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Juguete por Chantaje por Abby-shan

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Notas del fanfic:

Bueno pues :'v aqui les traigo una nueva historia de la categoria de "originales" :D espero que les guste como la anterior!! los amo a todos por darle la oportunidad.

Esta historia constara de 20 caps maximo para no alargar las cosas. Los dias de lanzamiento de los dire mañana mis nenes <3

No les mentire, estoy aterrada... no se como tomen esta nueva historia... :'v solo me queda esperar...

Notas del capitulo:

Bueno mis amores, este es el prologo... depende de este primer cap que mañana o suba el siguiente... 

Esta es la primera pareja, en el tercer o cuarto cap se daran cuenta de la segunda parejilla :33 les recomiendo leer mi otra historia llamada "Un maldito y sensual PlayBoy" que se entrelaza mucho con esta :D ademas ya esta terminada.

y sin mas que decir ¡A leer!

 

Capítulo 1: Juguete por chantaje.

-…Tu interior esta tan estrecho Andy…-, decía mientras daba fuertes y rápidas embestidas al chico que se encontraba en cuatro dispuesto a recibirlo en su interior con ansias, con gusto, con placer que solo tenía reservado para él.

Se encontraban en la sala de audio visual que al parecer estaba totalmente vacía a excepción de ellos dos, por lo menos eso era lo que ambos creían. Andrés estaba en una posición bastante penosa y dolorosa sobre el áspero y frio suelo del aula aunque eso le importaba en lo más mínimo, en ese momento el placer lo nublaba de cualquier otro sentido que poseía… Sentía que se iba a romper.

El mayor congio las huesudas caderas del contrario para propinarle rítmicas embestidas al principio que luego se hicieron bastante bruscas y agobiantes. El único sonido que se escuchaba en aquella aula solo era el de dos cuerpos chocando con frenesí. Dos cuerpos totalmente sudorosos y embargados por el placer que le brindaba esa acción carnal.

-Ahg… Da-vid… más adentro…-, aquello parecía una súplica de parte del menor que era el único que se encontraba completamente desnudo ante el otro-, estoy en mi limite… mas… por favor-, se movía hacia atrás y adelante a lo largo de la polla de David, como si estuviera auto penetrándose.

-Amo cuando estás cachondo Andy… te hace ver tan terriblemente sexy que  me pongo duro de tan solo pensarlo-, confeso finalmente al oído de su amante quien no paraba de emitir vergonzosos pero excitantes gemidos que enciendan aún más a David-, levanta un poco más tu culo- el chico obedeció de inmediato-, muy bien… así de sumiso me gustas aún más-, le decía a Andrés porque este siempre lo complacía.

Porque Andrés quería a David como a nadie más.

…Pero no era reciproco y eso lo sabía de sobra…. Y eso en verdad le dolía…

…Pero el dolor se desvanecía un poco cuando le dejaba a David hacer lo que se le viniera en gana con su cuerpo…

-Esto será bueno-, murmuraba para sí mientras sacaba su móvil-, No puedo creerme que el presidente tenga su maricada-, cuidaba de no alzar la voz para que los dos cachondos no lo motacén. Raúl estaba tan incómodo en aquel pequeño lugar, podía jurar que se le habían dormido las piernas y el culo, también le tallaba la espalda por las tres escobas que se encontraban haciéndole presión a causa de la falta de espacio… pero eso poco le importo.

Quería hundir en lo más profundo al presidente del consejo estudiantil.

Era gracioso como había llegado a tal punto de esconderse el armario donde almacenan los utensilios de limpieza en la sala de audiovisuales.

