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Romance de verano por Sargento F

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Notas del fanfic:

Me inspire en uno de los Omakes de Pandora Hearts para escribir este one-shot.

Podría decir que esta es una secuencia del fic anterior de Pandora Hearts es por eso que se mencionan a Vincent y Break como pareja.

Espero que les guste.

Gilbert

"¿cuánto tiempo más faltará para llegar?" me pregunté mientras miro por la ventana del carruaje un hermoso paisaje, el sol había salido hace un par de horas, toda la noche estuvimos viajando, solo quiero bajarme para estirar mis piernas, suspire.

-¡ya puedo ver el mar, es hermoso!- ahí estaba en frente de mí, mirando por la otra ventana, el dueño de esos ojos verdes, su cabello radiante como el sol, siempre lleno de energía, con su gran carisma, Oz, el que se robó mis sentimientos, al su lado, ella, que desde su aparición no deja de estar un segundo lejos de Oz, esa estúpida coneja que siempre está de mal humor, en verdad me molesta.

-así es- no soy bueno con las palabras, pero esa sonrisa que curvo mis labios, le hizo saber que estoy muy contento de que ya lleguemos, en unos minutos más estaremos ahí. Nada mejor que unas buenas vacaciones, pasaremos una semana en la playa. Nosotros tres no somos los únicos que vinimos, detrás nos siguen otros dos carruajes, en el uno Break y Sharon y en el otro Vincent y Echo. Me pregunto ¿por qué mi hermano vendría igual? Él sabía de antemano que Break vendría con nosotros, pero parece que le restó importancia. Creo haber recordado que Sharon nos dijo que en esa playa hay un pueblo turístico y cerca de ese pueblo, una mansión de la propiedad Rainsworth. La playa es lugar para relajarse, olvidar los problemas y también para declarar el amor que una pareja se tiene, es el lugar perfecto para declararle mi amor a Oz, yo solo espero que esos sentimientos sean correspondidos. El carruaje se detuvo, finalmente llegamos, los sirvientes y empleadas ayudaron a bajar las maletas.

-Sharon-chan esta mansión es tan grande como la otra que tienen- Oz se quedó impresionado.

-mi abuela la compró hace algunos años, desde entonces venimos aquí todos los veranos, a Break le ayudó mucho en su recuperación venir aquí-

-me trae muchos buenos recuerdos venir aquí-

Sharon nos indicó las habitaciones en donde podríamos quedarnos. Por suerte la mía está frente a la de Oz, es más grande de lo que me imaginé.

-tu habitación es muy bonita Gil- no me di cuenta en que momento Oz entró.

-uhh... sí es bonita-

-tienes una vista muy bonita, puedes ver no solo la playa, sino también el pueblo, ¡mira! Allá hay un puerto. ¿Qué dices si nos vamos a conocer el lugar?-

-está bien, a dónde vayas iré yo también- me siento feliz de ser parte de sus preferencias.

-tenemos que vestirnos para salir, afuera está más caluroso que aquí-

-iré a cambiarme de ropa, también le diré a Alice que venga con nosotros, te espero en la estancia- Oz se fue dejándome solo, no sé como decirle lo mucho que lo amo, no quiero ser pesimista pero es posible que sienta algo por esa estúpida coneja. Después de unos minutos bajé para reunirme con Oz, también estaban Sharon, Break, mi hermano y Echo, todos a excepción de Vincent estaban con ropa de playa, se siento un poco avergonzado, estoy acostumbrado a vestirme con ropa elegante no importa como está el clima, pero qué más me da, los demás, casi todos están con otro tipo de ropa. Saldremos en grupo a recorrer el lugar.

-Vincent ¿por qué tú no estás vestido como los demás?- con ese atuendo seguramente estará con calor.

-no quiero perder mi glamor.-

-pero, te hará calor ¿estás seguro?-

-Sí- espero que no se arrepienta de su decisión. Después de unos minutos salimos, fuimos directo a la playa, por cierto muy bonita, sin mucha gente, el agua de un hermoso color turquesa, la arena refinada de color blanco junto con el clima hacen una combinación perfecta. Oz y la estúpida coneja se fueron al agua seguidos de Sharon, yo me quedé sentado debajo de un parasol, olvidé el bloqueador solar y no quiero quemarme.

