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Sorpresas por Discord Di Vongola Arcobaleno

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Notas del fanfic:

Disculpa Fanática, no sabía como hacer a Reborn sádico en esta historia DX Pero te daré un fic donde si lo sea. No te prometo nada pero lo intentaré.

Notas del capitulo:

Ehm, KHR no es mío :P

Bien, desde el comienzo les advierto que la historia no esta tan buena.

"La mejor manera de librarse de la tentación es cayendo en ella."

Oscar Wilde.

Esa era una frase que Tsunayoshi Sawada había leído en sus años de adolescencia y, aunque no le había entendido, le gustó la frase...

O al menos no le había entendido en ese entonces.

Ahora que comprendía el horror de las tentaciones, eso pensaba, volteando a ver los fuertes brazos que le abrazaban con amor y ternura la cintura y luego dirigir su mirada a aquel anillo de oro que estaba tirado en el suelo...

Pero comencémos mejor por el inicio, ¿sí?

Podría decirse que todo comenzó hace un par de muchos de años. Cuando un adorable y torpe chico de cabellos castaños y ojos chocolate iba a la escuela secundaria de Naminori. A sus 14 años no pensaba tener un extraña vida alocada, simplemente perdía el timpo de los días de su vida aunque eso cambio cuando conoció al aterrador perfecto de Namimori de quien cayó enamorado a primera vista. 

Al comienzo intentó acercarse al temible Hibari Kyoya por encuentros casuales e intentó mejorar su calificaciones para llamarle un poco de atención para ganarse con 2 gratas sorpresas: La primera que las clases no eran tan difíciles como recordaba y la segunda, que si llamó la atención del perfecto.

A sus 16 todo le pareció muy rápido. Salió con Kyoya en una cita donde perdió no solo si primer beso si no que también su primer beso francés y su primera experiencia sexual. A la mañana sguiente se volvieron novios pero, para la sorpresa de ambos, el menor terminó embarazado y como el buen hombre justo que és, Hibari aceptó casarse con el castaño para voler a ser sorprendidos puesto que la familia paterna del Sawada era parte de un gran y excesivamente poderoso grupo mafioso italiano del cual, Tsuna iba a ser heredero, sin embargo, eso no era algo que realmente quería, no es ese momento, por lo que dejó el lidereazgo de "Vongola" pero seguría siendo el líder en general. A pesar de su embarazo, el poder de Vongola fue bastante útil para ayudarlo a seguir sus estudios y otra sorpresa apareció el 14 de Octubre, justamente el cumpleaños número 17 del castaño. Iba a dar la luz.

Con practicamente todos los doctores disponibles de la ciudad El pequeño Vongola dió lugar y vida a un pequeño y guapo varón, de cabellos negros como su padre pero con la diferencia de quera igual o más pntiagudo que el cabello de Tsuna, terminando su raro cabello con unas divertidas patillas rizadas y unos raros pero hermosos ojos onix al cual llamaron Reborn Vongola.

Reborn siempre fue un niño especial, era bastante listo, analítico e ingenioso, fue bastante impresionante su primera palabra...

A los siete meses dijo su primera palabra:

-Tsu-Tsun-aaa... 

-¡Kyoya! ¡Ven aquí! - llamó un más que emocionado Tsuna, gritando el nombre de su esposo. - ¡Reborn esta diciendo sus primeras palabras!

Y, puede que Reborn no lo recuerde pero comenzó a decir el nombre de su "madre" porque siempre veía como este sonreía servicial y alegre cuando aquel hombre de cabellos negros le llamaba así. Quería decirlo, quería ver como el hermoso castaño le brindaba aquella bella sonrisa y fue lo mejor que había hecho a su corta edad, pues el rostro normalmente sonriente del mayor se había iluminado, como un ángel...

Y sí, al comienzo a Tsuna le gustó que le dijera por su nombre. Pero con el pasar de los años Reborn ya sabía hablar perfectamente, llamaba "padre" a Kyoya, "abuelo" a Iemitsu, "abuela" a Nana, "tío" a Giotto al igual que su pareja, Cozart; pero... a él le seguía diciendo "Tsuna".

Intentó disimuladamente que le dijera de alguna otra manera como "papi", "papá" "padre", incluso aceptaría un "mami" ero nunca logró cambiar el "Tsuna" d sus labios. Pero lo que realmente fue el colmo fue que llamara a su maestra de segundo año, Luce "mamá"...

