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No-Hero por sleeping god

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Notas del fanfic:

Los personajes pertenecen a la imaginación de Tite Kubo.

Notas del capitulo:

Este proyecto ya lo tenía muy avanzado pero le faltaban detalles y una que otra incongruencia producto de los medicamentos.

El fin, me divertí mucho escribiendolo y espero les pasé igual leyendolo.

I. Seamos honestos: la Ultima vez que inspiraste a alguien fue cuando estabas muerto.

Conversacion Batman a Superman. Comic Crisis Infinita, guion de Geoff Johns.

Habrá ocasiones donde el cansancio, la rutina, el tiempo y esfuerzo, incluso el odio de que nunca se acabará, harán que no quiera ir ante el grito de pánico, el llanto desesperado, las lágrimas que piden, en un suspiro, ayuda. Habrá esas ocasiones, sin embargo, y por ello, son excepcionales aquellas personas que con ímpetu pueden ser llamadas HEROES. Así que el héroe una vez más, ante todo en contra, se levantará para dar hasta el último aliento por el inocente en peligro y poner su vida en riesgo por solo la razón más justa y honrada del mundo: el bien. Será aclamado desde todos los rincones y corazones de a quienes ha salvado o dado esperanza de que hay verdad y justicia en el mundo representada en un símbolo, el símbolo del héroe, aquel que lleva en el pecho en letra mayúscula, representa más que una letra, causa que los corazones se exalten y las malas intenciones tiemblen.

Por eso, héroe, tu sacrificio de dolor al salvar una pequeña creatura de ocho años de ser muerta ante el fuego nunca será en vano, veremos tu cuerpo quemado como un signo más que admirar, mientras en tus gestos demuestras que lo haces porque cuando la verdad y el honor habitan en uno, no se necesitan más razones.

-Para con eso.

¿Cómo dices?

-Para ya con toda esa mierda, estás aburriendo a todos y además estás mintiendo ¿Por qué mientes?

Bueno, tu sabes… no podemos iniciar sin ser… eso, heroicos.

-Inicié siendo heroico. Venga, habla desde aquí… acércate para que no escuchen.

¿Quiénes?

-ah, no entenderías. Denos un momento.

 

 

 

Está bien.

-Créeme, les gustará más.

¿Puedo hacer una introducción?

-…Bien. Pero no inicies nuevamente con eso rollos… demonios… me arde la ingle…

 

Una estrella fugaz volando en un cielo negro. De alguna manera era muy lenta y al final caía. Alguien se reía en un eco sin paredes, rebotado el sonido únicamente en los oídos atentos. Una risa negra. Negra como el cielo sin paredes y sin estrellas. Sin estrellas, únicamente una luz.

Un recuerdo del pasado.

Un foco en el techo de un lugar en que rebota su respiración que asmáticamente parece una risa chocando en su mente que se mantuvo negra hasta ver esa fosforescencia.

-¿Dónde…?

Se abrió una puerta que de inmediato se cerró, dejando entrar a una mujer muy alta de plateado cabello.

Tuvo que sacudir su cabeza para alejar el sueño de la realidad.

Aquí no había estrellas fugaces. Pero sus ojos de mujer parecieran decir que frente a ella veía una y con llorosas lágrimas parecía que hubiera cumplido un deseo.

-¡Despertaste!—sollozó la mujer, abrazando un cuerpo que le trajo a la realidad por el dolor en el pecho.

-¡Me duele, me duele, me duele!—intentó gemir sin que su voz fuera escuchada por la mujer que una vez dejándolo completamente en el mundo real salió corriendo.

