Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

The Rendezvous por AliceSyd

[Reviews - 3]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Basado en un corto hermoso <3

Notas del capitulo:

Los personajes son propiedad de Shungiku Nakamura. Hice este fic basado en un corto que me atrapó, que lleva el mismo nombre del fic, búsquenlo en youtube en el canal de Maskn, les dejo su facebook: “Art of Maskn”. Personalmente me encanta y amé mezclar dos cosas que amo. Vean su página y su corto. El resumen igual lo basé en el suyo. Toda mi inspiración fue gracias a esos genios.


Espero lo disfruten y no destruir una obra tan hermosa ;-;

Akihiko ya no podía más, cada día en la escuela se le hacía más y más difícil, la depresión lo carcomía y solo quería poder renunciar a todo, lo único que quizás valía un poquito la pena era su escritura, sus libros, sus sueños y pesadillas plasmados en trozos infinitos de papel. Pero no solo esos, sino que sus amados escritos de Akikawa Yayoi, esto lo hacía casi en secreto, solo su amigo Hiroki lo sabía, pero este repentinamente se había comenzado a alejar lentamente, ensimismándose por horas en libros que a veces simulaba leer. ¿Qué haría ahora con su vida? ¿Había algún motivo para continuar realmente? ¿Existía aquella luz al final del túnel?

 

Ese día había sido particularmente malo, su mejor amigo y amor secreto le había presentado una nueva novia que parecía ser realmente dulce y bella, hasta quizás el alma gemela para Takahiro, luego de esto al irse al salón le habían robado su bolso y como llegaba tarde el profesor no lo escuchó y lo envío donde la inspectora, caminó lentamente, pues sabía lo que se venía, esta le coqueteaba descaradamente, lo acariciaba lascivamente, ya sin vergüenza, a veces lo besaba mientras le desabrochaba la camisa y él solo se abstraía a su mundo ideal, uno donde él era querido por Takahiro, donde en el colegio triunfaba y sus padres… ah, uno donde sus padres lo quisieran aunque fuera un poco y no solo le enviasen cartas para su cumpleaños y se vanagloriaran por sus logros como escritor, gastando sus ganancias indiscriminadamente en quizás qué pecados. Cuando la inspectora terminó lo envió a su hogar, pero al no tener su bolso vagó por la escuela por horas buscando el maldito objeto, ya rendido fue a la biblioteca, estaba todo casi a oscuras, le sorprendía que nadie lo hubiese visto, al ingresar, buscó un rincón oculto, sacó una frazada que él mismo habìa situado y se recostó dispuesto a entregarse a un sueño lánguido e incómodo, a nadie le importarìa que no llegase a esa mansión llena de sirvientes superficiales que intentaban liárselo o robarle un poco de su fortuna. Pensó en Takahiro, en sus ojos dulces y su sonrisa, le cayeron unas lágrimas y  se entregó a Morfeo.

 

Abrió los ojos, y asustado miró hacia todos lados, este lugar  era oscuro y un poco sombrío lo recorrió cual vago perdido, hasta que vio una pequeña mesa con dos sillas y una cena servida en cada puesto, se veía delicioso; su estómago se quejó hambriento, y a pesar de todas sus cuestionamientos se sentó a comer, iba a dar el primer bocado cuando apareció un chico y se sentó a su lado sonriente. Akihiko lo miró asustado

 

  • ¿Es tu comida? - preguntó esperando que el joven lo regañara. Pero no obtuvo respuesta, este chico solo lo miró alegre mientras comía.

 

  • ¿Puedo comer? - tampoco obtuvo respuesta, él lo miraba fijamente con ojos risueños y curiosos, así que contra toda lógica le medio sonrió y comenzó a comer gustoso, estaba demasiado sabroso, hace mucho que no comía algo casero, menos algo tan delicioso, al terminar le agradeció y cuando se dispuso a recoger los platos todo desapareció entre brillos dorados y grises, abrió los ojos como platos y su boca casi formó una “O” perfecta. El joven misterioso se largó a reír durante largo rato, la risa para Akihiko era armoniosa y perfecta, tan pegajosa que no pudo evitar soltar carcajadas. Luego de eso se dispuso a analizar a su nuevo “amigo” lentamente, casi como comprendiendo la situación el chiquillo se quedó quieto y lo miraba en silencio.

