LUJURIA A PRIMERA VISTA (AU) por stefy22

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LUJURIA A PRIMERA VISTA

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 Avanzó despacio por el largo camino de asfalto, mirando de vez en vez al frente para evitar cualquier tipo de obstáculo que pudiera presentársele.

Vestía como solía hacerlo siempre, con su estilo bien marcado y conocido.  Sus pasos se escuchaban claramente debido a lo desierto del lugar y al suelo húmedo aun por la lluvia que ceso no hace mucho.

No tardó demasiado en llegar y divisar el gran letrero de Neón de aquel establecimiento que había estado por dejarlo sordo por exceso de volumen en la música.

Era de noche, una noche como cualquier otra...a decir verdad esta era muy fría, más fría que cualquier otra que recordara en aquella ciudad. Dejo salir el humo del cigarrillo, que se deslizo lentamente por sus labios y soltó la colilla, pisándola antes de encaminarse a la entrada.

Había fila, una muy larga fila, pero él no tenía que esperar. El hombre de seguridad que bien conocía en cuanto lo vio, le saludo y quito la cadena.

 Ingreso, la música retumbaba en todas partes, las luces de todos los colores medio iluminaba el lugar que estaba lleno a tope, por lo que ahí, a diferencia de afuera, más bien hacía calor.

No esperaba encontrar a nadie en medio de todos esos cuerpos apretujados, quien el buscaba se encontraba cruzando la enorme pista y subiendo aquellas escaleras en espiral donde ahora mismo muchas chicas medio desnudas se encontraban subidas y bailando. Se dirigió al lugar, no le era fácil caminar por allí, maldecía ahora mismo ser un "maldito impuntual de mierda" como le conocían sus amigos, si hubiera llegado antes no tendría que pasar por tanto ajetreo. Intentaba pasar de cualquier manera, empujaba gente a veces, lo pisaban, pisaba, lo tocaban y sin querer tocaba.

 Al llegar a la barra decidió darse un descanso, tanto toqueteo, manoseo y movimiento no le iba, al menos no en ese momento. Ingreso dentro, donde estaban los bartenders que el bien conocía.

 --¡hey Matt! ¡Tiempo sin verte!--saludo un muchacho castaño que le servía un trago a alguien.

--¡Dereck!--Tenía que gritar para ser escuchado sobre la retumbante música, otra cosa que no le gustaba. Se acercó al chico, pero antes de llegar, una palmada en el hombro lo hizo girar el rostro.

 --¡Hola Matt!--una chica morena y de rizos, le saludo con una amplia sonrisa sincera.

--¡Samanta!--abrazo a la muchacha ya que, de entre las personas que extraño durante los largos meses lejos de “casa”, estaban ella, y esa conductora de Tv que parecía idiota--¡cuánto tiempo!--ella sujeto una bandeja de tragos.

 --¡hey!--Dereck llego por atrás y lo abrazo--¡¿Acaso creciste?!

--¡Vaya pero si es Matt!--Jhon apareció, con el torso desnudo como de costumbre, porque nunca le agrado la camisa negra -parte del uniforme.

 --¡Jhon!--Matt apretó la mano del alto moreno.

--¡no crees que hace calor!--le hablo Jhon, al verlo vestir abrigador.

--¡un poco!--le respondió sonriendo divertido.

 --¡tú sí que eres raro!--le dijo también sonriendo.

--¡Matt, tardaste más de lo que se suponía!--le reclamo Samanta.

--¡las cosas se complicaron un poco!--Matt sentía que le raspaba la garganta de tanto griterío.

--¡¿pero todo está bien?!--pregunto Dereck preocupado. Las miradas de Jhon y Samanta cayeron sobre él, intrigadas.

 --¡sí!--les grito aún más fuerte, ya que habían subido el volumen de la música. Ellos asintieron contentos.

 --¡será mejor que subas!--le aconsejo la muchacha señalando con su dedo el segundo piso--¡está preocupado!.

--¡sí! ¡A estado algo nervioso!--esta vez hablo Jhon

. --¡tú no dejas de preocuparnos!--esta vez lo regañaba Dereck-- ¡desapareciste por meses!

--¡si, ya se!--Matt les dio poca importancia a sus compañeros--¡voy a verlo!--les hizo un ademan con la mano y giro sobre sus talones, saliendo del lugar.

Ellos solo asintieron mientras lo miraban irse, con una sonrisa adornando sus rostros.

