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Una Nueva Oportunidad por Arizt Knith

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Notas del capitulo:

Aclaraciones: Como ya había dicho antes, este fic no solo me pertenece a mi… También le pertenece a Khian-sama. Ambos creamos esta historia por medio de uno de nuestros tantos roles, y bueno… A mí se me ocurrió la idea de hacerlo un fic, pero bueno… Aun así, en este fic encontraran magnificas palabras escritas por él.

Sin más que decir, disfruten del nuevo capítulo~

 

 

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Capitulo 9

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Día XX, Mes XX, Año 20XX

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Abadd Sindria, Medio Oriente.

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-- No lo permitiré… no lo permitiré… -Pronunciaba una y otra vez, como si de un mantra se tratase. A unos cuantos metros de ahí, Sísifo y Aioros observaban con detenimiento lo que pasaba, minutos después Regulus y Aioros se aparecieron también--

-- Hermano… -Las esmeraldas de Aioria se enfocaron en las del arquero, si, los cuatro ellos había sentido aquel pequeño cosmos emerger. Era por esa misma cosmos-energía que habían sido guiados hasta donde los arqueros que observaban a los pequeños.

-- Pero vamos, ¿Qué crees que podría hacer un pequeño como tú?–Rio el azabache mientras tiraba la cotilla de tabaco que había estado fumándose. Azarias trago grueso al ver de reojo como los tipos que estaban a sus espaldas se iban acercando. Mientras tanto Nikolas temía por la vida de su hermano mayor, sus zafiros se fueron aguando al sentirse tan pequeño e inútil por no ayudar a su hermano--

-- No… no… Az… -Los pequeños sollozos del menor se escucharon y estos aumentaron al sentir como unas manos más grandes y toscas lo tomaban--

Aquellos hombres intentaban sepárales, Azarias luchaba con todas sus fuerzas para librarse del agarre de esos hombres, sus orbes zafirinas refulgieron llenas de furia al sentir un aliento desagradable sobre su nuca así como un par de manos lo aprisionaban y lo estampaban contra el suelo. Poco le importo sentir como su rostro daba de lleno contra las piedrecillas, lo que más le dolía era escuchar los fuertes sollozos de su hermanito y que las personas de los alrededores no hicieran nada para ayudarles.

-- No… no…. ¡NO! ¡NO LO PERMITIRE! –Rugió el oji azul con furia al ver como aquellos tipos le arrebataban a su hermano y este luchaba por librarse de su agarre, una gran aura dorada empezó a rodear el cuerpo del menor mientras volvía a luchar con sus fuerzas para zafarse de aquellos agarres- ¡NO DEJARE QUE SE LLEVEN A MI HERMANO!

El pequeño castaño sentía como una extraña energía recorría cada parte de su cuerpo; era como una explosión de poder, brindándole las fuerzas necesarias para levantarse a pesar de aun tener las manos de sus opresores sobre él. Su mirada azul pareció tornarse de un color azul cobalto, inclusive las personas de los alrededores sintieron una gran ráfaga de viento pasar sobre ellos.

-- ¡SUELTENLO! –Grito el mayor de los hermanos, los tipos atrás de él lo sostenían de los hombros y brazos pero Azarias seguía luchando para soltarse de ellos; mientras tanto el pequeño Nikolas sollozaba y estiraba sus bracitos hacia su hermano, pero al igual que su familiar, Nikolas luchaba con las fuerzas que tenía. Mordía, pataleaba y jalaba los cabellos de aquellos hombres, inclusive usaba sus uñas para arañarles los rostros-- AGH, MALDITO MOCOSO –Grito uno de ellos al sentir como el menor le arañaba el rostro, el pequeño tembló al notar como aquel hombre de cabellos verde musgo y ojos miel levantaba su mano para abofetearle.

