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Azul Intenso por RyuStark

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Notas del fanfic:

Los personajes le pertenecen al fabuloso Tite Kubo.

Hola mundo Amo el fluff por lo que sí los Fics esponjosos y dulces que te hacen vomitar arcoíris no te gustan esto no es para ti.

*Advertencia: Personajes altamente OoC

Amo la playa, vivo frente a una y he visto demasiadas películas últimamente así que las ideas llegaron a mi mente y me dije. Un GrimmIchi en la playa ¿Por qué no? Ya saben, cuerpos bronceados, sudorosos y candentes, suenan bastante bien.

En fin espero de corazón que lo disfruten :3 Este Fic se lo dedico con todo mi amor, cariño y parte de mi alma a mis preciados lectores que son mis amigos de palabras y pensamientos. Gracias por soplarme partes de esta niebla y darme su apoyo. En especial a ti Mine-chin, siempre dulce.

¡NOTA IMPORTANTE!: Este fic tiene un ALTÍSIMO contenido sexual. CADA CAPÍTULO contiene de alguna manera lemon/smut. Y si eso no te agrada, se te hace tedioso o te incomoda este fic NO es para ti. Por favor ténganlo en cuenta al leerlo, ya que esta historia está dirigida a un cierto tipo de público. Por su atención, muchísimas gracias, espero lo disfruten. <3

 

Notas del capitulo:

 “Dentro de veinte años estarás más decepcionado por lo que no hiciste que por lo que hiciste. Así que explora, sueña y descubre.”


Mark T.

1

><><><><><>< 

Miro al hombre que está frente a mí caminar de un lado para otro pasándose la mano por el cabello mientras yo intento no llorar más.

-Ichigo por favor, ya hablamos de esto.

¿Esa es tu gran respuesta para zafarte del problema?

-No lo comprendes, estamos bien.

¡No! ¡No estamos bien! ¡No estamos nada bien! ¡¿No te das cuenta de lo mal que estamos?!

-¡¿Qué no me amas?!

Nos miramos fijamente hasta que yo tiemblo por dentro y por fuera sintiendo mi corazón convulsionarse y estrujarse dolorosamente ¿Qué si lo amo? No sé la respuesta y mucho menos después de tantos problemas por lo que bajo la mirada desviándola un poco.

-¿No me amas más Ichigo?

Bueno sí, yo…te quiero. De inmediato Urahara me toma por los hombros haciendo que lo encare.

-Eso me basta.

Pero a mí no me basta. Me suelto sentándome en el sillón para suspirar cansado. Urahara, he llegado a mi límite, no quiero seguir conformándome con vivir infelices porque a ambos nos da miedo el cambio. Nos merecemos algo mejor que estar juntos por miedo a sentir que nos derrumbaremos si nos separamos.

-Ichigo…mírame.

Urahara se sienta a mi lado mirándome fijamente mientras toma mis manos.

-Sé que no hemos pasado tiempo juntos este año.

Ni en los pasados tampoco. Él hace una mueca de disgusto ya que sabe que es verdad sin embargo continua.

-No puedo evitarlo, amo mi trabajo y tú el tuyo, ambos hemos estado ocupados y creí que no estar siempre encima de ti sería lo ideal, no quería atosigarte, pero si necesitas que me quede contigo lo haré. Y si es porque no te he pedido que nos casemos, sabes que cuando tú digas que estás listo yo también daré el gran paso. Mira todo lo que hemos construido juntos ¿De verdad quieres dejarlo todo?

Urahara me señala con su mano nuestro “hogar” que hemos construido con demasiado esfuerzo con el paso del tiempo. Trago saliva sintiendo mis ojos mojarse mientras miro todo a mi alrededor, cada objeto y cada decoración que yo escogí al igual que los aspecto de nuestra relación. He participado tan activamente en la creación de esta vida de en sueño. Pero entonces ¿Por qué no me veo a mí mismo dentro de ella?

En cuanto me abraza me sujeto a él pero apenas su celular suena y él se despega sé que lo único más imposible que irme es quedarme. No necesito más esta mierda en mi vida. Urahara se levanta para contestar mientras yo tomo mi celular y mi cartera mirando como habla y me mira diciéndome con seña que “Lo espere un momento” pero yo simplemente no puedo esperar más. Voy con él quitándole su celular y colgando la llamada viendo como abre los ojos de la impresión.

Urahara escucha, será la última vez. Puedes quedarte con todo, no me importa, no lo necesito. Quedarme contigo sería seguir mintiéndome a mí mismo, quedarme a tu lado sería como una vieja herida, como un desengaño amoroso al que aferrarme por el placer que nos da lastimarnos y es suficiente. Estoy seguro de que encontrarás a una persona que quiera las mismas cosas que tú pero ese no soy yo. Adiós.

Se queda estático mientras yo termino de salir de la casa tal y como llegue a esta ciudad, con absolutamente nada. Camino pensando que mi corazón se romperá pero eso no pasa ya que hace mucho que dejó de importarme. Al contrario, es como si a cada pasa que doy la carga sobre mi espalda y mi alma se fuera aligerando. No sonrío porque a pesar de que el peso se desvanece la soledad pasa a tomar su lugar.

Si me lastima haber terminado con Urahara pero he llegado a un punto en mi vida en el cual no estoy feliz ni con lo que hago ni con lo que soy. Duramos cuatro años juntos y me aterra decir que han sido de lo más miserables en mi vida, él nunca está, yo tampoco, a nadie le importa y lo peor es que deje un montón de sueños y metas de lado con tal de estar ahí, esperándolo, o más bien esperándome a mí mismo, a por fin decidirme a hacer algo que me lleve un paso adelante a lo que realmente quiero ser.

¿En qué momento me deje perder tanto? ¿Cuándo fue que deje que mi vida tomara este rumbo? No pienso más, solamente tomo un taxi que me lleve a casa de mi mejor amigo Renji. En cuanto llego a su enorme y bonito hogar me siento bastante fuera de lugar ¿Qué carajos estoy haciendo tocando el timbre de una residencia a las nueve de la mañana de un martes a mediados de primavera? La enorme puerta se abre y quién me recibe es Renji cargando a dos de sus hijos.

-¿Ichigo? Hey que tal, pasa, pasa.

Entro mirando a tres niños pequeños de diferentes edades correr aparte de los que él carga.

-¡Venga todos, tomen sus mochilas que ya es hora de irse a la escuela!

-¡Papi ya se nos hizo tarde! Papá se enoja cuando nos mandas tarde a la escuela.

-Si bueno su papá está de viaje y no tiene porque enterarse ahora vamos, el chofer los espera. Ichigo siéntate, dame un segundo que si no los mando fuera ahora se quedan y si Byakuya se entera se pone verde.

