Memoria.
El hogar de un hombre cuyo trabajo y esfuerzo lo llevaron a ganarse el puesto de jefe de la policía en Tokyo, aún más al amor de su vida, el modelo internacional Kise Ryota, ambos se conocían desde la escuela media, apesar de ello se llevaban bastante mal, eran como el agua y el aceite peleaban cada rato, sus padres en algún momento les dijeron que si continuaban discutiendo algún día terminarían juntos, después de unos años, se dieron cuenta que sus progenitores tenían razón en todo lo que les mencionaron.
- Buenos dias Aominecchi, porque tan pensativo. Uniéndo sus labios en un casto beso.
- Ryota ese no es un beso de buenos días, se hace así. Tomándolo por el cuello, aprisionando sus dulces labios, delineandolos con la lengua insitando a su pareja.
- Eres cruel, sabes que no podemos hacerlo mini Daiki no tarda en llegar de casa de Akashi.
- Aún no comprendo como esos dos terminaron juntos.
- Lo mismo piensan de nosotros y mira ahora, nuestra vida es perfecta.
- Tienes razón, pero debes admitir que es raro.
- Daikicchi el que Kurokocchi y Akashicchi decidieran casarse al terminar sus carreras fue su voluntad.
Recordaban como fue que se conocieron, el volverse a encontrar con sus amigos e ir a sus respectivas bodas, el timbre los hizo volver a la realidad, su hijo había llegado a casa, le quedó la costumbre de tocar antes de entrar desde que una vez los encontró en la sala en una situación comprometedora, con sus ocho años entendía lo que estaba pasando, ahora con doce años, vivía su primer amor a lado de Nora Akashi.
" Incluso si la tristeza termina robándote
Dime que no existe semejante cosa para separar nuestros
corazones,
De cualquier forma le pido a tu sombra que vuelvas mañana. "
- Bienvenido a casa Kidacchi ¿ Como te fue en casa de Nota ? . Ryota bajaba las escaleras saludando a su retoño.
- Papicchi!!. De cabello azul y ojos dorados Kida Aomine era bastante asediado por las chicas e incluso por teléfono lo molestaban, nunca hablaba de forma cariñosa a menos que estuviese deprimido o necesitase algo. - ¿ Algunas vez papá y tu pelearon sin razón alguna ?.
- A que viene tanto escandalo, Kida si quieres hablar con Ryota hazlo en la sala.
- Papis necesito de su ayuda, mi relación con Nora esta por terminar. La chica en cuestión de cabello largo color rojo intenso, sus ojos azul celeste con un aro dorado alrededor y una piel nívea de suavidad envidiable.
- De acuerdo mocoso en primer lugar vamos al sofa y en segundo estas muy chico para preocuparte por esas cosas.
Los tres caminaron a los cómodos sillones donde su pequeño les explicó todo con detalle, para sorpresa de ambos, la chica heredo el carácter posesivo de su padre y el rostro inexpresivo de su otro padre.
Todo comenzó el sábado luego de pasar la noche en casa de su novia, el teléfono por una razón no debía ser apagado, para Nota era molesto que sonara cada cierto tiempo, de forma amable pidió que parase el sonido, sin embargo y conociendo a sus progenitores de no contestar se llevaría acabo una reunión donde sería regañado más un castigo ejemplar.
- Nora debes entender, ya haz estado en la misma situación que yo.
- Lo se Kida-kun, pero la persona que te está llamando no es uno de tus padres, sino la tal Mina.
- Ella es una compañera de clases además está en cama por gripe, solo quiere que le pase los apuntes y tareas.
- Si ese es el caso que venga aquí y entre los dos la ayudamos.
Grave error, reunir a la chica que está loca por ti junto a tu pareja, es como el Apocalipsis en una habitación de escasos metros. Con gritos y uno que otro golpe las dos mujeres terminaron de hacer la dichosa tarea, poniendo en medio del asunto al de ojos claros, cuando Mina abandonado la mansión Akashi, fue el turno de Kida para sufrir.
- Como pudiste hacerme algo así.
- Sólo quise evitar una pelea obviamente no funcionó.
- La prefieres más a ella que a mi y eso quedo demostrado.
- Noracchi, no digas eso, yo te quiero es la verdad.
- Hablaremos de esto otro día, ya es tarde, quedate a cenar y pasas la noche aquí, que mi papá hablé con el tuyo.
- No quiero que sigas enojada conmigo y ...
- Basta, solo vamos a la mesa.
Ya no hablaron mas, bajaron a cenar juntos a sus suegros, el ánimo de ambos jóvenes se notaba desde lejos, así mismo tanto Seijuro como Tetsuya dejarian que ese par resolviesen sus problemas solos tal y como ellos en sus años de escuela.
" Agitado pienso que las mentiras que te creí, no las
quiero olvidar.
La actitud ambigua de mis ojos que intento evitar, y
las mentiras a las que no les puedo sonreír
Van a borrarme si no estas a mi lado
Incluso si la tristeza termina robándote. "
- Por eso quiero saber si pelearon por algo así.
- De hecho fueron bastante peleas, tu padre siempre me cuidaba y a veces exageraba, aún más mi trabajo como modelo llegó a crear malos entendidos, la prensa me inventa romances con cada persona que saliese conmigo, eso molestaba a Daiki porque no sabía si era verdad lo que decían o solo era para vender sus revistas, tras una larga charla ambos decidimos casarnos en secreto, pero un hábil reportero se infiltró y todo salió a luz pública.
- En mi trabajo no había ese problema, eran más las historias de mis colegas lo que me hacía dudar, a ellos sus parejas les fueron infieles con la excusa que siempre estaban solas y por eso buscaron compañía, afortunadamente para mi Ryota nunca hizo algo parecido, mi recompensa por ser pasiente fue el casarme, unos meses después supe que sería padre.