Al observar aquella acción por el hombre, Azarias encontró las fuerzas necesarias para soltarse del agarre de esos sujetos y correr hacia donde se encontraba su hermano, la adrenalina aun recorría cada célula de su cuerpo. Las piernas del castaño se movieron aún más y su cuerpo se impulsó todo lo que pudo hacia adelante y dar un salto mientras elevaba una de sus piernas para patear al tipo en el rostro, hasta hacerlo caer de espaldas. Las personas de los alrededores dejaron de hacer lo que estuvieran haciendo para prestar más atención a lo que pasaba. Aquellos hombres de traje sintieron como algo frio recorría sus cuerpos, pues los que habían estado reteniendo a Azarias, sentían como sus manos quemaban.

-- MALDITO MOCOSO DE MIERDA… ESTA… ME LAS PAGARAS -Grito uno de ellos mientras corría hacia una fuente cercana de ahí e introducía sus manos en ella. Eso había sido el producto de aquella energía en el cuerpo del menor, Azarias había hecho uso inconsciente de su cosmos que empezaba a despertar por completo.

Pequeñas chispas de electricidad parecían rodear los alrededores de Azarias, los tipos que aún seguían reteniendo al pequeño Nikolas no sabían que hacer, aquel pequeño no lucia como alguien normal. Mientras tanto el líder de ese grupo aún seguía tirado sobre el suelo y con un prominente sangrado nasal, pues la patada que Azarias le había dado había destrozado su nariz por completo.

-- Al parecer los hemos encontrado… --Murmuro Aioros con una sonrisa y desde el techo de una casa, los caballeros de Leo asintieron de acuerdo a las palabras del castaño. Por otro lado, Sísifo lucia serio y con un rostro pensativo mientras tenía sus brazos cruzados sobre el pecho, no sabía porque pero sentía que había algo más en Azarias.

-- Estúpido mocoso, ¿Cómo te atreves a hacerle eso a nuestro jefe? –Exclamo otro de ellos mientras se acercaba a Azarias y lo tomaba por los cabellos, en unos segundos el pequeño soltó un chillido de dolor al sentir como aquel hombre lo tomaba con tal fuerza hasta ponerlo de rodillas; segundos después sintió como el agarre de aquel hombre desaparecía--

-- Esa no es la manera de tratar a un pequeño –Azarias, quien aún seguía de rodillas sobre el suelo levanto la mirada encontrándose con la de Sísifo quien miraba con desagrado a aquellos hombres. Segundos después Aioria, Regulus y Aioros saltaron desde donde se encontraban para caer a espaldas de los hombres de traje que aún quedaban.

Aioria y Regulus, ambos fruncieron el ceño y su mirada refulgía llena de odio hacia aquel hombre que aún mantenía preso al pequeño leonino, porque si, ambos habían sentido aquella pequeña cosmos-energía brotar del pequeño cuerpo del infante.

-- Sera mejor que lo sueltes por las buenas, porque si no… -Ambos leones mostraron sus colmillos y con ellos, Aioria levanto su puño dispuesto a asestarle un golpe a aquel hombre, quien no dudo en entregarle al pequeño. Nikolas al verse en los brazos de Aioria, se lanzó a rodearle el cuello con sus bracitos mientras sollozaba. Aquellos sollozos fueron más que suficientes para ambos leones que se vieron entre sí, por un momento Regulus y Aioria se vieron reflejados en aquel pequeño, remontándolos al pasado cuando los de Sagitario eran quienes cuidaban de ellos- Ya, todo estará bien pequeño… No dejaremos que esos tipos les hagan algo malo…

Esas eran las únicas palabras de confort que el león dorado actual le podía dar mientras abrazaba con cariño aquel cuerpecito que temblaba por causa de los sollozos que no cesaban.

-- Tranquilo Niko, todo estará bien… -Esta vez fue el turno de Regulus para animar al pequeño, Nikolas se fue separando de apoco de Aioria para voltear a ver al santo prodigio quien le sonreía ampliamente- De ahora en adelante nosotros les cuidaremos

-- ¿A qué te refieres? –Pregunto Azarias, temiendo que aquellos tipos que había conocido días atrás fueran a arrebatarle a su hermano- ¿Qué es lo que piensan hacer? –Sin importar el hormigueo que sentía en sus piernas o aquella fatiga en su cuerpo, Azarias apoyo las manos contra el suelo para levantarse a como pudiera. Su mirada viajo de Sísifo y Aioros, a la de Aioria y Regulus- ¿Acaso piensas llevarse a Nikolas?

