“Ámame hasta que te duela”
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Oh cariño no sabes lo que es sufrir como yo ¿Puedes oír mis quejas?
Tú me tienes atrapado bajo tus falsas pretensiones.
¿Cuánto falta para que me digas la verdad?
Primera semana.
Oscuridad, todo es oscuridad interminable, abrumadora y hasta cierto punto desconcertante. Mis sentidos están bloqueados, todos a excepción de mi olfato, uno sino es que mi sentido más aguado en el cuerpo. Inhalo con profundidad y muevo la nariz en busca de su aroma sabiendo que está cerca. Ese cabrón hijo de perra que me tiene encerrado como un puto animal está a unos pasos y yo no puedo matarlo por semejante osadía. No hay duda de que es él, después de todo nadie tiene el mismo aroma y mucho menos ese imbécil.
Mis fosas nasales se abren aún más logrando localizarlo frente a mí, está quieto, seguramente observándome. Huele a miedo, a un miedo húmedo y caliente al igual que su cuerpo tibio, que suda pesadamente con una rica esencia a sándalo y almizcle que se concentra en su nuca seguramente por lo nervioso que está. Su olor es sumamente atractivo por la parte de su pecho, casi ardiente por su corazón que late abruptamente. Es como una cítrica velada de algún brote caro, rojizo y brillante. Como un montón de frutos oprimidos que ahora escurren por todo su interior fluyendo delicadamente. De pronto el aroma se turba ya que al parecer se mueve para acercarse más a mí.
En cuanto me toma por los hombros, elevo la vista aunque no puedo verlo, sintiendo como se sienta sobre mis piernas de frente mientras yo me remuevo incómodo, intentando liberarme de las cadenas de reiatsu que me atan por las muñecas al respalda de la jodida silla en la que estoy. Su respiración tibia resopla agitada sobre mis labios entreabiertos ya que estoy amordazado, por lo que vuelvo a inhalar con más fuerza. El olor de su cuerpo teniéndolo tan cerca es embriagante hasta la perdición, un olor dulce, casi cremoso. Mi boca se llena de saliva imaginando el sabor que debe tener su piel suave como la mantequilla derretida.
El aroma se incrementa al igual que los latidos de su corazón conforme se acercan sus manos temblorosas hasta mi rostro. En cuanto me toca directamente es como si una corriente eléctrica explotara entre ambos haciendo que un brutal escalofrío me recorra hasta la médula. ¿Cuántas veces habremos tenido contacto directo antes pero por qué ahora se siente tan diferente? Sus dedos largos y finos se meten entre mi cabello húmedo por el sudor y sucio por los días que llevó aquí. Me acaricia casi con delicadeza para retirar el pedazo de tela que no me permite ver.
Apenas lo hace la luz de la habitación me deja totalmente ciego por algunos segundos, por lo que me obligo a cerrar nuevamente los ojos hasta lograr adaptarme. Y ahora si por fin verlo, ver a mi maldito secuestrador. Al bastardo shinigami sustituto de Kurosaki Ichigo el cual me sonríe emocionado. Jamás lo había visto sonreír de esa manera, casi una mueca de autosuficiencia y letalidad. Pero como si eso fuera suficiente para calmarme. De inmediato me muevo agresivamente casi rugiéndole en la cara.
-Tranquilízate Grimmjow, no quiero tener que golpearte.
¿Golpearme? Vuelvo a gruñir azotándome con fuerza sin lograr mover la puta silla atornillada al piso. Este hijo de perra quiere tocarme los huevos y lo está consiguiendo. Me muevo agitado mirando a mí alrededor, parece alguna especie de sótano y aparte de la puerta que sube a la planta principal no hay más salidas. Malnacido Kurosaki ¿Qué rayos se propone?
-Grimmjow escúchame, si prometes no gritar y portarte bien te quitaré la mordaza.
Lo pienso algunos segundos negándome, después de todo yo no recibo ordenes de ningún shinigami cabrón, pero definitivamente necesito respuestas por lo que asiento bastante molesto. Kurosaki sonríe para luego quitarme lentamente la mordaza como temiendo que grite, lo cual no haré, no soy ninguna perra que necesite que la rescaten.
-Grimmjow…estoy muy feliz.
¿Dónde estamos?
-En el sótano de mi casa.
¿Por qué?
-Porque sí.
Esa no es una respuesta idiota. Ahora basta de juegos y déjame ir, tal vez no te mate cruelmente si suplicas por piedad. El pelinaranja me mira sorprendido solo para sonreírme de lado.
-Parece que no comprendes Grimmjow, ahora eres mío y yo hago contigo lo que yo quiera.
¿Ah? ¡Vete a la mierda Kurosaki! ¡Libera estas putas cadenas antes de que te ahorque con ellas!
-Grimmjow pensé que eras más listo. Pero no importa, así me gustas y ahora tendremos mucho tiempo para mejorar ese carácter de la mierda tuyo.
¡Jódete! ¡¿Por qué carajos estás haciendo esto?! ¡Si quieres pelear solo dilo!
-¿Pelear? ¿Aun crees que quiero pelear?
El muy malnacido se ríe en mi cara terminando de joderme, hasta aquí llegó mi paciencia. Estoy por volver a moverme sintiendo como me toma agresivamente por los hombros.
-Ni lo intentes, que si lo haces nuevamente te amordazaré hasta que se te olvide como hablar.
