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POR UN AMOR RELAMPAGO por Sangre Samurai

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Notas del fanfic:

Los personajes no me pertenecen.
La canción es de Miguel Bosé.

Gracias a Marvel y a la Mitología por los nombres, pero es un AU

Sin fines de lucro.

Notas del capitulo:

Loki ha pasado la noche buena con un tipo rubio, alto y fuerte... que quiere repetir en la noche de año nuevo.

Acordando no tener sexo, deciden quitarse mutuamente la soledad, aunque el destino les prepara algo ligeramente diferente

Una mano fina, de pálida y suave piel, se extendió sobre la mesita de noche, hasta que encontró el botón de encendido de la lámpara. La luz macilenta iluminó la habitación de aquel hotel de paso en un céntrico barrio de París, dejando ver las uñas cortas y cuidadosamente esmaltadas de color negro. Tomó el teléfono celular, que vibraba con insistencia... lo alzó para observar en la pantalla el mismo número que lo llamó durante buena parte de la tarde y la noche. No respondió... simplemente dejó que continuara hasta que la llamada se desvió al buzón. Tenía también cinco mensajes de voz los cuales borró sin tomarse la molestia de escucharlos.

 

Estaba cansado... a pesar que el reloj marcaba apenas las diez. Generalmente “trabajaba” hasta las dos de la mañana, pero aquella noche última del año, no tenía ya ganas de nada. Dejó el teléfono en el bolsillo de su chamarra, terminó de calzarse las botas, tomó los billetes dejados ahí también y los guardó en el bolsillo trasero de sus desgastados jeans. No pensaba en otra cosa que ir directo a su departamento y dormir largo y tendido hasta que el sol del siguiente día comenzara a decaer.

 

-¿Ya te marchas, hermoso?- preguntó aquel hombre alto y de enormes músculos, tomándolo por el brazo para impedir que se alejara de la cama donde acababan de compartir unas horas de placer- Fui afortunado al encontrarte, me hiciste realmente muy feliz... quisiera saber si puedo volver a verte...

 

-Si... puedes buscarme en la misma calle de hoy, supongo...- respondió al fin el otro, moviendo su cabello negro para sujetarlo antes de colocarse una gorra de lana y una bufanda de color verde musgo- Me voy ahora...

 

-¿Puedo llamarte la siguiente semana? Estaré de nuevo aquí por negocios... Inventaré algo para que mi esposa no venga y tal vez podamos pasar el fin de semana juntos...

 

-Claro... Solo debes pagarme por todo el fin de semana y soy tuyo- sonrió anotando de prisa un número en una servilleta de papel.

 

Tenía prisa por salir de aquel maldito cuarto, mentalmente se alegró de haber escrito un número falso, así aquel hombre no le molestaría tanto como molestaba Él. Nuevamente el celular estaba vibrando... ¿Acaso no se cansaba? ¿No entendía lo que era un “no quiero responderte”?

 

-Loki, está lloviendo... puedo llevarte a donde desees, es lo menos que puedo hacer por el grandioso servicio que me has dado esta noche...

 

-No te molestes no es necesario...

 

-Pero no es ninguna molestia, hermoso... sería una pena que te mojaras y pescaras un resfrío... O si lo deseas puedo llamarte un taxi y...

 

-Escucha- se volvió entonces Loki, mostrando el brillo de impaciencia en sus ojos de esmeralda- Yo hice mi trabajo, tú pagaste lo que acordamos y es todo. No estás obligado a darme nada más, no te pido atenciones ni favores, no necesito limosnas de parte de nadie. Eres un cliente, nuestro trato se terminó y cada uno toma su camino ¿De acuerdo? Si me vuelves a ver, si me vuelves a pagar, te brindaré exactamente los servicios que tu dinero compren, pero solamente eso... ahora suéltame, me voy.

 

Era joven, alto y esbelto, de formas estilizadas y músculos bien definidos, tenía el cabello negro, la piel nívea y los ojos verdes. Una conversación amena estaba garantizada mientras bebían una copa y acordaban el precio por pasar una, dos o más horas en su intimidad, pero era también insufriblemente altanero... era bien conocido por estar siempre solo y por no tener amigos.

 

Cada tarde podía vérsele llegar hasta aquella esquina, reclinarse bajo la luz de una farola y encender un cigarrillo... fumaba despreocupado, cubriendo su cabeza con una gorra gris o con la capucha de su saco deportivo... Todos sabían su nombre: Loki... y nadie conocía su apellido; tampoco conocían detalles de su vida privada... algunas veces, otros jóvenes que como él, se ganaban la vida vendiendo sus cuerpos, dando placeres efímeros a desconocidos solitarios o a urgidas damas, intentaron iniciar la charla y de esa forma, hacer la espera menos tediosa. Pero Loki respondía con monosílabos que los fastidiaban y terminaban por dejarle en paz, con su soledad y su silencio... ese silencio que a veces, pesaba como una lápida de granito sobre sus espaldas...

 

Una vez en la calle, Loki reconoció que el cliente solo había intentado ser educado y él se comportó demasiado grosero, como siempre, como con todos... no había forma de cambiar su modo de ser. Se cubrió bien el rostro, metió las manos en los bolsillos y caminó... la lluvia helada de diciembre le empapó antes de que llegara hasta la entrada al subterráneo. Así que decidió resguardarse y esperar que escampara un poco entrando a una tienda cercana.

 

-Un café americano, sin azúcar... y unos cigarrillos mentolados- Solicitó al empleado del mostrador, al menos mientras bebiera su café, podía esperar dentro y dejar que la lluvia pasara... Su teléfono comenzó a vibrar nuevamente.

 

Estaba visto que esa noche no se rendiría... el hombre rubio, de hermoso cuerpo y de inolvidables ojos azules. El atractivo hombre con el que había pasado la noche en la víspera de la navidad. Todavía no podía creer que el corazón se le acelerara al ver su número insistiendo, se sorprendió a sí mismo sonriendo y recordando las enormes y cálidas manos recorriéndolo y su varonil perfume a maderas. ¡Habían pasado meses desde que se terminara la última de sus colonias! Y solo le restaba que sus clientes se conformaran conque oliera a limpio y no esperaran una perfumada flor de primavera junto a ellos... pero aquel rubio olía realmente bien, y sus abrazos se sentían mejor.

 

Se toparon cuando él se colocaba de nuevo bajo la farola, luego de una mala noche y de una semana casi sin clientes. Tenía la renta vencida, la despensa devastada y se sentía realmente enfadado; recordando como justo ese día, cuando él no se encontraba presente, su compañero de piso, con el que compartía gastos a medias, se había esfumado llevándose casi toda la ropa, algunos muebles, la tv, aparatos eléctricos de la cocina y lo peor de todo: los ahorros de años del pelinegro... había sido estúpido contarle que había retirado el dinero de su cuenta bancaria porque pensaba viajar a américa y emprender una nueva vida... su compañero también se dedicaba a vender su cuerpo, los dos sabían de malos tratos, de carencias y soledad, Loki pensó que era justo tener a alguien con quien compartir gastos y que no criticara su estilo de vida. Estuvieron bien por dos años, nunca hizo algo que le hiciera desconfiar y hasta se alegraba cuando le contó que él también se iría de París, porque uno de sus clientes le convenció de irse a Brasil a vivir juntos, a poner un negocio de comida rápida y ser felices.

 

Seguramente, en esos momentos viajaban cómodamente rumbo a Sudamérica, brindando en primera clase por la involuntaria cooperación económica en su proyecto.

 

Estaba malhumorado, ansioso y absolutamente quebrado... en la actitud burlona de la policía supo que muy poco apoyo iba a obtener para recuperar su dinero, así entonces, no tenía otra opción que salir en nochebuena y ganar algo, lo que fuera, al menos algo para cenar.

