Capítulo 1:
Sentimientos
Kageyama Tobio era un chico que tenía la cabeza llena le voleibol hasta el tope, sin embargo, desde que conoció a Hinata Shouyou aquello cambió.
Al principio, el armador se sentía nervioso cuando Hinata caía en posiciones vergonzosas sobre él; después, comenzó a sentirse solo cuando sus caminos se separaban al volver a casa; y hoy, después de la práctica no pudo evitar mirar al pequeño mientras se cambiaba, a pesar de que recibió un “Rey mirón” gratuito de Tsukishima pero el pequeño pareció no darse cuenta.
“¿Qué me sucede?” Era la pregunta mental diaria de Kageyama, aunque muy en su interior ya sabía la respuesta no quería aceptarlo del todo pues nunca se había sentido así.
Al día siguiente decidió hablar con alguien de confianza sobre el tema, y ese alguien por supuesto era mamá cuervo.
[…]
Todos estaban limpiando el gimnasio distraídamente, y Tobio aprovechó la oportunidad para acercarse a Sugawara.
-Sugawara-san, esto, ¿puedo hablar con usted un segundo?-
-Claro, ¿quieres ir afuera?- Dijo Suga al notar el evidente nerviosismo de su Kohai
-Sí, por favor-
Ambos fueron a la parte trasera del gimnasio. Al llegar Kageyama se quedó en blanco, pasaron unos segundos en los que Tobio miro sonrojado al suelo pensando en que decir.
-Es por Hinata, ¿cierto?-
Suga supo que dio en el clavo cuando Kageyama levantó la cabeza rápidamente. Sinceramente, él ya sospechaba de los sentimientos de Tobio, pues no hay que ser muy observador para darse cuenta de cómo el armador se comía con la mirada al cuervo anaranjado.
Sugawara río ante su último pensamiento, Kageyama confundido le miro a los ojos con el entrecejo ligeramente fruncido.
-No me estaba riendo de ti- Aclaro Suga –Es que ya sospechaba de tus sentimientos- Y, de nuevo, Kageyama se preguntó mentalmente si Sugawara era psíquico, pero algo más real cruzo por su cabeza.
-¿No le molesta… ya sabe, que Hinata y yo seamos hombres?
-No deberías preocuparte por lo que yo pueda pensar-
Sugawara se acercó a él son una ligera sonrisa –Mejor piensa en lo que pasa aquí- Suga señaló al corazón de Tobio y sin decir nada más se fue dejando a Kageyama pensativo.
…l se fue de ahí unos minutos después.
Al entrar de nuevo al gimnasio vio a mamá y papá cuervo platicando amenamente, probablemente discutiendo sobre la vida amorosa de sus Kohai. En cambio, Nishinoya y Tanaka se encontraban con Hinata, el más pequeño practicaba el Rolling thunder haciendo a Tanaka reír y a Hinata mirarlo con admiración mientras le rogaba a Noya para que le enseñase a hacer ese movimiento de nombre extravagante.
Kageyama no supo cuando tiempo los estuvo viendo hasta que Asahi se le acerco con su típica cara tranquila.
-Son algo ruidosos, ¿verdad?- Inicio la conversación el As
-Si- Respondió Kageyama.
-Esto… ¿tú sabes que Yuu y yo somos pareja?- Dijo el más alto sonrojado tomando por sorpresa al armador.
-Eh…si, ¿Por qué la pregunta Azumane- san?- Kageyama recordó algo incómodo todas las veces en las que el líbero y el As se ponían acaramelados cuando nadie los observaba.
-Bueno, es que escuche a Daichi y Sugawara hablar sobre que a ti te gustaba…eh…- Asahi coloco sus manos frente a el mientras comenzaba a temblar, de su boca solo salía el mismo eh repetido una y otra vez. Había tratado de ayudar a su Kohai en el amor y, sin embargo, era el quien estaba nervioso y sudando.