 

Era un niño, tal vez un adolescente, de no más de 15 o tal vez 16, era bajito y de piel morena, ojos verdes y pelo castaño, era bastante delgado y su cara no era para nada seria, era más bien dulce y aniñada.

 

-¿Cómo te llamas? - Se atrevió a consultar una vez más. Pero nada pasaba, el chico lo miraba solamente, pronto se dio la vuelta y corrió rápidamente, tanto que Usami tuvo que dar grandes zancadas para seguirle el paso, llegaron para su sorpresa ante una habitación que jamás hubiese imaginado ni en sus más raros sueños, era de color marfil y alfombra rosa, había un sillón grande y un escritorio con una computadora, estaba llena de osos de felpa en cada rincón, también había un librero bastante grande con todos los libros que había escrito ¿cómo llegaron allí? como guinda del pastel en un sofá individual había un oso gigante con una cinta en el cuello, el niño comenzó a observar los libros y sacó uno al azar, era su primer libro, “La teoría del universo de osos de felpa”, ¿qué era  ese lugar? ¿y quién era su acompañante?



Comenzó a generar posibles hipótesis que lo llevaron a este sitio:

 

  1. Habìa muerto y este era su propio cielo, con todo lo que ama y un lindo chico de compañìa.

  2. Estaba en coma o vegetal de alguna extraña manera.

  3. Se habìa vuelto loco, finalmente.

  4. Estaba en un gran y perfecto sueño.

 

Sea cual sea la correcta ninguna era real… y eso dolía. Esta realidad le gustaba, quizás más de lo que deberìa, pero ¿quién con una vida infernal como la suya no desearía un poco de paz y alegría?

 

-Hey, sé que no me hablarás, pero al menos asiente o niega para responderme, ¿sí? ¿me entiendes?- Pensó que esto sería en vano, pero el chiquillo lo miró un rato y asintió lentamente. “Bien, al menos me entiende”.

 

-¿Esto es real? - Negó.  Rayos, aún tenía esperanza. - ¿Estoy muerto?- Negó energéticamente nuevamente, bueno casi. -¿Es un sueño?- Asintió… Oh, un sueño, es decir que… - ¿Eres real? -No respondió… tal vez si era un poquito real… - ¿Puedes hablar?- Preguntó solo por si acaso. Asintió…- ¿¡Por qué no me hablas!?- Gritó exasperado por sentirse tan ignorado, iba a darse la vuelta cuando el niño lo abrazó fuertemente, tan cálido, puro y único, no pudo evitar envolverlo en sus brazos, sintió su camisa mojándose, se separó, observó el rostro triste y el caer de las cristalinas lágrimas y.... despertó.

 

Estaba agarrotado en una posición bastante incómoda en su cama, estaba frío como hielo y algo desorientado ¿qué había sido eso? ¿realmente todo había sido un sueño? En su mente solo existía esa mirada verdosa y pura, divagó un rato hasta que sonó su alarma, maldición… un nuevo día de atrocidades y oscuro mundo, como desearía estar en la realidad del niño.  Se levantó y arregló rápidamente, una criada ingresó semidesnuda a su cuarto y se sentó en la cama.