 

El rubio parecía también ir huyendo de algo. Tenía los profundos ojos azules enrojecidos por un furioso llanto y olía demasiado a alcohol... contrario a Loki, usaba ropa fina, su larga melena solar estaba bien cuidada y llevaba un costoso reloj en la muñeca.

 

Cuando tropezaron, Loki casi se fue al suelo, era como chocar contra una muralla. El rubio se disculpó mil veces y lo ayudó a equilibrarse... lo tomó por la breve cintura y fue como sentir una corriente eléctrica que le recorría cada fibra de su ser.

 

Lo invitó una copa en desagravio y Loki prefirió un café... no necesitaban más alcohol ninguno de los dos. Media hora después, reían de las ocurrencias del rubio y de las ingeniosas salidas del pelinegro como si fueran viejos amigos.

 

-“Fue un buen rato, pero ya debo irme... tengo que trabajar…”

 

-“¿Trabajas en la víspera de Navidad? ¿Qué es lo que haces, atiendes en algún restaurante o en algún negocio?”

 

-“Me autoempleo...” -respondió Loki, sonriendo tan encantadoramente que el rubio ladeó la cabeza como podría hacerlo un adorable perro labrador- “Supongo que lo que soy salta a la vista...”

 

Fueran ganas de continuar juntos o no, el rubio negoció rápidamente los servicios del ojiverde y acordaron pasar juntos la nochebuena. Aparentó no sentirse impresionado cuando llegaron a uno de los mejores y mas lujosos de la ciudad, se sintió halagado al verse tratado con tanta ceremonia, pero era fácil suponer que solo lo trataban bien porque iba acompañado por un hombre bien vestido y que repartía generosas propinas. Si se hubiese atrevido a entrar solo y con sus humildes ropas, sin duda lo hubiesen echado a patadas o llamado a la policía.

 

Con la compañía del rubio, Loki cometió el estúpido error de ponerse sentimental, de permitir que la fecha y la soledad le asomaran por la lengua... habló de más, le contó secretos que juró callar y llevarse a la tumba, se permitió derramar lágrimas frente a él... unas pocas de coraje cuando le contó del robo que acababa de sufrir, de sus sueños destrozados y la condena a seguir en las calles para comenzar de nuevo... Y luego lloró como un imbécil cuando el rubio le contó también de su soledad, del sentirse como un náufrago en una isla desierta, de la pelea que tuvo con su padre y terminara saliéndose de su casa, en un desesperado intento porque ya no continuara controlándole la vida... fue una noche intensa en todos sentidos…

 

Y también fue tan insensato que cuando el rubio le solicitó el número de su celular, se lo dio sin pensárselo dos veces... y ahí estaba el resultado... No le dejaba de llamar.

 

-Hola...- respondió al fin, sin saber a ciencia cierta porqué contestaba. Simplemente podía bloquear el número y no darse por enterado jamás de su insistencia- Si... estoy libre...- ¿Era en serio lo que acababa de decir? ¿No estaba ansiando irse a dormir? ¿Por qué le decía entonces que estaba libre?- Pensaba ir a casa a descansar, estoy fastidiado, esta noche no trabajaré más...- Eso era mejor, negarse a verlo, no permitir que los fuertes brazos en los que tan bien había amanecido la mañana de navidad regresaran cerca de él- ¿Pasar por mí? No lo sé... está lloviendo demasiado y no me apetece salir a ninguna parte, ya te lo dije… ¡Claro que no! ¿A mi casa?- Era demasiado ¿Cómo se atrevía a pensar que podía acompañarlo a su casa? Era su santuario... jamás llevaba clientes a su casa- Bueno, pero no te permitiré pasar... si, recuerdo que prometimos pasar el año nuevo juntos, pero... ¿Qué dónde estoy?

 

***

 

La lluvia no amainaba, el frío calaba hasta los huesos... no le vendría mal entonces que alguien le llevara a su departamento y si era antes de las doce de la noche, mejor... no le agradaba la idea de recibir el nuevo año solo, en la calle y empapado.

 

Solo que esta vez el rubio no llegó a pie, ni siquiera en taxi... vió con ojos asombrados el lujoso automóvil que se estacionaba frente a la tienda, al chofeur bajarse a toda prisa para abrir la portezuela y dejar paso a su rubio cliente, elegantemente vestido con una camisa de seda de color escarlata, abotonada desprolijamente, un abrigo negro largo, con la rubia cabellera cuidadosamente alisada y peinada y lustrosos zapatos de charol negros también.

 

-¿Vienes de una fiesta de disfraces?- bromeó mientras salía a su encuentro.

 

-Casi... pero te aseguro que no me estaba divirtiendo para nada- Replicó el rubio, abriendo personalmente la portezuela para que su acompañante subiera- Justo ahora mi padre debe estar echando fuego por las orejas enterándose que me escapé para buscar mejor compañía.

 

-Déjame adivinar...- dijo Loki colocando sus dedos índices en sus sienes y cerrando los ojos, imitando los gestos de un adivino de feria- Para que prefieras la compañía de un callejero a una hermosa fiesta familiar, en una inmensa mansión, con invitados elegantes... debe ser que tu padre ha arreglado un matrimonio con una rica y conveniente heredera, hermosa pero hueca, por la que no sientes afecto y te da pavor pensar que estarás atado por lazos legales y de negocios para el resto de la vida... ¿Me equivoco?

 

-¿Además de lindo eres hechicero? No te equivocas... excepto quizá porque mi novia es hermosa e inteligente, no me disgustaría casarme con ella, si la hubiese elegido yo. Lo que realmente me duele es que a mi edad y en estos tiempos, mi padre crea que puede ordenar mi vida y obligarme a hacer cosas que no quiero hacer...

 

-Tu reaccionas como un niño caprichoso, llevándole la contraria a tu padre sin pensarlo dos veces...

 

El rubio asintió... aquella era una verdad absoluta... Nuevamente un desconocido al que pagaba por tener su cuerpo, podía ver su alma mejor que su propia familia.

 

-Me adelanté y traje la cena, ahora solo dime tu dirección y estaremos brindando con las campanas de Notre Damme por la llegada del año nuevo.

 

Loki abrió la puerta esperando que el rubio no saliera corriendo al ver la modestia con la que vivía y la obvia falta de muebles. El de ojos azules recorrió todo el lugar con un rápido vistazo y sonrió... a pesar de todo, era un vivo reflejo de su habitante: Una pequeña estancia limpia, con un sofá color marrón lleno de cojines color verde, una frazada del mismo color con la que se cubría del frío, una lámpara sobre el suelo, un libro y una taza de café olvidada. Al fondo se veía la cocineta color negro, tan limpia que dejaba ver que no se usaba porque no había nada para cocinar y no porque su dueño se esmerara en cuidarla. Dos puertas llevaban a las habitaciones y a un baño… era todo, un lugar pequeño, práctico y saqueado, tal y como le había dicho.

 

-¿Terminaste la inspección?- dijo Loki, colocando los paquetes de comida sobre la mesita de centro- Te aseguro que no tengo plagas, ni pulgas ni nada parecido...

 

-No he pensado ni por un instante en eso- replicó el rubio, acercando una caja que estaba junto a la puerta- ¿Quieres que te ayude a instalar esto?

 

Loki miró... una nueva y pequeña TV había llegado y sin duda, la casera la entró en su sala. Era el primer aparato que se atrevía a reponer desde el robo, antes que un refrigerador o un horno de microondas, prefirió tener un televisor que al menos le hiciera ruido cuando estuviera en casa y que entretuviera a la casera que acudía a hacerle el aseo dos veces por semana.