-¡Chicos, ya hay que salir!- Grito Daichi.
-Lo siento Kageyama, no fui de mucha ayuda- Dijo Azumane apenado mientras se colocaba una mano detrás de su nuca.
-No se preocupe Asa…- Kageyama fue interrumpido por el líbero quien vino corriendo y se lanzó contra el grandullón, por suerte este lo atrapó.
-¡Yuu!, no hagas eso, podrías lastimarte- Dijo Asahi preocupado.
¬-Mientras tú me atrapes no pasara nada-
Y ahí van de nuevo. Pensó Kageyama al ver como el líbero repartía besos en la cara del As mientras este, bastante sonrojado por la escena que estaban montando frente a su Kohai, trataba de quitarse a Yuu.
Kageyama se comenzó a sentir incomodo ante la escena.
-¡Kageeeeyama!- El armador escuchó un grito muy conocido a sus espaldas, al voltear no pudo esquivar a Hinata quien corría hacia el a gran velocidad cayendo ambos al suelo.
-Hinata idiota- Dijo Kageyama. El golpe no fue fuerte pero al armador le molestaba que Shouyou hiciera esas cosas sin saber que ocasionaban en él.
Sin que ninguno de los cuatro se percatase, Daichi estaba detrás de ellos con un aura intimidante.
¬-Lo repetiré una vez más, Hay.Que.Salir.YA- Daichi se acercó a ellos con los brazos cruzados y una terrorífica sonrisa.
Asahi y Noya se separaron rápidamente y caminaron a la salida, por otro lado, Hinata se paró y le tendió la mano a Kageyama. Después de cerrar el gimnasio los cinco fueron al cuarto del club a cambiarse.
No es necesario decir que Kageyama fue reprendido por Tsukishima por andar de mirón con Hinata mientras se cambiaban.
[…]
-Hasta mañana- Hinata se despedía de los demás para después continuar su caminata con Kageyama.
-Que lastima que hoy no hubo bollos de carne- Hinata se lamentaba pero al ver que su acompañante lo le prestaba atención lo llamo.
-Eh… ¿Kageyama? ¿Sigues vivo?- Dijo el pequeño.
-Claro que si idiota¬- Contesto como de costumbre.
¬-Es que no me hacías caso, además, no tienes que estar enojado siempre, ¿sabes?- Hinata infló sus mejillas y frunció el ceño. El corazón del armador se estremeció.
¬-¿Prefieres que sonría?- Dijo Tobio para después hacer una de sus terroríficas sonrisas.
¬¬-Aunque sea así, está bien- Aquella respuesta tomó por sorpresa a Kageyama quien miró con sorpresa a Hinata mientras sentía que su cara arder.
-Hinata…¬ ¿no ves lo que me haces?- Kageyama no se percató de que había dicho eso en voz alta sino hasta que el otro detuvo su caminar para mirarlo a los ojos.
-¿Lo que te hago?- El armador lo miró, se maldijo mentalmente por su descuido. Paso un minuto en el que ambos solamente se miraron perdidos en los ojos ajenos.
-Tu solo me haces enojar¬- Dijo por fin Kageyama. Ambos alejaron sus rostros sonrojados que, en un momento, se habían acercado para observarse.
El resto del camino siguió en silencio, ambos seguían ligeramente sonrojados y pensando en la situación pasada.
Al llegar al lugar en donde sus caminos se separaban Hinata hablo.
¬-Hasta mañana-
-Hasta mañana- Kageyama ya caminaba por su lado pero la voz de Hinata le interrumpió.
¬-¡Kageyama!-
-¿Qué quieres?
-¿Me prometes que algún día me enseñaras tu verdadera sonrisa?- Hinata cerró los ojos en espera de un insulto por la pregunta que lanzo sin pensar.
-Lo prometo-
Abrió los ojos para ver si sus oídos no le mentían pero no había nadie ahí. Aun así, estaba seguro de que aquel susurro que llego a sus oídos fue real.
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