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Pool in Okinawa [Daejae] por HaePark

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Notas del capitulo:

Buff...qué de tiempo sin escribir nada de B.A.P. Ya lo necesitaba.

Es cortito y espero que les guste. <3

Por cierto, lo de la piscina de Okinawa es real, lo contaron los chicos en una entrevista xDD Daehyun además dijo que tenía fotos de Youngjae desnudo en esa piscina -cejis cejis-

En fin, disfrútenlo. <3

 

Era el día más soleado del que habían disfrutado desde que se encontraban allí. La luz de los rayos del sol de media tarde penetraba a raudales por la ventana entreabierta y la blanca cortina de la habitación principal —la ocupada por Bang Yongguk y Kim Himchan— ondeaba lenta y suavemente al ritmo de una agradable brisilla.

Hacía calor. Los mayores lo celebraban. Cuando habían alquilado aquel pequeño chalet al sur de Okinawa, habían tenido en mente principalmente la amplia piscina de la que disponía. El pequeño del grupo, Choi Junhong, había manifestado varias veces su deseo de ponerse más moreno, y Jung Daehyun y Moon JongUp querían celebrar partidas de waterpolo. Sin embargo, hasta ese día, las condiciones meteorológicas del lugar no se habían mostrado muy conformes respecto a los deseos de los chicos.

Habían quedado en encontrarse dentro de media hora frente a la piscina. Daehyun, Junhong y JongUp habían ido por la mañana a comprar todo lo necesario para celebrar un excelente partido de waterpolo, Himchan y Youngjae habían preparado una pequeña barbacoa y Yongguk había dispuesto, cerca del recinto de la piscina pero a distancia prudente del vaso una lona blanca y un proyector para disfrutar de un magnífico cine de verano durante la velada. Sí, el plan iba a ser perfecto.

En aquel momento, el líder del grupo y su comandante se vestían con sendos bañadores. El de Yongguk era de un rojo intenso, similar al color de su Matoki y el de Himchan, negro azulado y algo más corto que el de su hyung.

—Se notan los efectos de la dieta, Channie—sonrió el mayor, mirando el reflejo del comandante en el gran espejo que había dispuesto frente a la gran cama matrimonial en la que dormían los dos mayores.

Himchan le guiñó un ojo a su compañero antes de calzarse las chanclas, tomar la toalla y la protección solar y salir de la habitación. En el pasillo se encontró a Junhong, quién llevaba un bañador verde, corto —no tan corto como un slip, pero corto— y con estampado de camuflaje. Detrás de él venía corriendo Daehyun, riendo como loco y exigiéndole a Junhong que le devolviera la pelota. El maknae casi derribó a Himchan al pasar por su lado.

—¡Hey! ¡Ten un poco de cuidado!

Junhong rió, y un segundo más tarde fue atrapado por Daehyun. La pelota cayó al suelo y el comandante la recogió, mientras los otros forcejeaban entre risas.

—Creo que JongUp y Youngjae ya están en la piscina—jadeó Daehyun—las luces de su cuarto están apagadas.

Aguardaron a que el líder estuviera listo y entonces los cuatro se dirigieron hacia la piscina. En efecto, allí encontraron a JongUp, quien se divertía haciendo largos a toda la velocidad y a Youngjae, tumbado sobre una hamaca al lado de la piscina y con un libro en las manos. Vestía unos vaqueros cortos, hasta la rodilla y deshilachados, y una camiseta verde oliva. Cuando oyó los pasos de sus compañeros, alzó la mirada para verlos. 

Durante una milésima de segundo, sus ojos se cruzaron con los de un sonriente Daehyun y el menor se apresuró a retirar la mirada.

—¡Eh, Youngjae! —exclamó Junhong—¿No te bañas?

 

—Hace frío—se quejó Youngjae. Daehyun negó con la cabeza y los demás rieron.