 

-Como quieras- dijo, encogiéndose de hombros y abriendo uno de los platillos… un estupendo corte de ave, aderezado con setas y verduras al vapor- ¿Deseas comer?

 

-Faltan tan solo diez minutos para la media noche- replicó el otro, encendiendo la TV y buscando la botella de champaña para descorcharla y servir dos copas hasta el borde- Creo que mejor preparamos el brindis y después cenamos.

 

-¡Están bien adiestrados tus sirvientes! Toda una cena y bebidas perfectamente dispuestas... ¿Haces esto muy seguido? ¿Comer con un desconocido en fechas importantes? ¿Es como tu servicio social?

 

Loki no siguió lanzando frases de burla porque justo en ese momento, una mano grande y cálida lo tomó por el cuello, haciéndole volver la cabeza con algo de brusquedad y unos labios húmedos y ansiosos se pegaron a los suyos, junto a una lengua invasora que lo urgía a abrir los dientes para entrometerse a su gusto.

 

-¡Hey!. Se quejó el rubio al sentir el violento rechazo del pelinegro- ¿Qué te pasa? Fue solo un beso...

 

-¡Yo no hice trato contigo! ¡Esta es mi casa, no es un hotel del camino! ¡Respétame o lárgate!- le gritó, abriendo la puerta de par en par- Mi precio no es comida... la noche es larga y la calle amplia, vete ya.

 

Loki se aventuró a ponerse en plan firme, aunque con el tamaño y fuerza de su acompañante, sabía de sobra que llevaba las de perder si se proponía someterlo por la fuerza o algo así. ¿Y si era un maldito psicópata? ¿O un sádico? ¿Por qué diablos le había abierto las puertas de su casa esperando pasar una noche tranquila? No eran amigos, no se conocían... eran un rico aburrido y un callejero hambriento.

 

-Lo siento- declaró el mayor suavizando su potente voz- ¿Escuchas las campanadas? Toma tu copa... feliz año nuevo...

 

Loki dudó... pero la algarabía de sus vecinos, las campanadas que se repetían en la TV y en la calle, el sonido de fuegos artificiales y sus colores en el cielo parisino le hicieron bajar la guardia. Tomó la copa y bebió casi hasta el fondo.

 

-Feliz para ti- dijo, alzando el último sorbo frente a sus ojos de esmeralda, que brillaban con una escondida tristeza y soledad- Tu que tienes el dinero y los recursos para poder cambiar tu destino...

 

-Yo brindo por tu libertad... La mejor forma de vivir, sin ser un esclavo de tu familia...

 

Loki soltó una cristalina carcajada... ¿Así que prostituírse en las calles y arriesgarse cada noche con desconocidos era vivir con libertad? Ese rubio era mas tonto de lo que había pensado.

 

-Supongo que no puedes adivinar que esta noche no quiero coger con nadie... ni siquiera contigo... si eso decepciona tus planes, lo siento mucho, pero quiero decírtelo antes que intentes cualquier cosa.

 

-Perdóname por besarte a la fuerza... Y bueno, hace un rato vi que comenzará una película de esas cursis, de las que siempre repiten en año nuevo... Y tengo hambre... ¿Quieres verla conmigo? Me portaré bien...

 

***

 

Cerca de las tres de la mañana, el rubio se movió con mucho cuidado para no despertar a su acompañante, que se había quedado dormido a la mitad de la película, reclinando su linda cabeza de sedosa melena azabache sobre sus muslos, acurrucado como un pequeño y mimoso gatito. Era difícil resistirse a tanto encanto... porque aquel hombre desconocido le provocaba el deseo de protegerlo y cuidarlo, pero también encendía sus ganas de hacerle el amor desesperadamente... sin embargo, estaba decidido a cumplir su palabra.

 

No bailaron, no bebieron, no se acariciaron y por supuesto no hubo sexo... Algo en ese perdido llamaba poderosamente su atención y lo obligaba a cumplir su capricho. Pudo irse a buscar compañía mas entretenida, más gratificante... pero realmente no recordaba haber pasado tiempo con alguien rodeado de tanta paz... su espíritu se sosegaba ante su cercanía y verlo tranquilo sonriendo para él.

 

La noche era fría, pero la fiesta en su mansión seguramente continuaba muy acalorada ante su ausencia. Sus padres estarían enfadados y sus futuros suegros lo estarían más, eso le provocó una sensación placentera... aunque le incomodó un poco si Jane, su novia, lloraba por su culpa. Finalmente era tiempo que la muchacha comprendiera que un compromiso forzado no llegaría a término, si dependía de él.

 

Recorrió cada rincón del departamento, era realmente un lugar patético y deprimente... sin muebles, sin lujos, sin calor en la chimenea... uno de los cuartos estaba vacío, igual que los dos viejos roperos. Loki no había mentido y su ex compañero de casa lo había dejado prácticamente en la calle. En el otro cuarto estaba la cama, la preparó para que su dueño durmiera en ella, luego llevó en brazos al esbelto y encantador hombre y lo recostó, arropándolo como si fuera un niño pequeño.

 

A las cuatro de la mañana, Loki abrió los ojos con sobresalto, buscó a un lado y al otro esperando encontrarse con el cuerpo del hombre al que estúpidamente invitó a su casa... pero no lo encontró... de hecho, estaba solo en su recámara. Vestido por completo, pero metido bajo sus sábanas y cobertores... se levantó a toda prisa para buscarlo... ¿Y si en realidad era un ladrón? Pero... parecía tener dinero de sobra ¿Qué le iba a robar…la TV… los miserables euros ganados con tanto esfuerzo esa noche?

 

No supo si llenarse de ternura, de rabia o de risa al verlo... hecho un ovillo para darse calor en el sofá, tapado con su propio abrigo porque llevó todos los cobertores a su cama para dejarle entrar en calor. Era el mejor de los hombres o el estúpido mayor que se había topado en la vida. De acuerdo... se había ganado un premio para el resto de la noche, o por mejor decir... de la madrugada...

 

-¿Cómo puedes ser tan tonto, rubio enorme?- le dijo, moviéndolo un poco y tomándolo de la mano para obligarlo a levantarse e ir con él- Si pescas una neumonía por quedarte aquí con este frío... me odiarás y yo no quiero que me odies... ¡Maldito seas, tú... tú…! ¿Cuál es tu nombre? ¿No me lo vas a decir?

 

-Tal vez no...- repuso el mayor como si hablara entre sueños, dejándose llevar.

 

-Entonces yo te bautizaré... tonto, rubio ricachón... enorme oso sin cerebro...

 

-Thor...- interrumpió entonces, demostrando que estaba mas despierto que nunca y halando a Loki para enlazarlo por la cintura y volver a buscar sus labios- Thor Odinson... y tú eres Loki...

 

-Solo Loki- dijo el ojiverde, colocando sus manos sobre el poderoso pecho, sonrojándose un poco y mostrando su perfecta dentadura antes de corresponder a la caricia- He olvidado mi apellido...

 

Esta vez Loki recibió un beso lleno de ternura... ni fue demandante, ni lascivo, ni nada... solo un beso. Acarició ligeramente el cuello y el rostro de Thor antes de parpadear repetidamente y sacudir un poco su cabeza. Tenía que entrar en razón...

 

-Va por cuenta de la casa ¿Escuchaste? No te atrevas a ofenderme ofreciéndome dinero...

 

Thor sonrió como un viejo zorro a punto de devorarse un tierno conejito, se dejó guiar hasta la recámara y permitió que Loki desabotonara su camisa y bajara sus pantalones. Era un gran espectáculo verlo afanarse por él... lo dejó únicamente con el par de bóxers negros ajustados, estrangulando obscenamente al portentoso animal en reposo que muy pronto despertaría. Su boca experta estaba por regalarle al rubio un grandioso año nuevo...

