Recuperando la memoria.
Illumi despertó recostado sobre una cama tan enorme como la suya propia, pero era más que obvio que esa no era su habitación, era demasiado “refinada” para su gusto y sobre todo a él le disgustaba de sobremanera el alcohol y nunca tendría un mini bar en la habitación donde dormía, observó las botellas, todos eran licores fuertes, los conocía por su madre y abuelo, eran los únicos que bebían ese líquido embriagante, él no lo consumía… “pero siempre hay una primera vez para todo” eso le dijeron en la graduación de la universidad y al igual que más de la mitad de esos chicos (por no decir todos) ahora enfrentaba las indudables consecuencias que otorgaba el ingerir en desmedida cantidad y variedad las bebidas preparadas por los mismos jóvenes graduados inexpertos con el licor al igual que él.
El dolor de cabeza provocado por la obvia resaca no fue lo único que sintió al moverse en el lecho, incontables moretones, rasguños y chupetes marcaban su cuerpo le ardieron con cada movimiento que realizaba, además del punzante dolor en la espalda baja y ya ni hablar de la maraña que era su cabello, lo peor era la pegajosa sensación que percibían sus dedos cada que intentaba alisarlo.
Frustrado porque no recordaba nada, suspiró hundiendo el rostro en la almohada y el entumecimiento que experimentaba ni siquiera le dejaba levantarse.
Cerró los ojos y dejo que el sueño lo invadiera nuevamente.
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-… ue tierno… areces… Eres como un gatito dormilón… — Escuchó una voz entre sueños y sentía una mano acariciar dulcemente su cabeza mientras acomodaba sus largos cabellos, la voz era de un hombre que le era irremediablemente familiar —… Ya despierta… quiero repetir antes del almuerzo.
-“¿Repetir? ¿Qué cosa?”
-Illumi-kun~
-“¡¡Hisoka!!”… — Se levantó sobresaltado alejándose del hombre que lo mimaba tan melosamente mientras dormía —… ¡¿Qué rayos…?!
-¡Oh! Illumi-kun, buenos días.
-¡¡…!! — Aquel hombre no era otro que el nuevo catedrático de la universidad, un pelirrojo de piel clara, 28 años y con una extraña costumbre de llamar “ringo-chan”* a los alumnos prometedores, era más que obvio que era hombre poseía un perturbador aire de violador de menores, por suerte él ya era mayor de edad, o eso pensó en el momento en que conoció a aquel hombre —… ¿Tú…?
-¿No recuerdas nada? — Preguntó con un tono mimoso acercando su rostro al del azabache y tomando su rostro por el mentón lo beso delicadamente apenas rozando sus labios.
-“¡¡…!! ¿Cómo…?” — Illumi se estremeció, no por el contacto, fue porque ese simple roce le devolvió la memoria en breves flas, como si fuesen solo fotografías.
Recordó las luces del salón principal del hotel donde se había llevado a cabo la celebración, el absurdo reto de bebidas al que fue arrastrado por puro orgullo para participar, las personas que de momento parecían tener un gemelo que caminaba junto a ellos, recordó también a varios de los desagradables hombres que al verlo casi perdiendo la consciencia trataban de llevarlo y hacerle quien sabe que cosas, bueno ahora ya tenía una muy gráfica idea de para lo que querían hacer con él.
Pero sobre todo recordó cuando el catedrático de psicología lo sacó del tumulto de gente después de dejar inconscientes (por no decir casi muertos) a los tipos que lo jalaban sin ningún cuidado y guiándolo al ascensor sosteniéndolo por la cintura. Bajaron después de unos minutos, el pasillo de alfombras rojas fue más largo de lo que quisieran, la mirada del pelinegro se nublaba a causa de la bebida, escuchó como la puerta se abría y se cerraba detrás de ellos, sintió como era recostado en la cama e inevitablemente se acomodó de lado buscando el descanso.
-No te duermas… — Escuchó el susurro tan cerca que fue capaz de sentir el aliento del hombre a sus espaldas.
-¿Tienes una mejor idea?... — Dijo fastidiado por no poder dormir.
-Creo que la tengo… — Respondió el pelirrojo pasando su mano desde la espalda del menor hasta el abdomen metiéndola bajo el pantalón buscando dentro y tocando con sus dedos.
-¡Umhg! — Illumi jadeo al sentir tan íntimamente esos dedos.
Hisoka pasó ambas manos por la cintura de Illumi, tomando desde la cintura bajo el pantalón y la ropa interior dejándole desnudo de la cintura para abajo, recostándose detrás del moreno se pegó a su espalda acariciando la piel clara con una mano mientras con la otra (pasada bajo el cuerpo del menor) acariciaba el abdomen casi rozando su miembro.