—Puedes ser el árbitro del partido, entonces—propuso Yongguk. El líder se sentó sobre el bordillo de la piscina y siseó cuando sus piernas se introdujeron en el agua—Ah, joder. Está fría.

JongUp nadó hasta situarse junto a sus compañeros, que estaban apiñados alrededor de una de las escalerillas. Junhong estaba tratando de meterse en el agua descendiendo por ella en lo que Himchan y Daehyun miraban con cierto recelo la piscina.

—No está tan fría—rió el bailarín. Entonces aunó el agua a su alrededor y se lo lanzó a Junhong, que, al estar de espaldas a él, no se lo esperaba, soltó un gritito agudo y cayó al agua salpicando a todos los que se encontraban a su alrededor.

Los demás rieron. Mientras la rubia cabeza del pequeño emergía del agua e iniciaba una guerra sin tregua contra JongUp a base de salpicarse y hacerse ahogadillas, Yongguk se volvió para mirar a Himchan y Daehyun y preguntarles:

—¿Cómo haremos los equipos?

—JongUp y yo contra vosotros tres, por supuesto. —resolvió Daehyun con el mentón alzado.

Himchan rió.

—Menuda paliza os vamos a dar…

Daehyun alzó las cejas con suficiencia.

—¿Qué nos jugamos?

Yongguk recorrió con la mirada el perímetro de la piscina. Al otro lado de la misma habían dispuesto una pequeña portería desmontable, y alrededor del vaso se encontraban, desperdigadas por el suelo sin orden ni concierto, las toallas de los chicos y las chanclas.

—El equipo perdedor tendrá que limpiar y recoger la piscina—propuso el líder—antes de venir a cenar.

—Acepto—decidió Daehyun sin pensárselo siquiera dos veces.

Youngjae se acercó a ellos y se sentó al borde de la escalera de la que se había caído Junhong.

—Pobre del que se atreva a salpicarme—advirtió.

No sin bastante dificultad y sin un buen número de quejas, Daehyun y Himchan consiguieron meterse en la piscina. El agua se encontraba algo fría, pero al cabo de unos minutos los cuerpos de los jóvenes se acostumbraron a la temperatura. La piscina estaba bastante limpia, quizá con algo más de cloro de lo usual, y los rayos del sol incidían directamente sobre la superficie cristalina. Daehyun se lamentó para sus adentros de las altas posibilidades que tenía de quemarse la piel, de por sí algo oscura, durante aquella tarde. Pero, en cuanto comenzó el partido, lo olvidó por completo.

Fue un partido muy divertido, y no exento de muchas trampas. El equipo de Daehyun yJongUp despuntó desde un principio, aunque más por la habilidad física de JongUp que por la del vocalista. En el otro equipo, Junhong también demostró bastante pericia. Las zancadillas y las ahogadillas no faltaron en el trío constituido por Yongguk, Daehyun y Himchan, que traían loco a Youngjae, muy metido en su papel de árbitro:

—¡Daehyun, trampa! ¡Yongguk, se invalida ese gol! ¡Himchan, suelta a JongUp! ¡Parad de hacer trampas! —tenía la palma de la mano izquierda extendida, indicando que el equipo de Yongguk llevaba ya tres goles, y en la derecha había extendido tres dedos, el número de goles del equipo de Daehyun.

El partido se extendió hasta bastante tarde. Cuando el sol comenzaba a hundirse en su lecho de nubes rojizas y algodones morados, Himchan decidió que era la hora de encender la barbacoa. Los demás se mostraron conformes con aquella decisión, incluso JongUp y Daehyun, quienes iban perdiendo por tres goles —a causa del limitado número de dedos de Youngjae, el joven había dejado de utilizar las manos a modo de marcador y los contaba de viva voz—. Los chicos estaban cansados, extenuados, y un dolor serpenteante e incómodo en la parte superior de sus hombros indicó al vocalista que, en efecto, se había quemado.

Los chicos salieron del agua entre risas, comentarios y peleas sobre el partido y corrieron a arrebujarse en sus toallas.

