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L’Amant por ritsuka10

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Notas del fanfic:

ov JunHong cursiva

pov Bang negritas

 

Me recorro hasta llegar al borde de la enorme cama donde esta mañana he despertado miro el gigante ventanal frente a mi, las cortinas anoche fueron recorridas por él, me susurró que no tuviera miedo era el último piso así que nadie era capaz de vernos llevo mis dedos a mis muslos siguen pegajosos no recuerdo cuantas veces lo hicimos jamas había sucumbido al deseo como anoche las sabanas se arrugan debajo de las palmas de mis manos abiertas que se van cerrando, he iniciado un juego bastante peligro ¿Porqué? ¿Qué voy a ganar?, sé lo que soy hace cinco años que me dedico a esto para vivir pero hasta ahora no me había tocado un cliente tan extraño, bizarro, como el que me trajo a este departamento quien anoche me penetro como un experto, grité un apelativo debido a que no conozco su nombre pero sin duda reconocería su cuerpo en cualquier situación, recorrí mi lengua por su morena piel, sus tatuajes, sus marcados músculos continuo sin saber la razón por aceptar ese trato invocado mientras se venia en mi interior tal vez el extasié del momento, la locura de la euforia nos llevo a pactar tan inusual compromiso .

—¿Qué vamos hacer JunHong ? .—Se pregunto así mismo el chico dejandose caer en al cama para envolverse en las sabanas que todavía tenia olor a sexo.— Haz hecho un contrato con un extraño, él es bastante confiado por dejarme solo en su enorme departamento.—Dejo escapar un suspiro emitiendo una sonrisa.—Wow es tan guapo, ten sexi, no puedo sentir mis piernas.—Sus mejillas se sonrojaron.—Comúnmente mis clientes son hombres que están entre los treinta, asalariados nada agraciados pero él es distinto.

De un salto escapó de la cama se encontraba completamente desnudo cuando dio el primer paso noto un liquido descendía entre sus piernas le resto importancia para deambular por el lugar en busca de su ropa se sorprendió al encontrar un cambio de prendas doblado encima del tocador, era una camisa blanca y unos pantalones deportivos grises, unos bóxer de una marca bastante cara, leyó la nota “No tengo idea donde quedo tu vestido, siéntete en casa ya que por la siguiente semana también será tuya. ” se abrazo a las prendas para iniciar la búsqueda del cuarto de baño. 

 

No puedo dejar de mirar al horizonte hay personas a mi alrededor hablando mientras la que esta enfrente expone un tema de suma relevancia pero me es imposible concentrarme no puedo olvidar que deje a un extraño en casa, le abrí las puertas, le propuse un bizarro trato a un hombre que vende su cuerpo a otros hombres por unas cuantas monedas,  eso no es típico en mí, no es un acto normal de caridad sigo sin estar seguro la razón por lo cual no pude dejarlo ir en la mañana, mis dedos se sacuden todavía puedo percibir el calor de su interior la forma que me absorbia cuando lo embestía debo admitir, nunca en el pasado disfrute tanto llevar al éxtasis a mi pareja, fue un reto personal cuando lo tuve debajo de mi cuerpo, verlo sudar, gemir palabras obscenas me llevaron a la locura, perdí la noción del tiempo, la realidad se disolvió para sumergirme en la más pura lujuria, despeino mi cabello no quiero seguir pensando en el motivo de mis decisiones tengo 28 años, soy el CEO de TS Corp nadie puede criticar, gestionar el rumbo que tome mi vida privada. 

—¿Está de acuerdo Sr Bang?.—El hombre de la exposición llama a su jefe quien levanta la mirada y asiente tranquilamente.— La reunión a finalizado agradezco su atención. 

El CEO de la empresa fue el primero en salir mientras el resto hacía una reverencia se dirigió rápidamente a su ofician sus pensamientos continuaban conectados al chico que un día antes había recogido en una esquina del barrio de mala muerte a donde fue a dar una vuelta, en un inicio solo vago en su auto por la ciudad abrumado por sus responsabilidades, por su vacía, hueca existencia fue entonces que recorrió los callejones de la famosa zona roja donde en las banquetas humanos se colocaban de manera tentativa para venderse como piezas sexuales, su mirada fue cautivada por una rubia que usaba un corto vestido de lentejuela rojo, era bastante alta y sus piernas blancas resaltan fue por esa razón que le pidió a la joven subir a su auto no estaba interesado en tener sexo, no quería pagar por ello jamás lo había hecho era guapo, millonario y agradable para conquistar a cualquier mujer pero un impulso primitivo lo obligo a doblegarse antes sus esquemas morales, un golpe en la puerta aturdió los recuerdos del pelinegro después de indicar que pasara al importuno se topo con su rubio amigo.

