Taehyung se encontraba en su escritorio estudiando para su próximo examen. El castaño sabía que estaba pasando demasiado tiempo con las narices metidas en los libros, pero también veía eso necesario. Aunque quizá, sólo quizá, se estuviese pasando de horas de estudio y no le esté dedicando tiempo a otras cosas importantes.
Como por ejemplo, Jimin.
Taehyung suspiró pesadamente y puso sus codos en la mesa, para justo después entrelazar sus manos por detrás de su cuello mientras se reclinaba sobre la silla. Tanto estudiar le estaba friendo el cerebro, pero tenía que sacar buena nota si quería estar entre los mejores de su promoción. Era así de exigente con él mismo, pero ya estaba empezando a ver sus límites. Y también estaba empezando a echar de menos a Jimin. Hacía bastante tiempo —unas ¿dos semanas?— que no tenía una cita con él, hablaban de sus cosas tranquilamente sin que él mismo le interrumpiese por irse a estudiar o a hacer deberes, o no hacían el amor. Por no tener contacto íntimo, ni siquiera se habían liado o tocado. Y ésto ya estaba empezando a pasar factura a ambos chicos, ya que compartían piso al estar en la misma universidad y les mataba que, a pesar de vivir juntos, no puedan tener momentos de intimidad, momentos de pareja.
Jimin, por el contrario, estaba en otra carrera un poco más fácil y aunque no era un desinteresado en sus estudios, tampoco eran el centro de su vida como ocurría con Taehyung. Al pelirrojo le estaba matando el no poder ni siquiera tocar al menor por culpa de la maldita carrera de física, además de que estaba viendo de que se pasaba estudiando. Vale que su carrera fuese difícil, pero no creía que tantísimas horas de estudio fuesen estrictamente necesarias si ya él tenía una excelente nota media y estaba en el, digamos, top diez de los mejores estudiantes de su promoción. Pero también sabía a ciencia cierta que TaeTae era muy exigente con él mismo, tal vez demasiado. Y eso a Jimin no le agradaba en absoluto ya que él le veía perfecto tal y como era, y mejor estudiante estaba seguro de que no podía ser.
Quizá sea hora de darle al castaño el descanso que se merecía, además de poder tener más acercamiento con él aparte de compartir lecho (que para desgracia de Jimin últimamente sólo se quedaba en eso, compartir lecho).
El pelirrojo se situaba tumbado en la cama de la habitación, revisando los mensajes que tenía en su móvil sin apartar la vista de Taehyung, totalmente absorto en sus apuntes. TaeTae era apetecible hasta de espaldas, pensaba Jimin mientras se levantaba de la cama dispuesto a dirigirse al escritorio de su novio. Una vez tras la silla, le abrazó por detrás colocando sus brazos en el pecho del más joven haciendo que éste sonriese, mas no apartó la vista de los apuntes.
—TaeTae… —susurró dulcemente Jimin colocando la barbilla en el hombro de Taehyung—. Creo que deberías de parar un poco… Existo y esas cosas, ¿sabes? Además de que seguro que te sabes todo ésto de carrerilla, eres tan inteligente…
Un escalofrío azotó al castaño al notar el aliento de Jimin en su hombro, pero hizo un poder por concentrarse de nuevo. Él también le necesitaba pero los estudios van primero, ¿no?
—Sabes que no puedo. Tengo el próximo examen en dos días y tengo que aprenderme éstos dos temas bien para mantener mi diez de media. —Ante la respuesta de su castaño, Jimin se inclinó más hacia su oído, lamiéndolo y dándole ligeras mordidas que hicieron escapar algunos pequeños gemidos por parte de Taehyung. ¿Cuánto tiempo hacía que no lo escuchaba gemir?
—Oh, vamos… Por un rato no creo que te pase nada… —pasó a besar su cuello a la vez que lo repasaba con la lengua—. TaeTae… Siempre estás estudiando y nunca hay tiempo para, ya sabes, hacer otro tipo de cosas más… divertidas.
—Jimin, déjame por fav-aah… —Taehyung sintió una de las calientes manos de Jimin acariciar su pezón izquierdo con exquisita suavidad. El castaño sabía de sobra que no se iba a concentrar ni de coña con su novio tocándole de aquella manera y, qué demonios, necesitaba un buen polvo ya.