Jódete hijo de perra. Kurosaki frunce el ceño tomando mi rostro y sorprendiéndome al besarme. Me quedo estático al sentir sus labios suaves, dulces y rosados sobre los míos. Kurosaki talla la punta de su lengua contra mis dientes en busca de acceso. Sonrío para mis adentros abriendo ligeramente los dientes sintiendo su lengua deslizarse en mi interior. El shinigami se abraza a mi cuello para profundizar el beso haciéndome sentir un extraño calor en la parte baja.
Sin embargo es demasiado tarde para él porque lo tengo. De inmediato lo muerdo mirando cómo me rasguña el rostro para despegarse y mostrarme como su lengua sangra ya que alcance a enterrarle mis colmillos. Le sonrío soltando feroces mordidas solo para reírme en su cara. ¿Quieres otro beso Kurosaki? Te arrancaré la lengua maldito. Me mira con los ojos llorosos seguramente por el dolor más el ceño fruncido mientras se levanta y sorbe la sangre que escurre de sus labios.
-¿Sabes por qué te tengo aquí Grimmjow? ¿Sabes por qué te tendré aquí para siempre?
Lo miro retadoramente sintiendo la sonrisa borrarse de mis labios. ¿Por qué? Me sonríe solo para acercarse y dejar su rostro frente al mío, mirándome a los ojos con una mirada retorcida y siniestra.
-Porque te amo Grimmjow.
Sus palabras me caen frías como una avalancha de hielo furioso por lo que ni siquiera puedo reaccionar cuando vuelve a besarme tenuemente y gruñir al mismo tiempo.
-Maldita sea Grimmjow, me duele con un demonio, ahora seguramente mi lengua se hinchara, pero está bien. Te perdono porque seguramente estás un poco sorprendido.
¿Un poco sorprendido? ¿De verdad esperas que te crea esa putada de que me amas? ¡Qué estupidez es esa! ¡Somos enemigos! ¡Quiero matarte y tú a mí! Kurosaki parece odiar mi respuesta ya que nuevamente pone esa expresión sombría volviéndose a sentar en mis piernas de frente.
-Es el destino Grimmjow. Puedes no creerme, maldecirme, llorar, gritar y odiarme pero al final me amarás tanto como yo a ti.
¡Púdrete! ¡Primero muerto antes que sentir algo por ti maldito! Kurosaki me sonríe acariciando mi rostro dulcemente.
-Entonces que así sea Grimmjow, veamos cual nos llega primero a los dos, el amor o la muerte. Pero por ahora conoce tu lugar, estás encerrado y eres mío y de nadie más. Tu vida al igual que tu cuerpo me pertenecen no lo olvides.
El shinigami se levanta solo para ir rumbo a las escaleras ¿Realmente piensa tenerme encerrado? ¡Maldición déjame ir! Kurosaki se detiene mirándome nuevamente solo para comenzar a reírse ¡¿Qué es tan gracioso idiota?!
-Lo siento, lo siento. Es solo que estoy muy feliz y conmovido, ya que por fin tengo al gran rey pantera como un pequeño gatito encerrado. Dime Grimmjow ¿Qué se siente perder lo que más amas? Tu libertad… Porque ahora yo seré lo que más amarás y añorarás en este mundo, haré que olvides hasta tu nombre para que solamente puedas pensar en mí.
Al instante mi corazón golpetea con violencia mientras mis ojos se inyectan se sangre y la furia me invade cada extremidad hasta sentir que mis huesos podrían romperse de la presión. Maldito…
-Por cierto puedes gritar lo que quieras, que nadie te escuchará y cuando te calmes volveré por ti.
Kurosaki se va dejando una ráfaga de furia incontenible en mi interior que me hace comenzar a gritar de la rabia e impotencia. Me jalo hasta querer arrancarme las manos y las piernas. ¡Que se joda el hijo de puta! Como quisiera arrancarle la lengua y tragármela para luego escupirle en la cara. Necesito salir, necesito liberarme y matarlo, necesito arruinarlo por hacerme esto. Maldición, maldición, maldición. ¿Cómo fui tan estúpido para dejarme atrapar?
No voy a ser un obstáculo en tu camino, deja tu odio crecer. Y él va a llorar. Y él va a gritar. Y él tuvo un nombre. Si, tuvo un nombre pero ya no más. Ahora no voy a contenerte y deja tu ira aumentar.
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Un mes, una semana.
Grimmjow abre la boca. De inmediato mi fiero peliazul hace el rostro de lado molestándome y tirándome levemente la comida que intento darle con una cuchara. Grimmjow por favor…no quiero hacerlo por las malas. Rápidamente voltea a verme algo asustado lo cual me ocasiona un pequeño dolor en el pecho, sin embargo apenas vuelvo a darle la cucharada la acepta alegrándome. Lo miro masticar aun atado por los tobillos a las patas de la silla, al igual que sus muñecas al respaldo mientras recojo el alimento de su plato. Observo detalladamente algunos golpes en su rostro y sus labios partidos y secos por los besos agresivos que nos damos.
Mientras que su cuello se encuentra lleno de pequeñas marcas de besos, mordidas y moretones que le he hecho. Jamás he querido lastimarlo, realmente que no pero es tan jodidamente obstinado que no he tenido otro remedio que ser un tanto agresivo con él. Pero eso solo es cuando se pone rebelde, ya que usualmente lo trato como si fuera el más valioso de mis tesoros porque después de todo, de verdad lo es. Le doy una cucharada más que recibe y mastica casi devorando y sacándome un tierno suspiro.
