¿Recuerdas? La primera vez que me dijiste “Te quiero”, también dijiste que no debía pensara mal, que no era en ese sentido, también me dijiste que no debía esperar a que me dijeras “te amo”, sin embargo, la primera vez que lo dijiste, hablaste diciendo que no lo malinterpretara, y yo sólo asentí.
Ahora me pregunto... ¿Algún día me dirás “Te amo” en el sentido que yo deseo?... Si supieras, que duermo pensando en ti, deseándote buenas noches, entregándote mi corazón en cada suspiro, en cada mirada... ¿También lo haces tú?... Busco desesperadamente alguna señal, en verdad no sé lo que hago, mi corazón se dispara cuando estoy contigo...
El otro día, en mi casa, después de varias horas, me preguntaste algo muy extraño, algo que no llegué a comprender del todo, yo sólo respondí ingenuamente. Después te marchaste, ya era algo tarde y tenías que llegar a tu casa, sino tu madre seguramente te castigaría, pero es que el tiempo se pasaba tan rápido, más de lo que deseábamos.
Te acompañé a la salida y esperé a que tomaras un taxi, fuera de mi casa, luego, me miraste seriamente, como pocas veces, yo te pregunté si te encontrabas bien, tú sólo desviaste tu mirada por unos segundos, para después verme fijamente y sonreír, como sólo tú lo sabes hacer, llenándome de paz, pero esa noche había algo en aquellas hermosas orbes azules, algo que ocultabas, algo que te preocupaba, ¿Desde cuando te conozco tan bien? Sé de memoria cada gesto, cada expresión, y quisiera saber cada sentimiento que te embarga, pero no puedo…
Me distraje un momento, hundiéndome en mis pensamientos, fue entonces cuando lo sentí, felicidad infinita, mezclada con duda, una mala combinación si no se sabe manejar. Guardamos silencio por unos minutos, sin embargo, no era incómodo en lo absoluto, imposible pasarla mal a tu lado, la capacidad para comunicarnos por miradas, sin palabras de por medio, era algo que se nos daba muy bien, ¿No crees?... Estrechaste mi mano tímidamente, entrelazando nuestros dedos, miré tus acciones con aire divertido, en serio me sorprendías a veces, tú sólo te sonrojaste al verme, pero jamás soltaste mi mano, lo cual agradecí infinitamente…
Después de varios minutos en los que hablamos de cosas sin sentido, riéndonos de las tonterías del otro, tu semblante se volvió serio, rozando la tristeza, tomé suavemente tu rostro con mi mano libre y te hice verme, una mirada nostálgica fue lo que recibí e inmediatamente te pregunté si algo te ocurría, si te sentías mal o algo te molestaba, pero tú ignoraste mis preguntas y me abrazaste, así es, lo hiciste, y yo fui feliz, correspondí el abrazo recostando mi cabeza en tu hombro y rodeándote con mis brazos. Duramos así algunos segundos, menos de lo que yo habría deseado, por supuesto, te separaste lentamente y me sonreíste, para después decirme algo que no entendí del todo, dijiste que existían varias cosas que las personas no debían saber, porque sino algo muy importante y valioso se podría destruir, leíste la duda en mis ojos, pero no dijiste nada…
Rogué una vez más por saber que era eso que habías tratado de decirme toda la tarde, me extrañó bastante, ya que tu siempre habías sido una persona franca, sentí tu calor en otro abrazo, el cual duró un poco más, esfumando todo pensamiento de mi mente, me conocías demasiado, y eso me asustaba. Aún conmigo en tus brazos dijiste algo que sembró un sentimiento en mí… ¿Podría ser eso esperanza?... ¿O tal vez decepción?...No lo sé, hasta el momento no tengo respuesta, tú dijiste que era mejor que no lo supiera, que sería tu secreto, sólo tuyo… me separé de ti, haciendo pucheros y reclamando la falta de confianza, te echaste a reír y comenzaste a jugar con mi cabello, a veces me pregunto como me soportas, no debe ser fácil, soy tan cambiante, tan voluble y frágil, tan necio y egoísta, tan parecido a ti…
Unas luces al final de la calle anunciaron la llegada del auto, miré un poco triste aquél taxi, de verdad no quería que te fueras, me sentía tan solo si tú no estabas conmigo, pero no podía hacer nada, no podía tenerte sólo para mí, ¿Verdad?... El auto se estacionó frente a nosotros, el chofer, un señor moreno y con un espeso bigote, nos dio las buenas noches y esperó pacientemente a que subieras. Tomaste de nuevo mi mano, llevándome hasta la puerta del taxi y me miraste fijamente, recibí otro abrazo, uno rápido, no querías hacer esperar al conductor...
Me despedí con un nos vemos mañana y una sonrisa, porque trato de sonreírte cada vez que puedo, desde que me dijiste que eso te hacia feliz… Subiste al auto y cerraste la puerta, yo no hice más que quedarme embobado viendo cada uno de tus movimientos, soltaste una risa discreta y el conductor arrancó. Me quedé mirando, a decir verdad, mirándote, sólo a ti… ¿Qué importaba lo demás?, siempre y cuando estuvieras a mi lado, todo estaría bien… Te vi por última vez en esa noche a través del transparente vidrio de la ventana, tus labios se movieron formando una frase… ¿Fue lo que yo creí?... ¿O quizá este amor me hace imaginar cosas?... Te dije adiós con un gesto de mano y el auto desapareció a lo lejos… Entré a mi casa silenciosamente, un susurro brotó de mis labios, siendo llevado de inmediato por el frío viento otoñal… Yo también… como a nadie…
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Bueno, aquí lo tienen, como agradecimiento por la buena recibida de Anata!!, espero reviews, ya saben, me alegran los días, queda en sus manos mi felicidad, no importa si son criticas o felicitaciones, yo las aceptaré gustosa, bye bye na no daaaaaaaaa!!!! **
>>***AiKo_LoVe***<<