 

  • Usami-sama, lo veo tan solo, tan abandonado, lamento mucho eso… yo podría hacerle compañía, estaría dispuesta a todo… por usted- dijo esto mientras se abanicaba con la mano, mientras la otra se posicionaba sugestivamente en su pecho, a Akihiko le asqueó este gesto e ignorándola intentó salir, ella corrió y posicionó su mano en el miembro de Usami, moviéndola con alevosía, pero el hombre solo pudo pensar en un par de ojitos verdes mirándolo decepcionado, así que empujó a la mucama a su lecho y la desvistió, esa perfección no era real y debía convencerse de eso. La desnudó rápido, sin cuidado la volteó y la penetró brutalmente, la chica gritó de dolor pero esto no le importó; las cosas se hacían a su manera. Fue un acto mecánico de mero placer, la chica intentando parecer inocente suspiraba su nombre, pero para él solo era un cuerpo con el cual satisfacerse, cuando llegó a su punto terminó dentro de la chica sin preocupación, la dejó temblando en la cama y él se dio una ducha en la habitación contigua, se vistió rápido y salió corriendo. Por primera vez se sintió sucio.

 

 


 

 

Al llegar a la escuela, todos lo evitaban, ingresó al salón silencioso y se sentó intentando pasar desapercibido, pero no funcionó, los aviones de papel, los chicles, lápices, todo volaba hacia él y el profesor, un hombre frustrado no hacía nada; aun recordaba como fue la vez que intentó rogar su ayuda desesperado, buscando una salida y quien le reconfortara en quien se supone debía cuidarlos, ese día perdió lo último de su inocencia, el maestro no solo se rio en su cara, lo golpeó y tiró sus cosas por la ventana, directo a la pileta del patio… pérdida total de lo que más le importaba… uno de sus escritos. Desde entonces no le contaba a nadie su sufrimiento, Hiroki era conocedor de su tragedia, pero ajeno a la escuela nada podía hacer y Takahiro ni se imaginaba la situación de su amigo y nunca la sabría. Ese día decidió irse temprano, escaparse antes de que lo enviarán con la directora y tener que tocar otro cuerpo frívolo como en la mañana, se imaginó cómo sería vivir un amor de cuentos, en donde el chico de ojos verdes fuera su salvador, y besarlo casi como un hechizo... Tan idílico.

 

Al llegar a casa corrió a su habitación, directo a la cama, esperando soñar con el castaño nuevamente.

 

Se levantó de una cama gigante como la suya, pero mucho más cálida, bajó las escaleras corriendo y se encontró en un sitio enorme, con vitrales hermosos llenos de sus sueños, las murallas cubiertas de osos y el joven vestía una hermosa ropa formal, la camisa verde olivo, y el resto negro, incluyendo la corbata, se veía… sensual.

 

Bajó y el castaño tomó sus manos sonriente, Akihiko solo podía dejarse llevar, comenzando una danza acompasada por todo el salón, hasta llegar a una puerta gigante, el chico medio sonrío y lo dejó frente a esta y supo que era hora de despertar. Fugazmente besó la frente de su niño y lo vio sonrojarse, le prometió volver y salió.

 

Despertó renovado, sentía su cuerpo liviano, casi flotando, ese día sería perfecto… o al menos lo fue hasta llegar al colegio, lo golpeaban, le lanzaban cosas, lo insultaban e intentaban violarlo casi a diario; en su casa las mucamas se le regalaban… aunque ya hace tiempo que no tocaba a una, solo pensaba en su dulce chico de ojos verdes, cada noche con él era perfecta y única, a veces iban a un parque de diversiones, comían helado, cenaban, bailaban, todo era hermoso. Pero podía ser mejor, un día en que sus padres llegaron de visita fue enfermizo, vio a su padre junto a una chica en pleno acto en la cocina y su madre en el living se drogaba mientras se alcoholizaba con otras mucamas y hacían retos estúpidos… era repugnante. Se fue a su habitación… hoy era su cumpleaños.

 

Al llegar el hogar que le describió a su bella ilusión para que construyera era hermoso y se hallaba completamente adornado, había un pastel con un mensaje “Feliz cumpleaños Usagi-san”, sonrió, ese era el apodo que el niño le había puesto cariñosamente, mientras él lo llamaba cursimente “amor”. Se acercó a una pila de regalos, uno decía “ábreme”, obedeció, era un sobre de tamaño común que solo llevaba escrito “Volteate”. Lo hizo y vio a su amor vestido de de camisa azul y pantalones negros, su corbata del color de sus hermosas orbes.

