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Complicado. por Floralis

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Notas del capitulo:
  • Los personajes no me pertenecen, todos son obra del magnífico Terujima Yuuji.
  • Este fanfic está cargado de Spoilers del Acto II. No me digan luego que no se los advertí.

 

El sonido de la bola golpeando el centro del guante era lo único que Sawamura podía oír en el bullpen a pesar que desde afuera llegaba el sonido de risas, gritos de euforia, conversaciones, y otras tantas cosas más que demostraban que el campo de entrenamiento era un sitio vívido, colmado por almas entusiastas que solo anhelaban ser capaces de alcanzar sus sueños. Y esos sueños generalmente se fundían en uno solo, uno que brillaba con fuerza: Las nacionales. El mismo Sawamura compartía ese sueño. Había pisado el Koshien una vez, y el anhelo de retornar a él se volvía tan necesario como el aire que respiraba. Sin embargo...

La mirada de Koushuu clavada en él lo volvía nervioso, al punto en que sus pupilas se contraían como las de un gato. Casi podía percibir a un centenar de frías agujas acribillando todo su cuerpo, y es que desde la discusión que habían tenido, Sawamura debía aceptar que ese chico de primer año sí tenía una idea clara acerca de cómo resultar intimidante. Por supuesto que él intentaba que eso no lo volviera tenso, quería demostrar que no tenía miedo de su kouhai, quería demostrar ante todo que él no era alguien molesto como el de primer año aseguraba. Al ser Okumura un catcher, quería silenciarlo con sus lanzamientos.

...Pero estaba resultando más difícil de lo que había imaginado.

La tensión entre ambos resultaba tan palpable, que los demás casi podían ver cómo los dos eran rodeados por auras cargadas de determinación, como si ambos compartieran los mismos pensamientos acerca de cómo demostrar al otro que eran mejores. Algo muy infantil, sí, porque se supone que el vínculo catcher-pitcher debía ser de confianza, no una competencia acerca de quién era mejor. Sawamura lo entendía, lo entendía mejor que nadie, pero no era capaz de perdonar cómo Okumura se había dirigido a él esa mañana, cuando su única intención había sido la de animar a Asada.

«Eres un jugador de banquillo, así que ¿Podrías hacernos un favor, y largarte, senpai?» (*)

Con tan solo recordarlo, el aura de Sawamura incrementó, y elaboró un lanzamiento que Okumura apenas pudo atrapar, pues la bola se había curvado mucho hacia arriba.

— ¡Oye, oye! —escuchó decir a Miyuki, interrumpiéndolos momentáneamente—. Estás muy tenso, Sawamura. Estás poniendo nerviosos a los demás pitchers.

— ¡Pero Miyuki-senpai! ¿¡Por qué tengo que practicar con él!? —protestó Sawamura inmediatamente, apuntando a Okumura con el dedo—. ¡Es de lo peor!

Miyuki curvó sus labios en una sonrisa que demostraba claramente que se estaba divirtiendo con esa situación.

— ¡Vamos, Sawamura! Sabes que no llegarás a ninguna parte discutiendo con tu catcher. Si estuvieras en el montículo en estos momentos ¿Realmente estarías discutiendo con él a causa de este tipo de problemas? Una verdadera estrella deja a un lado su orgullo y sus problemas al momento de formar una batería. ¿Que si tienes problemas con él? Lo mejor que puedes hacer es demostrar que eres un pitcher que puede superar las expectativas que los demás tienen de ti.

Sawamura se estremeció. Sabía que Miyuki tenía razón. Él solo estaba dejándose llevar por el desagrado que sentía hacia Okumura, pero es que con alguien observándolo de esa manera incluso en el bullpen... ¡De ninguna manera podría concentrarse! Además, al ver a Miyuki tan divertido por esa situación, las sospechas de que los había puesto juntos a propósito estaban resultando más que obvias. ¡Agh!

— ¡Pero tú no lo entiendes! —replicó Sawamura con un tic en la frente— ¡Él está provocándome! ¡Lo aseguro! ¡Él...!

— Es suficiente —La voz de Okumura cortó en el aire las palabras del pitcher, provocando que todos los presentes se giraran a verlo. Éste se sacó la careta, y dirigió la mirada a Miyuki—. Creo que he terminado por hoy, capitán.

Tras decir eso, se puso de pie, y se marchó mientras intentaba sacarse de encima la pechera. El más perplejo por esa situación era Sawamura, quien apretó los dientes y los puños, y contuvo un grito de frustración.

¡Ese chico era lo peor!


Durante la cena, Sawamura se encontraba tan fastidiado que, sin pensarlo, estaba prácticamente tragándose el arroz a grandes bocados. Okumura se encontraba sentado unos metros más allá en completo silencio, masticando lentamente la comida y con una apariencia tranquila, aunque Seto probablemente no compartía la misma tranquilidad, pues se había enterado de lo sucedido más temprano en el bullpen. Luego de eso, había tenido una charla con su amigo, pero éste parecía no prestarle atención. ¿Es que, acaso, la situación entre Okumura y Sawamura no haría más que empeorar? Debido a que Okumura no había sido promovido al primer equipo, era muy poco probable que ambos formaran una batería en un partido real, pero aun así... Era preferible evitar los roces hostiles entre compañeros.

— Eijun-kun —Haruichi contemplaba nervioso la manera en la cual su amigo estaba comiendo. Era obvio que lo ocurrido en el bullpen lo había afectado—. Si comes tan rápido, acabarás atragantándose, además que no es bueno para la salud.