 

-Levantate- murmuró el ojiazul cuando Loki se arrodilló para comenzar su trabajo- Este es tu hogar y yo lo respeto... si me permites... solo quiero verte dormir y descansar. Y mañana temprano, si tu quieres, te invito a desayunar.

 

Las cinco de la mañana... Loki no conciliaba el sueño esperando que de un momento al otro Thor comenzara a tocarlo... pero aparentemente, el musculoso solo dormía, dándole la espalda y esperando el amanecer. Aquello fue demasiado para su paciencia... bajó su mano por su vientre suave y firme, de blancas carnes, la metió por debajo de su ropa interior y se topó con que estaba mas duro y húmedo de lo que él mismo hubiese deseado. Se masturbó sin misericordia, pensando que deseaba realmente hacerle el amor a ese enorme, fuerte, apetitoso y tonto saco de carne que fingía inocencia durmiendo a un lado.

 

-Tengo frío...- mintió, pegándose a su espalda cálida.

 

-Es que estás muy delgado... deberías poner más músculo en tus huesos- respondió Thor, evidenciando que tampoco dormía, al tiempo que se volvía para abrazar al pelinegro.

 

-Cállate...- murmuró Loki, paseando ahora su mano larga por el marcado abdomen y encontrando que el bóxer de Thor parecía ya una enorme tienda de campaña- ¿Esta es tu idea de “solamente dormir”?

 

-Eres malévolo... si no estuvieras tocándote y gimiendo, entonces yo no tendría esta erección...

 

-¿Entonces es mi culpa?- sonrió Loki con gesto travieso.

 

-Completamente- respondió Thor, sin soportar un instante más- Eres absolutamente irresistible y lo sabes.

 

Con un movimiento, se subió arriba del esbelto cuerpo del ojiverde, besándolo en los labios y moviéndose en círculos haciendo coincidir sus centros, los dos estaban mucho más que dispuestos y excitados, así que encontrarse y frotarse por encima de sus ropas, fue una sensación electrizante que los hizo estremecer. Thor bajó solo un poco su ropa, para que la cabeza de su miembro asomara e hizo lo propio a Loki, se manera que los dos falos entraran en contacto directo.

 

Loki gimió de placer, estirando los largos brazos para pasearlos por la fuerte y tostada espalda. Deseaba encajarle las uñas y dibujarle un mapa en la piel, pero tenía la suficiente prudencia de pensar que el rubio no lo permitiría, a riesgo de meterse en problemas todavía mayores con su novia. A cambio, ofreció la larga línea de su blanco cuello para que lo devorara a su gusto, recibió deliciosos lengüetazos, que le hicieron cosquillas y le erizaron la piel, suspiró con los dulces besos repartidos en cada milímetro hasta bajar poco a poco a la curva de sus hombros, donde Thor no resistió la tentación de plasmar la perfecta arcada de sus fieros dientes con un par de mordidas que declaraban la posesión definitiva de ese cuerpo tentador... “No te atrevas a volver a hacerlo” gimió Loki, haciendo entonces lo que había reprimido con sus uñas “Ahora no podrás quitarte la camisa frente a nadie en un par de días”

 

Thor soltó una risita grave y divertida, era evidente que no había aprendido la lección, ya que apenas recorrió con ambas manos toda la piel de la espalda, girando para colocarse al pelinegro sobre él, atrapó el sonrosado pezón y comenzó a succionarlo con demasiada fuerza, lo lamió y lo chupó hasta hacerlo doler y si Loki lo empujaba para que dejara de hacerlo, simplemente se pasaba al otro y repetía con fuerza y engolosinamiento aquella caricia. Las enormes manos también bajaron para deslizarse bajo la ropa interior y apoderarse de las firmes y redondas nalgas, las masajeó, las apretó y se dio cuenta que jamás había deseado tanto acariciar un cuerpo desnudo como deseaba el de Loki… estaba desesperado por entrar en él y sus dedos ansiosos llegaron hasta el surco medio, donde tras breves caricias, encontraron el punto más cálido y comenzaron a tocarlo haciendo círculos suaves.

 

-Dejame comerte un poco… no seas tan ansioso...- ronroneó Loki, liberando al fin al tremendo mástil que palpitaba erecto y caliente entre sus manos- ¡Demonios! No recordaba su tamaño... me vas a partir en dos

 

Y procedió a atender gustoso aquel pene ansioso por ser tocado, lo acarició con ambas manos, mientras besaba y chupaba lentamente las bolsas escrotales, haciendo que Thor gruñera como un león en celo… “Ya… déjame entrar en ti... déjame hacerte mío de una buena vez” suplicaba el rubio, aunque entre mas le suplicaba, Loki extendía el suplicio, pasando la punta de su lengua por la línea del periné y delineando a lo largo y ancho, cada vena y cada surco de la herramienta, finalmente la metió en la boca y comenzó a succionarla con fuerza, sintió casi al instante el sabor singular del líquido preseminal que brotaba con abundancia, dando muestra de lo dispuesto que se encontraba ya su dueño...

 

-Ya Loki... no soporto… voy a estallar...- continuó gritando Thor, acometiendo al mismo tiempo, hundiendo el rostro entre las blancas nalgas, lanzando su lengua una y otra vez para preparar el camino a la penetración que estaba ya ansioso por comenzar- ¡Diablos, es delicioso lo que me haces! ¡Basta!

 

Loki tuvo que dar por terminado aquel estupendo 69, la voz potente y grave del grandote le causaron un ataque de risa, imaginaba que alguien los iba a escuchar y comenzarían a gritar que guardaran silencio. A lo lejos la música de las fiestas continuaba, así pues, a nadie le podría espantar un poco de amor... pero prefirió no arriesgarse y se bajó del rubio a gatas, para ser casi inmediatamente aprisionado boca abajo, y sintiendo la jadeante respiración en su cuello, mientras Thor frotaba su virilidad sobre el surco de su trasero… un par de azotes con el cuerpo entero en cada glúteo y un punteo delicioso...

 

-¡Que bruto eres, Thor Odinson!- rió Loki, disimulando mal que también él estaba ansioso por ser ensartado como una mariposa- No te resultaba hacerte el niño bien portado conmigo...

 

-¿Sabes que por alguna extraña razón siento que estás hecho a mi medida?- dijo el otro, entrando en su interior- Me gustas mucho... me siento lleno de placer a tu lado...

 

-Haz lo tuyo...- jadeó Loki, sintiendo la invasión placenteramente- Dejate de palabras huecas... no necesitas mentirme a mí... Así estamos bien...

 

Y al final, Thor no se iba a hacer repetir la petición, así que comenzó por deslizar su miembro tan lenta como firmemente le fue posible. Con la maestría del pelinegro en las artes sexuales, pudo penetrarlo casi hasta el tope de un primer empuje… luego se sintió apretado, dulce, enloquecedora y extáticamente apretado… era un truco tan viejo como el tiempo, pero Loki no lo obsequiaba a cualquiera… apretar los músculos del periné sobre el pene del compañero le proporcionaba un placer mucho mayor, lo conocían vulgarmente como “hacer el perrito” (por la cualidad de estos animalitos de quedar “pegados” al copular) y se corrían rumores y hasta leyendas de quienes podían lograrlo… Loki era uno de ellos, pero lograrlo representaba una suma en efectivo tan cuantiosa que muy pocos hombres podían pagarle, por eso se reservaba... y en esta ocasión, solo lo hizo porque algo en su interior lo impulsaba a darle al rubio el mejor sexo de su vida.

