Seymour se paseaba de un lado a otro por su habitación en su casa de Guadosalam.
-¿Qué le pasa señor? Tras el incidente de la operación Mihen no ha podido descansar bien. ¿Qué es lo que le ocurre?-Tromel se encontraba muy preocupado por su señor-
-No es nada. Por favor Tromel, márchate. Deseo estar solo-
-Disculpadme señor, no deseaba molestaros-El sirviente se inclino y salió de la habitación cerrando la puerta tras de si.
Era cierto, desde el desastre de la Operación Mihen Seymour no había podido descansar bien pero no había sido por el fracaso de la operación sino por un muchacho, ese muchacho rubio que siempre acompañaba a la invocadora. Siempre que quería acercarse a ella ese insolente muchacho se interponía entre ella y él.
No podía quitarse de la cabeza al joven muchacho. Seymour para lo único que quería ha esa invocadora era para ser su Eón supremo y llegar a Sinh, y destruir Spira con el fin de que la espiral de muerte se consumiera.
Se despojo de sus ropajes y se acostó en la cama. Cerró los ojos intentando dormir pero justo en cuanto cerro los ojos la cara del chico rubio venía a su memoria. Su encuentro en el Camino de Mihen. Su mirada se desviaba repetidas veces hacía el paquete del rubio.
Cerró los ojos e intento dormir.
Seymour se encontraba en un gran jardín rodeado de cascadas.
-El Etereo-murmuro el guado.
-Seymour-le llamo una voz desde detrás suyo.
Seymour se giro y observo a la persona que le había llamado.
Era el joven guardián de Yuna.
El rubio no le dio tiempo a poder decirle nada. En un abrir y cerrar de ojos ambos se encontraban desnudos.
Tidus le empujó al suelo y se situó sobre él. Comenzó a besarle mientras le acariciaba. Fue bajando hasta su masculinidad, la cual recorrió con su caliente lengua. La pasión y la lujuria les cegaba.
Tidus mientras lamía y luego masturbaba haciendo que Seymour gimiera de puro placer.
Luego el rubio se situó sobre Seymour y comenzó a metersela lentamente mientras gemía.
Justo cuando Seymour estaba punto de terminar despertó.
-¡Mierda!-gritó el guado. Bajo su mirada hacía su entrepierna y observo que estaba estaba erecta y corrida-Mierda. Tengo u sueño porno y no puedo disfrutarlo al completo-
Mientras tanto Tidus y su grupo se encontraban por el Río de la Luna, justo después de haber encontrado a Rikku.
Todos estaban en torno a la fogata pero Tidus se encontraba junto al río observándolo. En ese momento llegó Yuna y se sentó a su lado.
-¿Qué te pasa? Al final hicimos lo que quisiste y nos quedamos aquí-
-Ya... pero... no se... desde lo de la operación Mihen. Algo ha cambiado dentro de mí-
-¿Se puede saber qué?-
-Veras... no se... ver tanta muerte a mi alrededor y... ese... “Venerable” como tu lo llamas estaba demasiado tranquilo ¿no?-
-Los Venerables tienen que saber mantener la calma tras incidentes como estos, sino los pocos supervivientes tampoco mantendrían la calma y todo sería un desastre mayor de lo que fue-
-¿Por qué siempre buscas defender a ese Venerable? ¿Acaso estas enamorada de él?-
-No, para nada. Simplemente... es un Venerable, es una de las personas mas sabias de toda Spira-
-A veces las personas mas sabias no son las mas buenas-murmuro el rubio.
-Es posible... cada persona tiene un punto de vista y no me gusta imponer el mío-
-Vaya, pensé que nunca conocería a nadie como tú-
-Gracias... Me voy a dormir. ¿Te vienes?-dijo Yuna mientras se levantaba y dirigía hacía la fogata.
-No, todavía no, quiero quedarme un poco mas aquí-
-Esta bien. Hasta mañana entonces-
A la mañana siguiente llegarían a Guadosalam. Y Tidus y Seymour se encontrarían y ambos tenían cosas que decirse.
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español