Uno de sus docentes lo habían mandado a recoger unos cuadernos que había olvidado, Raúl fue resignado aunque en el camino se dio cuenta que sería una buena oportunidad para fumarse un cigarro sin tener que temer porque alguien se diera cuenta… Solo bastaría con abrir una de las ventanas para que el olor a cigarrillo se desvaneciera y todo en orden. Cabe decir que él era uno de los tantos jóvenes adictos al tabaco, le gustaba demasiado fumar, era una de sus formas favoritas para des estresarse (La otra era tener sexo con alguna zorra del instituto) aunque estaba más que seguro que moriría por un cáncer de pulmón que por otra cosa, aquello no le importaba de a muncho en esos momentos… Lo que vale es disfrutar tu vida al máximo ¿verdad?.

Grande fue su sorpresa cuando dos personas entraron al aula prácticamente comiéndose la boca del uno al otro, Raúl no supo qué otra cosa hacer y se escondió como todo un pendejo en aquel armario tan incómodo por mera vergüenza, eso era realmente patético de su parte y lo sabía.

Pero aún más grande fue su sorpresa al darse cuenta que una de esas personas se trataba nada más y nada menos que del gran presidente del consejo estudiantil… La otra persona no la podía definir bien ya que estaba fuera de su campo de visión. Achino los ojos tratando de diferenciar a la persona la cual David se estaría tirando… Era una figura delgada y menuda… Pero… ¿y los pechos? No los veía por ninguna parte y eso era raro… ¿Dónde estaban los jodidos pechos? ¡Eso era lo que hacía ardiente a una mujer!... Esperen un minuto, ¿acaso había visto un pene erecto en vez de una vagina?… ¿desde cuándo las mujeres tienen pene? Oh… Esto era oro puro… ¡el presídete del consejo estudiantil se estaba ligando a otro chico!

-Me vengo-, anuncio el mayor que ya estaba empezando con las pequeñas convulsiones que vienen acompañadas de un gran orgasmo después de un buen sexo. David libero todo el semen que pudo con descontrol y unos segundos después de esto retirar su miembro rápidamente sacándole un gemido al menor.

-...Ahg…-, gimió al sentir como el cálido semen de su acompañante lo invadía por dentro, se sentía tan bien aunque sabía que luego debía limpiar el desastre que habían ocasionado…

-Ufff, ese fue un buen polvo-, exclamo mientras se estiraba para que sus músculos se sintieran mejor-, Eres bueno en esto Andy-, David se ocupó en acomodar su ropa adecuadamente para que nadie sospechara.

-¿Y-ya te vas?-, pregunto Andrés, aún se encontraba en el suelo aunque esta vez estaba sentado mientras se le pasaba el agotamiento de lo que habían acabado de hacer-, creí que tú y yo podrí-, fue cortado por  un dedo índice que fue puesto en medio de sus labios para callarlo..

-No podemos estar juntos en el instituto Andy , lo sabes mejor que nadie ¿verdad?... -, David retiro su dedo índice de los labios de Andrés cuando estuvo seguro que este no pediría nada más-,Ambos tenemos distintas reputaciones y esto no es favorable para ninguno de los dos ¿entiendes?.

-Si…-, sonrió forzosamente y se levantó de donde estaba, le dolían las jodidas rodillas por estar en aquella misma e incómoda posición una y otra vez cuando lo hacía con David.

-Así me gusta Andy-, el nombrado solo asintió con la cabeza sin más que decir-, hasta la próxima-, dicho esto salió del aula como si nada hubiera pasado, como si no acabara de tener relaciones y de repeso con una persona del mismo sexo…¿Qué pensarían los demás de todo eso si se llegaban a enterar?, después de todo era mejor disimular para no atraer la atención de personas innecesarias .

-…Si…-, exclamó para sí mismo en voz alta. Busco a donde fueron a parar sus gafas que ni siquiera sabía cuándo había arrojado, solo esperaba que no se hubieran quebrado, las encontró a unos cuantos pasos de él y de inmediato se las coloco … no le gustaba andar sin ellas, se sentía el doble de inseguro.