-- Azarias, tranquilízate –El menor sintió como Sísifo lo tomaba por los hombros y clavaba su mirada en la de él. El menor sintió una extraña corriente recorrerle el cuerpo, aquello era conocido como "un pequeño choque de cosmos" Esa era la manera en que los dorados actuales ponían reconocer a aquellos que serían sus aprendices-- Escúchame bien Azarias, desde que vinimos a estas tierras nosotros lo hicimos con el único propósito de encontrar a aquellos jóvenes que han sido escogidos por las constelaciones guardias. –El mayor hizo una leve pausa, aun podía sentir en sus manos aquel pequeño cuerpo temblar y su mirada llenarse de confusión al no entender de lo que hablaba- ¿Recuerdas en algún momento sentir, una extraña energía recorrer cada célula de tu cuerpo? –Pregunto. ¿Qué si lo sintió? ¡Claro que lo había hecho! Era algo caliente, algo lleno de energía y vitalidad, aquello había sido como un choque cósmico en su organismo- Aquello es conocido como el cosmos… -Acoto el segundo arquero mientras se acercaba a su protegido-

-- ¿El cosmos? –Pregunto, y Aioros asintió-

-- Es como un pequeño universo dentro del cuerpo, además de ser la concentración de la fuerza, espíritu y la mente en el punto que vas a golpear. Justo como lo que hiciste hace unos minutos atrás

-- Hermano… Creo que este ya no es lugar para hablar de ello… -Exclamo el leonino quien aún seguía con Nikolas en brazos, por suerte el pequeño ya había parado de llorar pero varios pares de ojos se encontraban sobre ellos--

-- Tienes razón –Concordó- Este no es lugar para hablar de eso, lo mejor será ir a otro lugar en el que podamos explicarles bien sobre esto. Pero lo único que puedo decirte ahora es que, ambos son muy importantes. Ambos nacieron con un gran propósito en esta vida y por eso mismo hemos venido a buscarles así que… ¿Qué dices? –Azarias que hasta el momento se había mantenido callado, fijo la mirada en Aioros y Sísifo; no sabía porque pero las palabras de los arqueros mayores le inspiraban confianza y, para un niño de apenas ocho años y que ha pasado parte de los mejores años de su vida, viviendo en un orfanato cuyas funciones no eran las correctas; aquellas palabras habían sonado como el mejor bálsamo para sus heridas. El solo era un niño, y aunque no supiera mucho sobre el destino y esas cosas, el simple hecho de que alguien dijera que sus existencias eran importantes, eso le hacía feliz--

-- Iré con ustedes… --La sonrisa amplia de Aioros termino contagiando al ahora, pequeño arquero que sin saber porque se lanzó a los brazos de este. Por otro lado, Nikolas se encontraba más tranquilito y chupando su dedito pulgar derecho, con los ojitos rojos por tanto llorar y a punto de cerrarse. Los mayores se llevaron consigo a sus protegidos al hotel en el que se habían estado hospedando todo este tiempo.

Ya en el Aioria se encargó de acomodar al pequeño Nikolas sobre la cama para que así el leonino menor, pudiera descansar más tranquilo. Por otro lado, Sísifo le ordeno a Azarias que tomara un baño y se deshiciera de los restos de tierra que se le habían adherido al cuerpo, el menor acepto con gusto y debía admitir que sentir el agua tibia limpiar su cuerpo fue la cosa más relajante que había sentido en todo ese tiempo. Cuando ya hubo terminado, se fijó que unas ropas un tanto holgadas descansaban sobre un cesto.

