Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Broken Soul por Calipso99

[Reviews - 1]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Los personajes no me pertenecen

Notas del capitulo:

Bueno aqui les vengo con un pequeño songfic, la cancion se llama Twilight Homicide Song, espero les guste mi trabajo

Mis labios se encuentran manchados con sangre carmesí 
Nunca te voy a perdonar lo que tú me hiciste, cariño mío… 

 

Recordaba con tristeza el porqué de mi actitud, después de aquel día todo había cambiado para mí, había sido expulsado del santuario y me encontraba alistando mis maletas para irme del lugar que alguna vez fue mi hogar, me mudare a Inglaterra, ya que Saga me ofreció vivir en su casa en Londres cuando se enteró de mi situación; fue una suerte que el patriarca no haya hecho rodar mi cabeza, porque lo que hice es prácticamente imperdonable. Lagrimas amargas caían por mi rostro, todavía no podía quitarme ese dolor que sentía en mi destrozado corazón, manche mis manos de sangre la misma noche en que heriste mi corazón.


En ese atardecer, hicimos un voto con nuestros dedos y dijimos “te amo”
Pero esa chica, interfirió y destrozó nuestra promesa
Ya es muy tarde para regresar el tiempo y lamentarse 
Ese es el tipo de mujer que soy yo 
Y le pondré un final a esto 

Me levante temprano aquel frio día, el cielo estaba nublado y gris, parecía que en cualquier momento llovería, pero a pesar de aquello yo seguía feliz por lo que había pasado la tarde anterior, me hiciste el hombre más feliz del mundo, al fin cruzaremos una línea más en nuestra relación, estoy tan feliz, hace unas semanas me pediste matrimonio e hicimos una promesa, que estaríamos juntos por siempre, y yo con todo el gusto del mundo acepte, porque te amo y porque además estoy esperando un hijo tuyo, y después de eso me hiciste el amor como nunca antes lo habías hecho, estuvimos haciéndolo toda la noche hasta que quedamos exhaustos, como dije antes, no podría estar más feliz. Ahora que lo pienso bien, amanecí solo esta mañana, se supone que amanecerías conmigo, abrazándome, bueno… supongo que tus motivos tendrás, pero de todas formas pienso a ir a molestarte, solo quiero pasar el día con mi futuro esposo y padre de mi hijo, así que me dirigí a ducharme para subir luego a su templo.

-¡Camus! – grite alzando la voz para que me escuchara, pero no me contesto, tal vez no me escuchó – ¡CAMUS! – volví a gritar fuertemente, pero nada, era imposible que no me hubiera escuchado esta vez, así que ingrese a buscarlo, me estaba preocupando. Busque por todos lados, sala, baño, cocina, comedor… solo me faltaba el cuarto, pero cuando llegue a este… ¿acaso eso que escuchaba eran gemidos? No… no podía ser. Pero el destino fue cruel conmigo, ya que cuando abrí la puerta… simplemente no lo podía creer, estaba destrozado – ¡Camus! – lancé un grito de horror al ver a este encima de quien pude reconocer como – Surt… no. – no lo aguante más, salí corriendo.

-¡Milo! – fue lo único que escuche.

Me sentía morir, me destrozaste el corazón, y rompiste nuestra promesa, no… ¡permitiste que esta resbalosa rompiera nuestra promesa!. Estoy decepcionado de ti. Corri hacia el templo de escorpio, donde me encerré, no tenía ánimos para nada, la ira crecía dentro de mí, ¿Cómo pudiste? Pero vas a ver que tu maldita relación con esa puta no va durar nada, si no te tengo yo, nadie más te tendrá, le voy a poner un final a esto. Surt jamás te tendrá, no de nuevo.