Asiento sentándome en el sillón, conmoviéndome y sonriendo al ver a Renji arrodillarse frente a cada uno de sus hijos para arreglarles sus uniformes escolares y sus mochilas, asegurándose de darles un par de consejos y sobre todo montones de besos y abrazos.

-Recuerden, no dejen que nadie los moleste y si lo hacen, asegúrense de mostrarles quién manda.

¿En serio les dices eso Renji? Mi amigo se encoje de hombros riéndose junto a mí y los pequeños.

-Papá dice que no debemos pelear.

-Su papá dice muchas cosas, unas buenas y otras…no tanto. Solo no se metan en problemas muy grandes y si lo hacen asegúrense de que me llamen a mí y no a él que se enojará con todos.

Todos volvemos a reírnos mientras él hace que se despidan de mí para luego llevarlos a la puerta a donde ya los espera el chofer que los llevara. Una vez que se van Renji se queda mirando el camino hasta que por fin suspira y cierra la puerta. ¿Byakuya está de viaje?

-Regresa en una semana. ¿Qué hay de ti, qué pasa? ¿Ya desayunaste?

No…

-Ven, vamos a la cocina.

Voy con él siguiéndolo a la enorme cocina donde una sirvienta ya se encuentra limpiando la mesa llena de platitos para niños. Me siento dejando que Renji me sirva algo para luego acomodarse junto a mí, sabiendo que ya se dio cuenta de mi cara de pocos amigos.

-¿Qué hay con esa cara? ¿Nuevamente peleaste con Urahara?

Permanezco en silencio mientras juego un poco con la fruta con mi tenedor para luego mirarlo. Renji me sostiene la mirada mientras le da un trago a su tasa de café. Lo deje. Apenas se lo digo Renji escupe su bebida, tosiendo hasta que se calma y limpia para luego mirarme impresionado.

-¿Estás loco?

No…simplemente ya no lo amo Renji, ya no siento nada por él, acabo de terminar una relación de años y eso es lo que menos me importa.

-Mhm…supongo que tienes un punto a favor. ¿Qué pasara con tus cosas?

No me importa que se quede todo, no es como que estemos casados.

-No seas idiota ¿Ya olvidaste cuánto invertiste en esa casa, tu estudio, tus autos, todo?

No me interesa nada Renji, simplemente no puedo seguir con él.

-¿Y qué harás?

No lo sé…¿Me puedo quedar hoy contigo? No es como que pueda regresar a Japón e ir a casa de mis padres, mi mamá se pondría a llorar y el viejo loco querría golpear a Urahara, lo cual no me molestaría pero no quiero que el drama se expanda. Renji me sonríe asintiendo y dándome una palmada en el hombro. Las horas se pasan entre bromas del tonto de Renji intentando hacerme sentir mejor hasta que sus hijos regresan y comemos juntos, para luego jugar un largo rato, ayudarlos con sus tareas hasta que nuevamente la hora de la cena llega y después de eso los más pequeños se tienen que ir a dormir.

Los días se pasan vacíos en mi mente y en mi corazón hasta que llega el día en que regresa Byakuya. Y como mi habitación está cerca de la suya le pido a Renji que si va a follar con él no lo haga muy fuerte. Renji se ríe dándome un golpe en el brazo para luego decirme que se bajará a esperar a su marido y que si necesito algo lo llame. Asiento yéndome a mi habitación para tomar un baño caliente, una vez fuera colocarme una bata, tirarme a la enorme cama y ver en mi celular nuevamente varias llamadas pérdidas de Urahara.

Las ignoro a excepción de un mensaje de mi hermano Tensa el cual me dice que debería tomarme unas vacaciones del trabajo aprovechando que soy mi propio jefe y visitarlo en Bali con su odioso marido y sus hijos, ya que hace más de tres años que no nos vemos. Verle la cara a Aizen definitivamente no es algo que quiera hacer por más bonito que sea el lugar y por mucho que extrañe a mi hermano y sobrinos. Suspiro hasta que escucho voces provenientes de algún lugar cercano, debe ser Renji platicando con Byakuya que ya llegó.

-¿Entonces qué dices que hace aquí?

-Ya te lo dije Byakuya, está pensando las cosas, se separó de Urahara por lo cual es un momento difícil para él. Estuvo con el tipo cuatro años y no tiene a donde ir. Y aunque le sugerí que se emborrachara y tuviera sexo con alguien no me escuchó.

-¿Qué clase de estupidez es esa?

-Yo lo haría si nos separáramos.

-¿Perdón?

-Es broma Byakuya, quita esa cara de estirado, el punto es que necesita apoyo.

Simplemente me cubro el rostro con un cojín y apago las luces para por fin dormirme. Si supieran que yo también me detesto en este momento. Nuevamente las horas pasan sin que yo pueda dormir hasta que me levanto y enciendo el pequeño computador portátil que me prestó Renji. Por fin después de pensarlo mucho tomo la decisión que tal vez no me cambie la vida pero si me ayude por lo menos a avanzar un poco.

Un par de minutos después en compañía de mi tarjeta de crédito y demás pareciera que el sueño por fin me llega. Espero haber tomado una buena decisión. En cuanto me despierto miro que ya es bastante tarde y ya no hay alboroto lo cual indica que Byakuya al igual que sus hijos ya salieron. Me levanto y arreglo a prisa para bajar y encontrarme con Renji en la cocina el cual ya me espera para desayunar.

-Ya era hora.

Lo siento, dormí de más. Mi amigo me sonríe indicándome que me siente lo cual hago.

-¿Lloraste toda la noche por él?

Ni una sola lágrima.

-¿Eso es bueno o malo?

No lo sé…

-¿Y bueno…en ese caso ya sabes qué hacer?

Sí.

-¡Genial! ¿Qué harás?

Termino de masticar solo para darle un trago a mi jugo y aclararme la voz. Me iré a Bali a ver a Tensa.

-Vaya… ¿Cómo de vacaciones? ¿Cuánto tiempo?

No lo sé, indefinidamente.

-¡¿Ah?! ¡¿Estás loco?! ¡¿Qué hay de tu trabajo?! ¡¿De tu vida aquí?! No puedes irte y dejarlo todo.

Renji ¿Sabes lo que sentí esta maña cuando desperté?

-No…

¡Nada! Absolutamente nada, ni una chispa de vitalidad, ni ganas de hacer nada, ni siquiera calor en mi cuerpo. Y eso solo empeora Renji. Me aterra, es peor que la muerte perder las ganas de vivir, de sentir. Pensar que siempre seré esta persona me aterra ¡Me asusta! Renji niega con la cabeza cansado y mirándome fijamente.

-Ichigo tranquilo, mucha gente pasa por esto. Se enamoran torpemente cuando son adolescentes como en tu caso, inician una relación seria, se van a vivir juntos, arreglan su hogar, echan raíces y cuando las cosas se ponen difíciles un día se dicen “Esto ya no es para mí”. Entonces se caen, se hieren pero se vuelven a levantar y vas a una jodida terapia con un sicólogo o yo que sé. No simplemente te retiras de la vida.

