ESTOS SON… MIS VERDADEROS SENTIMIENTOS.
Sabes, las veces que mire tu rostro, sentí tanta repulsión que me daban ganas de vomitar; recuerdo que desde que tenía ocho años, andabas detrás de mí, me mirabas con esos ojos que me daban escalofríos; le insististe a mi padre para dejar que fuera tuyo, el muy ingenuo cayó en tu fachada de niño bueno, dándote mi mano, me case contigo a los doce, ya que ese era el mínimo de edad establecido por ley para casarnos, yo no quería, pero nuca lo dije, mi padre estaba muy feliz, así que no quise entristecerlo; ese mismo dia descubrí mas de ti, de hecho confirme lo que ya sabía, que eras un cerdo, un mal nacido, apenas y esperaste a verme para empezar a tocarme, claro sin que nadie lo notara, yo aguante todo eso, después de todo serias mi esposo, pero aun así tenía miedo, tenias esa sonrisa que me helaba los huesos, yo desee que la recepción nunca terminara, pero eso no era posible, la recepción termino, y nos fuimos al hotel, me llevaste casi arrastrando, apenas cruzamos la puerta de la habitación, me lanzaste a la alcoba tirándote sobre mi y arrancándome la ropa que traía puesta, comenzando de una sola vez con tu acto, yo estaba tan asustado, quería gritar e irme de allí, pero recordé las palabras de madre, ella me dijo que mi esposo haría algo que me asustaría un poco, e incluso que me dolería, por eso no grite, pero las lagrimas escapaban de mis ojos, era demasiado doloroso, sentía como si me fueses a partir en dos, ademas de que me mordías por todo el cuerpo, afirmando que era tuyo mientras lo hacías, esa tortura duro toda la noche; me sentí aliviado cuando al fin terminaste en mi interior, saliéndote de mí y acostándote a mi lado, allí pensé “al menos ahora puedo descansar” que ingenuo fui al pensar eso, ya que todas las noches hacías lo mismo, cada vez con más fuerza, recuerdo que después de un tiempo de casados empezaste a traer artefactos y usarlos conmigo, haciendo ese acto aun más doloroso y obligándome a hacer cosas que pisoteaban cada vez mas mi orgullo, pero tu disfrutabas, no entiendo como lo hacías; empecé a tenerte miedo, no quería que siquiera me vieras, hasta eso me dolía, marcaste todo mi cuerpo con tu esencia, con tu nombre, pensé que no iba a aguantar más, a mis trece años pensé en morir, pero conocí a alguien que me saco de esa desesperación, te sorprenderá que te lo diga, pero era tu hermano, el me cuido, me sentía muy bien cuando hablaba con él, claro que teníamos que escondernos de ti para hacerlo; he estado dieciséis años a tu lado, aun soy joven, te he dado hijos, pero los apartaste de mi, alegando que ellos harían que dejara de amarte, ese pensamiento tuyo me dio algo de risa, ya que nunca sentí algo por ti ademas de asco o miedo, siempre me he preguntado donde estarán esos dos, recuerdo que eran idénticos a ti, los extraño tanto, al menos quisiera verlos por última vez, aunque sea en una fotografía, hace 15 años que no los veo, pero sé que eso no es posible, tú nunca me dejaras verlos de nuevo.
“estoy esclavizado a tu lado, soy tu marioneta, puedes hacer conmigo lo que quieras” eso es lo que pensaba antes, pero sabes, me enamore de alguien, el si me ama de verdad, alguien que al contrario de ti, no está obsesionado conmigo, me imagino que ya sabes quién es, lo conozco desde que tengo trece, si no lo sabes, hablo de tu hermano, cuando me entregue a él, sentí lo que nunca sentí contigo, él fue gentil y cariñoso, con él me sentí amado, sus caricias borraron casi por completo tus marcas, ahora es momento de que te diga una pequeña verdad, estoy en embarazo, pero no te preocupes, no es tuyo, o eso quisiera creer, lastimosamente tu hermano es estéril, así que la vida que hay en mi interior la creaste tú, pero a tu hermano no le importa, el dice que lo criara como suyo, lejos de ti, eso me alegro mucho, después de todo ya me canse de fingir que soy feliz, ya he aguantado mucho a tu lado, así que ahora me marcho con quien realmente amo.
Esas serian las palabras que quiera haberte dejado al marcharme, pero nos descubriste, mi pobre itachi, no dudaste en acabar con su vida, yo estaba aterrorizado de tal escena, aun tenias su sangre en tus manos, cuando me tomaste de la forma más violenta que hubiera imaginado jamás, allí rompiste lo que me quedaba de cordura, con ese acto asqueroso que llamas “amor” me rompiste varios huesos, ademas que por ese acto que resulta tan excitante para ti, perdí a mi bebe, ya no supe que hacer, no quisiste matarme, diciendo que todo era culpa de itachi, que yo fui manejado por él, aunque te dije lo contrario, no me escuchaste; tú eres un maldito asesino, me has quitado todo, a mis hijos, a mis padres y ahora a itachi, y a nuestro futuro hijo, ahora ya no me importa nada, ahora ya me puedo ir, aunque no será a una tierra hermosa, eso lo sé, pero al menos allí, no estarás por un tiempo, por unos años quizá, por lo menos en esa tierra de fuego a la que llamas infierno, descansaré en paz.
Fin
(18/12/2010)