 

-¿Cómo carajos lo haces? ¡Loki, no importa! ¡No dejes de hacerlo!- gritó el de ojos azules, sudando finamente mientras sus manos se aferraban al blanco pecho del otro, sintiéndolo moverse en círculos con su miembro atrapado dentro- ¡Es delicioso!

 

Loki le regaló ese placer varios minutos, después se relajó para que el rubio continuara.

 

Thor comenzó a moverse hacia adelante y atrás, lentamente al principio, entrando y saliendo solo un poco, recibiendo el roce placentero de los cuerpos acoplados en cada milisegundo de permanencia dentro de aquella cálida y húmeda cavidad. Poco a poco, el sensual vaivén fue tomando fuerza... de manera que las embestidas se acompañaban del clásico sonido de la piel del escroto chocando contra las firmes redondeces. Thor gruñía y Loki hundía el rostro entre las sábanas para no gritar… acostumbrado a controlar sus sensaciones, lo que ahora sentía no se comparaba a nada… ni siquiera a la vez anterior que estuvieron juntos. Parecía como si se conocieran de toda la vida, Loki apretaba sabiamente y Thor se movía con experiencia, de forma tal que ambos estaban gozando como nunca antes de aquella sesión.

 

-Eres talentoso, rubio bello...- susurró Loki, mientras cambiaban de posición para colocarse ahora boca arriba, y Thor sobre él, de forma que podían volver a besarse y a frotar el miembro del azabache mientras continuaba invadiendo su parte posterior- Había olvidado lo bien que esto se puede sentir...

 

-Es mutuo... será una pena cuando tengamos que despedirnos...

 

Loki sintió un hueco en el estómago al escucharlo ¿Despedirse? Pues claro... solo era un buen sexo ocasional… y gratuito... entre un par de desconocidos, un niño rico, caprichoso y comprometido en matrimonio con alguna bella heredera que tuvo el antojo de acostarse con un paria al que nadie quería, al que nadie necesitaba... al que el día de mañana olvidaría.

 

-¡Dame más fuerte!- pidió entonces, invirtiendo nuevamente los cuerpos para quedar montado y cabalgarlo a su gusto. Thor lo sujetó de las nalgas y le demostró que todavía le quedaba mucha fuerza para complacerlo... entró y salió, muchas veces, a ritmo rápido, elevando a Loki al clímax, a un orgasmo que no fue fingido, sino que le tenía los ojos y la mente en blanco, totalmente inmerso en las sensaciones, Loki jadeó, estiró el cuerpo y el cuello, se dejó caer sobre el poderoso pecho y se haló el pene inmisericordemente hasta el instante en que se derramó...

 

Thor celebró aquella eyaculación ayudándole a terminar con su enorme mano apretando y exprimiendo hasta la última gota. Luego, se lamió los dedos saboreando la semilla del pelinegro.

 

-¿Satisfecho?- le preguntó, por puro ego.

 

-Me siento como si estuviese hecho de trapo...- confesó Loki, recuperando un poco el aliento.

 

-No te desmayes todavía... porque ahora es mi turno...- sonrió Thor, recostando a Loki sobre su lado izquierdo, besó una vez mas sus labios, tan hambriento de la miel que destilaban como si los besara por primera vez, luego se acomodó a sus espaldas y enfiló nuevamente para penetrarlo... lo sujetó con fuerza, pasando su brazo derecho encima del esbelto cuerpo y abarcando con la mano el cuello al que parecía que podía quebrar con un solo movimiento, mientras que su mano izquierda alcanzaba el pene desfallecido y lo apretaba con dulzura acompasando los empujes en el ya muy rojo trasero.

 

Sin acusar cansancio, continuó prodigándose placer hasta que el musculoso cuerpo se cubrió un brillante y abundante sudor. Sus gruñidos se transformaron en bufidos a medida que se acercaba a su propio orgasmo, se aferraba fuertemente a Loki, clavándole los dedos que dolían y dejaban huella en la blancura de su piel, lo hizo volver a gritar, volver a enloquecer y a sentir placer... finalmente, Thor estalló caliente, abundante y poderosamente, se derramó dentro de Loki, sobre las nalgas y sobre su espalda, para caer ahíto de placer sobre la cama desordenada.

 

***

 

Loki pagó los víveres y tomó las dos bolsas de papel entre sus brazos, caminó de regreso a su departamento sin tomar en cuenta la incipiente llovizna, solo esperaba que las bolsas no se remojaran antes de llegar. Pero el aguacero arreció y no le quedó mas remedio que buscar protección, igual que otros transeúntes, bajo el toldo de otra de las tiendas... esperaría la escampada pacientemente.

 

Cortó un trozo del pan recién elaborado que sobresalía y cuyo aroma despertó su apetito, sosteniendo los dos paquetes con un brazo, se dedicó a comer y a observar los carros pasar y las personas con paraguas previsor continuar sus caminos. Era muy temprano por la mañana, casi nunca estaba despierto a esa hora, pero ese día ya no pudo seguir durmiendo. El casero lo despertó para cobrarle la renta y se alegró de completar y de que sobrara un poco para comprar comida. Incluso se compró una botella de vino, no muy bueno, pero estaría bien para acompañar su comida y su cena.

 

Una pareja llegó cerca de él, riendo y sacudiéndose las gotas de agua que resbalaban graciosamente por el largo cabello de ella. El chico soltó el periódico con que se cubrían para ayudarla a secarse y entonces Loki lo vió... mojado y casi destruido, pero reconoció el rostro varonil de Thor, tomado de la mano de una linda muchacha bajita de estatura, esbelta, de bonito rostro y larga cabellera castaña: “La pareja formada por Thor, heredero de las empresas Odinson y Jane Foster, hija del dueño de los Hospitales Foster, fue vista en el reciente evento de caridad organizado por el comité de damas de…”

 

No quiso seguir leyendo. Daba igual. Thor Odinson había llegado a su vida como aquella intempestiva lluvia y se había marchado de la misma forma. “Te llamaré el jueves… no hagas compromisos” fue lo último que dijo antes de subir al auto y desaparecer.

 

De la manera más estúpida, lo esperó el jueves con una inexplicable emoción. Se esmeró en su aseo y en su arreglo, se puso y se quitó cada camisa de su escaso guardarropa y se observó en cada espejo y en cada vitrina esperando parecerle atractivo. Suponía que además de todo, siendo tan millonario, esta vez no tendrían sexo gratuito y se llevaría a casa un buen pago... se sonrojó pensando si era correcto cobrarle y después se recriminó a sí mismo por pensar que podía ser de otra forma ¿Acaso se iban a ver por algún otro motivo que no fuera arreglar el pago de sus servicios?

 

Pero Thor no apareció por su casa en todo el jueves, su teléfono no sonó y nadie en la calle de siempre lo había visto. Loki pensó que se había confundido de fecha y comenzó a marcarle, pero gracias a los cielos no terminó y apagó el celular. Caminó sin rumbo por horas, esperando que el lujoso auto lo alcanzara y tampoco sucedió... simplemente el rubio olvidó su promesa...

 

Thor no apareció ese jueves, ni el viernes, ni el sábado… ni los siguientes dos jueves. Loki tuvo que convencerse de algo muy evidente-

 

-Seguro tiene cosas mejores que hacer con su hermosa prometida...

 

Esa noche la lluvia no se detuvo, empeorando el trabajo... casi nadie estaba en las calles, casi ningún auto se detenía para levantarlo, empapado, con frío y sin un euro en la bolsa. Loki regresó a su departamento para beberse un té caliente, encender la TV y echarse encima el cobertor... al menos tenía casa segura por un mes más y comida suficiente para un par de días.

