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El arte del amor por Kouichi_RedSun

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Notas del fanfic:

Bien, esta es la segunda temporada de "Mi propio milagro de navidad", aquí sabremos que depara el futuro de nuestras dos parejas y el futuro de Hirokazu, que encontrará el amor en alguien muy cercano a él.

Notas del capitulo:

Aquí les dejo este primer capítulo de la segunda temporada de "Mi propio milagro de navidad", espero les guste y sean geneross con n review que me da más ánimos para seguir escribiendo.

Había pasado la navidad y el año nuevo, Takato y Henry estaban más que feliz el uno en compañía del otro, hacían todo junto, jugaban soccer, besos, abrazos, Takato le enseñó a Henry a dibujar y Henry  le enseñó un poco sobre juegos de computadora a Takato, a ambos se les veía mucho más felices que nunca, mientras que Iván y Ryo, eran de una clase más aventurera, jugaban de forma algo pesada, se hacían bromas un tanto pesadas por igual, pero lo disfrutaban, sin embargo, había un quinto personaje que no la había pasado para nada bien, este individuo era Hirokazu Shiota, quien estaba en un hospital, con las costillas rotas, conectado a un respirador por su delicado estado de salud, tras la golpiza que había recibido de parte de Henry, Iván y Ryo, había quedado sumamente mal herido, su madre lo visitaba diario y cuidaba de él, al igual que otra persona, alguien que siempre estuvo enamorado de Hirokazu, pero que nunca tuvo el valor de decírselo de frente, el nombre de esta persona era Kenta Kitagawa, el mejor amigo de Hirokazu,  sin embargo, ahora comenzamos esta historia en la habitación de Hirokazu, quien yacía solo, pero consciente, ya había recobrado el sentido y ahora hablaba consigo mismo, recordando todo lo que hizo –Si tan solo… Hubiera dejado las cosas como estaban, nada de esto me hubiera pasado- se decía aquel joven castaño.

 

Hirokazu sentía una mezcla de sentimientos muy duros hacia sí mismo, vergüenza, lastima y odio, odio por haber estropeado su amistad con Takato y ahora estar como estaba –Si no hubiera hecho eso aquella noche- se reprochó el castaño.

 

-:-FLASHBACK-:-

 

Meses atrás, Juri Katou había organizado una fiesta de Halloween para gran parte de la escuela, todos iban disfrazados, Rika iba disfrazada de geisha, con un hermoso kimono, Juri con un disfraz de novia fantasma, que casi provoca un infarto a Takato, Kenta disfrazado de momia, Hirokazu con un disfraz de hombre lobo, Ryo con un disfraz de soldado, con pistolas incluidas y finalmente, Takato, con un disfraz de vampiro que lo hacía ver sumamente adorable y que incluía mordidas al cuello de Ryo, a la lejanía, se divisaba a Henry y su grupo de amigos, el primero con un disfraz de Michael Myers, aunque de momento él no es relevante, siendo que esta fiesta fue organizada por los muchachos y que no habría adultos vigilando, no se hicieron esperar las bebidas embriagantes, ante las cuales, como todo buen curioso, Takato sucumbió a sus efectos, al igual que Ryo, aunque este segundo en mayor sobriedad que Takato, quien ya estaba cantando, parado en la mesa y perdidamente ebrio, se detuvo, ya que Rika, a la mala, lo llevó dentro de la casa en la que era la fiesta y tras ir a pelearse con su estómago en el baño y devolver todo lo que comió, Takato se quedó dormido en el sofá, Ryo estuvo con él un rato, pero el mareo lo tenía atontado, por lo que decidió salir de nuevo a tomar aire.

 

Hirokazu había observado todo y no pudo evitar reír a carcajadas al ver el espectáculo que ofreció Takato, sin embargo, en cuanto vio a Ryo salir solo, no dudo en aprovechar la oportunidad, acercándose al moreno –Hey, Ryo ¿Bailamos?- preguntó el chico de ojos grises, solo pare recibir una negativa del mayor.