No me estoy retirando. Renji necesito cambiar, necesito un cambio en mi vida.

-Ichigo nos tienes a todos nosotros, tus amigos, tu familia, no estás solo ya que nosotros te apoyamos y sobre todo te amamos.

Aprieto los puños negando rápidamente con la cabeza. Dime Renji ¿Tú sientes mi amor por ti? ¿Mi apoyo? ¡No! ¡No hay nada! ¡No tengo nada dentro de mí! ¡Estoy vacío! ¡Como muerto en vida! ¡Prácticamente no tengo pulso! Renji se queda callado mientras yo me tranquilizo inhalando con fuerza. Me iré a Bali, ya te lo dije.

-¿Por qué a Bali?

No lo sé, porque me atrae, suena hermoso, lindo, excitante. Y quiero eso Renji, quiero eso en mi vida. Necesito sentirme libre nuevamente, quiero reírme, comer algo delicioso, tener deseo de disfrutar, de vivir el cual ha desaparecido. Quiero ir a algún lado donde pueda maravillarme con algo, sonreír hasta que me duela el rostro, reírme hasta las lágrimas. Yo que sé, tal vez seguir tu consejo, beber, embriagarme y tener sexo con un hombre atractivo al cual por lo menos le interese seducirme.

-¡Ichigo por dios, estás comportándote como un maldito adolescente!

¡Eso está bien! No me interesa, porque desde que tenía quince putos años he estado en relaciones estúpidas que no hacen más que hundirme. Saliendo de una solo para meterme a otra por tantos años de mi vida ¡Y mírame! ¡Mírame ahora! ¡No tengo nada! ¡Nunca he tenido tiempo para mí en mis malditos veinticinco años! Nada de tiempo… Renji me mira fijamente solo para suspirar.

-¿Cuándo te vas?

Hoy en la noche. Mi amigo abre los ojos de la impresión solo para terminar sonriendo.

-Estás loco ¿Lo sabes verdad?

Lo sé.

-Ni siquiera cuando íbamos en la universidad se te ocurrieron semejantes hazañas.

Ni a ti, casado y con tantos hijos.

-La gente cambia.

Sí…la gente cambia. Ambos nos sonreímos y volvemos a comer. Por la tarde Renji le encarga sus hijos a los sirvientes solo para acompañarme a comprar un par de cosas para el viaje y demás. También me aseguro de contactar a mi hermano y decirle que iré a verlo, lo cual lo sorprende y alegra en exceso. Y por último le aviso a mis padres justo antes de ir rumbo al aeropuerto cuando ya no pueden detenerme, después de todo ya no soy un niñito.

Seguramente regresaré como en una semana, harto, llorando y con jodida malaria. Ambos nos reímos mientras Renji termina de estacionar su auto para luego ayudarme con mi maleta mientras yo me coloco mi mochila para ingresar al aeropuerto rumbo a la sala donde tengo que abordar. Ya me dio miedo sabes. Y lo más gracioso es que esta vez no tengo a nadie que me espere en casa, de hecho ni siquiera tengo una maldita casa a la que volver.

-Está bien, ya harás amigos o yo que sé. Te hará bien alejarte de todo esto. De hecho Byakuya y yo hemos estado pensando en irnos un mes entero a la enorme villa que tiene su familia en Saint Tropez… Quizás dentro de quince años cuando los niños sean más grandes.

Apenas escucho su voz extraña y sus palabras cortadas ambos nos miramos con la mirada algo quebrada. ¿Qué? Nos detenemos y Renji me sonríe algo tembloroso para luego colocar su mano en mi hombro.

-¿Sabes por qué te moleste tanto hoy en la mañana?

Nos miramos fijamente mientras él suspirar mirando por todos lados para luego enfocarse en mí.

-Dios sabe que amo mi vida, mi trabajo, a mi marido y sobre todo a mis hijos, pero…quisiera poder ir contigo.

Ambos nos miramos con los ojos llorosos por lo que rápidamente nos abrazamos. Renji frota mi espalda para luego despegarse y sonreírme enormemente.

-Te quiero y estoy sumamente orgulloso de ti. Ahora vete y sé tan feliz como puedas ¿Sí? Vuelve a sonreír como solamente tú sabes hacerlo.

Me aguanto las estúpidas emociones y las ganas de llorar abrazando con fuerza a Renji el cual me sonríe. Una vez listo me voy y tomo mi vuelo. En cuanto el avión despega no me queda más que suspirar. Digamos que será un largo descanso y que me inspiraré, ya sé. Soy un periodista y como tal podría escribir sobre un hombre que se va a Bali a aprender bahasa y titularlo “Playa azul, chicos sexys y conjugaciones”. Sonrío sabiendo que soy un estúpido y no sé lo que hago pero todo es mejor que quedarse en un lugar que solo me causa dolor.

 

2

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Primera anotación del país. ¿Cómo describes Bali en una palabra? ¡Caliente! ¡Jodidamente caliente! ¡Mortalmente caliente y asquerosamente húmedo! Oh carajo ¿En qué momento pensé que la playa era un lugar para mí? Hace tanto calor que la ropa se ha adherido a mi piel totalmente. Y ahora soy asesinado lentamente por esa sensación chiclosa, ardiente, asfixiante y pegajosa debido al sudor de mi cuerpo. Según Tensa ya venía cerca por lo que salí del lindo aeropuerto para esperarlo afuera y llevo quince minutos parado aquí como un idiota.

La señora de los periódicos está seriamente pensando si llamar a la policía ya que me ve con ojos de terrorista. Aunque no sería mala  idea ser arrestado si en la estación de policía tienen aire acondicionado. ¿Dónde esta ese torpe de Tensa? De solo recordar a mi pequeño hermanito con cabello rebelde, el cual fue secuestrado por ese idiota depravado de Aizen me hierve la sangre pero ya han pasado casi diez años así que supongo que ya debería empezar a considerarlo como de mi familia.

De repente escucho un claxon que me hace elevar la vista, es una linda camioneta de lujo y Tensa me saluda desde el asiento del conductor. Casi me rio pero me muerdo la lengua y me aguanto ya que él solía conducir uno de esos autos de tercera mano que papá se ganó en una apuesta, pero ahora es un gran señor casado con su carro grande de juguete.  Se ve adorable, seguro que se lo regaló Aizen para seguir lavándole el cerebro. En fin, en cuanto se baja miro que su estatura sigue relativamente igual pero esa expresión de niño consentido no ha cambiado.

-¡Ichigo!

Apenas me abraza la sensación de calor se intensifica pero no dudo en estrujar a mi hermano por los mil años que no nos hemos visto. Sí, definitivamente necesitaba esto, un abrazo reconfortante de alguien que me entiende.

-Te extrañe tanto. No puedo creer que estés aquí.