 

Miró distraídamente el primer programa que apareció en la pequeña pantalla y a los pocos minutos se quedó dormido. No tuvo un sueño grato, soñó que corría sin rumbo, extraviado en una ciudad desconocida, perseguido por sombras amenazadoras y soñó que de pronto caía en un precipicio. La sensación lo hizo despertarse sobresaltado... descubrió que la habitación le daba vueltas y que la cabeza le iba a estallar, estaba sudando y tenía la boca seca… lo mas seguro era que estaba con fiebre por no quitarse la ropa empapada por la lluvia a tiempo.

 

Sin duda lo mejor era levantarse, darse un baño y buscar alguna aspirina u otro analgésico para irse a dormir. Pero al levantarse, los ojos se le nublaron, todo se oscureció y perdió el sentido.

 

***

 

-Mira a tu alrededor, Thor... mira este edificio... la sede de nuestras empresas, el imperio que he construido con años de duro trabajo...- la voz firme y sonora del viejo Odín resonaron por los pasillos que llevaban hasta la oficina principal- Todo esto es tu legado, conoces su funcionamiento y he de admitir que lo haces muy bien... Y hoy, hijo mío, gracias a ti, nos anexaremos a un enorme negocio… la administración de los Hospitales Foster...

 

Thor recibió las palabras de su padre como plomo derretido en las entrañas. Por semanas había intentado tomar valor para romper definitivamente el compromiso y no había podido. Era su destino, del que no podría salvarse.

 

-Quizá el negocio interese a los Foster sin que sea necesario que yo...

 

Odin miró con su único ojo bueno a su hijo, aunque quizá un rayo mortal saldría de un momento a otro del parche que usaba en el ojo perdido en un accidente años atrás. Thor guardó silencio y palideció, su padre todavía le inspiraba mucho temor y respeto.

 

-No te atrevas...- le dijo en tono cortante- Tu vas a entrar y firmarás como yo, los contratos, mostrarás tu mejor semblante y esta noche, puntualmente y sin que desaparezcas como es tu costumbre, celebraremos la fiesta de compromiso entre la hija de Foster y tú… dentro de un mes, Jane y tu será una hermosa familia, y tendrán hijos que heredarán un asombroso imperio de negocios.

 

¡Cuánto lamentaba Thor su falta de voluntad! Hizo caso palabra por palabra en todo lo que su padre indicó. Incluyendo la noche, colocó en el dedo de Jane una delicada sortija con un diamante gigantesco, dijo la frase con toda claridad “¿Te quieres casar conmigo?” y la abrazó y la besó tal y como se esperaba que sucediera en estos casos. Luego permitió que Jane fuera con sus amigas a presumir la joya y Thor se dirigió a la barra a beber...

 

Cumplió su promesa y no desapareció de la fiesta hasta que se hizo el compromiso. Misión cumplida... ahora sí podía marcharse.

 

Odin no impidió que su heredero se retirara, solo indicó a los guardaespaldas que lo siguieran de cerca y lo cuidaran. Les fue sencillo saber a donde iba el deportivo, a pesar de ser conducido a exceso de velocidad... Thor se dirigía a la calle donde desahogaba sus frustraciones... sonrieron con socarronería, ya le conocían el gusto de ir por dos o tres jovencitas y encerrarse con ellas en algún hotel... o quizá con el joven de cabellos negros que tenía tan buen trasero y que parecía encaprichar al poderoso Odinson.

 

-¿Han visto a Loki?

 

Repitió la pregunta en cada esquina y por cada tugurio, la respuesta fue la misma… nadie le había visto en tres días. Thor tuvo un presentimiento funesto y enfiló a toda velocidad hacia el departamento. Tocó tanto y tan fuerte que los caseros asomaron para callar al ruidoso y finalmente, al conocer sus intenciones, le abrieron la puerta.

 

-¡Loki!- exclamó Thor, viendo al muchacho tirado en el suelo, tan pálido y demacrado que parecía muerto. El frasco de pastillas abiertas y regadas cerca de su cuerpo confirmaron sus temores y solicitó una ambulancia a toda prisa.

 

***

 

-Me diste un buen susto- fueron las amigables palabras que Loki escuchó cuando al fin pareció recuperar totalmente el sentido- Bienvenido de regreso a este mundo...

 

-Me desmayé porque tenía un resfriado... ¿Y me trajiste al hospital?

 

-Estuviste dos días inconsciente, en el piso de tu casa y has estado delirando por casi dos días más... cuando te encontré ahí, con ese frasco de analgésicos en la mano, yo...

 

-¿Pensaste que había intentado suicidarme?- sonrió Loki, sintiendo un calorcito reanimarle la circulación de la sangre por el cuerpo- ¿Te preocupaste por mí?

 

-Me asusté al verte así... Después de todo... no he podido dejar de pensar que te fallé al no buscarte y al menos no llamarte por teléfono...

 

-Descuida, rubio tonto... Yo no me mataría por nadie. Mucho menos por alguien que no cumple sus promesas...

 

-¿Sabías que no iba a presentarme ese jueves?

 

-Lo sabía, si... –mintió Loki- No eres el primero que cree obtener de mí lo que sea a la hora que se le antoje.

 

Thor sonrió con una mezcla de tristeza y amargura... ni siquiera él podía engañar a un alma tan libre como la de Loki. Cuando un par de lágrimas asomaron a sus ojos de zafiro, el convaleciente pelinegro se dio cuenta que su palabra rota se debía a la falta de valor para contradecir las ordenes de su padre.

 

-Si no te quieres casar... no te cases. Pero si ella vale la pena, entonces terminarás amándola y te casarás voluntariamente... pero por lo que mas te importe en la vida, Thor... Ya no caigas en los juegos de tu padre, eres un hombre... demuestra que puedes vivir sin su dominio, con o sin su herencia...

 

-¿Tú lo crees? ¿Qué podría hacer algo por mí mismo en la vida sin el apoyo de mi padre?

 

-Sabes dirigir una empresa... ¿Por qué no fundas la tuya? Tan solo con lo que cuesta el reloj que traes puesto podrías hacerlo...

 

-Loki... cuando planeabas salir de la vida que llevas, ¿Qué clase de negocio pensabas poner?

 

-No te diré, te reirías de mí...

 

-¿Por qué haría eso? Te lo juro que no... Anda… cuéntame- insitió el rubio, tomándolo de la mano y provocando que una corriente eléctrica los recorriera a los dos sin querer. Sonrojado, Thor lo soltó.

 

-Una chocolatería...- dijo Loki, en voz bajita- Cuando estudiaba la preparatoria, tomé un curso de chocolatería y aprendí a hacer dulces con sabores exóticos. Vendería chocolates con sabor a vino tinto, a especias, haría uno con sabor a té Earl Grey y algunos exóticos como ajíes picantes, curry o cúrcuma... tendría a la venta otro tipo de dulces, vinos e infusiones... No sé si tendría éxito, pero ese era mi sueño...

 

Luego se quedó callado, esperaba que Thor se riera, bromeara con eso o le dijera que era una locura. Pero no hizo nada, solo se le quedó mirando y tras unos minutos de incómodo silencio, volvió a tomarlo de las manos, esta vez las retuvo estrechándolas con dulzura y le dijo:

 

-¿Y si yo te presto el dinero para que montes tu negocio? ¿Dejarías las calles?

 

Loki se sonrojó y palideció alternadamente. ¿Acaso Thor le proponía ser socios o le daba caridad? ¿Acaso solo era que le daba asco su estilo de vida y le compadecía dándole como limosna dinero que le sobraba?

 

-Te juro que te pagaré hasta el último cent que has gastado en mí- respondió con voz solemne, retirando sus manos de entre las del rubio- Te agradezco que salvaras mi vida, pero no te he pedido que salves mi alma... Así no estoy en venta. Vete Thor y sé muy feliz en tu matrimonio...

