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Injusto, doloroso y eterno amor por Kagami Dennise

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Notas del capitulo:

Bueno este es el primer capitulo de mi nuevo fanfic, espero lo disfruten.

La historia es completamente mia, pero los personajes le pertenecen a mi amado Fujimaki Tadatoshi

Capitulo 1


Comienzo, primera grieta

 


Mi nombre es Kise Ryouta, soy modelo y soy adicto a un moreno que solo sabe dañarme. Sí, creo que esa sería la mejor definición de mí. No es como que no haya intentado alejarme, en realidad lo hice, intente olvidarlo, pero no pude. Intente amar a otra persona, a muchas en realidad, le pedí ayuda a alguien, contándole mi situación y todo lo que había pasado, pero al final no pude olvidar a mi droga, no pude porque aunque él no me amara yo lo amaba a él. Al final mi sempai se enamoro de mi, pero yo no pude enamorarme de él, y termine lastimándolo.


En verdad esto es una mierda, amar a alguien que no te ama, es muy doloroso, enamorarte de alguien que ni siquiera te ve como un amigo, o un rival, es completamente horrible.



Todo comenzó en secundaria, no pensé que el golpe de un balón sobre mi cabeza fuera a ocasionar algo así, pero lo hizo. Ese día, me enamore de él, pensé que era admiración, por ese estilo tan libre de jugar, porque parecía invencible.


Pero tiempo después me di cuenta que no era si, que lo amaba, si, a pesar de que ambos éramos hombres, a pesar de que el solo me molestaba, a pesar de todo, me enamore. Muchas veces pensé en declararme, pero a él le gustaban las chicas, y los pechos grandes, y yo no era una chica de pechos grandes, así que pensé en solo tener mis sentimientos encerrados.


Pero no pude, porque unas semanas después de saber que lo amaba, descubrí que él amaba a alguien más. Encontré a Aomine cchi con Kuroko cchi, besándose. Ese fue el golpe más duro que pude afrontar, yo los vi y ellos me vieron. Me explicaron que eran novios, que se amaban, y que no podía decírselo a nadie. No lo hice, no le dije a nadie que ellos estaban juntos, les sonreía a diario. Todos los días, como si no me rompiera el alma verlos juntos.

Después eso me trajo problemas, porque la escuela, el trabajo, el club, y sonreír mientras lloraba y gritaba por dentro no era fácil. Me enferme a las pocas semanas, no se lo dije a nadie y fui solo a una revisión médica. Exceso de estrés. Eso tenía, sentía que mi estomago estallaría por la gran cantidad de lagrimas que había tragado, por los gritos que había encerrado.



Le pedí ayuda a mi manager, no le conté del todo la situación, pero aun así su consejo fue muy bueno.



-Escribe cartas-me aconsejo-escribe cartas a las personas que te tienen enojado, como si las fueras a enviar, como si se lo dijeras en la cara, ayudara.


Y lo hizo, todos los días escribía, no solo a mis amigos, sino a mí mismo, a mi futuro y mi pasado. De alguna manera ayudo, y el estrés bajo, porque en esas cartas llore y grite, y pedí clemencia. Pero aun así, al final esas cartas me traicionaron.

 



En una mañana cuando llegue a la escuela, los vi, muy cerca, hablando de lo mucho que se amaban, de un siempre que no duraría, los vi besarse, amarse y me llene de ira, de tristeza y dolor. Yo nunca podría tener algo así con Aomine cchi, eso era obvio, pero tener que verlo, era horrible, mucho dolor para mi cuerpo, así que escribí en clase, llene dos hojas enteras, por reversa y derecha. La llene de mis sentimientos, iba dirigida a Aomine cchi, Kuroko cchi, y a mi. Para decirles a ambos que los quería, que no me opondría, pero que me estaban matando, que era muy doloroso, porque para mí eso parecía el amor, un dolor infinito, que nunca se acabaría.



Al terminar, la doble y la metí en mi pantalón, durante las clases sentía como el papel traspasaba la ropa y quemaba mi piel directamente. Todo el día soporte el enorme peso de mis sentimientos, demasiado pesados para mí, pero no me libre de ellos.


De camino a casa después del entrenamiento camine por las calles con Aomine cchi y Kuroko cchi, nuestras casas quedaban casi en la misma dirección, así que no pude negarme. Unas calles después Kuroko cchi tomo la desviación hacia su casa, pero Aomine cchi no lo siguió, eso me sorprendió, no pensé que lo dejaría ir a casa solo, pero no pregunte si se habían peleado, porque sabía que era me haría feliz, y no sería correcto.



Continuamos caminando en silencio, pues sentía que si hablaba en ese momento las palabras que estaban enjauladas en la carta saldrían. A él no parecía molestarle el silencio, así que continuamos así hasta que llego el momento de separarnos. Continúe mi camino después de mi animada despedida de siempre, me sentía aliviado después de alejarme un poco, pero me detuve cuando lo escuche llamarme.