-Loca… ¿Qué pasa aquí?—no había duda que la luz blanquecina era una bombilla, las sábanas blancas y un terrible olor a detergente le guiaron a que estaría hospitalizado. Después miró su pecho a una marca sangrante en su corazón. Levanto una ceja en un acto imaginativo, parecía un corazón la mancha sobre la venda, después colocó su mano para sentir que ahí nada latía pero seguía vivo. Volvió a mirar la habitación sin interés hasta detenerse en una flor al fondo, sobre una botella de vidrio aun con una etiqueta de una bebida alcohólica y la gardenia amarilla, a destono y de mal gusto flotando dentro de una agua con leves manchitas verdes, aun parecía recién cortada pero una de las hojas estaba inclinada hacia abajo, pendulando a la muerte. Quizá unos 5 días o dos si el clima era tan caluroso como ese mismo instante.

Se levantó de la cama y arrancó la hoja en un acto reflejo. Quizá no quería lidiar con la muerte tras haber estado tan cerca de ella. Cerró los ojos y se frotó el entrecejo imaginando una espada atravesando su pecho hasta el corazón y luego esos ojos ca…

-¡Felicidades!—gritó una manada de gente entrando a su habitación, preparados con regalos, confeti, lazos, comida, dulces y todo un festival. No brincó por dignidad pero comenzaba a espantarse de todo eso.

-¿Qué significa…?

-Debo admitirlo, no esperaba algo así pero al ver lo que hiciste tengo que admitir el respeto que te tengo.

-¿Eh?—la realidad es que el festejado es quien menos importa en un festejo, mucho menos ante un Kuchiki dando sus respetos ante otro, y esos respetos fueron aplaudidos.

-Hiciste algo increíble. No esperaba que fuera a hacer tanto por nosotros.

-Sí, pero…

Pero nada. A nadie le importa lo que tenga que decir, cuando hay que dar las gracias los “de nada” sobran.

-Sin ti no sé qué habríamos hecho. Normalmente sería un dilema pero tú,… ¡Tú, mi amigo, estás sobre el dilema!

-Eso es…

Se dice que muchos grandes descubrimientos y acciones solo podrán ser entendidos por generaciones futuras y por terceros. No sé si Hitler pensaba que lo juzgarían así.

-¡Tenemos que celebrarte como…!

-¿Cómo qué?

Le escucharon.

Y la respuesta era obvia.

¿Cómo más se le puede llamar al que salvó a tres mundos sin pensar en su vida?

-¡Un héroe!

Un héroe.

-Así es, un héroe. Hagamos una pausa ¿quieren?

No puedes parar así nada más la narrativa, vas a confundir todo.

-Sí, como digas. Les explico: esta gente, de la cual el narrador quiere mantener en secreto, son mis enemigos, los shinigamis.

¡Oye, ¿Qué estás…?!

-Yo, ya siendo obvio pues lo habrán visto en el resumen, soy Grimmjow.

¡Deja de arruinar mi historia!

-Sí, lo que sea. Y ellos piensan que les he salvados la vida. Durante su dichosa batalla de los mil años fui para poder combatir contra Kurosaki Ichigo y terminé metido hasta adentro del culo del problema, hasta ese sujeto, el jefe de todos, sin que pareciera que pudiéramos ganarle pero al final… ciertamente fue un accidente. Figúrense lo siguiente, ese barbón en el centro, con la cara hacia el shinigami, el shinigami hacia él, atacando con todas sus fuerzas y a mi dándome cuenta que perdí mi espada al otro lado, pensado “si no voy por ella ahora al rato no la voy a encontrar”, cruzándome y ahí me tienen, ensartado junto con el otro como brocheta, antes de desmayarme me di cuenta que mi sangre que escurría hacia abajo, al cuerpo de aquel, lo que le causó la muerte. El problema es que yo también iba a morir. Pero si cuento esto es que no pasó, lo importante es que están mal, no quería salvar a nadie. Recuerden ese detalle, será importante.

Para con delatar detalles.

-Bien, bien, no te pongas pesado. Podemos volver a la historia.

Un héroe es, visto por terceros y en el tiempo suficiente, un mártir.

-¡Grimmjow!

Y los ojos más cercanos son los que más rápido ven el sacrificio, el dolor y el miedo.