— Sé que sigues enojado por la reunión de ayer pero debes entender que solo sigo ordenes de tu madre.—Habló HimChan tomando asiento frente al hombre que dejo escapar un suspiro.—Estas en edad de comprometerte y tu Familia quiere que lo hagas con una persona que este a tu nivel.

—Eres ta bueno en tu trabajo que a veces me pongo a pensar si serás tan diligente cuando te piden buscarle una mujer a mi hermano menor.— Contestó tajantemente causando que la pluma con la cual jugaba el rubio se cayera al piso.— Es mi vida yo decidiré que hacer con ella, no les voy a permitir que me impongan con quien debo pasar el resto de mi vida, no te conviene unirte a ellos en este tema.

HimChan torció los labios, su amigo sabía donde golpear para herirle, era una agradable persona pero se transformaba en un ser sin escrúpulos cuando alguien interfería en sus metas, HimChan Kim era el secretario personal de la Familia Bang se encargaba de muchos asuntos relacionados a ellos, creció a lado de los hermanos Bnag, su padre había caído en desgracia perdiendo toda su fortuna razón por la cual la Sra Bang lo adopto a él y a su madre, creció como otro integrante más de esa acaudalada gran Familia.

—Cancela todas las entrevistas matrimoniales que tengas para mi, no pienso hacer lo que mis padres quieren.— Le argumento recargándose en el respaldo de su silla.—Soy gay.—Una sonora carcajada salió de los labios del rubio gesto que tomo a mal el CEO. —¿Qué es tan gracioso?

—Por favor, ¿Crees que alguien te va creer? hay una fila de mujeres dispuesta a decir lo contrario.— Le contestó el rubio dejando unas carpetas sobre el escritorio.— Si vas con esa mentira a tus padres no te creerán, todo este  tiempo has demostrado quien eres.—Golpeo con su dedos el forro de las carpetas poniéndose de pie.—Eres una persona incapaz de sentir amor por otro ser humano que no seas tu, eres un narcisista soberbio de tu propia grandeza, nadie está a tu altura, nadie es perfecto, jamás te has enamorado por eso no pudiste ser productor tus letras eran vacías, superficiales .—El rubio se relamió los labios, la venganza era un platillo que se disfrutaba frío.— Tu hermano no necesita que le consiga una novia él mismo puede hacerlo, ¿Crees que no he visto las fotos que sube en sus redes? ahora que esta lejos de mi es libre.—Apretó la perilla de la puerta.—¿No es lo que querias? 

El chico de traje negro salió de la oficina con la pregunta soltada al aire era una flecha que apuntaba al CEO quien torció los labios, los amigos son los mejores compañeros para disfrutar nuestro camino pero cuando estos dejan de serlo se vuelven los más crueles enemigos, YongGuk siempre vio a HimChan como un hermano, el sentimiento era bilateral por esa razón el rubio se sintió traicionado cuando Guk apoyó y alentó a su hermano menor, JongUp, irse a estudiar a Inglaterra fue una manera cruel de opinar sobre la relación que Kim comenzaba con el menor de los Bang, desde  que se separaron sus lazos se rompieron entre esa joven pareja y Guk fue el culpable. 

 

JunHong subía el volumen del sistema de sonido había buscado entre los discos que su cliente poseía y descubrió que tenían gustos en común, se quito la bata de baño para correr hacia la enorme tina que se encontraba al fondo del cuarto de aseo donde se sumergió en las burbujas blancas que olían a rosas, era la primera vez que disfrutaba de tantos lujos, su familia era de clase media que se daba algunos gustos pero nunca tuvo oportunidad de quedarse en un hotel de cinco estrellas, bueno sus clientes tampoco eran gente de dinero así que terminaban en un motel de paso saco la mano del agua para alcanzar el teléfono sus dedos fueron presionando los botones emocionado cuando escucho el sonido de la conexión finalizo la llamada.

—Soy un estúpido en casa nadie me contestará.—Comentó dejando escapar un suspiro para sumergiese entre las montañas de espuma.—Hace cinco años que mi padre me corrió cuando descubrió mi orientación así que no creo que esperen por mi llamada.