 

  • Me llamo Misaki, Usagi-san- Akihiko quedó pasmado por unos segundos, para luego lanzarse a los brazos del menor y besar sus labios delicadamente, este era su primer roce directo. Lo besó con pasión mientras murmuraba enloquecido su nombre.

  • Misaki, mi Misaki, Misaki - era casi un rezo o una mantra, su palabra mágica secreta había sido develada y  le encantaba.

Ese día pasaron besándose y acariciándose, a veces los ojos de Misaki se veían apagados, pero cuando le preguntaba solo sonreía y decía que nunca esperó algo así, que estaba feliz y sorprendido. Cuando llegó la hora de despedirse Misaki lo besó efusivo y lo empujó sonrojado de vuelta a su mundo.

 

Al despertar sus padres ya se habían marchado, las mucamas estaban más tranquilas que nunca, pues seguramente su padre las llenó de dinero; el colegio estuvo pacífico y volvió a su hogar listo para dormir… y no pudo. Desesperado fue a una farmacia y compró pastillas para dormir, las más fuertes, con una gran suma de dinero el farmacéutico ni chistó.

 

Cada día tomaba una y junto a cada sueño hermoso donde Misaki era más suyo su rendimiento bajaba, hasta el punto de dormirse en clases, a lo que claro, su “preocupado” profesor atendió como de suma importancia, enviándolo más continuamente a la inspectoría de la cual Usami se escabullía para no ser profanado; ahora le pertenecía a su Misaki.

 

Esa noche tomaría al joven, lo marcaría como suyo y le explicaría su plan para quedarse siempre con él… le encantaría.

 

Al llegar vio a Misaki recostado en la cama leyendo otra de sus novelas muy concentrado con el ceño fruncido, Akihiko no pudo resistirse y se lanzó sobre él… besó sus labios lentamente, su lengua acarició alrededor de su boca pidiendo ingresar y Misaki soltando un leve gemido lo permitió. Las manos de Usami recorrían ese cuerpo con confianza y seguridad, cuando sentó a su amor en sus piernas había profanado esa boquita completamente y el chico era un manojo de nervios rojo como un tomate, Akihiko de manera provocativa se quitó su camisa y puso las manos del niño en su espalda, mientras sacaba lentamente la polera del otro. Recordó el día que Misaki le contó que existía antes de que él lo soñara, que tenía el cuerpo de un chico de 17 y la mente de uno de 20, era virgen y creía profundamente en la bondad de la gente. Él se alegró de que su Misaki estuviera a salvo ahora en sus sueños y en este mismo momento semidesnudo se entregará tan puramente a él. Lamió los pezones erectos, mientras su vida gemía loco de placer, le daba pequeñas mordidas y su lengua los delineaba con fervor, mientras sentía que su espalda era recorrida con avidez, cuando lo recostó en la cama, y descendió por su estómago al pantalón Misaki se estremeció expectante. Usami disfrutó bajando los pantalones, recorriendo las morenas piernas con su lengua, ver la ropa interior abultada y húmeda lo excito de sobremanera, ya se imaginaba dentro de él, la bajó de un tirón, torturandolo brevemente lamiendo alrededor de su miembro sintiendo como las suaves manitas de su amor lo presionaban para continuar y no le pudo negar sus deseos, el vaivén comenzó exploratorio y lento, para ir aumentando de intensidad, Misaki aullaba inundado de placer, apretando el rostro de Usagi-san contra su hombría, hasta que terminó en la boca de este, que saboreó la semilla gustoso, Misaki un poco agotado abrió un poco más sus piernas entregando un mensaje silencioso, su pareja se quitó los pantalones a tirones y se sorprendió de sentir que le bajaban los boxers y le acariciaban delicadamente y gimió gustoso, ya no aguantando más presionó las manitos de Misaki contra su pene y luego las apartó y lo penetró, algo apresurado pero con cuidado de no dañar el recuerdo de la primera vez de su niño y aunque Usagi-san no sabía sería la única. El movimiento comenzó dulce y acompasado para pasar a ser frenético y salvaje, cuando Akihiko estaba por terminar sintió su vientre caliente y húmedo y su espalda ardiendo por rasguños, cuando expulsó su semen dentro de Misaki una sensación de completa paz y felicidad lo embargó … y despertó.