-Kurosaki…

No todos soportan ver la historia en primera fila, y ese joven no quiso un héroe sino que a un cobarde vivo. Sin embargo la felicidad le invadió cuando le dieron más: a un salvador con vida. Así que lo abrazó dándole la bienvenida y dándose cuenta de lo confundido que dejaba a su enemigo, así que tuvo que unirse a las felicitaciones.

-Bienvenido, Grimmjow. Gracias por lo que hiciste.

Todos los héroes comienzan de alguna manera. Algunos por accidente, otros arrastrados por las circunstancia, los mejores son porque es lo correcto, sin embargo este héroe nació por error. Uno que quería enmendar. Pero…

-¿Qué te sirvo?

-¿Qué quieres de tomar?

-Te traeré ropa buena y no esos andrajos.

-Deberías sentarte, te ves cansado.

-Di quieres puedo darte un masaje.

Pero los héroes tienen beneficios inmediatos. Los aceptó todos esa noche hasta no poder más, y caer ante un cielo negro, una risa vacía y una estrella opacándose y muriendo lentamente. Lentamente por días.

 

Al sexto día tuvo un recuerdo completo, una pelea que perdió y una deuda a pagar. Las bases de su heroica misión.

-¿Heroica? No me jodas con esa forma bonita de adornar las ideas. Venía a partirle la cara al shinigami y eso voy a hacer.

Aun estás algo ebrio.

-¿Eso te preocupa? A mí me preocupa el que tenga a tres mujeres y un hombre en la misma cama. Estoy bien, creo… ¿a ti te duele el culo?

¿Qué?

-Entonces no fuimos ninguno de los dos.

Déjame continuar con la narración.

 

En el mundo de los mortales pareciera notarse en el ambiente que todos mueren tan rápido y pocos dejan su marca. Es decir, no reconocía donde estaba y la última vez, cuando el chico que quería a un vivo y no a un muerto lo abrazó, se dio cuenta de que su poder ya no era tan elevado como antes, pero igual debía volver a declararle la guerra y borrar esa imagen de sus ojos que empezaba con H.

Encontró la escuela, pasando por la ventana y abriendo puertas sin cuidado a no causar pánico. En menos de cinco minutos todos los alumnos se aterraron.

Fue ese joven de segundo año que había empezado a leer a Nietzsche, a declararse ateo y repudiar las iglesias, que cuando vio abrirse la puerta y cerrarse por sí misma salió corriendo junto con los otros pero sin dejar fija la probeta sobre su base, derramándose sobre los demás químicos que causarían una explosión y que dejaría atrapada a la chica que se negó a recortar su falda como sus amigas y así quedaría enganchada a la orilla metálica de las mesas baratas. Aquellas superficies adheridas al suelo de frio metal tenían una razón de ser por algo pasado hacia 37 años, mas eso no nos incumbe ahora.

Dos minutos más tarde el laboratorio ardía y la joven gritaba aterrada.

En tres minutos ella caería desmaya por los gases, en diez moriría producto de los mismos y en otros cinco su cuerpo comenzaría a arder.

En tres minutos parecía tiempo suficiente para Kurosaki para salvarla.

Fueron evacuados en un minuto y medio sin saber de ella hasta que estaban fuera, siendo impedidos de hacer algo.

Ahí se vieron el héroe en potencia y el falso héroe.

-Te encontré—afirmo con una sonrisa más bien de triunfo, ya que a él ese espectáculo de llamas y probable muerte le tenía sin cuidado. Aun siendo el causante.

-Grimm…jow…—pronunció el muchacho pero más atento a lo que arriba se producía, lejos de su alcance; impedido e impotente.

Entre la multitud, si somos cuidadosos, notaremos que solo hay un héroe falso, nuestro protagonista, y varios héroes en potencia, unos con mayor porcentaje que otros.