 Andrés se levantó tambaleante aun, su cuerpo debía acostumbrarse siempre a eso... estaba cansado pero sabía que este era el único trato de afecto que podía recibir del presidente o de alguna persona que no fuera sus padres (y eso que a ellos les tocaba), debía aceptar. Rápidamente se puso las prendas que estaban regadas en el suelo, limpio aquellas machas transparentes y blanquecinas que habían quedado esparcidas para marcharse de aquel lugar antes de que lo viera alguien… o al menos eso pensaba hasta que escucho el sonido de unos pasos detrás de el.

-Pero miren nada mas-, al escuchar esa voz se le erizo la piel como gallina, se fue volteando poco a poco para poder ver al dueño de aquellas palabras-, parece que he tenido el gran placer de toparme con el nuevo juguetito del presidente-, aquel chico hizo media reverencia con fingido alago hacia el menor quien abrió sus dos ojos como platos.

-T-tu… ¿Qué haces aquí?-, no sabía si morirse de la vergüenza o del miedo pues aun no traía sus prendas correctamente acomodadas, se notaba a kilómetros que había estado haciendo algo indebido.

-Si te preocupas de que fue lo que vi-, rio por lo bajo para sí mismo-, solo te diré que intente taparme los ojos desde que David dijo que estabas apretado, nada de que preocuparse-, exclamó restándole importancia y disfrutando de cada una de las reacciones que le ofrecía el contrario.

Ahora sí que Andrés no sabía en dónde meterse por la puta vergüenza se estaba apoderando de todos sus sentidos, sentía como sus pies flaqueaban y el aire comenzaba a faltarle a sus pulmones.

Quería morirse, bueno, quería morirse desde hace mucho pero esta vez era un poco más literal… anhelaba un paro cardiaco o algo por el estilo.

-No me pongas esa cara-, le dijo Raúl con una sonrisa de lado mientras se acercaba aún más a Andrés-, te acuestas con el presidente como su puta persona ¿verdad cuatro ojos?-, dio media vuelta sobre los talones de sus pies para quedar de espaldas a su presa-, no pensé que una ratita de laboratorio como tu pudiera ser tan indecente…el mundo está lleno de sorpresas al parecer mi querido amigo.

-¿Q-que es lo que quieres?-, pregunto Andrés con miedo a la respuesta que le podría dar el capitán del equipo de básquet.

-¡Al fin dices algo coherente putita!-, exclamo Raúl alegre, una alegría que asusto aún más al menor quien no paraba de temblar, claro que eso pasaba desapercibido a los ojos del pelinegro-, lo que quiero es que tú seas mi esclavo personal ¿captas?-, Andrés abrió sus ojos como platos…no podía ser cierto… ¿había escuchado bien? ¿Cuándo comenzaría a hacer las cosas para el mismo?.

-…Tu…-, lo miro con ira y miedo combinado en sus ojos avellana, una combinación que le gustaba de sobremanera al mayor-, no puedo aceptar eso…no soy ni una puta ni un esclavo-, dijo sacando el poco valor que aún le quedaba.

Raúl observo como el pequeño lo miraba desafiante, no pudo evitar soltar una sonora carcajada que dejo aún más aterrorizado al contrario. Rebusco en los bolsillos de su chaqueta de cuero hasta dar con su móvil y luego cogió a Andrés por el cuello del uniforme con brusquedad para obligarlo a mirarlo.

-¿Ves esto?-, mostro el móvil que se encontraba en la aplicación de galería-, aquí tengo un video de más o menos seis minutos ¿sabes de qué?-, Andrés trago fuerte ante la pregunta y volteo a ver hacia otro lado que no fuera el rostro que había empezado a aborrecer-, seis minutos de puro sexo cachondo entre ustedes dos-, dicho esto lo soltó con nada de suavidad haciendo que el chico perdiera el equilibrio.

-…¿Qué quieres de mí?...