No tardo en volver a sentirse atún enlatado por la multitud, aun así, logro mantenerse en camino y cuando su mano toco el metal del barandal de las gradas en espiral, fue el momento más glorioso de la noche hasta ahora.

En la escalera había muchas chicas cuya labor aparte de entretener a los clientes, era evitar que alguien subiera. A la mayoría de ellas las conocía, por lo que solo le sonreían y se hacía a un lado, dejándole el camino libre. Cuando iba a terminar se subir y solo faltaban unos 5 escalones alguien hablo por el micrófono, una chica, no le iba a dar importancia hasta que escucho su nombre.

--¡gente, Matt nos acompaña hoy!--grito al micrófono una castaña que vestía una falda diminuta, un brasier y tacones altos. La conocía, era Sofía.

--¡wuuuuuuuuuu!--gritaron en toda la pista, seguida de chiflidos y gritos. Seguramente la mitad de los presentes ni lo conocían. La miro, ella le sonreía a unas gradas abajo, mostrándole el micrófono. En la multitud seguía gritando, tuvo que bajar unos escalones, sujetar el micrófono que Sofía le ofrecía, llevárselo a la altura de sus labios y hablar.

--¡¿qué hay gente?!--grito, cambiando su actitud desanimada, y sonriéndole al público. Todos gritaron emocionados--¡hoy barra libre!--hablo, ganando más gritos y chiflidos, el ruido era tremendo.

Le devolvió el micrófono a la muchacha, que al recibirlo, en vez de sujetar el micrófono, sujeto su muñeca, con la otra mano atrapó el cuello de su abrigo y lo atrajo de un tirón, pegando sus labios. La siguió, dando espectáculo público, hasta que ella lo soltó y girándose hacia la gente alzó su mano, luciendo una bella sonrisa ganadora, la gente volvió a gritar, Matt sonrió divertido antes de continuar subiendo las gradas. Escucho un grito tras él.

--¡hey Matt!--no se giró, solo se detuvo, era Sofía, ya no hablaba por el micrófono--¡te extrañamos!—confeso ella, Matt sonrió antes de continuar subiendo las gradas.

Al terminar se encontró con un pasillo, todo estaba oscuro como siempre. Sabía de memoria a donde iba, los pasos precisos que debía dar-sin necesidad de contarlos, donde encontrar la perilla y a donde mirar en cuanto abriera la puerta.

Unos cuantos pasos, se detuvo, oscuro, a donde sea que mirara, levanto la mano, toco la perilla de la puerta, la giro, empujo levemente antes de soltar la perilla y mirar al interior.

--¿te divierte?--fue lo primero que escucho, de aquella voz que bien conocía. Lo miro, a pesar de la oscuridad lo distinguía, su silueta, sus inconfundibles ojos, mirándolo fijamente.

--voy a divertirme--respondió con una sonrisa astuta quitándose el abrigo, sin apartar la vista de aquella pupilas que tanto lo enloquecieron a su tiempo.

Lo vio levantarse del sillón, aproximarse a él, sin expresión en su rostro, solo lo miraba. Dejo el abrigo caer al piso y camino hacia él.

Cuando sus pasos se encontraron a unos tantos centímetros de distancia del otro, no dudo en absoluto al llevar sus brazos a la nuca del contrario, pegando sus labios suavemente, cerrando los ojos, ladeando el rostro para poder sentirlo mejor. Las manos de su compañero no tardaron en tocarlo, en sujetar su cintura con firmeza.

Corto el beso, deslizando sus brazos lentamente hasta tocar su nuca con las manos y dejar que se enredaran entre los mechones azabaches, solo para volver a jalarlo y besarlo nuevamente.

Esta vez fue él quien corto el beso, levantándole la prenda a rayas, hasta quitársela. Las manos del contrario se pegaron a su piel, trayéndole de golpe a su cuerpo, clavando los labios en su cuello. Sintió su lengua, cálida, húmeda y suave, deslizarse pos su piel, solo pudo levantar las manos y dirigirlas hasta el negro cabello, mientras llevaba la cabeza hacia atrás, dejándole a disposición su cuello, inconscientemente cerro sus ojos, era una sensación magnifica, cuando se trataba de él, su lívido explotaba de inmediato, aun cuando no quisiera aceptarlo.