Mírate, no has cambiado en nada.

-¡Claro que sí! ¡Crecí cinco centímetros eh! ¡Que no se te pase!

Ambos nos reímos mientras yo tomo mis maletas y las subo a su cajuela para luego sentarme en el asiento del copiloto, sonriendo enajenado ante el precioso y bendito aire acondicionado. Hey soy de la ciudad y ahí no hace tanto calor así que no vale juzgar. O eso le doy a entender a Tensa con la mirada. Sin embargo mi pequeño placer se va al carajo ya que Tensa lo apaga y abre las ventanas.

-Ichigo si viniste aquí debes disfrutar el rico calor y la vista ni se diga. Es porque aún estamos en la ciudad pero apenas vayamos a los extremos para cruzar rumbo Kuta te arrepentirás por no haber venido antes.

¿Qué es Kuta? ¿Con que se come? ¿Está guapo?

-Tonto es el área dónde vivo… tú te quedarás en otra parte cerca de ahí. Y sigo insistiendo ¿Por qué no te quieres quedar con nosotros? No deberías gastar dinero innecesariamente si tu familia está aquí.

Corrección tú y mis sobrinos son mi familia. Aizen es un alienígeno desconocido para mí.

-Que tonto eres…

Tensa me da un golpecito que nos hace reír mientras yo observo las calles de la linda ciudad hasta que nos desvíanos por un camino rocoso como para rodear una inmensa montaña. En cuanto salimos de un túnel abro la boca hasta el piso al ver el paisaje de mi lado.

-¿Lindo no?

Azul…preciosamente azul. ¿Alguna vez se han imaginado como luce el paraíso? Yo lo hago todo el tiempo y me acabo de dar cuenta que se encuentra en la tierra y que acabo de llegar a el. Un inmenso mar azul cristalino se extiende en la parte baja, con un oleaje con tenue espuma como perlas brillantes y preciosas acumulándose en las orillas. Mientras que la arena es blanca, tan blanca como la nieve pero a la vez sumamente resplandeciente como la misma luna.

Y el follaje verde, tan lúcido, tropical y exótico con inmensas palmeras que se alzan decorando todo a su paso junto a montones de rocas más. El aroma a sal cálida y húmeda te inunda las fosas nasales hasta impregnarse en el rincón más oculto del cuerpo y de la mente. El sol, más candente que nunca besa la superficie del mar, reflejándose en todo su esplendor en compañía de las pocas nubes que hay. Sin duda el paraíso lo veas por donde lo veas.

-Te dije que era bonito.

Es…increíble. Y esa palabra se queda corta, pero tampoco quiero sacar a relucir mi resiente adquisición de diccionario de sinónimos, pero sin duda es una imagen superflua, única, maravillosa y la cual de corazón espero no olvidar nunca. Hacía tanto que no me sorprendía con un paisaje que ahora no puedo dejar de sonreír como idiota. Avanzamos con rapidez y en un lindo silencio rodeando la montaña y cruzando caminos que simplemente no dejan de sorprenderme.

Azul y verde por todos lados, bellas flores coloridas, frutos que jamás había visto cuelgan de los árboles y aromas que no tenía en mi repertorio, todos llegan como flashazos dejándome sin palabras. No dejo de sorprenderme por cualquier pequeñez hasta que descendemos al área de la playa y nos adentramos a lo que si no me equivoco es un residencial  al cual llegamos al final ya bastante alejado de las demás casas justo al borde de la playa.

-El dueño de las villas es amigo de Sousuke así que te conseguimos un buen precio.

Genial, ahora le debo un favor a ese relamido. Sin embargo en cuanto nos detenemos afuera de la que se supone será mi hogar en la playa nuevamente mi quijada se va hasta el piso. Y así como un mocoso emocionado me bajo admirando la preciosa villa moderna de color blanco con algunos balcones y un techo de teja caribeño más una enorme piscina personal.

Tensa me arroja las llaves por lo que entro casi volando viendo los muebles de playa y sobre todo corriendo hasta la enorme terraza. En cuanto abro las puertas transparentes y corredizas más las cortinas una enorme ráfaga de viento me golpea cegándome por un momento, pero apenas mi vista se aclara sonrío. Qué bueno es estar vivo.  Mi terraza también es una entrada y tiene unas escaleras que bajan directamente a la preciosa playa que tengo frente a mí.

-¿Te gusta?

¡¿Bromeas?! ¡Me fascina! Tensa me sonríe para luego aventarme mis maletas como diciendo “De nada por la ayuda” A lo cual me río y lo abrazo. Gracias es simplemente genial.

-Lo sé aunque no es por presumir pero mi casa está más bonita. ¿En serio que no quieres quedarte con nosotros? ¡Los niños estarían encantados!

Lo siento Tensa pero si hay niños no puedo pasearme desnudo por la sala mientras bailo y grito obscenidades a los transeúntes. Mi hermano se ríe junto a mí para luego pellizcarme la nariz. Digo era eso o decirle que ni loco desayuno, como y ceno en la misma mesa que Aizen y su mirada que me recrimine gritándome  “Solterón y huyendo de la vida”.

-Bien, odio tener que irme pero los niños saldrán pronto de la escuela. Así que te doy indicaciones rápidas. Está playa la ocupan en su mayoría surfistas pero no son tantos como crees. Y tu villa es la única que da hacía esta playa más otra residencia que se encuentra en el acantilado, así que puedes ser egoísta y creerte dueño del lugar. Oh y si en la noche te sientes en ánimos aquí mismo caminando sobre la playa hacía la parte este, a un par de kilómetros hay un precioso bar que se llena todas las noches. “El Edén” Hay música en vivo y el ambiente es genial. Los dueños son personas sumamente amables. También…

¡Es suficiente!

-¡Pero si todavía no te digo donde comprar comida ni otras cosas!

Vamos Tensa no tengo tres años, con que me digas que muchachos guapos nadaran frente a mí y que hay alcohol cerca me basta. Mi hermanito se vuelve a reír y a abrazarme para ahora si por fin despedirse e irse dejándome solo. Por lo cual apenas se va grito como un maldito poseído para literalmente quitarme la ropa hasta quedar en bóxers y correr hasta la terraza gritándole al mundo ¡Por fin solo carajo! ¡Sin trabajo, sin preocupaciones y sin remordimientos! ¡Todos pueden irse al demonio! ¡¿Me oíste Urahara?!

Sonrío orgulloso con las manos en la cintura hasta que escucho una risita que me hace girar y ver como claramente dos personas se ríen de mí. Que listo eres Ichigo…que listo eres. Un larguirucho con sonrisa de piano en traje de baño, cargando una tabla y una chica peliazul de brutales curvas, la cual se cubre la boca para que no vea que se burla de mí ahora casi se cae al piso de la risa por mi escena señalándome sin pena. Oh mierda…surfistas.