 

-Lo siento Hirokazu, pero debo estar al pendiente de Takato, estoy seguro que es la primera vez que se embriaga y siendo francos… Yo estoy más consciente que él- dijo Ryo tratando de no sonar cortante, aunque eso solo molesto al menor, pues le tenía envidia a Takato, dado que, a un año de conocer a Ryo, Hirokazu estaba a punto de declararle sus sentimientos al mayor, sin embargo el “Goggle Boy” se adelantó y fue el quien se declaró a Ryo, siendo sus sentimientos aceptados por el oji azul, pero Hirokazu quería recuperar lo que era “suyo”.

 

-Sinceramente, no sé qué le ves a Takato- dijo Hirokazu con un deje de soberbia, recibiendo una interrogante de Ryo

 

-¿A qué te refieres?- cuestionó el moreno con seriedad en su voz.

 

-Sí, es decir, ¿Qué le ves?, es un niño llorón, no sabe defenderse por sí mismo y si se mete en problemas el que tiene que ir a recibir una posible golpiza eres tú- Dijo Hirokazu con una mirada que mostraba algo de malicia –Sinceramente, creo que yo sería mejor novio que Takato- dijo mirando sus garras de lobo falsas.

 

-Quizá, pero… No me importa pelear contra todo el mundo solo porque no le hagan daño- dijo Ryo con una leve sonrisa.

 

-¿Qué te parece si me pruebas?- incitó Hirokazu al mayor, quien se sorprendió un poco ante las palabras que escuchó.

 

-¿P-Probarte? ¿En qué sentido?- preguntó dubitativo el oji azul.

 

-Vamos, te aseguro que Takato jamás te ha dejado tener una buena noche de sexo, muchos aquí ya están medio ebrios- dijo observando que algunos chicos ya estaban medio desnudos, uno en especial, un joven de cabellos rubios y ojos azules, estaba parado sobre una mesa, bailando sin camisa, pues dicha prenda la estaba haciendo girar en el aire.

 

-No, no es correcto, Soy novio de Takato y no lo puedo engañar así- replicó Ryo  y se levantó, dispuesto a alejarse, pero el menor le sostuvo la mano.

 

-Vamos, no te hagas del rogar, te va a gustar- dijo Hirokazu de forma coqueta y haciendo que se siente de nuevo.

 

-Hirokazu, no estoy dispuesto a engañar a Takato- dijo comenzando a molestarse, cuando sintió la mano del oji gris en su entrepierna y comenzando a masajear.

 

-No te pongas así, te va a gustar- dijo Hirokazu masajeando con más saña.

 

-N-no… Wah… Detente, Hirokazu-decía el moreno tratando de retirar la mano ajena, pero esta simplemente no cedía, la sensación en su pene y el calor del alcohol que había en su cuerpo, le limitaba.

 

-Vamos, sabes que te va a gustar- dijo Hirokazu con una sonrisa traviesa, Ryo soltó un suspiro un tanto excitado y asintió.

 

-V-Vale, vamos a la habitación- dijo levantándose presuroso, pues el alcohol que había ingerido elevaba su temperatura corporal, poniéndolo más excitado en cierto modo, Hirokazu sonrió y lo llevó a la primer habitación desocupada que encontraron, ahora ya era tarde para echar atrás.

 

Ryo arrojó al menor en la cama y aún con algo de duda en sus acciones, besó tímidamente al chico oji gris, que lo atrajo más hacia su cuerpo, convirtiendo aquel tímido beso en un fogoso beso, que dejó sin aliento al moreno, mientras el menor estrujaba su hombría con unas ganas impasibles, calentando más al oji azul, haciendo que la poca cordura que le quedaba desapareciera, Hirokazu desnudó el abdomen de Ryo, arrojando su camisa al piso, admirando ese abdomen moreno y bien trabajado, simplemente sexy, Ryo por igual desnudó el abdomen de Hirokazu, observando que también tenía un par de músculos, no tan marcados como los del moreno, pero si tenía un mejor físico que Takato.