Frunció levemente el ceño en una mueca de dolor al sentir los dientes clavárseles en la piel. Luego volvió a sentir el tacto suave de su lengua, sobre la mordida. Se vio jalado de un momento a otro, lo siguió como pudo y se encontró medio acostado sobre el sillón de dos, con él parado en frente, mirándolo. Se incorporó, sentándose correctamente. Lo miro desde su posición, él también lo miraba fijamente.

Sin apartar la vista en ningún momento, levantó su mano y la dirigió al borde del pantalón del azabache, con dos dedos jalo de la tela, desabrochándola y al mismo tiempo, atrayéndolo mas.

Al tenerlo suficientemente cerca, sus manos se posaron a cada lado de la cintura del contrario, trayéndolo hasta su boca, beso la piel bajo de su ombligo.

Él se deshizo por su propia cuenta de su ropa superior.

Sin dejar de mirarlo, dirigió su mano a la cremallera y la bajo lentamente, sonriendo al momento, le era divertido ver la leve ráfaga de ansiedad en su rostro, y pensar que él era así, en realidad mucho más, mas iluso de lo que debería ser permitido, pero logro cambiar aquello, no al grado de invertir los papeles, pero ya no era tan fácil de engañar.

Volvió a besar su abdomen, se entretuvo lamiendo y besando muy cerca de aquella zona, sin llegar allí. En cuanto lo creyó suficiente introdujo su mano bajo la prenda interior, palpándolo. Bajo el bóxer y empezó a mover su mano, de arriba abajo unas cuantas veces, mirándolo intento, acerco su rostro, lamio la punta levemente, provocándole una pequeña descarga eléctrica al azabache.

Empezó a lamer, de abajo a arriba, deslizando su lengua con cuidado, deteniéndose donde el sabia, no tardo en dejar que invadiera su boca por completo, dejo entrar aquel falo completo en su cavidad bucal, primero la punta, luego un poco más, cerro sus ojos antes de introducirlo aún más, concentrándose en lo que hacía, no tuvo problemas.

Sintió una mano en su nuca. Deslizó su mano por el pecho del azabache, mirando hacia arriba, hallándolo son su cabeza inclinada un poco hacia atrás.

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Se encontró sentado sobre su regazo, con las piernas a cada lado de las contrarias, sujetándose de sus hombros y moviéndose en distintas direcciones logrando la fricción que esperaba. Un suspiro se le escapo en cuanto el erguido miembro del azabache (de regreso en su bóxer) rozo su entrada, no lo había hecho ya hace un tiempo, asique la sensación le provocó un cosquilleo en el cuerpo. Las manos de su compañero bajaron por su espalda, descendieron hasta llegar al borde de su pantalón, lo bajo lentamente junto con el bóxer, mientras era él quien esta vez lamia y marcaba el cuello y pecho del azabache.

 Maniobro un poco para quitase el pantalón y bóxer. Volvió sobre su regazo, con el mismo movimiento, tocando su pecho, besándolo. Suspiro barias veces, mientras realizaba aquellos movimientos. Una mano subió desde su muslo, otro bajo por su espalda, la primera recorrió su camino, hasta llegar a su miembro, empezando a masturbarlo. La otra mano bajo, en línea recta, hasta sus nalgas, un dedo roso su entrada, jadeo como respuesta.

--B--le susurro al oído en medio de un suspiro necesitado. Se vio lanzado sobre el sofá. Lo miro, sobre si, en medio de sus piernas, no dudo en abrazarle por la cintura con estas, atrayéndolo. Sus labios se unieron una vez más, llevo sus manos al cabello azabache. Dio un respingo en cuanto sintió que algo lo rozo...rozo su entrada, duro, caliente, sabía lo que era. El calor invadió su cuerpo entonces. Sabía lo que venía, era  más que obvio, pero al menos esperaba preparación previa, porque eso le dio a entender en cuanto lo toco con sus dedos, pero solo era una especie de cacheo, lo revisaba, nada más.

Aquello hizo presión contra su entrada, claro que dolió, apretó con fuerza el cabello de B, este se entretenía a la altura de su clavícula, marcando el lugar.

Dolió, dolía y dolería, aun así, él lo quería.

--vamos…--susurro. Lo sintió dentro por completo, empezó a moverse al instante. El gesto de dolor en su rostro era evidente, se aferró a su espalda, jadeando y gimiendo, más de dolor que de otro cosa.

Tomar su entrada se volvió más sencillo y se relajó un poco, disfrutando del momento.

