La primera vez que la vi, pensé que era una engreída, (lo siento, suelo juzgar mucho por la apariencia, es uno de los tantos defectos que tengo) aunque no podía negar que era la chica más hermosa que había visto. Aquel día en que realmente me fijé en ella fue el primer mes de clases de ese mismo año, era la clase de literatura y ella comenzó a recitar un poema de Pablo Neruda (Unos de mis poetas favoritos) era uno de los poemas más conocidos, “Poema 20”
Sus ojos me llamaban, cada vez que caminabas por los pasillos no podía dejar de mirarle, hasta que mis amigos me interrumpían con una de sus estupideces. Cada día que la veía caminar con sus amigas trataba de no fijarme en su sonrisa, pero no podía, cada vez que miraba esos dientes perfectos algo en mí se iluminaba, ese algo que yo siempre pensé que estaba muerto ¿No se das cuenta de lo hermosa que es?
Un día chocó conmigo en el pasillo de nuestro instituto, por culpa de su novio, que le empujó porque se negó a salir con él a una fiesta ¿Por qué salía con ese estúpido? ¿Le importaban mucho las apariencias? Ese día al llegar a mi casa no dejé de pensar en porque no le defendí e ignore lo que pasaba, ese día me decidí a protegerle, aunque ella no sintieras nada por mí.
Semanas después, iba caminando para ir a mi clase de química, pero la escuché gritar una grosería ¡Ella nunca decía groserías! Inmediatamente me apresuré al lugar de los gritos y ahí estaba, al parecer su estúpido novio trataba de abusar de ella y sin pensarlo corrí y lo empujé con todas las fuerzas que tenía, (Que no eran muchas) le grité que era un estúpido y que te dejará tranquila. Su novio me pegó una cachetada, mi cara quedó roja, pero no me importó, ella estabas bien.
Después de eso expulsaron a su novio por golpear a una mujer, se lo merecía, pero ella parecía triste ¿Realmente le gustaba ese idiota? Al menos terminaron. Ella no me habló después de ese accidente (Aunque tampoco lo hacía antes de éste) sólo me miraba por los pasillos, al menos ahora me notaba.
El siguiente año, después de unas largas vacaciones pensé que mis sentimientos hacia ella ya habían cambiado, pero al ver su rostro y ver que estabas más hermosa no pude sonreír como estúpida ¿Cómo me pude enamorar de alguien que ni conozco?
Por suerte para mí, nos toco en la misma clase, estuve muy feliz, podía verle la mayor parte del día, pero esa felicidad se fue a la mierda cuando comenzó a salir con el chico guapo de la clase, se veían tan bien, estaba tan celosa, pero al parecer no duraron tanto.
Tratando de olvidarla salí con otras chicas muy parecidas a ella de físico, pero no eran más que unas engreídas, sólo hablaban de ellas mismas, ya todo el instituto sabía de mi sexualidad, era lo que menos me importaba en aquel entonces, quiero que sepan que ninguna de las chicas hizo que me olvidara de ella y lo que era peor es que ellas se daban cuenta de que la persona que me gustaba era otra.
Mi vida estaba condenada, a veces deseaba que nunca le hubiera visto, que nunca hubiera nacido, sentía que estaba arruinando mí vida, entonces decidí que le conquistaría, que le haría sentir lo mismo que ella me hace sentir a mí.
Comencé por hablarle en clases, de temas que no tenían importancia, al principio ella estabas extrañada por todo esto y era de esperarse ¿La chica por la que terminaste con tu primer novio te hablaba? Pero poco a poco se fue acostumbrando, algunas veces ella era la que iniciaba el tema de conversación y yo me sentía tan feliz.
Pasaron los meses y ella ya se sentía cómoda conmigo, ella dejó de salir con chicos y yo a veces podía sentir sus celos cuando estaba con otra chica, mi vida había mejorado, me sentía nueva, mejor. Ella fue la que dio el primer paso, me invitó a su casa para hacer un trabajo de biología, sólo nos faltaba el informe así que no hicimos mucho trabajo, cuando estaba a punto de irme, me detuvo y se acercó sólo para darme un tímido beso, el mejor de toda mi vida, yo correspondí gustosa y al separarnos sonrió (¡La sonrisa que siempre me traía loca!) y me dijo “Nos vemos mañana”.