El plateado de mi cuchillo se abrillanta más
Mi realidad esta distorsionada y solo puedo escuchar gritos 
Mis labios se encuentran manchados con sangre carmesí 
Nunca te voy a perdonar lo que tú me hiciste, cariño mío

Estaba tan molesto que en ningún momento me detuve a pensar en lo que estaba a punto de hacer, después de horas de llorar y llorar desesperadamente en mi templo, levante la cabeza de la cama, tenía los ojos hinchados, los labios resecos, las mejillas sonrojadas y un dolor de cabeza infernal. No pidió quitarme esa terrible imagen de la cabeza, donde tú te encontrabas poseyendo el cuerpo de esa… esa maldita y miserable ramera, como lo odio, pude soportar que traicionaras al santuario cuando reviviste como espectro, que me trataras como basura en Asgard, pero que me rompas el corazón, eso si no te lo perdonó, te voy a desaparecer, te voy a borrar de la faz de la tierra para que nadie más se atreva a tocarte otra vez, mi amado pelirrojo.

Estuve encerrado varias horas encerrado hasta que decidí salir de a buscarte, fui a la cocina saque un cuchillo y lo guarde entre mis ropas  y me dirigí a la entrada de mi templo, pero cuando lo hice todos los gemelos se encontraban en la entrada de mi templo, la verdad no deseaba hablar con ellos pero ellos insistían en conversar conmigo, sobre todo Saga que me conocía mejor que nadie y sabía lo que estaba a punto de hacer, pero yo no les hice caso y simplemente los pase, pero antes de irme Saga hablo.

-Por favor, no lo hagas… - me dijo en un susurro pero yo no le conteste y simplemente me fui.

Baje los templos preguntando si alguien había visto a Camus, pero el único que me contesto la pregunta fue Aldebarán, quien me dijo que había regresado a su templo después de haberme buscado todo el día, yo solo le conteste con un gracias y me dirigí hacia allá, un sonrisa se dibujó en mi rostro, al fin lograría mi cometido.

Una vez que llegue me encontré con el dueño del templo en la ventana de su habitación mirando al cielo, el atardecer.

-¡Milo! – grito al verme, corrió y tomo mis manos – amor, lo que paso en la mañana, yo… yo… - intentaba excusarse, yo solo lo miraba serio, no tenía ni una sola expresión en mi rostro, y a los pocos segundos un grito de dolor se escuchó en el templo, sonreí.


En toda mi ropa, las gotas carmesí caen hasta marchar mi blanca tez 
En esos ojos, ya no hay consciencia 
Y solo tiemblan, vacíos 

-Milo… - susurro para después caer arrodillado en el suelo agarrándose la zona abdominal, mi ropa y mi mano y el cuchillo que llevaba estaban teñidos de rojo carmesí, el mismo rojo carmesí que fluía de su cuerpo, el mismo rojo que tenía por color de sus cabellos, era un color vivo y hermoso. – ¿Qué diablos? – dijo viendo su abdomen, para luego voltear a mirarme asustado, sus ojos brillantes y hermosos verdes se clavaron en mi delgada anatomía, yo solo lo miraba, se paró como pudo, temblaba.

-¿Sientes dolor, Camus? – Pregunté sonriente - ¿Te duele mucho? – empenze a reír levemente, lo estaba disfrutando.

-¿Qué te pasa? – dijo entrecortadamente, mientras se alejaba despacio, acaso el valiente caballero de acuario… ¿tenía miedo?

 

Aunque lamente no podré regresar al pasado ya 
Lo que realmente yo he asesinado fue 
la otra yo 

-¿Tienes miedo, Camus de acuario? – pregunte sonriendo sádicamente mientras me acercaba y lo acorralaba contra una pared, el solo me miraba aterrado, sé que después de esto, aunque lo lamente… jamás podré volver a pasado, ya nada será como antes – Dime que se siente…

-¿Qué? ¿De qué hablas? – me pregunto, podía ver el desconcierto en su rostro su asombro, su miedo.

-¿Qué se siente el dolor?