Una embestida en su punto lo hizo gemir de placer, llevándolo a la gloria. Golpeo en ese lugar una y otra vez, su miembro se irguió al instante y sentía que podría venirse ya mismo si seguía a ese ritmo. Suspiraba y jadeaba constantemente.

 --B--susurraba más seguido, ya que cada vez que lo hacía era más rápido. Abrió sus ojos, encontrándose con los rojos mirándolo fijamente. Se mantuvo mirándole, mientras los movimientos seguían. Le sonrió cínicamente justo antes de juntar sus labios con los del azabache.

B salió de él y se sentó, Matt lo siguió, acomodándose en su regazo. Llevo la mano abajo, en medio, sujeto el miembro de azabache e intento que entrara, lo hizo despacio, lo logro. Antes de caer sentado por completo dejo salir un jadeo entrecortado. No espero mucho para empezar a moverse, se movió casi en círculos al principio, de adelante a atrás después y por último el sube y baja que lo obligó a cerrar los ojos y aferra con fuerza el cuero del sofá.

Dejo escapar un gemido en cuento sintió todo el placer concentrarse en su entrepierna y se dejó ir. A escasos segundos se vio inundado por la esencia del contrario, apretó fuerte el sillón y escondió el rostro en el cuello del azabache.

Respiraba agitadamente, trataba de regular su respiración a como diera lugar, pero no lo lograba. Sintió aquellas manos sujetar su cadera. Intento mirarlo desde su posición, solo girando un poco el rostro, manteniendo la cabeza apoyada en su hombro.

--Matt--hablo con su singular voz, lo miro atento--nuestro contrato expiró y has logrado cumplir con tu parte--lo aparto de encima suyo, poniéndose en pie--puedes retirarte.

El azabache paso a recoger su pantalón antes de ingresar a otro habitación, dejándolo solo y sin comprender por completo. Trato de cavar lo más que pudo en sus recuerdos, no lograba encontrar tal contrato.

Lo vio entrar nuevamente a la habitación, él no se había movido un solo centímetro.

--¿a qué te refieres?--le pregunto, al verlo.

--...--ladeó la cabeza ¿acaso el pelirrojo hablaba en serio?

 Al no ver ningún tipo de expresión en su rostro más allá del desconcierto, entendió que en serio Matt no sabía de qué hablaba. Se acercó al pelirrojo, recogiendo el buzo a rayas del piso. Le entrego la prenda antes de hablarle.

--saldaste la deuda Matt--le explico.

--...--Matt fue entendiendo al fin, se vistió el buzo en silencio.

 --no es necesario que permanezcas aquí más tiempo, puedes irte en cuanto lo desees. --¿y si no quiero irme?--B lo miro, sin expresión. Conocía sus tácticas perfectamente y no estaba dispuesto a caer en las trampas de Amanda aprendidas- e incluso mejoradas-por Matt.

--no lo hagas entonces--se giró y camino en dirección al gran bar de madera, sujeto una botella, la diviso muy bien antes de retirar el corcho y vestir parte de su contenido en una vaso de cristal. Matt mientras empezó a vestirse su ropa interior y busco con la mirada su pantalón. --pero será bajo tu propio riesgo--bebió del vaso, bajo la atenta mirada del pelirrojo que se le clavo encima en cuanto lo escucho.

--B...--debía ser una broma.

--mis negocios no me permiten quedarme en este sitio más tiempo--explico, llenando el vaso nuevamente--si lo deseas, el sitio es tuyo--bebió el licor, dejando vació el vaso--¿entonces?--lo miro, perdiendo interés en el licor.

--¿por cuánto tiempo?--quiso saber antes.

--regresar no entra en mis planes--le respondió. Matt lo miro un momento, luego giro el rostro buscando su chaleco, al encontrarlo se dirigió a este, busco en uno de los bolsillos, al parecer encontró lo que buscaba. Lo que saco el azabache no pudo identificar de inmediato, luego reconoció la forma de la cajetilla de cigarrillos, Matt extrajo uno y se lo llevo a los labios, dejo botado su chaleco y camino en dirección al pequeño bar, busco un donde el sabia, bajo una copa en una de las repisas más altas y encontró el encendedor, acerco la llama de este al extremo libre del cilindro, calo un par de veces y aparto el encendedor, dejándolo en el mismo sitio de antes. Miro en dirección del azabache, no lo encontró donde estaba antes, lo busco con la mirada y lo ubico sentado en el sillón. Dejo escapar el humo, boto el cilindro y se encaminó al sillón, piso algo en el camino, miro, era su pantalón.