 

***

 

Loki se puso en pie cuando Thor se retiró, sentía un nudo en la garganta y una molestia como un hueco en el estómago. Buscó su ropa para marcharse de inmediato de aquel hospital... todavía no se sentía bien, la neumonía le hacía toser y le dolía el pecho al respirar. Pero un trato era un trato.

 

Odín entró al cuarto cuando estuvo seguro que su hijo no lo vería, Jane acompañaba a su futuro suegro mostrando un aire altanero y de menosprecio hacia aquel hombre. Con un solo vistazo, Loki supo que la prometida de Thor sabía los pormenores de sus encuentros en el pasado, y de todas las molestias que el rubio se había tomado al llevarlo a recibir atención médica. Pero esa misma mañana el señor Odin Borson se había presentado junto a dos abogados, enterado hasta de la marca del vino que habían bebido la noche de año nuevo y simplemente le puso las cosas en perspectiva: Alejarse de Thor, abandonar París y no buscarlo jamás… el pago sería demasiado generoso para desdeñarlo. Pero Loki había dicho que no.

 

-He venido porque el señor Borson me lo ha contado todo- dijo Jane, jugando con su sedoso cabello- Y yo estoy de acuerdo en que Thor parece demasiado interesado en ti. ¿Por qué cuidarte tanto, pasar las noches en vela a tu lado y ofrecerte sacarte de la vida que llevas si no existiera un motivo como un sentimiento que confunde con… amor? Loki Laufeyson, sabemos también que has huido de tu hogar tantas veces como pudiste de niño, que sufriste abusos y malos tratos y que terminaste como una basura en las calles… Thor no conoce tu pasado... Pero te aseguro que el amor se esfumará al conocerlo...

 

-¿A que viene todo esto? –interrumpió el ojiverde, molesto- ¿Qué quieres exactamente de mí?

 

-Intento persuadirte de que tomes el dinero y te marches lejos...

 

-¿Para que Thor se case contigo necesitas alejarme? ¿A ese grado de amenaza me crees peligroso? El y yo solo hemos pasado un par de noche juntos, vamos... muy agradables noches, pero nada más... No tengas miedo de que te robe algo que no es mío.

 

-Pienso que si sigue frecuentándote, conociendo su buen corazón y la debilidad que siente por las criaturas desgraciadas como...- Jane calló cuando recibió una fría mirada de los ojos de jade- Es decir ¿Qué futuro le esperaría contigo en su camino? ¿Crees que sus círculos de amistades aceptarían que ronde a un callejero? ¿Qué no respete la santidad de su hogar por tener sexo ocasional o quizá contagiarse alguna enfermedad venéra?

 

-Me marcho de aquí, no voy a seguir escuchando tus estupideces, mujer.

 

Loki lo hizo, arrojó su ropa en una pequeña maleta y salió decidido a abandonar el hospital. Los médicos lo retuvieron para que explicara su decisión y firmara la papelería correspondiente, pues aún no estaba dado de alta.

 

-La oferta sigue en pie hasta el anochecer- gritó Jane, segura de su triunfo- Es el negocio de tu vida, no lo dejes pasar.

 

Subió a un taxi y le dio las indicaciones para que lo llevara a su departamento… lamentablemente no tenía otro lugar a donde ir, o al menos que quisiera ir. Lo vió entonces regresando al hospital, Thor llevaba un enorme ramo de flores... ¡De flores! ¡Thor le llevaba flores! El taxi inició su marcha y todas las emociones se le agolparon de repente... ¿Acaso de verdad le importaba aunque fuera un poquito?

 

La opresión dentro de su pecho no era por la enfermedad del cuerpo, era por la del alma... tenía que reconocerlo, el alboroto al creer que Thor lo visitaría nuevamente, el dolor de la decepción cuando no lo hizo, el primer golpe de celos cuando vió su foto en el diario...

 

-¡Dios… lo amo!- se confesó en voz bajita- ¡Soy un imbécil! Me he enamorado como un colegial precisamente de la estrella mas inalcanzable del firmamento...

 

Dio nuevas instrucciones al taxista. No regresaría a su casa, Thor lo buscaría ahí en primer lugar y aunque no había aceptado el soborno del señor Borson, ni los chantajes de Jane Foster, Loki estaba seguro de que lo mejor era no volver a verlo. Nadie en su sano juicio se enamoraría de uno como él, seguir a su lado solo le traería mucho mas dolor del que ya sentía y no estaba dispuesto a tragárselo. Iría a buscar a Helblindi, su medio hermano y le rogaría que lo aceptara por unos días. Helblindi odiaba su ocupación y no lo toleraba, en el pasado se habían hecho de palabras muchas veces y Loki prefirió no buscarlo más, no ofender a su familia con su presencia y hacer de cuenta que estaba muerto para todos… pero era una causa importante ahora... si Helblindi no le ayudaba, entonces estaba irremediablemente perdido.

 

***

 

Con el paso de los días, Loki no recuperaba ni la salud, ni la calma... probó emplearse en el restaurante de su medio hermano como lavaplatos, puso todo su empeño en comportarse y no provocar discusiones. Ganaba un poco de dinero y tenía una habitación pequeña y limpia donde dormir, lo más importante era que no se estaba vendiendo y no tenía que regresar a las calles. Helblindi le dio dos semanas para mudarse, Loki aceptó, buscaría otro empleo y se marcharía lejos, tan solo esperaba ponerse un poco mas fuerte.

 

Trabajaba casi toda la noche en el aseo del restaurante, dormía unas pocas horas y se salía de la casa para no incomodar a su cuñada y a los hijos, deambulaba todo el día, sin comer y sin descansar, buscando donde trabajar y también otro departamento de renta baja para poder vivir.

 

El auto que le alcanzó le provocó un vuelco en el corazón y un ataque de tos que controló con esfuerzo, pero el rostro que asomó por la ventanilla no era el que esperaba.

 

-Hermoso, te he buscado con desesperación... esperaba pasar un buen rato contigo...

 

-Pues estoy disponible- dijo Loki, arrojándose de nuevo al vacío al ver al hombre que tan bien le pagaba sus servicios.

 

-Lamentablemente ya no tengo tiempo, voy camino al aeropuerto, pero escucha: Hay una semana de negocios en Roma dentro de cuatro días... viajaré sin mi esposa porque no puede dejar a los niños solos en época de exámenes del colegio, así que puedo hacerte pasar por mi asistente... ¿Qué te parece? Ella no permitiría a mi lado una secretaria, pero nunca dice nada de mis asistentes...

 

-¿Una semana contigo en Roma?

 

-No necesitas pasaporte, viajarías en primera clase conmigo, fingirías que llevas registro de mis negocios y comerías en los mejores lugares... eso sin contar que tu habitación estará al lado de la mía, convenientemente comunicadas... te pagaré bien... pero serás exclusivo para mis servicios, ya sabes, dos o tres de mis socios harán algo parecido con sus “secretarias” y “asistentes”, pero a ellos les gusta el intercambio, a mí no… si logro tenerte, no te voy a compartir con nadie...

 

-Acepto...- dijo Loki sin pensarlo más.

 

-Dame tu número… el real esta vez, por favor...- Loki anotó su teléfono, sintiéndose como en medio de una pesadilla que pasaba en cámara lenta- Muy bien, prepara tus maletas. El viernes a las siete de la mañana, espérame en la puerta de abordaje internacional número cinco del aeropuerto ¿No lo olvidas? Viaja ligero, te compraré buena ropa allá... ¿Es un trato? El viernes, siete de la mañana, puerta cinco...

