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Si no has cambiado de opinión por Yukine Kazuya

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Notas del fanfic:

Este es el segundo OS de la serie Be my Valentine. He decidido que seran seis en total, tres de Diamond y tres de Kuroko no Basket. 

Espero que les guste y que lo disfruten tanto como yo escribiendolo 

 

Notas del capitulo:

Diamond no Ace y sus personajes no me pertenecen 

 

San Valentín, esa temporada del año donde lo cursi y rosa es tan excesivo que marea, las chicas enloquecen y los chicos... bueno, viven en un temor constante, tanto porque aparezca alguien con un chocolate como que no lo hagan, la humillación pública a no recibir uno siempre será peor a tener que rechazar a alguna chica.


 


Claro que ese no era para nada el caso de Miyuki, en ningún momento se había sentido aterrado por el día de San Valentín, lo llenaban de chocolates y siempre encontraba la manera sutil de rechazar a las chicas, si de algo debía temer era de la envidia del resto de sus compañeros que nunca recibían tantos chocolates como él.


 


Y el de ese año no parecía ser la excepción, había oído a las chicas hablar por días de los chocolates que prepararían y las recetas que habían encontrado nuevas, las quejas de Kuramochi sobre el exceso de rosa y que seguramente una vez mas Miyuki acapararía toda la atención dejando a todos los demás en completo ridículo, Kazuya siempre se carcajeaba y le repetía


-ya, ya, deja de llorar Mochi, te daré uno de los míos


-cállate Miyuki.


 


Aun que el año anterior, había terminado en la habitación del catcher quejándose y comiendo tantos chocolates como pudo.


 


Sin embargo algo había hecho que ese día no fuera igual al resto. No parecía importante, Kuramochi lo observo con el seño fruncido y al final termino saliendo del comedor. Incluso Kazuya pensaba que era un tanto ridículo que no pudiera dejar de sostener esa pequeña caja, se había quedado solo en la habitación dándole vueltas entre los dedos, le habían dado muchos otros chocolates más vistosos pero esa caja morada le intrigaba. Había sido la primera que había recibido, estaba sola en su gaveta de la escuela, no era muy grande y no tenía tarjeta. En su escritorio había encontrado muchos otros chocolates pero todos tenían nombre o aparecían en el receso para preguntarle si le habían gustado o si podían hablar con él. Pero de esa cajita nadie había aparecido, no sabía quién era la dueña, y mientras más la contemplaba más le resultaba vagamente familiar y por alguna razón no se atrevía a abrirla, deseaba saber de quién se trataba antes de ver el contenido. Regañándose mentalmente termino levantándose y dirigiéndose a su habitación.


 


Por motivos de la dichosa celebración les dieron el día libre pero los del equipo de beisbol no tenían con quien pasar el día y habían decidido ir al cine, era raro que tuvieran un día de descanso y no desaprovecharían la oportunidad para ver la película que habían estado esperando. Al principio Miyuki no estaba tan convencido de salir al cine pero al final había aceptado. Ya había terminado de arreglarse cuando su atención regreso a la pequeña caja, era absurdo que siguiera con eso, lo mejor era ver el contenido y dar por terminado el asunto. Miyuki dejo escapar un resoplido de fastidio, tomo la cajita y se sentó sobre la cama para abrirla. Al hacerlo parpadeo, en el interior había un chocolate en forma de pelota de beisbol; se veía, olía y sabia igual a los que su madre solía prepararle. Se mordió el labio, un recuerdo llego a su mente. Salió de la habitación pero no se fue con sus compañeros al cine, se excuso y tomo otro metro. Eijun se había quejado pero Kuramochi se dio cuenta que el catcher tenía un asunto que resolver y estaba casi seguro que tenía que ver con la cajita que no había abierto.


 


...