No hizo nada, pero se enojó bastante con él al punto de ignorarlo por más de una semana, semana que se llenó de suplicas por parte de Reborn hacía su progenitor, pidiendolé que le hablara nuevamente y, como buen padre/madre, Tsuna volvió a mimar a su niño consentido. Sin embargo, seguía llamando aquella mujer "mamá" y a Tsuna por su nombre a pesar de ya no estar en segundo año de primaria.

Y, hablando de la vida personal de Tsuna y su esposo, Kyoya se encontraba trabajando en la empresa Vongola, siendo una farsa para que la policia y el gobierno no notara que la mafia estaba detrás de todo ese poder, pero Tsuna decidió algo más hogareño. Se la pasaba como ama de llaves limpiando la modesta pero grande casa que compaertía con su pequeña familia, claro, aprovechando sus talentos de lucha, algunas veces le enseñaba boxeo a su hijo.

Pero las cosas empesaron a cambiar un poco...

Cuando Reborn ya tenía sus 14 años comenzó a volverse más... distante, hacía sus padres, especialmente hacía Hibari quien no desaprovechaba oportunidad para molestarlo, Tsuna, viendose envidiablemente incríble a sus 30 años, no pensaba que eso era muy importante, después de todo, su hijo siempre fue bastante listo (incluso más que él) por lo que por lo que esperaba que este tomara la desición correcta y también que estaba en su adolescencia, es natural que le lleguen sus moemntos de rebeldía. El verdadero problema era Kyoya. Últimamente su esposo se estaba poniendo bastante agresivo. Empezó a gritarle y a ordenarle, ya no tenía raros pero dulces besos de su parte, domrir ambos juntos a la misma hora o un mísero "buenas noches", "buenos días" o "hasta luego". Y, aunque parecía algo nada importante... ya hacía tiempo que el pelinegro ni le tocaba... Se sentía... feo, perdió la confianza acerca de su cuerpo por lo que empezó utilizar ropas más grandes y holgadas, pensó que solo sería momentaneamente aquel cambio en su pareja pero se equivocó. Mientras más pasaba el tiempo más violento se volvía, tiraba los muebbles, rompia trastes, gritaba y odernaba cual esclavo a Tsuna quien se limitaba obedecer, sumiso, a los caprichos de Kyoya, este se volvía cada vez más impaciente, desconsiderado, irrespetuoso, violento y comenzaba a llegar tarde a la casa todos los días con el olor a alcohol y cerveza como prueba de los lugares en donde estubo.

Tsuna, como la persona de increíble paciencia que es le aguanto todo, sus burlas, sus berrinches, sus salidas... pero todo cambió una noche. Dos años después de que todo ese problema inició. Aquella terrible noche donde los reclamos y gritos se volvieron más fuertes y exigentes, Tsuna conestaba a todo con paciencia y calma que solo lograba enojar más a Kyoya hasta que en un momento llegó el punto donde, de la ira y desdén el pelinegro levantó su puño para bajarlo con fuerza...

Pero Tsuna fue más rápido.

Agrarro con fuerza el puño entre su pequeña mano para jalarlo inesperadamente, prepararse en posición de ataque en medio segundo y lanzarle un jab directo en el rostro.

O.K.

El cuerpo de Hibari cayó inerte en el suelo, no estaba muerto pero si inconciente.

Con prisa, Tsunayoshi subió las escaleras y abrió la puerta de la habitación de su hijo quien se encontraba bastante calmado leyendo un comic cuando reaccionó ante el alarmado castaño que entró a su cuarto.

-Tsuna. ¿Qu-? 

-No hay tiempo. - dijo de manera apurada el castaño, sacando del closet de su hijo una gran maleta. - Solo mete aquí tus cosas de valor y ropa. Cuando termines ven a mi cuarto.

Antes de que Reborn pudiera decir nada, Tsuna ya había salido corriendo hacia su propia habitación donde sacó una maleta de menor tamaño que la azul marino que le dio a su hijo y empezó a arrojar de manera desordena dinero y ropa que cruzaba con su mirada y sus manos. 5 minutos después que se aseguró de tener todo lo más importante cerró la maleta, se puso la chaqueta junto con los zapatos y salió con rapidez en direccón al cuarto de su hijo con la maleta encima. Entró exactamente cuando Reborn estaba cerrando la maleta.