¡Al fin! Ella sentía cosas por mí, al día siguiente ella me sonreía más que de costumbre y al final de clase la acompañé a su casa (Que quedaba en dirección opuesta a la mía, pero no me importaba) fuimos todo el trayecto tomadas de la mano y al llegar a la puerta de tu casa, me besó, pero este ya no era un beso tímido, era más apasionado y desde ese día fuimos novias. Era como una cajita de sorpresas.
Nuestras vidas siguieron avanzando, los días pasaban y cada vez estábamos más juntas. Le invité a mi casa cuando mis padres no estaban. Ese día sentí su cálido aliento sobre mi oído, sus manos explorando todo mi cuerpo, besé cada parte de ella. Me enamoré aún más.
Caminábamos de noche por la plaza, admirando el paisaje y hablando de cualquier tema cuando de la nada ella me miró y dijo que me amaba, yo sólo pude abrazarla y decirle una y otra vez que yo también la amaba.
No podía estar más feliz con nuestra relación, teníamos muchas “citas” en la parte sexual no nos faltaba nada, íbamos a cumplir un año de relación ¡Un año! Creo que es lo que más he durado con una pareja, si alguna vez dije que no la quería conocer, me arrepiento, ella es lo mejor que me ha pasado en la vida.
Hemos peleado, nuestra primera pelea importante, ella dijo que nunca estoy con ella físicamente, que casi nunca me ve, que ahora siempre estoy ocupada, lo cual no es mentira, ahora que íbamos a la universidad todo se había hecho más pesado, muchos trabajos y muy poco tiempo, no podía negar de que yo también me sentía sola, pero tampoco quería reprobar.
Nos hemos arreglado y como en cada pelea, la mejor parte es la reconciliación, ya saben el porqué. Ella entendió que ya no tenía tanto tiempo como antes y que sin darse cuenta ella estaba igual que yo, quizá fue el estrés lo que la tenía así.
Volvimos a lo normal, hemos pensado en vivir juntas, ya que así ahorraríamos dinero y eso nos vendría mejor a las dos, así que hemos estado cada día buscando algún departamento lo suficientemente grande para las dos, aunque a decir verdad mientras este ella, todo estaría bien.
¡Ya nos mudamos! Parece tan feliz, ahora tendremos mucho tiempo juntas, quizás fue muy repentino, pero no me arrepiento de nada son los mejores años de mi vida y es porque ella está conmigo, es la mejor novia de todas.
Dormimos juntas cada noche, ella es realmente tierna, me abraza todo el tiempo y aunque me muero de calor, no me molesta. Vivir con alguien a veces es difícil, pero vale la pena cada segundo.
Tuvimos otra pelea, ella me dice que estoy cambiando, ha dormido en el sofá los últimos días. Realmente no siento que he cambiado, para mí todo está igual que siempre, simplemente llego cansada todos los días, ¿Qué tiene de malo? Quizás ella es la que está cambiando.
Nuestra vida en estos últimos meses ha sido así: Pelea, reconciliación, pelea, reconciliación. No sé que nos va a deparar en un futuro, pero yo sigo enamorada de ella, ella realmente tocó profundo en mí.
Dices que ya no puedes con esto, que quieres terminar, que estás cansada de tantas peleas, que realmente lo sientes, que el tiempo arruino nuestra relación, que tú no querías esto… etc. Decías palabras para que esto no fuera tan doloroso, pero realmente dolían más, y con lo último que dijiste realmente morí de dolor “Podemos seguir siendo amigas”.
Estoy buscando un nuevo departamento para irme y creo que ya he encontrado el indicado, sólo me falta empacar mis cosas, despedirme de ella e irme, si es por ella está bien, no quiero que sufra, yo la seguiré amando hasta que el mundo deje de girar.
Ya tengo todo empacado, la siguiente semana me voy, estamos solas en la mesa en donde solíamos comer, reír y hacer estupideces juntas, había un silencio incomodo entre las dos, yo me tenía que despedir de ella, lo sabía, ya era hora, pero cuando ya estaba lista para dejarla ir… Ella me pidió que me quedara, que una vida sin mí no era una vida feliz.