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El chico de la comida rápida por dark kirito

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Notas del fanfic:

Magi pertenece a Shinobu Ohtaka-sama.

Gracias por leer¡ Escrito en el móvil, errores son sin querer jujuju, gracias por su apoyo a Yayoi  y todos los que leen¡¡¡¡¡¡¡¡¡

Notas del capitulo:

Magi pertenece a Shinobu Ohtaka-sama.

Gracias por leer¡ Escrito en el móvil, errores son sin querer jujuju, gracias por su apoyo a Yayoi  y todos los que leen¡¡¡¡¡¡¡¡¡

Hoy como todos los días un joven de cabello rubio y hermosa sonrisa, limpia afanosamente las puertas del local que son ni más ni menos que de vidrio, permitiendo la observación de todo el lugar, ríe un poco recordando las primeras veces que hizo esta actividad, pues solía resbalar y caer al piso debido al exceso de limpiador.

¿Quién fue el de la brillante idea de entre más, mejor? Al menos en este caso no se aplica, pero también es cierto lo que dicen "un día te reiras de tus desgracias" ¡Y vaya que tenían razón! Cada que se acuerda de esos días no puede evitar doblarse de risa, sin duda uno mejora con la práctica y a través de experimentar miles de errores, pero al menos él, esta dispuesto a aprender.

-¡Alibaba-dono!- Le grita un chico desde el mostrador.

-¿Qué sucede Hakuryuu?

El menor le mira avergonzado.

-No quisiera molestarte...pero...tengo poco trabajando aquí...y...¡quemé las papas!

El oji miel se acercó corriendo para contemplar una amalgama que en mejores tiempos solían ser papas, y no pudo evitar carcajearse.

-B-bueno- intentando recobrar la compostura- ¿estas bien? ¿No te quemaste?

-No- baja la cabeza apenado- supongo que lo descontaran de la quincena.

-Nah, por eso no te preocupes, no tienen porque enterarse, pero es importante que aprendas, no quiero que sufras un accidente.

Se dispuso a mostrarle la forma correcta de prepararlas, haciendo énfasis en el tiempo de cocción y la textura que debían tener, cuando terminó, llegó el primer cliente.

-Buenos días, bienvenidos a Mc Balbad ¿Me permite tomar su orden?

Un pequeño de larga cabellera azul miraba el menú con enormes ojos llenos de ilusión.

-¿Qué sería bueno? Creo que quiero un paquete infantil.

-¿Desea hacer jumbo su bebida por un costo extra?

-¿Por qué no?

En solo unos minutos fue entregada la orden y el niño salió del lugar, pero después de el, llegaron más personas, mientras el era eficiente, el oji celeste estaba paniqueado, río nuevamente al rememorar cuando estuvo en esa situación, a comparación suya, el azabache lo hace mil veces mejor.

-No te preocupes, aquí estoy para apoyarte- sonrió de nuevo.

El joven asintío e intento poner todo de su parte para realizar un trabajo adecuado, recibiendo varios pedidos.

Una chica de cabello rosa se retiraba con varias bebidas, pero era demasiado para ella y terminó resbalando tirándolas todas en la entrada, no pudo evitar llorar, el rubio se acercó a ella y le tendió la mano.

-¿Vas muy lejos?

-No, al otro lado de la calle.

-¿Me esperas?

La chica no respondió pero enseguida el joven volvió con la misma orden que ella había tirado.

-Te encargo el negocio Hakuryuu.

-¡Alibaba-donooooooooo!

  Y sin más el rubio se fue, pero no tardó nada en volver.

-Eso fue cruel- le reclamaba el menor.

-¿Vino alguien?

-No.

-¡Que suerte!- sonreía- No podía dejarla sola, seguro se volvía a caer.

-En eso tienes razón.

-Ya que no hay clientes, voy por el trapeador.