--muy bien--hablo atrayendo la atención de B--no tengo problema con eso--Rodeo el sofá y se inclinó tras él, rozando con su rostro los mechones azabaches.--espero que tampoco tú--sonrió ladinamente.

--no lo tengo, no eres la causa, tampoco espero que hayas creído serlo--soltó fríamente.

--claramente no es la situación, me refiero al dinero, perderás millones y lo sabes, aun así...--fue interrumpido. Alguien más llego, abriendo la puerta como si se tratase de su casa, entrando sin permiso y pasando de largo hacia el bar.

 --ya lo dejó en claro y todo está preparado, no existe posibilidad de retractarse, partimos hoy, Matt--dijo el castaño, llevándose el vaso a los labios, bebiendo el licor.

--vaya--Matt deslizó sus brazos por el sofá, hasta tocar los hombros de B y siguió su camino, rozando el pecho del azabache, sus brazos se cerraron en torno a este, abrazándole--y me lo comunicas hoy--le hablo fingiendo estar ofendido, tratando de ignorar al recién llegado.

--desapareciste Matt, la posibilidad de que estuvieras muerto era alta, por ello no hubiera necesitado siguiera informarte--le respondió el castaño.

--ya veo--apoyo la barbilla en el hombro de B--entonces no hay nada que pueda hacer...--se incorporó--aunque tampoco es como si quisiera hacer algo.

Rodeo el sillón y se sentó a una distancia prudente de B.

--Light...--llamo. El castaño lo miro, Matt hizo un ademán con la mano que Light comprendió al instante, lleno otro vaso pero este con el extraño licor que solo Matt bebía y se acercó, entregándole el vaso.--es buena verte Light--le dijo en cuanto este le entrego el vaso.

 --lo mismo digo Matt--Light miro con una sonrisa al pelirrojo, la misma sonrisa que le brindaba Matt.

--¿y tú también te vas?--Matt bebió del licor.

--sí, pero regresare--claro que lo aria, tenía muchos negocios, que a diferencia del azabache, si le importaban.

--te estaré esperando entonces--termino todo del vaso. Light sonrió y también bebió de su copa--bueno, me voy--Matt se puso de pie.

--pero si ahora esto es tuyo--le recordó Light, sentándose donde estaba antes el pelirrojo.

--tengo cosas que hacer--Matt recogió su pantalón y se lo puso, bajo la mirada divertida del castaño.

 --no será más bien: gente que ver--bebió de la copa. Matt lo miro con una sonrisa.

--puede ser--respondió colocándose el chaleco.

--¿quieres que vaya contigo?--Light se puso de pie y fue hacia el bar.

 --...--Matt lo miro mientras se abrochaba las botas--tal vez otro día.

--me voy mañana--le recordó llenando su copa.

--entonces cuando regreses--sonrió divertido. Light también le sonrió.

--muy bien--Light bebió.

--entonces me marcho--ya estaba listo. Se acercó el azabache y beso sus labios levemente, este no reacciono, acostumbrado a la acción del pelirrojo—Adiós…--le susurro aun cerca. Se apartó--nos vemos Light--se despidió con la mano animadamente. Light solo hizo un ademan de despedida ya que estaba bebiendo.

Salió de la habitación. Bajo la escalera, despidiéndose con la mano de alguna que otra de las muchachas, no paso por la barra, fue directo a la salida.

Ya fuera caminó tranquilo, cruzo la calle, avanzó unas cuadras, se detuvo frente a una puerta de metal corrediza, abrió los candados, y levanto la puerta sin mucho esfuerzo.

Se acercó al interior y rodeo algún tipo de objeto grande cubierto con una especie de tela gruesa. Sujeto un extremo y la aparto de golpe, intentando que el polvo acumulado no cayera dentro, pero en cambio, se esparció en el aire; se cubrió la nariz, cerrando los ojos, era demasiado polvo, estornudo un par de veces. Al abrir los ojos diviso con una sonrisa en el rostro a su viejo buen amigo rojo, que había extrañado mucho. Tal vez ese auto era su más grande tesoro en el mundo.

Saco de su bolsillo la llave, subió al vehículo y arranco, por suerte logro avanzar a una gasolinera antes de que se apagara a falda de combustible. En la estación compro un par de cajetillas de cigarrillos y unas botellas de licor, los guardo en la guantera y se marchó.