 

Ryo no perdió más tiempo y se abalanzó a besar el cuello de Hirokazu, quitándole también las orejitas de lobo que llevaba, para poder acariciar a voluntad la cabellera del menor, empezó a dejar unos chupetones en el cuello del oji gris, comenzando a bajar de su cuello a su pecho, el pene de Ryo ya estaba duro como una roca, al igual que el de su acompañante, rápidamente los zapatos y calcetines volaron al piso, posteriormente los pantalones y ropa interior también, Ryo tomó ambos penes y juntándolos, comenzó a masturbarse junto al menor, quien soltaba gemidos repletos de excitación, un placer tan grande desbordaba a Hirokazu –R-Ryo… Ah… Q-Quiero que… Me lo metas- gimió el menor de los dos, solo para recibir en su boca 3 dedos de Ryo, los cuales ensalivó lo mejor posible, una vez se corrieron los dos juntos, por la masturbación que sus penes gozaban al mismo tiempo, se separaron un poco, pero la excitación era tal que ambas hombrías seguían duras, ese grado de placer era desconocido para los dos, Ryo sacó sus dedos de la boca del menor, pero antes de lograr llevar sus dedos al virginal trasero de Hirokazu, este lo detuvo –Ryo… Quiero hacerte un oral- dijo sonriendo y así ambos se posicionaron en la tradicional pose de “69”, Ryo comenzó a dilatar la entrada del menor, mientras este entre gemidos y jadeos, lamía la hombría del moreno, esas sensaciones nuevas para el oji gris, calentaban de forma excesiva su cuerpo.

 

Hirokazu continuó lamiendo el pene de Ryo hasta lograr que este eyaculara por segunda vez, sin embargo, este seguía duro, no parecía tener control alguno sobre este, Ryo no desaprovecho y puso a Hirokazu en cuatro, logrando divisar la entrada del menor, la cual ya estaba bien dilatada, comenzó a introducir su aún erecto pene en el ano del menor, generando en este una serie de gemidos y leves gritillos de dolor que se mezclaban con placer –E-Es muy… Ah… Grande Ryo- decía un excitado Hirokazu con una sonrisa de satisfacción en el rostro.

 

-T-Tu estas muy apretado- dijo Ryo babeando por el placer que sentía, una vez que entró por completo, comenzó a embestir a Hirokazu, haciéndolo jadear y rogar por más, la mano derecha del menor se dirigió a su propio miembro para comenzar a masturbarse a sí mismo, las embestidas del moreno aumentaban el placer que sentía, su brazo izquierdo, el único que lo sostenía, termino flaqueando y la parte superior de su cuerpo quedó tendida sobre la cama, mientras su cadera se mantenía el alto por el agarre que el moreno ejercía sobre esta, dándole oportunidad de seguir masturbándose, las embestidas de Ryo llegaron a tal grado, que lograron golpear la próstata de Hirokazu y provocaron que este eyaculara a la par que el moreno, pues la entrada del menor se había contraído, succionando el pene de Ryo y provocando que se corriera por tercera vez, la noche había sido genial para los dos, sin embargo, no podían quedarse desnudos ahí, tomaron sus prendas y se vistieron nuevamente, volviendo a bajar a la fiesta, o lo que quedaba, pues algunos se habían ido y muchos se habían excedido con las copas.

 

Muchos yacían tirados en el piso, unos tendidos como vagos, otros aun bailando con la música, el joven rubio de ojos azules que antes bailaba haciendo dar vueltas a su camisa en el aire, ahora estaba bailando sobre otra mesa, únicamente con un short anaranjado algo holgado, su camisa estaba en el piso, su pantalón, manchado de vómito, sus zapatos y calcetines no se veían por el lugar, al final, termino cayendo de la mesa y riendo como tonto tirado en el césped.

 

El “Goggle Boy” seguía dormido en el sofá, Ryo lo tomó en sus brazos y lo llevo a su casa, nadie se enteró de lo acontecido entre Ryo y Hirokazu esa noche, pero sus encuentros se fueron haciendo más y más seguidos hasta que finalmente, Takato descubrió la cruda verdad.

 

-:-FIN DEL FLASHBACK-:-

 

Ahora Hirokazu estaba solo en su habitación del hospital recapitulando todo lo que hizo –Si no hubiera hecho esa estupidez… Si hubiera dejado las cosas como estaban… Aún tendría a mi amigo y no me hubieran dado esta golpiza- se lamentaba en voz baja el castaño de ojos grises, hasta el momento que un chico de anteojos entró con una sonrisa en su rostro.

 

- ¡Hola Hirokazu!- dijo un feliz Kenta, que sonreía mientras entraba a la habitación del mayor –Dime ¿Cómo te sientes?- preguntó el chico de anteojos.