 

-Es un trato... estaré sin falta...

 

El auto arrancó y Loki se sintió estrujado con violencia, un hombre lo acababa de ver despedirse con un beso de aquel extraño y cerrar el trato con un apretón de manos y una caricia que el tipo le hizo en sus partes íntimas. Helblindi supo de inmediato que Loki no estaba cumpliendo con comportarse decentemente y no estaba dispuesto a tolerar la burla.

 

Dos bofetadas, un puñetazo directo y un par de patadas en el suelo, débil y tomado por sorpresa, Loki no pudo defenderse de la agresión. Ni quiso hacerlo, cuando reconoció a su medio hermano, simplemente se cubrió la cara, se hizo ovillo y comenzó a sollozar...

 

-¡Eres una basura y siempre lo serás! ¡Eres una vergüenza! ¿Cómo te voy a soportar cerca de mis hijos?

 

-Mátame...- suplicó Loki entonces- Mátame y quítame de sufrir entonces...

 

-Te mataría si eso remediara las cosas, pero no vales la pena para mancharme las manos... Lárgate Loki, no te vuelvas a acercar a mi casa- concluyó Helblindi, arrojándole unos cuantos billetes al suelo- Sigue rodando… basura...

 

Con el caer de la noche, Loki reapareció bajo la farola de siempre. Con el dinero que le arrojara su medio hermano, rentaría una habitación en la casa de huéspedes o si tenía suerte, los clientes le pagarían algo mejor... ya habían pasado tantos días desde que se ausentara de aquella calle, que pensó era tiempo de regresar.

 

Se subió la capucha de su chamarra, se esforzó por poner buen semblante y esperó... se acercaron un par de tipos a probar suerte, pero no logró hacer trato con ellos. Con un tercero logró beber un par de copas y hacerle un oral en un callejón oscuro... por primera vez, Loki sintió asco por lo que estaba haciendo, pero no tenía opción. Apretó el dinero de su paga con rabia y se lo guardó en el bolsillo, luego entró a un baño para asearse mil veces la boca... o vomitaría de un momento a otro... aquel infeliz lo había obligado a tragarse todo su asqueroso semen...

 

El llanto lo volvió a acometer, estaba cansado, casi estaba seguro que tenía fiebre de nuevo y no quería seguir en la calle. Caminó hasta su departamento y entró al edificio asegurándose que nadie lo siguiera... ¡Nadie lo seguía! ¡Qué ocurrencia pensar que alguien lo siguiera! Si a nadie le importaba... pero ya frente a su puerta se dio cuenta que no llevaba sus llaves. Golpeó la pared con rabia y se dejó resbalar hasta el suelo mientras los sollozos se volvían un llanto incontrolable, pensaba en Thor, pensaba en su rostro dulce, en sus manos gentiles, en sus atenciones y en la forma en que lo miró cuando le dijo que tenía fé en él...

 

-¡Thor! Te quiero… te extraño... – murmuró, sintiendo como nunca su infinita soledad- Jamás podré olvidarme de ti...

 

-Debes quereme mucho cuando no aceptaste el dinero que mi padre te ofreció... Y también porque despreciaste el que yo te ofrecí...

 

La voz varonil y grave lo hizo alzar la mirada con ansiedad.

 

-¡Thor!- sollozó- ¿Qué diablos haces aquí? Desaparece... por favor...

 

El rubio no respondió con palabras, en un instante estaba ya a su lado, abrazándolo con ternura y confortándolo. Loki hipaba mientras intentaba respirar tranquilo, aquella alucinación era demasiado real.

 

-¿Por qué huyes de mí? ¿Por qué no me permites acercarme y decirte lo que has logrado despertar en mi corazón, endemoniado ángel de cabellos negros?- susurró Thor a su oído, mientras lo estrechaba contra su fuerte pecho y lo llenaba de besos en el rostro- Cada una de tus lágrimas me duele… no es mi intención lastimarte ¿Lo oyes? A tu lado he sentido por fin que tengo el valor para rebelarme a mi padre...

 

-Tu no debes estar liado con uno como yo...

 

-Tu quien eres para cuestionar mi corazón... quizá yo he rodado más que tú, y soy peor que tú, pero intento redimirme y de paso, intento aclararme junto a ti...

 

-¿Qué quieres decir con eso?

 

-Que te amo Loki Laufeyson, Loki sin apellido si así lo prefieres... Te amo.

 

-No… no podemos estar sintiendo amor si apenas nos hemos acostado un par de veces, el sexo no es amor.

 

-Entonces... dejemos que el tiempo lo diga todo...

 

***

 

Pasó los siguientes días junto a Thor, gozando como dos chiquillos de la mutua compañía y del amor. No se había dado cuenta de lo que significaba un catorce de febrero hasta que amaneció cubierto de pétalos de rosas, de chocolates y besos, porque sus regalos no se medían en cosas monetarias, sino en emociones y detalles. Loki adoraba a Thor y Thor veneraba a Loki, estaban como inmersos en una luna de miel, donde el amor era protagonista principal… los días no se comparaban a las noches de pasión, de placer, de entendimiento y felicidad.

 

Pero el jueves por la noche la burbuja se había reventado por completo, Thor pasaba largas horas discutiendo con su padre por teléfono, el rubio se sentía entre la espada y la pared, quería romper definitivamente con el dominio paterno y a la vez, tenía demasiados compromisos que no era sencillo abandonar sin provocar un gran daño a los socios y a las empresas… la ruptura era forzosamente lenta y larga… luego estaba Jane, también le llamaba y lloraba, le suplicaba y le reclamaba, porque tenía su palabra de matrimonio y la sociedad entera se burlaría de ella si la abandonaba con un pie en el altar… y Jane no se merecía ser abandonada y cambiada por un cualquiera...

 

-Ve a donde tu padre te está citando, Thor. Por mí no te preocupes, no soy un niño pequeño que necesite ser vigilado... mañana por la tarde regresarás y sabrás que aún tienes todo mi amor y mi apoyo…

 

-Gracias... tu confianza me hace sentir muy orgulloso…

 

Thor se fue esa noche, era una cena de gala donde se llevaría a cabo el festejo previo de su boda. No quiso decírselo a Loki, era mejor regresar con la sorpresa de que pudo romper con Jane frente a todos y el compromiso había quedado disuelto para siempre… al menos esa era su intención.

 

Loki durmió tranquilamente, el celular sonó a las tres de la mañana… Thor le llamaba para desearle buenas noches, él también ya se iba a dormir. Loki estaba ya despierto y su maleta estaba hecha. A las cinco llegó el taxi, se despidió con la mirada de todo lo que había sido su vida hasta ese momento.

 

-Una última aventura, Loki, un último servicio- se dijo, con una sonrisa esperanzada- Roma es una buena ciudad para recomenzar… Y si Thor me tiene la mitad de la fé que yo tengo en él, entonces me sobra incentivo para rehacer mi vida… ¡Adiós amor, me has devuelto la esperanza y la felicidad, te lo juro… jamás te olvidaré!

 

Dejó un sobre con una carta, depositó un beso que Thor era capaz de adivinar y bajó al automóvil que ya lo esperaba.

 

-Al aeropuerto, por favor...

 

¿FIN?

 

21 febrero de 2016.

Notas finales:

Si conocen mi deviant art, hay un dibujo para esto... no tengo idea de como meter links, así que no lo intento.

¿Les agradó este long shot? O medium shot, ehehehehehe

Es un descanso para aclarar la mente mientras preparo el casi final de la Diva, me encantó escribir esto y espero que haya sido de su agrado también.

Si merezco, regálenme un review y su opinión...

un abrazote y seguimos en "Te Comería el Corazón"


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