-¿Oíste a ese perdedor Nel? ¡Vaya loco!

-Shh…no lo molestes. Ven vámonos.

La chica se disculpa y lo toma de la mano para luego salir corriendo mientras yo sigo estático. Supongo que no debí haber gritado eso pero sinceramente no me interesa. Aunque ponerme un traje de baño tal vez no sea mala opción, digo por si las dudas. Una vez cambiado y bañado en bloqueador solar salgo a la arena bastante determinado hasta que noto lo jodidamente caliente que está. Por lo que comienzo a resoplar y a correr como desquiciado rumbo al mar.

Conforme atravieso la arena suave como talco no puedo evitar sonreír. Eso…sonreír, debo sonreír y tal vez conquiste a algún tipo guapo, millonario, toda una fiera en la cama, inteligente…basta Ichigo, esos hombres no existen o son homosexuales. ¡Espera! ¡Yo también! Vuelvo a sonreír hasta que escucho un par de chiflidos, gritos y demás ovaciones de un grupo de chicos a varios metros a mi derecha que me hacen girar.

Miro como señalan algo en el mar que nuevamente me hace voltear. En cuanto lo ubico sé por primera vez en la vida que todo tiene un orden y un sentido y que yo estoy aquí en este preciso momento porque tenía que mirarlo a él y a nadie más que a él. Trago saliva sintiendo mi corazón latir con demencia y brutalidad amenazándome con salirse de mi pecho. Mi estómago se contrae mientras mi cuerpo arde no solamente por el sol. Literalmente siento cada gota de sudor deslizarse por mi piel mientras mis poros se abren y me estremezco de pies a cabeza por él.

Aquí frente a mí quizás a unos treinta metros mar adentro yace un animal salvaje, no, es un hombre, definitivamente es un hombre, pero más que un hombre parece un dios deslizando entre el agua sobre una tabla. Específicamente atravesando una inmensa ola que haría temblar a más de uno. Pasa entre ella rozando las barreras con la punta de sus dedos como si fuera su territorio. Su cuerpo aun de lejos luce bastante tonificado y musculoso, recubierto por un traje especial negro. Sin embargo todo es perfecto, es como si se fundiera en el océano.

Ya que aparte del mar furioso y el cielo amplio tanto su cabello mojado que vuela como el viento como sus ojos feroces que someten el agua que atraviesa son azules. ¿Quién es él? Aun cuando ya se ha fundido en el agua para sumergirse mi vista no se aparta del lugar por donde pasó. ¿Creen en el amor a primera vista? Yo no, pero si no es amor no sé qué demonios sea porque lo que he sentido en este momento dentro de mí, va mucho más allá del amor, o bueno eso creo.

Kurosaki Ichigo veinticinco años, en primavera. Y me he enamorado por primera vez. Sí…definitivamente estoy enamorado. Mírenme, realmente he perdido la cabeza, lo he perdido todo pero mi sonrisa no se borra hasta que de repente un tono musical extraño me hace salir de mis pensamientos. Me toqueteo por todos lados hasta que noto que lo que suena es mi celular que vibra. ¿Por qué rayos pensé que necesitaría un celular para ir al mar? Realmente estoy loco.

Pero en ese segundo que miro quién llama, contesto y demás he perdido al peliazul y aunque lo busco no lo encuentro. No me digas que se ahogó ¡No por favor!  Mi alma descansa cuando lo veo muy a lo lejos juntándose con esos chicos que le gritaban. El que habla es Renji para saber cómo llegue pero solo escucho su voz en mi oído ya que no puedo contestar, más bien las palabras no salen ya que sigo demasiado entretenido mirando a ese peliazul.

Y así como si el destino decidiera darme un regalo aun tan lejos nuestras miradas se encuentran por segundos que parecieran eternidades, hasta que miro como frunce el ceño y desvía la mirada. ¿Eso fue para mí? No, no imposible, digo no es como que hayamos cruzado alguna palabra como para que ya me odie y frunza el ceño así.

-¡Tierra llamando a Ichigo! ¡Carajo sé que estás ahí! ¡Te escucho respirar idiota!

¡Jódete Renji carajo, mi posible único amor en la vida me acaba de ver feo!

-¡¿Qué?! ¡¿Cómo es?! ¡¿Es guapo?!

No, no guapo no. Hay gente atractiva, carismática, sensual, erótica por naturaleza, luego algunos dioses hermosos y divinos y finalmente deben abrir una nueva categoría que diga “Sexo puro y candente” para él. Apenas termino de hablar Renji y yo nos reímos como un par de idiotas hasta que me doy cuenta que nuevamente ese chico me está mirando, lo cual me hace sonreírle tímidamente. Sin embargo él vuelve a fulminarme con un ceño fruncido que me rompe el corazón y me hace desviar la mirada.

-¡¿Qué pasa?! ¿Ya está en tu cama el señor sexo puro? ¡No folles con él mientras hablas conmigo!

¡No, que va! Renji me odia, el tipo me odia. Dos veces me ha mirado y las dos veces ha fruncido el ceño.

-¿Solo eso? No te preocupes, no te odia. Simplemente ha de ser familiar de Byakuya que siempre se la pasan con las cejas unidas pero no les quita lo encantadores. Así que te hablaré mañana para saber que tal estuvo tu noche.  Y algo más Ichigo ¡Habla con él! No esperes milagros de la nada ¿Sí? Sé que eres mucha boca pero pocas acciones.

Sí mamá. Ambos nos reímos y nos despedimos. Eso es, Renji tiene razón. Debo dar el primer paso. Por lo que me armo de valor y giro para encontrarme con que no está. No está…¡No está! ¡¿A dónde se metió?! ¡¿Otra vez al mar?!  Lo busco con la mirada pero esta vez no hay más que olas vacías. Camino de un lado para otro sin resultado y su grupo tampoco está. Maldición, se debió de haber marchado con ellos mientras yo hablaba por teléfono.

Suspiro triste ya que no sé si volveré a verlo, hasta las ganas de nadar se me quitaron. Aunque ahora que lo pienso claramente es surfista y si este lugar le gusta volverá ¿Cierto? ¡Debo ser positivo! Y definitivamente la próxima vez que lo vea le hablaré pase lo que pase. Digo es muy guapo, podríamos divertirnos juntos y….de ahí no creo que pase. Ya que por más que me guste aun no creo estar listo para que me vuelvan a romper el corazón. ¡Pero de qué demonios hablo! Ni siquiera sé cómo se llama y ya pienso en relaciones ficticias. No tengo remedio…

3

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Nuevamente esa terrible vibración me hace salir de mis sueños. Abro los ojos mirando oscuridad borrosa y difusa hasta que logro aclarar mi vista y levantarme ya que al parecer me quede dormido sobre el sillón. Me estiro un poco notando que una deliciosa ráfaga de viento caliente se cuela desde la terraza ya que dejé la puerta abierta. Genial Ichigo, pudieron haberte robado y yo ni enterado. Me levanto con cuidado hasta que logro encontrar las luces las cuales enciendo viendo que todo está hecho un desastre debido a que saque mis pertenencias de mis maletas.

