Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Ain't afraid to die por Houseki

[Reviews - 15]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Bueno, dejo un one-shot que me pasó por la mente y escribi esta misma tarde....

Espero que os guste! Nos vemos en las revis (las responderé en la página de revis!)!

 

Saludos!! 

Ain’t afraid to die

 

 

No recuerdo cuanto tiempo hace que estoy aquí sentada, en el balcón de mi habitación. Ya hace días que el verano terminó y el frío viento de esta madrugada de otoño arranca las hojas de los árboles de la calle sin piedad…del mismo modo que tus frías palabras desgarraron mi alma sin remordimiento alguno.

 

Enciendo un cigarrillo tras otro, pero casi los dejo consumirse entre mis dedos. Estoy lenta, desconcertada…no puedo pensar en otra cosa que no seas tú. Mi cuerpo, pese a estar descubierto, apenas siente el frío, mi rostro ya ha dejado de sentir el roce de mis lágrimas resbalar, después de tantos días, tantos incansables días para mí en que no he dejado de llorar por lo que viví a tu lado.

 

Podría aguantar mil noches más como esta, sin conciliar el sueño, sin sonreír, con la música sonando a todo volumen en mis oídos para desviar mis pensamientos. Pero me ensordece más pensar en ti que no el sonido de mis auriculares. Me enloquecen mis recuerdos.

 

Cuando cierro los ojos te siento a mi lado. Veo los pocos pero dulces momentos que pasé a tu lado. Tu sonrisa, tu mirada, tu voz, que pese a no tener nada de especial siempre ha sonado distinta para mí. La suave piel de tu rostro, tus ojos capaces de irradiar tanto cariño y ternura, tus manos…

 

El momento en que te conocí no fue especial, fue como conocer a una persona más…pero al pasar los días no pude evitar sentirme distinta al estar contigo, de desear todos y cada uno de los momentos que pasaba contigo cada vez más. Sólo quería estar contigo. No necesitaba hacer nada especial si tu estabas a mi lado…el simple hecho de verte ya me hacía feliz.

 

Quizás las cosas fueron demasiado rápido. Quizás todo se me fue de las manos, se me descontroló mi vida, mis sentimientos, mi cabeza que hasta ese momento se había mantenido siempre racional empezó a dejar de pensar en lo que era mejor… simplemente se dejó llevar por lo que mi corazón sentía.

 

Sólo deseaba sentirte a mi lado, sentir tu presencia…y sentir que era importante para ti, algo, que nunca llegué a sentir. Anhelaba tus abrazos cuando estaba lejos de ti, soñaba los besos que no me habías dado nunca y los que yo te quería regalar, deseaba recorrer todas las partes de tu cuerpo con mis labios, con mis caricias. Pese a todo lo que ha pasado…sigo queriendo todo lo que quise, te sigo amando como te amé y sigo sin poder olvidarte, ni siquiera apartarte un poco de mi cabeza me es posible.

 

El frío olor del aire de madrugada me recuerda aquella noche a tu lado. La noche más dulce de mi vida y el despertar más trágico.

 

Tuve muchas horas de viaje en coche, sólo para poder recogerte y llevarte al sitio más bonito que mis pies habían pisado, al lugar donde hasta ese día siempre había soñado estar contigo.

 

Caminamos por todo el acantilado, con las rocas como única frontera entre nosotras y el mar. El viento soplaba fuerte, quizás tan fuerte como ahora, pero con el frío del invierno. Te cogía de la mano, aunque no era un camino difícil. Sencillamente me gustaba tomarte la mano y que camináramos una al lado de la otra.

 

Llegamos a una pequeña cala, escondida entre los acantilados. En verano, pese a estar casi oculta, se llenaba de bañistas. Pero no en un atardecer de invierno. Aunque las olas rompían fuerte contra las rocas, estábamos refugiadas del viento, aunque no del todo del frío.

 

Me senté en la arena, y tú te sentaste entre mis piernas, dándome la espalda. Te rodeé con mis brazos y te abracé fuerte, apoyando mi rostro contra tu cabeza y dejando un beso en tu pelo.

 

Puse mis manos sobre las tuyas, enredando nuestros dedos. Besé tu nuca y te dio un escalofrío, porque aparté tu pelo y un poco del jersey que te cubría el cuello. Nunca me dejaste pasar de ahí y jamás lo hice, porque tú me lo pedías.

 

El tiempo volaba cuando estaba contigo. No sólo esa tarde, sino siempre. Cada hora era para mi como un minuto, y el tiempo se me escapaba de las manos sin que pudiera controlarlo…obligándome a irme siempre de tu lado sin tener nunca suficiente. Aunque ni siquiera con toda una vida tendría suficiente de ti, siempre me quedaría algo de ti por conocer.

 

Pronto se hizo de noche. Casi no mediamos palabra en todas las horas que estuvimos allí sentadas, abrazadas. No necesitaba palabras para decirte lo que sentía, porque no iban a ser nunca suficientes. Sólo podía decirte lo que sentía teniéndote abrazada a mi, dándote todo lo que podía dar.