-Gil ¿por qué estás aquí? Vamos al mar-

-yo... olvidé aplicarme bloqueador-

-no debes preocuparte de eso, yo tampoco me puse bloqueador ¡vamos!- Oz tomó mi mano y me llevó con él. Lo único que deseo es que estuviéramos solos los dos. Después de casi 15 minutos salimos del agua.

-¿en dónde está Break?- Sharon nos pregunto. Estábamos tan distraídos que no nos dimos cuenta de su ausencia.

-tampoco está Vincent- Oz se dio cuenta de la ausencia de mi hermano.  -aunque Echo-chan está allá- ¿a dónde se fueron esos dos?

Al medio día fuimos a recorrer el pueblo, es muy bonito, todas sus casas están bien decoradas y la gente muy feliz caminando por las calles, mientras caminamos junto a un restaurante nos encontramos con Break y Vincent sentados en unas mesas afuera obviamente no en la misma.

-¡Break! ¿Por qué te fuiste sin avisarme? ¡Y lo peor de todo es no me invitaste!-

-discúlpeme señorita Sharon la razón es que olvidé mis dulces así que fui a comprar algunos y me dio hambre-

-ahora que estamos aquí vamos a comer- Oz siempre con sus buenas ideas. Después de la comida fuimos todos a seguir caminando, entramos en una tienda de regalos con muchos recuerdos y adornos, yo compré uno para regalárselo a Oz, es un reloj de bolsillo, similar al que encontró es esa tumba aquella vez, de color plateado, en la parte externa de su tapa un grabado en relieve del pueblo y la playa y en su parte interna pedí que me grabaran nuestros nombres, algo que pueda llevar todo el tiempo consigo.

Todo el día la pasamos muy bien, fuimos a los muelles y nos tomamos una foto, sin darnos cuenta la tarde llegó, antes de que el clima se enfríe regresamos a la mansión Rainsworth.

Después de la cena cada uno se fue a su respectivo dormitorio, entré a la habitación de Oz, no lo encontré tal vez esté con el estúpido conejo, escuché el sonido del agua cayendo de la ducha, está en el baño, mi mente jugó conmigo, traté de evitar imaginarme a Oz desnudo, ¡no! ¿Cómo puedo pensar en eso? Me siento como un pervertido, Oz completamente desnudo, con el agua goteando por su cabello rubio y su piel blanca. Siento mis mejillas arder. La puerta abriéndose me sacó de mis pensamientos.

-Gil, no pensé que estabas aquí, pero me da gusto- no podía ocultar mi sonrojo, más aún si estaba cubierto únicamente con una toalla que podría caerse en cualquier momento.

-yo... creí que tú... estabas... no estabas...- tal vez Oz ya notó mi timidez.

-me gusta cuando te pones tímido, me recuerda mucho cuando eras adolescente- esa sonrisa, ¿Cómo no enamorarme?

-iré a vestirme no me tardo- entró al vestidor a los pocos minutos salió con su terno de dormir. Conversamos con Oz de todo lo que hicimos hoy, quiero confesarle mis sentimientos, pero tengo tanto miedo, ¿y si él me ve solo cómo su amigo? ¿y si él siente algo por la estúpida coneja? Me gusta pasar el tiempo con él. El reloj marca las 11 de la noche, me fui dejando a Oz, debe de estar muy cansado, salí de su habitación, en el pasillo escuché las voces de alguien, no escuché con claridad lo que dijeron, me acerqué un poco más a las escaleras, Vincent está conversando con alguien, probablemente sea algún miembro de los Baskerville, es solo Break, me alegra mucho de saber que... ¿¡Break... hablando con Vincent!? Pero... ¿desde cuando son amigos? Algo se traen ellos.