-Vámonos. - ordenó Tsuna mientras tomaba la mano de su hijo y lo jalaba hacía las esclaeras, asegurándose que tenían ambas maletas.

Bajaron las escaleras a paso silencioso pero veloz para luego seguir avanzando en dirección a la puerta principal. Tsuna avanzó sin detenerse mientras que Reborn veía con los ojos abiertos como platos a su padre en el suelo.

-¿Matáste a papá, Tsuna? - cuestiono un bastante sonriente Reborn.

-No pero eso nos hará a nosotros si es que seguimos a su alcance cuando despierte.

Sin preguntar más ante la notoria tensión dl hombre que le dio la luz, Reborn y Tsuna salieron de aqeulla casa, se subieron al auto para conducir lo más lejos posible.

Estaban en un tenso silencio. Tan tenso que hasta las tijeras de un niño de preescolar podría cortarla. Reborn volteó a ver a su padre, se encontraba llorando en silencio mientras observaba el camino con los ojos sin vida. Bajó la mirada para ver como acariciaba aquel anillo de bodas de oro con los dedos. Frunció el ceño. Su padre no merecía a nadie tan sorprendente como Tsuna. No si le hace llorar así.

Tomó la pequeña mano de su padre entre su mano izquierda para volver a ver su rostro, las lágrimas salían por más libertad de aquellos ojos de chocolate pero una leve sonriisa en sus labios era suficiente para Reborn.

Después de casi una hora de conducir, Tsuna se detvó en un solitario estacionamiento donde ambos bajaron del auto sin dudar para entrar a aquel hotel frente a ellos que se encontraba a las afueras de la ciudad.

Tsuna pidió una habitación por aquella noche, subieron por elevador a la habitación 427 donde entraron y, después de poner seguro a la puerta se desplomaron en ambas inmensas camas cada uno.

Fue un silencio el que invadió la habitación de Hotel. Ni incómodo ni confortante. Solo silencio.

-Yo... - interrumpió el mayor. - Yo... pensé...

Estaba devastado...

-Qué me quería...

Se sentía odiado...

-Yo... no sé que paso...

¿Por qué...?

-¿Qué fue lo que hice mal...?

-Tú no hiciste nada mal, Tsuna.

Dijo la grave voz del pelinegro, llamando la atención de su progenitor.

-Tú eres perfecto. - declaró con seguridad.

-No digas boberías, Reborn. - le respondió el otro, analizando el techo sobre él. - Nadie me quiere...

Y para él, eso era cierto. No hablando en sentido familiar, más bien, en uno más... romántico.

-Yo te quiero. - apresuró Reborn.

-¡Oh, por favor, Reborn! - exclamó Tsuna sin levantarse o moverse de us lugar. - En primer lugar si me quisieras de verdad me llamarías "papá" y en segundo lugar, hablo de manera romántica, no de padre a hijo o sucesivo.

-...

-...

-...

-...

-Te amo.

-Reborn, para y-

-No. - interrumpió el menor, levantándose de la cama para dirigirse a la otra a su lado. - Esta vez no lo voy a callar.

-¿Reborn? - preguntó extrañado el castaño, enderezándose. - ¿De qué hablas?

-Tsuna, yo... - comenzó el pelinegro, bastante nervioso. - Y-yo... te amo...

-Yo también te am-

-¡No! - interrumpió basntante tenso el de patillas. - No te amo de esa manera...

Reorn suspiró con cansancio, sabía que su padre era lento pero no sabía que tanto.

-Me gustas. - dijó, esta vez más firme y acercándose con desición al castaño quien parecía que iba a desmayarse en cualquier momento. - Estoy enamorado de tí.

-¿¡Qué!? ¿¡Estas loco!? - exclamó Tsuna. - ¡Estas sufriendo un complejo de Edipo*! Pero... ¿estas sufriendo uno positivo o uno negativo**?

Estaba tan concentrádo en hablar consigo mismo que ni se dio cuenta como su hijo se había aventado sobre él y lehabía acorralado conra su cuerpo y la mullida cama donde estaba ahora recostado.

-No es ningún complejo de Edipo, Tsuna. - insistió el menor, acercando paulativamente al rostro de su padre. - Son mis verdaderos sentimientos...

-¡P-pero soy tu padre! - intentó justificar el castaño con la cara tan roja como un tomate.