El viaje no duro mucho y tampoco se permitió darle tantas vueltas al asunto, trataba de convencerse que había decidido ir solo por curiosidad y no porque aquel asunto le hubiera provocado algo, además era jugar sucio usar un detalle que le recordara a su madre de aquella manera. Caminaba sin realmente poner atención. Era como si sus pies supieran a donde se dirigía, por lo mismo se detuvo en seco cuando se dio cuenta que ya había llegado. Se encontraba en una de las laderas que daban al río. Cuando era niño había pasado mucho tiempo en ese lugar con precisamente esa persona. El lugar no había cambiado en nada y bueno no es como si pudiera hacerlo; el pasto estaba a la misma altura y un poco salpicado de pequeñas flores que se adelantaban a la época.


Paso la mirada lentamente por el lugar, no estaba muy seguro de porque había decidido ir pero no pudo evitar sorprenderse al ver que si había alguien ahí sentado justo a la mitad de la ladera, le daba la espalda y contemplaba el río pero aunque no le veía el rostro sabia de quien se trataba. El otro aun no lo había visto, si quería podía irse, finalmente su curiosidad había sido saciada, aun así camino hacia esa persona


-así que fuiste tú -le arrojo la cajita morada, el otro se sorprendió pero la atrapo y le sonrió traviesamente


-por un momento temí que no entendieras


 


Miyuki levanto una ceja para después dejarse caer junto a Sanada. El silencio se prolongo, no era precisamente incomodo pero ninguno de los dos sabia como continuar. Al final fue Kazuya quien hablo primero.


-un poco más y no hubiera venido ¿cómo esperabas que viniera? No había ninguna nota y tampoco había un nombre


-jejeje ya te lo dije, confiaba en que lo entenderías al ver el chocolate y no me atreví a poner mi nombre porque pensé que si lo veías creerías que era una trampa o broma


-el asunto es complicar las cosas. Aun que la verdad fue como un impulso, algo que me obligo a venir, eso y que jugaste sucio con ese chocolate... Era igual al de ella


-lo sé pero no quería que te sintieras mal, quería que la recordaras porque según me entere poco te apareces por aquí


-bueno tampoco es que tenga mucho a que volver y menos tiempo pero ¿cómo la conseguiste?


-pues en realidad la receta era de mi abuela y la encontré mientras limpiaba el sótano después de la final de otoño, supe que se trataba de esa receta porque también había una foto nuestra de cuando jugábamos -Miyuki contemplo el río con aire pensativo -y entonces recordé que habíamos hecho una promesa


-sabía que había una promesa de por medio aun que no entiendo ¿por qué hasta ahora? Te mudaste al año siguiente y no te volví a ver hasta apenas este año


-y tu jamás contestaste mis mails pero si lo hice hasta ahora es porque no habíamos cumplido con la primera condición de la promesa -Miyuki levanto una ceja y por fin volvió a verlo -bueno no es exactamente como lo habíamos dicho pero ya estamos ahí


-ir a Koshien…


-sí, ambos estamos en Koshien aunque no juntos y en realidad es Senbatsu -Sanada se llevo una mano a la nuca -creo que son demasiadas las lagunas jurídicas


-ya lo creo pero enviaste el chocolate aun cuando yo ya lo había olvidado ¿quiere decir que no has cambiado de opinión?


 


Sanada se le quedo viendo con atención, claro que habían crecido y seguramente habían cambiado pero Shumpei podía seguir viendo en el catcher aquellos rasgos que tanto conocía y por más que había intentado negarlo le encantaban. Esa era la razón por la que estaban justo en ese lugar


-¿y tú? ¿Cambiaste? Porque dices que lo olvidaste pero estas aquí y puedo entender que de pronto solo fuera una broma o...


 


Kazuya no permitió que siguiera hablando, había acortado la distancia y tenía sus labios sobre los del pitcher. Con la lengua entreabrió la boca de Sanada y profundizo el beso. Shumpei llevo su mano al cabello de Miyuki para acercarlo más y no separarse. De ser un simple rose término en un beso que solo hasta que les hizo falta el aire se alejaron. Se miraron a los ojos con intensidad, una sonrisa burlona apareció en ambos mientras recordaban aquella promesa y porque de algún modo eran tal para cual.