No paso mucho tiempo, hasta que estaciono el auto en el aparcamiento de un viejo motel de paso, que parecía ser más la vivienda permanente de algunas personas, ya que incluso había ropa colgada en unos alambres y barandales.

Bajo del auto, con un tabaco encendido en los labios y una botella en la mano, cerro la portezuela y se encaminó a las escaleras de metal. Camino sin prisa, tuvo que hacerse a un lado para no pisar a un hombre tendido en el piso, a saber si estaba borracho, drogado o muerto, pero no olía nada bien.

Continuo, diviso los números en mal estado de las puertas, hasta que estos desaparecieron y empezó a contar mentalmente para llegar al que esperaba. Abrió la puerta, no tenía seguro ni nada asique supuso que estaba dentro. Ingreso, diviso la estancia, un cuarto mediano con una cama empotrada a la pared junto a la ventana, una mesa con un televisor encima, justo enfrente de la TV un sillón individual, pero nadie dentro, diviso una puerta, seguramente estaría en el baño, fue y abrió, pero no había nada más que un inodoro, un lavamanos y una ducha sin cortina: una baño realmente reducido de tamaño. Salió, suspiro lentamente, habiendo la botella de licor, camino hacia la cama y se dejó caer, esperaría ahí.

Bebió y fumo un poco, hasta que decidió que mejor se ducharía y así se dirigió al baño. Se estaba duchando, había encontrado una toalla que aparentaba estar limpia en el mueble de la TV. Entonces escucho la puerta, apago la ducha e intento escuchar, nada en realidad, solo unos tantos pasos y un mueble siendo movido. Se enrolló la toalla y decidió salir de ahí y darle la sorpresa. Cuando abrió la puerta se encontró con unos ojos azules que lo miraron tan solo un segundo sin darle mucha importancia, era un sujeto rubio, que abrió el mueble bajo el televisor, buscando algo.

--¿quién eres?--pregunto Matt sorprendido, en serio ¿acaso se equivocó de habitación? El tipo solo lo miro, antes de ponerse de pie y caminar a la puerta de salida— ¡hey!--Matt dio unos pasos, pero se fue. ¿Un ladrón? No, eso sería ridículo, pero ¿entonces?

 Espero aun en toalla, encendió el televisor, se tendió en la cama, paso un rato hasta que la puerta se abrió. La castaña se paralizó al verlo, aun manteniendo la mano en la puerta.

--...Matt--susurro sin creérselo. Él sonrió, se puso de pie. --¡Matt!--festejo ella abrazándole con fuerza.

 --¿cómo has estado Linda?—pregunto abrazándola también.

--bien...bueno, creo que bien, la verdad no se--dudó un poco y luego sonrió divertida.

--esta viva que es lo importante—se encogió de hombros.

--supongo—hablo dudando.

--por cierto, hace un rato...--¿debía decirle lo del tipo ese que entro?.

--¿qué paso?--ella lo miro interrogante y curiosa.

–-un sujeto entro.

--¿cómo?--se veía asustada

--pues...--bueno, no sabía "como" pero tal vez linda no se refería específicamente a ese "como".

--¿cómo era?--pregunto ella.

--haber, era rubio, vestía de negro, ten...

 --ah, debió ser Mello--parecía aliviada-- no me asustes--le golpeo levemente el hombro. –bueno pero... cuéntame cómo te fue ¿qué paso? Tardaste mucho Matt--lo jalo hasta llegar a la cama, lo obligo a sentarse.

--ah, solo unas complicaciones, pero nada grave. Por cierto Linda ¿me das mi ropa?.

--ah cierto, aquí esta--se levantó y saco un cartón de abajo de la cama. Matt le había mandado parte de sus pertenencias antes de irse, asique estaba ahí por eso más que nada.

--¿siempre dejas la puerta abierta?--busco algo de ropa en el cartón.

--si, a veces algunos amigos necesitan esconderse, ya sabes, además aquí nadie roba.

--supongo que no--se colocó unos pantalones.

--si, además perdí las llaves hace tiempo y buen...

La puerta se abrió, entro el tipo rubio de antes.

 --¡Mello!--Linda se veía feliz. El rubio la ignoro y apago las luces, ella asintió con la cabeza--Matt, has silencio, por favor--y saco algo de abajo de la cama, por la resiente oscuridad Matt no pudo divisarlo bien ni asegurar de que se trataba, pero supuso que se trataba de algún tipo de arma.