Minutos después de haberse cambiado salió del baño hacia el dormitorio, donde se encontró con los caballeros de Sagitario. Aioros le informo que Aioria y Regulus habían salido para encargarse de hacer unas cuantas llamadas importantes. Y en cuanto a esas llamadas, Aioros se refería a llamar a la señorita Kido, quien al tener varias empresas a nivel mundial y cierto poder que había heredado de su abuelo, podrían hacer algo para ayudar a los pequeños de ese orfanato y rastrear a los que ya habían sido llevados de ahí y sacarlos de donde sea que se encontrase, además de refundir de por vida a esos delincuentes en la cárcel.

-- Tú y tu hermano han sido escogidos por ellas, tu naciste bajo la constelación de Sagitario mientras que tu hermano lo hizo bajo la constelación de Leo –Fueron las únicas palabras que pronuncio Sísifo después de que Azarias les conto un poco sobre ellos--

Pues según Az, al principio solo eran él y su madre, su padre no contaba pues ese hombre era un alcohólico que solo llegaba a casa a comer y dormir, además de que siempre le exigía a su madre el poco dinero que ganaba para luego gastarlo en alcohol. Su padre era alguien violento, que no le importaban los demás más que si mismo, mal gastaba el dinero el alcohol, apuestas y quien sabe que otras cosas más y como punto final, exigía a su madre "que cumpliera su deber como la mujer que era" Fue una de esas tantas en el que ella quedo embarazada de Nikolas, pero al no tener mucho dinero para subsistir ella murió cuando dio a luz. Ese mismo día él y el pequeño Nikolas fueron a parar a ese orfanato, donde tuvo que idearse más de un plan para evitar que personas extrañas adoptaran a su hermanito y los separasen- Pero nosotros no haremos eso, porque ambos han sido escogidos por los designios de las estrellas

El menor volteo a ver con curiosidad a Aioros, hasta el momento el seguía sin entender a qué se refería con eso de "el designio de las estrellas"

-- No entiendo, ¿Por qué nosotros? Nosotros no somos importantes… solo somos insignificantes… --Pronuncio con cierta tristeza, pues esas eran las mismas palabras que él había escuchado toda su vida por parte de los demás a excepción de su querida madre--

-- Eso no es cierto… -La mirada de Sísifo se enfocó en el pequeño- Todos los seres vivos son importantes en este mundo, así como todos nacen con un propósito y tu… --Esta vez Aioros se mantuvo al margen, tan solo observando como Sísifo señalaba al menor y le regalaba una cálida sonrisa-- Tú y tu hermano fueron escogidos, ambos nacieron con un gran propósito en este mundo y por eso hemos venido a buscarles. Ustedes son muy importantes para nosotros…

-- Pero recuerda Azarias, esto no será nada fácil –Ahora fue Sísifo quien hablo con seriedad pero sin llegar a intimidar al menor-- La vida de un caballero de Athena jamás es fácil pero, por eso mismo nosotros nos encargaremos de su educación y cuidado, nosotros nos encargaremos de darles las herramientas necesarias para que el día de mañana ustedes cumplan su deber como es debido

Azarias tan solo guardo silencio por breves segundos en los cuales trataba de digerir toda la información que había recibido, además de que debía tomar una decisión. 

-- "Vamos… hazlo" --Escucho decir, por un momento creyó que se trataba de Sísifo o Aioros pero, aquella voz sonaba completamente diferente a la de los arqueros además ellos eran los únicos mayores en aquella habitación ademas, su hermanito aun se encontraba durmiendo y de todas formas era completamente imposible que se tratase de el--

-- "Hazlo…" --Volvió a escuchar aquella voz en el interior de su cabeza, era la primera vez que le escuchaba pero aun así le hacía sentir tan seguro-- "Hazlo… Azarias…" --

-- Yo… -Hizo una leve pausa, su mirada brillaba levemente en un tono azul cobalto--

-- "Tú has nacido para grandes cosas…" --Volvía a repetirle--

-- ¡Lo hare! –Pronuncio con gran seguridad, ambos caballeros de Sagitario se vieron entre si, finalmente la espera y búsqueda había acabado

--Bien, de ser así entonces mañana mismo nos regresaremos al santuario… --Media hora después los caballeros de Leo llegaron con buenas nuevas tales como que la señorita Kido buscaría la forma de ayudar a los pequeños de ese orfanato y cuanta persona le fuera posible, vaya que esa era una de las tantas ventajas al ser la nieta de un hombre tan poderoso, además de que habían comprado una que otra cosa para sus pequeños protegidos; Sísifo se encargó de darles las buenas nuevas y que mañana mismo a primera hora regresarían al Santuario, no sin antes informarle al Patriarca vía-cosmos de que su misión había sido todo un excito.

