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Miradas ( Xiuhan ) por lugebaozi

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Notas del fanfic:

 


 

Notas del capitulo:

Basado en esos momentos donde Luhan se quedaba embobado mirando a Minseok con cara de tonto xD

momento 1

Momento 2

momento 3

¿No son lindos?

Minseok sabe que Luhan le está mirando, lo sabe porque aunque no le ve, lo siente. Siente su cuerpo cerca del suyo, sabe que le está abrazando pegando ambos cuerpos desnudos en la cama y siente como el menor – por tan solo un mes – le acaricia el rostro con cuidado, como si temiera romperle al ser un poco brusco. A Minseok le encanta hacerse el dormido algunas mañanas porque sabe que Luhan no se dará cuenta y comenzará a acariciarle, a admirarle en silencio.

 

Siempre ha sido de aquella manera, siempre ha sido observado por el de origen chino y Minseok siempre ha sabido que Luhan le ha mirado desde el mismo instante que se conocieron.

 

Es muy tierno, a sus ojos, como Luhan parece tener solamente ojos para él y como no sabe disimular nada sus miradas llenas de amor, cariño y sinceridad. A veces contempla a Luhan mirarle y ve como se queda embobado con su boca ligeramente abierta, impresionado por algo que lleva mirando desde hacía años, y como sus ojos brillan con intensidad.

 

A Minseok le parece tierno, pero ante todo le encanta.

 

El día que Luhan deje de mirarle así, ese día, Minseok siente que podría morir.

 

Lo mejor de todo es que Luhan parece no darse nunca cuenta de que Minseok se hace el dormido porque sabe que si está despierto y atento, Luhan no le va a mirar así porque le da vergüenza mostrarse tan tierno, porque a pesar de rozar ya los veinticinco años ambos chicos, Luhan sigue mirándole con la misma intensidad – a veces más – y el propio chino lo sabe.

 

Lo sabe mejor que nadie, mejor que el propio Minseok.

 

Minseok siente como Luhan le acaricia el rostro lentamente, deteniéndose de vez en cuando en sus labios los cuales roza con sus dedos, sintiéndolos, y después sube hasta sus cabellos ordenándolos. Es un proceso repetitivo pero infinitamente agradable, un proceso lento que deja huella en la blanca piel de Minseok, porque los dedos de Luhan se marcan como el fuego en su piel, porque el amor de Luhan le quema apasionadamente.

 

Y le encanta.

 

A Minseok también le encanta la manera en la que ambos cuerpos, desnudos o con ropa, mojados o secos, encajan a la perfección se coloquen como se coloquen. Porque cuando tienen sesión de películas todos los domingos por la tarde Minseok se abraza a Luhan y este, detrás de Minseok, le abraza posesivamente; porque cuando hacen el amor Luhan se coloca encima de Minseok y ambos cuerpos se rozan, se sienten, y encajan como ningún otro; porque cuando Minseok se coloca encima de Luhan para cambiar de posición, y cabalga sobre el chino, también encajan de manera apasionada y, sobretodo, cuando Minseok cocina, la manera en la que Luhan se coloca detrás abrazándolo por la espalda y le observa cocinar es perfecta.

 

Pero definitivamente, si se tiene que quedar con un momento de todos aquellos es ese que sucede muchas mañanas cuando Luhan le mira con infinito amor en sus ojos, un amor que no sabe ocultar ni quiere  hacerlo, y le acaricia como si Minseok fuera la persona más importante del universo.

 

Desde que se conocen, hace diez años, Luhan le mira de aquella manera, quizás no tan apasionadamente como ahora, pero ya había algo en aquella mirada que llamó su atención. Cuando Minseok llegó nuevo a aquel instituto de China, Luhan ya le observaba con curiosidad y fue el primero en acercarse a él. Porque aunque en aquel tiempo no eran del todo cercanos, Luhan buscaba su amistad y desde la lejanía le miraba, le contemplaba y veía cada detalle de Minseok.

 

Cuando se reunieron y hablaron como debía ser, unos meses después, congeniaron como con ninguna otra persona y Minseok no necesitó más de un mes para ver como Luhan le miraba, como el joven chino se quedaba con la boca abierta siempre que creía que no le veía y egoístamente quiso acentuar eso, porque aunque no entendía porque, aquello le llenaba el corazón.

 

Hoy en día, Minseok no se arrepiente de haber sido egoísta, de haber peleado para tener a Luhan diez años después mirándole con más amor que nunca, acariciándole y atesorándole.

 

Porque un año después de conocerse, Luhan le pidió salir avergonzado y Minseok aceptó porque de tanto observar al chino y sus miradas, se había enamorado de él.

 

Porque como aquel día, Luhan, actualmente, es su mundo, es su dios, su religión.

 

Luhan es su todo, y sabe que para el chino, él también es su todo.

 

Y a Minseok le encanta Luhan, porque ahora sabe todas las facetas que tiene el chino. Desde la más tierna a la más pervertida – y es que resulta ser un pervertido de primera con él -. Por eso, abre los ojos lentamente, imitando lo que hace siempre que recién despierta y hace un falso bostezo abrazándose a Luhan que lo toma entre sus brazos besándole la frente.

 

Siempre cuidadosamente.

 

Siempre con amor.

 

-Hola, Minseok –Escucha su suave voz y Minseok sonríe contra el pecho de Luhan besándolo.

 

-Hola, Luhan.

 

Siente como Luhan le acaricia el pelo con lentitud, y como lo tumba contra la cama despacio colocándose encima de él besándole con amor, un beso que va tomando poco a poco pasión hasta ser un beso con el que iniciaran un acto sexual.

 

Con el que harán el amor como casi todas las mañanas antes de irse ambos al trabajo; Minseok como compositor – trabajando en casa – y Luhan como coreógrafo de la misma agencia de música, ambos trabajos perfectos para tener siempre tiempo para ellos.

 

Para amarse como persona y como pareja.

 

Porque Luhan mira con amor a Minseok, cada día con más intensidad, y porque Minseok atesora esos momentos amándolos.

 

Porque si un día, que duda mucho llegue a pasar, Luhan se cansa de él y deja de mirarle con ese amor, Minseok se morirá, pero si sobrevive, tendrá esos momentos en su corazón por siempre, sellados con llave en un rincón secreto de este donde nadie jamás podrá verlos.

 

Donde nadie jamás podrá hacérselos olvidar.

Notas finales:

espero que os haya gustado!

RW Please!


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