-tengo la impresión de que alguien no está escuchando, mejor será que nos vayamos a nuestras habitaciones- Break y mi hermano subieron las escaleras, antes de que me descubran me fui a mi propia habitación. Algo se traen entre manos de eso estoy seguro. Mejor me voy a dormir, después de entrar en mi habitación, entre debajo de las sabanas, me envolví por la oscuridad, de repente una voz me llama:

-Gil, ¡Gil! ¡Gil! ¡Despierta!- abrí mis ojos y ahí estaba.

-¿Qué... pasó?- mi voz suena un poco diferente.

-aún es de día no te duermas, vamos a jugar- bajé la mirada, estoy vestido con ese uniforme azul de marinero, ya veo con que estoy en el pasado, me quedé dormido mientras leía un libro, Oz me agarró de la muñeca y me llevó hasta afuera.

-dígame joven amo, ¿a dónde vamos?-

-vamos al jardín-

-no veo a la señorita Ada-

-mi tío salió a la cuidad y se la llevó-

Llegamos al jardín de la mansión, cansados porque corrimos. Cuando recuperé el aliento Oz me abrazó, no pude evitar sonrojarme.

-Gil eres la persona más especial que he conocido-

-¿a qué se refiere?-

-ya no puedo seguir guardando esto solo para mí. Gil yo te amo-

-¿¡Qué!? ¡No puede enamorarse de mí!, yo solo soy un sirviente-

-eso no me importa, en el amor no hay barreras. Solo quiero que aceptes mi amor, por favor-

-yo...- Oz me besó en los labios, siento una sensación de hormigueo en mi estómago, sus manos las sentí en mi espalda, sus suaves labios acarician los míos, se sienten tan bien.

-Gil disculpa mi atrevimiento pero te voy a hacer el amor- me estremecí, no esperaba eso de Oz, nos tumbamos sobre el césped, sus manos fueron por todas partes en especial en una zona:

-¡joven amos no haga eso!-

-lo siento, no me puedo contener- se siente tan bien, es tan real todo esto, un gemido escapó de mi boca.

Cuando empezó a gustarme mis ojos se abrieron automáticamente, sigo en la habitación, solo fue un sueño, que malo, pero ¿por qué tengo calor? Además siento que algo me molesta en mi... no se cómo explicarlo, entrepierna, no quiero averiguar que es pero, ¿Qué otra opción tengo? Llevé mi mano hasta ese lugar y... ¡no puede ser! Esto es lo más vergonzoso que me puede pasar, no hay duda es una... no quiero ni mencionar, una... erección, me mata la curiosidad de saber como se siente, frote mi mano sobre ese bulto, mi cuerpo se retorció un poco.

-¡Gil, despierta! Se hace tarde, iremos todos a la playa- me asusté al ver a Oz entrar de esa manera tan desaforada, como reacción me cubrí con las sábanas casi todo, solo mis ojos y parte de mi cabeza quedaron descubiertos, espero que no haya visto tan pervertido acto. Fui a bañarme, quizá así esté más calmado. Todos listos fuimos al puerto, allí rentamos una embarcación que nos llevó unas millas alejados de la costa, Oz y la estúpida coneja están mirando el mar mientras que yo estoy detrás de ellos resguardado en la sombra, siento que estoy perdiendo en esta batalla, tal vez Oz sienta algo por ella y yo estoy de sobra, eso me entristece pero no puedo estar así, no quiero que pregunten por qué estoy triste.

-¿disfrutando del paisaje Gilbert-kun?- no me di cuenta en que momento Break se sentó a mi lado.

-¡Qué susto me diste!-

-si yo fuera tú, aprovecharía estos días para decirle a Oz-kun lo que sientes.- ¿Cómo se dio cuenta?

-no se de lo que estás hablando, Oz es mi amo y nada más- mis mejillas otra vez deben estar rojas.

-¿y por eso vas a dejar que Alice-kun te lo quite? ¿Te vas a rendir tan fácilmente?-

-si Oz siente algo por ella yo no quiero intervenir-

-estoy seguro que Oz-kun siente lo mismo que tú por él. Dile lo que sientes, verás que no serás rechazado- ¿Break dándome consejos? Esto es extraño.