Cerro los ojos abatido solo algunas veces analizaba su decisión, perdió su familia por seguir sus ideales no quería esconderse en un closet donde su esencia se pudriera con las malas experiencias, crear una doble vida como muchos de sus clientes construyeron, vivir amargado pero el camino incorrecto tomado, existir atormentado porque no es capaz de ser “normal” como el resto de la sociedad quiere que lo sea, por esas razones justificaba el no haber dado media vuelta y regresar a casa pero era un chico que no servia para nada fue por eso que decidió conseguir dinero de la única manera que supo, para tal vez lo único que servia, el timbre del teléfono lo asusto lo sujeto fuertemente llevando el auricular a su oído ¿Eran su madre que devolvía la llamada?.

—¡Hola! disculpa si te he despertado.— La grave voz del CEO resonó en los oídos del castaño/rubio que esbozaba una sonrisa negando con la cabeza.—Había pensado ir a comer contigo pero se me presentaron muchos asuntos que arreglar en la oficina así que he enviado a un mensajero con algunos platillos.—Jun trataba de contestar pero las palabras se estacaban en su garganta.—Si has verificado el refrigerador sabrás que esta vacío ¿estas ahí?

—Si, gracias.—Logró articular no lograba descifrar la razón por que sus labios temblaban.— Hay cereal y leche créeme el ser humano puede vivir con esas dos comidas en la vida.—La risa del mayor lo retumbo, sonaba tan pegajosa, tan adictiva.— ¿Vas a llegar tarde?

Bang negó avisando que llegaría antes de la atardecer de igual manera esperaba que la comida que le seleccionó fuera de su gusto, Jun por primera vez en muchos años se sentía protegido, resguardado como una ave en una bella jaula para otros significaba el sacrificar su libertad pero para él era su redención, dormir bajo un techo seguro, dentro de sabanas cálidas, el trato era ese, ser la paloma de YongGuk.

—Que tengas un buen día.— Logro contestar con una sonrisa su situación era inusual, bizarra y hasta enferma pero no le preocupaba.—Oppa estaré esperando ansioso por tu regreso.—Su voz era meloso, sarcástica trataba de imitar a una colegiala.—Recuerda que debes alimentar al conejito que has comprado. 

YongGuk terminó la llamada en medio de un mar de carcajadas, “conejito”, mascota, ¿De esa manera su nuevo visitante se sentía? ¿Como saberlo? cuando él mismo no conocía la causa de su alegría, su risa, su felicidad, el pecho latiendo en ritmos desconocidos nunca antes estuvo con un hombre tampoco acto de manera drástica, no se dejaba llevar por sus instintos y jamas iría contra su moral comprar caricias era un crimen, la trata de personas infectaba de un cáncer a las personas donde los  humanos pierden su estatus para convertirse en objetos, productos rematados en baratas, debía sentirse un gusano arrastrándose en el pantano inmundo de la desolación pero no, la culpa no se asomaba en su conciencia era lo contrario, el otro extremo del camino, la euforia lo sacudía con una ráfaga eléctrica recordando que estaba vivo. 

 

JunHong miraba aburrido el enorme televisor que colgaba de una de las paredes estiro sus pies en el sofá donde estaba recostado, había recogido el desastre que había hecho guardo lo que sobro de la comida enviada nunca probo platillos tan exóticos pero deliciosos siempre los miro en los dramas pero su corto salario no le permitía darse esos lujos,  abrazaba fuertemente la almohada que sustrajo de la habitación donde minutos antes cambio sabanas, de manera intermitente miraba el reloj puesto sobre un mueble mordía su labio inferior con nerviosismo se concentraba en lo que debía hacer cuando el hombre que lo compró llegará, el sonido de la puerta abriendo de golpe lo asusto por lo cual asomo su rostro por el respaldo del sillón, el chico que llegaba no era el mismo que la noche anterior, su cabello era morado corto y cuando sus miradas se encontraron dejo caer la mochila que llevaba.

—¿Quién eres tu? —El chico pregunto señalando al castaño que se ponía de pie.—¿Qué haces dentro de la casa de mi amigo? —YoungJae abrió los ojos de golpe era la primera vez que otra persona ademas de YongGuk habitaba ese elegante departamento. —Contesta.

Los labios de JunHong temblaron ni él mismo sabía que papel representaba en esa escena.

—Es el hijo de un conocido que me ha pedido cuidarlo mientras esta fuera.—Una tercera persona hizo acto de presencia, YongGuk llevaba una bolsa en la mano izquierda mientras abría la puerta.—Aquí esta pasa por él.—Le habló al chico castaño que estaba a su espalda.—Los quiero fuera de mi casa en menos de cinco minutos.

