-Leeteuk, ¿tienes diez minutos?- preguntó Minsoo entrando a la sala de estar con un tazón de yogurt y frutas en sus manos.
Jungsoo tomó el control remoto para apagar la televisión y voltear a verlo.
-Dime.-
Minsoo suspiró, sintiendo como sus manos temblaban ¡ni por el frio del yogurt se había podido tranquilizar!
-He estado pensando en cómo decirte lo que te diré, y no encontré una mejor manera más que esta.- caminó hacia el sofá en donde estaba Leeteuk, antes de sentarse le entregó el tazón con yogurt y sacó de su bolsillo del pantalón las tijeras para colocarlas en la mesa del centro.
“Te daría mi testículo izquierdo.”
“Pero si metes la pata yo mismo te sacaré la izquierda.”
“Tienes mi palabra. Y mis tijeras si te sientes más cómodo.”
Entonces suspiró sólo que fue tan largo y profundo que terminó temblando al exhalar.
-¿Qué ocurrió?-
-Hace un tiempo fuiste a Frosty Ice a preguntarme si había alguien más y yo te juré que no era así.- pese al tono sublime que estaba usando Minsoo, Leeteuk sólo pudo sonreír.
¡Lo sabía!
-Te dije que intentaría decirte con todas las palabras que conozco que no es así, que te mostraría con todos los sentidos que he cambiado.- Minsoo suspiró sintiendo que sus manos continuaban temblando. –Estos últimos dos días he pensado cómo decírtelo.-
Un flashback llegó a la mente de Jungsoo, sólo sonrió de alguna manera más amarga que al anterior.
-Miénteme.-
-No.- contestó elevando la mirada para encontrase con los ojos de JungSoo. –“Cualquiera diría al verte que los catastrofistas fallaron: no era el fin del mundo lo que venía, eras tú.”-
Leeteuk relamió sus labios ansioso, ¿por qué le gustaba jugar sucio?
-A veces somos jugadores y otras somos piezas de juego. Tú sabes que soy un jugador. Intenté estar con alguien más.-
Jungsoo alzó las cejas e intentó no sonreír.
Tuvo sentimientos encontrados porque había apostado a que Minsoo lo haría, que tendría a alguien más y aunque había ganado poco más de doscientos won y la sudadera de JoKwon, se dio cuenta de que perdía a Minsoo de su lado.
-Pero creo en el karma.- Minsoo miró sus manos que no paraban de temblar. –Me convertí en una pieza del juego.-
-No te entiendo.-
-Yo verdaderamente quería algo con él. Pero él no.- las cejas de Jungsoo se alzaron por la impresión, ¿eso era lo que llamaba karma? ¿O así se sentía? –Él no me veía más que como un compañero, un distribuidor, un empresario, un bulto en la cama.-
-Espera.- “¿un bulto en la cama”?
-Dormí dos veces con él.- confesó maldiciendo que su voz temblara también. –Una vez en su cama y otra en su sofá. Él nunca me llamó “amigo” porque siento que él sabía que si lo hacía me destruiría.-
Estoy atrapado en la zona de amigos, otra vez.
-Él… cuando le regalaba algo inmediatamente se deshacía de eso. Cuando le preparaba skimos decía que no era buenos, cuando me corté el pelo dijo que se me veía más mal que el anterior. Me llevó a la sinfónica sólo por no tirar los boletos pero con la esperanza de que notara que él y yo no éramos compatibles. Él era cruel.-
-Bastante.- susurró Jungsoo contradiciéndose al mismo tiempo, era cierto que como mejor amigo quería que Minsoo fuera feliz pero de preferencia con él.
-Pero él quería que tú y yo funcionáramos.- tuvo que parar por un momento para que su garganta no se cerrara por completo. –Kimchi Master y la aplicación que hiciste para la empresa de comida, él me lo recomendó. No por tenerte ocupado sino para salvarte del empleo que te disgusta.-
-¿Kim Bufet?- debió de intuirlo porque eran los mismos dueños del café ese en el que el chico laboraba.
-Le di los péndulos que me regalaste porque él consiguió que el drone que hiciste en la facultad fuera tomado en cuenta para una muestra de ingeniería robótica en Icheon.- eso debía de explicar las llamadas que llegaban a su celular.