-dime que es lo que quieres a cambio-

-¿yo? Nada, nada- 

¿Debería preguntarle que hay entre él y mi hermano?

-debo irme, espero que sigas mi consejo Gilbert-kun, nos vemos al rato-

Break tiene razón, mi amor por Oz nació desde que lo conocí, desde que era un niño, por miedo a que tal vez se burle de mí no le dije nada, en los diez años que estuvo en el Abismo yo estaba tan solo, es por eso que busque todos los métodos para ayudarlo a salir de ahí. Yo lo considero como algo valioso, no quiero perderlo de nuevo, esta noche le confesaré a Oz mis sentimientos, no importa lo que pase. 

...

Después de todo el día en alta mar al fin estamos en tierra, la puesta de sol es muy bonita, los rayos reflejados en el agua y el cielo de color naranja, a esta hora el puerto está muy concurrido, después de desembarcar nos dispersamos, me quedé solo y ahora estoy buscando a Oz ¿dónde se metió? Mientras caminaba vi que Vincent y Break salieron de una tienda ¿comiendo algodón de azúcar? Tan felices, decidí seguirlos pero con cuidado de que no me vean, se están alejando, tengo la necesidad de seguirlos, los estoy perdiendo, justamente cuando mis pasos se aceleraron choque con alguien de estatura más baja.

-Gil, al fin apareces, te estado buscando por varios minutos- Oz apareció, que feliz me siento. -pero dime ¿a quién estabas buscando?- me revire pero ya no estaban. Tan rápido se han ido.

-yo... creí que eras tú pero me confundí con alguien más-

-Alice y Sharon-chan fueron a comprar carne dijeron que espere aquí- Oz y yo estamos solos tengo que aprovechar para decirle,

-Oz, yo... no soy bueno con las palabras pero... quiero decirte que estos días han sido los mejores, es la primera vez que vengo a la playa, me he divertido mucho hasta ahora y más aún si tú estás cerca de mí, yo... me siento muy contento por eso. Pero hay algo más que quiero decirte yo...- justo en este momento alguien nos interrumpió.

-Oz-sama perdón por la demora, fuimos buscar a Break pero no lo encontramos, se esfumó desde que llegamos al puerto. Espero que aparezca pronto, mejor vamos a la mansión se hace tarde y debo suponer que todos tenemos hambre- los cuatro comenzamos a caminar. Me quedé un poco atrás junto con Oz.

-Gil ¿Qué era eso que me ibas a decir?-

-te lo diré en otra ocasión- más adelante nos encontramos con Echo, sin la compañía de Vincent.

-Echo-chan ¿por qué estás sola?-

-¡solo Echo!- parece que le molesta que Oz la trate con cariño.

-Vincent-sama dijo que iría a buscar algo y que le espere aquí- ahora que lo recuerdo los vi hace un momento a ambos muy contentos, ¿debería avisarles? Creo que mejor no. Estoy seguro que hay algún tipo de relación entre ellos y no creo que sea solo una amistad. 

...

Después de la cena fui a la terraza para contemplar la noche, como estamos en verano el cielo está totalmente despejado, esta noche hay luna llena, su reflejo se pinta en el agua del mar, a las orillas está el pueblo, un paisaje magnífico, lástima que Oz no esté aquí para verlo juntos. De pronto escucho las voces de alguien, me di la vuelta para ver si venía alguien pero estoy solo yo, me asomo un poco a la terraza de abajo y ahí están otra vez juntos mirando lo mismo que yo, puedo escuchar sus risas, se quedan mirándose por unos minutos y luego miran al frente, sus manos se entrelazan, me siento apenado, ahora se miran de nuevo y muy despacio se acercan, no quiero ver pero al mismo tiempo sí.

-Gil, que bueno que te encuentro- la voz de Oz casi me produce un infarto.