—No olvidéis que ahora os toca limpiar y recoger la piscina —sonrió Yongguk mientras se dirigía a Daehyun. En el rostro del joven se escribió una mueca de hastío.

Himchan, Junhong y Yongguk abandonaron la piscina unos minutos después. Himchan cruzó el jardín para dirigirse a la barbacoa, que se encontraba al otro lado de la casa, y Yongguk y Junhong anunciaron que se iban a duchar.

—Yo también iré—suspiró JongUp mientras se masajeaba los hombros—siento que ahora mi organismo es un setenta por ciento cloro.

Daehyun rió.

—Te espero aquí dentro de diez minutos. Ni se te ocurra desertar.

JongUp le prometió formalmente a su hyung que no lo dejaría solo en la fastidiosa tarea de recoger la piscina y acto seguido se encaminó hacia la casa andando rápidamente.

Daehyun se quedó solo en la piscina y comenzó a recoger las toallas de sus compañeros. Por el rabillo del ojo espió a Youngjae, quien, súbitamente nervioso, había recogido de encima de la hamaca su libro y se dirigía a pasos acelerados hacia el chalet.

Una sonrisa pícara se dibujó en los labios de Daehyun. Con sigilo, corrió hasta encontrarse detrás de Youngjae y lo agarró con fuerza a la altura del pecho. El joven soltó un grito ahogado y el libro cayó al suelo con un golpe sordo.

Daehyun rió malvadamente en su oído y ambos fueron conscientes del escalofrío del menor.

—¡Suéltame—ordenó Youngjae, revolviéndose. Pero la fuerza del mayor era muy superior a la suya.

Daehyun arrastró a Youngjae al borde de la piscina. El joven, advirtiendo las intenciones de su amigo, comenzó a propinarle incesantes patadas en las piernas.

—Ni se te ocurra, Daehyun—ordenó, imperativo—¡Ni se te ocurra!

—¿Llevas el móvil?

—¡Sí!

Daehyun hurgó en los bolsillos del pantalón de Youngjae y comprobó la ausencia del móvil. Entonces, Youngjae aprovechó para revolverse, se giró, quedó de frente a Daehyun aunque aún aprisionado por sus brazos y exclamó, tratando de empujarlo:

—Si haces eso te juro que te mat…

Demasiado tarde. Daehyun agarró a Youngjae por la cara posterior de las piernas para auparlo en sus brazos y, abrazado a él, se arrojó a la piscina.

No soltó a Youngjae hasta que ambos hubieron tocado el fondo de azulejos. Los dos jóvenes se encontraron rodeados por una especie de cama de burbujas azules y blancas. Youngjae tenía los ojos cerrados y, en algún momento, había enterrado las uñas en la espalda de Daehyun. El vocalista sonrió entonces y soltó a su compañero. Se impulsó para regresar otra vez a la superficie y se alejó un tanto de Youngjae, pues se preveía su revancha.

El joven emergió unos segundos después y, furibundo, encaró a Daehyun.

—¿Eres idiota? Te dije que no quería bañarme.

Daehyun se acercó un tanto a Youngjae.

—Oh, vamos Jae…hace un tiempo maravilloso.

—¡Hace frío! —se quejó el menor—¡El agua está fría!

—Está fría porque llevas ropa mojada encima.

Youngjae apartó la mirada inmediatamente. Cuando habló, su voz había perdido aplomo.

—Y ahora voy a tener que ducharme…eres estúpido, Jung Daehyun.

El mentado acortó rápidamente la distancia entre ambos. Sonreía de oreja a oreja. Youngjae entonces se volvió hacia él y le dirigió una mirada que mezclaba desafío con la vergüenza más absoluta.

—De verdad, ¿No quieres bañarte conmigo?

—¡No! —exclamó Youngjae, quizá demasiado alto.

—Sin embargo, tienes el bordillo al lado y no sales.