Ahora nos encontramos en el comedor cenando, luego le daré un baño y por últimos nos iremos a la cama la cual compartimos desde hace una semana. Aun no es totalmente mío pero lentamente he logrado doblegarlo. Y aunque se ha ido acoplando a las cosas aun así ama llevarme la contraria. Pero eso me encanta de él, ese espíritu indomable que tiene. Lamentablemente para él, haga lo que haga nunca podrá escapar de mí, no lo dejaré. Grimmjow Jaegerjaquez me pertenece, solamente a mí y a nadie más.
Por otro lado es una suerte que mi padre haya iniciado esa relación amorosa con el padre de Ishida ya que se fue a vivir con él y se llevó a mis hermanas dejándome la casa solo para mí. En cuanto supe que nadie me molestaría no dude en llevar a cabo mi plan de encerrara Grimmjow. Y es que desde nuestro primer encuentro supe que estábamos destinados el uno para el otro. Ese carácter brutal, cuerpo de dios y actitud de demonio me cautivo totalmente por lo que decidí capturarlo para mi placer. Digo no tiene nada de malo querer a la persona que se ama solo para uno ¿Cierto?
Aunque realmente ha sido un jodido dolor en el culo tener que alejar a todos y que no vengan a “visitarme”. En especial con Renji y Rukia que se la vivían aquí metidos por lo que tuve que amenazarlos y después de muchas discusiones logre convencerlos. Ahora se supone que soy un estudiante normal de la universidad que será un doctor y en un futuro reabrirá la clínica Kurosaki. Lo cual por el momento no me tiene con cuidado pero con algo tengo que cubrir el que deje de ser un shinigami sustituto para quedarme en Karakura.
Otro punto bueno es que no hay nadie, ni siquiera algún espada buscando a Grimmjow, será que tal vez nunca tuvo muchos amigos por ese carácter… “complicado” que tiene. Lo cual me fascina ya que después de todo no necesita a nadie más que a mí. Yo seré su todo, su mejor amigo, amante, novio y confidente. Ya no puedo esperar porque termine de enamorarse de mí. Pero por el momento termino de alimentarlo y darle un poco de agua viendo como lo traga lentamente.
Es casi una vista obscena para mí, el líquido deslizándose por su garganta la cual se mueve apetitosamente al igual que su manzana. Me relamo los labios mirando esos ojos atrevidos y fieros clavados en mí. Su cabello está desordenado, cayendo y perfilando su atractivo rostro mientras que su camiseta se encuentra abierta por arriba dejándome ver su pecho fornido. Es imposible no sentirse atraído por él, por esa aura inalcanzable que expide, lo quiero, lo quiero solo para mí, lo deseo. Me levanto solo para arrodillarme frente a su silla viéndolo seguirme con la mirada.
-¿Qué pasa Kurosaki? ¿Tanto lo quieres eh maldito?
Sonrío deslizando mis manos por sus muslos rumbo a su abdomen para terminar de abrir su camiseta y palpar su piel firme y aterciopelada.
-Déjalo ya shinigami.
No quiero y al parecer tú tampoco Grimmjow ¿Qué es esto? Me aseguro de presionar con mi mano el bulto que ya crece imponente entre sus piernas con apenas un par de caricias mías, escuchando como gruñe y me maldice.
-Jódete.
Bien. Entonces dejémoslo así. Me levanto y vuelvo a sentar en mi silla frente a él viendo como me vuelve a gruñir. Sonrío ya que algo que he aprendido de Grimmjow es que es totalmente débil ante el placer que le proporciono. Me mira por algunos segundos, removiéndose ansioso y matándome con esa mirada profunda y ardiente que quema al instante. ¿Necesitas algo Grimmjow?
-¡Solo hazlo ya!
¿Qué?
-¡Lo sabes!
No, no lo sé. Dímelo y lo haré.
-Bastardo sádico hijo de perra.
Grimmjow me mira con furia irrevocable haciéndome temblar y sonreír por dentro. Solo dilo y lo tendrás Grimmjow.
-Cierra la boca cabrón pervertido que sabes que te mueres porque te folle esa zorra boca que tienes.
Oh, me atrapaste… Sin esperar más me arrodillo frente a él llevando directamente mis manos hasta su cierre. Me aseguro de tocarlo deliberadamente sintiendo como se tensa a la vez que me acerco hasta comenzar a sorber por encima de su ropa interior su enorme erección que ya palpita húmeda.
-Maldición…hazlo Kurosaki.
Sonrío bajándole la ropa interior para por fin liberar su monstruosa erección hinchada, que escurre abundantemente y va tornándose de un color bastante apetitoso. Me relamo los labios sintiendo mi cuerpo arder en deseo abrumador por lo que no dudo en tomarla y deslizar mi lengua desde sus testículos hasta la punta. Probando el rico líquido viscoso y caliente que se impregna en mi boca mientras palpo cada vena gruesa que punza contra mi lengua. Jadeo para mi interior ante el aroma de su piel caliente, tan intenso, varonil y erótico.
Llevo mis labios hasta su punta la cual succiono sorbiendo todo el líquido que brota, escuchando como maldice por lo alto y en cuanto nuestras miradas se encuentran él me fulmina con la suya. Esta enojado, molesto y perdido, se siente humillado ante sus propias reacciones, se odia por ello sin embargo esa desazón va esfumándose conforme sus miembros se hunden en el delicioso hervor y voltaje de placer que aumenta más y más. Lentamente intento tomarlo un poco más profundo pero pareciera imposible por lo gruesa que es.