-Oz... ¡no me asustes de esa forma!-

-perdón, no quise hacerlo ¿Qué estás mirando?- no debo permitir que se acerque.

-está haciendo mucho frío no deberías estar con esa ropa tan liviana, podrías resfriarte- es una buena excusa para mantenerlo un poco lejos. Oz se asomó pero no había nadie, que alivio.

-que linda está la vista-

-Sí... Oz ahora que estamos solos yo quiero decirte lo que no pude en la tarde- estoy nervioso, así no podré hablar con seguridad.

-Oz, yo... yo... yo te amo Oz, te amo... desde que éramos niños... desde que te conocí- Oz me está mirando muy sorprendido, tal vez no le gustó que le dijera esto. Me puse de rodillas en frente suyo sosteniendo su mano.

-por favor acepta mis sentimientos, no los rechaces, por favor acéptalos- besé el dorso de su mano.

-me sorprendí mucho, no creí que te ibas a adelantar-

-¿Qué?- ¿acaso Oz también pensaba decirme que me ama esta noche? Se agachó para ponerse a mi altura. Me sonrió para asegurarme que todo esta bien, de pronto unos destellos llaman nuestra atención seguido de explosiones, juegos pirotécnicos salieron de muchos lugares, escuché las voces de los demás, estaban asombrados. Sentí las manos de Oz en mis mejillas, girando mi cabeza para verlo nuevamente. Me perdí en la belleza de sus ojos verdes. Se acercó muy despacio hacia mí, mis mejillas deben estar rojas, cerré mis ojos, sus suaves labios presionando los míos, sí, Oz me está besando, mi sueño se hizo realidad, sentí que me abrazó.

-Gil, vamos a tu habitación- nos levantamos, me tomó de la muñeca y me llevó. No se lo que pasará realmente, estoy seguro que no me arrepentiré.

El momento se volvió mágico, se apagaron las luces pero no quedamos completamente en oscuras, la luz de la luna entró por la cortina iluminado la cama en donde estamos Oz y yo, no paramos de besarnos, sus hábiles manos me despojaron de la ropa que seguía puesto, únicamente quedé en ropa interior, me da mucha pena estar así, mis manos cubrieron mi rostro no quiero que me vea.

-Gil no hagas eso, no ocultes tu rostro, quiero verte-

-no quiero que me juzgues-

-no importa si tu cuerpo tiene algún defecto, nadie es perfecto- su mano derecha está recorriendo la cicatriz de mi pecho. Oz me está dando confianza, es tan bueno conmigo. Se quitó su camiseta para mostrarme su sello.

-¿lo ves? No tengas vergüenza- se acomodó sobre mi pecho, sus suaves labios repartiendo húmedos besos en mi piel. Antes de continuar quiero preguntarle algo.

-Oz, ¿tú me amas?-

-claro que sí, quería decírtelo hoy pero como dije te adelantaste-

-¿desde cuándo?-

-desde que te conocí, nunca te dije porque tenía miedo de que te alejaras- mis dudas están despejadas, Oz me ama tanto como yo. Continuó basándome, su mano la sentí en ese lugar que no quiero mencionar.

-¡Oz, no!- mis ojos se abrieron más de lo normal.

-tranquilo, yo también estoy así- no entiendo como es que siendo menor que yo no tenga vergüenza. Su entrepierna está rozando con la mía, siento muchas cosquillas.

-Oz- su nombre susurrando en su oído. De mi boca salen jadeos. Mis manos sosteniendo fuerte la tela de la sábana.

-Gil, quiero hacerte el amor- no esperaba eso de él.

Me besó, siento su lengua entrar en mi boca, su sabor es un deleite como un chocolate dulce. Mis manos se aferraron a su espalda, nuestro sudor se compartió al igual que nuestras caricias y nuestros jadeos. Nos estamos dejando llevar por el fuego de la pasión, ese fuego que nos quema y no podemos escapar. Mi cuerpo se estremeció cuando sentí la lengua de mi rubio atacar dos puntos en especial.