Véanlo bien, iluminaré a aquellos con ideas de superhéroe. Entre aquella chica de bufanda verde esta su amiga del kínder que, cuando decidió poner un migaja de pan el suelo y darse cuenta que una hormiga se la llevaba supo que un pequeño trozo cambiaba el mundo, pero que igual que nuestros ancestros, ella sabía que el fuego quema. Por su derecha, casi al fondo, debajo del árbol, hay un chico conteniendo las lágrimas, quizá tenga un 23% de probable héroe, ya que no es uno de acción, sino de sentimientos y empatía, él es quien puede abrazar a un desconocido que llora en la calle y no hacerlo sentir incomodo, nunca lo ha hecho pero seguramente en su vida le llegará su momento; tenemos uno más, otro joven de primer grado, con un alto porcentaje, incluso diré, pero no habrá que mencionarlo mucho, más alto que Ichigo, ya que él sigue luchando por entrar a las instalaciones por la chica a punto de desmayarse; dirán que es tonto pero aprendió lo correcto y lo incorrecto cuando era muy pequeño, acostado bajo su cama, con una linterna, con sus padres peleándose mientras él sabía que ese hombre en las páginas, vestido de mallas azules, botas rojas y capa era su ejemplo a seguir, y siempre lo sería. Me detendré ahora, había otros 4 pero tenemos que continuar ya que ser algo en potencia no es definitivo. Así que pasaremos al menos probable, a ese, al falso héroe. Ya que ser falso deja sin denominación, después de eso uno se debe preguntar ¿entonces qué es?

-¡Grimmjow!—ese joven lo comprendió rápidamente. Él podía salvarla.

-¿Qué…?—no obstante el otro no comprendió ese arrebato de alegría con preocupación.

-Debes ir allá y sacarla. Date prisa o…—no se pueden decir esas palabras.

-¿Qué? Si, se va a quemar ¿y qué? Ven, quiero decirte algo.

-¡No hay tiempo! ¡Ve!

¿Alguna vez han olido el cabello quemado? Es asqueroso. Ese olor la despertó y pudo gritar nuevamente pidiendo ayuda.

Todos la escucharon. Y solo Grimmjow decidió que no le importaba.

-¡Ve, por favor! Por favor…

El falso héroe bostezo y dijo lo que debía decir: la verdad.

-Te equivocaste. Todos se equivocaron. Fue un accidente que me atravesaras con tu arma. Yo jamás habría muerto por ustedes. Es lo mismo ahora, esa chica no me importa. Vine a pelear contigo. Puedo sentir tu reiatsu bajo así que podría ser…

Momentáneamente todos voltearon al chico que hablaba solo por el sonido como de una rama rompiéndose. Y volvieron al laboratorio en llamas donde no había más gritos. Lo que escucharon fue una bofetada, y más bajo el llanto desesperado de la impotencia. Así, con la miradaba baja por la decepción, le dijo lo siguiente:

-Te odio.

Grimmjow se limitó a sentir su roja mejilla y sonreír. Tendría una buena pelea en el futuro ya que el odio alimenta las batallas. Dio la vuelta y es aquí cuando bajo, muy bajo, escucha y siente el llanto de dos héroes, el sensible y el que lo fue una vez.

-Nuevamente lo estás haciendo.

¿Qué estoy haciendo?

-Cambiando la historia ¿Por qué mientes?

Oh, vamos, ningún héroe puede empezar de esa manera ¿Dónde quedaría la moral que debe de trascender más allá de…?

-Bla, bla, bla, bla, basura. No sentí su estúpido llanto, eso ni sentido tiene. Él me dijo que me odiaba pero a mí se me ocurrió que podría ponerse tan sentido que no querría pelear conmigo, ahí me dije, ah, no mames. Entonces pensé rápidamente que no le daría el gusto de verme salvar a esa chica pero tampoco la dejaría morir porque debía pelear con él. Por eso la salvé. Ahora dilo, la salve por mis razones egoístas.

Está bien, tú ganas esta vez. Pero tendrás que admitir que…

-Op, op, op, párale ahí. Ya verán que fue lo que pasó. Continua, por favor.