-Hah…mierda Kurosaki.
Sonrío al escuchar ese voz entre cortada a la vez que relajo la garganta para introducirlo en mi boca con más profundidad sintiendo casi al instante un brutal escalofrío que va desde mi nuca y baja hasta concentrarse entre mis piernas. Carajo, realmente quiero follar con él. De repente tiemblo, jadeo y me estremezco al sentir como Grimmjow eleva sus caderas penetrándome la boca con mayor profundidad.
-Ah carajo. Mírate nada más Kurosaki, jadeando como una perra celo con mi verga en la boca. ¿Tanto te gusta chupármela eh?
Mi cuerpo vibra ante sus palabras mientras mis ojos se llenan de lágrimas, las cuales comienzan a escurrir por mi rostro al igual que los gruesos y viscosos chorros de saliva y fluidos que se deslizan desde la comisura de mis labios. Tiemblo sintiendo como punza en mi interior creciendo aún más ¿Cuán maldita sea grande puede ser? Intento tomarlo lentamente más allá, tosiendo debido a su punta rozando mi paladar.
-Eso es Kurosaki, atragántate como la ramera que eres.
Lo miro a los ojos y él a mí, regalándome esa sonrisa cabrona y siniestra que tanto me encanta, mostrándome sus colmillos conforme yo muevo mi cabeza dándole ritmo a las estocadas. De igual manera Grimmjow se mueve aun con trabajos para asegurarse de follarme la boca a su antojo. Enterrándose en mi interior hasta dejarme sin oxígeno y hacerme sentir la punta de mi nariz rozar contra su abdomen. Me encanta, me fascina, amo su textura suave y carnosa contra mi lengua rugosa, simplemente me enloquece.
Y su aroma, oh su aroma intenso y caliente es más fuerte que nunca probablemente porque está empujando directamente contra la parte trasera de mi garganta. Las lágrimas al igual que el placer fluyen sin descanso. Mi cuerpo se siente extraño y sumamente caliente mientras que Grimmjow no deja de follarme la boca con su enorme verga hasta llevarme al exceso. Me aferro a sus muslos enterrándole las uñas, dejando que se de placer con mi interior hasta que sus palpitaciones se vuelven constantes anunciándome que está por correrse.
-Huh…joder, trágatelo todo Kurosaki.
Grimmjow se corre en mi interior destrozándome la cordura por completo al igual que la garganta, su semen espeso y caliente comienza a deslizarse por mi interior, llenándome hasta saturarme y comenzar a escurrir por la comisura de mis labios. Lo amo, amo a este hombre y su maldita arrogancia y prepotencia. Amo que pueda deshacerme con una sola mirada y tan solo un par de palabras. Me despego solo para sentir como realmente todo su líquido caliente me salpica un poco el rostro mientras que lo que tengo dentro se acumula en mi boca y por fin termino tragándomelo frente a él.
Grimmjow me mira con los ojos perdidos y la respiración abatida pero sobre todo con una enorme sonrisa de satisfacción. Realmente te corriste un montón…Mi garganta está totalmente pegajosa de tu semen caliente y salado Grimmjow. Duele como el infierno que te jodan hasta la garganta como tú me lo haces, pero así me gusta. Oh, y eso no es todo… Aun queda algo para sorber. Me aseguro de volver a succionar su punta sorbiendo las gotas que caían para luego tomar su erección y pegarla contra mi rostro dándole una lamida de lado por todo su largo. Rico…
-Pervertido hijo de puta.
Sonrío solo para levantarme y desnudarme a prisa mirando su vista seguirme y follarme hasta hacerme temblar por lo que de prisa me siento en sus piernas y me abrazo a su cuello para besarlo. Esta vez no me rechaza, al contrario. Ahora talla su lengua contra la mía como si no pudieran vivir la una sin la otra mientras yo muevo mis caderas tallándome contra él. Apenas el oxigeno es necesario nos despegamos sin embargo la mirada que me dedica me mata.
-Te odio…maldición te odio.
Me mira con esos ojos felinos y ligeramente cautivados ante mí mientras yo asiento con una sonrisa solo para volver a besarlo. Tal vez ahora los “Te odio” de Grimmjow comienzan a significar algo más y el hielo de su interior comienza a derretirse por mi calor.
Amaré todo lo que quieras ser y olvidaré las cosas imprudentes. Yo pienso que nuestra vida juntos apenas comienza, sí, apenas comienza.
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Dos meses, dos semanas.
Corro a prisa rumbo a mi hogar para ver a Grimmjow, se me hizo realmente tarde y es que Inoue y Chad me entretuvieron con sus pláticas y no encontraba la manera de zafarme. Corro sintiendo que se me va la vida por la mezcla de terror y agotamiento. Ojalá pudiera utilizar más velocidad pero no tengo mucha energía ya que la mayoría la depositó en las cadenas con las que tengo prisionero a Grimmjow.
Apenas llego a casa abro las puertas con mis diferentes llaves ya que ahora que tengo un secreto que proteger he colocado múltiples seguros. En cuanto abro, corro sintiendo mi corazón punzar ya que todo está en silencio, mis ojos se llenan de lágrimas inconscientemente conforme avanzo mirando en todas las habitaciones hasta que lo veo acostado a lo largo del sillón hojeando una revista. Por fin suspiro aliviado limpiándome los ojos viendo como me mira.