-¿Y qué importa? - preguntó ya sol a milímetros de los labios del mayor, mirando aquellos ojos chocolate con insistencia. - Te amo. He estado enamorado de tí desde los 6 años. Quiero tenerte completamente para mí... quiero que me ames como yo a tí. Quiero tus besos, tus abrazos y tu gritos de lacer exclamando mi nombre perdido entre pasión desbordante...

-R-Reborn... - tartamudeó encantado el castaño. 

Ni todos sus años casado con Kyoya se comparaban con las palabras que le estaba diciendo en esos momentos.

-Nunca podre llamarte "padre" porque mis ojos solo pueden verte como el hermoso y sexy doncel que eres...

¿Qué era esa sencación que estaba sintiendo en su estómago?

Como un montón de pequeñas arañas en su barriga.

Pensó que ya había acabado con aquellos secretos sentimientos amorosos que sentía hacía su único hijo... 

-Por favor... - suplicó Reborn con un tono que casi le hacía parecer una orden. - Se mi novio... Tsuna...

-Acépto... - dijo, hipnotizado por todo el amor que tenía hacía el pelinegro frete a él.

Este sonrió y miró los labios rosados de su padre para luego mirarlo nuevamente a los ojos.

Al fin.

Al fin podría besar al amor de su vida.

Sus labios se respiraciones se fusionaron.

Sus ojos se cerraban.

Su latidos se sincronizaban.

Sus labios se rosaban.

Sus labios se besaban...

Un dulce toque, que Reborn no tardó en profundizar, sus labios aplastaban los ajenos mientras estos se molveaban al contrario, Reborn tomaba entre sus manos las de su padre, besandose dulcemente por varios minutos, beso trás beso, olvidando que existía el tiempo y los problemas.

¿Ese era el sabor del pecado? De hacer algo incorrecto pero se siente tan bien. 

¿Por qué lo malo se sentía tan bien?

Se sentía tan bien... que dejo de ser suficiente con un solo beso.

Reborn condució lentamente sus manos hasta la delgada cintura de su padre sobre aquellas holgadas ropas, temía que fuera a espantarlo si se movía mmás rápido. Siguió besando la comisura de los labios del castaño y luego su mejilla con amor. Besó su frente para descender paulatinamente hasta su cuello, acariciando levemente su cintura con ambas ansiosas manos. Besó la barbilla de Tsuna para bajar con cariño y suavidad por el cuello. Besaba, mordía, lamía y chupaba el blanco y suave cuello de su padre mientras este se limitaba a soltar gemidos y jadeos. 

Aprovechando, Reborn tomó la chaqueta de su ahora novio y poder quitársela de encima al igual que aquella camisa holgada para apreciar la parte superior del cuerpo de Sawada. Las blancas mejillas del de patillas se colorearon. No es que nunca haya tenido sexo con alguna chico o algún doncel, pero ver el sexy cuerpo de su padre bajo él era otra cosa. Una cosa mucho mejor que cualquier otro puberto de su edad. Acarició con ternura las costillas de este, analizándo y memorizando lo mayor posible del cuerpo desnudo de la cinutra para arriba frente a él. Era un hombre, nadie podía negarlo, pero tampoco podían negar que tenía esa apariencia femenina y delicada que solo Tsuna podía poseer. Su piel blanca y suavehacía que llamaran la atención de aquellos rosados y lindos pezones que se endurecian de manera adorable ante el frío del aire libre. Su cintura, antes oculta por aquellas grandes ropas dejaban al descubierto su estrechez, la cual Reborn no dudó en acariciar.

Siguió chupando y besando el cuello de su pareja para que cuando se aseguró de dejar chupetones bastante notorios bajo por su pecho para seguir con su siguiente vítima, el pezón izquierdo de Tsuna.

Lo besó y lamió con gula mientras sus manos derecha jugueteaba con el derecho y su otra mano acariciaba el menudo cuerpo del mayor. Bajó aquella mano traviesa hasta los pantalones del otro los cuales también desaparecieron de sobre el cuerpo de Tsuna, dejándo como único sobreviviente a la tan querida ropa interior.

La cariñosas caricias y los amorosos besos recorrían todo el pecho, cuello y rostro del menor mientras este se dejaba hacer cual muñeca de trapo. Una vez que Reborn pensó suficiente bajó la mirada encontrándose con la grata sorpresa de que su angelical padre tenía una ereción bajo aquellos bóxers naranjas de rayas rojas.