El joven miró a su derecha y se golpeó cien veces en su mente por ser incapaz de reaccionar como las personas normales. Echó una última mirada, en la que intentó imprimir puro odio, a Daehyun y se encaminó a salir de la piscina.

El alma se le cayó a los pies y su corazón aumentó su latido por tres veces cuando volvió a sentir los fuertes brazos de Daehyun cerrarse en torno a su cintura.

—¿Qué…?

Se volvió de nuevo hacia él. Leyó en los ojos de Daehyun esa expresión feliz y maliciosa, que tantas veces había visto en sus ojos, y su pulso cardíaco se disparó.

Cerró los ojos cuando Daehyun lo besó. En el preciso instante en el que sus labios y los del mayor se rozaron, el frío, el agua que lo rodeaba, la piscina, Okinawa, y absolutamente todo, desapareció de la mente de Youngjae, que se sintió flotar en el mejor de los cielos. Entreabrió los labios y la lengua de Daehyun rozó la suya. En algún momento las manos de Youngjae se habían aferrado al cuello del vocalista y sus dedos acariciaban su cabello mojado. Por su parte, el mayor seguía abrazado a su cintura, por debajo de la camiseta mojada, y el tacto de sus dedos sobre la piel desnuda provocaba verdaderos estragos en el interior de Youngjae.

Sin deshacer en ningún momento el beso, Daehyun tomó uno de los muslos de Youngjae para que colocase la pierna en torno a su cintura. El joven hizo lo mismo con la otra, y el abrazo se estrechó.

El beso se interrumpió cuando Daehyun llevó sus labios al blanco y fino cuello de su compañero. Lo besó, absorbió una pequeña porción de piel y la masajeó con los labios, sin dejar de acariciarla con la lengua. Youngjae cerró los ojos con fuerza y gimió en voz baja. Deslizó sus dedos por el cuello hacia los hombros desnudos de Daehyun —quemados, nunca se supo si el jadeo de Daehyun fue de placer o de dolor— y descendieron por su espalda. Las manos de Youngjae palparon con anhelo los fuertes y desarrollados músculos de la espalda de su compañero y se perdieron en la suavidad de su piel.

Daehyun rió suavemente cuando Youngjae le pellizcó el trasero y Youngjae —a quien de pronto la perspectiva de aquel baño inesperado no se le antojaba tan negativa—coreó su risa.

—Te he echado de menos—susurró Daehyun al oído de Youngjae. El menor se estremeció, y fue incapaz de responder. No fue necesario.

El vocalista despojó a su compañero de la camiseta mojada que portaba y la depositó al borde de la piscina. La piel del torso de Youngjae estaba erizada de frío, y sus pezones erectos. La mano del mayor se cerró en el cabello de su compañero y tiró suavemente de él para hacerle inclinarse hacia atrás. Entonces se dedicó con fruición a besar su pecho, dedicando especial atención a los sensibles pezones de su compañero vocalista. Los mordisqueó suavemente y los succionó. Youngjae tenía los ojos cerrados con fuerza y se mordía los labios para evitar gemir frente a Daehyun, cosa que siempre le había avergonzado. En su lugar profirió jadeos ahogados y se revolvía incesantemente. Le temblaban las piernas. Daehyun deslizó la mano por la cintura del pantalón de Youngjae, en busca del cierre.

En cuanto lo encontró, se apresuró a quitarle los vaqueros, no sin cierta dificultad a causa del entumecimiento de sus manos. Youngjae desenroscó las piernas de la cadera de su compañero y permitió que Daehyun le despojara de aquella prenda de ropa que se había convertido en una molestia.