-Lo que escuchaste cuatro ojos-, exclamo cruzándose de brazos y acogiendo un tono un poco serio-, se mi esclavo personal y yo mantengo mi boca tan serrada como tu ano cuando no está el capitán cerca.

-C-cállate-, le tapó la boca al nombrado para que este no emitiera más palabras que lo avergonzara, el mayor saco la lengua para lamer la mano que le impedía hablar, Andrés aparto su mano como si se estuviera quemando-, ¡qué asco!-, exclamo lo suficientemente alto como para que Raúl se molestara.

-A mí no me vengas a mandar pequeña puta-, suspiro pesadamente pero no perdió su sonrisa ladeada que tanto lo caracterizaba-, en fin, lo único que tienes que hacer es seguirme como perrito faldero a donde quiera que valla y por mi parte yo seré una tumba -, suspiro con ligereza-,… me encargare del resto ¿entendido?-, pregunto ya con un tono serio en su voz, aunque aparentara una actitud despreocupada Raúl iba muy enserio cuando quería proponérselo.

-…-, bajo la mirada a los pies del chico que tenía en frente y se estremeció, nunca se le había dado bien entablar una conversación después de todo, esta no sería ninguna excepción tampoco.

-No te escuche-, levanto la voz en tono amenazante algo que asusto al contrario-, te pregunte algo-, ya empezaba a enojarse, Raúl no era una persona para nada paciente que digamos.

-Si... ya entendí-, soltó casi en un susurro aunque fue lo suficientemente alto como para que llegara a los oídos del mayor.

-Buen chico-, levanto la mano para poder despeinar los cabellos castaños de Andrés, le sorprendió la suavidad de aquellos cabellos castaños pero decidió no serle importancia-, no sabía que a David le gustaran tan sumisos.

-…-, Andrés se quedó callado dejando que lo humillasen como siempre, después de todo… era lo que mejor sabía hacer, no tenía el valor suficiente como para negarse a ser pisoteado por los otros aunque quisiera negarse.

--------0----------

No había dormido nada la noche anterior, se le hacía jodidamente imposible pegar el ojo ya que ni por un maldito instante dejaba de pensar en lo que le aria aquel odioso chico pelinegro, tenía miedo aunque eso era tan común en el cómo bañarse por las mañanas. El fastidioso sonido de su alarme le aviso que ya era hora de levantarse para comenzar otro días peor que el anterior, era un verdadero fastidio para él. De mala gana se levantó para disponerse a continuar con su rutina absurda.

Caminaba lo más rápido que podía a la entrada del instituto, no quería encontrarse nuevamente con aquellos matones que lo molestaba cada jodido día de su existencia, estaba cansado de eso pero no podía hacer más que aguantárselos. Apretó con fuerza su maleta a su pecho y prácticamente pego la carrera para llegar rápido a la puerta del instituto antes pero…

-¡Cuatro ojos!-, exclamo un chico más alto a sus espaldas, Andrés freno en seco para luego darse la vuelta en cámara lenta como si así demorara solo un poco la golpiza que ya tenía garantizado un pase a la enfermería.

-No otra vez…-, murmuro Andrés para sí mismo, ya sabía que había valido madres de tan solo ver a Brad parado en frente de el con una pose intimidante.

-Conoces la rutina ¿verdad?-, pregunto mientras cogía bruscamente al menor por el cuello del uniforme, levantándolo unos dos centímetros del suelo.

-Más de lo que tú crees-, se atrevió a decir Andrés, de inmediato se retractó antes ello… esas palabras le podían estar costando caro y eso era lo que el menos quería en esos momentos.

-Entonces, si es que no quieres que te quiebre esos lentes me darás lo que quiero-, soltó al contrario quien busco algo en su malea bastante apresurado.

-Aquí tienes-, le entrego una hoja de papel con interesantes datos, Brad se la arranco prácticamente de la mano temblante perteneciente al castaño. La hoja lo había cortado al ser arrebatada con semejante brusquedad.