Sawamura no respondió. ¡Estaba molesto! ¡Muy molesto! Tanto que ni siquiera se había percatado de la mirada divertida de Miyuki hacia esa dirección. ¿Cómo es que un chico de primer año podía ser tan insolente? B-Bueno, es verdad que él tampoco resultó ser el mejor ejemplo en ese entonces, pero aún así... Era tan frustrante. Sawamura apretó los dedos en los que sujetaba los palillos, y acabó echando de esa forma la porción de pescado que había estado sujetando. A veces dirigía miradas cargadas de enojo a Okumura, quien ni siquiera se movía en su asiento o elaboraba la más mínima reacción ante la furia de su senpai.

Kuramochi decidió intervenir antes que la situación se saliera de control.

— ¡Oye, oye, oye! Calma los nervios, Sawamura —rodeó el cuello ajeno con un brazo, provocando que Sawamura pasara al azul con la rapidez de un semáforo—. No estamos aquí para molestar a unos de primer año ¿Verdad? ¿Por qué no intentas arreglar las cosas pidiendo unas disculpas?

— ¿¡HAAAH!? ¿Por qué tengo que ser yo el que debe disculparse? —Sawamura se señaló a sí mismo completamente ofendido. No lo podía creer. ¿En qué pensaba Kuramochi? ¡Si él lo había fastidiado mucho durante su primer año en Seidou y nunca había pedido perdón por todo el sufrimiento que le causó! Además ¿No era Okumura el que debía una disculpa? ¡Él no había hecho nada malo!

— ¡Porque eres un idiota, idiota! ¿Por qué crees que estoy diciendo esto?

Sawamura gruñó.

— ¡Ni siquiera hice algo malo! ¡Es él quien debería disculparse por haber faltado el respeto a su senpai!

— ¿Estás seguro? —la mirada de Kuramochi indicaba que era escéptico al respecto—. ¿No fuiste tú el que empezó esto en primer lugar?

— ¿D-De qué estás hablando, Kuramochi-senpai? No puedo recordar nada que...

— ¡Sa-wa-mu-ra! —la voz de Miyuki llegó seria desde el asiento que éste ocupaba—. Acerca del problema que reportaste el otro día con Okumura, ya me encargué de él personalmente. Sin embargo, puedo decir que esta vez fuiste tú el que se sobrepasó —Sawamura advirtió que el rostro del mayor se ensombrecía con severidad—. Hoy, en el bullpen, fuiste tú el que se descontroló.

Sawamura lo contempló con incredulidad. No podía creer que Miyuki se pusiera de parte de Kuramochi. Él no recordaba haber hecho nada malo. Sí, es verdad que en el bullpen se había fastidiado él solo, pero no creía tener toda la culpa. Es decir, Okumura lo estaba acuchillando con la mirada todo el maldito entrenamiento. ¿Cómo no sentirse presionado lanzando de esa manera? Pero creía que, a juzgar por la expresión que ponían Kuramochi y Miyuki, éstos no aceptarían tales excusas.

Apretó los puños.

— ¿Eh? ¿A dónde se fue Okumura?

Todos se giraron a ver el asiento que había estado ocupando el catcher de primer año, pero en su lugar solo había restos de la cena, y un asiento vacío. Seto, que se sentaba a su lado, rió nervioso.

— Dijo que necesitaba aire y salió hace unos instantes —afirmó.

Kuramochi dio un empujoncito a Eijun que casi provocó que éste cayera al suelo.

— Ve.

Sawamura no tuvo más alternativa que obedecer lo que el resto decía. ¿Pero qué ocurría con esa situación? ¡Era de lo peor! ¿Por qué lo obligaban solo a él a disculparse? ¿No debería Okumura disculparse también por lo del otro día? ¿¡Por qué todo debía recaer sobre sus hombros!? No era justo. Odiaba estar metido en esa situación. Odiaba tener que ser despreciado por alguien de primer año. Luego de todo el bullying que había sufrido durante su propio primer año, había jurado que iba a ser un mejor senpai, y que ayudaría a que sus kouhais se sintieran cómodos allí. Pero no. Todo tuvo que transcurrir de esa manera.

Corrió entre los pasillos buscando un atisbo de Okumura, al cual halló finalmente junto a las máquinas expendedoras. Sawamura jadeó a causa de la carrera que había realizado.

— ¡Okumura!

El rubio levantó la mirada al tiempo que caía un calpico en la bandeja.

— ¿Senpai?

Sawamura acortó la distancia entre los dos e inmediatamente se puso a pensar respecto a qué decir. Sí, sabía que debía disculparse (Especialmente si quería ver contentos a Kuramochi y Miyuki), pero antes de que pudiera decir algo, Okumura se adelantó.

— No te preocupes, no tienes que decir nada, disculpas aceptadas —¿Eh? ¿Cómo lo sabía? ¿Había escuchado parte de la conversación con Kuramochi? En cualquier caso, Sawamura exhaló aire con alivio creyendo que las cosas entre los dos se habían calmado, pero Okumura volvió a hablar antes que Sawamura pudiera decir algo—: Sin embargo —sus dedos se aferraron al calpico, y caminó hasta llegar al costado del chico de segundo—, no deseo volver a involucrarme contigo. Pediré a Miyuki-senpai que evite emparejarme contigo durante los entrenamientos. Pensé que me podrías demostrar que eras alguien que valía la pena, pero tus chances se agotaron, y no lograste sorprenderme. A tu nivel, es imposible que puedas superar a Furuya-senpai. ¿Lo sabes, no? —caminó alejándose de la escena—. Yo que tú me daría por vencido con ser la estrella.

Sawamura apretó los dientes y los puños, pero al girarse ya no se encontraba nadie a sus espaldas.

¿Pero qué le pasaba a ese chico?

¡Era de lo peor!


 

Notas finales:

(*): Traducción original de Fessus Meritas Scans.


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