El hombre caminó hacia JunHong para tomarlo de la mano y arrastrarlo a su habitación mientras la pareja miraba asombrada conocía a esos revoltosos chicos que sin dudar lo atacarían con miles de preguntas sobre la situación de tan “extraño” invitado, colocó seguro a la perilla pegando su espalda a la madera un suspiro de alivio se deslizo entre sus labios ese gesto le pareció bastante dulce a JunHong quien se resbalo para sentarse en el piso llevándose consigo al hombre del elegante traje, pasados unos segundos una guerra de gritos dio inicio causando que Jun girara su rostro para cuestionar con la mirada la razón de tal caos.

—Jae vino a esconderse de DaeHyun quien ha venido a buscarlo.—Habló secamente como si el menor conociera a esas personas.—Solo debemos contar hasta diez, se besaran para después irse a reconciliar a un hotel.—Confesó logrando que un ligero rayo carmín se dibujará en su mejilla.— Ya no se escucha nada pero mejor nos quedamos un rato más.—JunHong asintió notó que sus manos continuaban entrelazadas se liberó del agarre para sentarse en el regazo de ese hombre.—¿Qué haces?

El menor no contesto a la pregunta debido a que llevo sus labios a esa boca donde introdujo su lengua sin requerir autorización, Bang al poco tiempo también olvido los protocolos sus manos acariciaban la cadera del chico dejaba impresas sus huellas en esa piel blanca para introducirse debajo de la camisa, su mente recordaba la noche anterior sus células despertaban para cargarse de la energía eléctrica que sus cuerpos creaban al entrar en contacto, en un inicio el menor llevaba la batuta en la guerra de lenguas pero el CEO recobró el poder doblego a su pareja, desde niño no se dejo mandar por nadie y esa situación no sería la excepción, las voces llegaban a sus espaldas los invitados caminaron hasta el pasillo pero intercambiaron unas frases para después decidir irse, ellos también entraban en estado de ebullición.

—Oppa has tardado más de lo que dijiste.—Le susurro de manera infantil llevando su boca al oído del pelinegro.—Tu lindo conejo estaba triste y moría de hambre.

-—¿no te ha gustado la comida que envie? —Le cuestionó dejando escapar un gemido grave de su garganta.—¿Te ha faltado algo?

Una perversa sonrisa se dibujo en esa cara de porcelana, el menor se bajo del regazo del mayor para dirigir la boca a su entrepierna donde quito el cinturón, bajo el cierre y libero una visible excitación, era más grande de lo que recordaba, en el pasado cerraba los ojos cuando sus clientes lo obligaban, por primera vez no quería perderse ningún detalle, la lujuria era una devastadora flama que encendía el interior de su cuerpo,  antes de comenzar a tener sexo por dinero imaginaba que el encuentro sexual era constituido de deseo, de una hambre insaciable donde la piel ruega por más donde el dolor no existe, saco la lengua y con la punta lamió la carne expuesta,recorrió extasiado esa extensión desde la punta hasta la base, el sabor amargo se apoderaba de sus pupilas en lugar de causarle asco fue un sentimiento agridulce.

—Veamos si el lindo conejito puede tomar su leche apropiadamente.— El mayor habla retando a su pareja quien capto la intención de esas palabras, busca ingresar completamente ese órgano en su boca pero solo alcanzaba a ingresar la mitad.—Continua de esa manera y pronto tendrás tu anhelada recompensa.—Sus dedos se enredaron en aquellos rizos castaños presionaban para indicarle que fuera más profundo.—Es momento de alimentarte.

El hombre de cabellos negros levantaba y bajaba la cadera para entrar y salir en esa cavidad bucal, llegaba al limite sus sonoros gemidos lo confirmaban por fin la pequeña mascota recibió su postre, uno de sabor a sal, de consistencia pegajosa y de color blanco el primer movimiento del caballeroso hombre fue alejar a su pareja el castaño se lo impidió deseaba tragar, asqueroso algunos pensaran pero solo aquellos que se han sumergido en las fauces de uno de los infiernos de Dante representado como la lujuria conoce ese terrible hormigueo naciendo en tu entrepierna donde los limites morales, lógicos desaparecen, Bang tomo ese bello rostro donde un hilo blanco colgaba de la comisura de sus labios lo besó salvajemente ¿Importa aumentar los cargos cuando sabemos pasaremos cadena perpetua en el Infierno?.

—Eres un buen amo.—Susurró el chico llevando sus dedos a sus pantalones y deslizarlos entre sus muslos, no llevaba ropa interior.—Pero todavía no estoy satisfecho.—Llevo su excitación que rozara con la de su pareja quien aunque terminará de venirse continuaba con carga completa.—Tengo un gran apetito.

