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Un 14 de Febrero cualquiera por DanyNeko

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Su salón entero podía tomar un tren e irse derechito a la mierda.

 

Así, en plan guay.

 

Marik apartó de un manotazo las idioteces que sus compañeros de salón habían pegado sobre su casillero mientras rodaba los ojos ¿Qué? ¿Solo porque hoy era el día más materialista, vomitivo, cursi y sin sentido que pudiera existir en el año, en el que los perdedores de su salón recibían tarjetas y chocolates, a excepción de él, creían que podían meterse con su psicótica y malévola persona?

 

¡Pues que se vayan a joder por ahí!

 

Porque sí, damas y caballeros… ¡era día de San Valentín! -añadan aplausos-

 

Marik, en su primer año de preparatoria, sabía que traía locas a muchas chicas, que seguramente se morían por robarle unos segundos en la azotea de su escuela y declarársele, darle una tarjeta súper cursi, decorada y sentimental, regalarle chocolates o incluso robarle un beso.

 

Claro que él con su fría, negativa, psicótica-maniaca y esquiva personalidad alejaba a todas esas zorras hormonadas que querían ‘algo’ con él.

 

Realmente le valía mierda. Por él, infinitamente mejor.

 

Arrojó la bola de papeles con insultos vanos y sin sentido que le dedicaban con su puta caligrafía de mierda.

 

Efectivamente no había en su casillero tarjetas, noticas citándole ni chocolates. Le daba exactamente igual.

 

Dejó su mochila dentro a apretujones, sacando solo el gran emparedado y la bebida que se había traído para evitar tan siquiera pisar la cafetería y no vomitar al ver a los acaramelados idiotas que se daban de comer en la boca.

 

¡Puaj! Le daba asco solo imaginárselo.

 

Salió al jardín lateral donde buscó un árbol frondoso al que treparse y acomodarse entre las ramas y empezar a comer.

Para su poca fortuna -o quizás buena ya lo vería después- dos chicos de ultimo de secundaria llegaron a sentarse a la sombra del árbol. Uno de ellos le sonaba haberlo visto antes: tenía ojos verdes y largo pelo blanco que le recordaba tremendamente a un amigo suyo que, por desagracia, estaba en otro salón diferente al suyo. El otro tenía el cabello del mismo color que el suyo pero era liso y se veía muy sedoso, casi le daban ganas de deslizar sus dedos por ese cabello. Tenía los ojos grandes y de un lavanda precioso, muy brillantes.

 

Los dos chicos almorzaban tranquilamente, el albino volteaba cada medio minuto a mirar a su alrededor mientras conversaban, como si esperara a alguien y el otro parecía insistirle en algo que lo avergonzaba sin embargo, cuando lo hacía el oji-esmeralda le respondía con algo que lo hacía apenar igual.

 

Marik apenas podía oír unas cuantas cosas, algo sobre chocolates hechos a mano, vergüenza, unos chicos de primero de preparatoria y algo de una confesión. Bostezó un poco y se decidió dormitar un poco en lo que sonaba la campana cuando escuchó un chillido ahogado que identificó como la voz del albino así que miró hacia abajo.

 

El de ojos verdes estaba algo ruborizado y ocultó su rostro en el hombro de su amigo, apretando un empaque con chocolates contra su pecho, mirando de reojo en diagonal. El otro sonreía entre pícaro y enternecido.

Por mera curiosidad Marik miró hacia donde miraba el albino y se topó de frente con Bakura, su amigo que estaba en otro salón ¿ese chico quería regalarle chocolates a Bakura? ¡Pagaría por ver la cara de su amigo en ese momento! Ya sabía porque le sonaba el más pequeño, lo había visto con Bakura de vez en cuando ¿estarían enamorados? Quizás estaba elucubrando demasiado pero era muy gracioso imaginarse los escenarios posibles.