 

Te sentaste a mi lado cuando ya era de noche y te quedaste dormida al poco tiempo de abrazarme y de recostarte contra mi pecho. Me tumbé sobre la arena, teniendo cuidado de no despertarte. Te abracé, te susurré que te amaba y pasé el resto de noche mirándote, incluso distinguiendo tu rostro en la oscuridad.

 

Te despertaste al amanecer por el frío y no hiciste otra cosa que abrazarme aún más fuerte. Recorrí tu rostro a besos dándote los buenos días, y te escondí entre mi chaqueta y mi cuerpo para darte más calor.

 

Al salir el sol te acompañé de nuevo a tu casa. Esperé verte en los siguientes días y me despedí con un solo abrazo y con las lágrimas en los ojos porque nunca quería separarme de ti.

 

Si hubiese sabido que días después me llamarías para decirme que no querías verme nunca más…

 

Sin motivo alguno.

 

Simplemente querías que desapareciera de tu vida.

 

Para siempre.

 

Dejé resbalar mi móvil entre mis dedos y me dejé caer al suelo de rodillas, sin esfuerzo. Mis piernas dejaron de aguantar mi propio peso por propia voluntad, dejé de reaccionar, quedando perpleja, sin apenas moverme, sólo sintiendo las saladas lágrimas que brotaban de mis ojos y resbalaban por mi rostro, cayendo al suelo enfrente de mí. Debí de tardar varias horas en reaccionar. Era lo que menos esperaba y lo que más me dolió. Que de la noche al día quisieras dejar de tener cualquier tipo de relación conmigo después de todo lo que habíamos pasado juntas…después de todo lo que dentro de mí había crecido por ti.

 

Desde el día que recibí esa llamada he estado todas las noches aquí fuera, sentada, aguantando frío y calor, aguantando lágrimas y sudor, sin apenas dormir…sin poderte sacar de mi cabeza. Sin poder olvidarte.

 

Entonces entendí por qué nunca me correspondías los besos. Por qué nunca me dejaste ir más allá, ni rozar tus rosados labios con los míos…ni recorrer a besos todo tu cuerpo.

 

Me siento utilizada…pero en el fondo sé que es mi culpa, por hacerme ilusiones de lo que no había, por desear más y más contigo sin saber qué sentías tú. Confundiendo tu cariño con amor. Siendo egoísta pensando sólo en mis sentimientos sin, quizás, tener en cuenta lo que pasaba por tu mente a cada instante que pasábamos juntas.

 

Pero aún quiero tenerte aquí a mi lado…aunque eso sea egoísta…daría lo que fuera por verte sonreír de nuevo, por sentir el aroma que desprende tu piel…por abrazarte contra mi pecho para que duermas conmigo como aquella noche….por entrelazar de nuevo nuestros dedos y no dejarte marchar de mi lado nunca más…

 

Mientras todo esto da vueltas por mi mente, noche tras noche, sin cesar, me doy cuenta de cuanto han cambiado mis sentimientos hacia todo. No puedo amar si no es a ti, ni puedo desear a nadie que no seas tú.

 

Me pregunto en silencio cuantas noches más seguiré aquí, sin casi descansar…sintiendo el frío acariciar mi piel como en la última noche que pasé a tu lado. Preguntándome aún por qué todo se fulminó con un par de palabras, si mis sentimientos no tenían nada de malo, si nunca te he deseado nada malo….si siempre he querido protegerte y cuidarte de todo lo que pudiera pasarte aunque mi vida dependiera de ello…si yo sólo quería hacerte feliz…yo sólo…te amaba.

 

Sé que el día en que finalmente logre conciliar el sueño, no soñaré nada más que tú, y no veré nada más que tu lindo rostro y tu suave y dulce cuerpo. Sé que caminaré hasta un lugar donde nadie pueda vernos, cogida a de tu mano, abrazada a tu cuerpo. Besaré tus labios para siempre entonces sin darte tiempo a rechistar…

 

Pero ahora…sólo tengo una realidad por delante y la tengo que vivir. Debo vivirla sin ti. Aunque me rompa el alma alzar la vista y no verte frente a mí…aunque muera de frío sin tu calor.

 

Tengo puesto el modo de repetición en mi mp3. No sé cuantas veces he escuchado esta canción de Dir en Grey. Ain’t afraid to die. No tengo miedo a morir si camino a tu lado como aquel frío invierno. No tengo miedo a morir si estoy contigo, si es por ti o si simplemente te hace feliz. No sé cuando me volví tan sumisa, pero estoy segura de que fue al conocerte. Rompiste mis esquemas, mi idea de amor, mi idea de felicidad. Todo lo que había creído hasta ese momento se rompió, se quebró en mil pedazos. Lo que imaginé siempre como una vida feliz dejó de serlo, desde que te conocí sólo puedo ser feliz a tu lado, sólo quiero tener una vida a tu lado. Lo que yo creía ser amor dejó de serlo cuando me enamoré de ti, cuando descubrí lo que significaba amar de verdad, amar con todo el alma y no poder olvidar.

 

_______

Houseki_Barcelona, 3 de Agosto de 2006.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).