-Bien-, cuando dijo aquello la mente de Andrés descanso, sabía que Brad no haría nada más… Al menos por esta vez. Brad Meyer era uno de los tantos abusadores que tenía, ese chico se destacaba en el instituto por su apariencia física y su gran talento para los deportes (tampoco era idiota), aunque no se podía esperar menos del sub capitán del equipo de Básquet… ese equipo que tanto orgullo traía al instituto.

-Ya entiendo porque te tratan como un zapato-, exclamo saliendo del anonimato. Raúl había visto todo desde el principio pero había decidido no interferir, no era asunto suyo por lo cual no le importaba en lo más mínimo que le pasara al chico de lentes.

-T-tu… -, prácticamente dio un salto cuando escucho aquella voz, parecía como si le hubieran echado agua helada en toda su cara, cabe decir que el sobresalto le hizo bastante gracia a Raúl.

-No tartamudees que me fastidia-, exclamo el mayor y rodeo los hombros del contrario con un solo brazo haciéndolo estremecer por la cercanía-, vamos caminando, ya casi entramos a clases y no me apetece llegar tarde por tu culpa de todas formas-,en esa posición más de un chico pensaría que ambos eran amigos así que no levantarían sospecha alguna.

-…Bien…-, soltó casi por inercia, aun sostenía su maletín en el pecho con ambos brazos cruzado, Raúl pensó que eso era lo más infantil que había visto de parte del alguien de 16 años.

-¿Qué fue lo que le diste?-, pregunto alzando una ceja mientras se separaba del el para poder caminar normal.

-¿A quién?-, Andrés quiso hacerse el desentendido pero le salió el tiro por la culata.

-No te hagas el idiota sino quieres que acabe el trabajo, yo si te puedo quebrar esos estúpidos lentes sin titubear en ningún momento y lo sabes ¿verdad?-, Andrés recordó que sus padres ya le habían dicho antes que si volvía a necesitar un repuesto de sus lentes se los tendría que comprar el mismo, ya iban más de cinco o seis lentes en tan solo unos pocos meses así que decidió cooperar con el fastidiosos azabache.

-Le di unos apuntes de filosofía para que pudiera pasar esa materia, solo eso-, explico con voz seca.

-Con razón ese bastardo pasa la materia en sobresaliente-, ese comentarios se lo hizo más a sí mismo, su voz reflejaba un poco de enojo y envidia-, bueno pues ¿recuerdas lo de ayer?-, Andrés se puso rojo como un tomate e intento apartar su mirada del mayor-, supongo que si-, rio y Andrés creyó que no se podía aborrecer más a una persona hasta ese momento.

¨al igual que los sentimientos de amor los de odio también pueden llegar a ser infinitos¨

-Nos reuniremos en la cafetería cuando suene la campana ¿entendido?-, André solo asintió con la cabeza, no dijo palabra alguna-, quiero hablarte acerca de lo que tendrás que hacer por mi… pero hasta que llegue esa hora no quiero que entables conversación alguna con el presidente.

-No hay problema, después de todo nunca hablamos-, y era cierto, jamás entablaban conversación alguna en el instituto cuando los veían terceras personas, David tenía una reputación que manejar y Andrés comprendía aquello… ni siquiera se saludaban.

-Nunca hablan y solo follan ¿no?-, Raúl rasco su barbilla fingiendo estar pensativo-, eso te hace parecer aún más puta de lo que creía-, soltó con sorna, el menor solo bajo la cabeza-, y ni siquiera te defiendes cuando soy yo el que te digo este tipo de cosas, definitivamente eres una perrita faldera de naturaleza-, exclamo desinteresadamente antes de alejarse del lugar.

-…-, y otra vez Andrés se quedó callado, su rostro mostraba perfectamente cómo se sentía en aquellos momentos pero decidió huir el ahí para poder entrar a su debida aula antes de que las clases comenzaran, no quería que otro obstáculo en su camino.