...


Tal vez era una época más simple pero no del todo para un niño que había perdido a su madre y que además no solía callarse lo que pensaba, Miyuki siempre terminaba recibiendo golpizas y siempre era Sanada quien terminaba interviniendo y por consiguiente regañándolo más tarde. Shumpei tampoco había tenido momentos muy fáciles, su madre lo había abandonado y en ese momento vivía con su abuela porque su padre había sido transferido a Europa y no podía cuidar de él y era el vecino de Miyuki. Ambos tenían una personalidad difícil y al compartir su interés por el beisbol no fue raro que con el paso del tiempo se volvieran amigos. Pasaban casi todo su tiempo juntos y uno había aprendido a conocer los  gestos del otro, poco a poco eso dejaba de ser una amistad pero ambos habían aprendido de la manera más difícil que nada era para siempre. Miyuki buscaba la manera de salir de su casa y Sanada sabía que en cuanto su padre volviera también el dejaría ese lugar.


 


No era una fecha especial o siquiera importante, tampoco era San Valentín pero había algunas cosas que hacía falta decir.


-si te das cuenta que esto ya sobrepaso la amistad ¿verdad? -Sanada levanto una ceja mientras regresaba su atención al catcher


-bueno si pero no hay mucho que podamos hacer. En cualquier momento podría volver mi padre y lo último que necesito es alejarme con un corazón roto.


 


Miyuki se dejo caer sobre el pasto mientras contemplaba las nubes pasar, Sanada dejo escapar un suspiro y lo siguió, se recostó a su lado y también las vio pasar mientras pensaba a que había venido aquello


-¿cuando me vaya tendrás el corazón roto? -Miyuki se levanto para ver el rostro de Sanada temiendo que se estuviera burlando pero lo decía enserio y en realidad podía ver en sus ojos esa lejana tristeza


-supongo que sí, pero ¿por qué estas tan seguro?


-mi abuela ha estado hablando con él, estoy casi seguro que en cualquier día de estos aparece y hace lo que se le venga en gana sin preguntarme. –Kazuya había sacado el tema pero parecía que Sanada también lo había estado pensando. Estaba claro que por el momento cualquier intento de ser algo más que amigos parecía destinado a fracasar, las distancias tendían a hacer eso. Miyuki frunció el seño pero una idea le llego a la mente


-tengo una idea –Sanada lo volteo a ver con atención –¿que más nos une además de vivir uno a lado del otro?


-el beisbol


-exacto, si después de ir a Koshien seguimos sintiendo lo mismo, volvamos a vernos aquí


-y si uno de los dos lo olvida, uno tendrá que enviarle un chocolate en forma de pelota de beisbol


-¿un chocolate?


-¿qué no lo recuerdas? la primera vez que nos vimos comimos juntos los chocolates que tu mamá preparo –Miyuki tenso por un instante el rostro


-si… los últimos que preparo –como de costumbre sacudió la cabeza y volvió a ser el mismo –entonces es una promesa…


 


Cuando hablaban de ir a Koshien esperaban hacerlo juntos pero tal como lo imaginaban el padre de Shumpei termino regresando y llevándose al menor.


 



 Tal vez no habían terminado con el corazón roto pero si con un triste vacio que solo hasta ese momento que una vez más estaban juntos sentados en la ladera se había disipado. Se miraron a los ojos por un largo instante tratando de descifrar lo que el otro estaba sintiendo pero solo podían oír sus corazones latir


-al final no cambie de opinión; te amo Kazuya


-y yo a ti Shumpei

Notas finales:

Que les parecio?? Creo que este San Valentin tendra parejas poco comunes. Debo de confesar que Miyuki con Sanada son una pareja que me gusta, quisiera hacer un fic de ellos mas largo pero hasta el momento no he encontrado la historia perfecta para ellos 

Como siempre comentarios, dudas y sugerencias son bien recibidas. Si solo quieren pasar a saludar tambien se vale 

Saluditos 


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