 

-Mejor, gracias- dijo Hirokazu con una sonrisa en su rostro, le agradaba poder hablar con Kenta, pues sabía el porqué de la situación y le aconsejaba, lo consolaba y ayudaba, obvio, siendo su mejor amigo desde la infancia, existía mucha confianza.

 

-Me alegra saberlo ¿Sigues pensando en eso?- preguntó el menor con la mirada fija en los ojos grises de Hirokazu.

 

-Si… Me siento como un idiota, de verdad- dijo Hirokazu con una mirada de tristeza en su rostro.

 

-Lo entiendo, pero sin embargo, debes seguir adelante, no te puedes estancar con esto, estoy seguro que si intentas disculparte, Takato entenderá, él es un muy buen chico y un gran amigo- dijo Kenta con una sonrisa firme y calidad, dedicada al mayor.

 

-Si… Lo sé pero… Primero debo recuperar y… También arreglarme con ese ninja que tiene por novio- dijo Hirokazu mirando a la ventana.

 

-Lo sé, pero… No hables con la cabeza- dijo Kenta acercándose y poniendo su mano en el pecho de Hirokazu –Habla con esto- dijo posicionando su mano exactamente en el corazón de Hirokazu.

 

-Gracias Kenta, eres el mejor, ve todos los problemas que me causó mi cobardía y querer declararme a Ryo de último momento… Sabes Kenta… No dejes algo así para después, si te gusta alguien, díselo cuanto antes, porque después puede ser muy tarde- dijo Hirokazu con una melancólica sonrisa.

 

-Si… Pero… Me da miedo arruinar mi amistad con esa persona- dijo Kenta metiendo sus manos a sus bolsillos.

 

- ¿Quién es? ¿Juri?- preguntó Hirokazu con curiosidad.

 

-No… No es Juri- contestó Kenta negando con la cabeza.

 

-Hum… descríbemelo- dijo Hirokazu con una linda sonrisa.

 

-Bueno, es un chico muy noble, a pesar de las idioteces que cometió, tiene un muy buen corazón, tiene unos hermosos ojos grises, unos cabellos castaño claro muy lindos y… Ahora mismo está en el hospital- dijo Kenta sonrojado, esperando que Hirokazu adivinara, pues, ese discurso sobre no ser un cobarde, le había dado agallas para declararse.

 

-Caray, no me suena nadie con esa descripción- dijo Hirokazu llevando un dedo a la comisura de su labio, Kenta tomó aire y se acercó a Hirokazu tomándolo de los hombros.

 

-E-Ese alguien… ¡Eres tú!- exclamó el menor robándole un beso a Hirokazu, quien se sorprendió ante tal acto, que no pudo reaccionar, Kenta se separó con algo de miedo en su mirada, Hirokazu se tocaba los labios sorprendido.

 

-Kenta… yo… Yo no sabía que… Que yo te gustara- dijo Hirokazu con un deje de sorpresa.

 

-Lo sé pero… Tras escuchar lo que dijiste… No pude callarme más- dijo el menor muy sonrojado.

 

-Bueno… Me halaga y… Bueno… Me conoces y te conozco mejor que nadie creo… Creo que podemos… Darnos la oportunidad- dijo Hirokazu un poco sonrojado.

 

Los ojos de Kenta se iluminaron y no dudó en acercarse de nuevo y besar a Hirokazu, quien técnicamente ya era su novio, el oji gris correspondió el beso, demostrando que esta vez, sería un amorío recto y honesto, sin ninguna clase de juegos.

 

Mientras tanto, en el patio trasero de la casa de Iván, Takato, Henry, Ryo e Iván, estaban en el parque, estaban jugando fútbol, pero con un reto muy cruel para el clima, estaba jugando, fútbol soccer de gol por prenda, es decir, a cada gol del rival, alguno de los integrantes del equipo que recibió el gol, debía quitarse una prenda y el primer equipo en tener a todos sus integrantes en bóxers, perdía, en este caso, como castigo adicional, los perdedores se dejarían fotografiar y harían cualquier reto que los ganadores impusieran, eso sí, en ropa interior.

 

-Bien… ¿Listos para desnudarse?- preguntó Ryo en tono juguetón, puesto que él había ideado el juego, pues en ambos casos ganaba, si ganaban el juego, podría burlarse de Henry y Takato, si pedían, podría ver el lindo y torneado cuerpo de Iván en esos bóxers ajustados que solía usar.