El chico limpiaba el piso al tiempo que sus pies se pegaban por el refresco, pues todo el lugar había quedado pegostioso, pero en realidad le hacia mucha gracia el sonido que producían sus pasos, en algún momento se distrajo por completo de la realidad y comenzó a realizar un baile sensual o eso según el, en compañía de su trapeador, pero en ese momento un pelirrojo que estaba dentro de una elegante limosina lo vio, y quedó embelezado.

................................

-Quiero que te detengas en la esquina.

-¿Señor?

Pero el hombre no dijo más, y el chofer se dispuso a cumplir la orden, pues las decisiones del líder de la compañía Kou no se discuten ¡y con ese carácter! ¡¿Para qué?!!!

El sujeto bajo y se dispuso a entrar en el local, pues increíblemente Alibaba había terminado con la limpieza, se acercó al mostrador, donde le saludo el joven con su hermosa sonrisa.

-Buenas tardes, bienvenido a Mc Balbad ¿Me permite tomar su orden?

El pelirrojo miro el menú con el ceño fruncido, estaba molesto, jamás en su vida había ido a un lugar de esos, y odiaba no saber que hacer, por lo que guardo silencio.

-¿Necesita ayuda?

Pero una mirada hostil le quitó por primera vez la palabra de los labios, miró al oji celeste para pedirle ayuda, pero este fingia estar ocupado con la registradora.

<<¡Traidor!!!>>

Casi lloraba el rubio, y el que tanto le había ayudado, pero bueno, en realidad no le culpa, ese hombre da miedo.

-Quiero un...cuarto de libra...con ¿Alitas dobles?

El oji miel no pudo evitar estallar en carcajadas al tiempo que algunas lágrimas salían de sus ojos.

-¡Eso no existe!

Si las miradas mataran, el estaría treinta metros bajo tierra, por lo que la risa se extinguió en el momento dando paso al más puro pavor.

-¿Y que rayos sugieres idiota?

<<¿Me dijo idiota? ¿Quién se cree?>>

Le invadieron unas enormes ganas de estrellar su puño en el rostro del insolente chivo, nunca en su vida se había enojado tanto, pero su deber era primero, suspiró y volvió a sonreír.

-¿Por qué no lleva la especialidad de la casa?- explicó rápidamente en que consistía.

-Si, era justo lo que estaba pidiendo- dijo serio.

-¿Para comer aquí o para llevar?

  -Fácilmente podría llevarlo a su casa pero ¿qué sentido tenía si en realidad había entrado por otra razón?

-Lo comeré aquí.

El chico esperaba con toda su alma que el sujeto se marchara, pues no soportaba la intensidad de su mirada que le atribuía a la furia, pero ni modo, el cliente siempre tiene la razón.

Sin más el sujeto se sentó en una mesa que no se veía muy bien desde el mostrador, pero el, si podía apreciar a detalle al rubio, sin duda estaba atraído hacia el.

Vaya joven más hermoso el que tenía frente a sus ojos, blanca piel como la porcelana, bellos ojos dorados, cabello claro y brillante, lindos y tiernos labios que tiene ganas de besar, y esa sonrisa tan radiante, sin duda ese chico le recuerda al mismo sol.

Lo contempló alrededor de una hora, hasta que se marchó del lugar sin que este lo advirtiera, al parecer, el pelirrojo tenía un nuevo pasatiempo.

..........................

Y así pasaron las semanas, estrecharon su relación, y el hombre de ojos rubí aprendió el sistema de pedidos, hoy, como siempre ha entrado al lugar.

-Bienvenido a Mc Balbad ¿Me permite tomar su orden?

-No seas idiota Alibaba ¿Por qué siempre me saludas así?

-¡Es mi trabajo! No seas patán y ordena.

-Ya sabes lo que quiero.

El joven le dio el pedido, en ese momento el pelirrojo rozo su mano sin intención, lo que provocó el sonrojo y nerviosismo del rubio, pero el mayor lo advirtió, aún así no dijo nada y se fue a su mesa.