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Día XX, Mes XX, Año 20XX

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Isla de Kythnos, Grecia

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Desde hacía unos momentos habían sentido un extraño olor inundándole las fosas nasales, además de sentir un calor sofocante, tanto así que le costaba respirar. Lean empezó a removerse inquieto y tiro las sabanas aun lado de la cama, su cuerpo se encontraba bañado en sudor, fue ahí cuando sus sentidos se pusieron alerta y sus fosas nasales se llenaron aún más de aquel olor. Olía a quemado.

Sus orbes esmeraldas se abrieron por completo al sentir como la madera de la casa empezaba a crujir, amenazando con caerles encima. Lean volteo a ver a su hermano y lo zarandeo con violencia mientras le gritaba.

-- ¡Klaus! ¡Despierta cabeza de alcornoque! –Chillaba el peli negro arrodillado sobre la cama y moviendo a su hermano para que este despertara, poco a poco Klaus fue abriendo sus parpados, por alguna extraña razón su garganta y fosas nasales ardían. Pero la voz llena de preocupación con la que su gemelo usaba para hablarle, termino despabilándolo por completo--

 ¿Qué…? ¿Qué sucede? --Pero justo antes de que Lean dijera algo, la puerta de la habitación de los gemelos se abrió violetamente y de ahí aparecieron un hombre y una mujer, ambos jóvenes--

-- Lean, Klaus… apresúrense tenemos que salir de aquí Exclamo un hombre de aparecer veinticinco años, quien tenía cabello negro azulado, piel ligeramente bronceada, ojos grises y cuerpo trabajado debido a sus labores en el campo; mientras la dama era de figura esbelta, cabellos castaños y hasta la cintura, su piel era blanca y poseía unos hermosos ojos esmeralda--

-- Papá, ¿Qué está ocurriendo? –Pregunto Klaus mientras corría hacia donde sus progenitores junto con su gemelo, el mayor tan solo guardo silencio y tomo a sus hijos en brazos. El mayor solo tenso la mandíbula y se echó a correr a la puerta principal de la casa mientras evitaba a toda costa las llamaradas de fuego que empezaban a consumir la casa--

-- ¡Adara, apresúrate! --La joven solo asintió ante la petición de su esposo e igual empezó a correr, pero el humo le dificultada ver, además el monóxido de carbono ingresando a sus pulmones le dificultada el respirar más, y el dolor de cabeza acompañado con los mareos y aquel dolor taladrante en el pecho no ayudaba mucho que digamos- Tch… Maldición…-Se escuchó maldecir a Lukacz al ver que una gran viga del techo había caído, bloqueando la única salida que tenían para escapar-Adara… toma a los niños…

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Mientras tanto a las afueras del lugar, los demás isleños se encontraban aun con algunas antorchas en mano mientras cantaban en voz alta unos canticos en griego antiguo, mientras que el sacerdote profería algunas palabras a los dioses-- Hermanos… Hoy por fin nos desharemos de esos hijos de la noche, de esos engendros que jamás debieron haber nacido –Sus palabras encendieron los corazones de las personas, quienes gritaron a coro por su hazaña creyéndose así que "el mal" que les acechaba desaparecería con la muerte de esa familia.