---------Narrado por Andy---------

Veía cada una las palabras que escribía la profesora de Filosofía pero no leía ni una sola, no podía prestar atención a otra cosa que no fuera Raúl y sus amenazas. Mi vida estaba patas arriba en estos momentos, bueno, siempre ha estado patas arriba pero ahora esta  aun peor. Los últimos puestos del salón siempre son los más pacíficos y los que ofrecen una mayor vista a todo el salón, a excepción del tablero en algunas ocasiones ya que el reflejo de la luz no me deja ver muy bien lo que escriben pero hoy no es un día de esos.

Escucho el timbre que anuncia el receso y por primera vez en mi vida me espanto, usualmente el receso suele ser como un refugio para mi pues me lo paso escondido en algún lugar de este amplio instituto. Recojo mis cosas para guardarlas en mi maletín, está colgado atrás de mi asiento como todas las demás. Espero a que todos se haya marchado del aula para coger fuerzas de donde no tengo y hacerlo también. Debes ser fuerte Andy.

 Los pasillos están infestados de todo el ruido que provocan los estudiantes al charlar entre ellos, algunos incluso gritan para poder escucharse. Pasó derecho para no ser notado por nadie, me quiero esconder en mi holgado suéter. Como estoy caminando tan rápido en dirección a la cafetería no me fijo muy bien en donde voy pisando, un pie se atraviesa de improvisto en mi camino y me hace caer estruendosamente en el suelo.

-La ratita se calló de nuevo-, escucho a una chica reírse de mi torpe caída provocada mientras yo intento incorporarme…mierda… creo que me torcí el tobillo, por suerte mis lentes no se cayeron-, parece que le encanta besar el suelo, que bien, pues ahí es donde perteneces-, escucho burlas de diferentes tonos, deben ser más de tres lo que están estallando a carcajadas.

Estoy entre arrodillado y sentado, con mi mirada baja y varias risas dirigidas hacia mi persona, cosa de todos los días. Todo se detiene cuando veo una figura que se acerca hacia el lugar, una perfectísima figura… Acompañado por otra dos figuras femeninas a ambos lados de él, nunca le faltaban sus adornos.

-Amor-, exclama la chica que me tendió la zancadilla-, ya iba a buscarte, que bien que pasas por aquí-, la perfectísima novia de David. Todos conocían a aquella pelirroja teñida que hasta yo tenía el gran placer de conocer su chillona y amenazante voz de cerca.

-¿Qué es lo que sucede aquí Diana?-, pregunta serio, yo no he levantado la mirada pero se me ilumino un poco la cara… tal vez, solo tal vez él podría defenderme.

-Nada, solo que este chico quiso volver a besar el suelo y yo le brinde una mano.

-Que buena samaritana Diana-, dijo una de las chicas que estaba al lado de David, tenía dos coletas n el cabello como peinado.

-la mejor-, exclamo la otra.

-No pierdan el tiempo en esto-,la fría voz de David se hizo presente, mi pecho se estrujo y mis ojos querían empezar a arder-, es repugnante-, otra vez con esas palabras a las que no he podido acostumbrarme aunque se repitan una y otra vez-, vámonos, Diana-, la nombrada camina con bastante estilo y gracia hacia David, seguido a esto se cuelga de su bazo como cualquier pareja para luego alejarse del lugar y con ellos se alejan todas las personas que hicieron fila para ver mi humillación.

El dolor en mi pecho aumenta y mis ganas de llorar también, necesito hacer todo lo posible por reprimirlas una vez más como siempre.

 

 

Notas finales:

¿les gusto? ¿que les parecio?, si les gusto y quieren que siga la historia dejenme un comentario, 4 o 5 comentarios y subo el siguiente mañana :DD sin falta alguna!! 

me disculpan la ortografia plis :'v les prometo mejorar.

sin nada mas que decir! Bay ne :33


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