Linda se levantó y fue en dirección al tipo rubio, que miraba atento por la ventana. Matt mientras terminaba de vestirse en silencio, en serio esperaba haberse puesto la ropa del lado correcto. Escucho entonces una patrulla, o más bien algunas patrullas de policía. Se intrigó entonces y decidió también acercarse a la ventana alado de Linda, vio como tres de las patrullas pasaban en frente y siguieron de largo, en ese momento Linda y el rubio salieron de la habitación, quien sabe a dónde.

Esperó un poco con la luz aun apagada y entonces Linda junto con el sujeto rubio entraron, el último se dirigió al baño, casi al instante salió, con un paquete negro en la mano, no dijo nada y se marchó.

--¿y ese quién es?

--Mello, se podría decir que es algo así como mi novio. Es complicado--dijo ella.

--¿tu novio?--enarco una ceja.

--si, él aun no lo sabe peor…--sonrió divertida.

--...--Matt la miro mal antes de reír.

--bueno, es seguro estar con él asique le ayudo en lo que necesite y a cambio me deja seguirlo a donde vaya.

--¿algo así como un perro?--concluyo Matt.

--podría decirse--se encogió de hombros.

--...Linda, ¿en qué andas?

–-nada, no desde que me busca la policía, por ahora solo sigo a Mello.

--bueno, me parece bien--si así estaba segura, entonces que mejor.

--¿y tú? ¿Qué has hecho Matt?--ella se acostó en la cama, boca abajo, apoyando los codos para colocar el rostro en sus manos…

--nada en especial.--se sentó en el sillón.

--¿entonces sigues con ese sujeto B?--lo miro.

--en realidad no, se marchara y termine mi deuda asique por el momento soy libre.

--uuh Libre, ¿y que se siente?--lo miro emocionada.

--aburrido--sonrió.

--tu no valoras nada, con lo feliz que yo estaría siendo libre--se tendió boca arriba en la cama.

--si, supongo que es la costumbre a siempre huir de algo, ahora no sé qué hacer con mi tiempo en realidad.

--ya pareces Mello, porque los hombres son tan raros--bufo ella.

--¿y qué es lo que hace ese tal Mello?

--no estoy segura--giro de nuevo sobre la cama--pero es peligroso—pareció orgullosa de decirlo.

--suena interesante—murmuro, ella lo miro mal--por cierto Linda, ¿quieres hacerte cargo de un bar?

 --¿un bar?--ladeo la cabeza.

--si, dime ¿te interesa?

 --mmmm, yo no sé nada de bares Matt, además estoy huyendo a cada momento ¿cómo me hago cargo entonces?

--pues solo pregunte.

--y ¿porque me preguntas eso?

--ahora tengo un bar a mi nombre y no lo necesito asique si alguien no se hace cargo lo cerrare.

 --mmm, déjame pensarlo.

--ok, solo no lo pienses mucho--ella rió divertida--oye, y tu "novio" ¿duerme aquí?.

--no...Bueno, a veces se queda pero no a dormir.

 --...ook--Matt la miro divertido.

--¡no pienses mal idiota! digo que no duerme, nunca lo he visto dormir, es raro.

 --bueno, yo me quedare hoy, asique--Matt se tendió en la cama junto a ella.

 --esto me trae recuerdos--rodeo el pecho del pelirrojo con los brazos, pegándose a él. --si--susurro Matt. No se quedó dormido de inmediato, al contrario de Linda que cayo inconsciente en cuanto dejo de hablar. Miró el techo un largo rato ¿qué aria ahora?, regresar a casa no era una opción, tampoco era como si ella lo esperara, entonces....

No supo cuando se quedó dormido, pero un movimiento fuerte en la cama lo despertó al siguiente día.
Se incorporó lentamente, frotándose los ojos.
--¿qué pasa?--miro a Linda que corría de la ventana a la puerta y de regreso a la ventana, una y otra vez, pisando la cama en el proceso.
--vigiló--contesto muy concentrada.
Matt no pudo evitar reír.
--¡pero qué manera de vigilar!--elogio sarcástico.
--no molestes J--continuo corriendo.
--está bien, te ayudo, yo veo la ventana ¿que se supone que estoy buscando--pregunto acercándose al cristal.
--un auto negro, bueno, puede ser también gris--ella miraba atenta por la puerta.
--mm--Matt miro por la ventana, no había nada, continuo mirando--y ¿porque haces esto?
--no sé, la chica que vive alado me pidió que lo hiciera.
Matt dejo de mirar por la ventana.
--¿puedes dejar de hacerle favores a todo el mundo?--hablo sentándose en el borde de la cama.
--Matt, trato de redimirme, acaparar mis malas acciones con buenas, no sé si sirva, pero peor es nada.
--como quieras--Matt se levantó de la cama y se colocó las botas.
--ah, ¡ahí viene!--ella salió del cuarto, seguramente a avisarle de la llegada del auto a la vecina.