Gracias.

Estaba en… ah, sí. Ella fue salvada leves quemaduras a manos del único probable aunque el menos potencial. La dejó en los jardines y se fue con las manos en los bolsillos, renegando de haberse visto obligado a caer en esas circunstancias ya en dos ocasiones.

Tuvo que esperar un tiempo hasta volver a buscar al joven shinigami e iniciar nuevamente el trámite de su batalla, después de todo la chica estaba viva y no había razón de enojo en su contra. Sin embargo, era difícil encontrarlo, nunca fue bueno con eso de sentir el poder del otro y menos con lo débil que lo sintió la última ocasión. Cuando lo localizó, cruzando una calle con destino a su casa, no hizo falta que terminara de embozar su sonrisa, era obvio que no podía verlo.

-Hey, hey, tu. Shinigami… ¡Mírame, golfa con nombre de prostituta de Tijuana! Oye, chaparro. Carajo, si no me miras me cogeré a tu madre.

Dije que era obvio que no podía verte.

-Debía intentarlo.

De esa manera se retiró a pensarlo. Siendo sinceros, se fue a destruir un parque motivo de su furia a ya no poder cumplir su venganza.

-¡Ahora qué?! ¡Ya me chingué! ¡¿Cómo se supone que pelee contra el aire?! ¡La pinche puta fresa de mierda no fue capaz de avisarme antes! ¡Digo, por mera cortesía! ¡Pero no, la verga, le valió madres!

-¿Puedes parar, Grimmjow Jagerjaquez?

La destrucción de la casa de una familia de ardillas con 3 hijos fue parada por el patrullero en turno y, sin retrasarme en el asunto, el sujeto que dormía junto a Grimmjow en aquella ocasión.

-Con nosotros.

Para de meterme en esto.

-Así estaba cuando llegué, lo juro—soltó la rama tras su cuerpo y emprendió camino a otro parque, sin dejar de ser seguido por ese hombre.

-Oye, oye ¿Por qué no dices su nombre?

Por el misterio.

-Deja de lado el misterio, estoy seguro que ya se presentó con nosotros y no me acuerdo.

Bueno, es necesario que tu…

-No te acuerdas tampoco… fantástico…

No he dicho eso.

-Que mierda… debería contratar otro escritor ¿Dónde está mi agente? No puedo trabajar así. Iré a mi camerino. Avísenme cuando estemos listos para trabajar profesionalmente. Por dios…

 

1 hora después.

Pido una disculpa pública antes de comenzar. Soy malo para los nombres pero ya estoy listo.

 

-Luces molesto—con frecuencia se asocia que dormir con alguien, junto a alguien y estar casado es lo mismo. Sin embargo cada una de esas opciones tiene sus rasgos de desconocimiento sobre la otra persona, y en este caso era uno máximo ya que nada podía molestar más a una persona como Grimmjow que se le avise de lo que ya sabe y es obvio.

-No, ¿Qué va? ¿De verdad? No, no, no. Estoy eufórico de alegría. Ve, ve mi sonrisota… pendejo.

Ignoró el comentario. Debía pasarlo por alto para conservar el porte.

-Escucha, no puedo dejarte que vayas por la ciudad destruyendo. Fue suficiente con que ignorará el incendio que ocasionaste en la escuela.

-Momento… ¿me viste?

-Bien. Técnicamente no la incendiaste tú, más si lo ocasionaste.

-No, no eso. ¿Me viste…?

-Salvando a esa mujer. Sí, por eso mismo no levanté un reporte.

-Mierda.

Luego dijo lo mismo mentalmente. Solo Kurosaki conocía su falsa insignia de valor y el capitán frente a él no era estúpido. Un Kuchiki entendería ese “mierda” de la manera más adecuada, amplia y correcta.

-También me sorprendió la actitud que tomó Kurosaki Ichigo al final de la conversación contigo, aquella bofetada y que llorara, sumado a que cuando salvaste a aquella mujer lo hicieras tan incognito… mierda.