-La noche de la sinfónica después de que discutiéramos me di cuenta de que me había quedado sin mi mejor amigo porque estaba peleado con él también, le llamé a él y le pedí que me escuchara pero fue al edificio y en el vestíbulo me dijo “No destruyas algo que tardaste años construyendo por un momento de emociones mal manejadas.”-
Eso ultimo hizo eco en la cabeza de Jungsoo, que dejó de sonreír para inclinar su cara, ocultando sus ojos tras su flequillo.
-Me pidió que te mintiera de la manera menos sutil o te contar la verdad como si fuera fácil. Intenté decirte la verdad pero sólo dijiste “yo tenía la culpa, lo que Henry dijo se volvió verdad y te juzgué, perdóname” y cuando no te dejé salir sólo “hazte a un lado” supe que no era el momento.- Minsoo comenzó a jugar con sus dedos pues no paraban de temblar.
-Ese día estaba ocupado.- contestó sorbiendo de su nariz, pero recordando todo el montón de compromisos que tuvo que liberar ese día.
-Después me encontraba en su casa, mirando la televisión en un programaba realmente estúpido pero que él disfrutaba. Me vio y preguntó si todo estaba bien, le dije que no porque aún no había podido hablar contigo de lo que pasó en la sinfónica. Que seguías evitándome. Me pregunto si aún te quería y que si la respuesta era afirmativa sabía qué hacer. Le dije que no sería nada fácil.- negó suspirando, terminando con sus dedos entrelazados. –Pero le divertía jugar conmigo que después de ayudarme con eso me preguntó “¿qué me harías si te entrego mi cuerpo por treinta minutos?” le dije que no haría nada, que seguiría viendo la tele con él pero descaradamente me dijo que le había mentido, que si quería seguir a su lado tenía que ser sincero o podría perderlo… como a ti.-
En ese momento supo a qué se refería con haberse convertido en una pieza del juego, y no el jugador.
-Luego te lo dije. Te dije lo que pasó en la sinfónica aunque no querías escucharlo. “Fuiste tú quien dijo que le daba miedo volver por el camino de mis lágrimas” y te aclaré que podría soportar todo tu infierno para sostener tu mano.-
Leeteuk cubrió sus ojos con su derecha, mientras intentaba deshacer ese fuerte puchero que mantenía en sus labios, al mismo tiempo que Minsoo veía como una gota de agua caía por el filo de su nariz hasta el suelo.
-Cuando todo se tranquilizó y me permitiste quedarme a dormir contigo en la misma cama, tuve un sueño húmedo sólo que no era contigo ni con Niel o DamBi sino con él.- sorbió de su nariz y afinó la garganta.
Jungsoo sólo había subido sus piernas al sofá, necesitaba abrazarse y sentiré menos indefenso.
-Él y yo nos volvimos más íntimos. Me contó su secreto a cambio del mío, yo le conté que leí que las persona que duermen abrazando algo intentan sentir el calor de alguien que amaron pero no está más. Le conté que perdí a mi mamá de pequeño y a mi padre sólo en un par de años más. Pensé que mi incapacidad para sostener una relación estable se debía a eso y él sólo dijo que estaba en lo correcto. Eso fue el día que fuiste por tu tesis, él estuvo aquí, le pedí pasar la noche juntos, le dije que no lo dejaría ir a menos de que dijera que me quería pero lo dijo sin embargo su tono de voz y actitud… salió de aquí y lo seguí, entonces me preguntó si te amaba.-
-¿Qué contestaste?-
-Que no.- Leeteuk suspiró pero llenó sus pulmones con cólera. –Porque creí que eso quería oír, que si yo decía eso entonces me permitiría estar a su lado pero sólo se alejó. Le comencé a dar obsequios con la esperanza de que volviera conmigo, pero nunca pasó.- siempre sólo leía sus mensajes y nunca me contestaba. –Así que decidí hacer algo más, después de cerrar Frosty Ice iba a CoffeFriend a ayudarle con el aseo, él no se oponía porque lo dejaban solo hasta una noche, Niel y él son amigos así que iba a ir a una pijamada en mi casa.-
-¿Y qué pasó?-
-Nada.- susurró sonriendo ligeramente apenado. –Él estuvo con Niel y sus amigos, nada más que eso. A la mañana siguiente ambos tomamos café en mi ventanal y le pregunté si le podría hacer una pregunta, él dijo “no nos lastimemos, piensa en lo que dirás” le pregunté dónde se cortaba el pelo y mientras me decía lo besé.-
A veces Leeteuk odiaba tener que ser también su amigo y oír todas sus hazañas.
