

 

—No importa, ahora déjame…

 

 

—Entonces… ¿todo era verdad?

 

 

—Lo siento —dijo en un susurro.

 

 

—No fue tu culpa, quizá también seas la victima aquí. Vamos a mi casa…

 

 

—¿Para?

 

 

—Cuéntame todo y te ayudaré a destruirlo.

 

 

Que romántico era estar bajo la luna llena con el labio roto.

Notas finales:

 me dio pena itachi... alguien mas??

espero sus hermoso RW!!

y los dias de actu seran martes.

asi que nos vemos.

les quiero mucho, alguna duda no duden, les contestare.

 

 


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