-Tsuna. - llamó Reborn, haciendo temblar al mencionado por ser llamado or aquella voz ronca tan demandante y sensual. - Date la vuelta...

-Siguiendo las órdenes de su hijo de manera sumisa, giro lentamente sobre sí mismo para darle la esplada al pelinegro y ocultar su rostro entre la cómoda almohada.

Disfrutando la majestuosa vista, Reborn empezó a acaricar al castaña desde los hombros hasta la cintura, besando con cariño y amor la nuca y hombros del mayor mientras sus manos masajeaban y acariciaban toda la espalda de este, tocando especialmente la curvutura entre la cintur y la cadera... despacio y de manera casi impercemtible el de 16 años empezó a bajar suavemente los bóxers dde su amado hasta donde la espalda perdía su nombre. Una vez abajo los quito or completo, dejándo a su merced el sexy cuerpo del mayor. Cintura estrecha y anchas caderas, trasero grande, suave y firme sobre aquellas cremosas piernas portadoras de aquellos grandes muslos...

Que raro...

Su pantalón se había hecho más apretado de lo que recordaba.

Ignoró aquel hecho a sabiendas del porque para dejar un camino de besos por toda la espalda del castaño hasta llegar a la raya donde comenzaban aquel par de montañas suaves las cuales no pudo evitar agarrar y apretar con ligera fuerza. Jugó con ellas. La amoldeó a su antojo, también las beso y mordió sin causarle verdadero daño pero si sacándole un gemido placentero a su amado. Parecñia que su traserito era un punto débil para él. Que suerte porque verdaderamente le encantaba ese suave culito. Luego de unos segundos agarrarlas con firmeza las separo, apreciando con amor la rosada entrada de este. Ni lento ni perezoso acercó sus labios a su este...

-¡AH! - gimió sorprendido Tsuna, sintiendo como algo húmedo saboreaba con insistencia su interior. - ¡Gyah!

Pero el pene erecto de Tsuna también necesitaba atención. Ignorndo su propia erección, el menor masturbó el rosado miembro de su padre mientras que con los dedos de su otra mano preparaba la entrada de este.

Una vez lista aquella tarea, cuando Reborn pensó que su padre estaba listo lo volteó con su propia fuerza. Quería ver su rsotro de placer.

Se quitó a si mismo la camisa de botnones que tenía con rapidez, rompiendo de paso algunos botones, desabotono y bajo sus patalones como el elástico de su bóxer, dejando ver a su esplendor el gran miembro hinchado del menor.

-*¿¡Cómo es que esa cosa es más grande que la de Kyoya!?* - pensó alarmado el pequeño castaño.

Antes de poder replicar algo, el mayor en altura ya lo había tomado de la cadera para penetrarlo con fuerza, sacando un sonoro gemido a ambos. Tsuna sentía que se iba a partir en dos, esa cosa se undía en lo Kyoya rozaba, sentía un inmenso dolor pero también un extraño gusto por aquella experiencia. En cambio, Reborn estaba en el paraíso, aquella entrada al no tener cierta actividad por los últimos dos años prácticamente absorbia el pene erecto del de patillas, quien lo disfrutaba a grandes alturas, como aquellas paredes applastaban su miembro era bastante excitante, tan cálido y húmedo.

Comenzó a arremeter ligeramente cuando su padre movió la caderas suavemente. Pero se dieron cuenta de que eso no iba a ser funcional. 

Reborn penetró con fiereza y salvajismo las estrañas del mayor multiples veces recibiendo como recompensa gritos de placer y pasión. Tomaron sus manos de manera dulce entre aquellos rítmicos movimientos. No necesitaban palabras. Ya sabían cuanto se amaban aunque el mayor no lo haya dicho con palabras. Adentro hacia afuera, afuera hacia adentro, el placer no parecñia tener fin entre aquella danza de placer, se besaron, juntando sus lenguas una contra la otra.

-¡Re-Reborn! - exclamó Tsuna, perdido entre mares de placer. - ¡M-me vengó!

-Hazlo. - dijo entre grrñidos y con voz ronca el dominante.

-¡AH! ¡Re-! - gritó excitado Tsuna. - ¡REBORN!