-Kurosaki cabrón ¡¿Dónde estabas?! ¡Tengo hambre!
Lo siento, ya te haré algo de comer ¿Sí? ¿Qué quieres?
-Esa cosa frita que hiciste el otro día pero sin lo verde.
¿Pescado frito sin ensalada?
-¡Sí! ¡Eso!
Sonrío yendo hasta donde está, arrodillándome a su lado y viendo como me mira por algunos segundos para luego rodar los ojos.
-¿Por qué mierda lloraste ahora idiota?
Creí que no estabas.
-¿Ah sí? ¿Y a dónde carajos me puedo ir en mi condición?
Lo sé… Me acerco hasta rozar mi nariz con la suya viendo como no tarda en tomar mi rostro por la parte trasera de mi cabeza y besarme bruscamente solo para luego despegarme por el cabello.
-Mi comida carajo.
Asiento dándole otro beso para luego irme rumbo a la cocina y comenzar a picar un par de verduras mientras saco el pescado del refrigerador. Grimmjow se levanta y estira caminando por la sala “libremente” ya que desde hace tres semanas deje de amarrarlo a las sillas y a nuestra cama. También sus manos están libres por lo que ahora solo tiene un grillete en el tobillo con una larga cadena, todo gracias a que he logrado que se porte bien y no haga destrozos.
Bueno, no más de los necesarios. Brinco sintiendo como ha llegado detrás de mí pegando mi espalda contra su pecho solo para asomarse y ver que hago y de paso meter su nariz entre la parte trasera de mi oreja y el crecimiento de mi cabello, aspirando con fuerza mi aroma. Sonrío ya que tiene ese tierna manía de olfatearme todo el tiempo, como reconociendo su propia esencia que se ha impregnado en mí.
-¿Huh?…Te dije que no quería la cosa verde.
Mi cuerpo se estremece apenas siento como se pega aún más a mi mientras desliza su lengua por mi cuello. Tienes que comer verduras Grimmjow.
-Saben de la jodida, es como comer pasto y un rey no come pasto.
No me importa, te lo comerás sino no habrá pescado. Grimmjow chasquea la boca haciéndome reír para luego ir por un poco de agua mientras yo miro de reojo que mi ropa le queda bastante ajustada por lo que luce brutalmente sexy. Idiotamente por estarlo mirando me corto levemente un dedo gimiendo del dolor.
-Oee ¿Qué te pasa?
Grimmjow llega hasta mí, girándome y tomando mi dedo que sostenía para ver mi herida. Solo me corte, estoy bien.
-¿Ah? ¿Eres idiota?
Grimmjow toma mi dedo, llevándoselo a la boca y succionando la sangre que lentamente deja de brotar. Ambos nos miramos fijamente mientras yo siento mis mejillas arder del rubor acumulándose. Le sonrío viendo como me suelta algo avergonzado, tomándome con una mano por el cuello agresivamente más no con fuerza.
-¿Me estás provocando con esa cara eh?
Asiento mirando como sonríe engreídamente para que antes de darnos cuenta ya nos encontremos besándonos con pasión. Grimmjow aferra sus manos a mi trasero mientras yo me abrazo a su cuello gimiendo ante sus rudas caricias. De inmediato me carga sentándome en el borde de la encimera, entre besos, mordidas y maldiciones. Ambos comenzamos a bajarnos los pantalones hasta que de repente escucho como tocan la puerta. Grimmjow se queda estático mientras un temor espantoso me abruma hasta la locura por lo que ni siquiera lo pienso bajándome, jalándolo y llevándomelo hasta el baño en donde lo meto a empujones.
-¿Quién mierda es?
No lo sé, no siento su reiatsu solo no salgas. Grimmjow no salgas. No lo hagas, no salgas, no salgas. Por favor no dejes que te vean ¿Me entendiste? Lo miro tembloroso mientras él traga saliva y asiente desviando la mirada. En cuanto llego a la entrada apenas si abro levemente la puerta, asomando medio cuerpo y encontrándome con alguien que no creí ver.
-Buenas tardes shinigami-san…
Coyote Starrk… ¿Qué…qué haces aquí? El hombre de cabello alborotado y expresión simplona bosteza para luego sonreírme.
-Solo me preguntaba si no has visto a Grimmjow.
¿A Grimmjow? ¿Por qué habría de haber visto a Grimmjow? Intento no sonar nervioso sin embargo mi estúpido cuerpo tiembla sin control.
-Bueno porque el imbécil siempre parece gatito persiguiéndote como bola de estambre, ya sabes por eso de las peleas y que es un idiota. Y como realmente hace más de un mes que no lo veo por Hueco Mundo comienzo a pensar que se fue persiguiendo algún camión de leche y ya no sabe como volver.
Oh…no, no lo he visto para nada. El hombre se queda callado como analizándome para luego sonreír.
-¿Estás realmente seguro?
Casi de inmediato y por instinto miro de reojo hacía la mesa de la entrada donde tengo mi insignia de shinigami. ¿Se habrá dado cuenta de la verdad? ¿Querrá llevarse a Grimmjow? Primero lo mato antes que dejar que nos separe. Pero realmente no tengo energía y menos para pelear contra el primer espada. Vuelvo a encontrar nuestras miradas solo para ver que me invento. Bueno a decir verdad peleamos hace unas tres semanas pero como le gane simplemente se fue y no lo he vuelto a ver.
-Mhm…eso suena muy a ese idiota que odia perder. Bien, en ese caso le diré a Neliell que no lo he encontrado.