Suspiro derrotado yendo hacía el comedor de donde tomo mi celular y miro que tengo varios mensajes perdidos de Tensa más algunas llamadas de mis padres. Sin embargo el último es el único que llama mi atención. “Ichigo olvide decirte que el dueño del bar de la playa me conoce, su nombre es Kyoraku-san. Dile que soy tu hermano y seguro que te invita un trago gratis ¡Disfruta tu primera noche en Bali!” Ni loco voy a salir en este momento. Aunque a decir verdad tengo ganas de beberme algo fuerte.

Por lo que me arrastro y meto a dar una ducha ya que estoy bastante sudado para luego ponerme una bermuda y una camiseta fresca, ya que aunque es de noche el ambiente sigue tan o más ardiente que en el día. Una vez listo salgo nuevamente de la villa sonriendo al disfrutar la brisa marina y ver las olas a varios kilómetros estrellarse contra el acantilado. Por un momento miro hacia arriba viendo que evidentemente hay una casa de tres pisos bastante grande y lujosa, la cual tiene unas escaleras que bajan por todo el empedrado del risco hasta la arena de la playa. Sí que los dueños deben de tener mucho dinero.

No le presto más importancia comenzando a caminar por la preciosa arena suave rumbo al bar de la playa, que realmente se alcanza a ver a algunos kilómetros más adelante por las luces y demás. Un par de minutos más y por fin llego quedándome con la boca abierta al ver lo lindo que es el lugar rodeado de preciosas antorchas. Se trata de una linda palapa y todo desde los peldaños, las mesas, el cuadro del centro que funge como barra y demás son de preciosa madera rústica que le da un aspecto a corteza de palmera.

Algunas lámparas chinas caen desde el techo, las cuales iluminan tenuemente dándole un ambiente íntimo y relajado mientras que la música resuena. Camino entre muchas personas ya que se encuentra totalmente lleno a pesar de que aún no es fin de semana. Logro atravesar a la multitud que baila o que simplemente se ríe y convive llegando hasta la barra donde me siento en un banco en una esquina libre.

De inmediato miro del otro lado de la barra no solo una colección tremenda de licores sobre bellas tarimas de cristal sobre la pared. Sino también a un hombre maduro y atractivo de largo cabello castaño y barba abundante mezclando en algunos vasos especiales lo que parecen ser cocteles, deslumbrando a su público al hacer uno que otro malabar con los vasos hasta que sirve las bebidas en lindas copas. Sonrío entretenido con el acto escuchando los chiflidos y demás mientras tomo un par de cacahuates de los botaneros.

-Hola, jamás te había visto por aquí ¿Qué te doy?

Giro viendo frente a mí a un amable hombre de expresión dulce y largo cabello blanco. Soy nuevo en la zona, mi nombre es Ichigo.

-Ya veo Ichigo que gusto me da conocerte, yo soy Ukitake Jushiro.

Mucho gusto, disculpa Ukitake-san ¿Conoces a Kyoraku-san?

-¿A Shunsui? Claro es mi marido.

Me sorprendo sonriéndole a Ukitake-san que me regresa el gesto.

-Es el barman.

Me señala al hombre de cabello castaño que ahora destapa un par de cervezas con un cuchillo de paso bebiéndose una y recibiendo en el proceso un manotazo en la nuca por Ukitake-san que ha ido por él y ahora me lo trae de una oreja.

-Deja de beber durante el servicio Shunsui.

-Lo siento cariño es que hace tanto calor.

-No es pretexto, pero mira él es Ichigo y estaba preguntando por ti.

-Hola muchacho no recuerdo conocerte ¿Te atropelle o te debo dinero? Porque sí es así no soy el hombre que buscas.

-¡Shunsui! ¡¿Has atropellado a alguien?!

-¿Qué? No…no, por supuesto que no. Bueno…no recuerdo claramente en este momento.

El hombre se ríe mientras el pobre Ukitake-san rueda los ojos. Mi hermano es Tensa, vive aquí y me dijo que lo conocías.

-¡Ah! ¡¿Tensa-chan es tu hermano?! ¡Haberlo dicho antes! ¡Es la estrella del bar!

¿Eh? Kyoraku-san se cruza de brazos asintiendo muy enérgico y orgulloso para luego señalarme atrás de él un par de fotos que hay, de al parecer personas famosas que han venido a su bar. Y entre ellas está Tensa el cual tiene un coco dorado como “trofeo” que lo reconoce como la estrella del bar ya que se ha tomado quince piñas coladas en menos de treinta minutos. Me rio avergonzado de mi hermanito ebrio el cual casi se desmaya en la foto sin embargo sostiene su coco con orgullo. Mañana no se la va a acabar.

-¡No me digas que vienes a robarle el título! ¡Esto es un reto! ¡Jushiro trae más ron que lo necesitaremos!

¡No, no, no! Solo vine a saludar… Kyoraku-san se ríe ya preparando una piña colada la cual me da para luego guiñarme un ojo.

-En ese caso esta va por la casa muchacho, diviértete y si estás listo para participar dímelo y yo mismo te prepararé tus bebidas.

Gra…gracias. Kyoraku-san grita emocionado yéndose con sus demás clientes que ya lo esperan para seguir platicando, bebiendo y demás mientras yo me quedo estático. Que gente tan…¿Enérgica?

-Perdónalo, siempre es así.

Le sonrío a Ukitake-san el cual limpia la barra y cambia los botaneros. Así que son dueños del bar.

-Bueno tenemos otros negocios en la ciudad y en otros lados pero este es el único que atendemos directamente.

Ya veo… Continuo hablando con Ukitake-san hasta que suena el teléfono del lugar y él se va a contestar mientras yo miro que la música sube de intensidad al igual que el ambiente. También conforme la noche avanza más gente llega y yo por supuesto me dedico a probar cada bebida que hay, piñas coladas, daiquiris y diez clases más de cocteles todos hechos por Kyoraku-san y debo decir que son las mejores bebidas que he tomado en mi vida. Embriagantes, dulces y deliciosas.

-Ichigo-chan tienes buen gusto ¿Te preparo el trago más especial del bar? ¿Una pantera azul?

¿Pantera azul? ¡Claro! ¡Me gusta ese nombre! Asiento ligeramente mareado viendo a Kyoraku-san reírse y comenzar a prepararme una enorme bebida de diferentes colores azules, frutos, escarcha y demás que me da en una enorme copa. Apenas le doy un trago y los malditos ojos se me voltean pero definitivamente es un sabor increíble, fresco, dulce y a la vez cálido que se propaga por toda la lengua y la garganta dejándote una rica sensación intensa. ¡¿Qué tiene esto?! ¡Está buenísimo!