Desesperado por la excitación brindada por Hisoka, que no lo había tocado directamente, él mismo empezó a acariciar su miembro, respirando un poco acelerado por las sensaciones que le provocaban sus dedos recorriendo desde la base hasta la punta de su mimbro que goteaba pre-semen.
Hisoka sonrió satisfecho, Illumi había caído en la desesperación provocada por el placer y se movía frotando su trasero contra el endurecido miembro del pelirrojo que lamia su cuello y de vez en cuando mordía sus hombros y espalda.
-¡Ahg!... — Illumi se encorvo al sentir un espasmo de placer cuando Hisoka empujo su miembro, buscando entrar en el pelinegro.
-Estas, muy mojado… — Hisoka tomó el miembro de Illumi en sus manos y ayudo al pelinegro a masturbarse esparciendo el pre-semen con sus dedos.
-C-cá…llate… ummhg… — La voz de Illumi apenas se escuchaba entre sus gemidos.
Hisoka soltó el miembro de Illumi y se alejó de él, admirando la condición del pelinegro que respiraba entrecortadamente. Sonriendo se quitó la camisa de seda oscura con un sensual movimiento, dejo caer la camisa al suelo ante la atenta mirada de Illumi, se sacó el cinturón y desabrochó sus pantalones que mostraban un sugerente aumento de volumen en su entrepierna, apoyándose con una rodilla sobre la cama giró bocabajo a Illumi para atar las manos del pelinegro detrás de su espalda inmovilizándolo con su cinturón, algo que molestó al chico.
-¿Por qué me atas? ¡Suéltame!... — Exigió removiéndose sobre la cama.
-No, así es más divertido… — Respondió dejando ahora bocarriba a Illumi y subió a la cama colocándose entre sus piernas, pasó sus manos acariciando los costados del pelinegro, subiendo por su cuerpo hasta llegar a sus pezones acariciándolos con sus dedos bajo la tela de la remera que aún tenía puesta, Illumi cerraba fuertemente sus ojos desviando el rostro, poseía las mejillas sonrojadas y apretaba sus labios tratando desesperadamente de guardar sus gemidos, nunca había perdido el tiempo en relaciones ni siquiera de una noche y su inexperiencia sumada a su irremediable sensibilidad, le hacían caer rendido a las delicias del placer carnal.
-Vamos… déjame escucharte… — Hisoka se inclinó hasta rosar las mejillas de Illumi con sus labios.
-… — El pelinegro entreabrió los ojos, como odiaba al pelirrojo cuando se ponía a jugar con él y ahora mismo era el juguete de ese pervertido que era experto en el tema de la sensualidad.
Hisoka separo sus manos del pelinegro y se incorporó lo suficiente para quitarse los pantalones y la ropa interior, inmediatamente se mostró su miembro ansioso por poseer de una vez a Illumi.
Tomó las piernas del pelinegro abriéndolas y levantándolas lo suficiente para ver la rosada entrada entre las piernas del menor, con esa incomparable vista, sintió una punzada hacer palpitar su miembro, relamió sus labios mientras apoyaba su pene en la entrada de Illumi y forzando su acceso le penetro lentamente.
-¡¡Aaahhg!!... P-Para… D-detenteeehh… — Illumi arqueó la espalda al sentir el dolor punzante que se extendía desde sus caderas recorriendo su espalda hasta llegar a sus nervios, era la primera vez que experimentaba un dolor tan agudo —… D-Due… leeehhhg…
-Relájate… — Hisoka por su parte estaba en el cielo, Illumi era tan estrecho que sentía correrse con solo entrar en él.
Illumi, resignado trató de relajarse regulando su respiración, pero el dolor no disminuyo incluso parecía aumentar con cada avance que daba la penetración, sus ojos derramaron pequeñas lágrimas, su cabello estaba esparcido sobre la almohada, su cuerpo se cubría por una ligera capa de sudor y se arqueaba tratando de darle mejor acceso al miembro que lo invadía, intentando que fuese lo menos doloroso posible.
Cuando Hisoka entró por completo Illumi se retorció de placer al sentir como la punta del miembro que lo penetraba golpeo su próstata, la sensación fue una electrifícatente delicia para ambos que por instinto echaron la cabeza hacia atrás arqueando su espalda al mismo tiempo.
Hisoka se mantuvo quieto por un momento y observaba la excitante imagen de Illumi mordiendo sus labios para no gritar del éxtasis experimentado. Con esa imagen le fue imposible contenerse y comenzó a envestir al pelinegro, sosteniendo sus piernas y abriéndolas tanto como soportaba el pelinegro, llegaba tan dentro que Illumi sentía desmayarse a causa del placer experimentado con cada penetración.
-¡¡Aahg!! ¡¡Hi-Hiso… kaahg!! — Illumi entreabrió los ojos suplicando con la mirada por un beso.