-¡Kise, se te callo algo!-al escuchar su aviso me detuve y voltee para verlo sostener la carta que había escrito esa mañana en su mano, apenas la levantaba del concreto, corrí tan rápido como pude, pero no llegue a tiempo. Leyó la carta. Leyó mis palabras y sentimientos. Cuando vi sus ojos viajar por la hoja detuve mi paso, pero instantes después comencé a correr de nuevo, le quite las hojas de las manos y una se rompió, leyó una de las ultimas freses ‘’Lo siento, no interferiré en tu relación con Kuroko cchi…pero aun así, no olvides que te amo’’


-No deberías leer cosas que no son tuyas-le regañe mientras le quitaba de los dedos el ultimo pedazo de hoja, le sonreí como siempre y retome mi camino, lentamente, comencé a correr, lo escuche llamarme, pero no me gire ni volví, continúe corriendo.



Pase mi casa y seguí corriendo hasta que me tropecé, sabía que nadie me perseguía, era imposible que Aomine lo hiciera pues hacía tiempo que me abría alcanzado de ser así. Solo había algo de lo que huía, de las lágrimas que en ese momento resbalaron por mis mejillas.


Al día siguiente no quise ir a la escuela, quería fingir que estaba enfermo, pero una de mis hermanas se ofreció por llevarme, así que no quería preocuparla.


Cuando llego al entrenamiento Aomine me trato como siempre, no dijo nada de la carta, y no me trato de forma diferente a la de siempre. E incluso ahora no sé si debí de sentirme mal porque ignoro mis sentimientos o bien porque lo hizo, porque nada cambio.


Los siguientes días fueron iguales, me seguía tratando igual y yo hacía lo mismo, pero el sufrimiento seguía ahí, presente, continuaba lastimándome. Pensé que nada cambiaria, me había rechazado sin palabras, pero podíamos continuar igual, como si mis sentimientos por él no existieran.


Y tal vez las cosas hubieran sido mejores de no haber cambiado nada, tal vez hubiera podido olvidarlo con él tiempo, pero no fue así, porque las cosas si cambiaron, unos meses después pero lo hicieron.


-Oí Kise-en esa ocasión nos había tocado limpiar todo el primer gimnasio como castigo, el peor castigo para mi, sin duda-¿Aun te gusto?-al escucharlo sentí como si sus palabras me hubieran perforado, mi cuerpo se paralizo y no dije nada, no podía negarlo-¿Puedo tomar tu silencio como un sí?-escuche sus pasos avanzando y su presencia cada vez más cerca, pero no podía afirmarlo o negarlo, así que cambie de tema.



-¿Por qué quieres hablar de eso ahora?-me parecía extraño, pensé que lo había olvidado o algo.


-Bueno, estaba pensado en cómo sería acostarse con un hombre-al escucharlo me voltee a mirarlo rápidamente, estaba a solo unos pasos de mi-si tengo como novio a Tetsu no puedo evitar pensar que le hare daño, el chico parece que se fuera a romper ¿no te parece?


-La…la razón de que me digas esto es…-no pude terminar la frase, gire todo mi cuerpo y baje mi mirada, no podía verlo a los ojos.



-Si-se acerco hasta estar frente a mí, demasiado cerca-quiero conservar la pureza de Tetsu hasta que nos casemos, pero si no quiero lastimarlo la primera vez que lo hagamos, debo tener experiencia ¿cierto?-hundí mi cabeza en mis hombros, mi cabeza chocaba con su pecho-así que pensé que solo tú podrías ayudarme en esto-sus labios se posicionaron cerca de mi oreja y me susurro-¿Qué dices?



-P-p-por…-apenas y podía articular una palabra-¿Por qué piensas que te ayudare?


-Porque me amas, porque quieres demasiado a Tetsu como para dejar que yo lo lastime-y era verdad.


En ese momento sus dientes mordieron el lóbulo de mi oreja, beso mi cuello y me pregunto entre besos.


-Tú… ¿vives solo, cierto?


-Algo así…-le respondí-mis hermanas vienen de vez en cuando… pero… tal vez hoy no estén-sabía que era invitación a mi departamento.

 

-Entonces-dijo mientras sus manos sujetaban mis caderas y subían tocando la piel-lo haremos aquí.


Me llevo al almacén del gimnasio, me tumbo en las colchonetas y lo hicimos, él fue la primera persona a la que me entregue, porque el sueño de todos es hacerlo por primera vez con la persona que amas, ¿no? Por supuesto al ser la primera vez de ambos, Aomine había sido muy bruto y nada romántico. Había perdido la virginidad en una colchoneta polvorienta en el almacén del gimnasio así que no podía esperar que fuera algo mágico y romántico, además de que mi acompañante tenía novio.