Más que la farsa le molestaba haber presentado sus respetos en público, cosa que jamás podría recuperar.

-No es TAN malo como parece—confirió el hollow dando una vuelta para mirarlo a los ojos y sonreír inocentemente—Piénsalo bien. Sí, fue un accidente… pero también así se descubrió la penicilina ¿no? Y nadie va por ahí diciéndole mentiroso y estafador a Fleming. Aunque ya esté muerto… aunque eso en realidad no haría más fácil, no podría defenderse.

-Oh, gran hijo de puta mentiroso—nuevamente la molestia venía de su reputación ¿Cómo no se le había ocurrido antes que alguien así podía estar fingiendo?

-Oye, oye, además no me dejaron hablar. Tienen parte de la culpa.

-No me pareció que te pusiéramos la botella en la boca.

-Disculpa, era difícil hablar mientras me la mamaban por turnos.

-¡Hijo de…!—tuvo que calmarse. Una parte de su mente le dijo que quisiera recordar como llego a dormir en la misma cama que ese, luego suspiró y notó que Grimmjow seguía inquieto. Ciertamente Kurosaki había perdido sus poderes nuevamente y ya no podría pelear contra el hollow, era una deuda, él entendía de eso pero ahora debía reportar lo que sabía—acompáñame al Seretei.

-Mejor luego. Tengo algo en qué pensar.

-No podrás pelear contra él. Y si no vienes tendré que llevarte a la fuerza.

-¿Me vas a acusar? Eso es lo más bajo que alguien puede caer—retó en un atisbo de mentira inteligente.

-Es mi deber. Pero tú no sabes que es el deber.

-Bien, iré. Hablaré. Haré que todos escuchen como nos la pasamos con esas perras y como gemías como puta cuando te la metía una y otra vez.

-Eso no ocurrió—su voz fue segura, su porte también al igual que los breves recuerdos que tenía. Claro que tuvo sexo pero dudaba radicalmente que eso hubiera siquiera pasado con el peliazul.

Le fallo un poco. Se sonrojó.

-Vamos, vamos, vamos. Tenemos una historia que contar, Byaku-chan.

Al conocer a Ichigo no pudo creer que lo llamara por su nombre, nadie poseía tanta estupidez. Sin embargo, ese hollow lo superó. Un apodo. Un apodo romántico.

-Creo que llenaré un reporte donde expliqué por qué tuve que asesinarte—comunicó sacando su arma. El otro le imitó. Dieron una fugaz sonrisa y al lanzarse a chocar las espadas.

-Jeje, dijiste chocar espadas ¿Entiendes? Las espadas como…

Cambiare eso. Al comenzar la batalla una rama crujió cerca de ellos. Ambos giraron hacia unos ojos chocolate entrecerrados.

-Creo… no puedo verte pero sé que hay alguien frente a mí—pronunció para que ambos le miraran—Escucha, hay algo que debo y no cumpliré. Quisiera que se lo dijeras a Grimmjow.

Tragó saliva y un temblor recorrió sus manos, sosteniendo con ansias asesinas a pantera.

-No combatiré con él. Puedes decirle que es porque no tengo poderes o algo así pero la verdad es que es despreciable, no quiero volver a verlo o saber algo sobre él. No le daré el gusto ¡Es más! ¡Sí, repítele lo que te estoy diciendo! ¡Que es el peor ser huma… ser, que he conocido en toda mi vida! ¡Que le odio! ¡Que le desprecio! ¡Que aunque recuperará mis poderes los volvería a dejar con tal de no verlo!—se arregló el anaranjado cabello tras la oreja y suspiró para finalizar—gracias.

Al marcharse Kuchiki giró la cara para notar que el otro mostraba en su boca enojo, en sus cejas incredulidad y en sus ojos tristeza.

-Wow—finalmente pronuncio entre los labios comprimidos—eso dolió.