 

Sonrió de lado y se decidió a bajarse del árbol por lo que Bakura lo divisó, por lo que caminó en su dirección. Los dos pequeños de secundaria lo miraron asombrados, pero sentía más la mirada del mayor, el de ojos verdes miraba alternativamente a Bakura.

 

─ ¿Dónde demonios te había metido? ─saludó Bakura, chocando puños con Marik.

 

─Sabes que estar hoy entre tantos idiotas cursis me enferma ─rodó los ojos, escuchando los pasos de los menores.

 

─Ah, eh… Ho-hola Bakura ─saludó apenas el menor, siendo empujado por su amigo.

 

─ ¿Ryou? Hola, no te había visto en todo el día ─lo saludó Bakura, a Marik luego le pareció que frunció el ceño al ver los chocolates en manos del menor ─ ¿te han dado muchos chocolates hoy? ─trató de bromear pero el moreno pudo oír el fastidio en su voz ─dime ¿Cuántas se te han declarado ya? ─lo codeó un poco.

 

El llamado Ryou bajó la cabeza algo apenado hasta que, le pareció a Marik, que su amigo le dio un pellizco o un zape, algo así.

 

─Yo, bueno, en realidad que-quería comentarte algo ─dijo retorciendo un poco su cabello con una mano ─pero, amm, no quería interrumpir ─miró de reojo a Marik mientras el de ojos lavanda suspiró ─así que…

 

─Oh, no te preocupes por eso ─le dijo Bakura ─ ¿hablamos al rato Marik? ─levantó su mano empuñada.

 

─Claro, ya nos contaremos las idioteces que pasaron hoy ─dijo con gracia, rodando los ojos ─nos vemos ─le chocó con algo de fuerza el puño y luego vio a ambos albinos caminar hacía el patio trasero de la escuela ─pagaría por ver la cara de Bakura cuando ese chico le dé los chocolates ─pensó en voz alta con burla.

 

─Yo también, pero prefiero darles su privacidad ─respondió el oji-lavanda, caminando de regreso a la base del árbol ─al menos hoy jejeje.

 

Marik admitió que su risa era adorable. Bufó por lo bajo mientras se encaminaba tras él.

 

─Me llamo Malik ─se presentó, reclinándose contra el tronco ─voy a tercero de secundaria.

 

─Soy Marik ─correspondió ─primero de prepa.

 

─Lo sé ─respondió con simpleza.

 

─ ¿Ah sí? ─el mayor arqueó una ceja parándose frente a él.

 

Malik asintió ─eh oído mucho de ti ─ explicó ─y te eh visto algunas veces con Bakura ─admitió también.

 

─Vaya ¿y qué cosas has oído? ─consultó con su porte de galante chico malo, inclinándose al frente mientras apoyaba una mano en el tronco junto a la cabeza de Malik.    

 

─Un poco de esto, un poco de aquello ─dijo inconcreto y misterioso ─pero tenía ganas de conocerte para corroborar esas cosas ─sonrió de lado ─también Bakura a veces hablaba ‘medianamente bien’ de ti ─se rió un poco.

 

─Bueno, soy un libro abierto… espera ¿También te gusta Bakura? ─preguntó burlón.

 

─ ¿Bakura? ¡Puaj, no! ─sacó la lengua como si el simple pensamiento le diera asco ─me agrada pero hasta ahí ─levantó una palma, con expresión divertida.

 

Marik soltó una risa divertido, inclinándose un poco más hacia Malik sin quererlo, por lo que el más bajo se ruborizó, encogiéndose en su lugar.

 

Al enfocarse en el rostro ajeno Marik se percató de la adorable expresión de Malik, quien tenía algo en una mano de lo que no se había percatado antes ¿otro envoltorio de chocolates?

Frunció el ceño ¿se la habría dado una chica de su salón?

 

El tono del móvil de Malik interrumpió un poco el momento, el chico lo sacó para ver un mensaje.