Jimin rodó la silla del menor hasta dejar a éste cara a cara con él. Se inclinó un poco, lo suficiente para que sus caras estuviesen más o menos al mismo nivel y le besó con hambre, con deseo. Llevaba demasiado tiempo sin probar a fondo esa dulce boca, aquella que le traía loco y que había echado tanto de menos. Taehyung se dejó llevar, abriendo su boca para que el mayor introdujese su caliente lengua mientras llevaba sus brazos al cuello de Jimin, abrazándolo con dulzura mientras éste colocaba las suyas en la cintura del más pequeño. Ambas lenguas se enrollaban en un delicioso compás, los dos habían extrañado esa sensación que parecía perdida. Siguieron besándose un buen rato hasta que la necesidad de coger aire les obligó a separarse y Jimin aprovechó para levantar a TaeTae de la silla al más puro estilo Disney para tumbarlo en la cama, donde siguieron besándose ahora estando Jimin sentado a horcajadas de Taehyung, quien le acariciaba los muslos. Una vez más se separaron por falta de oxígeno y Jimin quitó la camiseta del castaño para luego quitarse la suya, quedando ambos desnudos de cintura para arriba. Ambos se miraron con ternura mezclada con deseo. Era obvio que se necesitaban el uno al otro más que el aire que respiran, aire que se encargó de quitar Jimin a Taehyung con una mordida en el cuello de éste, dejándole una marca que al poco tiempo se convertiría en un notable chupetón.
—¿Qué tal si en lugar del libro me estudias a mí, TaeTae? —preguntó juguetón Jimin mientras bajaba por su cuello hasta llegar a uno de sus pezones, con el cual jugueteó con su lengua.
—J-Jimin… ¡ah! —gimoteaba Taehyung mientras enterraba los dedos de una de sus manos en los pelirrojos cabellos del otro.
—No me negarás que éste tipo de estudio te gusta más, precioso… —Jimin pasó a mordisquear con suavidad el otro pezón mientras que con una mano jugaba con el otro, pero la otra se fue lentamente paseando por su abdomen en dirección a su despierta entrepierna, la cual sobó por encima de los pantalones del pijama. Pero el pelirrojo se dio cuenta de algo: Taehyung no llevaba ropa interior en esos momentos. Se mordió el labio inferior mientras sentía que su erección crecía aún más. Le ponía demasiado cuando Tae no llevaba ropa interior bajo esos finos pantalones de pijama.
—J-Jimin… n-no ¡hmm! —el castaño se estremecía bajo el toque del mayor, el cual sentía aún más por la falta de ropa interior.
—Mira que te gusta provocarme, TaeTae… No llevas ropita interior y te atreves a decirme que no siga… ¿Realmente no lo quieres? Porque ésto —metió la mano por debajo del pantalón del castaño, envolviendo el duro miembro con sus dedos— me dice otra cosa… —Jimin se deshizo de los pantalones del otro para poder bombear la erección con más libertad, sacando varios gemidos de la boca de Tae. Se sentía gelatina bajo el cuerpo de su pelirrojo, estaba totalmente dominado por él. Pero era un dominio del que no quería escapar—. Respóndeme, Taehyung… ¿realmente quieres que pare?
—N-no… ¡mmm! N-no quiero que p-pares… —admitió Taehyung antes de abalanzarse a la boca del pelirrojo totalmente de sopetón, lo que hizo al mayor sonreír complacido. El castaño introdujo su lengua en la boca de su mayor besándolo con pasión, hambre y lujuria en un beso abierto que hizo que un hilillo de saliva escapase de las comisuras de los labios de ambos. Cuando se separaron por falta de aire luego de unos segundos, Jimin se deshizo de su pijama y de sus calzoncillos, quedando ahora los dos totalmente desnudos. Taehyung observó atentamente el cuerpo de su novio mientras se desnudaba, admirando su belleza. Siempre creyó que ese cuerpo estaba esculpido por ángeles. Pero, más allá de su angelical cara y de sus perfectas proporciones, Jimin tenía una personalidad que a Taehyung simplemente le daba la vida. Era encantador, caballeroso, respetuoso y siempre le alegraba en sus días más oscuros dándoles luz con su sonrisa. Siempre estaba ahí para Tae, Jimin era simplemente su soporte vital. Y le quería más que a su propia vida.