- Esa fue otra travesía pues los periodistas aseguraban que tu padre era un actor con el que una vez tuve sesión fotográfica en España, cuando vino de visita al país fuimos a comer un día, desde entonces dijeron que vivíamos un romance a espaldas de nuestras parejas.
- Reconozco que me enoje mucho, incluso le pedí el divorcio, nos separamos por un tiempo hasta que el tipo dijo públicamente que solo eran amigos y yo recapacite sobre todo lo que vivimos juntos, me costó muchísimo convencer a tu " mami " para que volviésemos a estar juntos.
" Dime que no existe semejante cosa para separar nuestros
corazones
No hay palabras para describir esta lejana distancia. "
- Confirmó lo dicho por el, aún recuerdo esos días de súplicas y regalos, en esta fecha siguen los obsequios por otras razones y de otro tipo.
- Y luego dices que el pervertido soy yo. Su sonrisa cómplice de travesuras, se acercaron lo suficiente para que su frente y nariz chocasen, justo cuando se iban a besar una pequeña toz los hizo cortar el acto.
- Si van a hacer eso vayan a su habitación. Levantándose del sofá camino directo a su cuarto, ahí aclararía su mente, antes de cerrar la puerta grito a sus padres algo que los hizo felices. - Que sea un hermanito. Tendría toda la tarde para pensar en que hacer y decir a su aún novia.
- Ese mocoso tiene razón, ya es tiempo de otro niño.
- Yo quiero una niña, para vestirla y peinarla, ya tengo suficiente con dos hombres en casa.
- Bien, yo preparo el desayuno, tu el postre y con eso me refiero a la habitación.
- Con esas palabras me convences, has platillos queden energía la voy a necesitar. Mordió de forma juguetona la oreja del mayor antes de subir corriendo a su habitación.
- Tienes razón, después de esto vas a necesitar mucha pero mucha fuerza. Habló para si mismo caminando a la cocina, preparó unos hot cakes con fruta y miel para su hijo, en cambio ellos tomarían jugo, bollos con chocolate, omelette de salmón ahumado y su ración de frutas, con tantos carbohidratos seguro que tendrán mucha actividad en cama.
" Por favor no olvides que te he derramado lagrimas
Y aquí sin decir nada, tu voluntad no sera olvidada en mi
corazón. "
Cuando terminó de preparar todo, lo llevó a los respectivos cuartos, recibió un abrazo y una sonrisa de Kida por tan delicioso menú, en su habitación lo esperaba Ryota con su lencería feminina en color azul marino, sus orejas de gato, jugando con un vibrador.
- Que hermosa vista, porque no nos olvidamos del desayuno y pasamos directo a la acción.
- Si ngh así lo quieres agh por mi no hay aaah problema.
Así dio comienzo lo que sería una mañana de domingo con amor y pasión desenfrenada, tenían la ventaja de poder hacer todo el escándalo que deseasen, su niño escuchaba musica con volumen alto, tal vez para no escuchar a sus padres mientras llaman a la " cigüeña " y trae a su hermanito o hermanita eso el tiempo lo decidirá, por el momento los adultos disfrutarán de el llamado.
- Aaah Daiki no mgh pares ya casi agh.
- Ryota, sigue hablando así y estarás en cama por un mes.
- Oh! Aaah si así son las cosas ngh agh más aah
- Te lo advertí. Presas del calor y el amor que en esas ocasiones se profezaban, su actividad sexual se prolongó hasta pasado el medio día, la última vez que lo hicieron tantas veces fue cuando Kida era concebido, aquel verano en la playa, con la luna, las estrellas y sonido de las olas cómo testigos. Recostados en la cama hacían planes para la semana, con sus trabajos cada uno organizaba su tiempo para verse y cuidar del no tan pequeño Kida Aomine.
Conforme pasaron los días recibieron buenas noticias la primera su hijo se pudo reconciliar con la hija de los Akashi y segundo sus esfuerzos valieron la pena les confirmaron de un segundo bebe ahora les tocaba esperar para saber el sexo del nuevo miembro, los antojos se hicieron presentes al igual que los cambios de humor, lo bueno es que ahora estarían padre e hijo cuidando y recibiendo todo lo concerniente al embarazo. Al cumplir los siete meses de gestación se dio a conocer que las plegarias de Kise fueron escuchadas ya que tendrían una hija, la pequeña se convertirá en la adoración de uno y las preocupaciones para otros dos, pues como el hermano mayor se aseguraría que ningún tipo de acercarse a su hermanita.
" Lloras pidiendo que los dos nos perdamos en el mañana
Tu verdadero rostro no sera tocado otra ves
Incluso si la tristeza termina robándote
No olvides que el adiós de esos días fue solo una mentira. "
- Sabes Daikicchi estoy muy feliz por como se dieron las cosas entre nosotros.
- Igual yo, no cambiaría nada, cada pelea que tuvimos nos hizo más fuertes y reforzó el amor que tengo por ti.
- Ah!! Daiki a veces eres muy romántico, me sorprendes y haces que te amé cada día más.
- Ya lo sabía soy irresistible pero tu lo eres aún mas por eso debo cuidarte y dentro de unos días serán dos las personas que requerirán mi protección.
- Daiki prometo ayudarte en esa tarea.
Abrazados como estaban, luego de un beso apasionado de esos que dejan sin aliento, se quedaron viendo el atardecer rodeados de flores y pétalos de sakura que caían hasta la banca del parque donde se hallaban esperando a que su hijo y nuera volviesen con los helados, los años que estén juntos los disfrutarán al máximo con dos hijos y toda la vida por delante.
" Incluso en mis sueños, solo paso viendo el cielo
En ése día que en que te fuiste no cambio nada. "