 

─Es Ryou ─musitó ─Malik ¿podrías regresarte al salón sin mí? Sí ¿verdad? ¡Gracias! Te quiero, eres el mejor amigo ─leyó ─emoji de carita feliz y corazones ─rodó los ojos ─creo que eso suena a buenas noticias ─rió pícaro, luego le llegó otro mensaje ─pd: no te preocupes si me salto la siguiente clase ─abrió los ojos como diciendo ¿en serio? Y rió más

 

Marik sonrió ─ ¿te gustaría que te acompañe a tu salón? ─ofreció, mirando que dentro de poco sonaría la campana, después de todo hoy las clases no duraban lo normal.

 

─Claro… pero espérate a que suene la campana ─sonrió pero luego desvió la mirada, como si algo lo hubiera incomodado de repente.

 

─ ¿Y qué? ¿Te regalaron muchos chocolates hoy? ─trató de retomar Marik.

 

─ ¿Eh? ─siguió la mirada de Marik, dándose cuenta de que veía el arreglo de chocolates que llevaba en manos ─oh, no, bueno… en realidad ─retorció sus manos, pero decidió abrirlos y darle uno ─ ¿quieres probarlos?

 

Marik se sorprendió un poco ─ ¿seguro? ─Malik asintió determinado por lo que el mayor abrió la boca y Malik sonrojado le puso el chocolate entre los labios.

 

─Mmm… vaya, no parecen comprados… ¿tienen arequipe dentro? ─a él le encantaba el arequipe.

 

─Sí, es que… e-en realidad ─Malik se mordió el labio inferior, viendo los labios del mayor, manchados de dulce ─y-yo los hice ─reveló apenado, cerrando los ojos avergonzado con las mejillas rojas.

 

─ ¿Los hiciste tú? ─repitió asombrado ─creo que entonces deberías haberlos guardado para, no sé, alguien importante ─dijo, tratando de aparentar indiferencia, desviando la mirada.

 

─Es que, bueno ¿sabes?… ─gagueó penoso. Marik se giró a mirarlo.

 

Malik tragó grueso, pero se decidió. Tomó las mejillas de Marik y se empinó para juntar sus labios bruscamente, besándolo como había deseado desde hace ya varias semanas, en las que lo observaba desde lejos y simplemente caía más en el sensual hechizo de atracción que el mayor generaba en él.

Lamió el chocolate de sus labios, limpiándoles el dulce hasta que Marik abrió un poco la boca, dejando que el menor la recorriera un poco antes de tomar seriamente el control del beso.

 

Luego de la sorpresa inicial, Marik apresó rudamente la cintura de Malik entre sus manos mientras besaba y chupaba sus labios de la manera más sensual y caliente que ninguno haya experimentado antes.

 

Malik sintió morirse y revivir entre sus brazos varias veces, no se sentía capaz de separarse de la boca ajena, tan cálida y deliciosa, tan dominante y excitante, tan…

 

¡Ahhh!

 

Malik no pudo contener el jadeo cuando Marik mordió y jaló juguetonamente su labio inferior.

 

─ ¿Qué ibas a decir? ─le susurró Marik, casi pegado a sus labios cuando se separaron para respirar.

 

Malik se tomó unos segundos para reaccionar ─que tengo en frente a esa persona… y me alegra que le hayan gustado ─respondió antes de compartir una sonrisa y volver a besarlo.

 

Marik pensó que quizás San Valentín no fuese taaaaan malo.

 

Fin    

 

Notas finales:

 

A… *mira el reloj* media hora de que se acabe el 14 de febrero les subo este one-shot que se me acaba de ocurrir ¡porque soy así de guay! ¡¡porque yo lo valgo!!

 

xD

 

Feliz San Valentín. Espero que hayais recibido muchos chocolates, rosas y esas mierdas varias (yo no recibí nada, solo comí unos chocolates mientras escribia esto)

 

Eeeeeen fin. Mañana tengo clases, me voy a la cama

¡Que tengan buena semana!

Ja ne~nya    


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