-No puedo decírtelo, es mi receta secreta. Si quieres otra me avisas.

Claro… Él se va mientras yo sorbo con mi popote mi bebida cuando de repente escucho una peculiar risa que me hace elevar la vista. Trago en seco en cuanto lo veo, es la fiera peliazul y si antes se veía sexy de lejos ahora compruebo que debe ser hijo de algún dios. Porta una camiseta blanca de manga que le llega poco arriba de las muñecas dejando ver sus pulseras tribales, con un erótico cuello en v que muestra la piel bronceada y firme de su pecho fornido e inclusive algunos tatuajes que no alcanzo a denotar bien.

Con un pantalón del mismo tono y unas sandalias ahora se sienta justo frente a mí del otro lado del cuadro de la barra. Tiene ese aire salvaje portando una perforación en uno de los lados de su labio inferior, otra en la ceja y un par más en una oreja. Pero lo más importante. Sus ojos están fijos en mí. Ukitake-san le destapa y le da una cerveza mientras yo sorbo de mi popote, sintiendo que el líquido frío se me escapa de los labios al mirar su rostro atractivo y su cabello azul algo desordenado.

Me quedo hipnotizado contemplando como sus labios se unen a la boca de la botella de cristal. Tal vez estoy loco pero me parece candente, casi morboso y sensual el movimiento de sus labios al succionar el líquido. Prácticamente siento la temperatura del lugar aumentar al observar la manzana de su cuello masculino moverse arriba y abajo al tragar. Rápidamente desvío la mirada bruscamente al darme cuenta de que él no se pierde los detalles de mis expresiones. El maldito calor me inunda haciéndome sonrojar fulminantemente. Es momento de irme, si, debo irme.

Pero antes vuelvo a mirar en dirección del chico misterioso chocando con su mirada fija en mí de nuevo. Hasta que en ese instante la voz de Kyoraku-san resuena por todo el lugar debido a que habla por el micrófono dando indicaciones. Seguidas de la gente levantándose y elevando las manos para bailar. Mierda, lo he perdido de vista. En cuanto la gente recupera su postura original veo que él ha desaparecido de la barra.

Miro a mí alrededor en su búsqueda, sintiendo una fea angustia en vano ya que no está. Se ha esfumado totalmente dejándome sumido en un estado que ni siquiera yo sé reconocer. Me estaba mirando, me miraba como un depredador ve a su presa antes de devorársela, lo sé, lo siento. No, debe ser mi imaginación por lo que dejo el dinero de mi cuenta y salgo del lugar abriéndome paso como puedo entre los cuerpos mojados en sudor.

Justo cuando paso a lado de los servicios de hombres se escuchan algunos gemidos que me hacen apretar las piernas casi por impulso. ¿Qué carajos me pasa? Inhalo con fuerza y salgo totalmente del lugar adentrándome a la playa, necesito estar solo y dormir, sí, eso necesito. Pero no puedo olvidarlo, esa mirada penetrándome hasta el alma. Nunca. Antes. Igual. Me rio un poco ante mi estupidez, pero el solo imaginar besar sus labios carnosos y lamer su manzana de Adán para probar el sabor de su piel me hacen vibrar.

Un gemido escapa de mis labios inconscientemente por lo que me cubro la boca avergonzado. Es imposible desear de esa forma a alguien que solo has visto dos veces durante apenas unos minutos. Pero lo hago…lo deseo insanamente. Su imagen fiera y peligrosa se me ha grabado a fuego en el cuerpo y no puedo dejar de fantasear con él. Mi mente divaga en un huracán de visiones y situaciones sugerentes sobre su cuerpo desnudo hasta que escucho un par de pasos atrás de mí.

De inmediato me asusto girando, como un mero impulso incontrolable. La intriga lucha con el temor precipitando la sangre en mis venas por lo que en cuanto compruebo que me están siguiendo y de quién se trata nuevamente mis mejillas arden. Es el chico peliazul. Me relamo los labios nervioso y algo temeroso, acelerando mis pasos y comprobando que él también lo hace. No hay absolutamente nadie cerca y la música del bar ya no se escucha ¿Debería correr?

Justo cuando esa idea cruza mi mente una mano se cierra sobre mi muñeca deteniéndome en seco. No me giro solamente sintiendo el aire comenzar a salir en pequeñas y rápidas exhalaciones de mi boca mientras que mi corazón late tan fuerte que podría agujerarme el pecho. Ambos nos quedamos quietos hasta que él comienza a acariciar la parte interna de mi muñeca con su dedo pulgar haciéndome que mi boca se llene de saliva. Una petición silenciosa.

El ambiente húmedo nos envuelve amenazándome con derretirme hasta que un suave, apenas perceptible tirón de mi mano me hace estremecer. Y sin poder más giro encontrándome con sus ojos azules como el cielo, el mar y el mismo paraíso. Esos ojos felinos que me lo dicen todo, esa petición, su determinación, el anhelo, el deseo crudo, la promesa de darme un placer indescriptible y su intención de no dejarme escapar esta noche.

Un brutal escalofrío me recorre conforme él me jala levemente, llevándome sin apartar sus ojos de los míos y tirando de mí como un maldito imán atrayéndome. Mis nervios e impaciencia se acumulan sin saber a dónde vamos. Pero casi al instante la incertidumbre me golpea ¿Quién es? ¿Cómo se llama? ¿De dónde viene? Tengo ese deseo descarnado y misterioso de escuchar su voz. No sé nada hasta que él me lleva entre un par de palmeras hasta una pequeña palapa vacía en la cual me pega contra la pared de madera, arrinconándome totalmente al colocar sus manos a los costados de mi rostro.

Mi cuerpo se contrae y humedece asustándome ante mis propios deseos al sentir su respiración sobre mis labios. ¿Cómo te lla…? Más la frase se queda en suspenso debido a su dedo índice sobre mis labios. Una petición muda, por lo visto no hablaremos mucho, eso está claro. Su dedo deja de presionar mis labios para ahora acariciarlos tenuemente sin que sus ojos se aparten de mí. Su mano libre se desliza por mi espalda hasta llegar a mi trasero el cual presiona haciéndome gemir y diciéndome silenciosamente lo que quiere de mí.

Un gemido más escapa de mis labios al sentir como se pega a mí dándome a notar lo que guarda entre sus piernas, caliente y monstruosamente enorme. Me relamo los labios nervioso, pasando mi lengua sin querer por su dedo escuchando un pequeño jadeo proveniente de él que me sabe a gloria y me termina de mandar una rica corriente de placer directo a la entrepierna. De inmediato vuelvo a sacar mi lengua y a repetir la caricia consiguiendo que introduzca su dedo en mi boca y sus ojos fijos en mis acciones.