-¡Oz!- mi espalda se arqueo echando mi cabeza hacia atrás. Su mano sigue acariciando la dureza de mi miembro. Me sorprende que sea bueno en esto. En sus ojos está escrito el deseo que tiene por hacerlo.

Su suave mano acarició mi mejilla, una sonrisa curvo mis labios.

-quiero que me hagas tuyo, me entrego a ti en cuerpo y alma, ser de tu propiedad y que la luna sea testigo-

-Gil, no quiero tomarte como si fueras un objeto, pero me gustó que me dijeras que la luna sea testigo-

-te amo Oz- sus dedos masajearon con suavidad mi entrada produciéndome un cosquilleo. Unos gemidos suaves salieron de mi boca. Uno de sus dedos entró lentamente avanzando por mi interior.

-se siente muy extraño-

-voy a detenerme...-

-¡no! Continua por favor- sentí que un segundo dedo entró y después, un tercero, se siente tan bien.

-Gil abre un poco más tus piernas- sus dedos entran y salen libremente. Mis piernas se acomodaron sobre sus hombros, su miembro está penetrándome, no sé por qué pero siento dolor.

-duele, ¡Oz!- mis uñas se están clavando en su piel.

-relájate por favor, estás muy tenso-

-no puedo hacerlo-

-claro que puedes- por unos segundos me perdí en su mirada, aprovechó para seguir hasta que entró todo. Se quedó sin moverse por unos minutos, sentí que el sudor de mi frente bajó por los costados de mis mejillas, Oz empezó a moverse dándome ese placer que no había conocido, mis gemidos se intensificaron.

-Oz... ¡ahhh! Eres demasiado grande... muy grande ¡Sí!- cada embestida me lleva al paraíso, no quiero bajar de estas nubes.

-estás muy apretado, siento como si me succionaras- no puedo creer que diga esas palabras. Nos dimos otro beso uno muy duradero, no duramos mucho tiempo, estamos llegando a nuestro límite. Oz se vino en mí, su esencia llenando mi interior algo suyo se quedó en mí, yo también me vine en nuestros estómagos, es lo mejor que me ha podido pasar y no nos quedamos ahí, lo hicimos una y otra vez; esta noche no dormimos, las sábanas son un desastre, una mezcla de sudor y semen, no se como explicar esto mañana, pero ahora solo disfrutaré este momento con mi rubio. No recuerdo la hora en que caímos víctimas del cansancio y del sueño. 

Cuando abrí mis ojos ya había amanecido, junto a mí estaba él, creí que fue un sueño, pero verlo con una leve sonrisa me hizo saber que es real todo esto. Traté de sentarme pero no pude, hay un fuerte dolor en la parte baja de mi espalda, además siento mi cuerpo molido como si me hubieran golpeado con un palo, pero valió la pena.

 

-¿Gil? ¿Ya estás despierto?- No quise hacer levantar a Oz.

-así es. Quiero levantarme pero no puedo, me duele todo el cuerpo-

-mejor duerme, es muy temprano para levantarse-

-¿y sí alguien entra y nos ve?-

-podríamos contarle lo que pasa-

¿¡Qué!? ¿es necesario?- sería muy vergonzoso.

-no contarles lo que pasó anoche sino la nueva relación que tenemos- es cierto que Oz y yo no hemos quedado en algo.

-Gil, ¿quieres ser mi novio?- esta es la mejor propuesta que me han hecho, mi corazón está saltando de la emoción.

-¡¡claro que sí!! Quiero ser tu novio, estoy tan feliz-

-les diremos hoy en el desayuno ¿Qué te parece?-

-me gusta tu idea-

Con mucha dificultad nos levantamos para asearnos y limpiar el lugar, planificamos lo que diremos, espero que nos entiendan.

...

-¿por qué se tardaron tanto?- todos están reunidos, Oz está dispuesto a contarles sobre nuestra relación, mis manos empiezan a temblar.