¿A Nel?
-Sí, ella lo está buscando más que cualquier otro. El estúpido de Grimmjow le ha de deber dinero o yo que sé. En fin, nos vemos shinigami-san, si ves a ese gato callejero dile que regrese a Hueco Mundo pronto o realmente Nel le dará una paliza cuando lo encuentre.
Me rio y asiento viéndolo desaparecer para luego cerrar la puerta a mi espalda y caer al piso de los malditos nervios. Oh dios, sentí que me moriría si se enteraba que Grimmjow estaba aquí.
-Oee…¿Era el perro cara de idiota?
Elevo la vista mirando a Grimmjow salir del pasillo por lo que de inmediato me levanto, casi corriendo contra él para empujarlo con fuerza hasta estrellarlo contra la pared agresivamente, jalándolo por el cabello con rudeza hasta chocar nuestras frentes.
-¡¿Qué mierda te pasa?!
¡¿Por qué Nel te está buscando?!
-¿Ah? ¡Yo que sé!
¡¿Tú y ella son algo?! ¡¿Está enamorada de ti?! Tú…tú…¿Tú la amas?
-¡¿Eres imbécil?! ¡Esa perra me odia y yo a ella!
¡No me mientas Grimmjow! Mis ojos se mojan mientras mi pecho tiembla sintiendo como me toma agresivamente por las muñecas para enfrentarme.
-Oee, cálmate imbécil.
¿La…la odias como me odias a mí Grimmjow? Lo miro lloroso viendo como abre los ojos de la impresión solo para apretar el agarre hasta lastimarme.
-Estúpido shinigami.
Mis ojos se salen de orbita mientras mi cuerpo se derrite al sentir como me besa agresivamente. Me muerde los labios haciéndome gemir a la vez que me arranca y destroza la camiseta, llevándome hasta el comedor en el cual me arroja contra la mesa haciendo que le dé la espalda. Me aferro al borde sintiendo como Grimmjow pega con rudeza mi rostro contra la superficie con una mano mientras con la otra me baja los pantalones. No, espera Grimmjow, espera aún no.
Tiemblo excitado sintiendo mi propia erección punzar, gimiendo enloquecido al sentir como talla su gruesa punta húmeda que ya escurre caliente contra mi entrada. Grimmjow… Lo volteo a ver suplicante y caliente por lo que de inmediato empuja con rudeza, penetrándome bruscamente. Grito del dolor y el maldito placer que me golpean con fiereza sintiendo como termina de hundirse en mi interior de una sola estocada. Su carne sumamente dura palpita en mi interior llevándome por un dulce camino de perdición.
-Hah…mierda, estás tan caliente y estrecho. Dices que no pero sigues bastante suave por lo mucho que te folle anoche ¿No es así?
Grimmjow me jala agresivamente por el cabello hasta echar mi cabeza para atrás haciéndome gritar y gemir a la vez que comienza a moverse. Chocando salvajemente sus caderas contra mí, penetrándome brutalmente, saliendo casi por completo de mi interior solo para volver a enterrarse en mi interior dejándome engullirlo totalmente y hacerme sentir sus testículos presionarse contra mis nalgas. Jadeo sin parar su nombre disfrutando ese obsceno golpeteo húmedo entre nuestros cuerpos.
-Escucha Kurosaki…
Grimmjow continúa penetrándome a la vez que se inclina hasta dejar sus labios junto a mi oído para susurrarme.
-Jamás haría esto con nadie aparte de ti maldito idiota.
Mi corazón late enfurecido de amor mientras mi cuerpo tiembla y se quiebra por su rudeza. Lo amo, lo amo hoy y mañana y probablemente lo ame para toda la vida aunque todo sea una mentira de su mente. Grimmjow me penetra violentamente, rompiéndome hasta el orgullo y enterrándome esas uñas afiladas que tiene en los muslos y en las nalgas, marcándome como suyo. Más…más, más duro, fóllame más duro. Volteo mi rostro para ver como sonríe con sorna solo para seguir follándome a su antojo.
Estoy por derretirme sintiendo como se funde dentro de mí, disfrutando su líquido espeso y caliente diluyéndose dentro de mí hasta empezar a escurrir por mis muslos como gruesos hilos viscosos. Sí…sí, así…justo así, haz que me duela Grimmjow, lastímame. Mi espada se inclina sonriendo contra mi piel sensible para luego morderme dolorosamente. Enterrándome sus colmillos como si quisiera comerme a pedazos. Grito del horrible y tortuoso dolor que se combina con el exceso de placer que me recorre por cada vena del cuerpo.
-Hah…me aprietas tan rico.
Muevo desesperado mis caderas contra él generando más impacto, escuchándolo gruñir encendido. Siento que me muero, realmente me muero, no para de golpear violentamente ese punto que me hace alucinar. No puedo, no puedo más, es más de lo que puedo soportar. Grimm…Grimmjow…hah. Mi voz tiembla por la ardiente sensación que el punzante hormigueo provoca entre mis piernas. A la vez que siento que el aire se queda bloqueado en mi garganta y todo se vuelve luz explosiva, brillante, líquida, espesa y enloquecedora.