-Le dije que era porque tenía azúcar pero me volvió a besar y dijo “no me robes porque lo tomaré de vuelta” me di cuenta de que con él no era un jugador sino una pieza.-
-Vaya.-
-No lo volví a ver ni intenté hacerlo, no me gustó aceptar mi posición con él pero un día estado con Zico coincidimos en un café, él estaba contestando una sopa de letras, ¿recuerdas la edición que te frustró? Era esa, así que sabía en dónde estaban las palabras. Le faltaba el nombre de un árbol también así que se lo dije luego me marché.-
-¿Tú querías marcharte?- susurró nervioso.
-Sí.- afirmó. –Los chicos me pidieron que les entregara al menos cincuenta libros para una venta de garaje así que los comencé a escoger, él estaba en mi casa porque había hecho tarea en equipo con Niel y decidió ayudarme. Si el cortejo normal no funcionó con él tenía que hacer algo diferente así que lo mordí como los peces rape pero él quería la cabeza de un macho como las mantis religiosas. Me reí y le dije que no sólo que contestó “aun lo niegas, pero ya tengo tu cabeza” en ese momento recordé que Niel me había advertido “aléjate de él porque sabe cuándo le mientes y peor aún, sabe por qué lo haces, dijo que si chaqueaba sus dedos te moldearía a su gusto” pero él me había dicho algo similar, que podía cambiarme a su gusto pero no sería divertido, así que no lo haría. Me gritaba era el jugador era él.-
Jungsoo no dijo nada, sólo limpió sus mejillas y continuó observando como Minsoo las mantenía húmedas.
-Cuando te invité al cine era porque él también iría a ver la misma película, me lo encontré en la fila de las palomitas pero me dijo que no vería Guardianes de la Bahía, “disfrútala” y se fue a otra sala.-
Leeteuk sonrió incrédulo porque justo cuando creía que podía manipular a Minsoo, jugarle con la misma carta, resultaba que aún era su titiritero.
Él era un jugador excepcional.
-Hace dos días fui a CoffeFriend.- confesó tallando sus ojos para mirar a Leeteuk. –Le di un obsequio pero me lo regresó y a su última jugada añadió “quédate con quién te valore”.-
-Conmigo.- pero el tono de voz le supo amargo y desamado.
-“Ve las películas que Jungsoo vea, ríete de los chistes que él te diga, toma los cafés que prepare, disfruta su comida, aspira su perfume y sonríe. Yo te guste porque algo viste en mí que te gusta de él. Todo lo que yo tengo y te agrada, él lo tiene pero no lo has descubierto de otra manera no lo hubieras notado. Él es el epitome perfecto para ti y tú lo eres para él. No gastes tu tiempo ni dinero en alguien como yo. Porque sólo soy quince minutos en un café”.-
Leeteuk suspiró profundo para volver a armarse.
-Desde ese momento me di cuenta de lo que te estaba haciendo. De cómo te alejabas de mí y cómo tomas rápido tu celular cuando suena. No espero nada que no te haya ofrecido antes. De hecho no sé qué espero después de esto, sólo quería que lo supieras porque me parece lo correcto.- afinó su garganta y talló sus ojos. –No espero que sigas siendo mi pareja, pero quiero que sepas que tampoco puedes ser mi amigo.-
-He estado saliendo con alguien más.- dijo Leeteuk mirando a Minsoo. –Al inicio era porque me parecía injusto que tuvieras toda mi fidelidad y yo no…-
-Conozco los síntomas de esta enfermedad.- dijo Minsoo levantándose del sofá. –No me molesta que salga con alguien más sólo me pone triste porque en efecto, mi epitome se fue por mi estupidez.-
Cómo creer en las palabras de un infiel.
-¿Cuántas vidas tiene un gato? Ya te acabaste cinco.- Jungsoo se levantó del sofá para caminar hasta Minsoo y tomar su mano. –Supongo que aun conservas tu testículo izquierdo.-
Entonces lo abrazó.
-No puedo perder más vidas contigo, por favor, deja de ser estúpido.- susurró mientras lo presionaba contra su pecho, sintiendo como Minsoo le correspondía. –Estoy feliz porque no llegó a algo más que un coqueteo pero por la deidad en la que creas, se fiel esta vez.-
Claro que sería fiel, se lo había asegurado a YoungMin.
Cuidaría mejor de la última vida de Jungsoo, porque estaba seguro que con Chunji perdería la sexta.