A partir de ese día y hasta que nos graduamos lo continuamos haciendo, la mayoría de las veces en la escuela. Aomine se había vuelto un poco más cuidadoso y después de un tiempo el sexo dejo de ser doloroso, no sabía si era por la experiencia de Aomine o porque lo hacíamos casi todos los días.


En preparatoria el tema de “amigos con derecho a roce” dejo de existir, pero mis sentimientos por él no, porque incluso ahora podía sentir sus manos recorrer mi cuerpo, su aliento en mi nuca y sus dientes marcando mi piel. Aun lo amaba, y era un estúpido por eso.


Por un tiempo mantuve una relación con Kasamatsu Yukio, mi sempai, le había contado de la situación, desde el principio hasta el final. Me golpeo y regaño como siempre, y después me propuso que me ayudaría a olvidarlo. Lo intentamos, pero cada vez que teníamos sexo el maldito nombre de Aomine salía de mis labios, termine lastimando a Sempai, se enamoro de mí y me dijo que no podía continuar conmigo porque yo aun lo amaba a él.


Durante la preparatoria sostuve algunas relaciones con chicas y chicos, pero al final, siempre Aomine Daiki seguía ahí, grabado en mi corazón y mi cuerpo. Al terminar la preparatoria me convertí en modelo profesional, deje la universidad de lado y continúe con mi carrera. A decir verdad quería seguir jugando básquet, pero Aomine cchi era un jugador profesional y no quería toparme con él de nuevo, así que me aleje. Deje Japón y me mude a Inglaterra, me aleje del mundo de los deportes y corte lazos con algunos amigos para no saber nada de él, y aun así… lo amo




El auto se detuvo y de él salieron tres chicas y dos chicos, frente a ellos el enorme edificio que rebosaba de vida en medio de la noche les dio la bienvenida con la música alta y las luces de colores que escapaban por las ventanas. Era una enorme fiesta, la mejor del año decían algunos. Habría todo tipo de personas dentro, músicos, actores, modelos, empresarios, personas increíblemente ricas y demás. Y como buenos adultos jóvenes no se la podían perder.


-Se ve muy animado, ¿no es así?-dijo el rubio con un perfecto inglés, su acompañante le sonrío y le coloco una mano en la espalda.


-Por supuesto, es como una fiesta para ti-le respondió el otro rubio de ojos verdes.


-¡Así es!-intervino una de las chicas de cabello castaño-Es como si todos en Londres te felicitaran por tu nuevo contrato, Ryouta.


-Supongo que sí-el rubio les mostro su blanca sonrisa junto una risilla de burla, por supuesto que no podía ser una fiesta para él, puesto que nadie fuera de la empresa sabia del contrato. Ryouta pronto modelaría para el mejor diseñador de Londres, una de las mejores marcas del mundo, era todo un honor sin duda.


Al entrar al edificio y subir por la escalera que llevaba al primer piso el olor a alcohol y tabaco eran cada vez más notables, la música y las voces eran cada vez más altas, sin duda sería una gran noche.


Al entrar lo primero que Kise y compañía hicieron fue brindar por el éxito de Kise, y después de unos tragos la mente de Kise se puso en blanco.




Al abrir los ojos el dolor de cabeza le pareció insoportable, la luz parecía la cosa más molesta de todo el mundo.


-Maldición-chasqueo la lengua mientras sostenía su cabeza, no recordaba nada, ni lo más mínimo después de el concurso que habían organizado con él como participante, abrió los ojos lentamente para encontrarse no solo con una habitación desconocida, sino también con el hecho de que estaba desnudo, miro bajo la sabana para verificar que no tenía ni una sola prenda-No, no, no-se regaño a sí mismo por su estupidez y salió de la cama en dirección de su ropa cuando al poner sus pies en el suelo cayo. Los muslos le dolían y su cadera lo estaba mando-¡No puede ser!



Sus mejillas se tiñeron de rojo por la vergüenza y la ira de ni siquiera recordar con quien había pasado la noche, se intento levantar una vez más solo para caer de nuevo, así que fue a gatas hasta su ropa y justo cuando estaba por llegar a ella la puerta se abrió y él se detuvo, debía de ser la situación más humillante del mundo.


-¿Acaso quieres tener sexo de nuevo?-a pesar de que era inglés, conocía de sobre esa voz, sabia quien era. El rubio se volteo lentamente, tal vez se había equivocado, tal vez no era quien creía… pero tal vez sí.


-¿Por qué estás aquí?-le pregunto al moreno que acaba de salir de la ducha, con solo una toalla en la cintura. Por supuesto sabía la respuesta a esa pregunta, pero no sabía que más preguntar-¿Cómo es que terminamos así?

Notas finales:

Comentenme que les pareció, los capítulos serán subidos durante el fin de semana, tambien subire otros fic asi que espero que tengan paciencia si llego a atrasareme con algún capitulo.

 

Es todo ¡Gracias por leer!


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