-Milo yo…

-Duele mucho, ¿verdad? – dije mientras pasaba la aquella hoja plateada por su cuello, manchándolo con su sangre.

-…

-Te ves tan indefenso – me empece a reir nuevamente, es tan divertido verlo así.


En esa habitación en donde no hay nadie más
La oscuridad oprime mi pecho y me impide el respirar 

-Milo ya suéltame, ¿Qué pasa contigo? – grito el acuariano, salido de quicio. – el Milo que conozco es dulce y tierno… en cambio tú… definitivamente no eres él, ¡¿QUÉ LE HICISTE?!

-Ja ja ja, Camie eres tan gracioso - dije mientras me acercaba y depositaba un beso en sus labios, debía saborearlos, ya que sería la última vez que lo vería – “ultima” – esa palabra se quedó plasmada en mi mente, partiéndome el corazón, pero yo ya había tomado una decisión.

-No puede ser… Milo, mi niño – gruesas lagrimas cayeron de su rostro para luego gritar de dolor otra vez, estaba vez la hoja se incrusto en aquel órgano vital que quería aplastar – perdóname… - dijo dando su último aliento, sus ojos se cerraron y su respiración se detuvo para siempre. Gruesas lágrimas caían por mi rostro, ya todo estaba hecho y no había marcha atrás, bese sus labios por última vez me abrace a su cuerpo. Al fin, ese maldito guerrero de Asgard jamás se le volvería a acercar nunca más.


Si tuviéramos que decirnos "Adiós" ahora mismo
Fuerte yo te abrazaría y no te dejaría ir, mi cariño

Kagome Kagome,
¿Quién está de pie detrás de ti?

Ya es muy tarde para regresar el tiempo y lamentarse 
Ese es el tipo de mujer que soy yo 
Y le pondré un final a esto 

Pasé varios minutos, y yo seguía abrazado a él como si fuera mi oso de peluche, pero ya había pasado mucho tiempo allí, y tenía que irme, me levante cuando en eso escuche unos pasos y un grito de terror.

-¡Camus! – voltee y me encontré con la mirada de Surt, estaba sorprendido - ¿Pero qué fue lo que hiciste? – grito histérico.

-No te importa- le conteste y me largue de allí.

Al día siguiente el patriarca se enteró y convoco a una reunión, todos sin excepción me miraba entre sorprendidos, asustados y decepcionados, el patriarca me dirigió una severa mirada y luego me expulso de la orden por mis actos contra el caballero de acuario.

 

El plateado de mi cuchillo se abrillanta más
Borrosa esta mi visión y solo puedo escuchar muchos gritos 
Mis labios se encuentran manchados con sangre carmesí 
Nunca te voy a perdonar lo que tú me hiciste, cariño mío

Termine de alistar mis cosas, me despedí de mi armadura y baje los templos hacia la entrada del santuario, todos los guardianes, a excepción de Saga quien me acompañaba para dejarme en el aeropuerto, me miraban mal, no puede evitar sentirme peor de lo que me encontraba.

-Felizmente ya te largas, rubia pendeja, que alegría, ya no volveré a ver tu estúpido rostro, asesino – siseo Mu antes de volver a ingresar a su templo, pero que podía decirle yo, lo que dijo Mu es verdad, soy un asesino, un maldito asesino.

-¡MU!

-No digas nada, Saga. Mu tiene razón – fue lo único que dije y seguí con mi camino. En Rodorio no me fue mejor.

Una vez en el aeropuerto, Saga se despidió de mí diciéndome que me iba a visitar uno de estos meses, que no me dejaría solo, yo estaba tan deprimido que no le tome importancia a su comentario y aborde el avión, me sentí en mi respectivo asiento y puse una mano en mi aun plano vientre, pensando en cómo hubiera sido que tu estuvieras aquí, pues a pesar de todo te sigo amando.

 

Te amo sólo a ti...

Notas finales:

Gracias por leer!

 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).