—Te voy a demostrar que buen amo soy.—Le susurro levando su camisa por encima de su cabeza, lanzó la prenda a un rincón de la habitación pego su espalda a la fría madera de la puerta.—Solo quiero escucharte rogar por mi cuidado.—Sus dientes se dirigieron a esos botones rosas los mordió mientras sus manos se abrían paso en esos glúteos bien formados.—Di que me perteneces, eres solo mío, soy tu maestro, tu amo.

JunHong echo la cabeza hacia atrás sus manos rodearon esa cabellera negra, los dientes clavándose en su piel rosa le causaba una terrible descarga eléctrica que recorría su columna vertebral, pego más su cadera a la entrepierna del ese extraño para que sus órganos rozaran ambos estaban mojados, húmedos por el contacto, se derritian por el calor generado por su indecencia, un pequeño grito se escucho en la habitación cuando dos dedos el CEO ingresaron en la entrada del castaño quien tomaba su rostro para besarlo, necesitaba el sabor de sus labios, sus miradas se cruzaron, era un requisito obligatorio que sus ojos se fusionaran, ver el rostro del ángel que los arrastraba al deseo carnal, los gemidos de Jun inundaron cada esquina del cuarto donde las cortinas seguían abiertas el Sol se había escondido horas antes ahora los luceros de los edificios iluminaban el paisaje,  la luna se escondía detrás de las negras nubes que egoístas no la dejaban brillar, un tercer dedo ingreso en esa dilatada entrada.

—Por favor amo te quiero dentro de mi.—Rogó hambriento el castaño mientras un hilo de saliva corría por su garganta, YongGuk continuaba marcando esa piel de papel dejaba su firma en forma de moretones.—Ya no soporta la tortura amo.—Pegó su sudorosa frente a la del hombre mientras sus temblorosas manos trataban de quitarle el saco.—No debe maltratar a su conejito, mételo.—La ultima palabra no fue una súplica sino una orden.—Lo necesitas tanto como yo, lo deseas, quieres partirme en dos saber hasta donde eres capaz de llegar.—Por fin logró quitarle el saco abrió la camisa, los botones salieron volando en diferentes direcciones.—No lloraré lo prometo.

El hombre saco sus dedos para dirigir su excitación a esa entrada sin previo aviso se introdujo, Jun se aferro a su espalda clavo sus uñas en los omoplatos causando una herida dolorosa que se dibujo hasta los hombros pero el dolor no le afecto al hombre que entraba y salía en esa mojada entrada que lo succionaba hambrientamente, las embestidas se volvieron frenéticas el atacante se perdía en el placer imaginado, el dulce pecado de profanar tan bella muñeca con piel de mármol, lo recostó en el piso para colocarse encima coloco una de pierna sobre su hombro, Jun podía percibir el frío piso golpeando su espalda sus cuerpo demostraba una flexibilidad envidiable agradecida a su fanatismo por aprender coreografías de baile, la manera que ese ser encajaba en su cuerpo le asustaba temía no volver a sentir placer con otro hombre, que ese libido despertado por tales embestidas no fuera satisfecho por otra pareja sexual.

—Eres mío, solo mío.—Le susurro al oído mordiendo el contorno de su oreja.—Eres una droga a la que me he vuelto adicto.—El mayor dejaba escapar sus gemidos, esos sonidos bestiales que nacían en su vientre.—No te dejaré ir.

Jun se aferro a ese cuerpo no buscaba escapar, no tenía ánimos de huir de esos brazos, de ese calor que desprendía de esas viejas paredes olvidadas no encontraba definición a su anhelo de quedarse encerrado en un jaula de oro, sus cuerpos se acoplaron fue cuando Bang toco algo en el interior de su amante que lo llevo a perder la cordura, las embestidas eran más salvajes y legaron al limite, un liquido caliente lleno las entrañas del castaño quien terminó manchando ambos abdómenes sus respiraciones agitadas trataban de estandarizarse llegar a un nivel donde pudieran controlarlas, nuevamente sus miradas se encontraron sus labios secos se reconfortaron, el mundo esta lleno de pequeños actos de locura que le dan sentido a la existencia humana tal vez esa pareja necesitaba su momento de surrealismo para definir su gris vida que ahora se iluminaba de colores brillantes que los cegaban, los agotaban y los dejaban con ganas de mas, tocar el cielo con las manos, acariciar las nubes y entrar en un viaje donde no se requiere un boleto para volver.     

 

Notas finales:

Es el primer capitulo, es un regalo para todas las banglo shippers, en un inicio también iba a ser un oneshot pero pensé que serñia una buena historia, va tener 5 capitulos o menos XD no estoy segura pero trataré que tenga lime/lemmon suave en cada capitulo.

 

Que les parecio ? le sigo ?


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