Jimin tomó la barbilla de Taehyung, obligando a mirarle a los ojos. Jimin siempre había adorado los ojos del castaño, siempre rebosantes de energía y alegría.
Taehyung y Jimin habían sido mejores amigos desde la infancia, y el que fueran a la misma universidad les dio la idea de vivir juntos hará dos años. Y, una vez que comenzaron a llevar una vida en común, los sentimientos empezaron a florecer hasta convertirse en la pareja que son hoy. Pero el pelirrojo siempre había estado colado por Taehyung desde el instituto.
Jimin adoraba a Tae, poniéndolo siempre por delante de él mismo. Era su luz, por él estaría dispuesto a dar la vida si hiciese falta.
—Eres perfecto, TaeTae… —susurró Jimin antes de besar a su novio con toda la dulzura que pudo y alguna más mientras empujaba sus caderas contra las contrarias, frotando deliciosamente sus erecciones haciendo que ambos gimiesen. El pelirrojo bajó desde la boca hasta la mandíbula y de ahí bajó hasta su cuello en un camino de besos y mordidas. Siguió descendiendo hasta que llegó al ombligo de Taehyung, mordiendo alrededor de su plano vientre, lo que causaba cosquillas al menor de ambos. Jimin siguió bajando hasta que llegó al depilado pubis de su chico, lamiéndolo hasta llegar a la base del pene de Tae, lo que hizo que el menor se estremeciese ante el húmedo toque—. Te amo… —dijo Jimin antes de subir su lengua hasta el glande del miembro del castaño, hundiendo el húmedo músculo en la hendidura haciendo que Taehyung gritara de placer. El pelirrojo sabía a la perfección que aquel era su punto débil.
Jimin siguió lamiendo el pene de su novio como si de un helado se tratase hasta meterlo de lleno en su boca hasta que tocó la garganta. Supo que hacía demasiado tiempo que no hacía una mamada cuando el reflejo nauseoso azotó su garganta aunque desapareció un rato después. Jimin apretaba los glúteos de Taehyung mientras envolvía el miembro del castaño en su garganta, haciendo con su cabeza movimientos de vaivén. Tae estaba cerca de su clímax y no hacía más que jadear y mover sus caderas contra la boca de su novio.
—J-Jimin… me voy a correr… ¡hmmm! L-lo haces tan bien…
—Hazlo, TaeTae… córrete para mi —y así lo hizo. Taehyung se corrió en la boca de Jimin, llenándola completamente. Se había corrido demasiado. Pero ésto no le importó lo más mínimo al pelirrojo, quien se tragó toda la esencia de su novio.
—Q-quiero hacerlo Jimin… —habló Taehyung con la voz entrecortada mirando a su mayor a los ojos. El más bajo sonrió con dulzura ante las palabras de su novio y le besó apasionadamente—. Necesito tenerte dentro de mi.
—Yo también necesito estar dentro de ti, Tae… —respondió Jimin, para volver a besar al más alto con pasión. Aquel fue ya el incentivo que le hacían falta a Jimin y a su necesitado miembro que ya empezaba a doler debido a su dureza.
Sin despegarse de Taehyung, el pelirrojo abrió el primer cajón de la mesita de noche que había al lado de la cama y cogió un lubricante. Decidió no usar condón, quería estar dentro de Tae sin ninguna barrera de por medio y sabía perfectamente que su novio no tenía ninguna enfermedad ni él tampoco. Además, Tae estaba de acuerdo con aquella decisión, cosa que se demostró por la mirada llena de lujuria que le dedicó a Jimin mientras esparcía un poco del frío líquido en tres de sus dedos.
Jimin preparó a Taehyung con cuidado, moviendo lentamente sus dedos dentro de la entrada consciente de que hacía ya bastante que no hacían el amor. Los movía simulando embestidas y en tijera, dilatando lentamente la entrada del más alto. Los pequeños quejidos y los “duele” que salían de la boca del más pequeño cesaron hasta convertirse en suaves gemidos en cuando Jimin pudo mover sus tres dedos con relativa soltura dentro del interior de TaeTae. Estaba preparado.
Jimin abrió suavemente las piernas de Taehyung acariciando sus rellenitos muslos mientras alineaba la punta de su pene con la entrada de su novio.