<<¿Por qué no puedo dejar de pensar en el? Es un patán...pero cuando pienso en las pocas veces que lo he visto sonreír, cuando miro sus ojos, ahora que me tocó su mano, no puedo evitar desear que se quede siempre junto a mi...¿Hay algo mal conmigo?>>

El azabache se acerca al chico que esta rojo cual tomate.

-¿Por qué no le dices que te gusta?- dijo en voz baja.

-¿Estas loco?- susurraba para no ser escuchado- ¿qué te hace pensar que se fijaría en mi? No tiene cara de ser gay.

-A el no le importa, si le gusta alguien, le gusta y ya, yo pienso que por algo entró a este lugar.

-¿Y tú cómo sabes tanto?

-¿Eh? ¿No te lo dije? Kouen es mi primo.

-¡¿Qué es tú queeeeeeeeee?!!!!!!- grito.

-¡Ya callense!- articulo molesto el mayor, pues le habían sacado de sus ensoñaciones románticas.

-¡Lo siento!- dijeron al unísono.

Como todos los días el pelirrojo se marchó sin que nadie lo notara, pero esa conversación con Hakuryuu le brindó a Alibaba el valor que necesitaba.

El día siguiente la situación fue la misma, pero esta vez el rubio tomo su confiable trapeador fingiendo que hacia limpieza, tenía que hablar con Kouen.

El mayor se disponía a retirarse del lugar, pero en un rápido movimiento el chico intentó darle alcance, tropezando con la cubeta y empapándose por completo, por fortuna era agua limpia, se quedó sentado en el suelo, pues seguro el oji rubí se había marchado, y el solo había hecho el ridículo.Pero pronto notó frente a el una mano que le invitaba a ponerse de pie, lo que logró en unos segundos.

-Vaya que eres torpe Alibaba.

-Ah...yo...-no sabía que decir y se sonrojo- no te vayas.

-No seas dramático, mañana volveré.

-¡No es eso! Yo...creo que me gustas.

El sujeto sonrió con maldad.

-Entonces ya no tengo que esperar ¿cierto?

-¿Esperar?

El pelirrojo tomo al chico por la cintura de manera tierna con un brazo, mientras tomaba tan hermoso rostro de ángel sonrojado con su otra mano y unió sus labios en el más dulce beso que se haya visto jamás, separaron sus labios para mirarse.

-¿Qué significa esto?- preguntó el rubio.

-¿Qué más? También me gustas, siempre fue así, por ti entre en este lugar.

El pelirrojo le miro serio, y el rubio solo atinó a ruborizarse más.

-¿Eso quiere decir que podremos salir un tiempo como pareja?

-No.

-¡¿No?!!

-¿Por qué un tiempo? Cuando yo te quiero a mi lado toda la vida.

Sus labios volvieron a unirse para compartir ese exquisito elixir llamado amor, de nuevo se miraron y el mayor sonrió.

-Vaya, es el mejor restaurant de comida rápida que haya visto, tienen incluido al sol en su menú.

-¡Eres un idiota!

Intentó esconder su rostro entre sus manos, pero el hombre le tomó de ellas y las apartó.

-¿Te quedarás conmigo para siempre?- preguntaba.

-Sabes que si.

-Me da gusto.

Y se quedaron abrazados un buen rato sin saber cuanto tiempo pasó, hasta que las luces del lugar se apagaron.

-Ya consiganse un hotel- dijo el oji celeste molesto que aún estaba en el lugar- bueno, también podrían hacerlo aquí, pero limpian el regadero.- y se marchó.

El rubio se disponía a salir del lugar cuando su amado le detuvo.

-¿Y por qué no?

-¡Hakuryuuuuuuuuuuuu!- gritaba el joven.

Sin duda ese hombre era difícil de entender, aunque ya tendría tiempo para eso, y la idea tampoco estaba tan mal.

 

Notas finales:

Hasta la próxima¡¡¡¡¡¡¡¡ >////< Los amo¡¡¡¡¡¡ 


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