Así como acabó de exclamar el nombre de su hijo, el doncel arqueó la espalda mientras tensaba su cuerpo de pies a cabeza, sus ojos se abrieron con sorpresa mientras su boca se abría como una perfecto "O". Tsuna se había corrido como nunca antes. Esa imágen fue demasiado para él más joven quien, al ver a su padre verse tan perdido entre placer y lujuria solo logró envestirlo 3 veces más antes de correrse entre sus entrañas.

Ambos personajes jadearon con cansancio. Fue algo épico...

Fueron no más de 5 minutos para recobrar energías, no había movimiento alguno más que jadeos y respiraciones agitadas. Tsuna, quien estaba uniéndo fuerza para dar el primer paso en una conversación con su hijo sintió como algo se endurecía dentro de él, provocando que jadeara de sorpresa.

-Re-Reborn... - llamó un aterrado castaño.

Solo recibió una sorpresiva embestida mientras veía la inmensa sonrisa en el rostro del pelinegro.

-Oh no... - dijo Tsuna, horrorizado. - He creado un monstruo pervertido...

Y es así como después de aquella alocada y salvaje noche, provando más posiciones sexuales que sabores de helado existentes, Tsuna miró el anillo en el suelo desde su posic¡ón para luego suspirar con cansancio. Estaba cansado, no solo físicamente, también mentalmente...

-Tsuna. - llamó una voz increíblemente grave y varoníl.

El mencionado se volteó a ver al sujeto que le agarraba con tal fuerza la cintura, ahí estaba Reborn, observando con detenimiento al más pequeño entre sus brazos.

-Tsuna. - dijo Reborn, acostandose entre aquellas sábanas blancas y suaves. - ¿Qué vamos a hacer ahora?

Eso era lo mismo que pensaba el líder de Vongola, ¿Qué iban a hacer? No dudaba de que ahora eran una pareja, pero ¿Cómo se lo tomarían los demás? ¿Vongola se iría a la ruina por aquellas críticas sociales? ¿Qué pasaría con Kyoya? ¿Qué es lo que harían...?

Ese mismo día en la tarde salieron de aquel hotel para empezar todo de una nueva manera. Tsuna pidió el divorcio a Hibari quien aceptó de inmediato, no era que Tsuna fuera el problema en la relación, el verdadero problema es él, quien ya no estaba enamorado de el menor pero obligaba a su conciencia a estarlo. Dos años después Reborn y Tsuna se habían casado y tener 4 niños. Tsuna encontró dos profesions en la que era bueno, trabajando en la empresa Vongola y como asesino a sueldo, el número 5 para ser exactos, mientras tanto, Tsuna se volvió líder absoluto de Vongola, haciendo de Giotto, su hermano mayor su asistente. Hibari encontró el amor en un extraño chico peliblanco bastante extremo de quien se enamoró y para su suerte, el sentimiento era mutuo.

 

Fue una grata sorpresa para Reborn que el amor de su vida permaneciera con él.

Y fue una terrible sorpresa para las pobres almas en desgracia que jusgaron su amor.

 

Lo mas irónico de todo es que Iemitsu y Giotto habían aceptado la relación de Tsuna con Kyoya pero Nana no, y cuando se enteraron que el castaño se iba a casar con su hijo... bueno... los dos rimeros casi les da un infarto y Nana quedo más que encantada con ello.

Pero, bueno, todos vivieron felices para siempre (exepto aquellos hombres muertos por Reborn). Fin-fin. Tan-tan. Buenas noches! Hasta luego!

FIN! <3

Notas finales:

*El complejo de Edipo es a los sentimientos amorosos que siente un hij@ a su madre/padre en cuestión.

**Existen dos tipos de "conflictos de Edipo" (según Wikipedia); el positivo que se trata cuando el niñ@ en cuestión siente odio por su padre del mismo sexo pero amor por el de sexo contrario. También esta el negativo, que es cuando el hij@ en cuestión siente odio por su madre de diferente sexo pero amor por su padre del mismo sexo. Por eso es confuso para Tsuna porque él le dio la luz pero es un hombre XP

Perdón por el final feo... bueno, el fic en general también es feo pero siempre ueden dejar sugerencias para aconsejar a esta novata <3 

Por cierto, si alguien sabe como pasar un archivo de word a amor yaoi podría decirme, por favor? Le harían un gran a esta inútil!


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