-- Por personas como ustedes es que las cosas no mejoran en este mundo… --Retumbo una voz grave y varonil, los isleños temerosos, voltearon a ver a todos lados buscando al dueño de aquella voz espectral; y sin darse cuenta dos figuras se adentraron a aquella casa que se consumía en las llamas--

-- ¿Quién eres tú? ¿Acaso eres un hijo de la noche? ¿O acaso eres un engendro de las Keres? –Pregunto el sacerdote mientras le señalaba de forma despectiva, provocando que el dueño de aquella voz soltara una tenebrosa carcajada y helara el cuerpo de los demás presentes--

-- Reafirmo lo dicho, por personas como ustedes las cosas en este mundo no mejoran… -Volvió a repetir y de entre las sombras se apareció un hombre con expresión seria en el rostro y tez blanca; sus largos cabellos añiles ondeaban al compás de la brisa nocturna mientras que sus ojos esmeraldas brillaban con malicia. Mientras que a unos pasos de él se encontraba otro hombre idéntico con la única diferencia de que su piel era de un tono acanelado--

-- Aspros… -El mencionado volteo a ver a su hermano quien solo le observaba de entre las sombras con una mirada reprobatoria--

-- Que aburrido… -Exclamo el mayor de los gemelos y con los brazos sobre el pecho. Mientras tanto las dos sombras que se habían introducido a la morada en llamas, ahora salían con cuatro personas inconscientes. Saga se había encargado de sacar a los padres de los pequeños mientras que Kanon se había encargado de estos mismos.

El mayor de los géminis abrió un enorme portal en medio de la nada, asustado a los pobres isleños puesto que nunca en sus vidas habían visto algo como eso. Más de uno le señaló mientras le gritaba "brujo" o "hijo del diablo" Aspros solo alzo una ceja sorprendida por aquel epíteto dirigido hacia él, mientras que Defteros parecía querer reírse un poco pero la cara de su hermano basto para matarle la risa. Mientras tanto Saga y Kanon no habían perdido tiempo y se lanzaron directo al portal que los llevaría directo al santuario, pues el estado de aquella familia era preocupante.

-- Bueno… fue agradable venir a este lugar… -Defteros solo negó con la cabeza y se lanzó al portal, seguido de su hermano quien en menos de dos nanosegundos creo una ilusión de un enorme y deforme monstruo; cabe destacar que lo último que los gemelos Defteros y Aspros escucharon, fueron los gritos de terror de aquellas personas--

-- Dime que no creaste una ilusión… -Pero la sonrisa de su hermano termino afirmando sus sospechas- Aspros…

-- Oye, que la culpa es de ellos… -Defteros solo le vio con cara de pocos amigos y decidió callarse, total lo echo, hecho estaba y nada podía hacerse para cambiarlo. En menos de cinco minutos los de Géminis llegaron al santuario, donde apenas pusieron un pie y llamaron de emergencia a uno de los doctores para que se encargara del estado de los gemelos y sus padres, alertando con ello a los demás residentes de las doce casas; quienes salieron de curiosos para ver a que se debía tanto ajetreo. Mientras tanto Saga se encargaba de ir al Templo Principal y darle un reporte de los acontecimientos ocurridos en la isla de Kythnos, cosa que termino entristeciendo al peli verde pues, si los de Géminis no hubieran llegado a tiempo los pequeños hubieran muerto junto con sus padres. Ya mañana por la mañana si los padres de los pequeños se encontraban en buenas condiciones, el mismo se encargaría de explicarles la situación.

Lo único que importaba ahora era que los aprendices para Géminis se encontraban sanos y salvos en el Santuario, y por lo que sabía los de Leo y Sagitario le habían comentado vía-cosmos que ya estaban de regreso al Santuario y con sus pequeños protegidos; ahora más que nunca el lugar estaría lleno de pequeños correteando por todo lados y esto que aun hacían falta otros siete más.

Aunque aún había un enigma puesto que ninguno caballero dorado con timas el Patriarca Shion, había notado que una de las doce constelaciones brillaba de forma extraña, Era aquella misma que había brillado aquella noche junto con otras dos más, era un brillo único y sin igual. Ahora solo hacían falta dos personas en especial, aquellos que complementarían un triángulo destructivo.

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El tiempo y el espacio, amor y odio, perdón, promesas rotas…

Y quizás,

Una nueva guerra…

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Notas finales:

C


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