No puedo más que morderme los labios y cerrar los ojos corriéndome abundantemente, disfrutando no solo de mi orgasmo sino de todas las sensaciones que me provoca Grimmjow. Dentro…córrete dentro de mí Grimmjow. Mi espada ruge como la fiera que es, aferrando sus manos a mi trasero para darme duras y profundas estocadas hasta que no aguanta más y termina corriéndose en mi interior. Apenas siento su calor espeso llenándome no puedo evitar sonreír complacido. Como quisiera que el tiempo se detuviera y que nos quedáramos así para siempre. Un tiempo en donde Grimmjow me pertenece totalmente…
Pero nunca te dejaré ir si tú prometieras no desvanecerte, nunca desvanecerte. Así como nuestras esperanzas y expectativas, tenues agujeros negros y revelaciones.
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Tres meses, una semana.
Hah…mierda, carajo Kurosaki. Aferro mis manos a su cintura sintiendo que se me rompe hasta el alma de lo increíble que se siente follar con él. Kurosaki me entierra las uñas en el pecho mientras jadea enloquecido y mueve sus caderas, subiendo y bajando con demasiada fuerza enterrándose sobre mi erección. Su calor suave, cremoso y carnoso me envuelve deliciosamente, apretándome y convulsionándose a mí alrededor de una manera casi demencial.
Miro esa expresión mortalmente sexy en su rostro más su cuerpo húmedo y tibio escurriendo en sudor caliente y perfumado. Hoy su aroma está inusualmente erótico, tiene esa esencia a sexo la mayoría del tiempo por lo mucho que follamos pero hoy está fuera de lo extraordinario. Es como si quisiera volverme loco en todos los sentidos. Apenas llegó y me encontró observando por la ventana se enloqueció y lo siguiente que supe es que estábamos follando como malditos animales en celo por todo el lugar.
Gruño intentando soportar inútilmente ya que termino dentro de él, sintiendo como se tensa y me estruja a la vez que se corre sobre mi abdomen. Kurosaki cae rendido sobre mi pecho y en cuanto quiero besarlo me voltea la cara, se suelta y se levanta aun tembloroso comenzando a vestirse. ¿Qué mierda le pasa? ¿Me ha rechazado? ¿No era él, el malnacido que siempre me obliga a besarlo? Kurosaki me mira de reojo mientras termina de salir del cuarto ¿Qué carajo? Lo peor es cuando escucho como se gira la llave indicándome que me ha dejado encerrado en su habitación. Rápidamente me levanto para golpear la maldita puerta. ¡Abre! ¡Kurosaki maldición!
Por más que le grito el muy malnacido me ignora ¿Qué rayos le sucede? Estos días ha estado bastante raro. Me deja la comida ya hecha y se va hasta realmente tarde y hoy después de una semana entera de no hacerlo ha follado conmigo. Tampoco hablamos mucho, antes no paraba de parlotear que me amaba y esa mierda pero ahora apenas si me dirige la palabra. Es como si ya se hubiera aburrido de mí. De inmediato me estrujo el pecho ¿Qué es esta sensación? Imposible…yo aun sigo esperando la oportunidad para irme de aquí apenas tenga la oportunidad ¿No es así?
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Hey, Kurosaki espera…espera no te vayas. Quédate conmigo solo por hoy tonto. Si te quedas veremos esas putadas de películas ridículas que te gustan tanto. Kurosaki parece ignorar mis palabras colocándose su bufanda para salir mientras me mira de reojo terminando de guardarse su cartera. Trago saliva yendo con él y tomando su rostro para besarlo sintiendo como me despega.
-Basta Grimmjow se me hace tarde y me quede de ver con mis amigos.
¿Amigos? ¿Qué amigos?
-Renji e Ishida. Llegaré tarde así que cena algo que haya en el refrigerador.
No hablas en serio, llevo tres semanas comiendo solo como maldito idiota ¿Y tú te vas con tus amigos? ¿Es por qué te mordí aquella vez? Si quieres ya no te lastimaré, lo hago porque creí que te gustaba pero ya no lo haré lo prometo así que quédate ¿Sí? Me mira fijamente para luego darse la vuelta e irse haciéndome sentir un maldito vacío en el pecho que se prolonga hasta mis extremidades y parecieran romperme lentamente. Kurosaki…¡Maldición Kurosaki no te vayas!
Solo escucho como cierra la puerta para irse y de inmediato comienzo a arrojar todo a mi paso ¡Maldito sea! ¡Primero me tiene encerrado como un jodido animal y ahora se va! Tiro y destruyo todo cuanto se me cruza en el camino ¿Por qué? ¿Por qué no quiere quedarse conmigo? ¿Qué hice mal? ¿Realmente se ha aburrido de mí? Carajo, lo odio, lo odio, lo odio tanto ¿Por qué me hace esto? Malnacido, lo mataré, en cuanto llegue lo mataré.
Sí, eso haré, mis manos ya no están atadas así que lo ahorcaré hasta que se le salgan los putos ojos y me suplique perdón y que me quede con él. Ni siquiera recojo nada para que se moleste más cuando regrese, las horas pasan tan miserables, tan espantosas, tan horribles totalmente solo. Kurosaki, Kurosaki, Kurosaki ¿Cuándo carajos va a volver? Miro el reloj que marca las tres de la mañana y él aún no vuelve. ¿Qué está haciendo? ¿Es que ahora se revuelca con alguno de esos estúpidos amigos suyos? No…él dijo que me ama solamente a mí ¡A mí! ¡Carajo!