—Te va a doler un poquito, ¿quieres que vaya despacito?-dijo Jimin mientras empezaba a introducir la punta de su miembro en el interior de Taehyung.
—Oh, vamos, no me trates como a un virgen porque- ¡AAAH, JODER, CÓMO DUELE, HOSTIA PUTA! ¡TEN MÁS CUIDADO, MALDITA PERRA! —gritó el castaño al sentir a su novio totalmente dentro de él. Jimin se había metido dentro de él de una sola estocada.
—E-eso pasa por decirme que no te trate como a un v-virgen… Joder… qué apretado estás… —gruñó Jimin mientras sentía las cálidas paredes de su menor asfixiando su miembro de una forma deliciosa. Echaba tanto de menos esa sensación…
—D-da igual… muévete ya… Y-ya no duele… —pidió Taehyung luego de acostumbrarse a la longitud de Jimin. El pelirrojo empezó a moverse lentamente, dando profundas y lentas estocadas sacando gemidos, jadeos y maldiciones de la garganta de Tae. Jimin tampoco dejaba de emitir pequeños gruñidos de placer debido a la estrechez de Taehyung, similar a la que tenía cuando le quitó la virginidad. Había pasado demasiado tiempo.
Las embestidas progresivamente aumentaron el ritmo y una fina capa de sudor cubría a los dos. Los suaves gemidos que soltaba Taehyung al principio ahora eran gritos de puro placer. Amaba tener a Jimin dentro de él, se sentía completo.
—E-echaba tanto de menos esto… Eres tan delicioso… —habló Jimin con la voz ronca y entrecortada debido al placer que estaba sintiendo en aquellos momentos. Dio un azote a uno de los glúteos de Taehyung haciéndole gemir aún más.
—M-me encanta esto… ¡Dios, Jimin! —el pelirrojo empezó a masturbar a Tae al mismo ritmo de sus embestidas, ya completamente salvajes y duras. Ambos gemían como gatas en celo, disfrutaban demasiado estando unidos de aquella manera y realmente lo echaban de menos—. ¡SÍ, JIMIN! ¡JUSTO AHÍ, FÓLLAME AHÍ~! —Taehyung chilló de forma un tanto desquiciada al sentir que su pelirrojo dio justo en su punto dulce.
Jimin hizo caso a su novio y se centró en embestir ese punto con tanta frecuencia que pequeñas lágrimas de puro placer se formaban en los ojos de Taehyung. Un hormigueo se empezó a hacer presente en el bajo vientre del pelirrojo, iba a correrse de un momento a otro y ver como Taehyung se mordía fuertemente los labios mientras gritaba su nombre no ayudaba en nada.
—N-no puedo más, Tae… me voy a correr, m-me voy a correr dentro de ti…
—H-hazlo Jimin… lléname… Quiero llenarme de ti completamente…
Unas cuantas embestidas más y Jimin acabó dentro de Taehyung mientras le besaba con pasión y ternura. El castaño acabó luego de unas cuantas sacudidas en su miembro soltando un alarido. Jimin cayó encima de su menor con la respiración totalmente agitada. Ese, sin duda, había sido uno de los mejores polvos que había tenido en su vida. Pasados unos minutos en los que los dos intentaron volver a ser personas decentes de nuevo, Jimin salió de Taehyung y recostó a éste último en su pecho, depositando un dulce beso en la coronilla castaña.
—Al final siempre te sales con la tuya. No es justo, Jimin —refunfuñó Taehyung hundiendo su cara en el pecho de Jimin, quien rió nervioso mientras le acariciaba los sedosos cabellos castaños.
—Pero te encanta que lo haga, TaeTae —respondió dulcemente el pelirrojo antes de besar tierna y cortamente los hinchados labios de su pareja—. No me puedes negar eso. Y la culpa también es tuya por estar tan bueno y no llevar ropa interior.
Taehyung se vio obligado a sonrojarse y suspiró con una sonrisa. Tuvo claro que se relajaría un poco más respecto a sus estudios.
—Idiota… te amo —susurró Tae mientras se acomodaba aún más al lado de Jimin.
—Yo también te amo, tontito. Duerme un poco, anda —respondió el más bajo besando la mejilla de su novio, quien asintió y cerró los ojos. En poco rato, ambos quedaron profundamente dormidos.