-antes que nada quiero informarles algo, ustedes son mis amigos, es por eso que les tengo mucha confianza, espero que nos comprendan...- Oz tomó mi mano, lo que les llamó la atención, -Gil y yo tenemos una relación, somos novios-

-¿¿Qué??- todos contestaron en coro. El ambiente se volvió incomodo, solo quiero que un agujero se abra en el piso y caer.

-eso es bastante tierno- Sharon aprobó nuestra relación.

-me alegro saber que Gil encontró a alguien que lo quiera mucho- me sorprende saber que Vincent esté tranquilo, creí que protestaría por esto.

-que bueno que hayas escuchado mi consejo Gilbert-kun-

-que no se te olvide que Oz sigue siendo de mi propiedad, cabeza de algas- ¿cuándo entenderá que Oz es mi amo? No sé realmente si Oz sigue siendo mi amo. Aun así...

...

-Oz, creí que tú sentías algo por la estúpida coneja-

-Alice es una buena persona aprecio mucho su amistad, en cambio tú eres distinto, te he amado desde que éramos niños, eso no podrá cambiar ni con las circunstancias ni con los años.- salimos a caminar en la playa, esta vez fuimos solo los dos, aprovechamos que no había nadie cerca para besarnos, me encantan los labios de Oz son tan suaves, no puedo creer que todo esto fuera real.

-el resto de estas vacaciones serán mucho mejor que los días anteriores, vamos a hacer muchas cosas juntos. -

...

Los días que restaban se acabaron, me da mucha pena saber que debemos irnos, pero a la vez me siento tan alegre de compartir estos buenos momentos con mi Oz, esas noches de placer en las que que me confirma que es mi dueño, en las que me entregué, estoy seguro que se repetirán y no quiero que se terminen. Si tan solo pudiera hacerle saber que estas vacaciones fueron inolvidables... ¡es cierto! No le he dado mi regalo a Oz. Estábamos en la estancia esperando que traigan todas las maletas; busque en mi maleta antes que la lleven, encontré en uno de los bolsillos ese reloj que había comprado.

-el primer día que llegamos compré algo para ti, no te lo di porque no tenía una excusa, espero que te guste- puse mi regalo en sus manos, al verlo sus ojos brillaron, una sonrisa creció.

-Gil, este es el mejor regalo que alguien me ha dado- Oz me abrazó, por un momento se pareció a un pequeño niño cuando recibe algo nuevo.

-yo también tengo algo para ti- buscó en los bolsillos de su ropa hasta que se dio con algo, tomó mi mano y me la puso, cerró mis dedos. Al abrirlos vi una cadena dorada con un adorno ovalado, con unos pequeños detalles en relieve.

-¡ábrelo! Te va a encantar- abrí la tapita del adorno, una foto que nos tomamos en los muelles, estaba ahí, es un regalo que expresa muchas cosas.

-es muy bonito. Gracias Oz- no soy bueno con las palabras, aunque debe saber que valoro mucho esos pequeños detalles que fortalecen nuestra relación. Sharon entró irrumpiendo en el lugar.

-Gilbert, Oz-sama, el carruaje que los llevará ya está aquí, busquen a Alice-sama- fuimos a buscarla, no quería pero tuve que ayudar a Oz.

Partimos con rumbo a nuestro hogar, nos llevamos muchos recuerdos de este lugar.

-el próximo año le pediré a Sharon-chan que nos traiga, vendrás tú, también Alice- en cuanto dirigimos nuestras miradas la estúpida coneja estaba dormida ¿tan rápido? Bueno, tendremos más tiempo para estar solos. Oz se apego a mí para darme un beso en la mejilla, mis dedos se entrelazaron en su cabello rubio, no pude resistirme a oler, me gusta su fragancia suave como de lavanda.

Oz es tan perfecto para mí, no importa los problemas en los que esté, yo siempre estaré ahí para protegerlo. 

Por él doy la vida, me he vuelto tan dependiente, solo él conoce mi verdadera personalidad, ese nombre que retumba en todos los rincones de mi mente Oz.

 

Fin.

Notas finales:

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Les dejo una pregunta: ¿será que a Gilbert le gusta el yaoi?


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