 

-Si crees que pueden ganar, se equivocan- amenazó Henry de forma confiada, el juego dio inicio y entre Ryo e Iván formaban un equipo formidable, pues habían anotado dos goles consecutivos, dejando a la otra pareja sin sus abrigos, sin embargo, estos se recuperaron anotando cuatro goles consecutivos, es decir que Ryo e Iván ya no tenían ni abrigo ni bufanda.

 

-Creo que esto acabara pronto- dijo Takato con una sonrisa ganadora.

 

-No te confíes tanto- dijo Iván quien aprovechando que Takato cerró los ojos, lo pasó y anotó otro gol, haciendo que el castaño retirara sus botas, el siguiente gol, lo marcó Henry, haciendo a Iván, deshacerse de su suéter, el próximo gol, lo marcó Takato, haciendo a Ryo, deshacerse de su suéter también, luego entre Henry y Takato, anotaron dos goles más, haciendo que Iván se sacara la playera y comenzara a titiritar de frío y Ryo se sacó los calcetines, cuatro goles más y perderían, pues Henry y Takato aún tenían sus suéteres, uno en calcetines y el otro aún con sus botas, sin embargo,  los que llevaban la de perder, habían respondido con cuatro goles seguidos, recibiendo otros dos, dejando a Ryo sin camisa y a Iván descalzo, pero con Takato en la misma situación y Henry descalzo y sin suéter, Ryo e Iván estaban a dos goles de perder, con uno de diferencia entre sus rivales Iván se precipitó a un veloz ataque, esquivando a sus dos contrincantes y anotando, haciendo que Henry se quitase la camisa, lamentablemente, en el contraataque, Ryo se distrajo observando la bien formada espalda del peli azabache y les anotaron un gol, a sabiendas de que fue su culpa, Ryo se sacó los pantalones, un gol más y serían humillados.

 

Los dos que llevaban la de perder se pusieron serios, Iván y Takato se pelearon por el balón, Ryo, quien estaba avergonzado por su semidesnudo estatus de vestuario, no tuvo impedimento en burlar a Henry y anotar con un potente cañonazo, provocando que Takato se quitara sus pantalones, dejando ver un entallado bóxer azul con elástico negro, Takato se había sonrojado en exceso, el juego continuó, Iván había detenido dos posibles goles, Takato uno, Henry y Ryo se disputaban el balón, pero Iván intervino, robando el balón de ambos y usando su cuerpo para retirar de forma legal a Takato, anotó el gol de la victoria, Henry se puso rojo como tomate, pero no teniendo más opción, se dispuso a sacarse los pantalones, exhibiendo su ajustado bóxer negro con elástico gris, Iván tomó su teléfono con una sonrisa traviesa y los dos perdedores se miraron, sonrieron un poco y se rodearon el cuello mutuamente, Iván tomó no solo una, sino 5 fotos –Esto encantara en internet- dijo con burla, sonrojando a los otros dos.

 

-Ahora el reto… Traeremos unas pistolas de agua, con tanques de 3 litros y deberán soportar un baño completo cada uno de esas pistolas- dijo Ryo e Iván asintió emocionado por la idea, los dos, el “Goggle Boy” y su novio, con nerviosismo y resignación, no tuvieron más que aceptar, al poco rato, regresaron sus verdugos con sus armas cargadas, Henry y Takato parados al centro del patio, se contó del tres al cero y los dos chicos fueron brutalmente empapados por el agua fría, provocando que estos respiraran de forma agitada y temblaran de frío, los ganadores no pudieron más que reír, pero igual titiritando de frío, pues no se habían vestido, los 4 chicos entraron a la casa con calefacción, la cual también estaba sola, se encerraron en el cuarto de Iván y despreocupados por la poca ropa que llevaban, pasaron la tarde entre bromas y risas, esos 4 chicos se habían vuelto muy cercanos, como novios, cada quien con su pareja y como hermanos, los 4 en una amistad muy cercana. 

Notas finales:

Eso es todo por este capítulo, que funciona más como un prólogo a todo lo acontecido y con un extra al final, pero contiene el momento clave para Hirokazu, espero que lo hayan disfrutado.

 

Matta ne


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