Matt se acababa de calzar las botas cuando entraron a la habitación, levanto la cabeza y vio al rubio.
--¿y Linda?--pregunto el mirándolo.
--...hola--Matt le sonrió con expresión "saluda primero idiota", el tipo solo lo miro serio--salió corriendo hace un momento, supongo que regresa pronto.
Entonces el rubio se inclinó bajo la cama buscando algo.
--oye, ¿no sería bueno que le pidieras permiso antes de esculcar entre sus cosas?--Matt se tuvo que hacer a un lado.
Vaya tipo, ni siquiera lo miro, a saber si lo escucho, porque pareciera que no.
Entonces entró Linda.
--¡buenos días Mello!--dijo ella feliz.
--¿dónde te metiste?--tampoco la miro, pero al menos la escucho.
--estaba haciendo mi buena obra del día--dijo ella sentándose en la cama, alado del rubio que buscaba en una caja de cartón en el piso.
--¿dónde está el paquete?.
--mm, no lo sé, tú lo guardaste--ella se agachó junto a él para buscar.
--demonios--saco un montón de cartones.
--¿y si alguien lo robo?--ella lo miro seria.
--no, tiene que estar...aquí esta--saco un paquete.
--bien, ya me había asustado, no dejare la puerta abierta de nuevo--se sentó en la cama aliviada.
El tipo salió sin decir nada nuevamente.
--que sujeto.
--no te preocupes, siempre es así, ignora a la gente que no le es importante.
--entonces, ¿tú eres importante para él?
--...pues como dije antes, soy como un animalito perdido que lo sigue a todas partes, así me conoció, asique supongo que soy como una especie de mascota para él.
--una mascota enamorada de su dueño--sonrió él.
--¿qué te digo? Cumplo bien mi papel--hablo sonriendo divertida.
--ya lo creo. Como sea, saldré hoy, tengo...que hacer algo--Matt se colocó un abrigo.
--¡ok!--sonrió ella aun sentada en la cama, viéndole partir.
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Fue a las escaleras, donde para su sorpresa aún se encontraba tendido el mismo tipo de anoche. Lo esquivo con gesto asqueado porque el olor para el momento ya no era soportable.

Evito tocar el pasamano a toda costa, ya que nunca se sabía, y siguió escalera abajo, logrando divisar pronto las afueras del motel, donde estaba aparcado su auto.

Sonrió en cuanto lo vio, y más animado se encamino a este.

Había dado unos 7 pasos fuera del motel, cuando un automóvil negro freno casi a centímetros suyo. Se paralizo de inmediato ante su posible atropello y miro al chofer casi con pánico. Era un azabache, de ojos claro que le sonreía divertido.

Frunció el ceño molesto y fue dispuesto a pegarle un par de golpes al imbécil que parecía burlarse de él, cuando escucho el rugido de una moto y se giró por instinto. Completamente de negro, sobre una imponente motocicleta estaba el "novio" de Linda.
Matt se le quedo mirando, el rubio tal vez lo miro un segundo, luego le hizo un ademán con la barbilla al idiota del auto antes de colocarse el casco y salir disparado a la carretera, el auto no tardo ni un segundo en seguirle.
Se quedó un momento mirando aquello, casi podría decir que entre sorprendió e inquieto.
Al final suspiro y se fue a su auto. No podía ser cierto que estuviera considerando meterse en problemas. Es decir, acababa de salir de uno, y grande. Debería seguir el consejo de Linda, y vivir feliz su "libertad".

Decidió no pensar más en el tema y encendió el auto. Prendió un cigarrillo antes de arrancar e incorporarse en la carretera rumbo a su antiguo-y seguramente sucio- departamento, necesitaba encontrar la laptop antes que alguien más lo hiciera, o estaría en problemas.