 

Le hubiese gustado quedarse recostado por horas con su novio, mirando y disfrutando de hacer el amor, pero la mañana se mostró impetuosa y sus padres para su sorpresa incurrieron en su cuarto y le solicitaron apurarse para ir a la escuela.

 

Al llegar juntos, lo que a Akihiko extrañó en demasía se juntaron en la oficina del director, vio en la mirada de maldad de su profesor y el rencor de la inspectora que esto era grave. Se le acusó de tener pésimas notas, de abusar de sus compañeros, de tocar a la inspectora y amenazar al profesor; el resultado: la expulsión definitiva. Sus padres no dijeron casi nada, no lo defendieron, y al llegar a la casa su madre lo abofeteó y lo envió a su cuarto.

 

-¿Qué habremos hecho mal? Le hemos dado todo a ese ingrato y nos paga con vergüenzas y fechorías- Oía a su mamá llorar histérica, tan drogada y en la pieza contigua los gemidos de una cualquiera gimiendo bajo el obeso cuerpo de su padre por una mísera paga. Basta. Ya no más.

 

Corrió al baño de su habitación y tomó el frasco de somníferos y otro de calmantes, los vacío en su palma y tragó la mayor cantidad que pudo. Este sería el final de esta inútil vida, al fin podría estar para siempre con su vida.

  • Te amo, Misaki - fueron sus últimas palabras para caer en un sueño profundo del cual jamás saldría.

Al despertar se sintió pesado lo cual no era común en ese mundo, vio los muebles tirados por todos lados, los osos despedazados, casi como si un torbellino pasará por allí. Se preocupó, ¿Podría Misaki ser herido en ese mundo? Lo llamó a gritos exasperados y al subir al cuarto emergió de la cama un cuerpo sombrío, era su amor, pero lucía descompuesto, con ojeras kilométricas y delgado cual esqueleto, se lanzó a sus brazos y Usami no pudo hacer más que recibirlo.

 

-¿Por qué lo has hecho, Usagi-san? ¡No podrás volver, no lo entiendes! ¿¡Por qué!?- Misaki por primera vez le gritaba roto de dolor. El ojilila preocupado le explicó.

 

-Seremos felices al fin Misaki, mi vida, juntos por siempre - Iba a sonreír pero las lágrimas desbordantes de su pequeño lo congelaron.

 

-Lo siento Usagi-san, ya no tenemos tiempo - y lo besó, apasionado y con un melancólico sabor a tristeza, supo que era el final - Adiós, Usagi-san, amor de mi existencia - Los ojos de Misaki que siempre fueron verde olivo se volvieron rojos carmesí, se alejó un poco mientras su cuerpo se deformaba tras una manta de polvo, lo vio crecer, volviéndose un esqueleto cubierto de una capa negra, con dos orbes carmesí de las cuales brotaban lágrimas incontenibles, una flor voló alrededor de ellos y el que antes fue Misaki la tomó, la puso tras la oreja de su amado, ambos entre llanto incontenible, se miraron y lo cubrió con su manto. Acabando por siempre con el que alguna vez fue Usami Akihiko.

Notas finales:

Death doesn’t discriminate

Between the sinners

And the saints

It takes and it takes and it takes

And we keep living anyway

We rise and we fall

And we break

And we make our mistakes.”

— Wait for It, Hamilton

Este poema lo adjunto la autora y me encantó.


Pd// Si alguien ha leído otros de mis fics, perdón si no actualizo seguido pero el tiempo de escribir es nulo, menos si escribes en papel y luego debes transcribirlo. Gracias por leer <3


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).