-… Tan lindo… — Se detuvo y se inclinó para besar delicadamente a Illumi, soltó sus piernas pasó sus brazos debajo del cuerpo del menor acariciando su espalda, llegó hasta su cuello y lo sostuvo para profundizar el beso adentrando su lengua en la boca ajena y recorrió cada lugar tratando de dominar al moreno con sus besos.
-Ummhg… — Illumi gimió en medio del beso moviendo sus caderas incitando al pelirrojo a que se moviera nuevamente lo cual no tardó en hacer, sostuvo a Illumi de la cintura y lo levanto hasta sentarlo y hacer que se penetrase él mismo.
Illumi rodeo la cintura del pelirrojo con sus piernas para tratar de mantener el equilibrio, aún tenía las manos atadas y no podía sostenerse de otra manera, Hisoka le ayudaba a saltar sobre su miembro penetrándolo salvajemente, el cabello largo de Illumi se pegaba a su espalda por el sudor y unos cuantos mechones seguían sus movimientos agitándose en el aire.
-Ahhg… — Illumi reprimió un gemido escondiendo su rostro en el cuello de Hisoka, su pene se frotaba contra el abdomen del pelirrojo con cada salto que daba para ser penetrado por Hisoka, su excitación era doble comparada con el pelirrojo que solo lo penetraba, al menos eso creía pues Hisoka sentía un placer exquisito recorrer su cuerpo con cada gemido reprimido que trataba de ocultar illumi.
-Casi llegas… — Susurró Hisoka acariciando la espalda del pelinegro.
Illumi sintió un escalofrío recorrer su espina dorsal con esa caricia, antes de correrse sobre el abdomen de Hisoka se sacudió a causa del éxtasis que lo invadió, su entrada apretó continua y deliciosamente el miembro del pelirrojo con los invariables espasmos en su cuerpo, estrujaba el pene de su amante casi exprimiéndolo.
Las continuas contracciones hicieron que Hisoka no soportara más y que llenara con su orgasmo el interior de Illumi, con un gemido gutural derramo su semen.
Illumi al sentirse inundado por el cálido líquido echó la cabeza hacia atrás arqueando su espalda dejando caer su cabello en una cascada de oscuridad, dejando ver a Hisoka como disfrutaba del orgasmo que había sufrido.
Los ojos entreabiertos de Illumi perdieron la dimensión del mundo, todo lucia borroso después del éxtasis, no sentía nada que no fuesen los toques electrizantes recorrer su piel con cada roce que Hisoka daba sobre su cuerpo con delicadas caricias, se acomodó sobre el pecho del pelirrojo que respiraba agitadamente tratando de recuperar su respiración, frotó su mejilla contra la piel de Hisoka deseando estar desatado para abrazar al pelirrojo.
Después de un momento sintió cuando desató sus manos y le dejó recostado en la cama.
-Ahg… — Illumi gimió quedito cuando Hisoka sacó su miembro de su interior desde donde se derramó el espeso y abundante semen del pelirrojo, trato de girarse para dormir, pero Hisoka aprovecho el movimiento del pelinegro para dejarlo bocabajo y penetrarlo de nuevo —… ¡¡Umhhg!! — Con la nueva invasión y las repentinas penetraciones Illumi apretó las sabanas buscando algo de donde sostenerse.
-Estas tan húmedo… umhg… — Hisoka continuaba envistiendo al pelinegro y pasando sus manos por debajo del cuerpo del chico sostuvo su miembro apretándolo en la punta para que no se corriese hasta llegar juntos al orgasmo muchas más veces en toda la noche.
Así se había pasado esa la noche, siendo follado por el tipo más exasperante y mentiroso que había conocido y que ahora mismo pasaba sus manos por sus piernas parando en las marcas moradas que le había dejado, a causa de sabrá el demonio en qué posición lo habría puesto para follarlo por innumerable ocasión.
-Déjame… — Trataba de alejar al pelirrojo con sus manos.
-También estas excitado… — Se burló pasando la mano sobre la entrepierna de Illumi, haciendo obvio que su miembro se había endurecido mientras recordaba los sucesos de la noche que pasaron juntos.
-No, estoy cansado y adolorido, al menos déjame reposar un poco más.
-… Uumh… — Hisoka sonrió, había caído en su trampa.
-¡¡…!! ¡¡NO!! Ni creas que se repetirá.
Hisoka atacó el cuello del pelinegro, la noche anterior había descubierto que ese era uno de los sitios más sensibles de Illumi, por lo mismo lo excitó al mismo instante que lo recostaba y se colocaba entre sus piernas.
-“Al menos ya recordé lo que sucedió”
Ese fue el último pensamiento de Illumi antes de pasar sus brazos alrededor del cuello de Hisoka y corresponder a sus besos que nuevamente lo dejaban sin aliento.
FIN~
*Ringo-chan: manzana (tierna o verde) es como Hisoka llama a Gon en el manga… ¬.¬U creo