El tiempo pasa más cruel que nunca hasta que de repente escucho la puerta abrirse, casi de inmediato sonrío y me levanto para encontrarlo viendo que ya me espera de pie en la entrada. ¡Ya era hora maldición! Kurosaki de repente se saca algo del bolsillo para luego arrojármelo por lo que rápidamente lo atrapo. Abro mi puño viendo que se trata de una llave. ¿Qué…qué es esto? Kurosaki suspira y se pasa de lado mientras yo lo sigo.
-Es la llave de tu grillete, puedes irte. Mejor dicho lárgate de mi casa.
¿Eh? ¿Qué? Me quedo quieto sintiendo que el mundo se me voltea mientras la angustia se prolonga al sentir su mirada fría.
-¿Qué? ¿No era lo que querías? ¿Irte? ¿No eras tú el que se la pasa diciéndome “te odio” y esa mierda? Ahora lárgate, si quieres pelear por lo que te hice lo haremos después pero por ahora no quiero verte.
Casi sin pensarlo lo tomo por el cuello, estrujándolo y viendo como me sostiene la mirada hasta que por fin comprendo. Ya veo…ya veo, que estúpido fui. Lo suelto, rápidamente abriendo el grillete y sintiendo como el reiatsu que me oprimía y al cual ya me había acostumbrado desaparece. Sonrío mirando a Kurosaki. Púdrete shinigami, te mataré por esto cuando recupere mi fuerza. Salgo corriendo sin volver a mirarlo, sintiendo mi energía casi drenada. Pero en cuanto toco el exterior y el aire me golpea con fuerza caigo de rodillas ya que he comenzado a asfixiarme.
Sin embargo vuelvo a levantarme y a correr lentamente para alejarme. Sí, sí esto es lo que quería, mi libertad, ya no más comidas con él, no más tiempo a su lado, no más su voz en mi oído a todas horas, no más el calor de su cuerpo. No más…no más. “Grimmjow te amo” ¡No! ¡No! ¡Maldición no! Me alejo tanto como puedo solo para abrir una garganta hacia Hueco Mundo, cruzar y una vez ahí tirarme sobre la arena caliente. Mi hogar…este es mi hogar, no entre los brazos de Kurosaki. Pero entonces ¿Por qué me duele tanto el pecho y tengo tanto frío en el corazón?
Y sostenerte en mis brazos, solamente quise sostenerte en mis brazos. Mi vida, tu electrificas mi vida y dejas conspirar encendiendo de nuevo todas las almas que morirían solamente para sentirse vivas.
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Ha pasado un mes desde que libere a Grimmjow y él vacío que dejó es incomparable, pero esa fue la prueba definitiva ya que no tuve otro remedio. Si aun libre él volvía mí es que por fin logre mi resultado. Y así fue, diario lo descubrí observándome desde las afueras de mi casa. Moría por entrar pero su orgullo se lo impedía. Por lo que es hora de la verdad, es tiempo de saber si no solo doblegue su cuerpo sino también su mente. Sonrío llegando a la tienda de Urahara al cual le he pedido que me abra una garganta para ir hacía Hueco Mundo.
En cuanto me adentro en el desierto me concentro buscando su reiatsu hasta que lo encuentro. Corro a prisa en su búsqueda mirándolo a lo lejos sobre unas rocas junto a Coyote Starrk riéndose. Apenas Grimmjow me mira abre los ojos de la impresión mientras aprieta los dientes por lo que comienzo a desplazarme rumbo a otro lado, hacía el bosque de menos. Grimmjow no tarda en seguirme utilizando sonido y una vez que me atrapa, me toma por el brazo estrellándome contra un árbol. Me mira con locura jadeando hasta quedarse sin respiración.
-¡Maldito!
Te ves bien Grimmjow.
-¡¿Me veo bien?! ¡¿Dime cómo me veo bien?!
¿Me extrañaste Grimmjow? ¿Otro día más sin mí y hubieras preferido morir no es así? Grimmjow tiembla enterrándome las uñas solo para mirarme como nunca, totalmente doblegado e intentando no quebrarse.
-Tú…¿Por qué Kurosaki? ¿Por qué vienes hasta ahora? ¿Por qué no viniste antes? ¡¿Por qué?! ¡¿Por qué no me buscaste?! ¡¿Por qué no viniste por mí?! ¡Contesta maldición!
De inmediato un placer casi extremo me abruma los sentidos por lo que sonrío como nunca en toda mi vida. Miro el miedo en su mirada mientras sus manos tiemblan agarrándome con rudeza por miedo a que me valla. Lo ame tanto hasta tatuárselo en el alma para luego ignorarlo y hacerlo sufrir por mi falta. Grimmjow temía que me aburriera de él, le asustaba que lo dejara y ahora está totalmente loco por mí. No me queda más que sonreír y tomar su rostro rozando mi nariz con la suya.
Está bien Grimmjow, te amo, te amo muchísimo, solo a ti y nunca más te dejaré ¿Sí? Es tiempo de volver a casa, a nuestro hogar, tuyo y mío. Grimmjow me mira con furia pero de inmediato me besa y abraza como si se le fuera a ir la vida si me suelta. Apenas lo acaricio y su cuerpo tiembla ya que lo acostumbre a mi tacto, a mi voz, a mi cuerpo, a mí. Ahora realmente no hay necesidad de cadenas, grilletes, ni una puerta cerrada porque haga lo que haga su corazón ya no podrá salir de mi prisión eterna, por fin es totalmente mío.
Esta es la última vez que voy a abandonarte, la última vez que voy a olvidarte. Desearía haber podido pero ya es demasiado tarde. Ahora perseguiré tu luz de estrella hasta el final de mi vida.