Lamo y succiono levemente su dedo humedeciéndolo con mi saliva tibia, sintiendo como no tarda en moverlo en mi interior, metiéndolo y sacándolo, como si estuviera follándome la boca con esa dura parte de su cuerpo. Pero lo mejor sucede cuando saca su dedo y toma agresivamente mi rostro para besarme con pasión. Un beso rudo y salvaje que me excita a sobre manera al descubrir que tiene otro piercing más en la lengua. Me estremezco entre sus brazos al sentir sus manos bajar por mi espalda y meterse entre mis pantalones y ropa interior para estrujar mis nalgas haciéndome gemir.

Su boca recorre mis labios, bajando por mi barbilla y cuello chupándome y mordiéndome con hambre y gula como si quisiera comerme a pedazos. No hago más que gemir y meter mis manos debajo de su camiseta para palpar su duro abdomen marcado, finamente aterciopelado, caliente y húmedo por el sudor de su cuerpo. Hago mi cabeza de lado dándole mayor acceso a mi cuello a la vez que inhalo con fuerza el aroma de su cabello percibiendo el olor de su colonia y ese peculiar toque salado por el mar más su propia esencia masculina y erótica.

En cuanto me gira pegándome contra la pared para que le dé la espalda; tiemblo sintiendo mi erección punzar conforme me baja los pantalones y la ropa interior lo suficiente y sin reparo alguno mientras su boca ahora se dedica a marcar mi nuca. Mi cuerpo arde en deseo caliente, cruel y pecaminoso sintiendo su lengua deslizarse por mi piel perlada para probar mi sabor. Me masturbo ansioso y desesperado al escuchar ese sonido que ya bien conozco, el de su hebilla siendo desabrochada al igual que el cierre de sus pantalones y su respiración agitada en mi oído.

Brinco sintiendo millones de escalofríos recorrerme de pies a cabeza al sentir como escupe sobre sus dedos, humedeciéndolos lo suficiente para luego pasarlos por afuera de mi entrada y lubricarme. Jadeo entrecortadamente sabiendo que lo hará y rápidamente lo compruebo al sentir como talla su gruesa punta que ya escurre caliente contra mi entrada a la vez que su mano libre llega hasta mi cabello, jalándome agresivamente, haciéndome gritar y echar la cabeza para atrás recargándola sobre su hombro. Mientras que sus labios húmedos se colocan sobre mi oído susurrándome obscenamente en la obscuridad.

-¿Sueles seducir hombres para que te follen como a un animal eh? Que chico tan sucio y sobre todo lindo, eres un verdadero encanto por lo que te lo daré como te gusta.

Mi mente está en blanco mientras que mi vista se nubla y el calor me asfixia por lo que las palabras no salen en respuesta a su erótica voz grave. Apenas si alcanzo a jadear con fuerza sintiendo que se me quiebra la voz al sentir como me penetra brutalmente. De inmediato un dolor obsceno, casi morboso se apodera de mi seguido de un placer intenso más allá de lo inimaginable. Su enorme y gruesa erección punza hinchada dentro de mí, llenándome hasta hacerme sentir saturado. Maldición se siente tan bien, duele, duele como el demonio pero me encanta.

El ardor y el placer incrementan en cuanto el comienza a moverse y a chocar con rudeza sus caderas contra mí, dándose impulso al seguir jalándome del cabello con una mano mientras con la otra me abraza por la cintura. Se entierra en mi interior con violencia, dejándome abierto y mojado para él. Me gusta muchísimo, me encanta, me fascina, me enloquece, siento que me muero y no podría desear otra cosa. Mi erección palpita ardiente, mi cuerpo se derrite y mi interior no para de humedecerse y contraerse.

-Mierda, estás tan estrecho y caliente…apretándome tanto.

Me logro sacar las bermudas y la ropa interior, pateándolas lejos mientras me aferro a la pared que pareciera caerse en cualquier momento. Continúo gimiendo y chocando mis caderas contra él para generar más impacto, deleitándome con el sucio y obsceno sonido líquido de nuestros cuerpos uniéndose. Me aferro a la pared intentando no caer al sentir como me levanta una pierna para entrar con mayor profundidad en mí haciéndome tocar las malditas estrellas del firmamento. Hahh…más, maldición más, no te detengas.

Jadeo descontrolado, aferrándome a la pared sintiendo mis piernas temblar por lo que comienzo a resbalarme haciendo que él aferre sus manos a mi trasero, mientras yo toco con mis manos la maldita arena. Sus brutales penetraciones podrían destrozarme en cualquier momento pero me encanta. Me corro con una enorme sonrisa descarada, escuchándolo gruñir y salir de mi interior para también terminar y correrse sobre mi trasero solo para girarme a prisa y estrellarme nuevamente contra la pared.

De inmediato me carga por lo que no dudo en abrazarme a su cuello y rodear su cintura con mis piernas. Volviendo a gemir y a sonreír al sentir como nuevamente me penetra ahora follándome contra la maldita pared echa de ramas que realmente está por caerse. Ah…sí…sí…hah. Ambos nos sonreímos con complicidad jadeando entre besos y mordidas apasionadas. Meto mis manos entre su cabello despeinándolo mientras disfruto su gruesa erección llenándome y rozando ese punto que me hace alucinar.

Mi vista realmente se nubla mientras siento sus fluidos calientes y viscosos escurrir por mis muslos. Sus manos estrujan mi cuerpo contra él y yo continuo moviéndome, subiendo y bajando para enterrarme en su gruesa erección. Maldita sea este tipo me fascina. Nuevamente nos besamos pero esta vez me quedo cautivado y perdido en sus ojos azules como la noche, tan brillantes y preciosos que resaltan entre la penumbra. Definitivamente si hay una palabra para describir el paraíso sería “azul intenso”.

Notas finales:

Lo separé en tres porque prácticamente cada parte sería un capítulo, pero como será mini Fic ya saben que me gusta hacer pocos capítulos pero cada uno extra largo. Además de que no me gusta mucho dejarlos en suspenso. Bueno a veces xD Si alguna idea se les hace conocida, probablemente sí sea eso que piensan. Tome millones de ideas de libros, películas y demás, más otras cosas extrañas sacadas de mi mente jajajaja como el lemon en plena playa ewé <3

Ahora en pocas palabras, Ichigo lo tenía todo pero no era feliz, la rutina y la soledad se instalaron en su vida por lo que decidió salirse por la venta y explorar un mundo nuevo ¿Y por qué no? De paso encontrar a varias personas interesantes entre ellas ese peliazul con cuerpo de dios que todos sabemos muy bien quién es. Oh sí… ¿Qué les espera? ¡No lo sé! ¡Que nervios! <3

Ya presente a mis viejos ridículos del ShunUki pero en el próximo capítulo sabrán su rol en la historia. Sin más millones de gracias por leer. Son mi adoración, los amo a morir. Espero fervientemente sus comentarios <3 ¡Nos vemos! En este y mis otros trabajos >u< <3


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