No fue capaz de reprimir un gemido cuando la mano del mayor se cerró sobre su miembro, ya erecto y cubierto por el bóxer. Daehyun sonrió al notar aquella calidez y comenzó a acariciarla. En cuanto soltó el cabello de Youngjae, el menor escondió su rostro sonrojado y sus ojos llorosos por el placer en el cuello de Daehyun. La mano de Daehyun masajeó el miembro de Youngjae de arriba abajo. Pasó el pulgar por la cabeza del mismo y sintió al joven morderle el cuello. Jadeaba. Incrementó ligeramente el movimiento de su mano, arriba y abajo, disfrutando intensamente del efecto de sus caricias en el joven. El miembro de Youngjae se endureció por completo y clavó las uñas en la espalda de Daehyun.

—Dae…—jadeó—…para.

Daehyun comprendió y se detuvo.

—Quítame los bóxer—ordenó el menor, con la voz teñida de excitación y apremio. El contrario rió malévolamente y se limitó a pegarse más a Youngjae para acariciar su miembro con la rodilla mientras introducía la mano por la parte de detrás para acariciar las nalgas del menor.

Le encantaba aquel atributo de Youngjae. Por mucho tiempo que hubiese pasado desde su primer encuentro sexual, Daehyun no acabaría jamás de acostumbrarse a la calidez y suavidad de la piel de su compañero. Masajeó con las yemas de los dedos las nalgas del menor e introdujo el dedo índice entre ellas. Rozó la entrada de Youngjae un par de veces y sintió como este se estremecía por completo.

—Daehyun…—jadeó, aún sin perder el tono autoritario que había utilizado antes—hazlo de una vez.

El mayor, quien adoraba ver a Youngjae desesperado y suplicar, solo sonrió y continuó con aquel juego. Introdujo con sumo cuidado el dedo en el recto del menor con la intención de prepararlo. Cuando lo sintió suficientemente dilatado, introdujo el siguiente y los abrió y cerró un par de veces en el interior de Youngjae con cuidado. El cuerpo del menor acometió un espasmo, y Daehyun supo que si continuaba, no tardaría en correrse. Entonces se separó y observó con una sonrisa traviesa los ojos llorosos de Youngjae.

—Te voy a matar—anunció el menor.

Se despojó del bóxer, que fue a reunirse a los pantalones y la camiseta empapados en el borde de la piscina. Se sumergió entonces, completamente desnudo, y despojó a Daehyun del bañador que éste llevaba. Agarró entonces la erección del mayor y la apretó, no con suficiente fuerza como para hacerle daño, pero sí para dejarle claro lo que haría con ella si seguía jugando con él. Daehyun contuvo el aire y soltó una risa ahogada.

Entonces el menor emergió y le dirigió a Daehyun una mirada cargada de intención. El mayor lo observó con ternura durante unos instantes antes de abrazarlo por la cadera y darle la vuelta para dejarlo de cara al bordillo. Youngjae se agarró a él mientras sentía cómo las manos de Daehyun volvían a agarrar sus nalgas y…

 

Un JongUp recién duchado, ataviado con una camiseta de tirantes y un pantalón de chándal largo, atravesaba a toda velocidad la explanada de césped que separaba el chalet del recinto de la piscina. Había tardado bastante en ducharse. Su hyung iba a matarlo…

Alcanzó la cerca de la piscina y abrió la cancela para pasar. Estaba oscuro, pese al cielo plagado de estrellas. No vio a Daehyun al principio, aunque escuchó un ruido entrecortado al otro lado de la piscina, acompañado del gorgoteo del agua al pasar por el filtro.

Como una respiración entrecortada.

Vio una sombra a lo lejos y percibió su movimiento. Hacia delante y hacia detrás, lento y sinuoso.

En la mente de JongUp comenzó a fraguarse cierta idea y su tez se tornó de todos los colores.

El joven bailarín retrocedió lentamente para regresar sigilosamente a la casa. Intuía que en aquella tierna escena no sería muy bien recibido.

Notas finales:

¿Les gustó?

El lemon me quedó mierdoso, lo reconozco. xD Falta de práctica.

Aún así un review me haría mucha ilusión...(??)

Muchas gracias por leerlo. ^-^

¡Nos leemos en próximos fics! <3

 

@xKekematox


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