-Cuando caíste en combate él temía que estuvieras muerto, fue el único que no le interesó que ganáramos, estuvo visitándote todos los días y bueno, cuando te recuperaste era obvio que eras un héroe para él. Te admiraba.

-Debo buscar la forma… la forma…

-Puedo arreglar que le llegue una disculpa escrita.

-¿Disculpa?—luego una burla.

Después de dormir juntos y aun no se conocían mucho.

-No voy a disculparme. No me interesa si le rompí su corazón. Quiero mi pelea. Debo encontrar la manera de que vuelva a creer toda esa mierda para que cuando recuperé sus poderes pelea conmigo.

-¿Por qué el camino más largo y sin sentido?

-Las disculpas no van conmigo ¿Dónde consigo un cuerpo de esos que ustedes luego traen? ¿Lo tendrán en talla grande?

-Escúchame, es suficiente. No aportaré más a esta estupidez.

-Lo harás o le diré a todo el mundo que nos amamos.

-No te amo.

-No dijiste eso anoche.

-¡Fue hace casi un mes…!

Grimmjow había ganado. Así que le mostró como Urahara podía hacer una versión idéntica de él en carne y hueso.

-¿No lo tienes en rubio?—cuestionó al ponerse el gigai.

-Podemos cambiarte físicamente si es lo que preguntas.

-Quizá sea buena idea si lo que quieres es acerca a Kurosaki Ichigo sin que te mande al demonio inmediatamente—corroboró Byakuya con los brazos cruzados. Aun no se creí que estuviera ayudando a un ser tan desagradable. Ichigo tenía razón ¿Cuándo creyeron que podía ser un héroe?

-No, me es imposible rechazar a este hermoso espécimen—se dijo a si mismo frente al espejo.

-¿Entonces qué planeas hacer? Ya que no vas a disculparte.

Aportó una sonrisita burlona que aunque Urahara tenía sentido del humor le pareció que no sería ni remotamente gracioso.

 

Pasan cosas curiosas en la vida que en realidad no pasan. Es necesario que ocurran para que, coma una hilera de dominós, se pueda seguir el trayecto. Así es como la pequeña Karin, niña con marca ganadora de no quejarse o meterse en problemas, en esta ocasión lo hará al adelantarse por su balón de futbol, dejando atrás a su hermano mayor, y aunque no cae en lo trillado de ir a dar a la carretera si ocurre que un auto se gira de más hacia la banqueta y con ello a la niña que no podría ser salvada por su hermano.

Su primer recuerdo, ante esos faros, fue su hermana Yuzu y como ella señalaba una estrella fugaz.

Fugaz.

Fue salvada justo a tiempo por un sujeto vestido de negro y con el rostro oculto de la nariz hacia arriba por una bufanda verde blanquecina, con agujeros para los ojos azules. Con el cabello delator bien oculto.

-¡Karin! ¿Estás bien?—cuestionó Ichigo abrazando a su hermana y viendo al sujeto alto al frente.

-Gracias por salvarla.

-Eso es lo que hace un héroe—compuso con voz ronca, dio una sonrisa y se marchó trotando, buscando una esquina en la cual girar mientras pensaba en otra manera de salir más heroicamente.

-¿Quién era, Ichi-nii?

-No lo sé—acarició la cabellera de la chica y se dijo que tenía una deuda con aquel sujeto tan extraño.

Se quitó la bufanda de la cabeza y observo el cielo oscuro, lleno de estrellas pero ninguna moviéndose en toda la bóveda negra. Todo era tan quieto ¿Dónde estaría el caos? Un mundo así no requiere héroes.

-¿Ese es tu plan? ¿Ser un héroe?

-No. No lo soy. Un no-heroe sería mi denominación. Después de todo quien le lanzó una roca al conductor fui yo—le dedico una sonrisa complacida a Byakuya—Por cierto, tomé tu bufanda.

-Tu… hijo de… ¡Mierda, Jagerjaquez!

 

 

Notas finales:

Gracias por leer.


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